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Lptrdeeen a ber Melgar ie 1 ol * He 42 SinrRopucci6N: 4 Los, ESTUDIOS’ LITERARIOS ue : : < El mar Indo, y feroces destruyeron A Grandes cludades? 2D6 Ia valentia? La perifrasis 0 circunlocucién no expresa la idea de modo directo, sino que la sustituye por un rodeo. En vez de «perlasn, dice Géngora «las blancas hijas de ~ las conchas bellas», y en lugar de «cisnen: Lathe expresién de-la contraria. Constituye ¢l procedimien- ; to mas caracteristico de Ia burla y' del humorismo. La ironia amarga o cruel se llama sarcasmo. El Canto a Teresa, donde Espronceda Mora la pérdida de sus ilusiones juveniles y la muerte de su antigua amada, termina con esta estrofa: ¢Quién a parar alcanza D io hermoso § Brilla radiante el sol, Trudquese en dolor profundo. Que haya un cadaver mas ¢qué importa al mundo? 3 La paradoja consiste en armonizar términos apa- SF rentemente contradictorios; una idea verdadera 0 ra- zonable se disfraza tomando el aspecto de un con- trasentido: Pues se conforma nuestra compafiia, No dejes, soledad, de acompafiarme, Pues con’ tu ausencia y con desampararme Muy mayor soledad padeceria. Qe HERNANDO ve ACURA BL LENGUAJD FIGURADO 43: Los troros—Las principales especies de tropos, a las cuales pueden reducirse casi todas las demés, son la sinéedoque, la metonimia y la metéfora, cau- ces importantisimos de los cambios seménticos, tan- to en el lenguaje diario como en la poesia. La sinécdoque transmuta el sentido de palabras, cuyos conceptos guardan entre si relacién de mayor nor extensién conceptual. Asi, da a entender: todo mencionando la parte (veinte abriles, te alos»), o viceversa (Francia fue vencida en avia, «los Francesesn o wel ejército francés»); £° Bb objeto mediante el nombre de Ja materia (¢l Aicrro, ala espadan); 3° Jo concreto mediante lo abstracto Ja ignorancia es atrevidan, alos ignorantes»); 4. El Jural_ media ingular (¢l turco, usual en nues- tros clasicos por «los turcos» 0 «Turquian, etc.) Caso especial de sinéedoque es la antonomasia que aplica tna -denominacion general a un solo individuo u : en la Edad Media el filésofo equivalia a ‘Aristételes» y el poeta era «Vi tol, el Profeta, entendemos «San Pabl La metonimia tiene por campo de accién las rel lad o Procedencia, Sustituye1.° La fe Ta causa (vivir de su trabajo, «del producto de su trabajon); 2.° La de la obra por la del autor (wha comprado dot Grécor y tun Velézquez», «tiene un Plutarco muy bien encua- dernadon); 3° La de la activi i mento (tener pluma facil, 4? La de lo significado por la del signo (wheredé el igni 52 La del producto por rncia (wuna copa de Malaga, idad psi- v 448 uNTRODUCCION A LOS ESTUDIOS LITERARIOS colégica por la del érgano corporal a que vulgar- mente se atribuye («mientras el corazén y la cabeza batallando prosigan», «el sentimiento y la razén»), etcétera. La metéfora opera con'relaciones de_semejanza: descubierto por la imaginacién un parecido entre dos fentes o fenémenos, el término cxigible en sentido directo es reemplazado por'el otro. Abunda en el vocabulario y fraseologia ‘usuales: vdstago 0 retofio, achijon, «ser una alhgjan, «vivir en una balsa de acei- “star a la sombra de alguien», «al morir el el capitulo siguiente. vi IMAGENES Y EPITETOS. EL LENGUAJE POETICO La imacen.