El anaquel lloraba… y Chardón se alegraba

Tardé mucho en anotar mi reacción en contra de la

remoción innecesaria de los escritos de autores famosos.
Fueron varios los días que me mantuve a la vanguardia
de lo sucedido. Leí lo más posible acerca de las piezas y
llegué mi propia conclusión.
Me encuentro totalmente indignado con lo
concretado. Las piezas que fueron quitadas de nuestras
instituciones públicas recogían en gran fin la realidad
sobre las cuales el desarrollo de nuestra sociedad se
sentaba. Optaron por removerlas y dejarse llevar por las
sugerencias estúpidas de material obsceno presente en
las líneas de los libros. Fue una decisión infame y
totalmente abrumadora para nuestros futuros engendros.
No se dan cuenta del daño que le imparte al desarrollo
mental de un menor que está por ver una sociedad triste
y acongojada. Estos verdugos dejaron en las manos de un
niño las tontas colecciones de vampiros que enamoran a
mortales y la magia que arreglará las imperfecciones.
Removieron la realidad de unas obras que, sin duda
alguna, recogían lo que podía crear conciencia con
respecto al mundo que estamos viviendo hoy día. Sin
embargo, no hacen una campaña para que se alejen del
reggaetón. Tomaron como primera opción piezas
ejemplares del quehacer puertorriqueño para dejarles en
las manos canciones alusivas a las delicias de unas
perras, de unas gatas. Me da vergüenza la realidad del
liderato en este país. Nos estamos dejando tomar el pelo
de alguien poco educado y sobre todo, poco decente. Sin
faltar el respeto, ¿dónde quedará mi país si dejamos que
alguien nefasto tire por la borda la principal arma contra
las dificultades cotidianas? Me refiero a la educación. Sé
que no hay contestación inmediata para restablecer mi
dolor por la pérdida de valores mediante la liberación que
hacen los anaqueles escolares que guardaban estas
piezas. Pero, quiero dejarla al aire de nuestra realidad
para que podamos reflexionar y entender que esto ya no
es asunto de pocos, sino de todos los que de alguna
forma u otra nos veremos afectados. Porque, ¿dónde
quedaremos si nuestros jóvenes no reciben un desarrollo
integral y educativo desde el lecho escolar? ¿Dónde
recibirán éstos la verdad sobre la sociedad en que están
viviendo? ¿Qué les darán a leer como recurso para poder
desarrollar su intelecto?
Con éstas y otras preguntas que prefiero guardar,
me dirijo hacia todos aquellos que se creen que liberan
del daño a nuestros jóvenes mediante esta gesta. Se
quedarán esperanzados de que podrán liberar de la
maldad a la juventud. Se creen que mediante su ‘’valiosa
hazaña’’ tranquilizarán la violencia y el uso de drogas. Sin
embargo, no será hasta que se alejen de la venta de
ideales baratos que esos ‘’líderes’’ verán un cambio en el
futuro de esta nación. Además, un nuevo amanecer no
será posible hasta que entiendan que la verdad no se
puede tapar con una restricción. El día a día que vivimos
debe ser enseñado en todas las escuelas puertorriqueñas
y en cada recurso literario que se utilice un maestro de
nuestra lengua. Con este acto de cobardía no ayudarán a
los jóvenes y mucho menos a mi Isla. Se quedarán con
las ganas de satisfacerse con el acto. Ahora, termino de
escribir y me dirigiré a las publicaciones periodísticas con
taza de café en mano. De esa forma disfrutaré
tranquilamente y a carcajadas, del circo político de mi
Puerto Rico. El mejor del Universo.