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DEDICATORIA

Este trabajo va dedicado a mis


padres por que día a día me brindan
su apoyo y gracias a ellos yo sigo
una carrera profesional y a mis
profesores por que se esmeran en
brindarnos sus conocimientos.
AVES SIN NIDO
CLORINDA MATTO DE TURNER

BIOFRAFÍA

Escritora peruana, nacida en Cuzco el 11 de setiembre de 1852 y muerta en


Buenos Aires el 25 de octubre de 1909. Clorinda Matto de Turner fue hija de
Ramón Matto Torres y Grimanesa Usandivaras Gárate, quienes la bautizaron con
el nombre de Grimanesa Martina, que después sería cambiado por el de Clorinda.
Durante su infancia alternó estadías en la ciudad de Cuzco y la hacienda familiar
de Paullo-Chico, situada en la provincia de Calca. Estudió en el Colegio Nuestra
Señora de las Mercedes del Cuzco, donde aparece registrada como alumna
becada, hasta la edad de dieciséis años, cuando dejó el colegio para dedicarse a las
labores de su hogar (1868).

En 1871, tras casarse con el comerciante inglés Joseph Turner, Clorinda Matto se
trasladó al pueblo de Tinta donde continuó la carrera literaria que iniciara unos
años antes, escribiendo versos y artículos que fueron publicados bajo diversos
seudónimos en publicaciones regionales como El Heraldo, El Ferrocarril, El
Rodadero, El Eco de los Andes y El Mercurio. En abril de 1876 la escritora fundó
la revista El Recreo y, al año siguiente, visitó por primera vez la capital peruana,
donde tuvo la oportunidad de participar en las tertulias literarias organizadas por
la escritora argentina Juana Manuela Gorriti (28-II-1877), veladas que luego
continuaría la propia Clorinda. Para entonces ya colaboraba con las principales
publicaciones literarias del país firmando artículos con su nombre o con el
seudónimo de "Carlota Dimont".

Durante la guerra con Chile (1879-83), Clorinda Matto de Turner vivió en Tinta y,
luego de la muerte de su esposo, el 3 de marzo de 1881, tuvo que administrar los
bienes del matrimonio. A fines de 1883, se trasladó a Arequipa para asumir la
jefatura de redacción del diario La Bolsa, uno de los más importantes de la ciudad.
En abril de 1886 se estableció en Lima, ciudad donde fue incorporada
rápidamente a las principales instituciones culturales de la capital peruana, como
el Círculo Literario y el Ateneo de Lima. En 1888 la Unión Iberoamericana de
Madrid acordó nombrarla socia honoraria.

En octubre de 1889 Clorinda Matto de Turner asumió la dirección del semanario


El Perú Ilustrado, la más importante publicación literaria del país en esa época,
donde sufrió un fuerte revés a los pocos meses de haber llegado. El motivo fue la
publicación del relato Magdala del escritor brasileño Henrique Coelho Netto (23-
VIII-1890), considerado sacrílego, fue causa de que el arzobispo de Lima Manuel
Antonio Bandini prohibiera bajo pena de pecado mortal la lectura, venta y
difusión de El Perú Ilustrado. Aunque Clorinda Matto alegó que el relato había
sido publicado sin su consentimiento y por error, se la Iglesia inició una campaña
en su contra, que ocultaba el motivo real del enfado: la publicación un año antes
de la novela Aves sin nido, en la que se hacía denuncia de la corrupción del clero.
Finalmente, tras ser excomulgada, el 11 de julio de 1891 Matto presentó su
renuncia para que se levantase la censura eclesiástica contra la semanario.

OBRAS DE CLORINDA MATTO DE TURNER

Sus primeras publicaciones las hizo dentro del género tradicional, que Ricardo
Palma había puesto en boga en toda Hispanoamérica. El primer libro de Clorinda
Matto de Turner fue Tradiciones cuzqueñas, leyendas, biografías y hojas sueltas
(Arequipa, 1884), publicado con un prólogo de Palma en el que la llama "su
mejor discípula". En la misma línea, siguió luego Tradiciones cuzqueñas,
crónicas, hojas sueltas. Tomo segundo (Lima, 1886), con prólogo de José Antonio
de Lavalle. El historiador peruano Horacio Villanueva Urteaga ha demostrado que
la mayor parte de estas tradiciones se basan en los Anales del Cuzco de Diego
Esquivel y Navia, entonces inéditos.

