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Habían tres amigos que se llamaban Tonto, Nadie y Ninguno.

Tonto va y le dice al policía:


Nadie se cayó al pozo y Ninguno lo está ayudando.
Entonces el policía le responde:
¿Usted es tonto?
Sí, ¡Mucho gusto!

Examen a jaimito

La profesora interviene en una discusión entre dos alumnos:


Jaimito, ¿cuál es el problema?
Es que soy demasiado inteligente para estar en el primer grado.
Mi hermana está en tercero y yo soy más inteligente que ella. ¡Yo quiero ir para el tercero
también! La profesora ve que no puede resolver el problema y lo manda para la dirección.
Mientras Jaimito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al director. Éste
le promete hacerle un test al muchacho, que seguro no conseguirá responder a todas las
preguntas, y así accederá a continuar en el primer grado.
Ya de acuerdo ambos, hacen pasar al alumno y le hacen la propuesta del test que él acepta.
Inicia entonces las preguntas el Director: A ver Jaimito, ¿Cuánto es 3 por 3? -"9"-.
¿Y cuánto es 6 veces 6? -"36"-.
El director continúa por casi una hora, con la batería de preguntas que sólo un excelente
alumno de tercer grado debe conocer y Jaimito no comete ningún error.
Ante la evidente inteligencia del menor, el Director dice a la profesora:
Creo que tendremos que pasarlo al tercer grado. La profesora no muy segura, pregunta: -
¿Puedo hacerle yo unas preguntas también? El director y Jaimito asienten.
Inicia entonces la profesora:
¿Qué tiene la vaca 4 y yo sólo dos?
Las piernas, responde Jaimito sin dudar...
¿Qué tienes en tus pantalones, que no hay en los míos?
El director se ajusta los lentes, y se prepara para interrumpir...
Los bolsillos, responde el niño.
¿Qué entra al centro de las mujeres y solo detrás del "hombre"?
Estupefacto, el director contiene la respiración...
La letra "E", responde el alumno.
¿Y dónde las mujeres tienen el pelo más crespo?
El director hace una mueca de asombro
En África, responde Jaimito sin dudar.
¿Qué es blando, y en las manos de una mujer se torna duro?
Al director se le cruzan los ojos.
El esmalte de uñas, profe... contesta Jaimito.
¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?
El Director no lo puede creer...
Las rodillas, responde Jaimito al instante.
¿Y qué tiene una mujer casada más ancha que una soltera?
La cama.
¿Qué palabra comienza con la letra C, termina con la letra O, es arrugado y todos lo tenemos
atras?
El director empieza a sudar frío...
El codo, profesora.
¿Y qué empieza con C tiene un hueco y yo se lo di a varias personas para que gozaran?
El director se tapa la cara...
Un CD.
El director, ya mareado de la presión les interrumpe y le dice a la profesora... Mire, póngame
al carajito ese en sexto grado...
¡¡¡Yo mismo acabo de fallar todas las respuestas !!!

Era una vez dos borrachos que se acuestan a dormir en una litera, y el borracho que está en
la parte de arriba de la litera antes de dormirse comienza a rezar:
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, la Virgen María, y el Espíritu Santo. En eso se
cae la litera y el borracho que está en la parte de abajo dice:
¿Vistes? ¡Eso pasa por estar durmiendo con tanta gente!

Erase una vez que Pepito se puso a vender huevos dentro de una iglesia:
¡Huevos, huevos, a 10 pesos cada uno!
Y el padre muy molesto grita:
¡Saquen a ese niño de los huevos!
Y Pepito asustado le dice:
¡Padre, mejor de la orejita!

La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:


A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo
que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.

Jaimito estaba en el salón de clase con sus compañeros, como la profesora no llegaba, todos
los alumnos comenzaron a hacer alboroto. Cuando llegó la profesora vio el desorden que
había y comenzó a interrogar a los niños.
Juanita, ¿Qué haz hecho tú?
Yo dibujé en la pizarra.
Pedrito, y tú, ¿Qué hiciste?
Yo tiré mi pupitre contra el suelo.
Jaimito, y tú, ¿Qué hiciste?
Yo tiré serpentina por la ventana.
Caramba, aprendan de Jaimito que no es un malcriado como ustedes.
Pero al pasar unos minutos, tocan la puerta de la clase y entra una niña toda golpeada, la
profesora le pregunta:
¿Quién eres?
Yo me llamo Serpentina.

