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Ella se
encontraba junto al hogar de la inmensa casa en donde vivía, traía puesto su pijama
favorito, era de seda color bordo, recuerdo de él y encima un sweater gris. Estaba
sentada escribiendo, habían pasado cuatro años después de la perdida de su gran amor;
intento rehacer su vida con alguien mas, Martín quien es su mejor amigo...
2 años antes...
Martín: ¿¡¿No lo entiendes?!?, te amo Lara, no puedo ocultarlo mas –explico con lagrimas
en los ojos– yo te amo
Lara: No me hagas esto –se sentó en el sofá, mientras no dejaba de llorar– eres mi mejor
amigo
Martín: Espere dos años para decírtelo, –explico, se arrodillo frente a ella.
Lara: Pero, Tincho yo...
Martín: Ya se –se levanto con pena– aun sigues pensando en él
Lara: Si, –hizo una pausa– no –dijo instantáneamente y la miro confundida– Tincho yo
no... me siento bien, quiero estar sola ahora
Martín: ¡De acuerdo!, –replico aliviado– estaré arriba
Lara: No –exclamo con la voz entrecortada– sola dije, quiero que te vayas
Martín: –respondió triste y llorando– ¡Ok! Esta bien –se mordió el labio inferior– si me
necesitas, llámame –se fue y ella rompió en llanto.
Actualidad
Al otro día...
Ella se despertó sobresaltada por un mal sueño y se volteó a ver el reloj... Como si
alguien le hubiese introducido una inyección en la columna vertebral, se incorporo
rápidamente y bajo de la cama, Tincho se movió un poco pero no se despertó. Lara se
coloco la bata y las pantuflas, y bajo de la cama, salió de la habitación hacia la cocina.
Una vez allí sonó el celular en la sala, se apresuro a contestar
Lara: ¡Hola!
Florencia: Se suponía que vendrías a buscarme. ¿Dónde estas?
Lara: En mi casa, me visto y salgo
Florencia: Pero eso queda como a hora y media del aeropuerto; que voy a hacer...
Lara: Ya no vivo allí, estoy solo a veinte minutos
Florencia: ¡¡¡Uff!!! Bueno, me imagino que tenemos mucho para hablar
Lara: Estoy en media hora. Hasta luego –corto.
El resto del viaje permanecieron calladas, Lara manejo y Flopi miro hacia fuera durante
todo el camino sin emitir palabra. Lara siempre fue neutral y térmica, no tenía demasiados
amigos a pesar de ser artista prefería no asistir a muchas fiestas, ni tampoco realizar, su
vida era una caja de pandora, esta rubia de cabellos rizos y con mucha altura, su dulzura
y misterio cautivo a Tiago Ledesma.
Lara fue nuevamente al aeropuerto a esperar a su otra hermana, pero esta vez junto a
Florencia, ella era la mas centrada y callada de las tres siempre llevaba cabello corto
aunque si cambiaba el color del mismo era la mas menuda de las tres y poseía unas
hermosas curvas latinas; y Tina era la mas alta, esbelta y armónica en su cuerpo, era
espontanea y fresca, pero su inseguridad la habían hecho desertar varios sueños. Se
escucho por el altoparlante la llegada del vuelo.
Florencia: Puerta seis –la agarró del brazo y salieron corriendo– ¡¡Tina!! ¡¡Tina!! –grito al
verla.
Martina: Flopi –salió corriendo– Lara –se abrazaron– hermanita te extrañe –se dirigió a
Lara.
Lara: ¡Ay mi bebe! Yo también –la abrazo fuerte– ¿Cómo viajaste?
Martina: ¡Puff! Muy cansador –gesticulo agotada– no pude dormir nada, había un bebe
detrás que lloro todo el viaje –agrego mofando.
Lara: Ahora descansaras en casa –la abrazo por un lado.