—Ast como las matemiticas y Ia filo- sofia especulan con nociones abstractas 0 conceptos, lo propio del arte y, por tanto, de la literatura, es poner en juego imigenes creadas por la fantasfa. Llimase imagen a toda representacién sensible. Ima- gen_poética es la expresign verbal dotada de poder representativo, esto es, Ia que presta forma sensible, a’ ideas abs a dolos, ele- -wiehitos formales de diversos seres, objetos o fendme- nos perceptibles. Véase, por ejemplo, 1a imagen con que Rubén Dario presenta Ia idea de la muert he visto. No es demacrada y mustia Y en su diestra una copa cot A sus ples, como un.perro, yace.un © la sucesién de metéforas que sugiere a Juan Br Ramén Jiménez la gozosa rojez de la amapola: amapola de mi cor iCémo rles por I por el trigo, por In Jara, por Ia pradera del amapola de mi corazént ile igh : "46" INTRODUCCION A LOS ESTUDIOS LITERARIOS INovia alegre del corazén grana; mariposa de carmin en flor grito de la vid je mi corazén! Las distintas variedades de imagenes poéticas eran consideradas por la Ret6rica como otras tantas figu- ras o tropos. El simil 0 comparacién anota una Se- mejanza, rapidamente unas veces, otras deteniéndose con morosidad en la descripcién de lo equiparado: Qué es nuestra vida mds que un breve dia do apenas sale el sol cuando se pierde en Ias tinieblas de la noche fria? vaué més que el heno, a la mafiana verde, seco a la tarde? jOh ciego desvario! @Seré que de este suefio me recuerde? Eplstola moral a Fabio En toda comparacién hay siempre dos“términos; uno es aquello de que se habla, y otro aquello con que se compara. Ahora bien, si suprimimos el pri- mero, el simil se convierte en metafora: en el len- guaje usual la comparacién ser listo como un lince, se reduce a la metéfora ser un lince. Por un proce- dimiento anélogo la poesia elude a cada paso la men- cién del término real. Una cancién de Géngora nos podra aleccionar: De la florida falda Que hoy de perlas bordé la alba luciente, Tejidos en guirnalda Traslado estos jazmines a tu frente, ‘Que piden, con ser flores, Blanco’a tus sienes, y a tu boca olores. Guarda destos jazmines De abejas era un escuadrén volante, Ronco, st, de clarines, Mas de puntas armado de diamante; Pasclas en huida, Y cada flor me cuesta una herida. imAceNes Y sP{tetos 4744 El campo ha sido reemplazado por Ia florida fal- da; cubrir de rocio, por bordar de perlas; enjambre, por escuadrén volante; zumbido, por roncos clarines, aguijones, por punta de diamante, La mencién di recta de las cosd®:ha sido sisteméticamente evitada, poniendo en su lugar una interpretacién poética de Ia realidad. La metifora posee répida y vigorosa plasticidad; mientras la comparacién mantiene frente a frente los dos términos relacionados, a metifora los identifica, Jos funde en uno nuevo: al leer los versos gongori- nos no podemos representarnos la pradera sino como una falda aljofarada; el vuclo enfurecido de las abe- jas se nos figura ordenado ataque de un escuadrén belicoso, y em nuestra fantasia los aguijones adquie- ren dureza y brillo adamantinos, De igual modo, la amapola de Juan Ramén Jiménez es amapola, y a Ia vez herida, boca, risa, novia, mariposa y grito. Cuando un conjunto de elementos figurativos usa- dés con valor traslaticio guarda paralelismo_con_un sistema de conceptos o realidades, lo [amamos “gorta, En toda alcgorfa hay un sentido aparente o TYiteral, y otro més profundo, que es el alegdrico, La justicia, por ejemplo, suele representarse en figura de una mujer que tiene en una mano la espada y en la otra una balanza: ef sentido aparente est’ con: tituido por as imigenes de mujer, balanza y espa- da; el sentido alepdrico es el de virtud, que de una parte supone equidad, y de otra, severidad. La Edad Media fue muy aficionada a la alegoria, que encon- tré su més grandiosa creacién en la Divina Comedia, de Dante. Después, nuestros misticos, especialmente

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