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‹‹‹ Cuando se hace una histerectomía vaginal se hace una histerectomía; cuando se hace
una histerectomía abdominal se hacen dos intervenciones: una laparotomía y una
histerectomía…
Richter
INTRODUCCIÓN.
La histerectomía es un procedimiento quirúrgico frecuente. Anualmente se operan
600.000 mujeres en Estados Unidos, siendo ésta la segunda cirugía en frecuencia en
mujeres en edad reproductiva (1), sólo superada por la cesárea.
ANTECEDENTES
Desde un punto de vista histórico esenciales de la ginecología es la correspondiente a la
cirugía pélvica. Puede decirse con certeza que la cirugía abdominal comenzó en los
alrededores de Kentucky, cuando Ephraim McDowell extirpó con éxito un tumor
ovárico de gran tamaño en el año 1809 (1). Amussat de Francia, llevó a cabo en el año
1840 la primera miomectomía de que se tenga noticia (2). En los Estados Unidos la
operación fue realizada un poco más tarde por Washintong Atlee. En 1850, el profesor
Mussey escribió: “De todas las hazañas de la cirugía moderna que conocemos, ninguna
tiene la relevancia ni es tan extraordinaria como la operación practicada por el profesor
Atlee para la extirpación de tumores fibrosos (3, 4). El útero órgano ginecológico
asiento de un sin número de enfermedades unas benignas y otras malignas ha sido
objeto de estudio durante años y además son
disímiles las técnicas quirúrgicas que se han ensayado en este. Por lo que pudiera
decirse que es el órgano que más intervenciones quirúrgicas recibe a los largo de los
años desde la era de la anestesia la cual fundó el desarrollo de la cirugía, solamente
si calculamos la cantidad de operaciones cesáreas que se realizan anualmente en el
mundo sobrepasaría la cifra de cualquier otro tipo de intervención. No queda exento
de esto la histerectomía del griego histero (útero) ectomía (sacar), esta fue llevada a
cabo satisfactoriamente sólo muchos años después que la ovariectomía y cuando
esta constituía una operación bastante frecuente que se acompañada de cierto éxito.
La histerectomía vaginal precedió a la abdominal por siglos. La primera de ellas se le
atribuye a Sorano de Efeso, natural de Alejandría, quien en el año 120 A.C. amputó
un útero gangrenoso prolapsado por vía vaginal (3). La primera con éxito fue realizada
por una “paciente” en 1670, como fue informado por Percival Willouby: Una vieja
campesina de 46-años llamada Fe Haworth estaba llevando una carga pesada de
carbón cuando su útero se derrumbó completamente. Frustrada por la ocurrencia
frecuente de este mal, ella agarró el útero, tiró tan duro como le fue posible, y cortó la
porción entera con un corto cuchillo. El sangramiento se detuvo manteniéndose viva
durante muchos años, "con agua que pasaba insensiblemente de día y noche" (la
comunicación de S. Joël-Cohen).
Histerectomía total abdominal.
A partir del año 1950 se produjo un cambio gradual, que va de la histerectomía
abdominal subtotal a la total, para el tratamiento de la enfermedad benigna. Uno de
los mayores avances técnicos, que ha contribuido en gran manera a la seguridad de
la histerectomía total y la subsiguiente prevención de fístulas, fue la extirpación
intrafascial del útero descrita por E. H Richardson, de Baltimore, en 1929 (7). La
histerectomía total abdominal es en la actualidad la operación ginecológica realizada
con mayor frecuencia en ginecología fuera de la Cesárea (7,8).
1. CONSIDERACIONES GENERALES:
La histerectomía por vía abdominal podrá ser parcial (sub.-total) y total. Actualmente la
histerectomía sub.-total es motivo de controversias por considerarse que deja un
remanente de tejido uterino, el que puede ser sitio propicio para patologías importantes
en las que se destaca el carcinoma.
La histerectomía total comprende la remoción tanto del cuerpo como del cervix; aunque
se ha demostrado que este procedimiento aumenta la morbi-mortalidad, es actualmente
la técnica de elección por las razones antes expuestas.
