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¿Quiénes somos?¿hacia donde vamos?

No soy un filosofo para responder


tales preguntas, solo las planteo porque
es lo primero que se me ocurre cuando
comienzo un proyecto, en ese sentido
tendría que responder lo que se me venga
a la mente. Entonces esbozaré algo así:
“Revista Avda. Los Escritores es una re-
vista digital dedicada a la literatura en
general, creada para compartir lo que na-
ce de nuestra esencia traspasando las ma-
nos y plasmándose en papel. Pretende-
mos que el lector sea un amigo que se
una en nuestro viaje por las letras”. De-
caeremos quizás varias veces pero nos
levantaremos, seremos un barco en el
océano navegando hacia quien sabe don-
de, y con esto respondo la segunda pre-
gunta porque honestamente no se hasta
donde vamos a llegar.

Hoy, en nuestro primer volumen


los invito a ir a la aventura, ocurrieran
cosas inesperadas, nos enfrentaremos a
las criticas y la envidia pero también co-
noceremos aliados y compañeros que se
nos unirán y harán más divertida la tra-
vesía .

Sin más preámbulo los dejo con el


primer volumen de nuestra revista.
Disfruten
El Editor
Andrés Bilabel / Mariposa en la llovizna. 04
Claudia Pérez / Bitch 05
El Anthar / Brindo en tu boca -Lluvia de poesía. 06
Giovanni Barbieri / El renacer de un alma perdida 07
Paula Olivieri / Ya ves 08

Claudia Pérez / Amor en rojo pasión 09


Paula Olivieri / El Disfraz del ángel 11
El Anthar / El camino de los charts 13

Pablo 5eruda 14

Lenrie Peters / Ensayo sobre la poesía 15


Wilhelm Stekel / La psicología del poeta 16
Raúl Salazar / ¿Dónde estamos?¿Para donde vamos? 17

100 Años de Soledad / Gabriel García Marques 18

Convocatoria 19
Contra-Editorial 20
ESPÍRITU TARDÍO
Andrés B.

MARIPOSA E5 LA LLOVIZ5A
En tus ojos
hay hermosas presencias
latidos de una vida que no he llevado.

En tu cuerpo surge un camino esencial


prohibido para mi vida de cárceles y piedras.

Mis labios no tienen verso ni verdad


mis manos se han entregado a la noche confusa, asfixiante.

Y tú corres frente a mi persona


como si te hubiese mentido siempre
como si en lo oculto no te hubiera amado.

Parecieras no saber que la vida esta llena de cadenas


parecieras no saber que tus labios, tu profunda mirada
son el escape mío
a estas noches de recuerdos.
BITCH

A quién engañas
maldita puta,
cuando le mientes al espejo,
confabulándote con los mismos astros.
Conozco cada uno de tus pasos candentes,
que se precipitan contra el fuego,
uno a uno alocados,
en movimientos de ancestral seducción.
Cuando vienes,
huelo a kilómetros
las profundidades marinizadas
de tus florecidas ganas.
Te escucho los pensamientos
como murmullos en los míos.
y me vuelves otra,
la infernal que habita en ti,
amo tus deseos,
e invento parodias,
encuentros vertiginosos.

Ya no engañas,
pécora desvirtuada,
aunque goces haciéndome ver como una cualquiera,
enfrentándome a ardores de sol.
Me enseñaste a dominar las serpientes
a beber lo que se llama alma
a caer en aceleradas explosiones
adornando camas con preciados gemidos.

Me haces más mujer cuando me habitas,


timando un corazón que no se oye latir.

Ninfoma hiriente,
hiciste que se enamorara de tu sexo,
no de mí.
BRI5DO E5 TU BOCA

Brindo en tu boca
por los tantos que quisieron besarla,
brindo con un beso del alma
por aquellos que hundidos en el alcohol
quisieron olvidarla.

Brindo también por el poema


que escribió tu lengua en mis labios,
brindo en tu boca
por el placer
de sentirme enamorado.

LLUVIA DE POESIA

Puedo cubrir el dolor


con algo bello,
poesía que llueve
de los cielos
sin color
es muy bello
para ignorarlo
me encuentro
en un tiempo
y espacio diferente
hoy llueve poesía
hoy le gané
a la muerte.
De algodón a terciopelo de lino a trapero
Seducido por un cuento un águila quiso ser cuervo
Incitado por la envidia deslumbrado por mentiras
Siguiendo luces que no abrigan plumas negras que no brillan

Adormecido en su fantasía simulaba alegría


Viviendo en la basura con otros cuervos reía
Comiendo decepciones sus plumas se ennegrecían
Olvido volar alto olvido las nubes y la luz del día

Cansado un día pregunto si era eso lo que quería


Pero ninguno de los cuervos en verdad lo sabía
Porque no seguir comiendo dijo un cuervo en su comida
Si mañana y pasado serán el mismo día

Nadie conocía el cielo nadie supo lo que él sabía


Todos ahí eran ciegos y en eso basaban su alegría
Decidió volar lejos pero sus alas ya no eran las mismas
Después de caer al suelo ni para cuervo servía

Desde la infinidad bajo un águila blanca


Le hablo de hermandad le dio esperanza
Le recordó el aire fresco las grandes montañas
Luego siguió su vuelo no era sitio para su hidalguía

Comenzó a volar tras ella sin saber donde solo ascendía


Las tormentas el frio la angustia el miedo algo lo detenía
Le faltaba el aire pensó que nunca llegaría
Más allá de las nubes un sol radiante sonreía

Fatigado se desplomó sobre la nieve apenas vivía


Despertó en un nido familiar con cuidados y comida
Con el tiempo creció la confianza las plumas y su vista
Un día buscando un águila perdida la vio en el basurero donde nunca volvería.
YA VES

Ya ves…
yo siempre estaré,
aunque no pueda.
No cuenta la física,
se hace intangible el suelo
…a veces.

