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(Venga tu Reino!

"LIBERUM ARBITRIUM"

INTRODUCCIÓN

1.- EL SIGNIFICADO DE LA CUESTIÓN

El término "libero arbitrio" hoy en día no goza de buena reputación, por eso se prefiere
hablar de libertad, espontaneidad, opción, sentido de responsabilidad. En el fondo se esconde
una cierta tendencia al determinismo.

No trataremos de la "libertas a coactione", es decir, libertad física, económica, estética,


política, religiosa, de pensamiento, de conciencia; ni de la "libertas a malo", o sea, libertad ética
-religiosa, del pecado, de las pasiones, del mal (propia de los santos); sino de la "libertas a neces-
sitate o libero arbitrio".

El cuadro de nuestra vida está casi totalmente diseñado, pero no obstante estos
condicionamientos físicos, hereditarios, ambientales e históricos, yo y sólo yo puedo dar las
pinceladas que le faltan al cuadro de mi vida.

2.- REFLEXIONES:

Pero esta actividad de la voluntad que se autodetermina, )cómo debe ser concebida? )
como caprichismo arbitrario o determinismo intelectual? )es el hombre el verdadero artífice de
su destino o ya está predestinado?

"Debes ergo potes" decía Kant. Este problema se liga estrechamente al problema moral,
si no )qué sentido tiene hablar de deberes, de responsabilidad, de méritos o castigos...?

El misterio de la libertad no se puede reducir a un dilema abstracto "necesidad-libertad"


de mis actos particulares -en los que permanece siempre una cierta ambigüedad- sino que
implica LA TOTALIDAD VIVIDA DE LA PERSONA HUMANA, que se esfuerza en dar un
sentido a su vida, a su existencia en el mundo.

PARTE I. EL PANORAMA HISTÓRICO

TEMA I. EL INTELECTUALISMO GRIEGO

1.- LA PARADOJA SOCRATICA

Como explica Platón en el "Protágoras" Sócrates dice que nadie hace el mal a sabiendas
sino por ignorancia, por eso la persona no debe ser reprobada o condenada sino instruida en la
ciencia del bien y del mal.
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Aristóteles objeta que el hombre puede dejarse dominar por las pasiones, no obstante
conozca el bien que debe hacer y el mal que debe evitar. Por eso él insiste en que sólo el
"habitus" (virtud) puede educar eficazmente la vida honesta. Nosotros diremos, educar a la
sensibilidad por los valores morales que implican un conocimiento diverso del lógico-científico.

)Qué relación hay entre esta concepción y la "psicología del profundo" de Freud en la
que se recalca el determinismo del inconsciente en el hombre?

2.- PLATÓN

En sus obras alarga la visión socrática a una dimensión metafísico religiosa. Según su
concepción dualista del hombre, éste en su vida moral debe vencer la atracción de los bienes
sensibles y mutables, para alcanzar los bienes superiores, celestes y eternos. (En el Fedro se
narra esto con la escena del auriga...)

Acepta la libertad de elección, pero mezclada a los ritmos de reencarnaciones preparados


por el Destino que trasciende la vida humana.

3.- ARISTÓTELES

En la parte III de la Ética a Nicómaco analiza la libertad de elección distinguiendo los


actos voluntarios de los involuntarios. Critica la paradoja socrático diciendo: "Como la virtud,
también los vicios son voluntarios porque depende de nosotros hacer actos buenos o malos".
Afirma la responsabilidad personal, (el médico elige los MEDIOS (instrumentos) para curar al
enfermo) pero no profundiza mucho en el libre arbitrio como capacidad personal de
autodeterminación también de los FINES, es decir, por ejemplo, de ser médico o no.

En conclusión parece afirmar la pasividad de la voluntad de frente a las motivaciones


racionales o irracionales que se le presentan, la más fuertes vencerán. Por tanto, no deja clara la
autodeterminación de la voluntad en la elección de los motivos que la impulsan a la acción.
Acepta un cierto determinismo psicológico.

4.- FILOSOFÍA POST-ARISTOTÉLICA. NACIMIENTO DEL CONCEPTO "LIBERO


ARBITRIO".

Nace en el ambiente estoico. El sabio sabe vencer sus pasiones y los determinismos
ambientales e históricos y someterse a las leyes inmanentes de la Razón y del cosmos, siendo así
padrón de sí mismo (to autexousion). Concepto que los padres latinos traducirán como "liberum
arbitrium", y que quiere significar el dominio de sí mismo para obedecer las inmanentes de la
razón y del cosmos (leyes naturales).

CONCLUSIÓN

En las concepciones expuestas no se recalca aún la propiedad de la voluntad de


autodeterminarse, en relación a su destino sino más bien el dominio del espíritu sobre los
instintos y pasiones. Aristóteles afirma que el hombre es responsable pero no aclara )cómo?, )
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por qué?, )delante de quién?
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TEMA II

EL CRISTIANISMO COMO OPCIÓN


FUNDAMENTAL
(EL Libre Arbitrio y el Misterio de la Gracia)

1.- LA SAGRADA ESCRITURA

"Dios ha creado libremente al hombre: la libertad del hombre es un eco de la libertad de


Dios". Se trata ahora de optar entre Dios o el diablo, entre el bien o el mal. La misma vida
terrena es concebida como el campo de batalla decisivo en el que se juega el destino eterno. (Así
encontramos episodios aleccionadores como Adán y Eva en el paraíso, la Torre de Babel, el
Diluvio Universal, Sodoma y Gomorra...). Frases como éstas: "Mira, Yo pongo delante a ti, la
vida y el bien, la muerte y el mal..."(Deuteronomio). "No podéis servir a Dios y a las riquezas"
(N.T.)

En este misterio de la propia responsabilidad se inserta la revelación de la misericordia


de Dios. Dios está cercano al hombre, pronto a ayudarle como el mejor Padre con el don
sobrenatural de su gracia. De ahora en adelante en la historia estos dos polos: Libre albedrío y
gracia divina, estarán en el en un cierto conflicto y no encontrarán una explicación satisfactoria.

El libre albedrío es un don de Dios al hombre, destinado a sublimar y superar la


condición frágil del hombre con la libertad de los hijos de Dios. Por tanto el conflicto, no es
tanto entre libre albedrío y gracia, sino entre la seriedad de nuestras elecciones morales y la
conciencia religiosa incondicionada en el Amor Infinito de quien nos redime y nos salva, no obs-
tante nuestros pecados.

Acentuar la libertad moral sin recurrir a Dios, lleva al moralismo farisaico y al


pelagianismo, y por tanto a la desesperación. En cambio, acentuar el recurso a Dios sin tener en
cuenta la responsabilidad de nuestras elecciones, lleva al fatalismo y al inmoralismo...

