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C O L E C C I Ó N

Gestión y Manejo del Patrimonio


Estudios sobre el Patrimonio Cultural y Natural

Abril 2007
Instituto Nacional de
Antropología e Historia

Alfonso de María y Campos Director general

Mario Pérez Campa Secretario técnico

Luis Ignacio Sáinz Secretario administrativo

Virginia Isaak Basso Coordinadora Nacional de Centros INAH

Benito Taibo Coordinador Nacional de Difusión

Coordinación editorial Aída Montes de Oca Hernández


Estela Vega Deloya
Nahúm Noguera Rico

Diseño editorial Álvaro Laurel Valencia

COLECCIÓN Gestión del Patrimonio


ISBN: 968-03-0089-0

Estudios sobre Patrimonio Cultural y Natural


ISBN: 968-03-0090-0
Fotografías de portada: Álvaro Laurel Valencia, Jordi Juan Tresserras

El contenido y fotografías son rresponsabilidad


esponsabilidad del autor

COLECCIÖN Gestión del Patrimonio Cultural es una publicación editada y distribuida


por la Coordinación Nacional de Centros INAH del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Córdoba 45, Col. Roma, C.P. 06700
Delegación Cuauhtémoc, México D.F.
Tel. 5061 9100 Ext. 3811 informatica.cnci@inah.gob.mx
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Impr eso en México
mpreso México/Printed in Mexico
Índice
Presentación 5

Introducción 7

Artículos
Por un turismo responsable con 11 Jordi J. Tresserras
el patrimonio cultural (España)

Patrimonio cultural inmaterial: 19 Mónica Lacarrieu


estrategias de gestión (Argentina)

Programa de conservación; el centro 25 Carmen García Rivera y


de Arqueología Subacuática Luis Carlos Zambrano Valdivia
de la Comunidad Autónoma Andaluza (España)

Áreas naturales protegidas 36 J. Adrián Figueroa Hernández


y la participación social en México (México)

Conversus
Reflexiones en torno a la planeación 38 Nahúm Noguera Rico
Episodio uno: la nebulosa (México)
y polémica abstracción

Investigación, conservación y difusión 44 Pilar Luna Erreguerena


del patrimonio subacuático (México)

El papel de los investigadores en museos 46 Laura Esquivel Macías


(México)

La conservación del Patrimonio Cultural 51 Gustavo A. Ramírez Castilla


edificado y su impacto social: (México)
perspectivas para el siglo XXI
El patrimonio: conservar y usar, 59 Aída Montes de Oca Hernández
un maridaje institucional y Nahúm Noguera Rico
(México)

Patrimonio industrial minero. 65 Miguel Iwadare


Caso: Cerro de San Pedro, S.L.P.,México (México)

Retrospectiva
Avances en la operación del plan 68 María de la Luz Gutiérrez
de manejo de la Zona Arqueológica (México)
Sierra de San Francisco,
Baja California Sur, México

Reseña de la experiencia en la operación 72 Nelly Robles García


del Plan de manejo de la Zona de (México)
Monumentos Arqueológicos de
Monte Albán, Oaxaca, México

Crónica de los avances en la operación 74 Teresita Loera Cabeza


del Plan de manejo del Jardín de Vaca (México)
Etnobotánicoy Museo de Medicina
Tradicional, Morelos, México

Conservación y manejo integral 79 Haydee Orea


en la Zona Arqueológica de Yaxchilán, (México)
Chiapas, México

IntegraDOS
Arqueomoluscos de Punta Mita, Nayarit, México 82 Pedro H. López Garrido
(México)

Expediciones en el Anillo Cársico de Nipe 87 Juan J. Guarch


(Cuba)

Reseña del Proyecto de Integración 89 Martín Cruz Sánchez


Arqueológico, Histórico y Urbano (México)
de la Zona Arqueológica de Cholula,
Puebla, México
Presentación

E
l concepto de patrimonio como el conjunto de testimonios
materiales que los seres humanos han dejado a su paso, para el
lnstituto Nacional de Antropologra e Historia (INAH) es mas amplio,
ya que nuestra institución con una visión mas integral incluye en la
definición de patrimonio no sólo los restos materiales sino las manifes-
taciones simbólicas como parte de un proceso histórico en el que la
sociedad desempeña un papel fundamental, donde este patrimonio
tiene un uso, un valor y un significado.
La presente Colección es el resultado del compromiso adquirido por
el INAH en torno a la gestión y manejo del patrimonio. Así, el Instituto
nos ofrece la primera publicación en su tipo en America Latina, como
una oportunidad y una provocación para que los especialistas nacionales
e internacionales participemos y hagamos nuestro este espacio, con la
aportación de ideas y nuevas metodologías para salvaguardar y
conservar los bienes patrimoniales.
Temas como la gestión, formación, investigación e interpretación
temática forman parte del contenido de este material, así como la
presentacion documental sobre el desarrollo y avances en el ámbito
global para la conservación del patrimonio cultural y natural.
La presente colección reúne artículos sobre el desarrollo de la gestión
patrimonial en México y el mundo, sobre todo las experiencias de países
como España y Argentina; asimismo incluye los escritos del Cuaderno
de Trabajo (InformaDos) de la Dirección de Operación de Sitios, artículos
que detonaron el interés del lnst.ituto por publicar textos sobre la
gestión del patrimonio en Mexico.
La presente edición busca la divulgación de las investigaciones sobre
el patrimonio, así como fomentar la discusión sobre los fundamentos
teóricos que ponen de manifiesto la necesidad de analizar críticamente
las bases de una práctica fundamental, la gestión, por lo que el conte-
nido de este material es de gran importancia para la formación de
gestores en materia de patrimonio.

