Voyeur

El El ojo en la cerradura

The eye in the keyhole

EXPOSICIÓN COLECTIVA

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 Voyeur
El ojo en la cerradura

The eye in the keyhole

EXPOSICIÓN COLECTIVA

Calles y Sueños | Juchitán, Oaxaca

2009

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Agradecimientos
A Macario Matus (†)
La Casa de la Cultura de Juchitán, Carlos Martínez Santiago, René Velazco, Miguel Ángel
Cortés, Álvaro Velázquez, Eduardo Olivares, Andrés Webster, José Matus Alvarado, Rufino Incansable promotor cultural y un erotómano de tiempo completo.
Ortega Matus y a todos los que hicieron posible este proyecto colectivo.

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 Del Trompe l’ Oeil a las trompas de Falopio
José Homero

Gustave Courbet pintó en 1866 un cuadro de pequeño formato intitulado El origen del
mundo. Como nuestras vidas han sido afectadas por la luz fantasmal de los ensueños
cinematográficos diríamos hoy que en un plano medio apreciamos a una mujer que yace
de espaldas. No se aprecia el rostro, sí unos pezones ligeramente erectos. Toda nuestra
atención la atrae el centro magnético de las piernas abiertas, los labios vaginales rosáceos
exhibiendo no sólo la anatomía sino también el deseo. Podríamos divagar en torno a ese
gesto de abandono, de sumisión o de espera. ¿La mujer se prepara a recibir un cunnilingus,
espera la penetración o ha concluido el acto? El matiz ligeramente sonrosado de sus labios
vaginales, la hinchazón, delatan una excitación, un deseo latente o apenas concluido.
Este cuadro, cuya cualidad de obra de arte le fuera largamente escamoteada y apenas
hará unos años se aprobó su exhibición pública, no sólo inaugura la aproximación directa al
sexo y convierte al sexo, en especial a aquello que se apropia y designa el intercambio erótico:
los genitales, en tema y representación, sino que en más de un sentido anuncia un rasgo
que será distintivo de la imaginación erótica a partir del Siglo xx: el eros como parcialidad,
la excitación como ubicuidad. Jugando con el sentido ya que nos proponemos jugar con los
sentidos, diríamos que hay una excitación local que se opone a una excitación general. De la
anestesia a la sinestesia local. Nuestra imaginación erótica separa zonas del cuerpo en su to-
talidad y con ello prepara la instauración del pathos pornográfico, que es ante todo una aten-
ción desmedida a ciertas áreas del cuerpo, aquellas convertidas en sinécdoque del deseo.
Al concentrarnos en un sexo que se abre y que revela su poderosa belleza al punto que
podríamos alucinar pensando en una misteriosa sinestesia y percibir los aromas ligeramen-
te ácidos y terrenos del sexo femenino excitado, la mirada se convierte en una extensión
del sexo. Miradas como labios: no casualmente una de las metáforas visuales persistentes
en algunas de las obras que se exhiben. Nuestros siglos, los derroteros que conforman
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la imaginación moderna, son también una idea, una ética diríase del sexo. La excitación
no reside más en la transgresión, en la búsqueda de derrupciones a través de la puesta en
escena de actos prohibidos, como en los siglos ilustrados donde la designación de filósofo
no atraviesa más por el amor a la sabiduría, sino por el amor a los cuerpos. Discurso que se
escurre. Y diríase: por el amor a la conversión de los cuerpos en recipendiarios de toda suer-
te de prácticas antinatura. El cuerpo es un instrumento de la revolución. En tanto instancia
sujeta a la normatividad de la sociedad y la religión, degradar el cuerpo equivale a degradar
el control y sus instrumentos de cohesión. Hoy el erotismo ha logrado una naturalidad que
vuelve a exigir la aberración como norma para existir.
El arte recuerda siempre otra mirada. Hoy que el sexo se encuentra por doquier, que la
publicidad coquetea con las asociaciones metonímicas y propone abiertas connotaciones
sexuales en sus anuncios de alcohol o de libros, el artista debe volver sobre sus sentidos,
volverse en sí, y proponer nuevas perspectivas.
El origen del mundo, un cuadro maravilloso en sí mismo que nos revela la afinidad entre
la carne y cualquier otro objeto natural, inaugura una tradición. No sólo convertir al sexo
en asunto de representación sino también la configuración del público, del espectador, en
voyeur. El origen del mundo es una cerradura por la que se atisba el sexo, diría Marcel Du-
champ, convirtiendo con ello al óleo de Courbet en un inusitado conjunto escultórico –Etant
Donnes. El sexo, colocado en primer término; deja de ser sexo y se convierte en arte, en una
representación. Y detrás de esa puerta, a cuyo ojo ajustamos nuestro ojo, nos topamos con
el ojete, los pendejos y el supremo hoyo.
Con esta tradición, del sexo en primer plano, del sexo como genitales –o pezones o culo
o axilas o esfínter, cada quien nombre su propia área de deleite–, la imaginación erótica se en-
riquece mientras se torna específica. En la exposición que con acierto se ha intitulado Voyeur
y que hoy nos congrega en un acto ritual en una tierra que es también por antonomasia una
planicie surcada por signos sexuales, esa mirada se bifurca en diversas tradiciones, estilos y
éticas, maneras de asumir la sexualidad. Aún cuando en la mayoría de los artistas hay repre-
sentación, en el sentido de exhibir el cuerpo desnudo o velado, connotado o revestido de esas
otras maneras de potenciar el erotismo –la lencería acusadamente–, no hay realismo. Hay sí
cuerpos connotados. Y aún cuando Niña Yhared exhiba un manierismo que busca entroncar
con el decadentismo decimonónico y sus trazos recuerden lo mismo a Bearsdley que a la tra-
dición de la sicodelia esotérica, sus desnudos no son ingenuos. Hay en ese ocultamiento y en
esa promesa de morbidez una violencia soterrada. El vampiro como marca camp pero también
los adornos, la textualidad, como indicio de un eros que es ante todo mirada. Así la trama, el
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segundo plano, se convierte en primer plano: nótense las extrañas plantas que son racimos
de ojos, como aquellos de Octavio, pero también son sexos, vulvas, que se yerguen.
Al referirse al sexo pareciera indisociable la representación. Dentro de la abigarrada
muestra hay otros artistas que parecieran limitarse al realismo. Sin embargo: no hay rea-
listas. Que todo sexo es un intercambio simbólico lo demuestran Demián Flores y su cons-
trucción sinóptica, casi de fractales, de una sencilla reproducción en grabado de dos vulvas
en intercambio; artilugio al que coincidentemente también recurre Ángel Alcalá, quien
elabora un tejido con base en la fotografía de una mujer enfundada en una malla de
trama selvática y exhibiéndose por detrás, que recuerda a las piernas abiertas y a una
vulva. Acaso el más evidentemente representativo sea el grabado de Joel Rendón, quien
presenta a una mujer de acusados y fuertes rasgos indígenas con las manos en su entre-
pierna –presumimos–, ocultas a nuestra mirada. Los pezones erectos, la mirada absorta,
recogida en sí misma, delatan una inusual concentración cuyo sentido completa esa luna
en la alta noche. Mediante ese sencillo elemento se connota toda una cadena: luna, cuer-
po femenino, sexo, excitación y plenitud –la luna es redonda. Quien no teme vincular sus
inclinaciones hiperrealistas con el simbolismo y los usos de la antigua textualidad es Rocío
Caballero. Presenta un óleo con una mujer en primer plano con lencería de tonos azules
y zapatillas de tacón alto color rojo en el cenit del orgasmo: reclina el cuerpo, tensos los
músculos largos del abdomen, las piernas abiertas, los labios dilatados… La mujer es una
suerte de hada: tiene alas en la espalda. Al concentranos, notamos que las alas son de una
tonalidad ocre y advertimos que la superficie del cuadro está poblada de criaturas aladas:
mariposillas nocturnas. En Rocío, una artista que participa de una gran literaturidad, no a
través de la narración sino recurriendo y asimilando prácticas y figuras de la textualidad,
hay una fuerte representación, no en un sentido de mímesis sino de conversión de la retó-
rica en una ejemplificación. La mujer usa zapatos rojos, está demasiado maquillada, tiene
alas. No es un hada, es una mariposilla nocturna, como solían denominar los modernistas
a las prostitutas. Se trata de una literalización, una conversión de la metáfora en realidad,
un procedimiento caro a los artífices del realismo mágico. Y en esa naturalidad de las
metáforas, resulta pausible que una mariposilla engendre, en el momento del orgasmo,
mariposillas nocturnas que se deslizan por sus muslos.
Otros artistas no vacilan en recurrir a la presencia de elementos más ostentosamente
simbólicos –en Caballero por ejemplo apenas si notamos el mapa de la Ciudad de México
oculto entre las letras y la floración de piraustas–. Las tradiciones son aquí diversas. Están
quienes conjugan diversas tradiciones, en especial las láminas orientales y lo que yo deno-
minaría el pop a la mexicana –nuestra mayor artista pop es Frida, esa Madonna del comunis- Soid Pastrana y Miguel Ángel Toledo comparten la presencia animal. Más próximo a la
mo–. Así en la irónica construcción de Alberto Ramírez, que involucra diversas iconografías, Escuela de Oaxaca, la obra de Toledo se puebla de serpientes, culebras, peces, vagas me-
entre ellas el esquema del acto de mirar como se reproducía antaño en los libros de texto, dusas, tonos deslavados de azul, verde y malva, con cierta carga primigenia. Luz de mundo