2.- LOS PADRES DE LA IGLESIA

A) SAN AGUSTÍN

En su escrito juvenil (año 395) "De libero arbitrio" sostiene con absoluta claridad la
libertad de elección humana contra la doctrina maniquea. La libertad de arbitrio existe aun en
una naturaleza corrupta por el pecado original. Posteriormente en el año 425 en su obra "De
gratia et libero arbitrio" contra el pelagianismo, que exageraba la libertad humana, insiste en el
aspecto de la gracia, como persuasión interior que solicita sin coartar.

B) SANTO TOMAS Y LA ESCUELA FRANCISCANA (S.Buenaventura y Duns Scoto)

En las discusiones medievales se preguntaban si el libero arbitrio era hábito o acto, si


pertenecía al intelecto o a la voluntad. De los contributos teóricos destacan:
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- el contributo de Sto. Tomás sobre la naturaleza del libre arbitrio. )Cómo una voluntad
racional (appetitus rationalis) pueda elegir una acción conocida como deshonesta y reprobable?
Sto. Tomás responde que el hombre es libre porque es racional, porque posee una inteligencia
que lo hace capaz de ver en cada bien -cualquier bien terreno- también los aspectos defectuosos.
La voluntad no busca el mal en cuanto mal, sino un bien deficiente que aparece parcialmente
apetecible. En otras palabras, la deliberación es acto de la inteligencia que pondera los motivos y
adopta la parte que le parece mejor, pero a la vez, de la voluntad apreciando los valores. La
voluntad se decide por el motivo que le parece mejor, hic et nunc.

- el contributo de la escuela franciscana sobre el aspecto de la voluntad. Duns Scoto


exalta el papel creativo y absolutamente autónomo de la voluntad, y S. Buenaventura afirma:
"La inteligencia regula la acción iluminándola y aconsejando a la voluntad, pero es sólo ésta la
que regula mandando... Por tanto, la voluntad es más imperativa que la razón, ya que cualquiera
que sea el dictamen de la razón, al final se ejecuta sólo lo que quiere la voluntad".

3.- LA CONTROVERSIA PROTESTANTE

A) LUTERO Y ERASMO

Apoyado en la parábola del fariseo y del publicano y en la carta de S.Pablo a los


romanos donde se lee que "la salvación no viene de la ley sino de la fe en el Señor Jesucristo",
Lutero sostiene que la voluntad humana, corrupta por el pecado original, no puede con sus
propias fuerzas hacer obras buenas y meritorias ante Dios.

Erasmo le corrige sosteniendo que la salvación es obra también de la libertad humana, si


no )qué sentido tienen los méritos o castigos... ? La gracia es la causa principal y la voluntad es
causa secundaria.

A esta objeción responde Lutero con su obra "De servo arbitrio" (1525) donde recalca la
nulidad de la voluntad humana sin la gracia. Presenta su doctrina en un plano religioso y sobre-
natural, no filosófico. Admite el libre albedrío pero solo en contexto externo y social, no
espiritual ni salvífico.

B) MELANTONE

Melantone siguiendo a Lutero ataca como "impío y dogmático" el concepto de libre


albedrío pues es una herencia pagana (griega) no de la sagrada escritura.

C) CALVINO

Calvino continuador de Lutero llegará a afirmar que el poder de la Divinidad sobre la


libertad humana es absoluto y total. Dios predestina "ab aeterno" a los hombres que quiere que
se salven. A la voluntad humana sólo le queda abandonarse con confianza a los inescrutables
designios del Altísimo. El empeño y progreso social es signo de esa bendición divina. Según
Weber, el calvinismo es el padre del capitalismo. Pero la teología calvinista ha originado una
filosofía laica moderna una versión fatalista del Dios de los cristianos, que suscitó repulsas exi-
gentes o adhesiones entusiastas.
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4.- LA CONTRARREFORMA (EL CONCILIO DE TRENTO)

La Iglesia católica reaccionó enérgicamente a la negación protestante del libre albedrío,


viendo en esa un atentado contra la responsabilidad del hombre en la vida. Así lo definió el
Concilio de Trento: "Si uno dijese, que después del pecado de Adán, el libre albedrío del hombre
se ha perdido o extinguido, o que es algo sólo verbal, más aún una palabra sin realidad, una
ficción introducida por Satanás en la Iglesia, sea anatema".

La Segunda escolástica insiste sobre la disputa, formándose dos escuelas, lo bañezianos


(dominicos y tomistas) que insisten sobre la potencia de la gracia y los molinistas. (Jesuitas) que
insisten sobre todo en la autonomía del libre albedrío. Para los primeros, Dios predetermina ab
aeterno, sin considerar los méritos del hombre, a aquéllos que se salvarán por medio de la
eficacia de la gracia y aquéllos que se privarán de ella. Dios actúa, respetando la libertad
humana. Los segundos sostienen que Dios posee, no sólo el conocimiento de las cosas futuras
sino también de lo posible que no sucederá. ()Qué hubiera sucedido si Napoleón hubiese
vencido en Waterloo?). La predestinación existe pero "post praevisa merita".

El equívoco de fondo consiste en que la Soberanidad Absoluta de Dios y el libre albedrío


del hombre no pueden ser vistos con términos concurrentes. La gracia, entendida como Amor
Infinito del Padre, no determina físicamente sino que solicita, alienta, reclama, en el diálogo a
una adhesión libre que no destruya sino que exalte la dignidad humana.

TEMA III

LAS GRANDES NEGACIONES MODERNAS

1.- EL RACIONALISMO MODERNO (Spinoza y Leibniz)

A) SPINOZA (1632- 1677)

Este filósofo hebreo-holandés en su obra "Ethica ordine geometrica demostrata" delinea


el "alma común" de pensadores modernos como (Leibniz, Wolff, Kant, Fichte, Schelling,
Hegel... Marx... Croce, Gentile, etc.) con los siguientes caracteres:
- El racionalismo, pues la razón humana contrapuesta a la fe cristiana, se convierte en la
única fuente de conocimiento, transformándose en una entidad metafísica y también divina
(Hegel).
- De aquí que el ser sea gobernado con las leyes fatales de la Razón, vista en clave
matemática (Spinoza y el necesarismo monístico).
- La libertad se transforma de autodeterminación personal a la Necesidad... de la
Substancia, del Cosmos, de la Historia, del Espíritu... Enamorado del Todo, parece que el
hombre ha perdido el interés por la persona singular, consecuentemente por su libertad, finalidad
e inmortalidad.
- Dios es la Substancia Única, Infinita, Absoluta, Necesaria... que produce los seres
contingentes por necesidad intrínseca... El Dios Personal cristiano se transforma en un Destino
Anónimo. La inteligencia, después de haber vencido las pasiones y afectos desordenados, puede
alcanzar un conocimiento perfecto y adecuado de la infinita esencia de Dios y en eso encontrar
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"el amor de Dios intelectual".