Lo mejor de la obra de Clorinda Matto de Turner es su producción novelística,


especialmente Aves sin nido (1889), publicada simultáneamente en Lima y
Buenos Aires y traducida al inglés en 1904. Novela romántica y de costumbres,
está ambientada en un imaginario pueblo de los Andes peruanos, con la intención
de mostrar los males sociales de la región, con especial énfasis al maltrato y la
explotación de los indígenas por parte del clero y del funcionariado político.
ARGUMENTO

La obra se inicia describiendo Killac, pueblito de los andes, donde transcurren los
principales hechos de la novela. En Killac sólo el paisaje físico es bello, pero no el
social que es aberrante. En la trama de la novela aparece Manuel, quien se
enamora de una joven doncella, Margarita; él desea casarse con ella, pero pronto
descubren que son hermanos, pues ambos son hijos de un cura.

PRIMERA PARTE

Aves sin nido empieza con una descripción del pueblo situado en la sierra del
Perú que se llama Kíllac - un lugar en que la naturaleza inspira a la gente a sentir
mucho amor para su país. El autor usa los colores y los olores para describir la
naturaleza y la belleza de la tierra peruana. El narrador continúa por describir a la
gente del pueblo. Primero, se presenta a Marcela, una mujer india que lleva la
ropa peruana tradicional. En contraste, hay otra mujer, se llama Lucía, que
pertenece a la clase élite del Perú y acaba de mudarse a Kíllac con su esposo, don
Fernando. Con su tiempo libre, empieza a hablar con Marcela y aprende de su
situación devastadora: Marcela tiene que pagar sus deudas al cura y al gobernador
del pueblo pero no tiene bastante dinero. Por eso, Lucía decidió hablar con el cura
Pascual y con el gobernador, don Sebastián. Cuando los dos oficiales del pueblo
van a visitar a Lucía y se enteran de sus opiniones, se burlan de ella. Ellos piensan
que Lucía tiene la intención de cambiar el ritmo y estilo de vida en el pueblo.
Además, el cura dice que tiene que coleccionar las deudas para que él pueda
continuar con sus servicios al pueblo. En este momento Lucía empieza a darse
cuente a la corrupción en Kíllac en vez de estar de acuerdo con ellos. Marcela,
después de conocer a Lucía, comienza a tener la esperanza de que alguien pueda
tenerles compasión y tal vez cambiar el sistema corrupto de su pueblo.

En la próxima parte, se descubre que el cura tomó a la hija de Marcela, que se


llama Rosalía, que es la hija menor, con la intención de amenazar a Marcela.
Entonces, Lucía decide que va a dar dinero a Marcela para que pueda recoger a su
hija. Mientras tanto, el esposo de Lucía da un documento al gobernador en que se
dice que pagarán las deudas de Marcela si ella puede recuperar a su hija.
Este es el comienzo de situaciones conflictivas. Cuando el cura se da cuenta que
fue Lucía que le dio el dinero a Marcela, se reúne con el gobernador, y juntos
hablan a su vez con la gente del pueblo. Todos deciden matar a esta nueva pareja
(Lucía y Fernando) por sus intenciones de arruinar la felicidad del pueblo.

Al mismo tiempo que esto ocurre, se presenta a Dona Petronila (la esposa del
gobernador) y su hijo (cuyo verdadero padre no es el gobernador) que se llama
Manuel. Manuel es muy bien educado y tiene una mente clara y digna. También él
tiene mucho respecto para Lucía y don Fernando y quiere ayudarlos en cualquier
manera que sea posible. Cuando Lucía y don Fernando vuelven a su casa, tienen
que escapar la brutalidad de la gente del pueblo cuando tratan de allanar su casa y
matarlos. En medio del ataque, la gente del pueblo mata al esposo de Marcela y
ella muere poco después por dificultades y el desconsuelo ante la muerte de su
esposo. Las hijas de Marcela quedan sin hogar, son las “aves sin nido”, carentes
de padres, casa y sostén. Lucía, por su empatía, decide ser la nueva madre de las
huérfanas (Margarita y Rosario).