Santa Frida pero nunca frígida, se aúna, aúpa y suma su mirada a la representación de la primitivo. Entorno diríamos acuático, casi amniótico, para que los cuerpos se dispersen,
penetración. En tanto artistas que presumo jóvenes, aluden a las representaciones gráficas yazgan, se entreveren. En cambio, si Soid comparte la presencia animal y la deconstrucción
de la tradición mediática para componer sus obras: lucha libre, pornografía, esqueletos se de la perspectiva, su composición participa más del retablo que del códice. Como otros ar-
entreveran en las piezas de Cristian Pineda o Sergio Sánchez. tistas pospopmodernos –pienso en el otrora célebre Ferrus, en Arturo Rodríguez Dohring–
Especial mención merecen dos autores, quienes pa’ mi gusto, mejor exponen, sitúan y la representación incrusta elementos simbólicos que devienen rutas de lectura. Así, a la
sitian la concepción del erotismo. La caja de Carlos Jaurena muestra a un muñeco de trapo connotación erótica del sombrero –léase a Milan Kundera- se suman los cruces de lectura
con genitales y a una muda de ropa: camisa blanca de manga corta, pantalón bombacho del piso adamado, del ventilador en el techo, de la cama con sábana a rayas. Sexo de hotel
negro, cinturón y dos pares de zapatos. Abajo, en pequeño tamaño, en una esquina aguarda que presiden como hieráticas deidades egipcias un cerdo y un coyote. Presidido todo ello,
una pequeña muñeca sexual, exhibiéndose con ligueros y tacones rojos –dado que Rocío y claro, por Roy Lichtenstein. Pastrana ha sabido trascender su tradición al convertirse en un
Carlos comparten la vecindad y la amistad, ¿se tratará del modelo del óleo de Rocío? Jaurena pintor donde lo popular convive con el barroco pop.
exhibe que todo sexo es simbólico y atraviesa por una representación y esa representación
no se basa únicamente en el imaginario del erotismo sino que ante todo atraviesa por la
asunción de un rol. La obra de Jaurena revela la construcción social inherente al género, el
papel de la investidura y de ahí la profundidad, que hurga más allá del fondo de su caja.
Guillermo Olguín, en su serie, nos exige ser partícipes. No, no se trata de una invitación a un
gangbang, sino que sus obras exhiben un minimalismo abstracto que diríamos connotativa-
mente representativo. Connotativa o reticentemente representativo: ¿están ahí esas imáge-
nes o las construimos con nuestra imaginación? ¿De verdad se representan actos de zoofilia,
cunnilingus, orgasmos? Estoy seguro que alguien podrá ver sólo manchas de roschach en
estos cuadros, sagazmente irónicos.
Los artistas representativos de Oaxaca, como Miguel Ángel Toledo, César Martínez, Mu-
yaes o Soid Pastrana son quienes acusan más un concepto de representación simbólica. Sus
cuadros no participan de las convenciones de la perspectiva pero sí exhiben la naturaleza de
su concepción erótica que trasciende los clisés de la pornografía. En Martínez apreciamos
un vislumbre de voyeur a través del ojo de la cerradura y mientras su pareja danza casi en
posturas tántricas, circundan, son el marco, íconos que aluden a las miradas, a los esperma-
tozoides, los óvulos. Muyals, en una obra cargada de intenciones a la que intitula Veracruz,
muestra a dos parejas imbricadas en el intercambio, al punto que los sexos, los cuerpos se
confunden y alteran para devenir serpientes que exhiben los pezones, las vulvas. Mirada
orgiástica que se consume en el espacio donde la cerradura es un ojo y donde la sinopsis
deviene panóptica: un sitio central desde el que se mira todo lo que ocurre debajo nuestro.
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El ojo en la cerradura ajena
Jorge Magariño
Para Macario Matus, erotómano empedernido
Erotichanel. La pared del fondo es rosa, de un tono más alto que el negligee de la mujer
(rubia, of course) que danza lentamente al interior de una copa de cristal, como una vedette
mexicana de los ochenta cuyo nombre la memoria no recuerda. Rosado es también el color
de las plumas que se frota sobre la piel humedecida por el presunto líquido del baño. Una
canción suena detrás de las imágenes y marca el ritmo con el cual se menean las frondas
de un par de senos descomunales. Abajo, una diminuta pelambre llama poderosamente la
atención. Los dos ojos se hacen uno para dirigirse raudos hacia la flama.
AVE. La mano de Lety tensa el dorso y el arco es contrapeso de una espléndida curvatura que
se halla junto a ella. Una sola línea es la que va de la entrenalga hacia los pies. Tensión del de-
seo, curvas para perder el control. Altura en cuatro líneas paralelas nacidas de la luz. Libertango
de Piazolla resuena en los oídos, música para abrir la página de Laura Rojo en un sitio (averoti-
co.com) coordinado por Alejandro Zenker, espacio para Artistas Visuales del Erotismo. El mis-
mo Zenker muestra el catálogo de un proyecto donde se anudan luces, sombras y perfiles de
escritores mexicanos de diversa fama, rociados felizmente por la piel de mujeres al desnudo.
Soid Pastrana. Como quien sí quiere la cosa, una tarde, acaso rayoneando una servilleta en el
Italian coffee de Juchitán, un alrevesado dios mira hacia el techo de pálido color y dice: ¡eureka!
Al instante imagina el subido color en la mejilla de las muchachas que podrían asomarse a ver las
piezas colgadas en algún muro juchiteco (para comenzar), piensa en los jóvenes que mirarán con
manos sudorosas el conjunto. ¿Pensará en los espíritus pudibundos que le reclamarán la osadía?
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Empieza luego a escribir una relación inicial de nombres, amigos y amigas que comparten
la fascinación por ese oscuro objeto del deseo. Suceden las llamadas, el envío de correos, las
respuestas que afirman la complicidad, el deseo de exhibir el producto de la mirada lúbrica,
del pensamiento ayuntado con el placer, de la imaginación vertida al papel u otro material,
de las ganas de seguir mirando, de los ojos que se cierran para que la mano se deslice enfe-
brecida o pausadamente; del humor, de la sensualidad… o de la perversidad.
Juchitán. Un muro en este pueblo puede ser utilizado para exigir ¡presos políticos, libertad!.
Un pedazo de pared, muriéndose de risa, es cartelera en que se muestran los nombres de los
más inverosímiles candidatos a la diputación federal. El aplanado en los ladrillos alguna vez
sirvió para resucitar a los viejos héroes zapotecas, clamando de nuevo por la justicia, por la
democracia, por el respeto a la voluntad popular; corrían los años ochentas del siglo pasado.
En un tiempo, allá por los noventa se alcanzaron a leer versos de poetas locales y de otros
rumbos. En otros días se pintaron murales que acompañaron a la lucha del pueblo.
Ahora se miran nalgas rubicundas, falos enhiestos o en posición de descanso (por cier-
to, a mediados de la centuria pasada vivió por aquí un hombre llamado Rafael, pero a
quien el habla popular conocía como Falo; cuando por alguna razón le comenté del asunto
a una sicóloga chilanga, alcanzó a dirigirme una extrañísima mirada antes de preguntarme:
–¿pero te das cuenta de lo que significa ese nombre?– Nunca más volví a llamar así a un
sobrino que tenía el mismo apelativo.
Palacio Municipal. El edificio, construido a finales del Siglo diecinueve por un arquitecto
Italiano de apellido Ciotti, estaba en ruinas cien años después (cuentan las buenas lenguas
que un presidente –Nerón zapoteca– mandó quemar el mercado contiguo para poder de-
rrumbar el palacio). Cuando la Cocei llegó a gobernar por primera vez en 1981, la primera
tarea emprendida fue la de rescatar, rehabilitar esa casa de pleitos. En ese mismo periodo
funcionó ahí la que podría ser la primera radio comunitaria del país: XEAP, Radio Ayunta-
miento Popular. Más tarde, se sucedieron en ese espacio exposiciones de diversa índole,
como la ocurrida una ocasión, se trataba de un conjunto de obras pertenecientes al artista
veracruzano Miguel Fematt. El asunto era sobre desnudos masculinos y el organizador de la
actividad se tronaba nerviosamente los dedos la tarde de inauguración, preguntándose cómo
iría a reaccionar el conocedor público.
La cosa llamó de tal modo la atención que, a lo mejor por azares del destino, la mayoría
del público estaba conformado por mujeres de distinta edad. Las jóvenes veían de reojo las
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imágenes, mientras que las mayores expresaban en zapoteco lo observado. Por eso el autor
hizo unas señas al sudoroso organizador, para que le tradujera la conversación entre dos ma-
tronas entradas en carnes, y esto decían:
-¿Ya viste?
-Sí, hermana, qué barbaridad.
-Pero lo malo es que no dice el nombre del muchacho –se lamentó la de lentes y recién
encanecida.
-Y para qué quieres el nombre, si ahí se ve la cosa –explicó la otra, señalando en dirección
a la zona áurea de la foto.
-Para ir a buscarlo ¡pendeja! –remató aquella, y ambas se palmeaban la cadera en la
carcajada.
Al escuchar la última parte de la traducción, el fotógrafo Fematt sentenció: –ésa es la
mejor opinión que haya escuchado de mi obra, ya me puedo ir feliz a Xalapa.
Baudrillard. “Todo eso es demasiado real, demasiado cercano para ser verdad. y eso es lo fas-
cinante, el exceso de realidad, la hiperrealidad de la cosa”, dice Jean Baudrillard, y eso podemos
hallar en diversos momentos de esta exposición. Nunca más que en estos momentos, frente a las
piezas realizadas en diversas técnicas, la palabra exposición se halla en su acepción más cruda.