Florencia: Lara no vive sola, tenemos cuñado –dijo contenta– Tina
Martina: ¿De verdad? –miro a su hermana, quien asintió– pues tu también tienes uno, su
nombre es Javier y vive aquí en Los Ángeles. Se ha puesto muy contento al saber que
venia
Florencia: ¿Y no vino a buscarte?
Martina: Quiso, pero el trabaja mucho, y como le dije que tu vendrías a buscarme,
quedamos en llamarnos cuando llegara. ¿Cómo se llama tu novio?
Lara: Martín
Martina: No, en serio –golpeo suavemente en el hombro a su hermana– yo te pregunte
por tu novio, no tu amigo
Lara: El es mi novio
Martina: –abrió los ojos sorprendida– No te creo –sonrió de lado.
Florencia: Créelo, porque es verdad –subieron al auto.
Martina: ¡Wow! Hermanita que auto
Lara: ¿Sabes conducir?
Martina: Si claro que si
Lara: Entonces te prestare el Alfa negro –Tina sonrió, y Lara arranco– ¿y tu Flopi, sabes?
Florencia: Si también se. Tomamos el curso de manejo juntas hace seis meses.
Lara: Entonces a ti te prestare el Nissan, mientras estén en el país
Martina: ¿Cuántos autos tienes?
Lara: Cuatro y una camioneta. Este, otro de la misma marca pero en gris topo, un Alfa
negro y un Nissan azul, y la camioneta verde musgo, originalmente era negra pero Tincho
la cambio por su color favorito
Martina: Como te ama –respondió con ilusión.
Lara: Como yo a él
Florencia: –agrego entre dientes– ¡Si, claro!
Lara: No comiences
Martina: –pregunto desconcertada– ¿Qué no comience con que?
Lara: –respondió molesta– A Flopi se le ha metido en la cabeza que yo no amo a Tincho,
ya que aun sigo pensando que Tiago –se le quebró la voz– que lo amo, y no es así
Martina: –exclamo inocentemente– Yo si creo que tu amas a Martín, te ves muy
enamorada
Lara: ¡¡Gracias!! –respondió con una gran sonrisa.
Florencia: Pues la razón el tiempo me la dará a mi
Lara: What–ever! –se hizo un breve silencio y decidió hablar– tenemos mucho que
contarnos, gracias a Dios tengo una semana libre
Martina: ¿En donde trabajas?
Lara: Estoy haciendo los coros de Tincho, su disco saldrá pronto... Jay es un gran amigo y
productor, y como sabe que venían mis hermanas me dio una semana libre. Además
estoy escribiendo
Martina: Tu gran pasión
Lara: Así es, para dentro de tres meses publicaran mi primer libro
Martina: ¡Felicidades! Si yo pudiera triunfar en lo mío, pero en Uruguay no hay chances –
se detuvo el auto frente a la casa–
Lara: Pero aquí si. Si quieres te ayudo, a ti también –vio a Flopi– se que sueñas con ser
actriz. Seria grandioso tenerlas aquí en casa
Florencia: Yo no puedo dejar a mamá sola, quedo mal desde la muerte de papá y se
refugio mucho en mi. Le dolió tu partida, imagínate si se van sus tres hijas, se nos muere
–se dirigió a Tina– pero tu si puedes, eres joven, tu novio esta aquí... también perteneces
al mundo del espectáculo –agrego triste– ustedes son de aquí, yo no
Lara: Si que lo eres, y con respecto a mamá la traeremos
Florencia: No querrá, lo sabes. Por papá
Lara: Tu, déjame hablar a mi con ella, y en poco tiempo la tendremos aquí
Florencia: ¿Qué dirá Martín que traigas a tu familia a vivir aquí?
Lara: Le encantara la idea
Martina: ¿Y si no?
Lara: Conozco bien a Martín y se que le encantará, pero aun así tengo una casa
desabitada, pueden ocuparla... solo tiene un poco de tierra y muebles fuera de moda, que
pueden cambiar a su gusto
Martina: ¿Aun conservas cosas de él?
