Ganamos, pero perdimos

No lo puedo creer. Es impactante la situación surgida en el

juego concretado en el Coliseo Roberto Clemente. En el
mismo se enfrentaron, como motivo del pre-mundial, los
equipos de mi Puerto Rico y Brasil. Era un choque esperado
por los miles de puertorriqueños y puertorriqueñas fanáticos
y seguidoresdel deporte del canasto. La situación para mi
país comenzó un tanto fría, opacada por la capacidad de
juego que estaba desarrollando Brasil. Entonces, cuando más desesperado y
desesperanzado me encontraba, mi gente comenzó a levantarse a lo que sería un
juego picante y emocionante. Comenzamos a tomar ventaja y sentía como cada
parte de mi corazón latía al ver la excelente técnica de defensa, así como de
ofensiva. Era impresionante ver cómo mi Puerto Rico se subía entre los gigantes
brasileños que, sin duda alguna, también se extendían y se esforzaban por dar la
milla extra hacia el éxito logrado por los puertorriqueños.

Ya en la última parte del partido, los ánimos estaban muy buenos hasta que en el
medio de la acción, observamos a un Brasil resquebrajado y esperanzado por
adelantarse al primer lugar del listado de equipos contendientes. Aún así, no lo
logran y la victoria queda en manos de Puerto Rico. Pero, ¿ganamos o perdimos?
Para los efectos, perdimos. Y es que aún no logro entender la realidad del asunto
surgido con esta reglamentación. ¿Gana Brasil por la puntuación acumulada, sin
embargo pierde el partido? ¿Puerto Rico está arriba en el puntaje por cuatro puntos
sobre Brasil, al finalizar el partido, y aun así resultan en el tercer lugar de la
competencia pre-mundial? Quedan varias interrogantes ante el asunto de
reglamentación más estúpido que jamás haya sido inventado en la faz de la Tierra,
por ‘’goal average’’. No logro concebir cómo un Puerto Rico tan esperanzado,
decayó al finalizar la contienda.

En fin, aun con estas situaciones que nos elevan los

ánimos, debemos mantenernos unidos como pueblo.
Debemos concretar los lazos de hermandad entre
puertorriqueños mediante estas actividades que nos
hacen sentir orgullosos de lo que somos y de lo que
poseemos, aun en días difíciles. No dejemos que la
realidad de la pérdida nos desanime. Si así lo hacemos,
nos quedaremos en la interrogante y en la cruda verdad
que perpetró en la mentalidad del equipo boricua. Nos
quedaremos en la interrogante de varias problemáticas
que pueden ser resueltas mediante la comunicación entre
hermanos de una sola Patria, Puerto Rico. Unámonos a
una sola voz y no dejemos que decaiga nuestro orgullo y luego nos preguntemos si
verdaderamente ganamos o perdimos el partido que
día a día se vive en la realidad puertorriqueña.