Yo se…
son duros los días
cundo te muestra los dientes la vida,
te asusta y te urge
encontrar la salida.

Busqué por laberintos estrechos


y me perdí,
corrí por caminos frondosos
y no lo vi.,
¡no estaba ahí!
debí buscar primero aquí,
dentro de mi,
ya ves…

Desde lejos seré tu guía,


usarás mis armas
con tu osadía.
Te prestaré mi aliento
cuando te invada el silencio
y te hablará en el viento
de los mejores tiempos.

Ya se…
sufriste demasiado,
creeme, lo siento,
pero solo puedo darte un pensamiento,
ese que conlleva el sentimiento que sostengo.
Ruego que te alcance y me deje a tu lado,
pese a la distancia,
aunque más no sea un rato,
así puedes percibir
que nunca te abandono,
te abrazo en el tiempo,
ya ves…
Una mina así no se ve todos los días. Una colorina real, en vivo y en directo, no de esas teñidas que se encuentran en
cualquier parte. Camina por la playa y se atraviesa ante mí. Va con sus rulos rojos al viento, la mirada pegada en no sé qué parte,
las olas de compañía y mis ojos encima. Se moja los pies en la orilla y pienso que debe tener frío, tengo la certeza de que se va a
resfriar. Busco en mi arsenal de excusas alguna que sirva para acercarme, pero Octavio es más rápido y va tras ella corriendo, tirán-
dome arena en la cara. La saca de sus pensamientos apareciendo de sorpresa y se quedan mirando un buen rato sin decirse nada,
apenas pestañean. Octavio encontró al amor de su vida, es tan enamoradizo este cabro, conozco esa mirada media aturdida y brillo-
cita, así como dando pena, pero ella es mía. Yo la vi primero.

Disculpa si te asustó, es muy juguetón este chiquillo, no es mi hijo, es mi amigo, claro, un cachorro todavía. Me llamo Max,
¿y tú? Qué lindo nombre, Corina, Corina0 ¿Por qué tan sola? Te entiendo, a mí también me provoca eso la playa, me inspira, no sé
qué será, las olas, tal vez la paz. Por supuesto, para caminar y pensar estos días nublados son espectaculares, pero hace un poco
de frío ¿no crees? Octavio, oye pendejo, deja de mirar así a la Corina. Discúlpalo, está nervioso. ¿Te molesta si te acompañamos?

***

Corina tiene algo que me envuelve, me atrapa, me enreda con sus rulos rojo pasión, y quedo esperando que se lance y me
ataque con besos, garras, mordiscos, lengüetazos. Tiene pinta de tranquila pero es brava, se las trae. Voy a todos lados con ella, la
dejo en la universidad, a veces la voy a buscar. Octavio de vez en cuando me acompaña, cuando le dan permiso y no está encerra-
do con llave. En las calles me atravieso con cada imbécil que la jotea, pero yo no digo nada, no soy celoso. Sé que no me va a cam-
biar por cualquier pelagato.

Me desvanezco en su olor, le digo cosas al oído aunque a veces no me entienda, cosas lindas para que me quiera. Me
encanta Corina, me encantan todas las mujeres, pero ella más. Desde el día que la descubrimos con Octavio no he pasado ni uno
sin verla, estaba tan botaita la pobre, le hacía falta alguien que la acompañara.

Mi niña, mi amor, vida mía, mi guagüita, bebé, cariño, mi wachita, wachita rica, más rica, más linda, diosa, te voy a ver a la
tarde a tu casa, ¿Quieres que te vaya a buscar a la Universidad? No hay problema linda, sólo quiero estar contigo, reina, mi prince-
sa, preciosa, bombón, dulzura, mi sweety, mi baby, honey, mamita, claro que te extraño y pienso en ti todo el día, me tienes loquito,
cosita linda, cielito, besos, miles de besos, y mordiscos ahí donde te gusta, te adoro, chao.

***

Estas cosas me pasan sólo a mí, no digas que soy exagerada, si es enserio, no insistas, no estoy gritando ¡¡No estoy exal-
tada!! Ok, inhalo... exhalo... ¿Otra vez? Sí, ya me calmé un poco, disculpa que te moleste con mis tonteras. Tengo un nudo en el
pecho y necesito desahogarme, deja que te cuente, aunque ya debes saberlo, has visto de cerca los hechos y eres su mejor amigo.
No entiendo, ni siquiera se me pasó por la cabeza algo así. Es que yo esperaba tener un compañero, un partner, alguien con quien
compartir y dar amor... sólo necesitaba un poco de amor.

