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Duñacazo.

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España prerromana

Geografía española:

Zona norte:

- País vasco
- Galicia
- Asturias
- Cantabria

Zona sur:

- Andalucía
- Murcia

Zona occidental:

- Portugal

Zona oriental:

- Cataluña
- Valencia
- Alicante

Zona central:

- Castilla
- León
- Aragón

La península ibérica es sumamente montañosa y los accidentes imposibilitan


una fácil comunicación. Se desarrollaron varias culturas aisladas entre sí.
La zona central está constituida por la meseta castellana. La península
está inclinada hacia el Atlántico, lo que hace que los ríos más importantes
desemboquen en este océano. El único río importante que desemboca en el
Mediterráneo es el Ebro. Algunos ríos atlánticos son el Duero o Douro en
portugués; el Tajo, que atraviesa Toledo y desemboca en Lisboa; el
Guadalquivir, que pasa por Sevilla y Córdoba y cuyo nombre es de origen
árabe (guadi significa río). Antes de la llegada de los árabes el
Guadalquivir era llamado Betis, por su ubicación en la región que los
romanos llamaban Bética.
El núcleo del comercio estaba en Sevilla por la Casa de Contratación. El
Guadalquivir riega el valle de mayor importancia agrícola en España, que
lleva el nombre del río.
El clima varía de acuerdo a las regiones. La zona norte es más helada que
el resto de la península y es muy lluviosa (Galicia es parecida a Chiloé).
La zona central muestra grandes contrastes climáticos debido a la ausencia
de regulación del mar. La zona sur está frente al África, separada de ella
por el estrecho de Gibraltar, por lo que sus climas son muy parecidos. La
temperatura aumenta con la influencia de vientos provenientes del desierto
de Sahara (45º a la sombra). Toda la zona sur estuvo bajo dominio árabe
durante mucho tiempo, quienes la llamaban Al-Andaluz.
La zona oriental es denominada el Levante (por ahí sale el sol) y está
enfocada hacia el Mediterráneo. Barcelona, Valencia, Alicante y Cartagena
están sobre el Mediterráneo. Esta zona es la que despertó culturalmente
antes y mejor gracias a las visitas de pueblos del Mediterráneo oriental,
como los fenicios, cartagineses, griegos y romanos, quienes establecerán
colonias a lo largo del Levante.
Al oeste de la península está Portugal y Galicia. Portugal es muy lluvioso
en invierno y goza de una interesante producción agrícola. Galicia tiene
una costa muy accidentada, por lo que el mar penetra al interior de la
tierra, generando las llamadas rías gallegas.

España primitiva:

- Prehistoria : aparición del hombre - 1100 a. C. (fecha de


fundación de Gadir)

- Protohistoria : 1100 a. C. - 218 a. C. (llegada de los españoles)

Prehistoria: abarca desde la aparición del hombre hasta la aparición de la


escritura, que ya conocen algunos pueblos de la protohistoria, como los
turdetanos. Sólo tenemos vestigios arqueológicos.

Protohistoria: quedan vestigios de escritura.

1.- Pueblos endógenos:

- iberos
- celtas
- celtíberos
- turdetanos o tartesios
- cántabros
- astures
- vascones
- vacceos
- léstanos

2.- Pueblos exógenos:

- fenicios
- cartagineses
- griegos

Pueblos endógenos:

a) Iberos: - devotio ibérica


- monarquía
- dueto judicial
- división social y esclavitud

b) Celtas: - contrato de hospitalidad u hospitalitas


- república aristocrática
- clanes o cumes

c) Celtíberos: - república y monarquía


- instituciones celtas e iberas
d) Tartesios: - leyes escritas de 6000 años
- leyes expuestas al público
- leyes en versos
- impresos en Andalucía
- reuniones periódicas de reyes y administración de
justicia
- división social en siete clases

A la llegada de los romanos a la península en el 218 a. C. existían en


ella diversos pueblos indígenas que podrían agruparse en dos grandes áreas
histórico - culturales:

- Indoeuropea: se extendía por el norte y oriente de la península,


comprendiendo desde el Cantábrico por el norte hasta el río Guadiana por el
sur y desde el valle del Ebro por el oeste hasta el Atlántico por el este.

- Ibérica: ocupaba el sur de la península e incluía la región del Levante,


Cataluña, Andalucía, parte de la Extremadura y el Algarve portugués. Fue
influida por las culturas de los campos de urnas y la tésica y por las
colonizaciones griega, fenicia y cartaginesa.

Dentro de cada una de estas áreas existía una pluralidad de pueblos con
manifestaciones culturales semejantes que no constituían ninguna unidad
política territorial.

1.- Iberos:

Se situaban en la costa mediterránea del Levante (Cataluña - Valencia) y


en el sur (estrecho de Gibraltar). Su origen es desconocido, pero se
presume que provendrían del África y estarían emparentados con los
bereberes de Marruecos.
Tenían la costumbre de incinerar a sus difuntos, por lo que sólo se
tienen cenizas que imposibilitan su estudio originario.
Eran de pequeña estatura y delgados en lo general; austeros en todas sus
actuaciones y sencillos en sus vestimentas. Sus mujeres, en cambio, eran
muy bien vestidas y jalonadas, pero no se trató de una cultura matriarcal.
Sus principales características son ser indómitos y guerreros.
Los iberos fueron influenciados por las culturas orientales fenicia,
griega y cartaginesa con anterioridad a los celtas. Esta influencia
determinó que los pueblos de la península ubicados en la costa mediterránea
tuvieran una cultura más avanzada y contaran con ciudades - estado y
conocimiento de la escritura. Su individualismo impidió que esa cultura se
expandiera por toda España.
La institución jurídica más destacada de los iberos es la devotio ibérica,
que constituye una forma de clientela militar.

Devotio ibérica:

Entre los pueblos del área ibérica se dieron diversas manifestaciones de


clientelas, principalmente de carácter militar, de las que dieron fe
escritores como Diodoro de Sicilia, Polibio, Julio César, Tito Livio y
Apiano. Esta forma de clientela militar se cimienta en la fides,
característica de estos pueblos y evidencia de la importancia de la guerra.
La fides fue muy celebrada en la antigüedad. En estas clientelas militares
el patrono debía dar protección, vestidos y armas a sus clientes, quienes a
su vez le debían obediencia en la paz y auxilio militar durante la guerra.
La devotio ibérica unía a su carácter militar un elemento religioso, pues
además de la protección y amparo que el patrono debía dar al cliente,
llamado devotus o soldurius, éste último se consagraba mediante un
juramento ante divinidades para que acepten su vida a cambio de la del
patrono. Este lazo de fidelidad era tan fuerte que si el patrono moría en
la batalla, el cliente se daba muerte, entendiendo que las deidades
rechazaron su vida al servicio del patrono.
La devotio atenta contra la cohesión social, ya que es una manera
individualista de aceptar la vida. También se practicaba con extranjeros
que tuvieran la facilidad de caerles en gracia.
Los iberos eran un pueblo guerrero y muchos fueron llevados a otros
pueblos para ayudar en su defensa. Constituyeron el pueblo de mayor cultura
en España. Eran muy cándidos y se entregaban fácilmente a patronos que les
conocían esta debilidad.
Debido a su carácter individualista los iberos siempre perdieron sus
guerras, especialmente contra los romanos. Este individualismo se aprecia
incluso hoy en día en el carácter de los españoles, entre los que existe un
verdadero anarquismo contra toda autoridad establecida.
La devotio causa gran impresión en los romanos que llegaron a España,
trasladando esta costumbre ritual a Roma, donde se observa que a Augusto,
al asumir como príncipe, se le brindó un juramento de fidelidad por el
Senado, a la usanza de la devotio ibérica. El culto al emperador también
tiene su origen en la devotio ibérica.
Los iberos se ubicaron en la costa ibérica y en la actual Andalucía.
Constituyen la cultura de Tartessios, que fue la más avanzada de la España
antigua.

