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EL NUEVO AMIGO

Erase un crudo da de invierno. Caa la nieve, soplaba el viento y Belinda


jugaba con unos enanitos en el bosque. De pronto se escuch un largo
aullido.
Qu es eso? Pregunto la nia.
Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devorara le explico el
enano sabio.
Al da siguiente volvi a escucharse el aullido del lobo y Belinda ,
apenada, pens que todos eran injustos con la fiera. En un descuido de los
enanos, salio, de la casita y dejo sobre la nieve un cesto de comida.
Al da siguiente ceso de nevar y se calm el viento. Sali la muchacha a
dar un paseo y vio acercarse a un cordero blanco, precioso.
Hola, hola! Dijo la nia. Quieres venir conmigo?
Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanz sobre
l, alcanzndole una dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdi la
piel del animal con que se haba disfrazado y escapo lanzando espantosos
gritos de dolor y miedo.
Solo entonces el lobo se volvi al monte y Belinda sinti su corazn
estremecido, de gozo, ms que por haberse salvado, por haber ganado un
amigo.

EL CEDRO VANIDOSO
rase una vez un cedro satisfecho de su hermosura.
Plantado en mitad del jardn, superaba en altura a todos los dems
rboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que pareca un
gigantesco candelabro.
Plantado en mitad del jardn, superaba en altura a todos los dems
rboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que pareca un
gigantesco candelabro.
Si con lo hermoso que soy diera adems fruto, se dijo, ningn rbol del
mundo podra compararse conmigo.
Y decidi observar a los otros rboles y hacer lo mismo con ellos. Por
fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellsimo fruto.
Tendr que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.
Tanto y tanto creci aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa
del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto
maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del rbol, empez a
tambalearse hasta que se troncho pesadamente.
A cuntos hombres, como el cedro, su demasiada ambicin les arruina!

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