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Una vez el cielo se llen de un color rojizo, funreo, de unos tonos tales que el espritu se

llenaba de angustia, la desesperanza reinaba sobre las nubes, los animales reptilianos se
asomaban con sus grandes ojos a vigilar el alma de los humanos. Era todo un cruento
panorama lleno de asfixia, de dolor, de aromas pesados y metlicos, una espesa capa de
tormentos que no permita que saliera ningn gramo de esperanza. Este panorama fue
lentamente tomando colores azules, gamas que no eran soportadas por aquellas bestias que
imperaban sobre el territorio areo. Los pjaros cantaron de repente y amaneci, los das
fueron das, la luz fue luz, los espejismos brillaban llenos de mltiples colores. La dualidad, la
bina, la mitad, se cercen. Todos los colores eran ahora juntos, no haba solo rojo y negro,
ahora todo el espectro de la blanca luz poda tomar miles de gamas que ni el ojo conoca. Un
dael ciclo fue, se cerr lo que un da comenz. Ahora, por todas partes, se poda ver cmo los
sueos del mundo se hacan una verdad, un paisaje lleno de alegras y sonrisas. Lleg la hora
del profundo sueo que mat al incesante insomnio. La respiracin se hizo tranquila y el pecho
sucumbi ante la onrica propuesta de Morfeo, quien con sus alas se llev todos los pesados
aires a los ms alejados horizontes. Un da el sueo triunf, el cielo fue azul, los pjaros
cantaron alabanzas.

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