Se nota un verdadero misticismo , quizás panteísta o ascético. Pero, )hasta que punto este
autodominio del sapiente es voluntario? )qué sucede con los ignorantes? )qué sentido tiene
hablar del deber, del ideal religioso?

B) LEIBNIZ (1646-1716)

De modo diferente que Spinoza, Leibniz se esfuerza en conciliar el racionalismo con la


libertad de elección. Su análisis refinado y engañoso concluye en un determinismo psicológico.
Su famoso principio de razón suficiente: "De toda verdad se puede dar razón, o nada sucede sin
una causa". En todo evento contingente hay implícita una causa adecuada a su ser: A la noción
de César está implícita la idea de que él debe cruzar el Rubicón, a la de Adán que debe pecar... la
concatenación infinita de causas sólo Dios la conoce. Dios siendo infinitamente bueno y Sabio,
moralmente debe crear "el mejor mundo posible". Mejor en sentido relativo, no absoluto.

Según Leibniz lo que vale para la Voluntad Divina, vale para la humana. En efecto el
hombre es libre porque no está dominado por la necesidad física o lógica, ya que en su opción, al
ser racional, no puede no elegir según las motivaciones racionales y emotivas que se le presentan
como las más válidas y mejores. El peso de las causas psicológicas es determinante.

El intelectualismo griego parece resurgir a través de la interioridad y de la razón. La


opción cristiana se disuelve en una armonía cósmica, optimista. No obstante, es meritorio el
esfuerzo por conciliar el dilema determinismo-indeterminismo. Su influjo en el pensamiento
moderno, a través del idealismo, fue enorme.

2.- EL IDEALISMO Y HEGEL

La matriz racionalista aflora en el lema "Todo lo racional es real, todo lo real es


racional". Esta racionalidad se cumple, se modifica en la historia. La persona es sólo un
momento de esa historia, del Espíritu Absoluto que se hace consciente de sí mismo primero en la
comunidad, luego en el estado y finalmente en la historia. La libertad no es de la persona
singular. El estado se convierte en la realidad en acto de la idea moral. La libertad auténtica no
consiste en la pobre responsabilidad humana sino en la Razón objetiva de las instituciones civiles
"sub lege libertas", integrada y absorbida y minimizada.

Este es el intento falible de querer englobar en un discurso dialéctico-racional, todas las


antinomias de la filosofía: conciencia y naturaleza, sujeto y objeto, finito e infinito, persona y
comunidad, libertad y necesidad... la libertad se convierte en la necesidad conocida y aceptada.
La cual ha tenido un gran influjo en la filosofía marxista.

3.- MARX Y LOS DIVERSOS MARXISTAS.

De la filosofía hegeliana Marx extrajo el historicismo inmanentista, el humanismo


colectivista, y el optimismo progresista y eficaz, no obstante los errores y defectos de los indivi-
duos, sustituyendo la dialética del Espíritu Absoluto con la dialética materialista de la lucha de
clases.
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La verdadera libertad consisten en liberarse de la opresión capitalista. Las evolución


histórica, no es fruto de la voluntad y veleidad de los individuos, sino de las leyes socio-
económicas. Los valores humanos, no son absolutos e inmutables, sino que se hallan a nivel de
la sobreestructura ideológica. Su ética propuesta se hace histórica y socialmente por el progreso
del hombre.

Su influjo se debió al haber denunciado proféticamente los abusos de la clase dominante


burgués y su análisis científico de los mecanismos socio-econó micos. Pero sus conceptos de
libertad y moralidad contienen confusiones que han originado dos escuelas en sus seguidores: El
marxismo humanístico (Gramsci, Shaff, Bloch, Garaudy... ) que insisten sobre los elementos
sobreestructurales (idealidad, libertad, cultura... ) Y el marxismo fiel al materialismo dialéctico
(Diamat) que interpretan la moralidad como expresión determinada por puros intereses sociales
(A.F. Shishkin)... Todas ellas consideran en el fondo que la libertad existencial de la persona
singular se debe ver en función de una liberación colectiva, la cual le confiere eficacia y
significado.

4.- POSITIVISMO Y CIENTIFISMO )El libre albedrío contrario a la ciencia?

En el S.XIX surge la teoría de que el hombre podría ser guiado sólo por factores
externos, físico-biológicos (evolucionismo darwinista) o sociales (sociologismo Durkheim y
Levy-Bruhl) o genético-hereditario (Lombroso y su teoría del que nace delincuente).

No obstante conviene reconocer las aportaciones de la ciencia para ayudar a los


enfermos de mente y no tenerlos por endemoniados u obsesos, para reeducar a los delicuentes
más que condenarlos y para mejorar los tratamientos psico-terapéuticos.

Pero del punto de vista teórico la Weltanschauung rechaza "el libre albedrío", pues es
una teoría que escapa a su concatenación férrea de causas y efectos. De esta opinión es el
filósofo danés (Harald Höffding 1843-1913)
En una perspectiva filosófica que considera al mundo como un Todo único, divino, inmutable y
eterno, perfectamente inteligible según las leyes de la ciencia, la idea misma del libre albedrío
aparece absurda, monstruosa.

Con la teoría de la indeterminación cuántica de Heisenberg la ciencia ha abandonado el


ideal de la causalidad necesaria y la previsión infalible. El concepto de condición ha superado al
de causa y el de probabilismo al de necesidad. Esto sin embargo, está muy lejos de ser una
prueba para el libre albedrío.

5.- FREUD Y LA PSICOANÁLISIS

Pero el ataque más duro en la cultura contemporánea y en la conciencia común lo ha


recibido de la psicología del profundo o de la inconsciencia. Freud, no pone en duda el mundo
externo como Cartesio, sino el mundo interno. Su doctrina ha puesto en crisis cierta concepción
simplicista y reductiva del libre albedrío.

En efecto en los neuróticos, aun manteniendo una inteligencia lúcida, no tienen ni la raíz
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del sentido de libertad, de la responsabilidad y de la dignidad. La moral no se reduce a un


moralismo farisaico. Por eso el Señor nos dice: "no juzguéis y no seréis juzgados.

Sin embargo es exagerada la actitud reduccionista de Freud, pues reduce todos los
valores morales a *pulsiones+ inconscientes heredadas de la educación familiar y social. Su
visión filosófica está muy impregnada de psicologismo y positivismo, que lleva a negar el libre
albedrío. Esto sin rechazar sus aportaciones en el campo de la medicina terapéutica.