El día que nos conocimos hacía frío, como ahora pero un poquito más, ¿Tienes frío? Pucha, que lata que no te dejen salir,
podríamos haber ido a caminar. ¿En qué estaba? Cuando los conocí. Me sentía tan mal ese día, parece que te conté por qué, bue-
no, te cuento de nuevo, estaba destruida por el pastel de mi ex, viste, si me ligan los pasteles, como si tuviera el la frente un cartel
que dice “Se aceptan pasteles de cualquier tipo”, no sé que onda. Y como sabes, me gusta la playa para pensar, hasta que apare-
cieron ustedes y me alegraron todos los días de ahí en adelante, especialmente Max. Yo creo que sí, imposible no quererlo.
Oye, me encanta conversar contigo, eres súper comprensivo, gracias lindo, me ponen roja los piropos, ¡Qué vergüenza! Ya, dé-
jame hablar, entonces de ahí en adelante fue todo de viento en popa, más que increíble, me sentía cómoda, querida, en las nu-
bes, sentía mariposas en la guata cuando lo veía. ¿Sabes? Me da pena contarte esto porque tú trataste de decirme tantas veces
lo que iba a pasar, y yo no te pesqué nunca, ya, filo no más, pero debiste ser más explícito, qué sabía yo que cuando movías la
oreja derecha era para decirme que querías conversar, no soy adivina. Bueno, los días fueron pasando, Max caía bien en todas
partes donde lo llevaba, es que tiene como ángel. Me encantaba que fuera a mi casa, mi mamá estaba chocha, Corina que bue-
no que estés acompañada, pero me dijo que tuviera cuidado, siempre dice lo mismo, pero yo era feliz y eso era lo que importa-
ba.

¿Por qué no te escapas un ratito? No seas fome si no te van a pillar, es que es incómodo conversar con estas rejas
entremedio de nosotros, di que sí. Okey, no te molestes, pero no entiendo por qué son tan pesados en tu casa, que lata, y te
dejan encerrado más encima, no puedo ni pasar. Bueno, te sigo contando, las cosas se pusieron extrañas cuando Max empezó
a desaparecer. Por ejemplo, me iba a buscar a la Universidad, y nos íbamos caminando hasta mi casa, qué cuático eres, si que-
da bien cerca, unas veinte cuadras no más, conversando no se hacen nada. Entonces íbamos caminando y de repente no esta-
ba a mi lado, se desaparecía, te juro Octavio que es verdad, como si la tierra se lo tragara. Después no daba señales de vida
hasta la noche porque se le ocurría ir a mi casa. Se ponía debajo de la ventana de mi pieza y me pedía perdón, que por favor le
abriera, me decía y yo lo dejaba pasar a la hora que fuera, me daba pena porque hace tanto frío por las noches. Yo me enojaba
y me pasaba rollos, que andaba con otra mina, no sé, imaginé miles de cosas. Eso de la desaparición pasó a ser frecuente, al
principio como te decía, me enojaba un poco, después ya no lo aguantaba, cuando lo veía era para pedirle explicaciones y él se
hacía el loco, Corina, siempre estoy al lado tuyo, parezco perro faldero, lo que pasa es que te aburriste de mí y ya no me pescas,
estoy sufriendo, me decía y yo ardía en rabia, tanta mentira que me dijo, yo siempre lo quise. Entonces empezaba a gritarle, él
se defendía con eso de que no lo quería, que no lo tomaba en cuenta y lloraba, imagínate a Max llorando apoyado en mis pier-
nas a moco tendido. Al principio me conmovía, pero después no. Mi mamá entraba a la pieza y lo corría porque lloraba muy fuer-
te y no dejaba dormir a nadie.

Me voy a sentar en el pasto, mucho mejor así, me estaban doliendo las rodillas de tanto estar agachada, ¡No seas inso-
lente! Vieja será tu abuela. Además eres tú el que prefiere quedase encerrado en el antejardín en vez de ir a dar una vuelta con-
migo. La última vez que lo vi fue la semana pasada. Iba camino a la Universidad y estaba esperándome en una esquina. Supe al
tiro que algo estaba mal, o sea, más mal que de costumbre porque me miraba con cara de tres metros. Y ese día había salido el
sol, de invierno que no abriga nada, pero sol. No podemos seguir con esto, me dijo de una, imagínate, no me dejó ni saludarlo, al
grano inmediatamente y qudé hiper colgá, no sabía qué decirle, yo no atinaba a nada. Entonces miré a su lado y andaba con una
perra blanca asquerosa, una quiltra cualquiera. Cuando quité mis ojos de la perra para responderle, había desaparecido otra vez.
La quiltra me miró medio feo y se alejó con un perro negro bien lindo.

Así que aquí estoy Octavio. Tengo pena, lo extraño mucho, me había acostumbrado a él, pienso que es mejor que me
haya dicho que quería terminar, no puedo estar con alguien que aparece y desaparece de la nada, pero lo quiero, tengo ganas
de verlo, ése es el problema. ¿Qué crees que tengo que hacer?

- Señorita, ¿Busca a alguien?

