Autorretrato de mi esencia.

Hernndez Romero Itzel De tez morena, labios pronunciados y cabello oscuro sin embargo lo valioso de mi ser es aquello que en el interior me constituye como mujer; aquella que se niega a seguir un estereotipo y contribuir con ese proceder. Mis ojos emanan el deseo de vivir y de rebasar los estndares de una vida ordinaria. Mi sonrisa dice que quiero conquistar el mundo aunque la complejidad de l de pronto me atemorice. Me niego a la ridiculez de un apego aburrido que slo limita las expectativas de una vida sin conformismo porque creo que no hay nada ms perverso que la rutina: odio el olor a lo cotidiano. De personalidad incongruente porque me denomino as misma como un contraste. Sucede que a menudo la gente me llame intolerante y es que mi rostro desdea sin reparo a quien no es pensante y sin embargo quien usa el saber ejerce en m un poder irremediable. Los recuerdos de mi infancia me cuentan que nadie me permita equivocarme por ello hoy me resulta imposible aceptar aquello que cae en lo trivial y lo corriente. La intolerancia ha sido mi peor pecado, lo reconozco, pero quizs sea tambin mi mayor virtud y es que exigente soy hasta con mi propio andar. A mis 24 aos la vida me ha permitido tener afectos natos y otros ganados, pero todos honestos, quienes me han apoyado en el alcance de mis sueos . Para m no hay nada ms valioso que una mente brillante y un buen caf para conocerle. Deseo descubrir el mundo pero tambin quiero que alguien me ensee la mitad de l.