Este parte termina con el retiro del cura del pueblo de Kíllac, debido a padecer la
fiebre tifus, de la cual se recupera, quedando sin embargo con perturbaciones
psicológicas. Se resalta también la persistencia y afán de Lucía, su esposo
Fernando y Manuel por proveer justicia y borrar la corrupción al interior del
pueblo.

SEGUNDA PARTE

Al principio de la segunda parte de la novela, el narrador cuenta que pasan “meses


y meses” sin que haya progreso en la investigación del crimen de la noche del 5
de agosto. Ésta continúa “con la lentitud alentadora del reo, lentitud con que en el
Perú se procede dejando impune el crimen y tal vez amenazada la inocencia”.

A pesar de haber tomado las declaraciones de muchos testigos, el juez de paz, don
Hilarión Verdejo, no ha hecho un juicio y cita a don Fernando Marín para que éste
dé su testimonio. Marín no ha querido “empeñarse en aquel juicio”, pero cumple
con la citación y llega a la oficina de Verdejo para hacer su declaración. Después
de que llega el plumario Estéfano Benites, el juez de paz comienza la entrevista
con Marín. Cuando Marín declara que sí “sabe quiénes atacó la casa o conoce los
autores del atentado”, Verdejo concluye la entrevista diciendo que está suficiente
para hoy y que anda muy ocupado con otras cosas. Al salir Marín, Benites y
Verdejo planean el embargo para poder quitarle al campanero Isidro Champí de
sus vacas, ovejas y alpacas y deciden que su amigo Escobedo será el que exige la
orden para la entrega del ganado de Champí.

“Encerrado en su cuarto por largas horas”, Manuel sufre por la contradicción entre
la implicación de don Sebastián en el crimen y su deseo de ayudar a Lucía con los
planes para el futuro de su nueva ahijada, Margarita. Después de largas
vacilaciones, Manuel decide volver a la casa de don Fernando Marín y de su
esposa la señora Lucía. Antes de llegar él coge una ramita de violetas del jardín de
su mamá para dársela a Margarita, haciendo una comparación entre ellas y la
modestia de la chica. Una vez en la casa de Marín, observa a Margarita estudiando
unas fichas grabadas con las letras del alfabeto. Lucía le pregunta a Manuel
porque ha estado ausente por tanto tiempo, y él explica mencionando a sus
preocupaciones recientes. Mientras estudia Margarita, Manuel expresa de manera
disimulada su interés en la chica y Lucía se da cuenta de los sentimientos de
Manuel.

Gracias a “la asistencia caritativa”, el cura Pascual no muere del ataque de tifoidea
y se va para la ciudad de Lima para pasar el período de su convalecencia allí.
Mientras tanto, llega a Kíllac el hombre que ha sido designado por el Supremo
Gobierno como la nueva autoridad de la provincia serrana. El coronel Bruno de
Paredes es conocido en el Perú “por gozar de influjos conquistados en torneos del
estómago, o banquetes, como por sacar con frecuencia las manos del plato de
Justicia”, y además es amigo antiguo de don Sebastián.

Don Sebastián y el coronel se reúnen en la casa de don Sebastián para hablar de


los sucesos de los últimos meses. Paredes critica a don Sebastián por haber
tomado en cuenta las sugerencias de Manuel, y le dice que a pesar de su
resignación, nuevamente le va a nombrar gobernador a don Sebastián. Paredes
declara su intención de aprovechar de su nueva posición para sacar beneficias, y
dice que quiere incluir a don Sebastián en sus planes.
Nuevamente en la casa de don Fernando Marín, Manuel y Marín lamentan el
estado de las autoridades en el pueblo. Marín revela sus planes para mandarlas a
las chicas a educar en Lima. Manuel le da a Margarita el ramillete de violetas y
ella lo acepta. Los hombres continúan hablando de la nueva autoridad, quien
parece no querer la amistad de Manuel. Éste se va de la casa y se pierde en sus
pensamientos de Margarita. Piensa que si puede revelar la verdad se su verdadero
padre a don Fernando, podrá estar con Margarita. Se resuelva además a seguirla a
Margarita cuando se vaya a Lima y estudiar para hacerse abogado.