Lara: Solo dos cosas –su voz se torno triste– el pijama de seda italiano color bordo regalo
de nuestro aniversario –asomaron lagrimas por sus ojos– numero seis, y esa casa donde
viví hasta hace diez meses –seco algunas de las lagrimas que habían derramado– los
autos los vendí, a los dos y me compre el Nissan y Tincho me ayudo a comprar el Alfa
azul... el resto de los autos en realidad son de él
Florencia: Lo sigues amando, no trates de ocultarlo
Lara: No, ya no lo amo
Florencia: Entonces, ¿Por qué las lagrimas?
Lara: Por el daño que me hizo, creí una a una sus promesas y me fallo –se mordió el labio
inferior.
Florencia: No puedo creer que aun sigas pensando en que el te engaño con Kay
Lara: No quiero hablar del tema –seco sus lagrimas.
Martina: No llores manis –la abrazo.
Florencia: –la abrazo también– No quise –se le entrecorto la voz– ¡Lo siento! –se
abrazaron las tres.
Lara: Esta bien, ya me recuperaré. Entramos así Tina conoce también la casa
Florencia: Si, vamos –salieron del auto y entraron a la casa.
Lara y Tincho estaban sentados en el sofá central del living, ambos con las piernas sobre
el mismo, ella entre las piernas de él. Mientras miraban televisión hablaban
A la noche
Martín: ¡Dios mío! Que belleza, tres ángeles han caído del cielo; que bella amor y que
escote cuñada –Flopi se sonrojo.
Lara: Navarro –le llamo la atención.
Martín: ¿Te pusiste celosa? –la abrazó por un lado.
Lara: Si, ubícate quieres –salieron de la casa y subieron al auto.
Florencia: Gracias por el cumplido –arranco el auto.
Martín: ¡De nada!
Lara: ¿Cuándo voy a conocer a tu novio Tina?
Martina: ¿Lo invite a cenar mañana en la noche en casa, les molesta?
Lara: No, al contrario será perfecto. A propósito chicas, hable con mamá me dijo que se
queden aquí, que ella viajara de visita pronto, pero no se quedara a vivir
Florencia: Te lo advertí, yo me vuelvo en días entonces
Martín: No tienes porque, cuando tu madre viaje aquí le encantara y se quedará
Florencia: Mi madre, no dejara a mi padre
Martín: Él puede venir también
Lara: Tincho... mi padre esta muerto
Martín: ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!, –dijo avergonzado, paro el auto en un semáforo– si
alguna vez dejaras de ser tan cerrada, yo no haría estos papelones –se volteo a verla– lo
lamento –arranco.
Mas tarde...
En el jardín
Lara tomo su saco y salió de la casa, entro al auto y lo arranco... camino a la fiesta
prendió la radio, mientras empezó a escuchar música, pensó...
«Maldita sea la hora en que te ofreciste, maldita sea la hora en que te vi en la fiesta,
maldito sea el día en el que me enamoré de ti, maldigo tus promesas, maldito el día en el
que te conocí, maldigo tu persona y el hecho de seguir amándote»
Mientras pensaba en todo eso, comenzó a llorar casi sin darse cuenta, llego a la fiesta
nuevamente, parada en la puerta siguió volando con el pensamiento
«Creía haberte podido olvidar, pero esta noche me di cuenta de que aun no he podido,
pese a que te dijera lo contrario, que ganas de saltar sobre ti y decirte que aun te amo
como el primer día, ¿Cómo hice para contener mis ganas?, quería decirte que eres mi
todo, y que Tincho solo significa en mi vida, lo que ella en la tuya... ¡¡Por dios!! Que
relación mas falsa que tienes Osito»
Sacudió su cabeza para quitar aquellos pensamientos pero con logros negativos
«Tus ojos, tu mirada, siguen siendo el motivo de este amor, tus labios y tu sonrisa aun
conservan el encanto, como amo tu sonrisa, tu sencillez, tu dulzura, todo absolutamente
todo tu ser... pero que estoy diciendo, ¡¡Dios!!»
