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Para desarrollar el tema de la prenda como derecho real, es necesario primeramente definir
un concepto, ello para tener una idea general del contenido, por lo que tomaremos como
base la definición que hace Guillermo Cabanellas de Torres en el Diccionario Jurídico
Elemental.
PRENDA: “Contrato y derecho real por los cuales una cosa mueble se constituye en
garantía de una obligación, con entrega de la posesión al acreedor y derecho de éste
para enajenarla en caso de incumplimiento y hacerse pago con lo obtenido. La cosa
sujeta a este contrato y derecho real. Alhaja, mueble o enseres domésticos que se dan
para vender. Lo dado, dicho o hecho como señal o prueba de algo. Toda garantía o
seguridad, aun espiritual; como la palabra, promesa o juramento. Cualidad, dote,
mérito.”
LA PRENDA
CLASIFICACIÓN DE LA PRENDA
Con la palabra prenda se distinguen varias cosas: en primer término, la cosa mueble
entregada al acreedor en garantía de una obligación; en segundo lugar, el mismo derecho
real que se constituye en favor del acreedor mediante la obtención de la posesión de una
cosa mueble, y, finalmente, el mismo contrato de donde nace la garantía real de la prenda.
EL CONTRATO DE PRENDA es definido por el art. 2134 C como aquel contrato en virtud
del cual "se entrega una cosa mueble a un acreedor para la seguridad de su crédito". De
esta definición se deduce que nos encontramos ante un contrato que solo se perfecciona por
la entrega de la cosa mueble del acreedor, concepto que es confirmado por el art. 2136 C.
Contratos que solo se perfeccionan por la entrega material de una cosa, se denominan
"contratos reales".
LA ENTREGA DE LA COSA AL ACREEDOR: puede hacerse por alguno de los medios que
se indican, sin embargo debe tenerse en cuenta que es de la esencia del derecho de prenda,
reglamentado por el Código, que el acreedor prendario o un tercero obtenga la posesión de
la cosa, y que, en consecuencia, la entrega no puede realizarse por el constitutum
possesorium, es decir, por el acuerdo mediante el cual el acreedor conviene con el deudor
en que este sigue reteniendo la cosa como depositario o arrendatario, pues el constittutum
possessorium supone que quien posee en nombre propio se convierte en poseedor a
nombre ajeno, en tanto que quien entrega una cosa en prenda continua siendo poseedor a
nombre propio, mientras el acreedor prendario solo es poseedor en nombre ajeno.
No es necesario que la entrega material se haga al acreedor o que se haga por el deudor,
pues los contratantes pueden convenir en que sea un tercero quien tenga la cosa en
garantía de la deuda; e igualmente un tercero puede empeñar una cosa de su propiedad en
garantía de una deuda ajena (art. 2138 C).
La constitución del derecho real de prenda se caracteriza, en primer lugar, por ser un
negocio jurídico de disposición, y en segundo término, por ser un derecho accesorio a
la existencia de un crédito.
Del hecho de ser un negocio de disposición se deduce que la prenda de cosa ajena, sin
consentimiento de su dueño, no genera en favor del acreedor el respectivo derecho real; y,
además, que se requiere capacidad para empeñar.
La primera consecuencia es resultado por la regla establecida por el art. 2140 C.
cuando dice: "Si la prenda no pertenece al que la constituye, sino a un tercero que no ha
consentido en el empeño, subsiste sin embargo, el contrato mientras no la reclama su
dueño; a menos que el acreedor sepa haber sido hurtada, o tomada por fuerza o perdida", en
cuyo caso deberá denunciarlo al dueño para que la reclame según el art. 2141 C., si el
dueño reclama la cosa, "el acreedor podrá exigir que se Ie entregue otra prenda de valor
igual o mayor, o se Ie otorgue otra caución competente; y en defecto de una y otra, se Ie
cumpla inmediatamente la obligación principal aunque haya plazo pendiente para el pago”.