- No caballero, solo conversaba con Octavio, disculpe, no lo rete por favor, sólo conversábamos.

- ¿Conversar? Dudo que él la pueda entender señorita, es apenas un cachorro. Mejor váyase a su casa, Octavio se va a entrar
ahora. El veterinario dijo que no podía exponerlo a días tan fríos como éste.
Cuenta la leyenda que en tiempos inmemoriales, nadie sabe cuando, hubo en la tierra un episodio extraor-
dinario. No se sabe exactamente donde, las versiones son variadas y los detalles están distorsionados al pasar de
boca en boca.

El sol brillaba como nunca pese a que era época de frío y de constantes heladas. Corría en el aire una brisa tan
suave y tan calida que hasta el mismo invierno se sentía cobijado. El día parecía vestirse de gala para la ocasión, y
entonces0 pasó. Nació una niña preciosa llamada Esmeralda. Su madre Lola y su padre Gabriel quedaron mara-
villados al verla.

Ellos eran gente muy humilde y estaban solos en el mundo, lejos de sus familias no contaban con nadie, solo el
uno con el otro y los dos con sus poquísimos recursos, pero afortunadamente ambos eran dueños de grandes cora-
zones, corazones felices que latían más fuerte que nunca porque después de tantas ansias la espera terminó por
conocer ese rostro, ese que durante tanto tiempo habían soñado.

El parto fue rápido, Esmeralda llegó al mundo sin ninguna dificultad y no demoró en abrir los ojitos, tan bonitos,
brillantes, color esmeralda. Esos espectaculares ojos fueron el imprevisto que le dio nombre, desplazando al que
habían escogido sus padres.

Solo Gabriel asistió el nacimiento, dado que sucedió un poco antes de lo esperado y no hubo tiempo de avisar a la
partera. El lugar donde vivían era bastante alejado y sereno pero tenían un pequeño pueblito a pocos kilómetros de
allí.

La beba nunca lloró pero si sonrió, era algo extraña. Su rápida evolución se hizo notable horas después del naci-
miento. Su madre y su padre no podían salir del asombro al ver que la recién nacida comenzaba a incorporarse.

Bajó del catre y se deslizó por el suelo, gateando.

¿Cómo puede ser posible? -pensaban- Solo tiene horas0 ¡nadie adquiere la capacidad de levantarse tan pronto!

0¡para mí! No es físicamente posible -decía Lola-

¡Quédate tranquila! -dijo Gabriel- tiene que haber una explicación lógica para esto0

0¡enseguida vuelvo! Y Salió rápidamente en busca de un medico conocido, pero apenas cerró la puerta Lola es-
cuchó una vocecita que decía: ¡mami, mami, no te asustes! Esmeralda sentada en el suelo estaba hablándole. Lola
no podía reaccionar, estaba anonadada, impresionada, completamente paralizada y Esmeralda solo sonreía, con
sus ojazos expectantes la miraba curiosa.

Pasaron horas las dos inmersas en esa mirada de reconocimiento, no volaba una mosca en la casa, ni una ni otra
emitía sonido, el silencio era impetuoso y para ese entonces Lola no podía dilucidar que era real y que no lo era, se
encontraba confundida, desorientada, entonces decidió no pensar más, tomó la beba en brazos como para hacerla
dormir justo cuando escuchó la puerta que se abría con la fuerza de un torbellino. Era Gabriel llegando presuroso
con el medico para examinar a la particular criaturita.
Por mucho que la revisó, nada raro le encontró, era perfectamente normal y actuaba como tal.

El medico se marchó furioso, diciéndoles que no era gracioso burlarse de alguien con tanto deber. -¡Y que sea la
última vez que me engañan con cuentos fantásticos!-

¡Abrase visto! Que vergüenza0 (Murmuraba mientras se alejaba).

Lola y Gabriel se miraron sin entender y al no hallar explicación lo atribuyeron a su imaginación. Decidieron olvi-
dar el asunto y no hablarlo jamás con nadie, temían ser discriminados y excluidos por locos o por raros.

Mientras tanto Esmeralda sollozaba y los veía de costado, ya en verdad no parecía tener súper poderes o algo
parecido.

Pasaron quince años y la humilde residencia de la familia se vestía de fiesta para celebrar el cumpleaños de Es-
meralda, quien se había convertido en la favorita, la niña más querida por todos los lugareños. No hubo quien no
asistió, todo eran flores y colores, la llenaron de abrazos y canciones.

Esmeralda era demasiado madura para su edad, en verdad ya se veía como toda una mujer. Siempre contenta,
su alegría y su espíritu contagiaba a todo el que la viera. Siempre generosa y preocupada por los otros, soluciona-
ba problemas, disputas y diferencias. La gente vivía más junta y mejor desde su llegada al pueblo.

Como caída del cielo, parecía un ángel sin alas.

Sus padres, que en todos estos años habían progresado muchísimo, social, económicamente y en todos los senti-
dos posibles, pensaron mucho en un regalo apropiado para darle y decidieron que sea un vestido para la gran no-
che. Esmeralda quedó encantada con el obsequio y no tardó en ponérselo para lucir ante todos hermosa.