Alguien golpeó el vidrio y la quitó de aquel ensimismamiento, volteó a ver quien era y bajo
la ventanilla, se apoyo sobre la misma y le dijo sonriendo
Dentro de la fiesta
Lara: Tina –la tomo del brazo al verla– vamos, –ella volteo– despídete de quien tengas
que hacerlo, y vamos
Martina: No, yo no voy a irme, me cortaste justo cuando estaba por decirte que...
Lara: Nadie puede llevarte, Tiago se fue
Martina: Ya sé –sonrió.
Lara: Te esperaré diez minutos afuera
Martina: No, Lara ya te dije yo tengo quien me llevará
Lara: Nada de cosas raras, sabes que no las tolero –respondió molesta y se enfado aun
mas viendo entrar a Tiago.
Martina: –elevo las cejas– Esta Javier aquí, me voy con él mas tarde, ¿Ok?
Lara: ¿Que Javier, tu novio? –ella asintió– ¡quiero conocerlo!
Martina: Esta bien, pero simula que Tiago aun te produce cosas, porque eres muy obvia –
se acerco a un muchacho que estaba de espaldas, y golpeo su hombro– amor, quiero
presentarte a alguien –él se dio vuelta.
Javier: ¿Quién?
Lara: ¡Jay! ¿Te llamas Javier?
Javier: ¿Lara?
Martina: ¿Se conocen? –inquirió confundida y celosa.
Lara: El es Jay para mi –ambos sonrieron– el productor de Tincho –explico a su
hermana– y amigos de ambos –lo observo sorprendida– no sabia que salías con mi
hermana
Javier: ¿Es tu hermana? –pregunto sorprendido.
Lara: Si, ella es mi pequeña hermana –la abrazo por un lado– bueno si esta contigo me
quedo tranquila, me iré a casa. No la lleves tarde
Martina: ¡Lara por favor!, no soy cenicienta –los tres rieron.
Lara: Ya mejor me voy, me deben estar buscando en casa –hizo unas muecas con los
labios– salí sin decir donde iba –los saludo a ambos y se retiro del lugar.
Fuera da la fiesta
Tiago espero a que Lara salga, y al verla comenzó su actuación, Lara había salido
ensimismada y no lo vio sentado en el cordón de la vereda, cuando estaba por entrar al
auto volteo y lo vio, lo observo por unos instantes y decidió ir a hablarle
Lara subió a su auto, al igual que Tiago en el suyo. Ella en el trayecto a su casa reflexionó
sobre todo lo que había pasado esa noche, y si era verdad todo lo que había dicho Tiago
sobre sus sentimientos para con ella, Lara estaba segura de sus sentimientos, pero aun
no estaba segura del amor de Tiago. Cuando llego a su casa abrió la puerta y camino
hacia el interior sigilosamente sin hacer un solo ruido, busco las llaves en un cisne de
cerámica que tenía en el living, regreso sobre sus pasos y cuando estaba por cruzar la
puerta, su hermana salió de la cocina con un vaso lleno de agua
Florencia: ¿Sales?
Lara: ¡Que susto!, –se sobresalta– Si, salgo –dijo bajito– tengo que ir a abrir mi casa de la
playa
Florencia: ¿Para?
Lara: Tiago se dejo de la novia –contuvo su alegría– y no tiene donde ir, quiero ayudarlo
Florencia: ¿Por qué haces todo esto?
Lara: Porque es un amigo y por los viejos tiempos
Florencia: Y porque lo amas y te da miedo admitirlo, además no quieres lastimar a Tincho,
pero tu bien sabes que ninguno de ustedes se pertenecen, tu eres de Tiago y Tincho de
alguien mas
Lara: Ya basta Flopi
Florencia: ¡Esta bien!, –tomo un sorbo de agua– ve, yo te cubriré
Lara: Como si te costará tanto –entrecerró los ojos, celosa.
