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Dedico este escrito a todas las personas que difaman la escritura. Me inspiro
Contenido
Entre golpes y paredes
Cubículo 4
Alejandro
Cosas comunes
Prólogo
¿Qué se hace cuando no tienes salida? ¿Qué busco cuando
el pequeño papel. Quizás sea una idea mía, pero no sé qué pensar. Decía:
etc. Tendré que atrasarlo; acabo de empezar otra vez. La renta y todo se
cada situación de la vida, buena o mala. Cuando salía mal en algún curso
requerido por mi departamento, me levantaba del abismo que estaba
contó. Sin más, acepté tal noticia y me decidí por acostarme otro rato más. A
Mientras, me arreglo y pongo a hervir agua para alentarla con té. Cuando al
amiga Lucía. Quería, además de mejorarla con un té, recibirle con unas
quebraba ante los gemidos de dolor que emitía Lucía. Estaba siendo
sometida a los asquerosos y sucios mandatos del verdugo que, sin duda
ninguna idea del sufrimiento que me hizo pasar, pero yo sé, que en algún
de ataque.
boca. Pero creo que debo arrastrarme hacia el lugar donde se encuentra
cerámica en el rostro. Apenas podía hablar ante tanto dolor, ante tanto
sufrimiento.
a alguien por su teléfono móvil. Sólo alcancé a escuchar: ‘’La tengo, pero la
¿qué?
II
Cubículo 4
tenía que reconocer como jefe. Abrí la puerta y rápidamente tapé la boca de
Alejandro de la Cruz.
pagaste por recibir mis servicios, así mismo comenzarás a desvestirte para
jamás hubiese lidiado con una mujer fuerte, como si su vínculo con la
que había guardado fielmente bajo mis medias, desde el momento en que
tomé por el cuello y lo dirigí hacia la pequeña pared de madera que estaba
dónde había sacado tanta fuerza, pero la saqué para poder apuntar mi
cuchillo al cuello, además, para pegarlo contra la pared que mencioné. Una
vez en esa hazaña, le dije que si no me hacía ese favor, tendría que pagar
con su vida. Y es que lo más que me llenó de toda esta situación, fue su
enfermas que les enseñaron a masturbarse desde los diez años con toallas.
vaginas excelentemente cuidadas, al igual que los cuerpos que los poseían;
penes gigantes, como si nunca hubiesen pasado por una bomba de
tomé la de él. Le dije que hasta que no tuviera una señal mía, no saliera del
pleitos por conseguir a mi amiga, pero algo le haría a ese patán, eso lo
aseguro.
Salí del cuartito oscuro y me puse a mirar los lugares que estaban a mí
había amenazado con contratarla como secretaria al tener un rostro tan feo.
llorar. Le pedí que se calmara, teníamos que hacer todo de la mejor manera.
su auto o camioneta, para que nos llevara hasta el lugar que le pidiéramos.
Él asintió con la cabeza y salió vestido en su ‘’baby doll’’ color rosa y negro.
clubes nocturnos. Yo recuerdo haber visto varios, pues tenía una amiga que,
donde había unos guardias que protegían muy bien el portón. Logramos
escondernos muy bien, con tal de que no nos vieran. Y al fin, lo logramos,
salimos del lugar nuevamente. Pero no fue al poco rato que un automóvil nos
verdad es que tampoco queríamos volver. ¿Quién querría volver a ese lugar?
En eso, Alejandro tomó un atajo y nos preguntó:’’ ¿Qué carajo son ustedes?
¿Son ustedes agentes encubiertas o qué? ¿Por qué carajos me sigue el jefe
ideas llegaron a mi mente, podía ver claramente todo lo que había sucedido
intentar luego de haber terminado los más altos niveles de estudio en este
país. No puedo creer que haya sido él quien me tomara por el pelo para
hacerme tan triste y tan feliz a la vez. Luego de haberle demostrado cuánto
lo amaba. No puedo creer que aún guardara el rencor por no haberle dicho
que tenía que marcharme por unos días de mi país, hacia el lugar en que me
habían criado, pues uno de mis abuelos estaba mal de salud. La verdad es
que era muy posesivo y, sobre todo, muy celoso con todas las cosas que
hacía. Pero yo lo amaba, ¿cómo se atrevió a hacerme eso? Con todas las
pruebas de amor que había gastado por él. Tantas preguntas llegaron a mi
mente, pero a la vez, no podía contener las lágrimas, pues, aparte de todo, y
Alejandro
al conocimiento del camino, Alejandro nos sacó y nos llevó hasta su covacha,
entre el espacio rural y urbano. Tenía un buen lugar, una casa cómoda, bien
pues, verdaderamente tenía ganas de hacerlo con una mujer. En fin, cuando
por fin mi mentalidad dejó de correr, acoplé las ideas a lo que había
sucedido.
para bañarnos. Me mandó hasta un lugar muy oscuro, lejano al ala principal
en donde nos íbamos a quedar. Fui y las tomé, pero primero quería
por su rostro. Luego, tomé una venda y comencé a rodear su cabeza, pues,
Lucía rosando mis aparatos pudendos. La verdad es que no puedo negar que
se sentía bien. Pero, ¿en qué diablos estoy pensando? Ignoré tal acción y
inválida como ella. Terminado este momento, nos secamos y buscamos ropa
bajábamos las escaleras escuché un ruido muy fuerte. Bajamos las escaleras
golpeando a Alejandro.
tropezamos.
IV
Cosas comunes
destrozado. Nos contó que eran del prostíbulo, gente asquerosa que venía
mis padres. No me importaba nada, quería que supieran que estaba a salvo,
Intenté calmarla y decirle que ya todo estaba bien. Le expliqué que sólo me
idea irme a vivir con mis padres por un tiempo. Al menos hasta que la
maldad se difumine entre los campos. O por lo menos hasta que consiga
sufrimiento.
mirada, tal como hacían los enfermos que iban al lugar. Verifiqué a Alejandro
camino. Por lo menos ellos no sufrieron todo lo que yo. Gracias a Dios su
desastres.
Levanté a Alejandro para preguntarle si quería que le preparara café.
Asintió con la cabeza. Hice lo mismo con Lucía. Contestó igual que Alejandro.
encontraba nada de lo que buscaba. La casa era muy grande para poder
enseñar’’.