hacían a todas luces necesarios. Uno de ellos consiste en un ropero destinado a acoger de forma digna el ajuar textil de Nuestra Señora de los Dolores, que hasta ahora convivía en un armario junto a los ropajes de acólitos, lo que conllevaba una excesiva apretura. El otro mueble tiene como destino albergar el archivo histórico de la Hermandad (documentos, actas, etc); conservar adecuadamente estos documentos supone nada más y nada menos que preservar nuestra historia, cosa que a partir de ahora más asegurada.