Más tarde
Más tarde
Lara y Tiago estaban en unas sillas mecedoras junto al ventanal que separaba la sala del
balcón que daba hacia la playa
Lara: ¡Espera!, –se detuvo– puede ser algo importante me suena el celular, déjame
atender
Tiago: No atiendas –intento persuadirla pero ella se sentó el sofá y el comenzó a besarle
la nuca.
Lara: Es Tincho –vio el numero de celular, agrego cortante– déjame atender –él se hizo a
un lado– ¡Hola!, –atendió el teléfono.
Voz: Soy yo Lara, Flopi... Tincho esta como loco, me obligó a decirle donde estabas, va
para allá y sabe que Tiago esta contigo
Lara: Le dijiste que estaba con él, dijiste que me cubrirías
Voz: Lara, ¡lo siento! Siento haberte fallado, pero si amas a Tiago de verdad mejor dile
que se vaya... me asusto ver a Tincho tan sacado
Lara: ¡Ay Dios mío! ¡Ok! Adiós –corto– Era Flopi, me dijo que Tincho esta súper sacado y
viene para aquí, es mejor que te vayas
Tiago: No me voy a ir, tu me prestaste la casa... a parte no le tengo miedo
Lara: Tiago, hazlo por mi, por favor... ¿si?
Tiago: ¡Esta bien!, –se levanto, ella también.
Lara: Hazme un favor
Tiago: ¿Qué favor, princesa?
Lara: Ve por Jay y Tina a la fiesta y por Flopi a mi casa, saquen –suspiro– no deja,
llamaré de nuevo a Flopi y le diré que haga mi valija y que se venga en mi auto, tu ve a
buscar a Tina a la fiesta y dile lo que paso
Tiago: ¿Me estas insinuando que dejarás a Tincho?
Lara: No lo se –dijo triste– lo intentaré, espero atreverme
Tiago: Yo rezaré porque así sea
Lara: ¡Ok!, –sonrió– ¿Tiago?
Tiago: ¿Sí?, –volteo.
Lara: No, nada quería decirte... que te llevarás mi auto, pero no es bueno que vea tu auto
aquí
Tiago: ¡De acuerdo! Me voy... ¡Te amo!
Lara: Yo te amo a ti, –respondió espontáneamente.
Tiago: ¿Cómo dijiste?, –volteo.
Lara: Que te amo Osito –suspiro relajada y sonrió– ahora vete –él la beso y se fue.
Un rato luego
Martín: ¿Dónde esta? –entro echo una fiera cuando ella abrió– ¿Dime que no es verdad
Lara, mi amor dime que no es verdad?
Lara: ¿Qué cosa?, –trato de mantener la calma.
Martín: Es que me dijo tu hermana, que no me amas –se arrodillo delante de ella– que
nunca lo hiciste, y que aun amas –se le quebró la voz– a Tiago
Lara: ¿Qué? –fingió molesta– Flopi te dijo eso. Acaso no fuiste tú el que te sacaste y por
poco no rompes todo queriendo saber que sucedía
Martín: No, yo –se calmó– tu hermana –agrego confundido– me despertó y me dijo que te
habías ido que no sabías donde estabas y que estaba preocupada, comenzamos a
discutir y comenzó a decirme que estabas en esta casa ayudando a Tiago, que no se que
le había pasado, me dijo pero no recuerdo, y comenzó a insistir que te dejará que tu ya no
me amabas, y que dejará entrar a alguien mas a mi corazón, que tu corazón ya estaba
ocupado desde hacía tiempo y no me correspondía –comenzó a llorar nuevamente– Dime
que no es verdad, dime que tu si me amas
Lara: Tincho yo –dijo molesta por lo que se acababa de enterar– voy a matarla cuando la
agarre
Martín: ¿Entonces es verdad que lo nuestro es una farsa?
Lara: No, Tincho claro que lo nuestro no es una farsa, tu realmente me importas yo te
amo
Martín: No me mientas mas –dijo desesperado rompiendo en llanto.