Después de la gran fiesta, al irse todos los invitados, Gabriel y Lola se recostaron en la cama exhaustos, Esmeral-
da podía observarlos por la rendija de la puerta apenas entreabierta. Pensaba que había llegado el momento de
decirles la verdad, de decirles que ella realmente nunca fue una niña corriente y que recuerda cada día de su vida
desde que nació. Que si habló teniendo apenas horas, que no fue ninguna alucinación, pero se calló al ver la reac-
ción. Que vino al mundo con la misión de salvarlos de la miseria y la desesperación, también para enseñarle a su
pueblo muchas cosas de la vida, usando su inteligencia como arma y su alma como guía.

Pero de tanto pensar como decirlo, cuando volteó a mirar a sus padres ya estaban dormidos, entonces Esmeralda
volvió a pensar y reflexionó. Tal vez sea mejor así0y siguió callando para que ellos sigan viéndola como su peque-
ña hijita y crean deber protegerla, siempre.

Porque hasta un ángel protector, lleno de dones y poderes especiales, necesita que lo guarden.
Las Charts son criaturas semejantes a las hormigas pero de color blanco, tienen el tamaño y grosor de una banana y
sobre sus espaldas esta escrito con color rojo el nombre de una persona. Ellas habitan en el mundo real, y deambulan por todos
lados, pero la gente no pude verlas y es mejor así, ya que cuando un chart encuentra a la persona con el nombre que indica su
espalda es porque han de partir de este mundo. Demás esta decir que todos tenemos un chart en algún lugar caminando hacia
nosotros.

Lo se porque desde mi nacimiento que puedo verlas, eso causa recelo y mi familia me ha obligado a callar para no es-
pantar a la gente cuando veo rondar a estas criaturas cerca suyo, a fin de cuentas a nadie le gusta que le digan que estan pron-
tas a morir.

Crecí acostumbrándome a verlas amontonándose en los hospitales y por las calles deambulando de un lado a otro con
su torpe andar.

Esta habilidad me llevó a crear un mundo mágico y especial para mi, decidí dejar de ignorar a estas criaturas, compré
un cuaderno y comencé a anotar algunos nombres que luego buscaba en los avisos fúnebres del periódico para saber cuantas
de ellas habían llegado a su destino. Tiempo después deje esa practica por considerarla impertinente.

De un día para otro, una extraña enfermedad me atacó, mi salud se vio muy afectada y los doctores no encontraban la
cura. En mis sueños veía llegar a las charts a mi lecho, una de ellas tenía mi nombre y me atacaba, sentía miedo y las pesadillas
no paraban. El dolor se hizo muy intenso y sentí que las fuerzas me abandonaban, creí que mi enfermedad era incurable, decidí
acabar con la espera y partí en búsqueda de mi chart para aceptarla y terminar este calvario.

Dediqué mucho tiempo en mi viaje, perseguí a las charts pensando que tendrían alguna ruta de origen similar pero no
encontré ninguna señal. En poco tiempo aprendí muchas cosas, entre ellas a trabajar en mis miedos para superarlos, entendí
que si no superaba el miedo a la muerte no podría vivir en paz puesto que es en un ciclo natural por el cual todos debemos pa-
sar, como un constante flujo de energía que se renueva. Me dieron muchas ganas de vivir, quise con ansias seguir viviendo para
disfrutar los detalles que antes había pasado por alto, quise curarme y empecé por creer que existían los milagros.

Luchaba contra la enfermedad como un guerrero y fue entonces cuando tuve una revelación que cambiaria mi vida. Me
di cuenta de que en realidad yo luchaba contra mi mismo, contra mis miedos internos, ¡mi enfermedad era un grito desesperado
de cariño!, yo quería que alguien me amara y mendigaba un poco de cariño haciéndome el enfermo, necesitaba llamar la aten-
ción que nadie me dio porque en mi mundo mágico no aceptaba a nadie, sin querer me aislé por el solo hecho de que los demás
no eran como yo, cuan equivocado estaba si yo no era tan especial ni un señor todopoderoso, mi estrechez de mente me exilió
en un mundo frío y enfermo.

Desde ese día que trato de vivir en armonía y a dar lo mejor de mí en beneficio de los demás. Ayudando a los que siem-
pre ignoré encontré la paz y el amor que sanaba poco a poco a mi alma.

Las charts ya no me parecen las criaturas despreciables que traen la muerte sino los seres que al igual que nosotros
viven en búsqueda de su destino, ellas no vienen a matarnos sino a mostrarnos el camino a la eternidad.

Cuando mi chart me encuentre la recibiré con el amor y la gratitud que se merece, de nosotros quedará solamente la
estela del camino que un día recorrimos en este mundo, dando paso al viaje en que ya no estaré solo.
Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con el seu-
(1904-1973) dónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de don José del
Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa Basoalto Opazo,
maestra de escuela, fallecida poco años después del nacimiento del poeta.

En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con Trini-


dad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos textos como
Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con el nombre de Mama-
dre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres de esta ciudad, donde tam-
bién publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En
1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema
N o c t u r n o i d e a l .

En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Univer-


sidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera
con el poema La canción de fiesta, publicado posteriormente en la revista
Juventud. En 1923, publica Crepusculario, que es reconocido por escritores
como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Al año siguiente aparece en
Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desespera-
da, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. Posteriormente
se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista
en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ; Ani-
llos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.

