You are on page 1of 13

ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

Aceptar no quiere decir gustar.


(Francisco de Sales)

Aceptar lo que no gusta no siempre es rendición: a veces, es comprensión.


(Francisco de Sales)

"¿Cómo seremos pacientes con las faltas del prójimo si no somos pacientes
con las nuestras?, aquel que se irritare con sus flaquezas, no las corregirá;
toda corrección fructífera procede de una mente serena y tranquila."
(Anónimo).

Mi realidad: eso soy yo.


(Francisco de Sales)

Atrévete a mirarte en el espejo de la realidad.


(Francisco de Sales)

A veces la realidad, sin dejar de serlo, se convierte en una excusa para no


cambiar o no hacer las cosas que no nos atrevemos a cambiar o hacer.
(Francisco de Sales)

Soy un ser humano.


Repito: soy un ser humano.

Es importante tener un sentimiento de ser humano, con


sus ventajas y dificultades, antes de empezar con las
definiciones y los sitios donde archivar lo que somos.
Porque podemos decir, en esas divisiones que nos
inventamos, que somos:

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

1 – Consciente e inconsciente.
2 – Materia y Espíritu.
3 – Terrenal y Divino o Superior.
4 – Cuerpo y Mente.
5 – Alma, corazón y vida. (Espiritualidad, afectividad y
energía).
6 – Diferentes Yoes.
7 – Varios personajes.
8 – Tres cuerpos: físico, mental y emocional.
9 – etc… etc... etc…

Puede ayudarte el que te ubiques en uno de ellos, porque


te puede hacer más fácil el “situarte”, pero la definición
o la ubicación no va cambiar la realidad, y la realidad es
que, simplemente, eres tú, aquí y ahora.

Comienza por aceptar tu realidad actual.


No la puedes negar.
Aceptar no quiere decir gustar.
Pero debes aceptarte, porque sin este paso previo es
imposible dar el siguiente.
Aceptar, y además, con sinceridad y con amor, porque si
se lucha contra un bloqueo, éste se hace más fuerte. Los
bloqueos necesitan oposición para fortalecerse; si te
opones, lo fortaleces.
Este es el único material de que dispones para empezar:
tu realidad.
Has llegado hasta aquí y ahora del modo que has podido o
te han traído las circunstancias; estás más o menos

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

tocado, y arrastras más o menos conflictos; te quieres


nada, muy poco o algo; no estás de acuerdo con bastantes
de las cosas que haces; habitualmente aplazas la toma de
decisiones, desobedeces muchas de tus normas, te
propones cosas que no siempre cumples… sin duda
tendrás motivos para no quererte, no aceptarte, e,
incluso, renegar de ti. Pero no tienes otra cosa. Esto es
lo que tienes.
No puedes reconstruirte a partir de otra cosa.
No puedes buscarte en otro sitio porque sólo estás en ti.
Sí, quizás te hubiera gustado que muchas cosas hubieran
sido distintas, pero no insistas más: no tienes otra cosa
más que a ti, y estás en esta situación actual.
Así que menos quejarte y manos a la obra.
Haz contigo un pacto de amor, de comprensión, de
paciencia…
Y si crees necesario perdonarte, hazlo. Yo creo que no es
necesario perdonarse, pero sí reconciliarse.
Perdonar es un acto de orgullo y soberbia. Es creerse
más sabio que el otro, por encima, con poder, con la
sensación -y es sólo una sensación- de ser más o mejor, y
en un acto de falsa magnanimidad otorgar el perdón.
Si lo sigues considerando necesario para aclararte con
tus normas, adelante. Pero entonces siente totalmente tu
propio perdón y acéptalo.
Repite cuantas veces lo creas necesario me perdono, con
absoluta sinceridad, que suene convincente, hasta que
sientas ese perdón.
Si crees que ya aceptas tu realidad actual, aunque no te
guste, puedes seguir.

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

Si no lo consigues, te recomiendo que no sigas adelante


hasta que lo hayas logrado.