Lara: No te estoy –se le entrecorte la voz mientras las lagrimas comenzaban a llenarle los
ojos– mintiendo
Martín: ¿A él lo amas?
Lara: No sé quien es él
Martín: Hablo de tu ex, de Tiago Ledesma
Lara: Yo no quiero hablar de lo que sienta por él, porque no quiero ponerme peor –se
levanto.
Martín: Pero yo si –la tomo fuerte de un brazo.
Lara: Tincho suéltame, estas lastimándome –forcejeo.
Martín: Lara, yo te amo y no quiero perderte
Lara: No vas a perderme –se zafo– no se puede perder lo que nunca fue de uno –dijo
entre dientes, pero Tincho escucho.
Martín: ¿Qué quieres decir con eso? –se molesto.
Lara: Que mi hermana en parte tiene razón, yo Tincho –estallo en lagrimas– yo no te amo
es verdad, no como tu quisieras no con esa intensidad; y sé que me duele en el alma de
la manera sucia en que Flopi jugo este juego, pero ella te querrá mas y mejor que yo
Martín: ¿Cómo sabes que ella siente cosas por mi?, ¿Cómo sabes que paso algo entre
nosotros?
Lara: ¿Qué dijiste?, –inquirió asombrada– ¿Cómo que paso algo entre ustedes? ¿Te
acostaste con mi hermana en casa?
Martín: ¿No lo sabías? –preguntó avergonzado.
Lara: No, claro que no –dijo molesta– que clase de mujer me crees, piensas que tan poco
me importas como para permitir que mi hermana se acueste con mi pareja y no decir
nada?
Martín: Lara yo no –se acercó a ella– no quise hacerte daño, jamás lo haría sabes
Lara: No, olvídate esto se termino –se quitó el anillo y se lo revoleó por la cabeza.
Martín: Pero todo esto no quita que te ame –agrego triste– ¿Tu no me amas?
Lara: No, Tincho se acabo... me traicionaste y yo jamás lo hice
Martín: ¿Y a él lo amas?, –se mordió el labio inferior.
Lara: Eso a ti no te concierne, no te importa –se sentó resignada en el sofá– pero para
que lo sepas y sufras como estoy sufriendo yo, sí lo amo con todo mi ser –Tincho
comenzó a llorar y ella también– ¡Lo siento! Yo no –se le quebró la voz.
Martín: No digas mas nada, yo podré sobrevivir sin –se ahogó en llanto– ¿Puedo ir a
lavarme la cara?
Lara: Si, claro –se secó las lagrimas que recorrieron sus mejillas– ve –él subió las
escaleras y a ella le sonó el celular.
Voz: Mi amor soy yo, ya hemos sacado el auto de la casa, estamos en la casa de Jay por
si necesitas algo –escucho el congojo de ella– ¿tu estas bien?
Lara: Si, estoy bien. Cualquier cosa te llamo
Voz: No estas sola, ¿verdad? Aun esta ahí
Lara: Si así es
Voz: ¿No puedes hablar?
Lara: No en este momento, nos vemos mas tarde... yo te llamo
Voz: ¡De acuerdo! Te amo
Lara: ¡Lo se! Adiós –cortó.
Martín: ¿Era él? –bajo las escaleras, tenía los ojos color rojo de tanto llorar.
Lara: Si –dijo triste.
Martín: Yo ya me voy –exclamó con la cabeza baja.
Lara: No te vayas así
Martín: No hay otra manera Lara, el tiempo cura toda clase de heridas y estoy seguro de
que podremos volvernos a ver... pero por ahora y pese a que estoy decidido en continuar
mi vida, te sigo amando
Lara: Tincho –suspiro fuerte– tu me importas mucho –se abrazaron.
Martín: ¡Lo siento Lara!, yo quería que funcionará, pero fue hermoso mientras duro ya no
tengo nada que hacer aquí. ¿Volverás con él?