En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul


en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Fe-
derico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Al-
tolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde para
la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese
mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.

En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, Neruda es


destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón. En 1945 ob-
tiene el premio Nacional de Literatura.

En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención
social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954
Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 aparece Estravagario con
un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga el título de doctor
honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre de
1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.

Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se


publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.
¿Qué es la poesía? ¿Se remonta a los orígenes de la universidad? ¿Al eco de las colisiones intercósmicas, hábil-
mente conducidas por seres celestiales? ¿Es el despliegue de llamaradas y fogonazos de luz intercósmicos que recono-
cieron la certeza de una autoridad suprema controlando el universo? ¿Es poesía el hecho de que una mujer Neandertal
acariciara el cabello de un niño?

Actualmente con una pronunciada madurez de la sensibilidad hemos limitado la poesía de la experiencia a la
palabra escrita, actividad que sólo tiene unos pocos miles de años de antigüedad y se halla en declinación.
Hoy sostenemos que cualquier conjunto de palabras que responden a estos tiempos salvajes en los que vivimos es poe-
sía, sin importarnos si esas palabras tienen o no tienen significado. Ahora necesitamos una nueva tecnología que nos
permita arrojar luz sobre la conciencia general. Sin embargo, no se puede negar que la tecnología científica posee su
propia poesía, una que se aleja en proporciones geométricas de las necesidades del hombre, de su dignidad en esta épo-
ca brutal, en este nuevo siglo en que el hombre enfrenta la barbarie del hombre y de la naturaleza.
Un tiempo en que la tierra agota sus recursos, el tiempo del calentamiento global y de un futuro de creciente codicia; sí,
en el presente la poesía declina hacia el limbo de la humanidad y necesita del G20 de la sabiduría humana y de la re-
flexión para revivir sus glorias pasadas.

El futuro de la poesía, como el de muchas cosas depende de los niños. Debemos preguntarnos si los niños reci-
ben una educación que les permita apreciar y emocionarse con el espíritu de la poesía. Pienso que no. Si deseamos que
el fuego de la poesía sobreviva debemos comenzar desde el principio asumiendo el arrobamiento y el temor reverente
que la rodea. Debemos lograr que los niños perciban la poesía como parte de sus juegos y entretenimientos para poder
enfrentar la crudeza de la televisión, los videos e incluso del cine. Para que puedan acceder a la poesía, en tanto esta
pueda constituir su salvación, representando la sangre eterna de la vida. Este proceso en un sentido amplio debe incluir
el acertijo cósmico introduciendo la alegría y el respeto por el pulso de la vida.

Cuando en Gambia se enteraron del Festival de Medellín se escucharon varios comentarios negativo, decepcio-
nantes. Oh en ese país existe la guerrilla, están asesinando personas. ¿Cómo pueden pensar en la poesía? ¿Tendrás sufi-
ciente comida? ¿Y si te secuestran? Para mí fue suficiente que en esa tierra se viviera y honrara la poesía. ¿En cuántos
países se organizan festivales de poesía? Me asombró profundamente que a pesar de la violencia y todos los problemas
que esta acarrea en Medellín se pensara en la poesía.
Cuando meditamos sobre los cataclismos y todas las dificultades que han tenido lugar en este último siglo, debe-
mos reconocer que el mundo ha sufrido cambios que van más allá de todo entendimiento humano.
Sin ir más lejos, los cambios ocurridos en la Unión Soviética. Recordemos la poesía mecánica de comienzos del proce-
so revolucionario, sólo quebrada marginalmente por Maya Skorsky y Yevtushenko y Mandestan y Akhamatova y algu-
nos otros que se zambulleron profundamente en las aguas de la poesía como los pescadores de perlas, emergiendo con
su brillante tesoro.

Actitud retomada por A. Ginsberg que guió a los poetas. Luego, la rebelión de la juventud de Occidente, en-
frentando el status quo y también su desesperada búsqueda de la igualdad.
Recientemente hemos escuchado a los raperos que aspiran a que nos paremos sobre nuestras cabezas para comprender
su mensaje. Algunos raperos incluso se han hecho famosos por derecho propio e ingresan a los salones de la fama. Lo
que no los exime de que cuestionemos la moralidad de sus obras; esa preferencia por las regiones más burdas de la acti-
vidad humana y su voluntarismo de combinar fama, celebridad y el mundo de la criminalidad.

Indudablemente la poesía ha recibido fuertes golpes destructivos de parte de distintos poetas de generaciones
diferentes, pero a pesar de ello continúa existiendo; y remodelará y corromperá a muchas generaciones más. Allí, Neru-
da permanecerá sentado en su trono. Quizás el dicho mejor conocido de nuestra época es aquel que sostiene que:
“Hablar y hablar es mucho mejor que guerrear y guerrear. No se me ocurre otro deletéreo comentario sobre este nuestro
tiempo.

Lenrie Peters nació en Banjul, Gambia, el 1 de septiembre de 1932. Poeta, narrador, editor, médico cirujano y cantante de óperas.
Un breve resumen de las características de un poeta.
Del libro “LOS SUEÑOS DE LOS POETAS” (1965) de Wilhelm Stekel, psicólogo.