Exponerse ante el filo de nuestros ojos, eso es lo que hacen las líneas y colores que se anudan
para dar lugar a formas que en la mayoría de los casos se apoderan de inmediato de nuestro
almacén memorioso y provocan que los pulpejos de los dedos pulgar, índice y cordial, se froten
entre sí. Digital masturbación. Aproximación al deseo.
Eloy Tarcisio. Poderosas líneas trazadas por Narciso que se mira en la entrada triunfal. Cuer-
po que introduce su mirada en la húmeda oquedad que le recibe. Instantánea tomada desde
las alturas para acercarnos a una sonrosada luminosidad. “Lo obsceno puede seducir, el sexo
y el placer pueden seducir”, nos repite Baudrillard de manera inmisericorde, mientras la mi-
rada no sabe qué buscar, tan sólo tiembla. Temblor es la retina que conduce los cuerpos que
se ayuntan hacia el rincón más privado del cerebro. Temblor es el rayo de luz que recorre las
sinuosidades de la vulva, la sonrisa vertical coronada por un monte trazado con rapidez. Pero
la faena del maestro no consiste en retratarnos los pormenores del acto sino en el retrato
mismo, su capacidad para el dibujo, la síntesis que hace para llevarnos a ese acercamiento,
a la suerte última de los amantes.
Eko. Los gloriosos tiempos de la mitológica Denisse regresan ahora con esta espléndida mujer
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que cabalga una fiera de lenguada pelambrera. Una bestia que se niega a ser domesticada y
antes bien ruge, muestra sus rudos humores, eriza las lenguas que le cubren para sorber los
altos jugos de la jineta. La dama toma la tensada cola, cierra los ojos ¿acaso pensará en un
mejor uso para ese largo apéndice? Las sábanas que penden en lo alto parecen anunciar el
reestreno de una antigua película.
Santiago Chaumont. Vuelve a la carga Baudrillard para decirnos: “Seducción y perversión
mantienen relaciones sutiles. ¿La seducción no es ya una forma de desviación del orden del
mundo?”. En qué orden pensaba Nabokov cuando dibujaba a su Lolita. Qué imaginaba el
profesor Humbert mientras veía a la nínfula caminar hacia él. Y qué pretendía Joyce cuan-
do –dicen los parroquianos de la taberna- sacaba de una bolsa delantera de su pantalón
un mínimo calzón de muñeca, para aspirar delectuosamente los presuntos humores de una
carne que nunca estuvo ahí.
Y Chaumont, a dónde nos quiere llevar con su peculiar Lolita de zapatos escolares, con
esa cerduna sonrisa pretensamente inocente y el brinquito de rondera que no puede con
su edad. A eso, precisamente, a imaginarnos que le clavamos los dientes en el cuello fres-
co; a sorber con fruición la sangre propiciatoria.
Rocío Caballero. Mariposas-sueños que se van, mariposas de dolor que viene, mariposas
de esperanzas truncas. Élitros que no nacen en la espalda, que se llevan atados con cintas
ligeras, pero que pesan tanto como la desgarrada pared que la recibe. Tablón de labor y
de reposo. Cuerpo aun joven, rostro cansado. Zapatillas que no esconden el oficio. Pero
si la escena deviene grito, denuncia, ello no es óbice para destacar el trabajo técnico de la
pintora, su habilidad para el manejo del color, para tratar la transparencia de las oscuras
medias, para mostrarnos la desamparada desnudez de un cuerpo lastimado.
Francisco López Monterrosa. Y cuando la juchiteca despertó, no supo si era una hamaca
sostenida por un par de poderosos falos o si un centenar de manos la habían acariciado
durante toda la noche de luna creciente. Así más o menos podría cantar Chuang Tzu al ver
este nocturno en que todo se mueve (ahora es Villaurrutia el que sueña) al compás de los
pliegues y volúmenes, sumidos en el más azul de los azules posibles.
Alberto Ramírez. El shunga, ese arte erótico japonés del cual el maestro Utamaro es ru-
tilante estrella, no es el fin de la mirada, es el pretexto para ejercer el viejo oficio de sudar
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las calenturas ajenas a través del ojo de la cerradura. La pupila se dilata tanto como la fervo-
rosa arma que hiende la suave pulpa de los labios vecinales, vaginales y concupiscentes, en
ese “apetito desordenado de placeres deshonestos” que refiere la muy Real Academia de
la Lengua. Lengua que se hace agua en la boca. Boca que se desborda en la santa Frida de
Juchitán, invocada por el pintor en un exvoto pleno de humor, de amor y de deseo.
El ojo y la cerradura. El hombre se acercaba todas las noches a la ventana de los vecinos. El
aguzado oído le anunció –la primera vez- que la ceremonia de los sudores afiebrados daba
inicio a tal hora, por eso cogió la costumbre de asomarse al lugar de los hechos minutos
antes de que las campanadas de la angustia le alcanzaran. Pero cuando el vecino se iba a la
pesca, el hombre también se aproximaba a su torre de vigía. Luego le llegó la aprensión por
descolgar los calzones de la señora y llevárselos de souvenir.
Cuando la mujer se dio cuenta, le comunicó al marido el hallazgo, la pillería. Así fue que
le pusieron una trampa. La noche última, cuando en el corazón le repiqueteaban las alas del
deseo, se levantó y fue a la ventana ajena; al asomarse, la mujer pegó el grito: –¡A él, a él,
ahí está de nuevo! El marido y sus dos hermanos se dirigieron furiosos a la puerta para darle
alcance al desdichado. Fue el esposo, pistola al aire, quien lo atrapó; el mirón iba en mangas
de calzoncillo. Lo agarraron a chingadazos y desde entonces, hará cosa de tres años, el ve-
cindario duerme a salvo de miradas no solicitadas.
Felizmente, para asistir a contemplar el conjunto de obras que se presentan en esta exhi-
bición no tenemos que exponernos al encono de maridos furibundos ni al grito destemplado
de sus mujeres; basta con abrir los ojos y el pensamiento. Ir también desnudos, metafórica-
mente, para inaugurar un mundo, para decir que el mundo es eso que vemos, como quería
Merleau Ponty.
Santa María Xadani, septiembre 2009.
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La provocación de lo prohibido en una mirada
Carlos Martínez Rentería
La realización de esta exposición intitulada Voyeur, el ojo en la cerradura, cumple con al menos dos
exorcismos en momentos de crisis económica y crisis del arte, como provocación ante la doble moral
que impone el mercado.
Justo ahora que las instituciones culturales se doblegan ante las imposiciones de administradores
insensatos que despilfarran los diezmados recursos gubernamentales destinándolos a la inútil guerra
contra el narcotráfico, es de celebrarse iniciativas independientes como la emprendida por el incansa-
ble artista juchiteco Soid Pastrana, al convocar y realizar esta exposición con mínimos apoyos pero con
un gran entusiasmo y amor por el arte.
Para quienes nos hemos aventurado a realizar exposiciones u otras empresas culturales sabemos del
gran esfuerzo que significa lograr una apuesta digna de los artistas convocados. Este tipo de iniciativas
demuestran a las instituciones culturales del país cómo con imaginación y entrega se pueden realizar
infinidad de proyectos sin necesidad de grandes presupuestos.
Simultáneamente esta colectiva ha logrado convocar en un mismo espacio a una treintena de
artistas que pertenecen a las más diversas escuelas y generaciones, todos reunidos con un mismo
tema cuyas dimensiones perversas e imaginativas son insospechadas. Es evidente que la referencia al
Voyeur y la acotación de El ojo de la cerradura nos remite de inmediato a la legendaria pieza “Etant
données...” de Marcel Duchamp, en donde más allá de cualquier especulación creativa, conceptual,
estética o incluso metafísica (existen miles de páginas escritas al respecto), en esta ocasión la referencia
se concentra en la provocación sensual-erótica-pornográfica que significa observar por una cerradura
un cuerpo desnudo o un acto sexual. Así se confirma en la mayoría de las piezas realizadas para esta
exposición a la cual auguro un morboso éxito.
Decía al principio de este texticulo que vivimos un momento del arte mexicano en el que se man-
tiene un pudoroso estándar de no arriesgue y pareciera que las leyes del mercado se imponen para
no molestar a las buenas conciencias. De ahí que la provocación que hizo Soid al solicitar a cada uno
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de los artistas convocados, que nos permitieran ver a través de su propia cerradura de perversión
ha sido muy afortunada. Así en esta feliz apuesta, podemos ver desde fragmentos de actos lúbricos
orientales, coitos, felatios y muchos cuerpos desnudos que se muestran en su más plena libertad ante
la ignorancia de que son clandestinamente observados. Nada hay más erótico que lo prohibido, pero
a la vez esa imagen de lo no permitido en un mundo de excesos visuales, resulta altamente sugestivo.
Paralelamente a esta tendencia conservadora en los terrenos del arte, los medios masivos y en parti-
cular internet ofrecen un vulgar escaparate de la más comercial pornografía sin la mínima posibilidad
para la imaginación y mucho menos para la sutileza creativa.Los artistass cumplen con el exorcismo de
desnudar su mirada sin cortapizas y a la vez nos entregan su mirada creativa.
Ocuparía varias cuartillas enumerar la obra de cada uno de los autores convocados y no quiero
destacar sólo algunos cuyos trabajos me han fascinado. Me da gusto encontrarme con amigos muy
queridos, quizá la mayoría de ellos lo son. Celebremos la fantasía, el deseo y la pulsión perversa del
voyeur que todos llevamos dentro. En especial recordemos con esta exposición y como un homenaje
póstumo a ese gran voyeur que fue Macario Matus.