TEMA IV

LA AFIRMACIÓN

1.- KANT. LA LIBERTAD DE ELECCIÓN COMO POSTULADO DE LA VIDA MORAL

Más allá del mundo fenoménico tratado por la ciencia, está el mundo numénico
alcanzado sólo por la razón práctica. Su motivo "debes luego puedes". Muestra que la necesidad
moral no es la necesidad física. De frente al deber la voluntad puede seguir el imperativo de la
Razón o el impulso patológico del instinto, del deseo, del interés.

En este dualismo kantiano entre fenómeno y númeno, placer y deber, instinto y razón se
encierra todo el drama de la existencia humana.. Por ello, para Kant, el libre albedrío no es
intuido directamente como un fenómeno de la experiencia sensible, ni demostrado por una
razonamiento sino postulado, nacido de la ley moral.

El conocimiento del valor ético y de la obligación categórica es un "primum cognitum"


inmediato e irreversible. El cual requiere como condición esencial, la existencia del libre
albedrío, presupuesto de toda vida moral. Pero no la podemos conocer de modo teórico sólo
existencial y práctico.

2.- EL EXISTENCIALISMO TEÍSTA

A) KIERKEGAARD

Su filosofía del hombre en su existencia irrepetible y dramática, en su soledad de frente a


Dios y a sí mismo es un ataque enérgico a la dialéctica hegeliana. Todo esfuerzo por dejarme
absorber por el todo es inútil, pues no puedo dejar de ser yo, y por ello de encontrarme ante la
desesperación o la fe. "No puedo no elegir entre la Nada y el abismo del "Deus absconditus". Por
eso el libre albedrío no es tan demostrado como ejercitado.

El libre albedrío es la propia existencia, por eso no puede ser captado totalmente de
modo racional. Abraham no tiene más que su conciencia ante el mandato de Dios para aceptar la
fe y matar a Isaac, o desobedecer a Dios. No hay dudas de que en Kierkegaard se den acentos
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luteranos, pero esto no aplaca la lucha angustiosa de la libertad humana contra Dios, sino la
acentúa.

B) DOSTOJEVSKI

En su romance de los hermanos Karamazov, narra cómo ante el sufrimiento atroz e inútil
de un niño inocente, Ivan K. elige la rebelión y Alioscia, monje joven, elige la fe, exclamando al
final del romance: "Santo es el Señor y justos sus caminos"
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2.- EL EXISTENCIALISMO HUMANÍSTICO (ATEO)

A) UNA AFIRMACIÓN EXASPERADA DEL LIBRE ALBEDRÍO

- JEAN PAUL SARTRE

Habla de una libertad como creadora de valores, pues el mundo en sí mismo es absurdo.
"Todo ser nace sin razón, vive por debilidad, muere casualmente". Es pues el hombre el que da
sentido a su vida y por tanto el que hace su moral. Estamos condenados a ser libres, nadie puede
substituirnos en nuestras elecciones y en nuestra responsabilidad personal.

Todo es arbitrario, nada guía la moral, ni Dios, ni el hombre, ni la razón, ni la naturale-


za... cada acción es buena y justa si la quiero libre y auténticamente. Estas ideas filosóficas
fueron desarrollados en los famosos dramas "Las moscas, A puertas cerradas, El diablo y el dios
bueno... "

- ALBERT CAMUS

Parte del principio de que el mundo es irracional, absurdo porque termina con la muerte.
"hay un sólo problema filosófico el suicidio". El acto libre de rebote da sentido a la vida que en
sí no tiene sentido. El único valor para Camus, es la voluntad que se rebela contra el absurdo
(por tanto, contra el mal, el dolor, la injusticia... ) y da sentido a la vida sin apoyarse en utopías
consoladoras, mundanas o religiosa, terrenas o escatológicas.

Es interesante notar cómo varios autores se han rebelado contra el destino malvado que
gobierna el mundo.

3.- LA AFIRMACIÓN TEORÉTICA DE LA LIBERTAD DE ELECCIÓN EN LA FILOSO-


FÍA CONTEMPORÁNEA.

A) BERGSON Y EL VITALISMO.

El se esfuerza por demostrar que sea el determinismo que el indeterminismo son la


mayoría de las veces concepciones cuantitativas y espaciales de la conciencia. En tal perspectiva
los sentimientos y los "estados de ánimo" son cosificados, mientras que por el contrario la
conciencia es una cualidad y duración viviente y dinámica. La conciencia no puede reducirse a
una interpretación simbólica donde el yo aparece siempre bien definido.

Mérito de Bergson es el haber relevado los aspectos vividos, precategoriales, dinámicos


y cualitativos de la experiencia humana contra el racionalismo y el nocionismo que despedaza el
flujo ininterrumpido de la conciencia. Por esto él retiene que no se puede encerrar el libre
albedrío en una definición conceptual que terminaría por asesinar su verdadera realidad vital.
"Toda definición de la libertad dará siempre razón al determinismo".

No obstante sus aportaciones, parece faltar en la explicación bergsoniana, el componente


dramático-existencial, en su relación de la decisión humana con el Absoluto.
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B) MAURICE BLONDEL

Para él, en cambio, en su "Filosofía de la acción" recalca que la voluntad humana alarga
indefinidamente la búsqueda de sus necesidades y aspiraciones, de utilitarias y económicas,
pasando por científicas y artísticas hasta las metafísicas y espirituales. Nuestro corazón esta
inquieto hasta reposar en Dios. En este ascenso la voluntad se encuentra ante la elección entre
finito o infinito, entre encerrarse en su yo o abrirse a lo eterno. En esta opción fundamental
consiste el drama de la existencia humana.

Según Blondel, ni el dios de las filosofías y de las religiones es suficiente para saciar el
ansia de Absoluto presente en alma humana. Sólo una elección de fe por el Dios vivo,
sobrenatural, personal, revelado en el cristianismo, puede unirnos al único y verdadero infinito
que es nuestro Fin Ultimo.

C) LA FENOMENOLOGIA Y EL PERSONALISMO DE MAX SCHELER

Para él es la persona singular, no la razón abstracta, o el espíritu, ni el carácter psicofísico


o el individuo en sus relaciones sociales, es la que constituye el soporte esencial de la voluntad
libre y de la responsabilidad moral. Es la persona la que elige con actos preferenciales entre los
valores que se le presentan: "Nuestro querer es bueno en la medida que elige el valor más alto en
medio de aquéllos de sus inclinaciones". "El concepto de responsabilidad se radica en el
conocimiento inmediato que tengo de ser el autor de mis propios actos y en el hecho de que allí
hay una realidad axiológica de carácter moral. Tal conciencia de la libertad de poder es tan
inmediata como la experiencia de la obligación y no, como falsamente sostiene Kant, un
postulado derivado de aquélla.