Es de advertir que esta morbi-mortalidad en los últimos años ha disminuido por los
adelantos técnicos de laboratorio, quirúrgicos, anestésicos y de cuidados pre y post-
operatorios.
La técnica más conocida para la remoción total del útero es la descrita por E. H.
Richardson, la cual ha sufrido ligeras modificaciones por algunos operadores en procura
de una técnica ideal.
Las ventajas atribuidas son las siguientes: Es más estética y por tanto las mujeres la
prefieren.
OBJETIVOS
Disminuir el tiempo anestésico y quirúrgico ( por debajo de los 60 Min)
Disminuir el consumo de suturas (no se hace hemostasia en la pared)
se seccionan y ligan al unísono los ligamentos redondos, los vasos uterováricos
y las trompas; y la cúpula se cierra con dos puntos.
Menor probabilidad de sangrado, hematoma y granuloma.
Menos probabilidad de hernia incisional e infecciones.
Poca probabilidad de prolapso de la cúpula vaginal y sangrado de vasos uterinos.
Menos traumática y menos dolorosa.
Disminuye la estadía hospitalaria postoperatoria en algo más de 48 h.
Disminuye los costos hospitalarios
A. Criterios de inclusión
Paciente con indicación de histerectomía:
– Leiomiomas uterinos.
– Patología endometrial
– Sospecha de adenomiosis sintomática.
– Dolor pélvico crónico de origen uterino.
– LIE de alto grado persistente.
– Consentimiento informado firmado
B. Criterios de exclusión
· Cirugía de abdomen inferior previa.
· Los úteros voluminosos.
· Mujeres obesas.
Sospecha de adherencias peritoneales firmes:
– Antecedente de peritonitis de cualquier origen.
– Antecedente de absceso tuboovárico.
– Antecedente o sospecha de endometriosis.
– Indicación de cirugía sobre los anexos:
– Presencia de tumor anexial.
– Presencia de prolapso uterino grado II o III.
–– Enfermedad respiratoria grave.
– Dos o más cirugías abdominales previas.
– Pacientes sin actividad sexual.
– Radioterapia local.
– Vagina infundibuliforme.
– Diámetro transverso uterino mayor de 10 cm a la ecografía.
– Pacientes que no hayan firmado el consentimiento informado.
MATERIAL Y MÉTODO
-Enfermedades benignas del útero: todas aquellas que no se encuentran vinculadas con
procesos malignos del útero y/o de sus anejos o de órganos vecinos.
Metódica:
Muestra:
Constituida por casos los cuales se escogerán al azar para el estudio, hasta un total de
105 casos para cada una de las dos técnicas empleadas. Se aplicaron los criterios de
inclusión siguientes:
Técnicas y procedimientos:
Los datos primarios se fueron obteniendo a medida que iban ocurriendo las
histerectomías, se incluían los casos de acuerdo a los criterios planteados y se pasaban
al modelo establecido en una computadora. Posteriormente se escogieron al azar cada
10 dígitos a las que irían a participar en el estudio, hasta tener un total de 105 casos para
cada una de las dos técnicas empleadas en el estudio, para luego aplicársele la prueba de
Chi Cuadrado con un nivel de significación estadística de 95 % de confianza para
determinar posibles asociaciones entre variables Los resultados se plasmaron en tablas,
se comentaron y analizaron de acuerdo a la literatura revisada. Se llegan a conclusiones
y se dejan recomendaciones.
Con el objetivo de determinar la factibilidad de este proceder. Con tal propósito se creó
una encuesta según la bibliografía revisada y el interés de los autores, que incluye las
variables siguientes: grupo de edades, método anestésico, tiempo anestésico, tiempo
quirúrgico, procedimientos añadidos, cantidad de material de sutura, complicaciones y
estadía hospitalaria postoperatoria. En todos lo casos se empleara profilaxis antibiótica
con cefalosporinas (cefazolina). Las pacientes se siguieran por consulta externa durante
40 días. Los datos se obtendrán de los expedientes clínicos y se procesaran de forma
computadorizada con el programa estadístico Microstat. Los resultados se exponen en
tablas.