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 Alberto Ramírez
Ángel Alcalá
Agente Artehormiga
Arturo Buitrón
Blanca Dorantes
Carlos Jaurena
César Martínez
Cristian Pineda
Christian Rangel
Delfino Marcial
Demián Flores
Diana Solís
Eloy Tarcisio
Eko
Fabio Gámez
Flor Minor
Francisco López Monterrosa
Guillermo Olguín
Gustavo Lhópez
Héctor Morales
Jean Sebastien Ruyer
Joel Rendón
Jonathan Barbieri
Karima Muyaes
Luciano Spanó
Manuel Cabrera
Miguel Ángel Charis
Miguel Ángel Toledo
Nahum B. Zenil
Niña Yhared (1814)
Rocío Caballero
Sabino López
Santiago Chaumont
Sergio Sánchez Santamaría
Soid Pastrana
Víctor Chaca
Victoriano López
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 Alberto Ramírez | Yo, el fizgón | Óleo y collage sobre zinc | 36 X 36 cm. | 2009

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 Agente Artehormiga | Central de labios (Lips’ Central) | Impresión digital, dibujo, acrílico y collage sobre bastidor de mdf
| 21.7 x 28 cm. | 2009

Ángel Alcalá | Geometría sagrada | Revelado cromógeno | 40 x 40 cm. | 2004

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Arturo Buitrón | Utilice vías alternas | Pintura epoxica y plastilillla epoxica, piel de vaca y madera Blanca Dorantes | Caída en el sueño | Acrílico | 20 x 20 cm. | 2009
| 40 x 40 cm. | 2009

26 27
Carlos Jaurena | Una puta desnudó a Jaurena | Ensamblaje | 50 x 50 x 15 cm. | 1999 César Martínez | Pareja de amantes | Óleo / madera. | 35 X 35 cm. | 2009

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Cristian Pineda & Jean Sebastien Ruyer | De la serie Catchascatchcan ­ hristian “Tino” Rangel | Mis ojos me denuncian | Acrílico y collage sobre craft
C
vs Porrazo. | Grabado en Serigrafía / linóleo | 37 x 27 cm. | 2008 | 40 x 50 cm. | 2009

30 31
Delfino Marcial Cerqueda | Mudubina, Stagabeñe ne Gubidxa | Fotomecánica | 21 x 27 cm. | 2008

Demián Flores | Erótico | Impresión digital | 40 x 40 cm. | 2009

32 33
Diana Solís | El Juego | Tinta, acuarela y acrílico / papel | 28 x 33 x 2 cm. | 2009

Eloy Tarcisio | Sin título | Grafito, acuarela y tinta/tela | 40 x 40 cm. |2009

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Eko | La Bestia soy Yo | Litografía sobre arches con filigrana | 37 X 28 cm. | 2009 Fabio Gámez | El vértigo del placer | Mixta sobre madera | 37.5 X 39 cm. | 2009

36 37
Flor Minor | El Amoroso | Mixta / papel | 12.5 x 18 cm. | 2009

Francisco López Monterrosa | Sueño en la hamaca | Óleo / tela | 40 X 40 cm. | 2009

38 39
Guillermo Olguín | Erotique | Tinta china negra y blanca sobre papel | 27 x 18 cm. | 2009

40 41
Gustavo Lhópez | Sueño con tortugas| Punta seca | 15 x 10 cm. | 2009

Joel Rendón | Noche de luna en San Carlos | Linóleo | 50 x 70 cm. | 2008

42 43
Jonathan Barbieri | Circe | Óleo/tela | 2003 Karima Muyaes | Espejo del alma | Gouache sobre papel | 20 x 28 cm | 2009

44 45
 Miguel Ángel Charis | Navegación del placer | Acuarela /papel | 28 x 18 cm. | 2009

Luciano Spanó | Desnudo | Óleo sobre tela | 40 x 30 cm. | 2001

46 47
Manuel Cabrera | La butaca | Acuarela/papel | 31 x 31 cm. | 2009

Miguel Ángel Toledo | Amantes | Tinta y acuarela/papel | 39.5 x 44.5 cm | 2009

48 49
 Niña Yhared (1814) | Mujer marina | Tinta sobre papel | 19.5 X 16 cm. | 2008

Nahum B. Zenil | Páginas sueltas | Grabado | 27 x 18 cm. | 2000

50 51
Roberto Ferreyra | Ángel y Sirena | Acuarela y tinta/papel |24 x 31 cm. | 2009