Estaban dos hombres en el cielo y uno le pregunta al otro:


¿Y vos de qué moriste?
Congelado, ¿Y tú?
De la risa.
¿Cómo que de la risa?
Sí, es que yo pensaba que mi esposa me estaba engañando con otro hombre, entonces un
día le dije que iba a salir por 2 días, pero cuando me fui, regresé ese mismo día para ver si
la atrapaba con el otro hombre. Cuando llegué, busqué por toda la casa y no encontré a
ningún hombre. Dándome cuenta del error que había cometido empecé a reír y reír hasta
que morí.
¡Bruto, si hubieras buscado en la nevera nos hubiéramos salvado los dos!

En un carro iba una pareja de casados pero iban peleados, al pasar frente a una granja el
novio vio unos cochinitos y le dijo a la mujer:
¿Familiares tuyos?
Y ella le contestó:
¡Sí, mis suegros!

La profesora le dice a Pepito:


A ver Pepito, si yo digo fui rica, es pasado, pero si yo digo soy hermosa, ¿Qué es?
¡Exceso de imaginación profesora!

Una madre Atlante escribiéndole a su hijo...


Querido hijo,
Te pongo estas líneas para que sepas que estoy viva.
Te escribo despacio porque sé que no puedes leer de prisa.
Si recibes esta carta es porque te llegó, sino, avísame y te la mando de nuevo.
Tu padre leyó que según las encuestas, la mayoría de los accidentes ocurren a 1 kilómetro
de la casa, así que nos hemos mudado mucho más lejos; no vas a reconocer la casa, el lugar
es lindo, tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no, ayer metí una ropita y tiré
de la cadena, y no he vuelto a ver la ropa desde entonces.
El clima no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces, la primera vez por 3 días y la
segunda por 4 días...
Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los
botones puestos, pesaría demasiado y el envío sería muy costoso, así que le quitamos los
botones y los pusimos en el bolsillo...
Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cadáver con lo de la mudanza, estaba en el
armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite...
Te cuento que el otro día hubo una explosión en la cocina a gas y tu padre y yo salimos
disparados por el aire cayendo afuera de la casa; que emoción, era la primera vez que tu
padre y yo salíamos juntos en muchos años...
El médico vino a la casa y me puso un tubito de vidrio en la boca y me dijo que no la abriera
por 10 minutos; tu padre ofreció comprarle el tubito...
Sobre tu padre, que orgullo, te cuento que tiene un bonito trabajo, tiene cerca de 500
personas debajo de él. Él es quien corta la hierba en el cementerio.
Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió, pero como todavía no sé de qué sexo
es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebé es una niña, tu hermana va a nombrarla como
yo. Qué raro que quiera llamar a su hija "mamá".
Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5
meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. La
Pilarcita dijo que sí, moza de hierro tu hermana Pilar, que orgullo, de tal palo tal astilla...
Tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen...
A quién nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado...
El que nos tiene preocupado es tu perro el Puky, se empeña en perseguir a los coches que
están parados...
¿Recuerdas a tu amigo Clodomiro?, ya no está más en este mundo; su padre se murió hace
2 meses y pidió ser enterrado en el lago. Tu amigo murió cavando la fosa en el fondo del
lago...
Muérete, tu hermano Juancho cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la
casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del auto...
Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última
familia de atlantes que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de
domicilio. si ves a doña Remedios, dale saludos de mi parte; si no la ves, no le digas nada...
Tu madre que te quiere,
Josefa

Una madre Atlante escribiéndole a su hijo...


Querido hijo,
Te pongo estas líneas para que sepas que estoy viva.
Te escribo despacio porque sé que no puedes leer de prisa.
Si recibes esta carta es porque te llegó, sino, avísame y te la mando de nuevo.
Tu padre leyó que según las encuestas, la mayoría de los accidentes ocurren a 1 kilómetro
de la casa, así que nos hemos mudado mucho más lejos; no vas a reconocer la casa, el lugar
es lindo, tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no, ayer metí una ropita y tiré
de la cadena, y no he vuelto a ver la ropa desde entonces.
El clima no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces, la primera vez por 3 días y la
segunda por 4 días...
Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los
botones puestos, pesaría demasiado y el envío sería muy costoso, así que le quitamos los
botones y los pusimos en el bolsillo...
Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cadáver con lo de la mudanza, estaba en el
armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite...
Te cuento que el otro día hubo una explosión en la cocina a gas y tu padre y yo salimos
disparados por el aire cayendo afuera de la casa; que emoción, era la primera vez que tu
padre y yo salíamos juntos en muchos años...