Es importante su afirmación de que los valores son objetivos (contra el existencialismo


de tipo sartriano) y de que la persona, en el acto de preferencia, no crea sino constituye o recrea
sus propios valores. El acto libre puede decirse por tanto una autoposición (Selbstellung). En
substancia el soporte ontológico de la libertad de elección, no es la voluntad separada de la
inteligencia, ni viceversa, sino la persona.

El personalismo dice que la gran tentación del hombre es el intentar separar la voluntad
de la inteligencia (indeterminismo) o la inteligencia de la voluntad (determinismo psicológico) o
el carácter psicosocial de los otros componentes de la personalidad. El acto libre es el acto global
e integral de la persona global e integral.

Llegamos así a un modo más sistemático de tratar el problema propio de esta segunda
parte. En ella presentaremos no las opiniones ajenas sino nuestra perspectiva personal.
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PARTE II

UN ACERCAMIENTO SISTEMÁTICO

A) INTRODUCCIÓN

1.- Dado que el enigma del libre albedrío coincide con el misterio mismo de la existencia
humana, de la vida y de la muerte, conviene colocarlo al interno de una reflexión sobre la
condición humana.

2.- Se trata en el fondo de responder a lo que ya Kant señalaba como los eternos temas de la
filosofía: )qué puedo conocer? )qué debo hacer? )que me está permitido esperar?

3.- Pero, sin olvidar, que la experiencia del libre albedrío es implicada (no postulada como
quería Kant) en todo nuestro actuar, sobre todo moral y religioso.

4.- En resumen, el problema del libre albedrío tiene que ver con la condición humana individual,
personal, singular, irrepetible, insubstituible. Soy yo el que sólo soy libre, no la Razón, la
Historia, el Ser, la Humanidad. La persona es el soporte esencial y único del libre albedrío.
"Factus sum mihi magna questio" decía S. Agustín.

Para investigar bien este problema de modo reflexivo, conviene colocarlo dentro del
contexto de una fenomenología correcta de mi condición humana individual vivida en el mundo.

a) Caracteres de la condición humana individual:


- El misterio de toda vida humana. Puedo elegir no sin un cierto temor: "Lo que hago, )
está bien o está mal?.
- El hombre se encuentra en la necesidad de decidir. No es posible una neutralidad. Cada
elección modifica y determina mis motivos de acción.
- Cierto dramatismo que nace del buscar un sentido a la vida que no encontramos y la
necesidad de darle ese sentido cueste lo que cueste.

b) Conclusiones que se desprenden de esta situación humana:


- La irrealidad del racionalismo que de modo simplista considera a la voluntad guiada de
ideas claras y distintas.
- Es evidente que incluso una persona determinista elige. Éste se parece al escéptico que
afirma su certeza que no existe ninguna certeza.
- Esta meditación de la condición humana nos ayuda a entender la libertad humana del
hombre en este mundo, libertad finita, parcial, precaria...

c) Resumiendo: La condición humana nos presenta el cuadro en el cual se ejercita el libre


albedrío. Tal cuadro presenta las siguientes características: La singularidad irrepetible de la
persona agente, la misteriosidad de su "ser en el mundo", lo dramático y trágico de su existencia,
y la inevitabilidad de sus elecciones.

El libre albedrío está pues injertado en una situación que lo limita, lo domina y a veces lo
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anula. Pero, )cuáles son estos límites, condicionamientos y obstáculos?

B) LIMITES, CONDICIONAMIENTOS Y OBSTÁCULOS DEL LIBRE ALBEDRÍO

Introducción

Los deterministas (Spinoza) se basan en estos límites para negarlo. Nosotros nos fijaremos en
ellos para comprender mejor el significado auténtico de nuestro libre albedrío. Por ello, analizar
las raíces mundanas de nuestro libre albedrío es esencial para comprender una libertad no
abstracta o angélica sino una libertad humana.

1.- Los límites del libre albedrío: Son aquellos trazos que caracterizan mi existencia y que no
dependen de mí: mis padres, el lugar donde nací, el momento histórico, mi códice genético, mi
cuerpo, mi lengua materna, etc.

2.- Los condicionamientos socio-psicológicos, que pueden influir pero no dominar el libre
albedrío. La aportación de las ciencias humanas nos han hecho colocar el problema en un justo
punto, es decir no en el dominio objetivo de la observación sociológica o psicológica sino en el
ámbito de la experiencia existencial vivida, captada a través de una fenomenología reflexiva.
Nuestro libre albedrío está pues condicionado por nuestra educación, sobre todo la interiorizada
por la conciencia, por los usos y costumbres, por las modas, relaciones económicas... Muchos de
estos condicionamientos sociales se convierten también en psicológicos cuando son introducidos
en la conciencia personal. )Cuál es el grado de libertad de una mente humana minada por la
enfermedad? )Qué poder de influjo tiene el estado de inconsciencia sobre la conciencia? Los
complejos restan libertad.

3.- Los obstáculos que pueden paralizar el libre albedrío haciéndonos perder el estado de
conciencia: el sueño, el estado de coma, la hipnotización...

Estas cosas y otras nos hacen percatarnos del estado de fragilidad de nuestra libertad,
dependiente de tantos factores externos e internos, físicos y psíquicos, capaces de ofuscarla e
incluso de destruirla. No obstante todo esto ciertas acciones nuestras demuestran un poder de
autodominio y de autocausación.

C) EL LIBRE ALBEDRÍO COMO PODER DE ELECCIÓN. LAS PRUEBAS


FENOMENOLOGICO REFLEXIVA Y METAFÍSICA.

Introducción.

)Se puede probar la existencia del libre albedrío? )cómo? )qué tipo de pruebas podemos dar para
demostrarlo? Algunos recurren a una intuición inmediata casi científica-psicológica-
experimental "no puedo no sentirme libre", otros a una creencia fideísta. Otros, como Kant, a un
postulado no especulativo-cognoscitivo sino práctico... Nosotros, en cambio, sostenemos que la
prueba no es de orden científico sino filosófico, intuitiva-inmediata (en cuanto se basa sobre una
experiencia vivida), pero implícita (en cuanto aquella realidad existencial debe hacerse explícita,
aclarada y defendida contra posibles objeciones en el plano conceptual y reflexivo). Por tanto no
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propiamente fundada sobre la fe, ni reducida a un postulado práctico en sentido Kantiano.