Rocío Caballero | Las promesas de la llaga perfecta | Mixta / tela | 40 x 40 cm. | 2009

52 53
Sabino López | Ti’ huadxí | Mixta/madera | 40 x 60 cm. | 2009 Santiago Chaumont | Memorial 03 - 09 | Aguafuerte | 36 x 28 cm. | 2008

54 55
Sergio Sánchez Santamaría | Verga contra lengua, panocha contra verga | dibujo a tinta sobre papel | 23.7 X 32.5 cm. | 2009 Soid Pastrana | Hotel Ambos Mundos | Collage y acuarela/papel | 28 x 28 cm. | 2009

56 57
Víctor Chaca | Cazador 2 | Xilografía | 19. 5 x 19.5 cm. | 2009 Victoriano López Hernández | Estudio con modelos | Gouache/papel | 22 x 28 cm. | 2009

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 Semblanzas

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 Ángel Alcalá. Diseñador, fotógrafo e ilustrador, ha desarrollado la identidad corporativa para varias
empresas y asociaciones, conceptualizado campañas de publicidad, organizado eventos de moda,
participado en la edición de más de 500 catálogos, libros, CDs, carteles, anuncios y revistas, para
respetadas marcas y artistas. Su trabajo ha sido publicado en prestigiadas revistas nacionales e inter-
nacionales. Desde 1993 ha expuesto su fotografía y técnicas mixtas, ha organizado quince exposi-
ciones individuales y participado en más de treinta exposiciones colectivas tanto en el interior de la
República Mexicana como en Inglaterra, Polonia, Italia, Francia, República Checa, Francia y Chile.

Alberto Ramírez. Nació y estudió en la Ciudad de Oaxaca. Como algunos de sus coterráneos, deci-
dió salir de México para formarse otra visión de la pintura y del mundo. Después de seis meses pasa-
dos en Nueva York, su camino siguió en Francia, en donde decidió establecerse desde 1984. Cuenta
con más de 30 exposiciones individuales y más de 50 exposiciones colectivas en las que se destacan:
Diálogo entre culturas,UNESCO, París, 2002, El Metropolitan Art Museum de Tokio, Japón en 1997;
Una de oleo por dos de carbón, en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca en 1999, así como
en Ferias de Arte Contemporáneo en diferentes paises de Europa, Estados Unidos y Japón. Expone
regularmente en la Fundación Cultural Casa Lamm en la Ciudad de México. Con esta experiencia
dividida entre América y Europa, vive México en París. Aunque se encuentre en la distancia, tiene
integrado nuestro país en su pintura. No pretende rescatar lo nuestro o recuperar el sentido mágico
o tropical que se nos supone en Europa, sino, como lleva interiorizada la tradición cultural mexicana
o oaxaqueña en concreto, sale de él de una manera natural, para producir un universo fantástico
que seduce. Esta trayectoria lo empuja a tomar parte, cada vez más, en la vida cultural de México.

Agente Artehormiga. Es un artista gráfico virtual que aparece en febrero del año 2006 para apo-
yar la cultura en la Delegación Azcapotzalco (montículo de las Hormigas), México DF. Su principal
actividad es hacer intervenciones en la red con base en su blog http://antartz.blogspot.com . Ha co-
laborado con la revista Virtual Hermano Cerdo, en la revista Clarimonda y recientemente en la revista
Cultura Urbana de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México(UACM) #22-23. Ha expuesto
en los túneles de la estación 18 de marzo del Metro en la Ciudad de México.