2.- Los Celtas:

Su origen es indoeuropeo, distinto al de los iberos, y difieren bastante


de los otros pueblos que en ese entonces habitaban la península ibérica. No
ha sido posible detectar la presencia del pueblo indoeuropeo mediante
vestigios óseos, pero sí por su cultura, en especial su lengua, que ha
dejado rastros inequívocos.
Esta cultura estaba ubicada en el centro del Asia y se dividió en dos
grupos, uno que ejerció influencia en la India y otro que se trasladó a
Europa. En la India formaron la más importante casta, la de los Brahmanes o
casta sacerdotal. En Europa, en tanto, se ubicaron al norte del continente,
desde donde inician su avance hacia el sur. Encontramos a los celtas, los
germanos y los habitantes de las penínsulas balcánica e itálica.
Los celtas son un pueblo guerrero, lírico, poético, muy vital. Vivían
preferentemente en el campo, construyendo aldeas en lugar de ciudades. En
Galicia construyeron una ciudad fortificado conocida como los Castros
Gallegos, instalada en las alturas de los montes.
Se extienden por toda Europa en una franja al norte del Imperio Romano.
Aparecen en el Asia Menor, lo que actualmente es Turquía. Allí se les dio
el nombre de gálatas. Luego, al ubicarse en el norte de Grecia, se les dio
el nombre de celtas. Después aparecen en la Galia Cisalpina con el nombre
de Galos. Más tarde ocupan la Galia, lo que hoy es Francia y parte de
España, las islas británicas, Gales, Escocia e Irlanda.
Llegan a la península hacia el 1000 a. C. y se ubican en la zona norte,
al occidente de
España, lo que es Galicia y Asturias, para llegar hasta el norte de
Portugal. Conocen el hierro y lo introducen en España, dando origen a la
Edad de Hierro. Esto les proporciona predominio sobre los otros pueblos, al
confeccionar mejores elementos para la guerra.

Estructura social:

La estructura social básica de los celtas es el clan o cum. Estos clanes


son gentilicios, descienden de un tronco común y antiguamente debieron ser
totémicos. Varias familias decían descender de ciertos animales míticos y
el tótem les impide comer estos animales. De su carácter totémico conservan
los emblemas.
Entre los celtas había importantes diferenciaciones sociales. Las familias
aristocráticas se rodeaban entre sí formando cortes. La organización
política era una república aristocrática. Rige un Senado donde los senes
son los jefes de los clanes, los ancianos. La sociedad tiene grandes
distinciones, con clase noble o guerrera, clase sacerdotal, clase media y
siervos. La tierra es comunitaria dentro del clan y algunos grupos celtas
formaron parcelas.

Instituciones jurídicas:

La institución jurídica fundamental de los celtas es el hospitium, que


está vinculado al clan, que posee la propiedad de la tierra. El jefe
directo de todos es la autoridad del clan. Quien no pertenece al clan pasa
a ser considerado extranjero y hostil, a menos que se efectúe un contrato
de hospitalidad u hospitium.
El hospitium consiste en la aceptación del clan a un extranjero, que pasa
a ser huésped, en igualdad de condiciones con los demás miembros, por lo
que podía trabajar las tierras y casarse con otro integrante del clan. Este
contrato podía ser individual o colectivo. Permite superar las barreras
entre los distintos clanes.
Una vez que se adopta la escritura el contrato pasó a ser escrito y se
dejaba constancia de él en tablillas o planchas de metal o de arcilla,
llamadas tesseras, que se usaban a modo de contraseña cuando fuese
necesario, conservando el clan una mitad de la tabla y entregándole la otra
mitad al huésped. Gracias a las tesseras se sabe que los romanos también
usaron el contrato de hospitalidad.
La religión de los celtas se basaba en la contemplación de la naturaleza
guiada por un sacerdote o druida, que manejaba tablillas con inscripciones
conocidas como runas.
Los celtas fueron ocupando la meseta castellana al igual que los iberos,
lo que al principio produjo guerras entre ambos pueblos, hasta llegar a la
fusión, dando origen a los celtíberos, que poseen características celtas e
iberas.

3.- Celtíberos:

Es el pueblo fruto de la unión entre celtas e iberos y poseen la hospitium


y la devotio. Eran sumamente peligrosos y depredadores y se dedicaban a la
agricultura y el pastoreo. Se ubicaron en la denominada Celtiberia o zona
central o meseta española.

4.- Vacceos:

Este pueblo, según el sociólogo español Joaquín Costa, tenía


características comunistas, pues sus tierras eran comunes y las parcelas
eran entregadas a cada familia, siendo común la producción. La apropiación
de estos productos era sancionada con la pena de muerte.
Un antropólogo difiere de esta hipótesis y sugiere que la repartición de
tierras era efectivamente común, pero la administración recaía en los
aristócratas.

5.- Cántabros:

Se ubicaban al norte de la península, en la zona de Cantabria. Es un


pueblo muy antiguo que se ha celtizado y mantiene instituciones de carácter
matriarcal, como la covada o simulación del parto por parte del hombre,
realizada para entregarle la paternidad a alguien en específico a través de
la actuación, que de otra manera es dudosa. También está el avunculado o
predominio del avúnculo, por el cual el tío materno asumía roles del padre.
Los bienes se heredaban por lado de la madre y los hombres vivían en las
casas de las mujeres.

6.- Astures:

También se ubicaban al norte de la península. Tenemos poca información de


ello. Practicaban el despeñamiento, la lapidación y el apedreamiento como
penas para ciertos criminales. Ocupan lo que actualmente es Asturias, León
y norte de Zamora.

7.- Vascones:

Poseían instituciones de un fuerte carácter comunitario. Se trataba de


sociedades muy cohesionadas donde la familia poseía gran importancia.
Habitaban la antigua Vasconia, formada por las actuales Alava, Vizcaya,
Guipúzcoa, Navarra y pequeñas zonas de La Rioja y Aragón.
8.- Galaicos:

Son primitivos en sus costumbres, que eran parecidas a las astures.

9.- Lusitanos:

Se ubican al occidente, en la actual Portugal y Salamanca. El caudillo


Viriato logró unir a los celtíberos contra los romanos, anhelando una
patria lusitana.

10.- Tartesios o turdetanos:

Su nombre proviene de la ciudad de Tartessios, capital de un imperio


andaluz. Se asentaron en el valle del Guadalquivir, en el actual triángulo
de Sevilla, Huelva y Cádiz. Su cultura es extraordinariamente alta y
poseían leyes escritas. Era rico en oro y plata. Sus reyes son míticos,
como Habis, de origen similar al de Rómulo y Remo y Moisés. Habis le enseñó
la apicultura a los tartesios y dividió al pueblo en siete castas con
funciones determinadas. Las leyes tartesias establecían respeto por los
ancianos.
El derecho de estos pueblos ibéricos es, a excepción del turdetano, poco
desarrollado, relacionado con las divinidades y de aplicación personal.

Distribución de las tribus:

Norte: galaicos, astures, cántabros y vascones.

Centro: vacceos, vetones, carpetanos y celtíberos.

Sur: turdetanos, oretanos y bastetanos.