Mis decisiones de todos los días no pueden ser constadadas de modo objetivo científico
sino que tienen relación con mi yo interior, por tanto sólo me son asequibles de modo
fenomenológico-reflexivo. En efecto el método fenomenológico trata de encontrar el significado
del fenómeno, es decir, de adecuar lo más posible la reflexión conceptual al mundo precategorial
de la vida y de la conciencia. Pero tal constatación es implícita y sólo con esfuerzo se puede
expresar aquella realidad que permanece en cierta oscuridad, ambigüedad, por ser entidad
existencial. Es, sin embargo, una verdad conocida, no tan sólo creída, o postulada como
exigencia práctica. No es primero la experiencia moral y luego la de la libertad (Kant) sino que
son concomitantes, ya que no hay moralidad sin libertad, ni libertad sin moralidad. Es pues la
experiencia moral que nos conduce más fácilmente a la verdad del libre albedrío. No es que éste
se reduzca a este campo. Puedo rechazar una invitación a comer o no, no es esto campo moral.
Pero en el aspecto moral lo percibimos con más fuerza.

1.- Prueba fenomenológica-reflexiva. De la experiencia moral.

a) La percepción del valor moral como norma ideal de conducta.

Analizando nuestra conciencia destaca un valor específico y peculiar, el moral, distinto


de los otros valores: económico, estético... Cuando digo amar es bueno y odiar es malo hago un
juicio de lo que es esa acción en sí, y que hacerla me dignifica o me abaja, me enriquece o me
empobrece. Es un valor que todos percibimos sobre todo ante injusticias. Juicios que hacemos:
"Juan no merecía el castigo, fue culpa de Andrés". Estos juicios no los haríamos si se tratase de
cualidades o valores naturales: el ganador del ciclismo, de natación... etc. (valores de destreza,
habilidad).

Por tanto, nuestra conciencia individual o colectiva, el lenguaje de todos los días, el
folklore, las fábulas... confirman la existencia de juicios de valoración ética dotados de una
particularidad propia: la afirmación de un significado o valor o mérito apreciables o de lo
contrario. La vida de Nerón o de San Francisco no inspiran la misma actitud. Sólo la segunda es
ideal de conducta, invita a realizarlo libremente. Los conceptos: mérito-demérito, digno e
indigno, aprobación o reprobación significan algo en el lenguaje humano sólo si existe el libre
albedrío.

b) El sentido del deber y de la obligación.

Cuando yo digo debo hacer tal cosa porque es buena, no sólo hago un juicio de valor
moral sino que me siento obligado a hacer tal acción. Este juicio de obligación posee una dimen-
sión activa, dinámica, práctica. Mientras el juicio de valor indica una norma ideal de vida: "Es
bueno ser así... " El juicio de obligación indica una necesidad, no física sino moral: "Debo
hacerlo así... " Así por ejemplo, si decimos que todos los hombre deben morir, expresamos una
necesidad física; pero, si por el contrario decimos, todos los hombres deben honrar a sus padres,
expresamos una necesidad moral. De aquí Kant deriva la conclusión, plenamente legítima, de
que la idea misma de deber postula, nosotros decimos implica, la libertad de elección. Y de aquí
su famoso aforismo: "Si debes, puedes" o como decían los latinos: "Ad impossibilia nemo
tenetur".
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c) EL Arrepentimiento.

Conviene ante todo distinguirlo de algunas manifestaciones que se dan cercanas al


arrepentimiento. Por ejemplo, cuando me desagrada una enfermedad que me ha aparecido. En
esta situación soy consciente de que no puedo hacer nada para evitarlo. Más cerca se encuentra
la sensación de culpa (Judas). Es algo pasivo, negativo. En definitiva un sentimiento sufrido, no
querido. Es una función psíquica inconsciente, instintiva. No está abierta al otro y a la injusticia
real cumplida. Cuando, en cambio, yo me arrepiento de algo malo que hice, yo no sólo soy el
teatro de mis acciones, sino que yo mismo me descubro el autor, retorno sobre mí mismo, quiero
cambiar de vida. Si no fuese libre vería la culpa como una desgracia, de la cual no puedo
escapar. El arrepentimiento es pues un acto de libertad de elección. No puedo destruir mi
pasado, pero puedo asumirlo en el dolor y remediarlo con una conversión nueva. Es la opción
fundamental que damos a nuestra vida.

Con el arrepentimiento me encuentro pues delante de una dimensión irreducible a una


consideración de tipo solamente psicológico-empírico o sociológico, o psicoanalítico... sino
existencial que empeña mi persona delante al misterio mismo de su destino en el mundo.

d) El sentido de responsabilidad. La angustia.

Conviene no confundir la responsabilidad moral con la jurídica, o caeríamos en el


legalismo farisaico. Mi responsabilidad moral me atestigua que mis actos son míos y reales. Así
un castigo por una acción que hice mal, si es justo, lo acepto, si no es para mí una violencia
impuesta por otros. A un animal se le puede amaestrar con premios o castigos, pero a un hombre
no se le amaestra sino que se le educa, y educar exige la aceptación de la persona. La angustia
psicológica es el reflejo de una indeterminación ontológica, de la pequeñez del sujeto y de la
precariedad de los objetos elegidos. )Cómo sé que mi elección es infalible? Estamos pues
pasando de una dimensión fenomenológica a una dimensión ontológica. Solo aquí podremos
encontrar la explicación última del libre albedrío entendido como empeño total ante el destino
mismo de mi existencia.

2.- La prueba metafísica.

El sujeto espiritual surge como autoconciencia del mundo psíquico-físico (de la materia,
del cerebro, del cuerpo, de la sociedad, de los mecanismos instintivos. No es parte del mundo o
pedazo del mundo sino "quodammodo omnia", apertura infinita al cosmos, a los demás, al
Absoluto.

Como la inteligencia, la voluntad tiene una apertura infinita e ilimitada. En toda


motivación la inteligencia ve aspectos positivos y válidos, pero también ve deficiencias, de
frente a cualquier bien o valor particular la inteligencia y la voluntad permanecen insaciables.
Por eso Sto. Tomás afirma que la raíz de toda libertad consiste en la razón.

La razón -inteligencia de Sto, Tomás, en cuanto que no dice, como para los
deterministas, coherencia lógico-formal-matemática (Espinoza y Leibniz) sino apertura
metafísica al universal y al infinito, lleva al indeterminismo y a la libertad. La voluntad tiene por
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objeto el bien, cualquiera que sea, pero la inteligencia que ve sugiere y la voluntad elige.

D) OBJECIONES Y RESPUESTAS

1.- La voluntad se mueve de modo necesario y determinado por el motivo más fuerte que
se presenta a la razón (Espinoza y Leibniz admiten el principio de razón suficiente que rige el
universo; )cómo puede entonces existir un efecto sin causa -el libre arbitrio?). En esta posición
podría colocarse el intelectualismo griego (Sócrates y Aristóteles).