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Arturo Buitrón. Nació en la Ciudad de México en 1961. Es egresado de la Escuela Nacional de Artes Plás-
ticas de la UNAM. En 1996 fue becario del programa Jóvenes Creadores del Fonca. En 2000 fue becario del
Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales por Jubileo, y ese mismo año obtuvo la beca
de la Fundación Cultural Bancomer-BBVA, también como apoyo al proyecto Jubileo. En 2002 obtuvo la beca
Arte por todas partes, de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. De 1983 a la fecha ha realizado
32 exposiciones individuales, entre las que destacan: Cenital, World trade center México, México, D.F., 2009;
Aéreos, Exconvento de San Francisco, Cuartel del Arte, Pachuca, 2007, Paisaje sin horizonte, Casa Jesús
Reyes Heroles, México, D.F., 2007, Pintura, Ex-Colegio Jesuita, Pátzcuaro, 2004; La Isla (instalación pictórico
monumental), Instituto Michoacano de Cultura, Morelia, 2003; Continuidad (instalación pictórica Parque
Ecológico Huayamilpas), Casa Raúl Anguiano, México, D.F., 2002; Jubileo, Museo Universitario del Chopo,
México, D.F., 2000; Círculo abierto (Bajo la luz de Montserrat), Museo de Arte Contemporáneo Alfredo
Zalce, Morelia, 1996; Dos años y un Día, Centro de Arte Contemporáneo El Piramidón, Barcelona, 1995.
Su obra forma parte de las colecciones de los siguientes museos: Museo Alfredo Zalce, Morelia, Michoacán,
México, Museo Universitario Del Chopo, UNAM. México, Secretaría de Hacienda y Crédito Público. México,
Secretaría de Relaciones Exteriores. México, Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Delegación Xo-
chimilco, México, D. F., Centro de Arte Contemporáneo el Piramidón, Barcelona, España.
Blanca Dorantes. Licenciada en Diseño para la Comunicación Gráfica por la Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco y diplomada en Educación en Niños Sobresalientes por Amexpas y la Uni-
versidad de Alabama. En su práctica como artista se destaca el dominio de diversas técnicas artísticas;
desde 1990 realiza ilustración infantil para importantes editoriales en México y Estados Unidos. Actual-
mente desarrolla proyectos personales en artes visuales, gráfica y edición. En 2009 como artista con
trayectoria es distinguida con la beca FOECAH/CONACULTA.
Carlos Jaurena. Nació en la Ciudad de México el 10 de enero de 1964. Estudió en la Escuela de
Iniciación Artística N° 4 del INBA. De 1989 a 1992, fue parte del grupo de arte alternativo Sindicato
del Terror, fundó y dirigió las galerías: El Ghetto y El Departamento. Ha realizado cerca de 25 per-
formances en diferentes espacios en México y en Estados Unidos. En dos ocasiones recibió la beca
Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y Las Artes en medios alternativos (1994-1995
y 1998-99). En 1995 editó la carpeta de arte erótico Pelos de Cola (diez números). En el año 2000
editó la carpeta de gráfica M´hija (Diez números) y fue nombrado director de la Galería José María
Velasco del INBA. Desde septiembre de 2004 es director de Ex Teresa Arte Actual.
César Martínez. Nació y vive en Juchitán, Oaxaca (1968), pintor autodidacta ha expuesto en diferen-
tes galerías y museos del país y del extranjero. De 1996 a la fecha ha expuesto en forma individual en
7 ocasiones, su obra forma parte de las colecciones de la Fundación Cultural Pascual, Museo de Arte
Contemporáneo (MUCA), acervo artístico de la Casa de la Cultura de Juchitán, entre otros.
Cristian Pineda Flores. Juchitán de Zaragoza, Oaxaca (1980). Su obra ha sido expuesta en más de 30
exhibiciones individuales y colectivas de pintura, gráfica y fotografía; entre las más recientes destacan:
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(Selección 2008-2009) Cuadrilátero I, Hot Art Fest 09 Feria Basel Suiza; Cuadrilátero II, En Under le
Louvre 09 Carrousel del Louvre París, Francia; Lucha Grafika, 09 Centro Cultural Casa Lamm, México
DF; Grabado del Bicentenario en la Ciudad de México 08, Centro Cultural Estación Indianilla - Paseo
de la Reforma; Katarsis 75 Aniversario del CMLL, 08 Museo de la Ciudad de México; Out saider, 08
Convento de Santa Ana-Puebla; Tigres del ring, 08 Bruselas, Obra Porrazo, 08 Museo de la miniatu-
ra-Patzcuaro; Obra Porrazo, Feria 08 collecart du Mujam-México DF; México Sueña, Itinerancia: 08
Centro Cultural Recoleta, Argentina; Centro Cultural Casa Lamm, México; Instituto de Artes Gráficas
de Oaxaca; Galería Devora Arango Embajada de Colombia en México; Bacaanda, proyecto de arte
contemporáneo; Visitantes, 08 Galería Manuel García Arte Contemporáneo. En 2008 le otorgan la
Beca PACMIC y en sus ultimas Ediciones destacan en 2008 las Historietas (Ilustración) Bidxáa, Vol. 1 y
Bidxáa - Thundercats, Vol. 2. Con texto del escritor Alejandro Ortiz González. Actualmente dedicado
a su quehacer como artista visual, así mismo como plataforma conceptual de su trabajo continua
dirigiendo Bacaanda proyecto de arte contemporáneo.
Christian Rangel. Nacido en 1980, en el Distrito Federal, realizó estudios de diseño gráfico en la
academia de arte Omar Torres hasta el año 2000, cursando diferentes talleres de dibujo pintura y
escultura en San Carlos, así como en La Esmeralda hasta el 2005, durante el mismo año realiza dos
exposisiones colectivas de diseño e ilustración por parte de Jóvenes Creadores y otra por el INJUVE
de pintura y escultura. A la fecha se desempeña, intercaladamente, en proyectos de diseño y ani-
macion conceptual. En 2008 realiza la serie: La ciencia del dolor antes del golpe, para Pinvimex de
México, utilizando chapopote.
Delfino Marcial Cerqueda. Nació en H. Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, estudió en la Escuela Na-
cional de Artes Plásticas de la UNAM y en la Escuela de Bellas Artes de la UABJO. Fundador de la
Galería La Cohetera, miembro fundador de Creadores y Promotores Indígenas del Sureste Mexicano,
la obra de Cerqueda se nutre de Mudubina, Stagabeñe ne Gubixha, de la vida lagunaria de los mares
de Playa Vicente. Entre sus exposiciones individuales sobresalen: Periplo ístmico en Honor a Héctor
García, itinerante por el Ístmo (1995); XV años de XEGLO, San pablo Guelatao, Oaxaca (1996); Obra
reciente, Instituto Nacional de Astrofísica Óptica, Tonanzintla, Puebla (2009); vive y trabaja en su
pueblo natal.
Demián Flores Cortés. Juchitán, Oaxaca (1971). Es Licenciado en Artes Visuales por la Escuela
Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. En 1995 obtiene el Premio Único del Concurso Latinoame-
ricano de Grabado La Joven Estampa que organiza la Casa de las Américas en la Habana, Cuba.
Durante 1999 obtiene el premio de la fundación Mex-Am para residencias artísticas en Vermont
Studio Center, Estados Unidos y en el 2000 el Premio del XX Encuentro Nacional de Arte Joven en
Aguascalientes y el Premio de la Primera Bienal Nacional de Estampa Rufino Tamayo en Oaxaca,
México. Durante el 2002 residió en la Cité Internationale des Arts en Paris, gracias a una beca
otorgada por el Gobierno Francés y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Su obra forma
parte de importantes colecciones en México y el extranjero como el Instituto de Artes Gráficas de
65
Oaxaca; Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca; Museo Nacional de la Estampa, Museo de Arte
Contemporáneo, Museo de Arte Contemporáneo de Aguascalientes, y en el extranjero es parte del
acervo de la Casa de las Américas de la Habana, Cuba; de la colección de arte latinoamericano de
la Universidad de Essex, Inglaterra; del Museo Panstwowe, Majdanek, Polonia; del Museo Fisher,
Los Ángeles, California; y de Hangar-7, Austria, entre otros. Es fundador del proyecto cultural La
Curtiduría y del Taller de Gráfica Actual en Oaxaca, donde vive y trabaja.
Diana Solís. Nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. En 1997 se graduó de la licen-
ciatura en artes plásticas de la universidad de Illinois, Chicago. Su obra se ha exhibido en Estados
Unidos, México, España y Alemania. Solís vive y trabaja en la ciudad de Chicago como artista plás-
tica en residencia en programas comunitarios con la organización Pros Arts Studio y en las escuelas
públicas de la ciudad.
Eloy Tarcisio López Cortés. Nació en la Ciudad de México el 26 de julio del año de 1955. Estudió
arte en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura, La Esmeralda. Su área de conocimiento son las
artes visuales. Ha participado en la difusión del arte contemporáneo mexicano como conferencista,
promotor, jurado, asesor, instructor, maestro, tutor, conservador, curador y consultor de arte. La obra
de Eloy Tarcisio se ha caracterizado por la búsqueda de medios expresivos intensos con notoria raíz
en la cultura mexicana a través de géneros tradicionales -como la pintura, el dibujo, la escultura, el
grabado- y otros de origen más reciente y actual -instalación, media y performance-. En la actualidad
cuenta con más de cinco decenas de exhibiciones individuales en México, Estados Unidos y Yugoslavia
entre otros países; ha participado en más de un centenar de exposiciones colectivas en diversos países
de América, Asia y Europa. Desde 1975, ha ganado diversos premios y reconocimientos nacionales e