Además, conviene señalar que solo puede empeñar quien tiene plena capacidad de ejercicio
(art. 2138 C), pues la prenda se asimila en un todo a la venta, ya que justamente representa
un principio de enajenación, dada la circunstancia de que si el deudor no cancela su
obligación, el acreedor puede hacerla vender en subasta pública.
COSAS SUSCEPTIBLES DE CONSTITUIRSE EN PRENDA.
La prenda de derecho común recae únicamente sobre cosas muebles. De conformidad con
lo establecido en el art. 564 C. Ios productos de los inmuebles y las cosas accesorias a ellos,
se reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre tales productos o cosas en favor de una persona distinta del dueño. Nada obsta, pues,
que esas cosas puedan ser empeñadas; pero debe tenerse en cuenta que Ia prenda implica
entrega inmediata de la cosa al acreedor, y que antes de esa entrega es imposible constituir
el derecho real accesorio de prenda (excepción hecha de la prenda agraria e industrial, y la
minera)
LA PRENDA DE COSAS FUTURAS en todo caso valen como promesa de prenda, y faculta
al acreedor para exigir la entrega apenas exista la cosa, o una vez sea separada de la cosa
de que forma parte. Al respecto conviene advertir que es posible que se faculte directamente
al acreedor para que por su propia cuenta separe la cosa y tome posesión de ella. En
derecho francés se exige que ha de tratarse de una entrega real y efectiva, es decir, que la
cosa sea puesta a disposición del acreedor en condiciones tales que el constituyente no
pueda ya servirse de ella para aumentar su crédito. Es preciso que el deudor no conserve la
cosa como detentador de ella.
Ciertamente el Código no se refiere a esta hipótesis; pero como una convención de esta
índole no lesiona el orden público ni las buenas costumbres, puede celebrarse y llevarse a
efecto. En este caso, quien detenta la cosa es un depositario. En derecho francés, los
warrants son almacenes que detentan las cosas de gran valor en garantía de los créditos de
varios acreedores.
El derecho real de prenda supone siempre una obligación principal a que accede (art. 2135
C.) y, por lo tanto, en todos los casos en que se extingue la obligación, se extingue la
prenda: en cambio, la extinción de prenda, no implica necesariamente la extinción del
crédito, como cuando perece la cosa o, simplemente, cuando el acreedor exonera de la
garantía sin que aun se Ie haya cancelado el crédito.
Todas las obligaciones pueden garantizarse con prenda: tanto las obligaciones de pagar
sumas de dinero, como las de entregar cosas, las de hacer y no hacer, y también puede
constituirse la prenda en garantía de una obligación condicional o futura. La prenda que
garantiza obligaciones condicionales extintivas o resolutorias, se extingue tan pronto se
cumpla la condición, y la prenda de obligaciones condicionales suspensivas genera un
derecho real suspensivo. La prenda de créditos futuros existe aunque actualmente no exista
el objeto de la obligación, y es natural que se extinga una vez que se sepa que no llega a
existir Ia cosa cuya existencia se esperaba.
1°) El acreedor tiene facultad para poseer la cosa hasta que Ie sea pagado el crédito
garantizado con la prenda.
4°) Sobre el valor producido por la cosa tiene un derecho de preferencia a ser pagado frente
a los demás acreedores.
1°) Por vía directa, cuando se extingue la obligación garantizada con la prenda. Satisfecho
el crédito en todas sus partes, dice el art. 2151 C. tomar los frutos una vez separados es
suficiente la autorización de tomar la posesión de los frutos; pero el derecho real solo
nace cuando se toman deberá restituirse la prenda. Exige la ley que el crédito se pague
totalmente, lo cual indica que el derecho real de prenda es indivisible, es decir, que
aunque se halla dividido la deuda o el crédito entre varios, subsiste la prenda. Al
respecto, el art. 2155 C. establece: "La prenda es indivisible. En consecuencia, el
heredero que ha pagado su cuota de deuda, no podrá pedir la restitución de una parte
de la prenda mientras subsista una parte cualquiera de la deuda; y recíprocamente, el
heredero que ha recibido la cuota del crédito, no puede remitir la prenda, ni aun en
parte, mientras sus coherederos no hayan sido pagados" El pago del crédito puede
provenir del deudor o de un tercero. Así, quien adquiere el dominio de Ia cosa
empeñada o un derecho sobre ella, puede exigir Ia entrega "pagando o consignando el
importe de la deuda a que este sirviendo de garantía la prenda" (art. 2154).