Lara: No voy a contestarte esa pregunta, Martín
Martín: ¿Cuándo buscarás tus cosas, o prefieres ir ahora?
Lara: Flopi, ya saco mis cosas de la casa
Martín: ¿Lo tenías planeado? –dijo triste.
Lara: Solo tenía la idea en mente cuando Flopi me llamo de que venías para aquí
Martín: ¡Maldición!, –exclamó con rabia y tiro sin querer un jarrón que había allí, Lara se
asusto– yo te amo sabes, y si me dejarás la mínima esperanza de que tu aun me amas,
intentaría conquistarte lo dejaría todo
Lara: Ya no funciona Tincho, lo siento... yo también hubiese querido casarme contigo,
pero las cosas en algún momento de hoy se quebraron
Martín: Lara no me mientas así, nunca me amaste porque si realmente me hubieses
amado, no estarías dejándome
Lara: Tincho, no hagas las cosas más difícil
Martín: ¡Esta bien!, tienes razón –respiró profundo.
Lara: ¡Lo siento! –abrió la puerta de calle y él salió.
Lara rompió en llanto y afirmo su cuerpo contra la repuesta, para luego por inercia
caminar hacia un rincón entre el hogar y un sofá individual de la sala, sobre un cojín con
las piernas agarradas y la cabeza perdida entre ellas, llorando desconsoladamente, la luz
se encontró apagada cuando Florencia entro junto a Tiago y Martina, Tiago tenía una
copia de aquella casa
Martina: Lara, hermanita –entro a la casa encendiendo la luz– ¿Lara dónde estas? –la
busco con la mirada hasta divisar sus pies sobresaliendo el sofá– Hermanita ¿Qué haces
allí sentada? –se arrodillo frente a ella acariciándole la cabellera.
Lara: No se como sentirme –levanto la mirada– quisiera salir corriendo e ir a buscarlo, y
pedirle perdón
Florencia: No Larita, él no te ama –se acercó– como tu te mereces –Tiago y Javier
permanecieron junto a la puerta parados, alejados de la escena.
Lara: No quiero que ni me hables, no tenías derecho de hacerme lo que hiciste, no fuiste
de frente Florencia –grito con rabia en la voz.
Martina: ¿Qué paso?
Lara: Paso que Florencia se acostó con Martín –la vio desafiante– ¿Te gusto, lo
disfrutaste?
Florencia: Lara, no es necesario que ninguna de las dos suframos esto
Lara: No, no es necesario. No quiero verte –se paro y se dirigió a la cocina.
Martina: Lara, hablemos –volteo– ya me vas a explicar lo que hiciste –entra a la cocina.
Florencia: Yo mejor me voy –dijo viendo a los chicos.
Tiago: ¿A dónde irás?
Florencia: Buscaré mis cosas en lo de Martín –abrió la puerta– y me volveré a Argentina
Lara: Florencia –ella volteo, Lara estaba apoyada sobre el marco de la puerta de la
cocina– no te vayas por favor, sé cuanto amas a Martín, sé que él llegará a amarte igual o
mas, ve a buscarlo y hazlo feliz –sale de la cocina– cuídalo mucho, él se merece una
mujer como tu, no permitas que haga ninguna locura, y en su estado es capaz de hacerlo,
ve
Javier: No creo que sea conveniente –expreso– de que nadie se le acerque a Tincho si
esta alterado, no hasta que se calme –observo a Flopi– deja que él te llame
Lara: Creo que Jay tiene razón –sonrió amargamente.
Martina: Lara, tu tienes que hablar con Tiago, supongo... yo junto a Javier y Flopi
subiremos tu equipaje, estaremos arriba si nos necesitas –le hablo a Javier– ¿Me ayudas
amor? –se acercó.
Javier: Si, subamos las cosas los tres –cada uno tomo dos valijas y subieron, Tiago y Lara
los siguieron con la mirada hasta que se perdieron en el segundo piso.