El médico vino a la casa y me puso un tubito de vidrio en la boca y me dijo que no la abriera
por 10 minutos; tu padre ofreció comprarle el tubito...
Sobre tu padre, que orgullo, te cuento que tiene un bonito trabajo, tiene cerca de 500
personas debajo de él. Él es quien corta la hierba en el cementerio.
Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió, pero como todavía no sé de qué sexo
es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebé es una niña, tu hermana va a nombrarla como
yo. Qué raro que quiera llamar a su hija "mamá".
Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5
meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. La
Pilarcita dijo que sí, moza de hierro tu hermana Pilar, que orgullo, de tal palo tal astilla...
Tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen...
A quién nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado...
El que nos tiene preocupado es tu perro el Puky, se empeña en perseguir a los coches que
están parados...
¿Recuerdas a tu amigo Clodomiro?, ya no está más en este mundo; su padre se murió hace
2 meses y pidió ser enterrado en el lago. Tu amigo murió cavando la fosa en el fondo del
lago...
Muérete, tu hermano Juancho cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la
casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del auto...
Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última
familia de atlantes que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de
domicilio. si ves a doña Remedios, dale saludos de mi parte; si no la ves, no le digas nada...
Tu madre que te quiere,
Josefa

Una pareja tenía dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad, quienes eran
extremadamente traviesos. Siempre estaban metiéndose en problemas y sus padres sabían
que si alguna travesura ocurría en su pueblo sus hijos estaban seguramente involucrados.
La mamá de los niños escuchó que el sacerdote del pueblo había tenido mucho éxito
disciplinando niños, así que le pidió que hablara con sus hijos. El sacerdote aceptó pero pidió
verlos de forma separada, así que la mamá envió primero al niño más pequeño.
El sacerdote era un hombre enorme con una voz muy profunda, sentó al niño frente a él y le
preguntó gravemente:
¿Dónde está Dios?
El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó sentado con los ojos pelones.
Así que el sacerdote repitió la pregunta en un tono todavía más grave:
¿Dónde está Dios?
De nuevo el niño no contestó.
Entonces el sacerdote subió de tono su voz, aún más, agitó su dedo frente a la cara del niño,
y gritó:
¿Dónde está Dios?
El niño salió gritando del cuarto, corrió hasta su casa y se escondió en el closet, azotando la
puerta.
Cuando su hermano lo encontró en el closet le preguntó:
¿Qué pasó?
El hermano pequeño sin aliento le contestó:
¡Ahora si que estamos en graves problemas hermano, han secuestrado a Dios y creen que
nosotros lo tenemos!
Cómo se dice en Japonés...

Nuevo hospital japonés: Aki Temato.


Director de la clínica: Dr. Kienkarajo Tekura.
Emergencias: Dr. Takurado Yamimito
Dermatología: Dr. Tukuero Taduro
Endoscopia: Dr. Temeto Tubito
Gastroenterología: Dr. Tesobo Tupanza
Inmunología: Dr. Loawanta Toito
Laboratorio: Dra. Temira Tukaka
Medicina Preventiva: Dra. Tamumal Kelosepas
Neumología: Dra. Tutose Mufuete
Neurología: Dr. Saturo Tukoko
Obstetricia: Dra. Tepalpa Podentro
Odontología: Dr. Tekito Lakarie
Oftalmología: Dr. Temiro Lozojo
Otorrino laringólogo: Dr. Yosi Tesako Mokito
Patología: Dr. Revisao Enchikito
Pediatría: Dr. Tekuro Lakria
Proctología: Dr. Temiro Kulete
Psiquiatría: Dr. Tarayado Tukoko
Radiología: Dr. Tomemo LaFoto
Traumatología: Dr. Tarreklo Tuwueso
Urología: Dr. Tupipi Tamalo

Una pareja tenía dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad, quienes eran
extremadamente traviesos. Siempre estaban metiéndose en problemas y sus padres sabían
que si alguna travesura ocurría en su pueblo sus hijos estaban seguramente involucrados.
La mamá de los niños escuchó que el sacerdote del pueblo había tenido mucho éxito
disciplinando niños, así que le pidió que hablara con sus hijos. El sacerdote aceptó pero pidió
verlos de forma separada, así que la mamá envió primero al niño más pequeño.
El sacerdote era un hombre enorme con una voz muy profunda, sentó al niño frente a él y le
preguntó gravemente:
¿Dónde está Dios?
El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó sentado con los ojos pelones.
Así que el sacerdote repitió la pregunta en un tono todavía más grave:
¿Dónde está Dios?
De nuevo el niño no contestó.
Entonces el sacerdote subió de tono su voz, aún más, agitó su dedo frente a la cara del niño,
y gritó:
¿Dónde está Dios?
El niño salió gritando del cuarto, corrió hasta su casa y se escondió en el closet, azotando la
puerta.
Cuando su hermano lo encontró en el closet le preguntó:
¿Qué pasó?
El hermano pequeño sin aliento le contestó:
¡Ahora si que estamos en graves problemas hermano, han secuestrado a Dios y creen que
nosotros lo tenemos!