VISTO DE OTRO MODO


A menos de que se comprenda la manipulación a que nos somete
la ambición, podemos ser bastante desgraciados.
A quiere ser B, el pobre quiere ser rico, el feo quiere ser hermoso.
Muchos anhelan ser quienes no son, no están contentos consigo
mismos. A eso se le puede llamar ambición si no se hace desde
una decisión de Crecimiento Personal en el que no se aspira a
dejar de ser uno mismo, sino a seguir siendo quien se es, pero más
y mejor.
La desgracia puede venir de querer ser otro. Uno no es otro. Otro
es otro. Uno es quien es, y además tiene la obligación y la
responsabilidad de ser quien es.
Querer ser otro es dañino, inútil y hasta peligroso. Se puede llegar
a desperdiciar la vida en la tarea imposible de aspirar a ello.
Es sano, y casi imprescindible, querer pulir hacia la mejoría lo
que uno es, y prácticamente es el sentido de la vida, pero la
obcecación en querer copiar otro modelo, con el que uno en
realidad nunca se va a sentir a gusto porque siempre le estará
costando un esfuerzo, es una equivocación.
Uno es quien es y eso hay que aceptarlo.
En el Ccamino espiritual se sabe que la no-ambición es básica
para la gran transformación, porque sólo desde el amor y desde la
comprensión de lo que uno está siendo parte la ruta que nos puede
llevar a la excelencia.
Hay que comprender, y aceptar, que uno nunca llegará a ser el
más, el mejor, el perfecto. La ambición en ese sentido es
contraproducente: desgasta, agota, crea sufrimiento, se vuelve
contra uno.
Cuando te aceptas como estás siendo en este momento, y pones
en marcha la voluntad de descubrirte y optimizarte, el Ccamino
empieza a hacerse solo, porque no hay tensión, no hay exigencias

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

apremiantes, no hay metas ni modelos. Estás en el aquí y ahora.


Estás en la realidad. Estás en el punto perfecto para comenzar.

ATENCIÓN
Si hay una cosa cierta, indiscutible, insobornable, es la
realidad.
Si hay una cosa a menudo negada, distorsionada,
disfrazada, encubierta, cuestionada, desconocida, a veces
injustamente justificada, o no reconocida… es la realidad.
La insatisfacción, la insubordinación, o la rabia casi siempre
vienen de nuestra negativa a aceptar la realidad.
Es cierto que somos en gran medida, por no decir del todo,
responsables de nuestra realidad, y el hecho de que no nos
satisfaga del todo es lo que nos invita a no afrontarla y
asumirla, y a falsificarla o buscar un responsable de ella.
Pero aunque esto fuera cierto, no nos exime de ella y no
nos resta ni un ápice de su padecimiento.

TRABAJA TÚ
Es muy sencillo: sólo tienes que aceptar que la realidad y la
verdad son lo que son, y no siempre lo que tú quisieras que
fueran, y se te acaban la mitad de los sufrimientos, y se atenúan
los que aún no son capaces de darse cuenta.
No hay peor lucha que ofuscarse en no querer aceptar las cosas
como están o como son.
No se deben negar.
La realidad, que también es la verdad, es muy sincera: no sabe
falsear, ni consolar, ni colorear, ni puede hacer esfuerzos por
agradar a todos; no sabe de cortesía, de mentir para quedar bien,
de disfrazarse de otra cosa…
Mientras antes aceptes y asumas la realidad, antes podrás empezar
a hacer cosas por crear otra realidad, si eso es lo que quieres.

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

Empeñarte en engañarte, o en no querer ver lo que es, no sólo no


te ayuda sino que te pone zancadillas.
Es una guerra perdida de antemano, es una lucha agotadora que
no lleva a ningún sitio bueno, es un esfuerzo inútil, derrochado.
Tienes que disfrutar de la entereza, de la valentía, del honor que
produce ser una persona que vive en la realidad y, guste o no
guste, la acepta.
El mayor pecado que uno puede cometer es engañarse a Sí
Mismo.
Cuando uno acepta la realidad, cuando uno se atreve a vivir con la
verdad, descansa.