Tiago: Tomarías –volteo a verla– mi mano –se la extendió– por favor –ella lo hizo– muy
bien princesa –sonrió y la acerco a él haciéndole un mimo en la nariz– podríamos ir a la
playa para hablar mas tranquilos –vio el resto del equipaje– aquí no podremos hacerlo
Lara: Bueno –expresó con algo de ahogo– vamos
En la playa
Tiago: Que linda esta la noche –ella asintió– es parecida –se sentaron sobre la arena– a
la noche en que nos conocimos
Lara: ¿Aun la recuerdas? –dijo sonriendo.
Tiago: Como si hubiera sido ayer –volteo a verla a los ojos– ¿Cómo hiciste para vivir sin
mi? –suspiró– porque para mi fue un calvario cada noche que me acostaba sin ti, y
cuando –agrego con lagrimas en los ojos– me junte con... –suspiro– ¡Ay! Para que seguir
mintiendo, no he estado conviviendo con nadie si estuve en pareja, pero Juliana es solo
una amiga mía, es actriz –se encogió de hombros– siempre te extrañe mas de la cuenta
Lara: O sea, que jamás perdiste tu casa y jamás estuviste de novio con esa chica de esta
noche –él asintió– debería matarte –hizo cara de perrito regañado y le robo una sonrisa–
yo no conseguí dormir en toda la noche, cuando creía haberlo superado apareciste
pidiéndome de volver, estaba tan lastimada que no quería saber nada de ti, por eso te
pedí que no me molestarás mas; pero si deseaba estar contigo... Cada vez que te
necesitaba a ti, aparecía Tincho, él significo tanto en esa etapa de mi vida que fui
encariñándome con el hasta que me pidió salir, estaba sola y lastimada y él era mi refugio
entonces le dije que si, pero no era lo mismo y no creo haberlo amado como te amo a ti,
no me llenaba en verdad tu te habías llevado el ultimo rastro de amor que había en mi. Me
engañe creyendo que algún día podría amarlo, el tiempo paso tan rápido que no me di
cuenta cuan dentro de la relación estaba
Tiago: ¡Entiendo!, –le acarició la mejilla– ¿Cómo te sientes ahora?
Lara: Mejor –suspiró– comienzo a extrañarlo
Tiago: Es lógico, convivías con él. Sabes debo serte sincero... en gran parte me alegra
que hayas decidido jugarte por mi
Lara: Yo no confirme que hayamos vuelto –sonrió pícara.
Tiago: Si, lo hiciste; desde el momento en que lo dejaste
Lara: Eso no quiere decir nada –lo miro a los ojos y sonrió apenada por la mirada de él–
¿Tu me amas mucho?
Tiago: Si, muchísimo. Jamás deje de hacerlo
En la playa
Lara y Tiago jamás dejaron de amarse a pesar de estar tanto tiempo alejado uno del otro,
se armo una gran familia entre todos, Martina aun sigue de novia con Javier, e incluso
están comprometidos; pudo dedicarse a lo que mas amaba ser bailarina integraba el
cuerpo de baile del staff de bailarines de su hermana; Florencia también quedo en
Estados Unidos y lleva una hermosa relación con Martín, él siempre sostuvo que los
mimos que ella le brindaba robaron su corazón, él continua con su carrera mientras tiene
3 Cds en su haber, cuando ella puede lo acompaña en las giras si es que no esta
grabando alguna película, en esos viajes aprovecho a escribir, y ya publicaron su primer
libro; la madre de las chicas viajo a vivir con sus hijas luego de cremar a su marido para
tenerlo mas cerca; las chicas están encantadas de tener a su madre y ella se adapto muy
bien a la ciudad; Lara comenzó la gira de su primer trabajo discográfico como telonera de
Tincho en la gira ‘Over Load’, Tíago siguió produciendo artistas y junto a Lara abrieron
una compañía para artistas de distintas ramas, ya salió a la venta el quinto disco de
estudio y séptimo de su carrera. Fueron los primeros en casarse al terminar la primera
gira de ella.