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Por Nimphie
Tradicionalmente, los críticos definieron el fantasy por su relación con lo “real”; en términos
literarios esto implicaba una tendencia a entender lo fantástico a través de su relación con el
realismo.
Para explicar los diferentes aspectos de lo fantástico, Rosemary Jackson resume las ideas de
Todorov y luego sugiere posibles modificaciones.
Dado que parecía haber un común acuerdo en que lo fantástico tenía que ver con algún tipo de
desasosiego y ansiedad existencial, Todorov buscó la manera de entender cómo los fantasy
literarios producían tal efecto. Y descubre que: “En el verdadero campo de lo fantástico, existe
siempre la posibilidad de una explicación simple de los fenómenos, pero, al mismo tiempo, esta
explicación carece por completo de probabilidad interna”.
El texto puramente fantástico establece una vacilación absoluta, tanto en el protagonista como
en el lector, quienes no pueden aceptar los insólitos sucesos que se describen, ni desecharlos
como fenómenos sobrenaturales. Es esta vacilación la que define lo fantástico.
Dostoievski llegó a una definición similar. Para él, el verdadero fantasy no debe romper la
vacilación que el lector experimenta al interpretar los sucesos: “lo fantástico debe estar tan cerca
de lo real que uno casi tiene que creerlo”.
•Lo maravilloso puro, que comprende narraciones como los cuentos de hadas, romances
medievales y muchos textos de ciencia ficción.
•Lo fantástico maravilloso incluye trabajos que presentan efectos inexplicables que
eventualmente se atribuyen a causas sobrenaturales.
•Dentro de lo fantástico extraño están obras donde los acontecimientos extraños parecen tener
algún origen subjetivo.
•En lo extraño puro, Todorov incluye los cuentos de Poe.
La forma en que opera será la combinación de elementos de estos dos diferentes modos, como
veremos a continuación.
Lo maravilloso
La narrativa maravillosa está formada por el mundo de los cuentos de hadas, el romance, la
magia y el sobrenaturalismo. Se caracteriza por una narración funcional mínima, cuyo narrador
es omnisciente y tiene una autoridad absoluta.
Lo mimético
Estas narraciones pretenden imitar una realidad externa y también establecen una distancia con
la experiencia, moldeándolas conforme a pautas y secuencias significativas. La ficción narrativa
representa los sucesos contados como “reales” usando como portavoz una tercera persona
sapiente.
Entre lo maravilloso y lo mimético, lo fantástico no pertenece a ninguno de los dos, por lo que
es posible modificar ligeramente el esquema de Todorov y decir que lo fantástico como modo
asume formas genéricas diferentes.
En relación con las obras denominadas surrealistas, si bien tienen mucho en común con las
fantásticas, como los temas, es preciso realizar una distinción: la literatura surrealista está
mucho más cerca de un modo maravilloso porque el narrador está en una posición de
incertidumbre y los sucesos extraordinarios que se cuenta no lo sorprenden.
La topografía de lo fantástico moderno sugiere una preocupación por los problemas de visión y
visibilidad: se introducen espejos y retratos (para dar efecto de doble o doppelgänger), reflejos,
ojos y puertas. A diferencia de los mundos secundarios de lo maravilloso, que construyen
realidades alternativas, los mundos sombríos de lo fantástico no construyen nada.
En el énfasis sobre lo invisible, en el arte fantástico los objetos no se perciben con facilidad a
través de la mirada: aparecen deformadas, parciales, desintegradas y las unidades clásicas de
tiempo, espacio y personaje, son amenazadas por la disolución.
Los temas se pueden agrupar en diversas áreas relacionadas: invisibilidad, transformación,
dualismo, bien versus mal, que generan una cantidad de motivos recurrentes.