TRABAJA TÚ
En un acto de sinceridad sin precedentes que te mereces, ponte
unos ojos distintos de los que usas habitualmente, y mírate.
Reconoce, con sinceridad, lo que hay: ni halagos falsos ni
menosprecio, ni resentimientos ni ocultación. Lo que hay. Lo que
eres en este momento. Ni más, ni menos. Limpiamente. Pon lo
que encuentres a la vista de tu sinceridad, y reconócelo. Te va a
gustar más o menos, pero es lo que tienes. Es lo que estás siendo.
No pienses aún en que quieres o deberías cambiar, eso es más
adelante. Ahora se trata solamente de mirarlo una y otra vez, hasta
aceptarlo y asumirlo. O sea, aceptarte y asumirte. Reconocer lo
que estás siendo y admitirlo con valentía. En un acto de pureza
que te va a costar, pero que te honra. Por cierto, valora, y mucho,
lo que estás haciendo, si lo estás haciendo sinceramente, a
corazón abierto, con tu dignidad por delante y siendo consciente
de tu calidad de simple humano. Repito que ahora, en este
instante, no es momento ni siquiera de tomar decisiones, sólo de
darte cuenta. Si acaso, una firme promesa de que vas a hacer de ti
una persona digna, pero no hagas más. Tampoco es momento de
regodeo en lo desagradable que te hayas encontrado en tu acto de
honradez, sino de alegría por haber tenido la osadía mil veces
aplazada de enfrentarte a ello. ¿Es poca cosa y no muy agradable
lo que encuentras? No te preocupes, es lo habitual: bien venido al
género humano. ¿Lo que encuentras es medianamente

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

satisfactorio, pero mejorable? Bien: tu autoestima es casi correcta


y juegas con ventaja. ¿Estás perfectamente en todos los aspectos?
Pues… no sé si felicitarte por ello, si recomendarte que vuelvas a
comprobarlo, o si decirte que te compres unas gafas. Todos somos
humanos, y ser humano y ser perfecto no son, de momento, la
misma cosa. Si no consigues en este momento llegar al fondo del
reconocimiento de tu realidad y la aceptación, puedes volver a
intentarlo mañana. Pero… te recomiendo que no pases página
hasta haber resuelto esta porque todos los pasos que dieras serían
tambaleantes. No hay prisa. Siente todo esto que te he propuesto.

La auto-aceptación
(Basado en ideas de
http://www.adrformacion.com/cursos/coaching/coaching.html)

La auto-aceptación es el examen clave para conseguir la


realización. Esto no trata de analizar, criticar o juzgar a los
demás, se centra por completo en nosotros mismos, y ya
se sabe que a todos nos cuesta hacer auto-crítica. Para
conseguir esto es imprescindible que reconsideremos
conceptos como aprobación y desaprobación,
centrándonos en otros como saber, conocer, ver o desear.
Para hacernos una idea un poco más detallada de lo que
estamos diciendo, vamos a hacer un pequeño juego, muy
útil, aunque a primera vista pueda parecer absurdo. Nos
colocamos delante de un espejo de cuerpo entero.
Nos miraremos y repasaremos nuestro cuerpo de los pies a
la cabeza, y mientras lo hacemos, nos centraremos mucho
en los sentimientos y sensaciones que eso conlleva.
Seguramente pensaremos: “no me gusta nada mi nariz ni
mis pies”, “los ojos son bonitos, me encanta mi mirada”, es
decir, algunas cosas nos gustarán y otras no.
A éstas últimas, seguramente les prestaremos poca
atención, nos miraremos poco la nariz y los pies ya que
ambas partes nos desagradan bastante y nos miraremos
mucho los ojos porque son una parte bonita de nuestro
cuerpo.