RESULTADOS
DISCUSIÓN
La incisión quirúrgica que aparentemente parece ser cruenta, en la práctica, resultó
ser mucho más rápida, menos sangrante y con resultados estéticos óptimos. En la
actualidad en el mundo se observa una tendencia a las incisiones transversas
bajas.7 Ya en la cavidad se usa el separador de autorretención ideado por
O´Sullivan-O´Connor, seguidamente y tal como aparece en la técnica clásica de
Richardson descrita por Te Linde,8 se seccionan y ligan en su conjunto el ligamento
redondo, los vasos uteroovárico y la trompa a cada lado. Este paso no se efectúa
así hoy día, pero nos parece útil porque se gana en tiempo quirúrgico, se ahorra
sutura y al final no se utiliza el ligamento redondo como sostén de la cúpula
vaginal. En su momento se cierra la cúpula con dos puntos en cruz y se fija con el
ligamento uterosacro y el ligamento de Mackenrodt a cada lado, reforzando de esta
manera con otra sutura la ligadura de los vasos uterinos que transcurren a su
través. Hoy se considera que el sostén más importante del útero y la parte superior
de la vagina lo dan el ligamento uterosacro y el ligamento cardinal, transverso o de
Mackenrodt y que los ligamentos redondos, infundíbulo-pélvico y anchos tienen
menos valor en este sentido.9,10
Con relación a las suturas se utilizó con buenos resultados el catgut cromado
absorbible, aunque es conocido que se prefieren las suturas de absorción más lenta
como el Vicryl, Dexon, PDS, etc. 10-12 No se cerró el peritoneo como algunos autores
preconizan.13 La indicación quirúrgica es muy importante; en todos los casos se
pensó que la enfermedad era benigna aunque algunas mujeres tenían neoplasias
intraepiteliales cervicales (NIC III), en 3 de las cuales se demostró un carcinoma de
cuello. A estas pacientes se resecó un manguito vaginal cuando no se conocía aún
la existencia de un carcinoma. Es necesario insistir en no realizar histerectomías
innecesarias.1-2,14
En los hallazgos anatomopatológicos predominó el fibroma/leiomioma uterino, al
igual que documentan otros informes.14,15 La adenomiosis o endometriosis uterina
no es una indicación absoluta para la histerectomía cuando se diagnostica en el
preoperatorio, pero no siempre existe esta posibilidad.1,16
La morbilidad posoperatoria fue baja si se compara con otros estudios.1-4
Predominaron el sangrado menor y las infecciones, que se consideraron bajas
cuando se comparan con las citadas por Hager para cirugía limpia contaminada, la
cual oscila entre 2-10 %.3 Incluso, es menor cuando se utiliza antibioticoterapia
profiláctica.2-5,16 Ningún caso necesitó reintervención quirúrgica, pero 3 pacientes
necesitaron reingreso, lo que concuerda con el reporte de Harris.4 La estadía
posoperatoria fue baja, lo cual vinculamos con el procedimiento practicado. Es
importante señalar que se aboga en la actualidad por disminuir la permanencia
hospitalaria con la finalidad de disminuir los costos por estadía.1,4,16,17
Las complicaciones encontradas no se relacionaron con las variaciones de la técnica
realizada, y las intervenciones fueron poco dolorosas y más estéticas.
Consideramos al igual que algunos autores que una técnica quirúrgica debe cumplir
con los siguientes aspectos:
• Ser segura
• Sencilla
• Reproducible
• Aplicable a la población que se asiste
Y para medir lo anterior se deben medir los siguientes parámetros:
• Tiempo operatorio
• Complicaciones intra-operatorias
• Complicaciones post-operatorias
• Perdidas sanguíneas
• Tamaño del útero
• Confort operatorio
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