Mientras Manuel está en la casa de Marín, los vecinos notables de Kíllac se


reúnen en la casa de don Sebastián para conocer al nuevo subprefecto, coronel
Paredes. Paredes declara su esperanza de poder apoyar a los vecinos y de recibir
su apoyo también. Avisa que “debemos aprovechar de la estación para hacer
nuestro reparto moderado”, pues dice que no le gustan los abusos. También
Paredes les hace una recomendación en cuanto al juicio todavía irresuelto. Les
dice que tengan “prudencia” con don Marín y que capturen y encarcelen a Isidro
Champí. Entonces Paredes parte de la casa entre la multitud voces gritando “¡viva
el subprefecto, coronel Paredes!” y poco después se va Benites a ejecutar la orden
para la captura de Champí. Don Sebastián queda sólo en su casa y comienza a
tomar caña de azúcar, pues teme que su esposa y Manuel arruinarán su ambición
de llegar a un puesto más alto por medio de conspirar con Paredes. Doña Petronila
oye los gritos locos de su esposo borracho y luego de vacilar entre esperar a que
llegue Manuel e intervenir por su propia cuenta, entra en el cuarto donde don
Sebastián está tomando. Éste sigue gritando y se pone violento con su mujer.
Mientras tanto, Manuel llega a la casa y encuentra el conflicto entre su padrastro
borracho y su madre. Manuel termina la escena por tomar a su padrastro por la
cintura y llevarlo a su dormitorio.

Benites rápidamente cumple la tarea de llevarlo preso a Champí. El campanero se


está alistando para ir a la iglesia cuando llega Benites. Delante de la esposa y los
siete hijos de Champí, Benites sale para la cárcel con su prisionero. Antes de irse
dice que no tengan miedo, que les va a ayudar a resolver el asunto. La esposa
Martina está muy preocupada y decide acudir a su amigo Escobedo, pues cree que
“él puede hablar por nosotros”.
Don Fernando se preocupa cada día más por el estado de las cosas en Kíllac y
toma la decisión de que partir del pueblo. Le revela su decisión de volver a Lima a
Lucía, quien está embarazada. Rosalía y Margarita acompañarán a la pareja en el
viaje para entonces estudiar en la capital.

El cura Pascual, que está en el camino para Lima, pasa unos días sin tomar
alcohol ni estar con mujeres. Su intención de llevar una vida más sana fracasa
cuando llega a un posado y ve a la bella posadera. Se emborracha en el posado y
la posadera y su esposo lo ponen nuevamente en su caballo fino para que termine
el viaje a Lima. Cuando llega a Lima se cae de su caballo y está salvado por los
frailes de un convento. Le dan un cuartito en que descansar, y una vez allí el cura
piensa en la contradicción entre el deseo natural del hombre y la vida que tiene
que llevar en el servicio de Dios y la Iglesia. De repente cae muerto el cura, y lo
encuentran unos frailes que después hablan de su temor a la muerte repentina,
pues una muerte repentina no les daría la oportunidad de prepararse para el más
allá.

Manuel, que ha sufrido internamente por el tumulto de los sucesos domésticos,


habla con su mamá sobre su deseo de estudiar para hacerse abogado. Doña
Petronila le asegura que ha ahorrado dinero para estos fines. También le acuerda
de que es su deber respetar a Don Sebastián y de tratarlo como si fuera su padre
verdadero.

En la casa de Escobedo, Martina aplica al vecino para que la ayude a liberar a su


esposo. Escobedo le avisa que le entrega cuatro de sus vacas, pues así podrá
liberar a Champí “mañana, pasado, dentro de tres días”. Ella sale de la casa rumbo
a la cárcel y Escobedo se dice riendo, “Ratón, caíste en la ratonera”.