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

A continuación, seguiremos con la mirada fija en el espejo,


y nosotros reflejados en él, para proceder durante varios
minutos a decirnos a nosotros mismos.
“independientemente de mis defectos, “me acepto a mi
mismo/a completamente tal y como soy”, repetiremos esta
frase apoyándonos en la respiración honda y profunda
durante varias veces, siendo consciente de cada una de las
palabras que pronunciamos. Seguramente, es
completamente normal, que intercedan frases como
“realmente mi nariz sigue sin gustarme”.
Vamos a recordar un punto importante, aceptarnos no
significa que nos guste, simplemente es que asumimos la
situación y que ésta, en un momento dado puede mejorar.
Se trata de experimentar sin rechazar, que un hecho es un
hecho, y en este caso eso se centra en que, a nuestro
entender y bajo nuestra visión, tenemos una nariz grande.
Si finalmente nos rendimos frente a la realidad, a lo que
estamos aprendiendo, llegaremos a relajarnos poco a poco
y aceptarnos tal y como somos. Éste será un primer paso.
Esta es nuestra realidad, y la estamos empezando a
aceptar.
Puede que no nos guste lo que veamos en el espejo, pero
hemos de ser conscientes de que somos nosotros en ese
preciso momento, esa es nuestra realidad y la aceptamos
tal y como es.

Si el ejercicio anterior lo repetimos durante unos pocos


minutos, varias mañanas, la mejora irá en aumento,
reforzando nuestra auto-aceptación, además de que poco a
poco nuestra autoestima vaya en aumento.
Puede ser que sientas un poco de miedo al hacer este
ejercicio. Lo importante es ser capaces de “observar”
nuestro miedo, identificarnos con él ya que “forma parte de
nosotros”, no negarlo ni evitarlo, “sino asumirlo como algo
propio”, viendo incluso la parte negativa de la situación,
para que nosotros nuevamente, podamos afrontar, aceptar
y analizar esa nueva circunstancia.

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

La realidad está ahí, la tenemos que asumir y no que


combatir, es inútil que nos enfademos con nuestro miedo,
siempre ganará. Porque puede que sintamos miedo al
aceptar la auténtica realidad de nuestra realidad actual. Es
mejor asumirlo, comprenderlo y aceptarlo, para si nosotros
queremos, cambiarlo. Nuestra aceptación plena tiende a
minimizar e incluso eliminar sentimientos como el miedo, la
envidia, la ira…
La autoestima se fortalece si somos capaces de afrontar
emociones o sentimientos difíciles para nosotros.
Vamos, nuevamente, a ofrecer algunos consejos para
avanzar en ese auto conocimiento. Pensemos en una de
estas emociones, el dolor, la ira, la envidia… a continuación
seleccionemos una de ellas pensando en algo que la
pueda evocar, como esa discusión que periódicamente
tenemos con un compañero de trabajo y nos provoca ira.
Posteriormente, pensaremos en conocer mejor ese
sentimiento, adentrarnos en él, investigando todo lo que
sentimos en ese momento. Poco a poco avanzaremos
expresando frases como “En este momento me siento así,
esta es la realidad y la acepto completamente”. No es fácil,
recordemos la respiración, la paciencia, el trabajo que hay
que realizar es costoso, pero merece la pena.
Recordemos que la realidad, es la que es, y por lo tanto,
esa emoción existe y no hay vuelta de hoja, hay que
aceptarla y convivir con ella.
Poco a poco, tanto con ésta, como con otras emociones o
sentimientos similares, haremos lo mismo, lo que nos
llevará a auto aceptarnos poco a poco, continuando con
paso firme en la construcción de nuestro auto conocimiento
y autoestima. Si lo conseguimos, entre otras cosas la
relación con nuestro compañero mejorará.