Martín estaba trabajando, cuando su jefe le pregunta:


¿No va a ir al velorio de su suegra?
Y él le dice:
No jefe, primero el trabajo, después la diversión.

Tres amigos están discutiendo sobre la cosa más rápida del mundo:
El primero dice: Yo creo que la cosa más rápida del mundo es el rayo; cuando cae del cielo,
baja tan rápido que ni los ves.

El segundo dice: Yo creo que la cosa más rápida es la luz, porque cuando llegas a tu casa y
le aprietas el interruptor para encenderla, pulsas y al instante, sin darte cuenta esta
encendida.

Y el tercero sentencia: Pues yo creo que hay otra cosa más rápida que el rayo y la luz.

Los otros dos preguntan: ¿Y cuál es?

-La diarrea. Una noche estaba en el campo y de pronto se me retorció el estómago; salí para
mi casa como un rayo y cuando encendí la luz, ya me había cagado.

Tres amigos están discutiendo sobre la cosa más rápida del mundo:

El primero dice: Yo creo que la cosa más rápida del mundo es el rayo; cuando cae del cielo,
baja tan rápido que ni los ves.

El segundo dice: Yo creo que la cosa más rápida es la luz, porque cuando llegas a tu casa y
le aprietas el interruptor para encenderla, pulsas y al instante, sin darte cuenta esta
encendida.

Y el tercero sentencia: Pues yo creo que hay otra cosa más rápida que el rayo y la luz.

Los otros dos preguntan: ¿Y cuál es?

-La diarrea. Una noche estaba en el campo y de pronto se me retorció el estómago; salí para
mi casa como un rayo y cuando encendí la luz, ya me había cagado.

El papá de Pepito decide irse a vivir a los Estados Unidos con toda la familia y Pepito ingresa
a una escuela.
La maestra pregunta a Pedrito:
A ver Pedrito, deme un ejemplo de la palabra "evidentemente".
Bueno maestra, mi papá, mi mamá, mis hermanos, y yo, fuimos a comer a un restaurant,
evidentemente que mi mamá no cocinó ese día.
Muy bien Pedrito, a ver Juanito deme un ejemplo de la palabra "evidentemente".
Mi papá, mi mamá, mis hermanos, y yo, nos fuimos a la playa, evidentemente que la casa
quedó sola.
Muy bien Juanito.
A ver Pepito, deme un ejemplo de la palabra "evidentemente".
Bueno maestra, yo estaba sentado en el corredor de mi casa, y vi pasar a mi abuelita con el
diario New York Times Paper, y dije: Evidentemente va a cagar, porque no sabe leer inglés.

Había una vez un chico que le quería decir cosas bonitas a su novia y fue donde su profesor
de literatura y el profesor le dijo dile así tienes ojos de lucero tu boca es de cristal y te
bajaron del cielo por un corte celestial y el chico fue corriendo donde su novia repitiendo lo
que el profesor le había dicho y cuando llego donde su novia le dijo tienes ojos de becerro tu
boca es de corral y te bajaron del cielo por bruta y animal.

La Historia de un Feo.

Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final


feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo.

Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo


que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.

Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.

Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en
vez de darme el pecho, me daba la espalda.

Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy
profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran:
¡Alto! ¡Alto!

Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:


Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?

Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera


cuando la compró.

Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis
padres y me contesto:
No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.

Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y
la electricidad erró la patada.

Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo
lugar.

Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.


Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.

Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.

Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres


para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.

Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar
de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día
encontró trabajo, y lo devolvió.

Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no
paraba de preguntarme cuánto costaba yo.

Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando
llegué no había nadie.

A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó
a casa desde un motel.

El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda
opinión. De acuerdo, además de loco es usted muy feo, me dijo.

Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50


pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron:
¡En sus marcas, listos!

El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían
condenado a la silla eléctrica.

¿Por qué se dice que el perro es el mejor amigo del hombre?


Porque entre animales se entienden.

Un hombre se acerca a la bibliotecaria y le pregunta:


Señorita, ¿Dónde está el libro "Hombre, un ser perfecto"?
Y ella le contesta:
Allá al fondo, en la categoría de ciencia-ficción.

¿En qué se parecen los hombres a los chicles?


Entre más los pisoteas, más se pegan.

Los hombres son como los músicos: Vienen, tocan y se van.

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