2°) En los demás casos en que la obligación asegurada se extingue, ya sea por
prescripción o por declaración de nulidad, resolución, novación, etc.
3°) Cuando el acreedor abusa de la prenda (art. 2146, inc. 3°). Esto sucede cuando se
sirve de la prenda sin el consentimiento del deudor (art. 2145 C.).
4°) Cuando de común acuerdo se remplaza la cosa empeñada por otra (art. 2146, inc.
Constituido el derecho real de prenda, es válido cualquier negocio jurídico de disposición que
sobre la cosa celebren deudor y acreedor prendario, y "se supone que el deudor, no
hallándose ya bajo la dependencia del acreedor, puede defender sus intereses y negarse a
aceptar una clausula demasiado onerosa para él" No obstante, si se acreditare que el pacto
se celebro en el momento de la constitución de la prenda, deberá anularse.
Las prohibiciones del art. 2147 no comprenden la exclusión del derecho de venta en pública
subasta, cuando se estipula que el acreedor usufructuara la cosa hasta el pago de Ia deuda,
con la obligación de restituirla al deudor o a su propietario.
La segunda proposición del art. 2153 C. dice que si la prenda ha dado frutos, estos podrán
imputarse al pago de la deuda. Sin embargo, es de la esencia de la prenda la facultad del
acreedor de venderla en pública subasta, lo cual indica que cuando se excluye la facultad de
venta en la forma acabada de exponer, el contrato degenera en otro diferente: será un
arrendamiento, una dación en pago, o, si se quiere, un contrato innominado.
2°) en la obligación de restituirla cuando se Ie haya cancelado el crédito art. 2153 C.; y
Este derecho excepcional de retención, en razón de créditos diferentes de aquel para el cual
se constituyo en forma expresa la prenda, se otorga únicamente al acreedor frente al deudor,
y se excluye en los siguientes casos:
2a) El acreedor puede disfrutar de la prenda cuando elIo es necesario para su misma
conservación, por ejemplo, aprovechando la lana de las ovejas o la leche o cualquiera
otro fruto orgánico de los animales empeñados.
5°) cuando hay novación, pues este es un modo de extinguir las obligaciones y las
seguridades que las garantizaban; y si bien es cierto que la ampliación de plazo no es
novación, no obstante la prenda se extingue cuando la cosa empeñada pertenecía a un
tercero que no consintió en la ampliación (art. ).
Prendas agrarias sin desplazamiento: pueden gravarse las partes integrantes y las cosas
accesorias de los inmuebles destinados a la agricultura, es decir, las denominadas por el
Código inmuebles por adherencia y por destino.
Por tanto, son objeto de esta clase de prendas sin desplazamiento o hipoteca mobiliaria:
a) las maquinas, aperos e instrumentos de labranza;
b) los animales destinados al cultivo o aprovechamiento de un predio;
c) las cosechas y frutos de cualquier naturaleza que produzca un predio;
d) los camiones, tractores y demás implementos destinados a trabajos agrícolas.
Prenda industrial: es la que recae sobre establecimientos de comercio, sobre todas las
instalaciones y maquinarias de una explotación comercial; la materia prima y los productos
de la explotación; los productos de las minas, en vías de elaboración o listos para darse a la
venta.
De la prenda sin desplazamiento o hipoteca mobiliaria de las naves acuáticas la
denominación de hipoteca (mobiliaria) o prenda sin desplazamiento las embarcaciones
mayores y menores dedicadas a la pesquería, la investigación científica o a recreo.
Este contrato debe celebrarse por escritura pública y debe contener todos los datos
necesarios para identificar la nave, su tonelaje, el número de su matrícula, el nombre del
deudor y del acreedor, el crédito, fecha del vencimiento del plazo.