Hay tres zonas principales en la península: la de los iberos, la de los


celtas y la de los celtíberos. Todas las demás culturas están influidas por
éstas.
A la llegada de los romanos existían tres grandes áreas culturales en
España:
Mediterránea: iberos y colonias griegas y fenicias. Es una zona muy
avanzada por el comercio con el Mediterráneo o Mare Nostrum.

Interior: se desarrollan la agricultura de secano y la ganadería.


Principalmente hay celtíberos y otras razas célticas. No poseen mucho
comercio, es una zona retrasada.

Norte: muchos pueblos dispersos por las montañas, como celtas, galaicos,
astures, cántabros, vascones. Se dedican básicamente a la agricultura.

Pueblos exógenos:

Vienen desde fuera de la península y no cortan vínculos con su país de


origen. Constituyen colonias dependientes de la metrópolis de su tierra
natal.

1.- Fenicios:

Son los primeros en formar colonias en España, entre el 1200 y el 100 a.


C. La colonia fenicia más importante es Gadir, actual Cádiz, cerca del
imperio de Tartessios. En Gadir se adoraba al dios Mekhart, equivalente al
Hércules griego. Otras colonias son Sexi (Almuñécar), Abalera (Adra) y
Mainake (Málaga). Introducen la escritura en la península.
Los fenicios son de origen semita y se asentaron en el Medio Oriente desde
mediados del tercer milenio antes de Cristo. Sus ciudades más importantes
son Tiro, Sidón, Arados, Berito y Biblos. Estas ciudades - estado estaban
en la costa del Líbano y eran autónomas. Se dedican al comercio fino, de
artículos de lujo, como joyas y púrpura.
A la cabeza de las colonias estaban los magistrados, llamados sufetas o
sufetes, tras los cuales hay una asamblea plutocrática. Luego viene una
asamblea popular y un sofer o cuestor, encargado de cobrar los tributos.
Dominaban el tráfico en aguas españolas. Introdujeron la industria de
salación de pescado.

2.- Cartagineses:

Se ubica en lo que actualmente es Túnez. Es una colonia fenicia emplazado


en el centro del Mediterráneo, posición estratégica para dominar el mar.
Los cartagineses se dedican también a la agricultura, pues los suelos son
aptos. No tenían ejércitos, por lo que presentaban una débil defensa
constituida por mercenarios. Una vez caídas las demás ciudades fenicias
Cartago se convierte en el centro vital.
Los fenicios ejercieron una gran influencia cultural en España,
manifestada en la escritura, la cerámica bruñida y la religión (diosa
Tanit, asociada a la muerte). Tenían dos tipos de colonias en España, las
oficiales y las comerciales. Las oficiales estaban muy bien organizadas con
magistrados o sufetes.
Cartago anexionó las islas Baleares, Cerdeña y todas las colonias fenicias
en España- Los griegos se enfrentaron con los cartagineses, con triunfo
para estos últimos, lo que significó un predominio absoluto en el
Mediterráneo.
Roma se enfrenta con Cartago en las guerras púnicas. La primera, entre los
años 264 y 241 a. C. terminó en un desastre para los cartagineses, que
vieron mermada su flota y debieron pagar altos impuestos a Roma. Como
consecuencia se crea un partido ultranacionalista al mando de Amílcar
Barca, que constituye una monarquía personal radicada en Cartagena
(Murcia), Alicante y Cádiz. Aníbal, pariente de Amílcar, organiza una
expedición por el Levante y en el 219 a. C. ataca a Saminto, ciudad bajo
protección romana. Roma contraataca en España en el 218 a. C.

3.- Griegos:

Los grupos griegos que más comerciaron con España fueron los calcidios y
los focences. Los focences se ubicaron en Masalia, actual Marsellas, e
influyeron notoriamente en la cultura española, como lo demuestran las
monedas masalias. Las colonias griegas en España se confundieron con
culturas iberas helenizadas. Tenían dos topos de colonias, las oficiales y
las factorías.
Los griegos tenían un avanzado sistema jurídico marítimo, evidenciado en
las Leyes Rhodias.

a) Ley rhodia de iactus: en caso de naufragio se deben echar por la borda


mercadería en relación a lo que cada integrante lleve o usarse la avería
común en beneficio de todos los demás.

b) Ley rhodia de pecunia traiecticia o fonus nauticum o préstamo a la


gruesa ventura: si la nave llega a puerto el comerciante debe pagar el
préstamo con altos intereses, pero si no llega o se pierde o naufraga, no
paga nada.

Romanización jurídica de España:

a) Romanización militar

b) Romanización cultural

c) Romanización jurídica (derivación de la cultural)

1.- Romanización jurídica:

a) Personal: - concesión aislada y selectiva de la ciudadanía romana o


latinidad
(218 a. C. - 74 d. C.)

- concesión de latinidad (ius latii minus) a todos los


habitantes de Hispania
(74 - 212)

- concesión general de la ciudadanía por Caracalla en el


212 hasta el 409

b) Provincial

c) Local

2.- Romanización militar (218 a. C. - 19 a. C.):


I.- Romanización militar.-

Primera etapa: desembarco en el 218 a. C. hasta la caída de Numancia en el


133 a. C.

Se divide España en dos provincias, la Hispania Cisterior, más próxima al


Levante, y la Hispania Ulterior, más próxima al Atlántico. En el 197 a. C.
se oficializa esta división.
La primera colonia romana en España es Itálica, del 206 a. C., cercana a
Sevilla. Córdoba es una colonia aristocrática.
Se producen guerras contra los celtíberos y contra los lusitanos. Cae
Numancia en el 133 a. C., tras lo cual una comisión senatorial redacta la
Lex o formula provinciae, que incluye la organización de las dos
provincias, el tipo de gobernador que tendrán y los impuestos o vectigales
que deberán pagar.

Segunda etapa: 133 a. C. - 29 a. C.:

Ocurre la crisis de la República. En España está acantonado el mayor


ejército con los mejores generales, cuya simpatía se disputarán los bandos
en discordia por el poder en Roma. Varias batallas entre legiones.

Tercera etapa: bajo el principado de Augusto, 29 a. C. - 19 a. C.:

Se consolida la romanización y se controla la sublevación de cántabros y


astures, con lo que España pasa a ser provincia pacata o pacificada, pese a
la fuerte oposición celtíbera en el norte. La cultura se expandió por el
sur y fue escasa en el norte, no influyó a los vascos.

II.- Romanización jurídica:

-A nivel provincial

-A nivel local

-A nivel personal

1) Romanización jurídica a nivel personal:

Primera etapa (218 a. C. - 74 d. C.): Concesión aislada de ciudadanía o ius


latii minus

Segunda etapa (74 -212): Concesión por Adriano del ius latii minus a todos
los habitantes
de España.

Tercera etapa (212 - 409): Constitutio antoniniana

La ciudadanía romana comprende la plenitud de derechos y poderes en el


Imperio Romano. Éstos son:

- ius honorum: derecho a participar de las magistraturas romanas.

- ius sufragii: derecho a participar en los comicios en votaciones para


elegir magistraturas y leyes.
- ius connubii: derecho a contraer las justas nupcias romanas y formar una
familia romana.

- ius comercii: facultad para usar el derecho romano en materia de bienes.


Ius publicum: Ius privatus:

- ius honorum - ius connubii


- ius legionii - ius comercii
- ius sufragii
- provocatio ad populum

Los peregrinos del Lacio o latinos, al estar permanentemente en contacto


con los romanos, son favorecidos con la entrega del ius connubii y el ius
comercii. Esta suma de derechos forma la latinidad, que luego será
especificada como ius latii vetus o latinidad antigua.