internacionales por su obra artística y su trabajo de instalación y obra efímera. Concibe la creación
de un espacio para las artes no convencionales y funda EX-Teresa Arte Alternativo. Actualmente es
profesor de maestría de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.
Eko. Los monstruos de EKO no son sueños, somos nosotros mismos. En EKO la Pornografía es
forma, es lenguaje, como Octavio Paz precisó, debe haber algo más que rasguños y mordidas en la
obra de EKO. Bartolí y Vlady, sus maestros, intuyeron esa promesa y lo trataron de domar con largas
sesiones de Durero y Rembrandt, convirtiendo al pervertido en un virtuoso. Sade tiene a Justine,
EKO tiene a Denisse que se publicó durante años en el suplemento Sábado. Nos reconocemos en
cada trazo de EKO y lejos de condenarnos, encontramos en la perfección de su línea la compasión
que nos es negada por el mundo. Esa perfección es la piedad que el Arte tiene para nosotros. EKO
es un trashumante, ha publicado en las páginas de los periódicos de New York, París, Frankfurt, San
Francisco, Miami, La Habana, España y México. Ha violado con sus dibujos pornográficos hasta los
espacios más puros y entonces el escándalo estalla y escapa con sus imágenes y obsesiones.
Fabio Gámez. Nació en Guadalajara, Jalisco, (1968). De formación autodidacta, ha participado en
varias exposiciones colectivas de pintura y grabado, a la fecha cuenta con tres exhibiciones indivi-
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duales: Retrospectiva, pinturas y grabados, Galería Municipal de Arte, La Paz, Baja California Sur,
(1995); Con el azul en la mirada, Biblioteca de las Californias, Universidad Autónoma de Baja Cali-
fornia Sur, (1996); Televisor de lluvia, Galería Carlos Olachea, La Paz, Baja California Sur, (2002).
Flor Minor. Nació en 1961, en la ciudad de Querétaro, México. Durante el período 1978-1980,
estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y, de 1979 a 1982 en
el Centro de Investigación y Experimentación Plástica del Instituto Nacional de Bellas Artes, donde
inició una investigación sobre la utilización de materiales y soportes no convencionales en la creación
plástica, miembro fundador del Taller de Neográfica conducido por el Maestro Oliverio Hinojosa. Par-
ticipó en la Bienal de Gráfica de Liubliana, Yugoslavia (1981), en la Bienal de San Paulo, Brasil (1981),
Ia Bienal de la Habana (1984), en la X Bienal Internacional de Arte de Valparaíso, Chile (1991), Trienal
internacional de Gráfica de Cracovia, Polonia (1991). En 1980 ganó el Premio de Adquisición en la
Bienal de Gráfica del Salón Nacional de Artes Plásticas del INBA, en el XV Concurso Nacional para
Estudiantes de Artes Plásticas, así como en el Primer Encuentro Nacional de Arte Joven. La personali-
dad distintiva de la obra de Minor, le ha dado un importante sitio en exposiciones dentro del Museo
de Arte Moderno de la Ciudad de México, en el Centro Cultural Los Talleres, Polyforum Cultural
Siqueiros, Museo de Arte Álvar y Carmen T. Carrillo Gil, Palacio de Iturbide, entre otros. En 1981
obtuvo el Segundo Premio Nacional de Dibujo en el Primer Encuentro Nacional de Arte Joven, Casa
de la Cultura Aguascalientes, Ags. En 1998 gana la Medalla de Plata Goya XI Bienal Iberoamericana
de Arte, Instituto Cultural Domecq, A,C. En el 2002 obtiene Mención Honorifica en la Primera Bienal
de Artes Visuales de Yucatan, Mérida Yucatán, y en el 2006 el Tercer Premio Primera Bienal de Dibujo
Rafael Cauduro, Tijuana, Tijuana. B.C. Actualmente es Becaria del FONCA por segunda ocasión.
Francisco López Monterrosa. Nace en Juchitán, Oaxaca (1968). Estudió Artes Plásticas en la
Escuela de Bellas Artes de la UABJO y en la Facultad de Artes Plásticas de Nagoya, Japón. Entre
sus exposiciones destacan: 1994, Escuela de Bellas Artes UABJO, Oaxaca, Oaxaca; 1995, Casa de
la Cultura de Juchitán, Oaxaca. 1998, Asa Com Hall Gallery, Periódico Asahi, Osaka, Japón, Da-
ykokuya Gallery, Nagoya, Japón; 2001, Galería Zaloren, Arte Contemporáneo México, D.F., Galería
El Escuincle, San Felipe del Agua, Oaxaca; 2002, Galería La Lotería San Felipe del Agua, Oaxaca;
2003, Universidad Interamericana de Puerto Rico; 2006, Museo de Arte Contemporáneo, Buenos
Aires, Argentina. Actualmente vive entre Juchitán y la Ciudad de Oaxaca.
Guillermo Olguín Mitchell. Nació en la Ciudad de México en 1969. En su infancia se mudó a
vivir a Oaxaca. Realizó estudios profesionales en Cornish School of Arts en Seattle, Washington,
EUA y de postgrado en la Academia de Arte de Budapest Hungría. Ha llevado a cabo 6 muestras
individuales en México, EUA y Hungría. De manera colectiva su trabajo ha participado en más de
30 muestras en México, Cuba, Paraguay, Brasil, Argentina, EUA, Italia, Reino Unido, Alemania, Es-
paña, Portugal, Francia, Finlandia y Japón. Su trabajo ha sido reseñado y comentado por curadores
y escritores de arte como Santiago Espinoza de los Monteros, Germaine Gómez-Haro, Fernando
Gálvez de Aguinaga, Olga Margarita Dávila y Leonardo Da Jandra, entre otros. Su pintura y gráfica
67
se encuentra en las colecciones privadas de arte más destacadas de México y el extranjero así como en
numerosos e importantes espacios públicos, como el Museo de Arte de Oaxaca y el Instituto de Artes
Gráficas de Oaxaca. Actualmente vive y trabaja entre las ciudades de Oaxaca y Nueva York.
Gustavo Lhópez. Nació en Juchitán, Oaxaca, pintor de formación autodidacta. Ha expuesto en di-
ferentes galerías y museos del país y del extranjero, de manera individual y colectiva; ha ilustrado
diversas publicaciones, revistas y libros, con sus dibujos y pinturas.
Jonathan Barbieri. Nacido en Washington, DC., 1955; empezó a pintar a la edad de cinco años. Aun-
que es preponderadamente autodidáctico, recibió a temprana edad una amplia instrucción en cuanto
al dibujo por parte de su padre, Louis Barbieri. Su trayectoria profesional inició en San Francisco, Cali-
fornia, después de asistir brevemente a clases en el San Francisco Art Institute. La obra de Barbieri se
encuentra en las colecciones de numerosas instituciones públicas, tales como la Achenbach Foundation
for the Graphic Arts, en el Palace of the Legion of Honor, en San Francisco, California; la Rene and Ve-
ronica Di Rosa Foundation, en Napa, California; la colección permanente del Bank of America Security
Pacific Corporate Art Collection y el Instituto Oaxaqueño de las Culturas, en México. Su obra pertenece
a colecciones privadas en México, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Austria, Alemania y las Islas
Canarias. Exposiciones recientes incluyen: Década – pinturas y dibujos 1994 – 2004, 2004 en el Sonoma
Valley Museum of Art; Revisitando el Espejo, 2004, en el Palo Alto Arts Center, Palo Alto, California; La
Pierde Almas: historia de una cantina, 2001, en la Galería Manuel García Arte Contemporáneo; Propios
y Extraños, 2001, en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, México. Recentamente fue becado
por el Djerassi Artists in Residenc Program, Woodside, California. Actualmente, Barbieri vive y trabaja en
el estado de Oaxaca.
Karima Muyaes. Nace en la Ciudad de México en 1960. Estudió Periodismo y Comunicación colectiva
en la UNAM, Artes plásticas en la Universidad de la Américas, Ciudad de México y en la Escuela de
Arte de Toronto, Canadá. Se especializó en grabado y litografía en Open Studio en Toronto. Su obra
ha sido presentada en México, Estados Unidos, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Inglaterra, Ale-
mania, República Checa y Japón. Ha realizado ediciones de grabado en el Taller Tiempo Extra Editores
y en el Taller de Juan Alcázar en Oaxaca, así como en el Instituto de Gráfica Experimental de Lafayette
College, en el que lleva mas de 10 años realizando proyectos de gráfica alternativa e intercambios de
artistas de diferentes países.
Luciano Biagio Spanó Tancredi. Nace en Saluzzo, provincia de Cuneo, Italia, el 20 de julio de 1959.
Vive y trabaja en México desde 1974. En 1977 ingresa en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y
Grabado La Esmeralda, donde concluye la especialidad en gráfica. A la vez, realiza estudios en el Taller
Posada de Aguascalientes y en el taller de técnicas y materiales de pintura impartido por el maestro
Luis Nishizawa en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. En 1997 asiste a dos cursos de
pintura del profesor Rizzi en la acedemia Albertina de Turín. Ha participado en 225 exposiciones colec-
tivas y 28 individuales entre las que destacan: Parajes Simbólicos, Entre Estudio y Galeria, Puebla 2002;
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Imágenes alegóricas, Galería Itatti, 2001; Paisaje Desnudo, Museo de Arte Moderno, 2000; Intorno
alla figura, Galería Oscar Román, 1999; Horizontes Cruzados, Galería del Instituto Italoamericano,
Roma, Italia, 1998; Per fare un uomo, Museo Universitario del Chopo, 1996; Desnudo, Centro Cul-
tural San Angel, 1991; en Turín en la Galería Zenit y A la pintura en el Museo Carrillo Gil en 1990.
Es acreedor a distintos premios Nacionales e Internacionales, en la actualidad miembro del Sistema
Nacional de Creadores, FONCA. Obtuvo el Premio de adquisición en el Salón Nacional de Pintura de