R/ Pero, acaso nuestra conciencia es determinada por los motivos que la dominan? )Mi
decisión es sólo el resultado final de todos los complejos factores que vienen a determinarla? )
No hay puesto para el libre albedrío?
Como se ve esta teoría racionalista-determinista no tiene en cuenta el aspecto activo, dinámico,
creativo de la voluntad humana. Es verdad que la voluntad es atraída por los innumerables
motivos que le presenta la inteligencia, pero a la vez ella, la voluntad, reacciona y actúa sobre la
inteligencia para que ésta vea lo que la voluntad quiere ver, ya que ningún motivo es
plenamente satisfactorio. La voluntad tiene un poder de iniciativa que suple la deficiencia de los
motivos objetivos. La libertad no es indeterminación sino autodeterminación.

El juego dialéctico entre el intelecto y la voluntad, posible de ser percibido en el


momento de la deliberación, es menos factible en el momento de la decisión del único yo
consciente y operante.

2.- El irracionalismo y existencialismo (Sartre) falsifica la naturaleza del libre albedrío


haciendo de la voluntad una facultad caprichosa y totalmente arbitraria. En efecto, Sartre
extremiza y exaspera tanto la libertad humana que la transforma en un absurdo caprichoso y en
una condena compasiva. Para él la voluntad es autónoma, incluso se crea sus propios motivos y
valores. La libertad es su propia ley, sin límites y sin confines. Cada uno, al vivir en un mundo
irracional, se crea su propio destino y su propia moral, sin relación a la razón, a la humanidad, ni
a Dios. Cada uno da a su vida el sentido que puede y que quiere.

R/ Esta posición es inconcebible porque lleva a la desesperación, a la nulidad. Esta


posición no corresponde a una verdadera fenomenología de la libertad y se apoya en la filosofía
pantanosa del escepticismo nihilista. Sin embargo, tiene de positivo el haber defendido, contra el
racionalismo, que la voluntad no está determinada por los valores y motivos intelectuales sino
que más bien los constituye y los re-crea. Como vocación la persona debe adecuarse al Valor de
la Inteligencia, de la Bondad, de la dignidad de la persona misma, en una palabra el ideal de la
vida moral. )Acaso puede haber una vocación al sin sentido, al mal, al pecado?

3.- )Es posible que la persona responsable elija libremente también el mal moral, es
decir, el pecado? Si es posible, la doctrina del libre albedrío lleva inevitablemente al irracionalis-
mo, y al inmoralismo. Si no es posible, el libre albedrío en realidad no existe, es decir, o la razón
conoce el mal como mal y entonces no puede admitirlo, sería una razón diabólica; o no conoce
el mal como mal sino bajo el aspecto de un bien, y por tanto haciendo el mal en buena fe, es
excusable. Nos encontramos de frente al misterio del mal y del pecado, causa de toda angustia.
Aquí se halla la verdadera y propia dificultad para aceptar el libre albedrío, porque el hombre no
quiere considerarse responsable del mal, ya que produce una insoportable humillación a su
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orgullo y a sus seguridades.

R/ Si fuera cierta la teoría determinista, )qué sentido tendría el pecado si nuestra


voluntad está determinada ad unum? Igualmente el pecado aparece imposible en la teoría
indeterminista. Evidentemente si no hay diferencia objetiva entre bien y mal, honesto y
deshonesto, obligatorio y prohibido... sino que todo son creaciones arbitrarias de nuestra
libertad, evidentemente también la misma idea del pecado es absurda, porque pecar es hacer algo
contrario a la norma ideal del bien y del sentido de la vida.

)Cómo puedo libremente querer un mal, un pecado, es decir, un desvalor, si la voluntad


tiende al bien y no puede querer el mal por el mal? La teoría socrático reponde que vemos
aquello no como mal sino como bien menor. Según ésto hacemos el mal en buena fe y somos
excusables, la culpa se reduce a ignorancia. Aunque existe una gran dificultad para juzgar objeti-
va y subjetivamente un acto pecaminoso, sin embargo por ser libre puedo hacer el mal.

Pero, )se puede comprender el mal sin justificarlo? Sí, ciertamente, pero sin recurrir a la
teoría racionalista (el mal es efecto de error o ignorancia) ni a la teoría irracionalista ( el mal es
una opción ciega y absurda de un destino malvado, de una perversión demoníaca... ) El pecado
no es sólo ignorancia, sino deliberada operación de ocultamiento o descubrimiento de los
valores. La voluntad interviene, ella dispone, jerarquiza sus valores. Ese no querer prestar
atención a algunos aspectos de la realidad, hace ver una malvada actitud, una división interior
que se llama pecado.
)Existe un mal radical? Kant y Nabert nos dirán que sí en cuanto todos experimentamos
cierta inclinación a satisfacer primero nuestro egoísmo. Es una herida infectada que corrompe
pero no destruye nuestra libertad. )Cómo pues "video meliora proboque, deteriora sequor?" No
son sólo los condicionamientos psicológicos, físicos que me lanzan al placer, a mis intereses y
utilidades... sino el mal radical de mi egoísmo. Esto no significa negar el libre albedrío, sino
delinear el cuadro oscuro y misterioso en el que se mueve.

Hemos tratado pues de responder a los interrogantes puestos por el intelectualismo


griego (Sócrates-Aristóteles), por el racionalismo moderno (Espinoza y Leibniz), por el determi-
nismo en general y por el indeterminismo existencialista (Nietzsche, Sartre, Camus). Nos queda
ahora que tratar las cuestiones puestas al libre albedrío a la luz de un hecho moral (Kant y Sar-
tre), y religioso (Espinoza), pero sobre todo de la relación entre libertad y gracia (Lutero,
Calvino, Contrarreforma).

E) LIBRE ALBEDRÍO, MORAL Y RELIGIÓN. EL MISTERIO DE LA GRACIA.

1.- Somos libres, pero )por qué? )por qué cosa? )cuál es el fin y el sentido de nuestra libertad?

El sentido del libre albedrío es la participación responsable y autónoma, querida y activa,


de mi yo en la realización integral del hombre, que culmina en la realización de la dignidad de
la persona propia y de los otros, es decir la vida moral. Ahora, )cómo se explica el pecado?
Entonces, )para que sirve el libre albedrío? )No es más bien una desventaja?