Primera etapa (218 a. C. - 74 d. C.):

En los primeros tiempos de presencia romana en España, sólo los


magistrados, colonos y soldados eran ciudadanos, por lo que el derecho
romano era de carácter personal. Los indígenas conservaron su propio
derecho, aunque Roma otorgaba premios a ciertos indígenas por su ayuda
prestada, concediéndoles la latinidad o ciudadanía. En este caso la
latinidad sólo consiste en el ius comercii.

Segunda etapa (74 - 212):

En el año 74 Vespasiano, a través de un edicto, le otorga el ius comercii


por razones militares a todos los habitantes de la península. Esta
latinidad es llamada ius latii minus.
Entre las consecuencias tenemos, en el plano local, la desaparición de las
diferencias entre ciudades, pues todas pueden organizarse como municipios
latinos. Todos los habitantes de España ahora pueden comerciar al poseer el
ius comercii. Los indígenas que ejerzan una magistratura durante un año
pasan a ser ciudadanos romanos ellos y sus familias, ascendientes y
descendientes.
Luego, en el siglo II, se le concede a los habitantes de España el ius
latii maius, por el cual todos los participantes en la curia, junto con sus
familias, adquieren la ciudadanía.

Tercera etapa (212 - 409):

En el año 212 el emperador Caracalla, mediante su Constitutio antoniniana


le otorga la ciudadanía a todos los habitantes libres del imperio,
exceptuando a los dediticios (los dediticios aelianos corresponden a los
esclavos manumitidos por la lex aelia sencia).
Las consecuencias de esta concesión son el cese de la lucha por alcanzar
la ciudadanía, el término de las distinciones jurídico honoríficas, las
diferencias económicas y la aparición de ricos u honestiores y pobres o
humiliores y el incremento del derecho romano vulgar.

2) Romanización jurídica a nivel provincial:

Los romanos dividían el imperio en provincias. La palabra provincia viene


de imperium pro vincere o poder para vencer. Es el poder que se le otorga a
los magistrados para actuar fuera de Roma. Con el paso del tiempo al
conjunto de poderes se le denominará provincia. Más tarde provincia será el
territorio en el cual el magistrado realiza el poder. La primera provincia
romana fue Sicilia.
Al principio los romanos dividieron a España en dos provincias: Hispania
cisterior (la más próxima a Roma) e Hispania ulterior (la más lejana). En
ambas había un magistrado y legiones.
Hacia el 133 a. C. se dicta una lex provinciae para organizar Hispania. Su
contenido no ha llegado hasta nosotros, pero se sabe que esta lex determina
qué magistrado ha de gobernar la provincia en cuestión y de qué tipo de
ciudad se tratará. Podían ser ciudades como las romanas o colonias o
ciudades indígenas, a las que se les permite continuar como habían sido.
En tiempos de Augusto se considera que España está pacificada y, de
acuerdo a la diarquía (Emperador y Senado), le asigna al Senado la única
provincia sin problemas, la Bética, que toma su nombre del río Betis o
Guadalquivir. Corresponde a la actual Andalucía y su capital era Corduba.
Otra provincia en el oriente toma el nombre de Tarraconense, por su capital
Tarraco, actual Tarragona. Al oeste se encuentra la Lusitania, cuya capital
es Emérita Augusta.
En la Bética gobierna un magistrado con título de procónsul. En Lusitania
y Tarraconense el emperador tiene el imperium proconsular, gobierna y
dirige las tropas. Delega este imperium al legatus augustii, que será el
gobernador de hecho.
En las provincias senatoriales el Senado nombra al gobernador como
procónsul y en las imperiales el emperador elige un delegado o legatus
augustii.
Antes de Augusto los gobernadores provinciales eran los mismos magistrados
de Roma. Uno de los dos cónsules debía salir a gobernar una provincia
determinada y luego uno de los pretores y así sucesivamente. Esto era un
inconveniente para la administración de Roma misma. Se decide que después
de la magistratura se extenderá el imperium para que ejerzan como
procónsules o propretores en una provincia. Algunas provincias tenían mayor
jerarquía que otras y debían ser gobernadas por procónsules, mientras que
otras por propretores. La designación era por sorteo.
El gobernador no recibe sueldo, su función es gratuita y honoraria.
Generalmente, para solventar los gastos de traslado y permanencia, se solía
abusar de los provincianos. El poder del gobernador en las provincias era
inmenso, pues no tenían colegas. Los gobernadores legislaban mediante
edictos y dictaban decretos. Eran los administradores de justicia y para
ello la dividían en los llamados conventos jurídicos. Cada convento tenía
una ciudad capital, a la que llegaba periódicamente el gobernador para
administrar justicia.
En tiempos del dictador Sila se dispuso que entre el término de la función
de los magistrados en Roma y su designación como promagistrados al mando de
una provincia debían transcurrir 5 años. Con la reforma de Augusto este
sistema desaparece y el gobernador provincial permanecerá en su cargo por
el tiempo que estime conveniente el Senado o el emperador, según
corresponda.
Hacia el 133 a. C. una 9+comisión de senadores redacta la lex provinciae.
Se señala el tipo de provincia y la forma de gobierno que requiere. Dentro
de la política de diarquía, Augusto entrega ciertas provincias al Senado.
Se intenta crear una nueva provincia en tiempos de Caracalla, la Hispania
Nova Citerior Antoniniana, que corresponde a la Astur - Galicia.

Diocleciano en el siglo III divide en dos partes el Imperio, partes que a


su vez se dividen en prefecturas, a cargo de un prefecto del pretor. Cada
prefectura se divide en diócesis, al mando de un vicario. La diócesis de
Hispania era parte de la prefectura de las Galias.

- Imperio: Augusto - César


- Prefectura: prefecto del pretorio
- Diócesis: vicario
- Provincia: praesses o praesides

Provincias: Capitales:

- Bética: Corduba

- Lusitania: Emérita Augusta

- Galliaecia - Astúrica: Braccara (actual Braga, en Portugal)

- Tarraconense: Tarraco

- Cartaginense: Cartago Nova

Fuera de estas provincias hay dos extrapeninsulares, la Baleárica, cuya


capital es Ebussus, actual Ibiza, y la Mauritania - Tingitana, cuya capital
es Tingir, hoy Tánger, en Marruecos.

3) Romanización jurídica a nivel local:

Se habla de las ciudades - estado indígenas ya existentes a la llegada de


los romanos y de las ciudades que fundan éstos-

1.- Ciudades - estado indígenas:


a) ciudades federadas
b) ciudades libres
c) ciudades libres e inmunes
d) ciudades estipendiaras
e) ciudades dediticias

2.- Ciudades de organización romana:

a) colonias romanas
b) colonias latinas
c) municipios
d) cannabae
e) metallae
f) villae

Ciudades - estado indígenas:

a) Ciudades federadas: celebran un foedus o tratado con Roma, con la que


colaboran desde un primer momento y por ello se le conceden tales
regalías. Este tratado implica bases relativamente inamovibles que Roma
se compromete a acatar. Roma exige el reconocimiento de la maiestas
populi romanii (majestad del pueblo romano), por lo que se hacía
imposible acordar un tratado en igualdad de condiciones.
Su status es casi de completa libertad frente a Roma. Se mantienen las
propias leyes, monedas y comercio. La gran limitación de estas ciudades
- estado es en el ámbito internacional.
Gozan del ius exilii, que significa que no obstante sus territorios
provinciales son ager publicus, se consideran ajenos a Roma. Los
gobernadores provinciales no pueden entrar a las ciudades federadas con
sus símbolos de mando. Por el ius exilii el magistrado no puede ejercer
influencia en estas ciudades, que fueron muy escasas.
b) Ciudades libres: son ciudades - estado indígenas menos colaboradoras que
las federadas y a las cuales Roma unilateralmente las libera de tributos
y de auxilio militar, siendo en tal caso libres e inmunes.
Este status es muy variable y Roma puede cambiarlo en cualquier
momento. Estas ciudades mantienen su organización. No gozan del ius
exilii y el magistrado que gobierna la provincia interviene como le
plazca.

c) Ciudades estipendiarias: son la mayor parte de las ciudades españolas.