“¿Y el poeta? Muestra los mismos rasgos de carácter que el parapàtico, pero en mayor medida. Y su
arte le permite liberarse de ellos. El poeta posee la capacidad de liberarse de ellos. El poeta posee la
capacidad de supera al criminal y al neurótico que se albergan en su alma. Posee la conciencia agudi-
zada del hombre civilizado, una conciencia hipersensible que reacciona con conciencia de culpabilidad
ante la más mínima trasgresión. Es vanidoso y, al igual que el parapàtico, quiere ser “el único”. Apa-
rentemente, no crea más que para él mismo. Pero en realidad, lo hace para el mundo, para destacarse.
Su voluntad de poderío busca el éxito. Cuanto mas alto asciende, tanto mas habrá sojuzgado o a las
masas. Coacciona sobre lectores y oyentes. La voluntad del poderío no es, en realidad, más que volun-
tad de amor. La voluntad de poder es el deseo de ser amado por todos. Y el amor es sumisión. A la vo-
luntad de poderío le corresponde, como término polar apuesto, la voluntad de sumisión. Y esta volun-
tad de sumisión se manifiesta en el poeta la más de las veces como una exagera adoración de la femi-
neidad, y en las poetisas una exagerada reverencia del hombre. La lírica amatoria nos proporciona
abundantes pruebas de esta voluntad de sumisión. Pero también ocurre lo contrario. La lucha de los
sexos domina la labor creadora y se convierte en leimotiv de la obra (Strindberrg).

Lo mismo que el criminal, el poeta quiere tener constante publicidad. Se siente desdichado si no
se habla de el o si no se escribe sobre su obra. No quiere que lo olviden. Sus obras una variable interro-
gante: ¿Qué dirá el público? Los artistas son celosos y hasta mezquinos al enjuiciar la obra de sus cole-
gas. Este rasgo lo encontramos con la máxima evidencia entre actores y, especialmente, cantantes. Pe-
ro tampoco los poetas se ven libres de la envidia. Goethe podía pasar hasta una noche si conciliar el
sueño porque a Schiller se le quería rendir grandes honores. Por el amor al gran hombre, el público de-
bía a su homenaje, rendido, por los demás, a un amigo suyo, como era Schiller… Y hasta tal cosa ocu-
rre con héroes como Goethe, ¿Qué no ocurra entre pequeños dioses? Esa es la única razón por la cual
el mundo ha de ser ciego para con los defectos de los grandes. La envidia enceguece. A los muertos se
les tributa espontáneamente los homenajes que se les negó a los vivos.

También los poetas son seres insatisfechos y se quejan del destino. Sus días diarios íntimos sue-
len estar llenos de lamentaciones; que se sienten incomprendidos, no se los estima en todo lo que va-
len, añoran que alguien los entienda y los reconozca. El resto de los íntimos tales como la crueldad y la
rabia, se descarga en la obra y el sueño.

El poeta es capaz de superar estos rasgos neuróticos por medio de su obra. Se diferencia del neu-
rótico común en cuanto a amplitud de horizonte. Mientras el parapàtico no ve ni quiere ver más que su
propia personalidad y sus propios males, el poeta se libera de esto gracias a su punto de vista más ele-
vado. Lucha contra su propia pequeñez y se eleva por encima de ella.

(…) Todos los poetas son narcisistas, están enamorados de si mismos. Llegando el caso, no cabe duda
de que pueden llevar la autocrítica hasta convertirse en jueces inexorables de sus propios actos, pero
aun cuando se desprecien, no dejaran de admirarse a si mismos. Pues en ese caso admiraran la propia
grandeza de su alma, que los llevó a autodespreciarse, la objetividad que mostraron frente su propio
yo. El impulso creador se apodera de la propia vida.”
¿Dónde estamos, para dónde vamos? Pregunta que me hago a diario cuando observo con gran
inquietud el entorno en el que me desenvuelvo y el mundo donde vivo.

Tantos conflictos que aparentemente no tienen solución, hambre y miseria, derramamiento de


sangre innecesaria, tiranos, represión, desigualdad, destrucción ecológica, ambición sin frenos...........que
más?

¿Qué puedo esperar del futuro? Solamente con el conocimiento del ayer y las realidades de este
presente puedo visualizar el mañana..........deprimente. Mi generación y los valores que hemos aprendido
están errados. Nuestra única esperanza es el cambiar y desaprender lo que se nos a enseñado, por con-
dicionamiento, revalorizando nuestras metas e ideales.

Lo más difícil para mí es ver que mis compañeros y colegas no comparten esta visión catastrófica,
creen que todo es color de rosa y que su inalámbrico, laptop y carro nuevo es todo lo que necesitan. Tie-
nen una concepción de un futuro de alta tecnología donde nada faltara para su bienestar personal. Están
equivocados y no lo saben o no lo quieren ver.