El subprefecto coronel Paredes visita a los pueblos vecindarios de Kíllac y en uno


de ellos escoge a una joven muy linda para ser su próxima conquista. Teodora está
prometido a otro, y sabe que las intenciones del subprefecto son malas. Mientras
Paredes pasa cinco días en la casa de Teodora bebiendo y festejando con sus
amigos, ella se preocupa por su reputación y por su novio. Su papá le aconseja
que sea amable con el subprefecto en la noche de la última cena, y que luego
buscará una salida para su hija.

Manuel va a la casa de don Marín y la halla sola a Margarita. Aprovecha de la


circunstancia para declararle su amor y su deseo de casarse con ella. Margarita,
que todavía está muy joven, sin embargo “sabía desde este momento que era
mujer. Sabía que amaba”.

Después Lucía le informa a Margarita que toda la familia se irá para Lima.
Cuando Margarita le cuenta de lo ocurrido con Manuel, Lucía le aconseja que no
se enamore de Manuel, pues él es “el hijo del sacrificador de tus padres”.
Margarita se siente muy triste por el conflicto. Lucía decide que va a hablar con su
esposo acerca de la situación de Manuel y Margarita.

Mientras tanto, Teodora y su padre don Gaspar huyen de su casa y del coronel
Paredes. Teodora continúa en el camino para la casa de doña Petronila, quien la
esconderá del subprefecto. Su padre regresa a la casa para encontrarse en el
camino con los amigos de Paredes que han salido en busca de Teodora. Mientras
tanto, Paredes recibe una carta avisándole de “una tempestad política” que le
obliga a salir rápidamente de la casa de don Gaspar para esconderse en la ciudad.

Después de la declaración de amor de Manuel, éste se reúne con don Fernando y


los hombres hablan de sus planes para ir a Lima. También Manuel insinúe que
don Sebastián no es su padre verdadero. Don Fernando dice que le va a ayudar a
Manuel con el arreglo de sus financias para el viaje a Lima, y luego los hombres
cierran su conversación lamentando nuevamente la situación de la política y de las
indígenas en los pueblos del Perú, pues la huida de Teodora a la casa de Manuel
ha destapado otra prueba de la corrupción de las autoridades regionales.

Martina lo visita a su esposo en la cárcel y le cuenta de la entrega de las cuatro


vacas a Escobedo. Mientras toma lugar la triste reunión de la pareja, Escobedo y
Benites planean dar una vaca al subprefecto y quedar con las otras tres, y también
arreglan cómo proceder con el embargo. Champí permanecerá en la cárcel, pues
“Ahora no conviene que salga; lo embromaremos unos dos meses, y después la
sentencia hablará”.
La familia de doña Petronila llega a la casa de don Fernando para presentar a
Teodora. El grupo está platicando amablemente cuando aparece Martina. Ella está
desesperada porque las justicias han llevado sus vacas y porque teme que don
Fernando los esté persiguiendo a ella y su esposo. Don Fernando dice que los
protegerá y salvará de las autoridades corruptas y Martina sale “llena de
esperanzas” para comunicarle la noticia a su esposo encarcelado.

Gracias a la situación inestable de las políticas nacionales, también cambia el


autoridad local en Kíllac. Nadie sabe dónde se ha escondido Paredes.

Manuel continúa pensando en Margarita y declara que les revelará a don


Fernando, Lucía y Margarita el secreto de su nacimiento.

Doña Petronila también fue a la casa de don Fernando para pedirle cartas de
recomendación al nuevo subprefecto para Teodora y su padre. Don Fernando dice
que pedirá las cartas a la vez que aplica a su amigo para ayuda en respeto a la
situación de Champí. Después de que se van doña Petronila y Manuel, Lucía
habla con su esposo acerca del amor que ha observado entre los jóvenes. Don
Fernando le asegura que el de Manuel y Margarita sería un muy buen matrimonio,
y Lucía piensa en la educación de las virtudes domésticas de Margarita. Don
Fernando prepara la carta con el doble propósito a su amigo don Federico
Guzmán.

Mientras Martina le cuenta las noticias a su esposo, Escobedo, Benites y otros


amigos hablan de la intervención de don Fernando y de Manuel. Deciden que no
es una gran amenaza a sus planes debido a la pronta partida de Marín.