1988 y en el mismo año en el Octavo Encuentro Nacional de Arte Joven. Sus obras forman parte del
acervo de diversos Museos en México, como el Museo José Luis Cuevas, el Museo de Arte Moderno
y la Galería de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Manuel Cabrera Martínez. Juchitán, Oaxaca (1974). Ha participado en diferentes exposiciones
colectivas e individuales. Forma parte del colectivo Culturarte y colaborador de la Red Cultural Calles
y sueños Juchitán-Chicago con quienes trabaja y genera espacios alternativos para las artes.
Miguel Ángel Charis. Nació en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, (1967), ha expuesto individual-
mente en el Museo de Antropología e Historia de Xalapa, Veracruz; en la Galería Miguel Cabrera
de Oaxaca, Instituto Tecnológico del Istmo en Juchitán, Oax., Hotel Barceló de Huatulco, y en las
Casas de Cultura de Juchitán y de la Ciudad de Oaxaca. Ha participado en numerosas exposiciones
colectivas.
Miguel Ángel Toledo. Nació en Juchitán, Oaxaca (1961). Ha expuesto en diversos espacios cultura-
les del país y del extranjero. Su obra forma parte de colecciones como la Universidad del Paso Texas,
el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y de la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte,
A.C. Trabaja y vive en Juchitán.
Nahum B. Zenil. Nació en Chicontepec, Veracruz (1947). Graduado en la Escuela Nacional de Maes-
tros (1964), estudió en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda, INBA (1972). Entre
sus exposiciones individuales destacan: 1990, Parallel Project, Nueva York, N.Y., E.U.A. Mary-Anne
Martin/Fine Art, Nueva York, N.Y., E.U.A.; 1991, Presente, Museo de Arte Contemporáneo, MARCO,
Monterrey, N.L., México; 1994, Del circo y sus alrededores, Galería de Arte Mexicano, México, D.F.;
1996, Nahum B. Zenil: WITNESS TO THE SELF/ Testigo del ser, The Mexican Museum, San Francisco,
California, E.U.A.; 1997, Testigo del Ser, Grey Art Gallery and Study Center de la Universidad de
Nueva York, N.Y.; 1997, Museo de Arte Contemporáneo, MARCO, Monterrey, N.L., México; 1999,
El gran circo del mundo, Museo de Arte Moderno, INBA, México, D.F.; 2005, Nahum B. Zenil, Obra
1975-2005, Museo Universitario del Chopo, México, D.F., Homenaje por su trayectoria artística en el
marco de las XIX Semana Cultural Lésbica-Gay; 2008, Tú, yo, nosotros, Galería Arte Actual Mexica-
no, Monterrey, N.L., México. Actualmente vive y trabaja en Tenango del Aire, Estado de México.
Niña Yhared (1814). Es artista visual y de performance. Se ha especializado en la difusión y promo-
ción del arte acción a través de su galería de performance La Casa de la Niña. Estudió la licenciatura
69
en Artes Visuales en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, La Esmeralda, del INBA,
México, en donde se tituló con mención honorífica. En once años de carrera, ha realizado más de
50 performances, en los principales museos de la ciudad de México, como el Museo Universitario del
Chopo, Ex Teresa Arte Actual y el Museo de la SHCP, antiguo Palacio del Arzobispado, Laboratorio de
Arte Alameda, Centro Cultural España; así como en la galería PerforArt Spai, de Barcelona, el Museo
de Arte Contemporáneo de Tucson, Arizona, en Colibrí Studio Gallery, el National Museum of Mexican
Art, y Casa Aztlán, en Chicago Illinois. A la fecha, ha montado los espectáculos Cabaret Performance
(2006-2007) y Venus Cabaret (2008), ambos presentados en el Centro Nacional de las Artes, y Venus
Cabaret (2009), presentado en Casa del Lago Juan José Arreola (UNAM). Ha publicado los libros Hadas
de mar (2001), que reúne 35 cuentos y dibujos a tinta; y su poemario erótico Estaciones del deseo
(2005). Tiene además una importante producción de pintura, estampa y dibujo.
Rocío Caballero. Atzcapotzalco, DF, 1964. Inició sus estudios en la Escuela de Iniciación Artística No.
4 del INBA y los continúa en La Esmeralda. En su obra brilla la libertad de las ideas y los conceptos
logran resolverse de manera audaz, al rescatarse con toda la fuerza y con lujo de detalles el plantea-
miento que la artista desea volver visualidad. Su obra goza de un maravilloso realismo, que va más allá
de la realidad formal, incluyéndose en ésta a la realidad subjetiva. Su mundo artístico no se limita al
espléndido ejercicio del oficio, el oficio apoya de manera sobresaliente la concepción, estructuración
y entrega de la idea principal. Obtuvo Mención Honorífica en el XIII Encuentro de Arte Joven, Ags.,
México, en 1993; obtiene la residencia en Intercambio del INBA y de la NEA en Art Awareness, en
Lexington, NY, EUA en 1994; y la residencia en el Vermont Studio Center, en Johnson, Vermont, EUA,
en 2003.
Sabino Lopez Aquino. Nace en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca (1960), tomó cursos de dibujo y pin-
tura, ha participado en mas de 60 exposiciones colectivas dentro del país así como en el extranjero.
Actualmente vive y trabaja en la Ciudad de Oaxaca.
Santiago Chaumont. Buenos Aires, Argentina (1972). Radica en México Distrito Federal desde 2002.
Fue creativo publicitario como Director de Arte hasta el año 2008. Actualmente es Director de Cine
publicitario, y siempre, paralelamente, se dedica al arte (óleo, dibujos y grabados). Ha ganado premios
en numerosos festivales internacionales de publicidad como Cannes, Clio, Londres, New York, etc. Fue
Director General Creativo en distintas agencias de publicidad en México. Su trabajo como artista fue
expuesto en el Centro Cultural Los Andes en Buenos Aires en el año 2005.
Sergio Sánchez Santamaría. Nació en Tlayacapan, Morelos, el 8 de julio de 1976. Estudió la licen-
ciatura en La Esmeralda, es especialista en litografía y grabado al buril. Fue impresor en el Taller de
Gráfica Popular, en el Taller de Leo Acosta, y profesor adjunto del taller de litografía en La Esmeralda.
Ha coordinado talleres de pintura y dibujo en la UAM Iztapalapa, El Circo Volador, la Escuela de ar-
tes de los Mochis Sinaloa, Casa Universitaria del Libro de la UNAM y de la Escuela Nacional de Artes
Gráficas CETIS 11. Es Ilustrador del Fondo de Cultura Económica, la Editorial Santillana, del Seminario
70
de Cultura Mexicana, y de la UNAM. Individualmente ha expuesto en la UAM Iztapalapa, El Circo
Volador, Gráfica y Libros la Estampa. Colectivamente ha expuesto en Oaxaca, Michoácan, Sinaloa,
Guanajuato y Aguascalientes. Así como en Polonia, Cuba, Bélgica, Estados Unidos, Japón y China.
Recibió Mención de Honor, Arte y Olimpismo del Comité Olimpico Internacional, Laussana, Suiza.
Actualmente trabaja con el maestro impresor Sergio Ulloa, y en el Taller de Grabado El Casahuate en
Tlayacapan, Morelos, donde edita e imprime Libros de Artista.
Soid Pastrana. Nació en Juchitán, Oaxaca (1970). Estudió en la Escuela de Diseño del INBA. Entre
sus exposiciones individuales destacan: Una escalera junto al mar, Chicago Illinois (2009); Anatomía
de un rueda, Ágora de la Ciudad, Xalapa, Ver. (2009); Obra gráfica, Casa Lamm (2007); En el ojo del
cielo, Casa México, La Habana, Cuba, (2005); Nostalgias del aire, Centro Cultural El Progreso, San
Antonio Texas, (2003); Nostagias, galería EPSON, México, D. F. (2002); The color of my land, Casa
México, Yakarta, Indonesia (2001); Oficios del Viento, Galería de Arte Latinoamericano, México, D.F.
(1999); Peces del viento, Museo Palacio Postal, México, D.F. (1998), y Sueños Profanos, Poliforum
Cultural Siqueiros, México, D.F. (1997). Ha participado en más de 80 exposiciones colectivas en
México y en el extranjero, Abandonó el diseño gráfico para dedicarse por completo a la pintura y al
jolgorio. Actualmente vive y trabaja en el barrio de la séptima sección de Juchitán, Oaxaca.
Víctor Orozco Chaca. Juchitán, Oaxaca (1948), Ha expuesto en importantes galerías del país y del
extranjero. Su obra forma parte de colecciones privadas y museos nacionales e internacionales.
Victoriano López Hernández. Nació en Juchitán, Oaxaca (1964), es egresado en la licenciatura en
Arquitectura por la Universidad del Valle de México, fue becario en Artes Plásticas por el FOESCA-
Oaxaca y seleccionado en el Encuentro Nacional de Arte Joven en Aguascalientes. Ha participado
en más de 70 exposiciones entre las que destacan: 500 años de resistencia, Museo de las Américas,
San Juan Puerto Rico; Pintores Jóvenes de México, Osaka, Japón; Territorios en la Galería Wilfredo
Lamm, La Habana, Cuba; Pintores del Istmo, Museo de los Pintores Oaxaqueños; Mexico Sueña,
Casa Lamm, México, D.F. Vive y trabaja en Juchitán, Oaxaca.
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 Voyeur
EL OJO EN LA CERRADURA

Diseño Gráfico
Sergio García Legaspi
Preprensa
Ricardo Chirinos
Impresión
Dimensiona Artes Gráficas, S. A. de C. V.
Cuidado de la impresión
Alfonso Hernández
Detalle Contraportada
Santiago Chaumont
Guardas
Demián Flores Cortés
Detalle en interiores y solapas
Eko
Textos
José Homero | Jorge Magariño
Carlos Martínez Rentería
Coordinación y Curaduría
Soid Pastrana | José David Quiñones
Museografía
Loyd Simón Piñón | Isaías De la Cruz Jiménez
Corrección de estilo
Mayra Espejo

Juchitán, Oaxaca | octubre, 2009

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