Se han rebelado en contra de Roma, pero terminan sometidas. Deben pagar
stipendium o tributos de carácter militar, cuya cantidad depende de las
tropas que allí se encuentren y deban ser mantenidas. Deben además
colaborar militarmente. El ejército romano mismo sólo se forma de
ciudadanos romanos y os extranjeros forman las allae o alas, que lo
auxilian en batalla. Estas ciudades conservan su organización. Sus
limitaciones son económicas y militares.

d) Ciudades dediticias: el nombre viene de dediticio o abandono. Este


abandono era solemne y para ello Roma enviaba sacerdotes o feciales que
le dan un plazo a la ciudad para rendirse. Si se niegan a hacerlo, Roma
las enfrenta y vence, para luego hacer con ellas lo que desee.
Normalmente los vencidos pasan a ser esclavos o, si se les permite la
libertad, pasan a ser dediticios, libres con grandes limitaciones, y
podían ser arrestados.

Esta distinción de ciudades desaparece en el 74 cuando Vespasiano otorga


el ius latii minus, con lo que todos pasan a organizarse como municipios.
No obstante, las ciudades libres e inmunes conservan su nombre como
recuerdo.

Ciudades de organización romana:

En general todas tienen organización municipal.

a) Colonias romanas: son las más romanas de todas. Roma las funda para que
sean habitadas por ciudadanos romanos, a los que se les reparten tierras.
Principalmente las colonias se fundan para que los veteranos de guerra
puedan asentarse en el territorio.
Para establecer una colonia se necesitaba una ley. Algunas colonias
estaban destinadas a los senadores y otras a los obreros, como la Iulia,
a través de la lex coliniae gendiae iuliae.
Una vez determinada la ley se debe fijar el territorio. Se designa una
comisión de senadores para que viajen hasta el lugar para establecer la
colonia. Se necesitan los sacrificios para convocar a los auspicios y
luego se designa la calle de norte a sur, seguida de la de este a oeste.
Al centro de ambas, en la intersección, se ubica el forum y desde él
hacia fuera, las manzanas. Se marcan los límites con un arado y el
territorio es sagrado. Los campos son divididos en parcelas asignadas a
los colonos.

b) Colonias latinas: también necesitan una ley. Están destinadas a los


latinos. En España estuvo Carpeia en el sur, cerca del estrecho de
Gibraltar, actual Algeiras. Se designó para mestizos de romanos y
españolas.

c) Municipios: son ciudades indígenas que se organizan a la romana al


serles conferida la latinidad o ciudadanía a sus habitantes.
d) Cannabae: sin ciudades militares. Se establecían legiones, como la 7ª
en León, y se ordenaban. A su alrededor se ubican comerciantes y se crea
una actividad citadina.

e) Metallae: son ciudades mineras. Las minas son del Estado, como el
terreno es ager publicus. Lo más corriente era que se arrendaran a
particulares.
Conocemos la lex metallii vipascensis de Portugal, que es la única
disposición sobre organización minera en el imperio.

f) Villae: la villae consiste en una casa de campo en el mundo romano.


Desde el siglo III cae sobre el imperio de Occidente una fuerte crisis
económica. Las industrias y la producción escasean y proliferan en
Oriente, por lo que se debe importar. El pago se cancela con dinero y no
con exportaciones, por lo que el numerario disminuye y los productores se
ven perjudicados.
La primera reacción de la gente es dejar de pagar los impuestos. Los
decuriones, que eran los encargados de responder por los impuestos,
comienzan a perseguir violentamente a los deudores y para evitar abusos
se crea el cargo de defensor civitatis para defender al pueblo. Luego los
decuriones tratan de renunciar, pero el Imperio responde convirtiendo al
cargo en vitalicio y hereditario. Muchos decuriones se vendían a sí
mismos como esclavos o entran al sacerdocio. Los deudores, a su vez,
huyen a los campos.
Alrededor de la casa patronal establecida en el campo nacen otras
viviendas y forman un conjunto. Surgen normas urbanas, pero el ambiente
es rural. La figura más importante es la del dueño del fundo o patrón y
lo sigue el encargado, administrador o villicus, como el alcalde actual.
Hay interrelación entre los habitantes de la villa.
La gente que va a los campos pierde en alguna medida su libertad (no su
condición de libres), pues se somete a la voluntad y normas del patrón o
señor. Se crea un escenario prefeudal. Se produce una ruralización del
imperio en la frontera con la Edad Media. Luego los germanos reemplazarán
a los señores.
El municipio decae notablemente con la desaparición paulatina de los
decuriones y el nacimiento del defensor civitatis. Costaba mucho
encontrar decuriones para actos jurídicos que requiriesen de su
presencia.
Los hijos, mediante la emancipación o liberación por parte del pater
familiae, dejan de ser hijos de familia. Uno de los métodos
emancipatorios es la oblación a la curia o entrega del hijo a la curia,
que pasa a ser decurión.
Aparece también el cargo de curator rei publicae (cuidador de la cosa
pública). Las antiguas magistraturas desaparecen y hacia el siglo V,
cuando el imperio occidental se acerca a su fin, el obispo adquiere
notable importancia económica.

Fuentes del derecho en la España


romana:

Ya nos hemos referido a la jurisprudencia y a la costumbre. Resta la ley.


Al hablar de ley nos referimos a todo mandato de aplicación más o menos
general impuesto por alguna autoridad. Dentro de este amplio concepto
tenemos:

1.- Lex:
a) data
b) rogata
c) dicta

2.- Edictos

3.- Senadoconsultos

4.- Constituciones imperiales

5.- Leyes producidas por los municipios

1.- Lex:

a) Lex rogata:

La forma más típica de lex es la rogata, que es aquélla propuesta por el


magistrado a los comicios y votada en éstos. En la materia legal
intervenían los comicios por centuria para las leyes más relevantes, pero
algunas son aprobadas por los comicios por tribu.
El proyecto de ley propuesto por el magistrado es la rogatio, que el
pueblo estudia mediante reuniones en las que se delibera y luego se vota.
En algún momento antes del pueblo la rogatio se pasaba al Senado y
posteriormente el sistema varió, pasando el proyecto aprobado al Senado.
Las votaciones suceden por acuerdo de cada centuria y cada centuria vale
un voto. Luego viene la votación por centurias y primero se escrutan los
votos de las clases adineradas. Cuando la votación por centuria ha
alcanzado la mayoría absoluta, el proceso se detiene. Como primero votaban
los más ricos, el sistema no es democrático.
La aprobación es en bloque, la aprueban o la rechazan, no se puede cambiar
ni introducir modificaciones al edicto. Puede ser U. R. o "como lo pidas" o
A o "prefiero lo antiguo".
Algunas leges rogatae en España fueron la lex coloniae agere tinae iuliae,
la lex flavia salponsarae, la lex flavia maladitanae y la lex flavia
irmitanae.
En el inicio de la república intervienen en ella todos los magistrados.
Los magistrados tienen la potestad, a ellos les corresponde el proyecto de
ley. Quien convoca al senado debe presidir la reunión y efectuar la
invocación a los auspicios. Luego debe leer el proyecto (rogatio). El
senado tiene la facultad de deliberar el proyecto, tiene voz y voto. Si los
votos a favor corresponden a la mayoría absoluta, pasa a votar el pueblo,
que sólo tiene derecho a voto y no a voz. Este proyecto debe ser sometido
al comicio por centuria. Si la votación nuevamente es de mayoría absoluta a
favor se aprueba y corresponde a una ley rogatae. Durante la época
republicana se invierte el orden y votan primero los plebeyos, pues como
antes no tenían derecho a voz, no se sabía por qué se rechazaba un proyecto
determinado. Ahora los magistrados pueden reunirse informalmente con los
plebeyos para discutir los proyectos antes de presentarlos y someterlos a
votación. Sólo pueden presentar los proyectos los autores. Si el proyecto
es rechazado puede presentarlo nuevamente o presentar otro sólo al cabo de
un año. La magistratura tiene una duración de un año, por lo que durante su
período un magistrado a quien se le ha rechazado un proyecto no puede
presentarlo nuevamente.

b) Lex data:

La lex data es la dictada por un magistrado con autorización para ello.


Equivalen a lo que hoy conocemos por decretos con fuerza de ley. En los
primeros tiempos todas las concesiones de latinidad o de ciudadanía a
ciertos españoles eran casos aislados promulgados como leges datae. Tienen
por fin la organización de las provincias.

c) Lex dicta:

Las leges dictae tienen contenido económico. Entre ellas la más importante
para España es la lex metalli vipascensis. Las leges dictae son dictadas
por el magistrado solo y su función es legislar a Roma. En nuestro derecho
reciben el nombre de leyes supremas o decretos supremos. Para aprobar el
presupuesto, por ejemplo, se requiere de una lex dictae. Son importantes
para saber en qué se utiliza el dinero presupuestado. En caso de que se
destine a otros fines el dinero ocurre malversación de fondos y el
magistrado debe reponer de su bolsillo lo que falta para el presupuesto del
proyecto. Puede sobrar del proyecto si se concluye después de la fecha de
término fijada previamente, en cuyo caso se debe cancelar una multa por
cada día de retraso.
Los plebiscitos son las normas que emanan del comicio de la plebe. El o
los tribunos deben convocar al comicio y exponer su proyecto, cuya
aprobación está sujeta a un sistema similar al de las leges rogatae. Si se
aprueba, pasa a ser una ley aplicada a los tribunos. Incluyen derecho
privado, el que después deciden ocupar los patricios. Todos los plebiscitos
son técnicos en materia jurídica y para ahorrar tiempo los patricios los
aplican sin consulta previa al senado, pues siempre eran aprobados por
éste. Cuando las clases de patricios y plebeyos se terminan y pasan a ser
ciudadanos se acaban los comicios de la plebe y se crean los comicios por
tribu para sustituirlos en el derecho privado. Ley en sentido estricto para
los romanos es la suma de leges rogatae, leges datae, leges dictae y
plebiscitos.

2.- Edictos:

Todos los magistrados del ius edicendi pueden dictar edictos. Los
gobernadores provinciales eran muy similares a los pretores y sus edictos
romanos. Se usaba el procedimiento formulario. El edicto contenía fórmulas,
acciones ofrecidas por el gobernados, y era redactado por el jurisconsulto.
Por lo general el edicto duraba un año. Al año siguiente los magistrados
promulgaban su edicto.
Con los edictos provinciales pasa lo mismo que con los del pretor. Adriano
le encarga a Salvio Juliano la redacción del edicto perpetuo y hacia el 130
sólo hay un edicto provincial, el perpetuo. Algunos edictos conceden la
libertad a ciertos esclavos; tienen varias funciones.
El programa de trabajo del magistrado es el edicto perpetuo, que no
incluye todas las soluciones a los problemas que se generarán durante su
mandato, pues son imprevisibles. Éstos son resueltos mediante edictos
repentinos y el magistrado puede dictar cuantos fueran necesarios.
Los magistrados solían copiar las soluciones efectivas de edictos
perpetuos anteriores, lo que origina los edictos traslaticios. No tienen la
obligación de copiar edictos, pero posee la facultad para hacerlo en la
medida en que lo estime necesario. Las normas que el magistrado incluye en
su edicto y que no forman parte del edicto traslaticio forman el edicto
novum. En el edicto traslaticio pueden incluirse incluso edictos repentinos
que hayan surtido efecto en su momento.
Un número de normas pasó a ser común en cada edicto traslaticio y el
Emperador Adriano en el 130 d. C. (alto imperio) le encarga a Salvio
Juliano reunir todos los edictos anteriores y formar un edicto perpetuo
único y obligatorio que no puede modificarse. El magistrado, entonces, debe
aplicar el edicto perpetuo obligatorio de Juliano y sólo tiene libertad
para crear edictos repentinos.
3.- Senadoconsultos:

Con Augusto el Senado adquiere facultades legislativas; antes autorizaba a


los magistrados a proponer alguna ley durante la República.
En el primer siglo imperial el Senado tiene relativa libertad respecto del
emperador, que decaerá con el tiempo.
El emperador envía una oratio o propuesta de senadoconsulto y el Senado la
aprueba invariablemente por aclamación, con lo que el senadoconsulto se
convierte en la oratio.
Hay senadoconsultos para España y se conserva la oratio de uno de ellos,
referido a la limitación de gastos en materia de juegos de gladiadores.

4.- Constituciones imperiales:

Son las normas que emanan de los emperadores y por ende sólo aparecen
hacia el período postclásico. Pueden ser de cuatro tipos: edictos,
mandatas, responsas y decretas.

a) Edictos: son las reglas generales, materia de derecho público.

b) Mandatas: son instrucciones del emperador a funcionarios imperiales, de


tal forma que llevan el nombre de remitente y destinatario. Comprenden
instrucciones sobre cómo administrar la provincia a cargo y permanecen
para los funcionarios posteriores. Con esto se forma un cúmulo de normas
que se mantienen y constituyen el actual derecho administrativo.

c) Responsas: son cartas enviadas al emperador consultando sobre problemas


jurídicos. Pueden ser de dos tipos:

i) Epistolae: consisten en dos cartas, una enviada por un juez o


funcionario imperial que pregunta sobre un caso en particular e
incluye toda la historia y antecedentes del asunto y otra de
respuesta por parte del emperador, que contiene la solución,
para la que fue asesorado por juristas, o incluso la sentencia.

ii) Rescriptos: son cartas privadas, no oficiales, que un particular


le envía al emperador sobre problemas jurídicos. El emperador
reescribe sobre la original, por lo que sólo resulta una carta.

d) Decretas: corresponden a las sentencias de segunda instancia que realiza


el emperador.

A partir de Diocleciano y Constantino la organización cambia, pues se


divide el imperio para gobernarlo mejor.

