Professional Documents
Culture Documents
Tambin tiene momentos amargos como dar la noticia de que un recin nacido
tiene una malformacin grave o que a pesar de los esfuerzos no se pudo
vencer a la muerte y por supuesto sufrir tambin la ingratitud de un paciente o
sus familiares.
Sin duda que quien fue creado para ser mdico, disfruta su profesin, pero
lejos de lo que la gente piensa que debe ser un apostolado, la labor del mdico
es su modus vivendi, de ella pagar una casa, dar de comer a su familia,
tendr que pagar su preparacin continua asistiendo a congresos y cursos,
adems de darse de vez en cuando un gusto, unas vacaciones, estrenar ropa,
etc., as que no andar por los caminos con una sotana franciscana viviendo de
la caridad.
Hoy da a diferencia de antao, la gente ya no es tan agradecida con su
mdico, aunque ste le sirva de consejero, pao de lgrimas, dador de aliento
y consuelo adems de devolverle la salud o al menos hacerle la vida ms
placentera cuando el mal ya no tiene remedio, sin embargo seguir ejerciendo
su profesin con entrega y sobre todo con amor, luchando a cada momento
contra la enfermedad y la muerte y finalmente sentirse agradecido con la vida,
por haberlo elegido para ser mdico.
Ser mdico en el destino de un hombre, es adquirir una gran responsabilidad,
entregarse con amor, estudiar incansablemente, noches de desvelo, encantos
y desencantos, que inician al momento de hacer el juramento de Hipcrates y
terminan con el ltimo suspiro.
Felicidades amigos mdicos, al celebrarse hoy nuestro da y que Apolo,
Esculapio, Hygeia y Panacea sigan iluminando nuestro camino...