Pocos somos los jóvenes que sabemos que las cosas no andan tan bien y que la alta tecnología
puede ser un contaminante más para destruir nuestras vidas en un futuro no muy lejano. Existe una ca-
rencia de jóvenes que estén conscientes de los peligros inminentes que enfrentamos. No ven que la raza
humana va por mal camino, quizás desapareciendo del planeta o el planeta quedando inhospedable para
cualquier ser viviente.

No es por falta de información que esto pudiese ocurrir. Sabemos todos que La Tierra peligra si
continuamos abusando de los recursos y contaminado el propio aire que respiramos. Estamos muy cons-
cientes de los innecesarios y sangrientos conflictos entre las naciones y gobiernos y que se valoriza el
dinero más que la supervivencia y el desarrollo saludable de la humanidad.

Como joven estudiando una carrera en ciencias sociales lo único que puedo hacer es difundir mis
ideas con puño y letra y con palabras, platicando con mis compañeros, con los adultos y con todo el que
quiera oír este grito desesperado.

Simplemente debemos de cambiar nuestro enfoque, nuestra forma de vida abusiva, nuestro cami-
no de destrucción. Motivar el cambio y, si estamos a tiempo, crearemos un futuro en el cual seamos se-
res humanos dignos, con paz, igualdad y hermandad. Gozaremos de un planeta donde el aire sea puro y
todos los seres podrán disfrutar de la armonía y coexistencia pacifica. No se "a donde vamos" pero sé a
donde voy".
Cien años de soledad es una novela del escritor colombia-
no Gabriel García Márquez. Considerada una obra maestra de la
literatura hispanoamericana y universal, es una de las obras más
traducidas y leídas en español. Fue catalogada como la segunda
obra más importante de la lengua castellana después de Don Qui-
jote de la Mancha durante el IV Congreso Internacional de la Len-
gua Española celebrado en Cartagena, Colombia, en marzo de
2007.

La primera edición de la novela fue publicada en Buenos


Aires, Argentina, en mayo de 1967 por la Editorial Sudamerica-
na[1] con un tiraje inicial de 8.000 ejemplares; hasta la fecha se
han vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida
a 35 idiomas.

Publicada en 1967, Cien años de soledad relata el origen,


la evolución y la ruina de Macondo, una aldea imaginaria que
había hecho su aparición en las tres novelas cortas que su autor
había publicado con anterioridad. Estructurada como una saga fa-
miliar, la historia de la estirpe de los Buendía se extiende por más
de cien años, y cuenta con seis generaciones para hacerlo.

La crónica de los Buendía, que acumula una gran cantidad


de episodios fantásticos, divertidos y violentos, y la de Macondo,
desde su fundación hasta su fin, representan el ciclo completo de
una cultura y un mundo. El clima de violencia en el que se des-
arrollan sus personajes es el que marca la soledad que los caracteriza, provocada más por las condiciones de vida
que por las angustias existenciales del individuo.

El realismo mágico (también llamado lo real maravilloso) hace posible que la objetividad de la vida mate-
rial se vea matizada por la subjetividad de la fantasía. Lo insólito (situaciones parecidas a los cuentos de hadas,
levitaciones, premoniciones, la extrasensorialidad presente) da lugar a una atmósfera mágica que atenúa la mise-
ria social y humana, de forma que lo mágico subraya la dureza y desajuste de la realidad, la violencia que domina
la vida cotidiana.
Avda. Los Escritores,
revista literaria online,
convoca a escritores a
participar de su publica-
ción Semestral.

Publicamos:

• cuentos
• Poemas
• Ensayos
• Fragmentos de nove-
las
• Artículos

No importa la nacionali-
dad sino solamente las
ganas e interés de difun-
dir sus trabajos.

Contacto: hisrafel@hotmail.com
Hoy leí que nosotros los autores somos dioses,
podemos hacer que nuestro personaje sea un héroe
amado por todos, que conquiste todas las tierras y a
todas las musas...llevarlo al cielo, pero también pode-
mos hacerlo caer por el abismo sin fin o condenarlo al
infierno, matarlo, descuartizarlo y erradicar toda su
descendencia. Ese es nuestro poder, ¿el poder de los
Revista Avda. Los Escritores escritores que nos hace dioses? Si y No, Si porque
es una revista digital dedicada nuestra imaginación no tiene limites y nadie pude res-
a la literatura en general. tringir nuestras obras, y No porque un dios es perfecto
y nosotros pasamos toda una vida buscando la perfec-
ción, o al menos para nuestros escritos.

Coordina y edita, El Anthar Como dioses creadores entonces creemos algo


Vallenar—Chile bello, algo tal vez efímero pero con cariño, mostremos
hisrafel@hotmail.com nuestros escritos a los demás, sembremos algunas
mentes y crezcamos como personas integrales en la
sociedad que nos toca vivir.

Todos los textos y obras En este primer volumen están incluidos peque-
publicadas son propiedad de ños y humildes aportes de amigos, esos que en el ano-
sus respectivos dueños. nimato escribimos y hacemos arte que pocas veces
compartimos.

Si esto llega a tus manos, sea por casualidad o


por interés ,tienes la oportunidad de tomar o dejar una
invitación que siempre está hecha, nuestras paginas
están abiertas para plasmar tu pensamiento, queremos
saber que sienten otros como nosotros, otros anóni-
mos que hacen de las letras una forma de vida .

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