MIS PENSAMIENTOS

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

Esto es lo que hay y lo que tengo en este momento, y así


es como estoy actuando. Y lo acepto.
Sé que no debo disfrazar la realidad con el objetivo de
engañarme: no debo traicionarme; no puedo culpabilizar a
nadie y quedarme en la pataleta, aunque sea verdad que
hay alguien ajeno a mí que tenga la culpa; de nada me
sirve aceptar y quedarme quieto en la aceptación si no me
gusta lo que estoy siendo.
Tengo que aceptar, aceptarme, pero con mucho amor, con
un abrazo sincero. Si estoy mal, necesito más que nada un
gran abrazo que me acoja, y mejor si es mío que ajeno,
porque lo valoraré mucho más. Tengo que convertirme en
mi mejor aliado, en mi inseparable amigo, en alguien que
siga siempre a mi lado, porque me tengo muy a mano para
lo que necesite, y porque seré el más directo beneficiario.

DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL


Hace años los curas nos hablaban mucho de “resignación
cristiana”. Yo lo entendía como “has venido a este mundo a
sufrir (pues vaya un Dios que me envía al mundo a sufrir,
que me parece más idea del demonio) y te ha tocado lo
que te ha tocado. Será que eres un mal cristiano y vienes a
la Tierra a purgar tus pecados.”
Hágase Tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo,
decimos cada vez que rezamos el Padrenuestro, y esto no
es sólo el nombre de una oración, sino mucho más: Es la
oración al Padre Nuestro.
Y esto nos venían a confirmar los curas: “Tenemos que
aceptar la voluntad de Dios y Su voluntad es que seamos
como nos ha tocado ser”.
Si crees firmemente en ello, estupendo.
Sólo ten cuidado de que no estar engañándote con una
resignación que resulta inaceptable en el Ccamino de la
auto-realización.

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

Comprueba que no te estés equivocando, porque yo no soy


capaz de aceptar un Padre que me envíe castigado a la
Tierra, para que sufra. Me parece un Padre demasiado
severo y vengativo. Reniego de un Padre así.
Presta atención a esto: tu vida necesita de ti, y tienes que
aceptar tu realidad actual para poder comenzar el Ccamino
hacia ti.

DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL


Una de las ventajas que proporciona ser un iluminado es que
permite darse cuenta del valor real de las cosas y de la
importancia auténtica de las situaciones.
El que está iluminado es el que está despierto, y el que está
despierto se da cuenta de que las cosas son lo que son y son
como son, y no son nuestra interpretación de esas cosas.
Darse cuenta lleva a la aceptación. Pero a una aceptación que
no es un sacrificio ni un esfuerzo, sino el resultado lógico de
entenderlo del modo adecuado. Ya nada te puede engañar.
Aceptas las cosas porque son así, y no aceptarlas o negarlas
no te va a cambiar nada para bien, sino para peor.

CUENTECITO
El Maestro afirmaba que el mundo que ve la mayor parte de las
personas no es el mundo de la Realidad, sino un mundo creado
por sus mentes.
Cuando un sabio quiso contradecirle, el Maestro puso dos palos
sobre el suelo formando la letra “T”, y le preguntó: “¿Qué ves
ahí?”
“La letra T”, respondió el otro.
“¡Lo que me suponía! dijo el Maestro. “No existe la letra T; no es
más que un símbolo que hay en tu mente. Lo que hay ahí son
dos pedazos de rama con forma de bastón.”

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

RESUMIENDO
Esto es lo que tengo, esto es lo que estoy siendo. Nada me obliga a
seguir así, pero esta es mi realidad actual. De nada me sirve negarla,
¿a quién quiero engañar? Es que no me gusta, dice una voz tímida en
mi interior. Ya lo sé, pero es lo único que hay ahora. Es que quiero
otra cosa, vuelve a decir. Ya lo sé, por eso estoy en el Ccamino. Soy
poca cosa, y no estoy en mi mejor momento, lo admito, pero a partir
de esta materia prima voy a construir el futuro. Al margen de que
parezca bien o mal, y me guste o no me guste, esto es lo que hay. Lo
reconozco, lo admito, lo acepto.

Francisco de Sales
ACEPTACIÓN DE MI REALIDAD ACUTAL

Francisco de Sales

You might also like