(Imperio)
Emperador
(Prefectura) / \
Prefecto del pretor Prefecto del pretor
(Diócesis) / \
Vicario Vicario
(Provincia) / \
Presidente Presidente

Si en una sentencia las partes están disconformes se la presentan al


praesses o presidente para que la revise. Esto es una apelación. El
praesses se la presenta a su superior, el vicario, quien dicta su sentencia
tras estudiar el caso. Si aún están disconformes el asunto pasa al prefecto
del pretor, que estudia el caso y la solución que planteó el vicario, tras
lo cual dicta sentencia. Si todavía no los satisface la respuesta el caso
pasa al emperador, cuya solución adquiere carácter de ley y obliga al juez
a considerarla en un caso análogo. Esta ley es llamada decreta y tarda
mucho tiempo, pues se trata de resolver la primera apelación en un plazo de
18 meses y la segunda tarda más que la primera y así sucesivamente.
Un consejo de juristas resolvía las dudas jurídicas por el emperador y
trabajaba por él. Estas dudas y respuestas y sentencias son recopiladas
luego y toman el nombre de códigos, realizados por juristas privados, el
primero de los cuales es Gregorio, creador del código gregoriano, que
ordena los casos por materia. Luego Hermógenes hace su código hermogeniano,
recopilado por fechas.
Teodosio el Grande ordena recopilar todas las constituciones de los
códigos gregoriano, hermogeniano y los demás posteriores, pero
estudiándolas para eliminar los elementos anticuados. El resultado es el
código teodosiano y desde ese momento sólo se ocuparán las constituciones
imperiales incluidas en él. Las constituciones imperiales y todo lo
posterior es ley y todo lo anterior es derecho. Los códigos no son una ley,
como hoy, sino una recopilación de leyes.
Hay muchas constituciones imperiales relativas a España. Durante el
principado aún funcionan los comicios, pero a medida que transcurre el
tiempo su importancia disminuye y el emperador asume su labor legislativa.
Contribuye la influencia del estoicismo, que busca una ley natural que se
confunde con Dios. Los historiadores suponen que el emperador encarna la
ley universal y así explican la frase de que "ley es todo lo que quiere el
emperador". En esta etapa el único que legisla es el emperador.
Son tan abundantes que su manejo resulta difícil y se hace necesario
recopilar constituciones imperiales. Tenemos tres recopilaciones
importantes, que reciben el nombre de codex al usar el sistema de codex o
códice: el codex gregorianus, el codex hermogenianus y el codex
theodosianus.

a) Código gregoriano (siglo III): recibe el nombre del jurista particular


Gregorio. Contiene constituciones imperiales desde el 196 hasta
Diocleciano, en el 293. Es una recopilación privada carente de toda
sanción oficial.

b) Código hermogeniano (siglo IV): también es una recopilación privada. Es


la continuación del código gregoriano y contiene constituciones desde
el 293 hasta comienzos de Constantino, en el siglo IV.

c) Código teodosiano (siglo V): es una recopilación oficial promulgada en


el 438 en Oriente y Occidente. En Oriente lo promulga Teodosio II y en
Occidente, Valentiniano III. Las constituciones imperiales no
incorporadas al código teodosiano pierden valor. Supuestamente se
actualizaría constantemente y se retroalimentaría entre Oriente y
Occidente, lo que no ocurrió.
El código teodosiano está dividido en 16 libros, que se dividen a su
vez en títulos y éstos en leyes, que se ordenan cronológicamente según su
promulgación. Principalmente el código contiene disposiciones de carácter
administrativo y poco material de derecho privado, como contratos. El
libro 16 se refiere a las relaciones entre la Iglesia y el Estado y
muestra la intervención imperial en asuntos eclesiásticos o
césaropapismo.
Los romanos dividían el imperio en provincias. La palabra provincia viene
de imperium pro vincere o poder para vencer. Es el poder que se le otorga a
los magistrados para actuar fuera de Roma. Con el paso del tiempo al
conjunto de poderes se le denominará provincia. Más tarde provincia será el
territorio en el cual el magistrado realiza el poder. La primera provincia
romana fue Sicilia.

Al principio los romanos dividieron a España en dos provincias: Hispania


citerior (la más próxima a Roma) e Hispania ulterior (la más lejana). En
ambas había un magistrado y legiones.

Hacia el 133 a. C. se dicta una lex provinciae para organizar Hispania. Su


contenido no ha llegado hasta nosotros, pero se sabe que esta lex determina
qué magistrado ha de gobernar la provincia en cuestión y de qué tipo de
ciudad se tratará. Podían ser ciudades como las romanas o colonias o
ciudades indígenas, a las que se les permite continuar como habían sido.

En tiempos de Augusto se considera que España está pacificada y, de


acuerdo a la diarquía (Emperador y Senado), le asigna al Senado la única
provincia sin problemas, la Bética, que toma su nombre del río Betis o
Guadalquivir. Corresponde a la actual Andalucía y su capital era Corduba.
Otra provincia en el oriente toma el nombre de Tarraconense, por su capital
Tarraco, actual Tarragona. Al oeste se encuentra la Lusitania, cuya capital
es Emérita Augusta.

En la Bética gobierna un magistrado con título de procónsul. En Lusitania


y Tarraconense el emperador tiene el imperium proconsular, gobierna y
dirige las tropas. Delega este imperium al legatus augustii, que será el
gobernador de hecho.

En las provincias senatoriales el Senado nombra al gobernador como


procónsul y en las imperiales el emperador elige un delegado o legatus
augustii.

Antes de Augusto los gobernadores provinciales eran los mismos magistrados


de Roma. Uno de los dos cónsules debía salir a gobernar una provincia
determinada y luego uno de los pretores y así sucesivamente. Esto era un
inconveniente para la administración de Roma misma. Se decide que después
de la magistratura se extenderá el imperium para que ejerzan como
procónsules o propretores en una provincia. Algunas provincias tenían mayor
jerarquía que otras y debían ser gobernadas por procónsules, mientras que
otras por propretores. La designación era por sorteo.

El gobernador no recibe sueldo, su función es gratuita y honoraria.


Generalmente, para solventar los gastos de traslado y permanencia, se solía
abusar de los provincianos. El poder del gobernador en las provincias era
inmenso, pues no tenían colegas. Los gobernadores legislaban mediante
edictos y dictaban decretos. Eran los administradores de justicia y para
ello la dividían en los llamados conventos jurídicos. Cada convento tenía
una ciudad capital, a la que llegaba periódicamente el gobernador para
administrar justicia.
En tiempos del dictador Sila se dispuso que entre el término de la función
de los magistrados en Roma y su designación como promagistrados al mando de
una provincia debían transcurrir 5 años.

Con la reforma de Augusto este sistema desaparece y el gobernador


provincial permanecerá en su cargo por el tiempo que estime conveniente el
Senado o el emperador, según corresponda.

Hacia el 133 a. C. una comisión de senadores redacta la lex provinciae. Se


señala el tipo de provincia y la forma de gobierno que requiere. Dentro de
la política de diarquía, Augusto entrega ciertas provincias al Senado.

Se intenta crear una nueva provincia en tiempos de Caracalla, la Hispania


Nova Citerior Antoniniana, que corresponde a la Astur - Galicia.

Diocleciano en el siglo III divide en dos partes el Imperio, partes que a


su vez se dividen en prefecturas, a cargo de un prefecto del pretor. Cada
prefectura se divide en diócesis, al mando de un vicario. La diócesis de
Hispania era parte de la prefectura de las Galias.

- Imperio: Augusto - César


- Prefectura: prefecto del pretorio
- Diócesis: vicario
- Provincia: praesses o praesides

Provincias: Capitales:

- Bética: Corduba

- Lusitania: Emérita Augusta

- Galliaecia - Astúrica: Braccara (actual Braga, en Portugal)

- Tarraconense: Tarraco

- Cartaginense: Cartago Nova

Fuera de estas provincias hay dos extrapeninsulares, la Baleárica, cuya


capital es Ebussus, actual Ibiza, y la Mauritania - Tingitana, cuya capital
es Tingir, hoy Tánger, en Marruecos.

