C 8 Cultura

LA VOZ DEL INTERIOR

CÓRDOBA. DOMINGO 8 DE MAYO DE 2005

ENTREVISTA con Escritor

Andrés Rivera

“El escritor que dice

que sufre, miente”
Con una novela entre manos, titulada “Esto por ahora”, el narrador sigue indagando la violencia del presente y del
pasado en el país. Afirma que en la Argentina el lector se enfrenta al dilema de leer o comer.

Por Emanuel Rodríguez (Especial) Foto: Ramiro Pereyra

ndrés Rivera acaba

A
de publicar Esto por
ahora, una novela
breve que puede le-
erse como una se-
gunda parte de Tie-
rra de exilio. Las
maneras de la vio-
lencia fascista en el pasado y en el pre-
sente son de nuevo el tema principal de
su escritura.
El autor radicado en el barrio cordobés
de Bella Vista, Premio Nacional de Lite-
ratura 1992 por La revolución es un
sueño eterno, se encuentra en Buenos
Aires, donde fue a presentar su nueva no-
vela, Esto por ahora. En conversación
telefónica con LA VOZ DEL INTERIOR,
Rivera aseguró que se quedará allá has-
ta mediados de mayo, cuando le quiten
el yeso que debieron colocarle tras un ac-
cidente doméstico en el que se fracturó
el radio: “Es un particular sentido de la
autocrítica. Digamos que concreté eso de
la autocrítica de un modo mucho más tan-
gible”.
También de buen humor concluirá la
charla: “Yo estoy hablando de la Biblia y
usted va a escribir un boleto”, aventura,
por lo extenso de un diálogo en el que el
escritor habló sobre Esto por ahora, so-
bre el contexto social que, en relación a
los libros, pone a la gran mayoría de los
potenciales lectores frente a un conflicto
“hamletiano”: leer o comer, y sobre la
polémica discusión epistolar que man-
tuvo con Norberto Galasso tras afirmar
que “un verdadero escritor no puede ser
peronista”.
En su nuevo libro la acción transcu-
rre entre la lucha obrera en los telares de
Villa Lynch y la dinámica social de sec-
tores populares de Córdoba, dos cir-
cunstancias asociadas a su vida.
–¿Qué tan autobiográfico es “Esto
por ahora”?
–Todo texto de ficción es autobiográ-
fico. La cuota de autobiografía puede ser
mayor o menor, pero siempre la hay. Voy
a hacerle una referencia insigne: Ernest
Hemingway tenía un alter ego en la fic-
ción que llevaba por nombre Nick Adams.
En Los asesinos, que después fue lleva-
da al cine y uno de los intérpretes fue Burt
Lancaster, Nick Adams era un adoles-
cente que trabajaba en esas típicas ta-
bernas norteamericana, ¿cuánto de au-
tobiográfico hay en eso?
–¿Cómo surge el título de esta nue-
va novela?
–Para escribir necesito, una vez que
tengo la historia que me propongo rela-
tar, tres elementos: las primeras 10 líne-
as, las últimas 10 –que pueden cambiar–,
y el título. El título de esta última nou-
velle es muy indicativo, Esto por ahora.
Viene a decir que esto nos pasa por aho-
ra. Es decir, deja una puerta abierta. Ese
capítulo de los telares en Villa Lynch al
que usted hizo referencia ocurre duran-
te el bombardeo de Plaza de Mayo en 1955.
Transcurrió hasta la publicación del li-
bro medio siglo. En ese medio siglo sur-
gieron las villas miseria, los barrios mar-
ginales, los jóvenes sin futuro a quienes
se llama también marginales y que, co-
mo se sabe bien, en Córdoba portan –por
lo menos– navajas.
–¿Cómo fue el proceso de escritura
de este libro?
–A mí, escribir me da placer. Así es-
criba un capítulo de abominación y es-
panto. El escritor que dice que sufre,
miente.
Cambios y repeticiones
La breve novela que acaba de editar Seix
Barral es el primer título de Andrés Ri-
vera en el Grupo Planeta, tras un largo
período en la Editorial Alfaguara. Sobre
este cambio de sello el autor sólo dice que
“es algo que suelen hacer los escritores”.
El libro o el
almuerzo
–En una entrevista usted dijo
sobre “El pasado” de Alan
Pauls, “¿cómo se puede escribir
un libro de 500 páginas en un
momento en que el lector no tie-
ne qué comer?”¿La brevedad de
sus novelas, –que parece ir en
contra de las leyes del mercado
editorial que prefiere las nove-
las largas–, tiene que ver con el
compromiso?
–Primero, la brevedad no tiene
que ver con el mercado. Ya lo he
dicho en otros reportajes: lo que se
puede decir en dos líneas no hay
que decirlo en 10, porque las ocho
restantes son pura grasa. Esto tie-
ne que ver con la economía del len-
guaje. Segundo, no, el número de
páginas no habla de compromisos.
–La pregunta viene por sus
declaraciones: “Yo puedo leer
100 bellas páginas de Alan Pauls
y después tengo que dejarlo por-
que tengo compromisos vitales:
el alquiler, la luz, el teléfono, el
chico que se me enfermó...”.
–Eso es así para alguien que no
es un privilegiado como yo. Pien-
se usted dos cosas: el primer pun-
to es pensar en un incluido. No en
un excluido. Una persona incluida
al sistema. Efectivamente tiene un
sueldo bajo, tiene que pagar luz,
gas, el colegio de los chicos si los
tiene y, por cierto, transporte y la
comida diaria. El segundo punto
es: los libros que se publican en es-
te país son caros. Si un lector se
acerca a Esto por ahora y en-
cuentra que este libro se vende a
22 pesos, tiene que elegir. Es una
elección hamletiana: to be or no to
be. Si es un lector adicto, como al-
guien es adicto a la droga, com-
prará el libro. Si no es ese lector
compulsivo, y llega al libro por la
mejor propaganda que es el boca-
oído, o porque lee en el diario el co-
mentario bibliográfico, llega a la
CON LA VIDA. Todo texto de ficción es autobiográfico, afirma Rivera. librería, ve el precio de tapa y ahí
tenemos Hamlet puro. Ser o no ser.
Con 22 pesos compra dos kilos de
Sobre otro dato por lo NOVELA dos actualmente en la lomo. ¿Qué hace?
menos llamativo, la re- Argentina?
ferencia en su novela a Esto por ahora, de Andrés Rive- –Sí. En primer lugar,
La larga huida del in- ra, Seix Barral, Buenos Aires, en la Argentina se es-
fierno, autobiografía 2005. 112 páginas cribe la mejor literatu- le a Maximiliano Robespierre que su pro-
de Marilyn Manson, la ra de toda América de yecto de llevar más en profundidad la re-
respuesta también es habla hispana. Aquí los volución francesa fue derrotado? Se pue-
lacónica: “No lo leí”. narradores, los nove- den enumerar muchas razones: en pri-
–Hay en esta nou- listas, los escritores de mer lugar, errores de aquellos que se asu-
velle una recurrencia ficción no apelan al re- men como revolucionarios. En segundo
a la repetición que re- alismo mágico. Le pue- lugar, la actual sociedad, que es una so-
cuerda la escritura de do dar tres nombres al ciedad burguesa, ha aprendido también
“La revolución es un azar: Leopoldo Brizue- de sus propios errores, y cuenta con la
sueño eterno”. ¿Esta la, Eduardo Belgrano fuerza, el poder, la capacidad de persua-
idea de reiteración se Rawson y Héctor Tizón. sión, los medios escritos, orales, y tele-
asocia al hecho de Puede agregar si quie- visivos ahora como para derrotar cual-
que aquí reaparecen re a Abelardo Castillo. quier intento revolucionario. Eso es muy
personajes de “Tierra importante. Hoy en día, Mariano More-
de exilio” y “Cría de Derrotas no necesitaría un canal propio de tele-
asesinos”? –¿En qué cree que fa- visión. Necesitaría un diario. Y LA VOZ
–Los cambios que se llaron quienes qui- DEL INTERIOR sabe cuánto sale una edi-
van agregando son sieron hacer de éste ción diaria, ¿verdad?; entonces los revo-
unos más perceptibles un país mejor? lucionarios, ¿a qué deberían dedicarse?,
que otros. Yo pretendo –En primer lugar ¿a asaltar los bancos? Todos sabemos qué
que le quede fijado al hay que decir que fue- tipo de instituciones son los bancos. Lo
lector, como una imagen cinematográ- ron derrotados, y la derrota no es fraca- ha sufrido hasta el señor Fernando de la
fica o fotográfica, cierto perfil, cierto so. La Revolución de Mayo fue una re- Rúa. Lo han sufrido miles y miles de aho-
paisaje, cierto momento. Esa es una de volución inconclusa. ¿Le vamos a re- rristas o trabajadores como usted.
las motivaciones de la repetición. Y por prochar a Túpac Amaru que se haya le- –En muchas entrevistas usted re-
cierto en la repetición hay alteraciones vantado contra el poder español? ¿Va- pite un concepto: ningún libro le cam-
de escritura, algunas perceptibles y mos a reprocharle a Simón Bolívar que bia la vida a nadie. ¿Para qué sirven
otras, no. su idea de una gran América unida ha- los libros?
–¿Quedan escritores comprometi- ya sido derrotada? ¿vamos a reprochar- –Para cambiar la vida.