Don Fernando y Lucía deciden invitar a los vecinos para un desayuno en la


mañana de su viaje para Lima. Así don Fernando podrá hablar a favor de la causa
de Champí. También se han concretizado los planes de Manuel para estudiar en la
ciudad capital.

En la mañana de la partida de la familia Marín, llegan todos los vecinos, inclusive


Escobedo, cuya esposa ha dicho que está de viaje. Margarita y Rosalía van a
despedirse de la tumba de sus padres. Durante el desayuno, don Fernando habla
por la causa del campanero Champí. Mientras la familia se está tomando las
últimas preparaciones para salir rumbo a la estación del tren, un grupo de hombres
armados llega a la casa con el propósito de llevarlos preso a don Sebastián, don
Verdejo, Escobedo y Benites. Como su padrastro ha sido encarcelado, Manuel
sabe que va a tener que postergar sus planes. Intenta calmar a su madre y
comienza a trabajar en las defensas de Champí y de don Sebastián.

Don Fernando y su familia viajan por caballo hasta llegar a la estación de tren.
Manuel está muy triste por la postergación de sus planes y extraña mucho a
Margarita. Su madre le anima por decirle que vaya a alcanzar a don Fernando para
que declare su intención de casarse con Margarita.

Lucía y su esposo suben al tren con las dos chicas. El tren sigue sale de la estación
y todo va bien hasta que el tren choca con una tropa de vacas que está en el centro
de un puente.

Manuel cumple su deber con respeto a su padrastro, pues don Sebastián sale de la
cárcel. Él explica a don Sebastián su deseo de salir la próxima mañana diciendo
que además de pedir la mano de Margarita hará los pasos necesarios para
conseguir de don Fernando “el recurso de transacción y desistimiento, para que
este juicio quede fenecido y no nos vuelvan a molestar”.

Debido a los esfuerzos de Manuel, también sale de la cárcel Isidro Champí.


Nuevamente reunidos, él y su esposa lamentan su triste existencia: “Nacimos
indios, esclavos del cura, esclavos del gobernador, esclavos del cacique, esclavos
de todos los que agarran la vara del mandón”. La pareja dice que moriría dichosa
si no fuera por sus hijos; para los indios, “¡La muerte es nuestra dulce esperanza
de libertad!”.

Don Fernando y su familia salen del choque de tren sin mayores heridas. Por fin el
tren reanuda la marcha y llegan a una hermosa ciudad. Un tranvía tirado por
caballos los conduce al Gran Hotel Imperial. La familia llega al hotel lujoso
mientras Manuel está en el camino para alcanzarla.
Cuando Manuel llega al hotel, se reúne con la familia para contarles del estado de
las cosas en Kíllac. Hablan de la salida de don Sebastián y de los pasos que debe
tomar don Fernando para asegurar la libertad de Champí y de don Sebastián. Don
Fernando sale a arreglar el asunto y Manuel queda con la familia en regresar por
la noche, cuando espera pedir la mano de Margarita.

Esa noche, Manuel aparece en el hotel lleno de esperanzas. Otra vez declara su
amor a Margarita, y cuando llegan don Fernando y Lucía, les pide su mano con un
plazo de tres años. Entonces revela que su verdadero padre es el obispo Claro, y
Lucía, quien sabe la identidad del verdadero padre de Margarita, comienza a
temblar y a llorar. Por fin, se entiende que Margarita y Manuel son hermanos.
Margarita cae en los brazos de Lucía, “cuyos sollozos acompañaban el dolor de
aquellas tiernas aves sin nido”.
ANÁLISIS LITERARIO

1. Estructura: Consta de 2 partes, la primera de 26 capítulos y la segunda de 32.


2. Género: Narrativo.
3. Especie: Novela.
4. Corriente: Finales del Siglo XIX.
5. Nivel Lingüístico: Coloquial.
6. Lugares y Ambientes mencionados y / o en los que se desarrolló la obra:

− Kíllac, Iglesia, Casa-Quinta: “Manzanares”, Casa Blanca, Casa


− Parroquial, Carabaya, Ucayali, Madre de Dios, Banco de Arequipa,
− Lima, Casino Rosado, Gran Hotel Imperial, Castilla, Imprenta “La
− Bolsa” de Arequipa, Playas del Callao, Cuzco, Saucedo, Banco, “La
− videncia”, Banco de “Londres, México y Sud América”, Cerro de Pasco,
− Universidad menor de San Bernardo , Universidad Nacional Mayor de San
Marcos,
− Ladera del “tigre”, Madrid , Su prefectura , Cochabamba (Bolivia)

Personajes

Personajes principales

a) Margarita: Muchacha sumisa, discreta, poseía una belleza incomparable,


producto de una mezcla entre la raza española e india, y estaba perdidamente
enamorada de Manuel.

b) Manuel: Muchacho de alta clase social, simpático, de actitudes bastante


maduras, caballero, decidido, estudioso y fue quien desde un principio de fijó en
la belleza de Margarita.

c) Sebastián Pancorbo: Corrupto gobernador (en un principio) del pueblo, tan


astuto como hipócrita, estafador. Sin embargo era bastante fácil de influenciar, era
como un títere para todo aquel quien se mostrase de su lado, ya que al parecer, esa
era considerada una necesidad para él.
d) Lucía Marín: Mujer joven, ejemplar por su infinita solidaridad para con su
prójimo, a quien le gustaba inmiscuirse en los asuntos de su marido, siempre para
algo de buena intención. Jamás se dejaba llevar por actitudes machistas por parte
de otras personajes de la nobleza del pueblo, tenía una constante conducta lo
suficientemente digna, femenina y madura.

e) Fernando Marín: Honorable hombre de bien y de la alta clase social del


pueblo de Kíllac, esposo de Lucía, quien defendía y velaba hasta donde podía, las
condiciones en que vivían los indios en esa época.

f) Pascual Vargas: Inmoral y lujurioso cura de la provincia, quien se


aprovechaba de su autoridad para llevar a cabo los más denigrantes y provechosos
(económicamente)

Personajes secundarios

Don Gaspar Sierra, Estéfano Benítez, Rosalía Yupanqui, Petronila Hinojosa,


Pedro Escobedo, Coronel don Bruno de Paredes, Obispo Don Pedro de Miranda,
Ederico Guzmán, Hermanos Gutiérrez, Marcela Yupanqui, Mariano Salas,
Hilarión Verdejo, Dentista Christian Dan, Juan Yupanqui, Santiago, Salmó, Doña
Melitona, Isidro Champi, Claudio Paz, Teodora y Martina.

7. Temas:

Tema principal:

El amor, moralmente imposible, que nace entre Margarita y Manuel (jóvenes


enamorados en vísperas del connubio y que descubren ser hijos de un cura
lujurioso). Es el tema que servirá para presentarnos la lucha de indefensos
campesinos contra la prepotencia extrema de gamonales aliados de los malos
sacerdotes y jueces venales.

Secundario:

- Abuso

- Explotación
- Pobreza

- Amor

- Falsedad.

8. Espacio

- Macrocosmos: ( Perú-cusco)

- Microcosmos: Killac, iglesia, casa quinta, etc.


MENSAJE

Clorinda Matto de Turner nos deja un mensaje con un obvio sentido social,
mediante cada capítulo nos da a conocer distintas formas de corrupción, abuso,
etc. Claro que para darle un matiz más armonioso a la novela..., recurre a una
historia de amor, una historia que lamentablemente culmina en una tragedia, que,
para éstos tiempos, no sería llamada como tal, es decir; ahora no es trágico, o por
lo menos no tanto, casarse entre hermanos de un mismo padre; más aún sabiendo
las condiciones en las que Margarita y Manuel se encontraban. Sin embargo, una
historia tan igual de resaltante en la novela es la que destaca en su mayoría en la
primera parte de la obra, la parte en que Clorinda saca a la luz con una sinceridad
de infante la realidad social en que vivía el país con respecto a los indios en
relación a las autoridades, en su mayoría españolas o de la capital.

En pocas palabras, es una cruda denuncia en favor de la gente que era la base de la
economía del país, con remuneraciones que hasta en esos tiempos daban lástima y
además sometidos a irracionales abusos, sin importar su género.

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