Organización local:

Se habla de las ciudades - estado indígenas ya existentes a la llegada de


los romanos y de las ciudades que fundan éstos-

1.- Ciudades - estado indígenas:


f) ciudades federadas
g) ciudades libres
h) ciudades libres e inmunes
i) ciudades estipendiaras
j) ciudades dediticias

2.- Ciudades de organización romana:

g) colonias romanas
h) colonias latinas
i) municipios
j) cannabae
k) metalla
l) villae

Ciudades - estado indígenas:

a) Ciudades federadas: celebran un foedus o tratado con Roma, con la que


colaboran desde un primer momento y por ello se le conceden tales
regalías. Este tratado implica bases relativamente inamovibles que Roma
se compromete a acatar. Roma exige el reconocimiento de la maiestas
populi romanii (majestad del pueblo romano), por lo que se hacía
imposible acordar un tratado en igualdad de condiciones.
Su status es casi de completa libertad frente a Roma. Se mantienen las
propias leyes, monedas y comercio. La gran limitación de estas ciudades
- estado es en el ámbito internacional.
Gozan del ius exilii, que significa que no obstante sus territorios
provinciales son ager publicus, se consideran ajenos a Roma. Los
gobernadores provinciales no pueden entrar a las ciudades federadas con sus
símbolos de mando. Por el ius exilii el magistrado no puede ejercer
influencia en estas ciudades, que fueron muy escasas.
b) Ciudades libres: son ciudades - estado indígenas menor colaboradoras que
las federadas y a las cuales Roma unilateralmente las libera de tributos y
de auxilio militar, siendo en tal caso libres e inmunes.
Este estatuto es muy variable y Roma puede cambiarlo en cualquier
momento. Estas ciudades mantienen su organización. No gozan del ius
exilii y el magistrado que gobierna la provincia interviene como le
plazca.

c) Ciudades estipendiarias: son la mayor parte de las ciudades españolas.


Se han rebelado en contra de Roma, pero terminan sometidas. Deben pagar
stipendium o tributos de carácter militar, cuya cantidad depende de las
tropas que allí se encuentren y deban ser mantenidas. Deben además
colaborar militarmente. El ejército romano mismo sólo se forma de
ciudadanos romanos. Los extranjeros forman las allaes o alas, que lo
auxilian en batalla.
Estas ciudades conservan su organización. Sus limitaciones son
económicas y militares.

d) Ciudades dediticias: el nombre viene de dediticio o abandono. Este


abandono era solemne y para ello Roma enviaba sacerdotes o feciales que
le dan un plazo a la ciudad para rendirse. Si se niegan a hacerlo, Roma
las enfrenta y vence, para luego hacer con ellas lo que desee.
Normalmente los vencidos pasan a ser esclavos o, si se les permite la
libertad, pasan a ser dediticios, libres con grandes limitaciones, y
podían ser arrestados.

Esta distinción de ciudades desaparece en el 74 cuando Vespasiano otorga


el ius latii minus, con lo que todos pasan a organizarse como municipios.
No obstante, las ciudades libres e inmunes conservan su nombre como
recuerdo.
Ciudades de organización romana:

En general todas tienen organización municipal.

a) Colonias romanas: son las más romanas de todas. Roma las funda para que
sean habitadas por ciudadanos romanos, a los que se les reparten tierras.
Principalmente las colonias se fundan para que los veteranos de guerra
puedan asentarse en el territorio.
Para establecer una colonia se necesitaba una ley. Algunas colonias
estaban destinadas a los senadores y otras a los obreros, como la Iulia, a
través de la lex coliniae gendiae iuliae.
Una vez determinada la ley se debe fijar el territorio. Se designa una
comisión de senadores para que viajen hasta el lugar para establecer la
colonia. Se necesitan los sacrificios para convocar a los auspicios y
luego se designa la calle de norte a sur, seguida de la de este a oeste.
Al centro de ambas, en la intersección, se ubica el forum y desde él
hacia fuera, las manzanas. Se marcan los límites con un arado y el
territorio es sagrado. Los campos son divididos en parcelas asignadas a
los colonos.

b) Colonias latinas: también necesitan una ley. Están destinadas a los


latinos. En España estuvo Carpeia en el sur, cerca del estrecho de
Gibraltar, actual Algeiras. Se designó para mestizos de romanos y
españolas.

c) Municipios: son ciudades indígenas que se organizan a la romana al


serles conferida la latinidad o ciudadanía a sus habitantes.

d) Cannabae: sin ciudades militares. Se establecían legiones, como la 7ª


en León, y se ordenaban. A su alrededor se ubican comerciantes y se crea
una actividad citadina.

e) Metallae: son ciudades mineras. Las minas son del Estado, como el
terreno es ager publicus. Lo más corriente era que se arrendaran a
particulares.
Conocemos la lex metallii vipasconsis de Portugal, que es la única
disposición sobre organización minera en el imperio.

f) Villae: la villae consiste en una casa de campo en el mundo romano.


Desde el siglo III cae sobre el imperio de Occidente una fuerte crisis
económica. Las industrias y la producción escasean y proliferan en
Oriente, por lo que se debe importar. El pago se cancela con dinero y no
con exportaciones, por lo que el numerario disminuye y los productores se
ven perjudicados.
La primera reacción de la gente es dejar de pagar los impuestos. Los
decuriones, que eran los encargados de responder por los impuestos,
comienzan a perseguir violentamente a los deudores y para evitar abusos se
crea el cargo de defensor civitatis para defender al pueblo. Luego los
decuriones tratan de renunciar, pero el Imperio responde convirtiendo al
cargo en vitalicio y hereditario. Muchos decuriones se vendían a sí mismos
como esclavos o entran al sacerdocio. Los deudores, a su vez, huyen a los
campos.
Alrededor de la casa patronal establecida en el campo nacen otras
viviendas y forman un conjunto. Surgen normas urbanas, pero el ambiente es
rural. La figura más importante es la del dueño del fundo o patrón y lo
sigue el encargado, administrador o villicus, como el alcalde actual. Hay
interrelación entre los habitantes de la villa.
La gente que va a los campos pierde en alguna medida su libertad (no su
condición de libres), pues se somete a la voluntad y normas del patrón o
señor. Se crea un escenario prefeudal. Se produce una ruralización del
imperio en la frontera con la Edad Media. Luego los germanos reemplazarán
a los señores.
El municipio decae notablemente con la desaparición paulatina de los
decuriones y el nacimiento del defensor civitatis. Costaba mucho
encontrar decuriones para actos jurídicos que requiriesen de su
presencia.
Los hijos, mediante la emancipación o liberación por parte del pater
familia, dejan de ser hijos de familia. Uno de los métodos emancipatorios
es la oblación a la curia o entrega del hijo a la curia, que pasa a ser
decurión.
Aparece también el cargo de curator rei publicae (cuidador de la cosa
pública). Las antiguas magistraturas desaparecen y hacia el siglo V, cuando
el imperio occidental se acerca a su fin, el obispo adquiere notable
importancia económica.

Fuentes del derecho en la España romana:

Ya nos hemos referido a la jurisprudencia y a la costumbre. Resta la ley.


Al hablar de ley nos referimos a todo mandato de aplicación más o menos
general impuesto por alguna autoridad. Dentro de este amplio concepto
tenemos:

1.- Lex (leyes):


a) data(e)
b) rogata(e) 4.- Constituciones imperiales
c) dicta (e)
5.- Leyes emanadas de los municipios
2.- Edictos

3.- Senadoconsultos

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