–En “Esto por ahora” se recrea una
lectura crítica del peronismo en la
que el partido fundado por Juan
Domingo Perón aparece como cal-
do de cultivo de una violencia so-
cial que va a unir los destinos de
los personajes. ¿Cuál es en su opi-
nión la relación entre peronismo y
violencia?
–Yo no voy a establecer ese tipo de
relación. Para eso está la página políti-
ca de L A V OZ y las páginas de infor-
mación política de Clarín, de La Na-
Peronismo y polémica
ción, de la Gaceta de Tucumán, de Pá-
gina/12. Eso queda a juicio del ciuda-
dano lector.
–Desde fines del año pasado, la re-
vista cultural bonaerense “Sudes-
tada” viene publicando una discu-
sión epistolar entre usted y Norberto
Galasso a partir de una declaración
suya: “Un escritor verdadero no pue-
de ser peronista”. ¿Qué le quedó de
esa polémica?
–Me pareció en primer lugar una
polémica necesaria. En este país se elu-
de la polémica. Luego, más allá de un
término o de otro, fue un enfrenta-
miento de ideas, de consideraciones,
de miradas, sobre el pasado inmedia-
to y el presente, y cada uno de noso-
tros, tanto Galasso como yo, intenta-
mos por vía de la palabra y de la es-
critura fijar nuestras posiciones, y por
cierto atacar los puntos vulnerables de
la exposición del otro. Respecto a la
afirmación “un escritor verdadero no
puede ser peronista”, creo a los lecto-
res de L A V OZ DEL INTERIOR sufi-
cientemente inteligentes como para
tratar de rastrear en el curso del siglo
20, desde la aparición del peronismo
como tal, un escritor de valía que fue-
se peronista.
–¿Por qué cree que este tipo de
discusiones son tan poco frecuentes
en las publicaciones culturales de
los últimos años?
–Es otro de los resultados funestos
del 24 de marzo de 1976. “Mirá para otro
lado”, el encogimiento de hombros, si-
lencio, miedo.