Ciertamente la "libertas minor" (libre arbitrio) es la liberta del "homo viator", del
hombre finito y frágil. Por tanto esta libertad nos habla de perfección y de imperfección. De
perfección, porque permite al hombre autorrealizarse, conquistar su propio destino. La vida no
es sólo aceptada con resignación sino llevada responsablemente. Por medio de ella colaboro para
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alcanzar mi valor moral, mi dignidad propia y la de los demás. Pero a la vez, nos habla de
imperfección y de límites. Es un riesgo hermoso pero peligroso, pues haciéndonos responsables
nos hace enjuiciables y condenables. Sin embargo es éste el camino que tenemos para una
libertad mayor, que espontáneamente y sin peligro tienda siempre al bien (los santos).

)No hubiera sido mejor haber sido colocados en un orden mejor donde la libertad fuera
menos arriesgada? Pregunta leibniziana que aduce al mejor de los mundos, pero que no responde
a nuestra condición humana. No obstante todo el libre albedrío sigue siendo un don de la
Potencia infinita, una llamita de su libertad infinita brilla en nuestra débil libertad humana.
Como se ve tratado en su amplitud el libre albedrío toca, sin quererlo, nuestra dimensión
religiosa, que trataremos de poner a la luz más explícitamente.

2.- El libre albedrío y el problema de Dios.

En la prueba metafísica ya habíamos hablado de que el libre albedrío nace de hecho de la


posibilidad que tenemos de elegir entre bienes relativos y contingentes, que por ser así no son
capaces de determinar las aspiraciones ilimitadas de nuestra voluntad. Esta realidad de los bienes
relativos nos lleva a pensar en un bien Absoluto que satisfaga nuestro corazón.

Ya que la libertad encuentra su límite y significado en el valor moral que coincide en la


dignidad de la persona. La libertad no crea tal valor sino que lo reconoce como absoluto y
categórico. Pero como el valor se funda sobre el ser, ese valor absoluto debe ser, no sólo
fenomenológico y axiológico, sino ontológico. La moral tiene su fundamento último en Dios.
Así constatamos que cuando Dios se oscurece en el horizonte de nuestra vida, se oscurece
también nuestra conciencia de ser libres.

Sin Dios el hombre aparece como hijo de la casualidad, de la necesidad. Y la respon-


sabilidad por nuestras acciones degenera en un patológico sentido de culpa o en una condena
implacable al castigo, sin razón y sin sentido.

La experiencia moral, sin embargo, es conocida independientemente y antes de la


explícita demostración de Dios, pues se funda inmediatamente sobre la dignidad de la persona.
Por otro lado la experiencia moral vista en su integridad nos conduce con suficiente claridad a
un Fundamento originario y último que es a la vez Valor Absoluto y Ser Absoluto. El Ser
Absoluto es Perfectísimo y no puede ser concebido privado de lo más grande de la existencia
humana, de su conciencia y libertad. La libertad del hombre requiere implícitamente la idea de
Dios libre, trascendente y personal.
3.- El libre albedrío y el misterio de la gracia.

Sobre el plano vivencial y existencial, la doctrina del libre albedrío debe, de hecho, ser
equilibrada con la doctrina de la gracia, para no convertirse en aislada, angustiosa e insoportable.
"Gratia non destruit naturam sed perficit". Los términos gracia y libertad no deben ser
contrapuestos (como acaeció en las discusiones de la reforma y contrarreforma) sino conjugados.

Sólo la idea de un Dios, amoroso y providente, puede hacerme vencer la tentación de la


desesperación al verme portar sobre mi espalda el peso de mismo y de mi prójimo, de la
sociedad y del mundo, a pesar de mis esfuerzos infructuosos y miserables. Así mi yo no sólo se
esfuerza por una moralidad orgullosa y farisaica, que tiene fin en sí misma. (El fariseo se goza
de ser virtuoso y de no ser como los demás hombres miserables).
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Se puede conceder a Lutero que sólo la fe que confía, puede superar victoriosamente la
tentación ante el mal y el pecado, y a hacernos vencer la inútil complacencia farisaica en nuestra
susodicha virtud. Pero de esto no podemos concluir con Lutero a su famosa teoría de "Servo
arbitrio".
Al empeño más serio en el plano moral debemos añadir la humildad más profunda y
sincera. Siervos inútiles somos y necesitados en todo momento de la ayuda de la Gracia divina.

CONCLUSIÓN: )QUE COSA ES EL LIBRE ALBEDRÍO?

A) El libre albedrío no es:

1.- No es, como sostiene Espinoza, la ilusión consciente de una elección que parece libre
pero que en realidad está condicionada por factores externos (físicos, mecánicos, psicológicos... )
Es verdad que nuestras opciones están muchas veces en parte o totalmente condicionadas, y por
tanto aquéllas totalmente libres son pocas. Pero la iniciativa libre de la voluntad entonces existe,
y somos conscientes de ello. De otra manera, toda la vida moral, carecería de sentido.

2.- No es tampoco el simple resultado de motivos racionales que influyen determinadate-


mente sobre la voluntad, como pensaba el intelectualismo griego y el racionalismo moderno.
Esta posición nos llevaría al determinismo psicológico, que no deja espacio a la iniciativa
verdaderamente libre y autónoma de la voluntad.

3.- Por el contrario no es tampoco un arbitrio alocado e irracional que crea sus valores y
no descubre los que ya existen, como querrían que fuese algunos del existencialismo absurdo
(Sartre).

4.- No es una libertad absoluta, incondicionada, perfecta. Es libertad humana, terrena, de


esta vida, por tanto, frágil, falible. Muy distante de la "libertas maior" de los santos y perfectos.

5.- No se debe tampoco entender como un peso insoportable, culpante y moralista, como
una arma de juicio y de condena de la conducta propia y ajena. De hecho, desde el punto de vista
cristiano, la verdad del libre albedrío debe ser injertada en un designio de la Providencia y del
Amor misericordioso que guía y conforta nuestra libertad hacia una mayor realización nuestra y
de nuestra dignidad de personas. Est ad salvationem, non ad perditionem. El sentido serio de
nuestra responsabilidad delante de nosotros mismos, de los demás y de Dios, debe ser siempre
moderado con el abandono confiado en la Gracia benévola del Eterno.

B) )QUE COSA ES EL LIBRE ALBEDRÍO?

1.- Es la autodeterminación o autodominio parcial y finito, de la persona con inteligencia


y voluntad, persona tomada en su integridad y globalidad, que se eleva por encima de sus condi-
cionamientos como proyecto activo de vida y de acción.
2.- Del punto de vista teológico es un crédito confiado que Dios ofrece al hombre, para
que pueda ser, no sólo espectador sino autor de su vida, no sólo objeto sino sujeto de su destino,
partícipe responsable de la obra creadora de Dios.
3- Es en sí una pequeña cosa, pero imagen de una libertad más alta, que concede al
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hombre una cierta autocreación y autoafirmación.

(Del libro "Il libero arbitrio" del P. Paolo Valori, Sj.)


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