Alfonso de María y Campos


Director General del
Director INAH
Introducción

E
l patrimonio cultural tiene cada día mas capacidad para movilizar
a la población, en este sentido las zonas arqueológicas, las
exposiciones, los museos, las ciudades Patrimonio de la Huma-
nidad, las fiestas, la gastronomía, etcétera, personifican el valor
simbólico de identidades culturales, siendo en muchas ocasiones la clave
para entender a los otros pueblos en el contexto de la comunicación
local y/o global.
En el pasado inmediato se consideraba patrimonio cultural sólo a
los monumentos y sitios con valor histórico, estético, artístico, arqueoló-
gico, científico, etnológico y antropológico. Actualmente, la noción de
patrimonio cultural se ha extendido a otras categorías que tengan un
valor para la humanidad, como son las formaciones físicas, biológicas y
geológicas extraordinarias, las zonas con valor excepcional desde el
punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural y
el hábitat de especies animales y vegetales amenazadas, es decir, la
relación hombre-naturaleza.
Asimismo, en los últimos años la discusión de los especialistas se ha
centrado en la conceptualización o diseño de una dimensión comple-
mentarla del patrimonio por lo que surge un nuevo concepto, el patrimo-
nio inmaterial o intangible, entendido como el conjunto de formas de
cultura tradicional y popular, las cuales emanan de una cultura y se basan
en la tradición, mismos que se transmiten oralmente y cuyas
modificaciones se encuentran dentro de un proceso de recreación
colectiva.
Los trabajos aquí reunidos, forman una reflexión en torno a las
diferentes aristas que engloba el patrimonio cultural y natural en el marco
de experiencias iberoamericanas y latinoamericanas, de acuerdo con los
avances en las Investigaciones, el manejo, la gestión y la operación del
patrimonio.
La colección Gestión del Patrimonio Cultural se divide en cuatro
partes: en la primera, Artículos, se trata de abordar la problemática del
patrimonio cultural y natural en relación con la gestión, uso, disfrute,
manejo, operación y conservación del patrimonio, vista desde diferentes
perspectivas de acuerdo con las experiencias en Argentina, España y
México. Con este apartado no se pretende buscar paralelismos ni
modelos en torno a las experiencias sobre la gestión del patrimonio
cultural y sus problemáticas, sino el de provocar una reflexión en torno
a una práctica cada vez mas globalizante Ilamada en nuestra sociedad
«de la comunicación”.
En la segunda parte, Conversus, se incluyen aquellas reflexiones en
torno a la metodología para la operación y manejo de sitios con valor
patrimonial, las cuales abren un espacio para la discusión acerca de los
avances metodológicos entorno a temas como los procesos de
planificación, la arqueología subacuática, la conservación del patrimonio
edificado y los investigadores en museos. Es importante mencionar que
algunos de los trabajos forman parte del Cuaderno de Trabajo
lnformaDOS
lnfor maDOS publicado por la Dirección de Operación de Sitios del INAH.
En la tercera parte, Retrospectiva, se presenta un balance de los
primeros ejercicios para construir planes de manejo en zonas arqueoló-
gicas abiertas al público y bajo custodia del lnstituto Nacional de
Antropología e Historia, elaborados por diversas áreas del Instituto; al
igual que en la sección anterior las contribuciones aquí publicadas
formaron parte del Cuaderno de Trabajo InforInformaDOS
maDOS de la Dirección
de Operación de Sitios deI INAH.
IntegraDOS, es la cuarta parte corresponde a las investigaciones
arqueológicas, antropológicas, espeleológicas y tópicos de acuerdo con
los avances en la investigación que se realizan en los sitios con valor
patrimonial.
En la primera parte el articulo de Jordi J. Treserras, “Por un turismo
responsable con el patrimonio cultural“, tiene el propósito de promover
modelos turísticos basados en el uso ordenado de los recursos culturales
y plantea un turismo responsable como vehiculo de conservación de la
diversidad cultural y natural, como forma de cumplimiento de los
principios del desarrollo sostenible; en este sentido, menciona que un
plan de manejo debe responder a las necesidades y perspectivas de
futuro. Además nos presenta algunas acciones que se Ilevan a cabo en
el Programa de Apoyo al Turismo Sostenible que cuenta con la
colaboración del Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente(UNEP-PNUMA), de la UNESCO y de la Organización Mundial de
Turismo ( PMT-WTO).
Mónica Lacarrieu nos ofrece una amplia teflexión con base en
la experiencia Argentina sobre el reconocimiento que ha otorgado la
UNESCO al patrimonio cultural inmaterial, donde “lo tangible sólo es
interpretado mediante lo intangible“; sin embargo, considera que en
el campo institucional permanece una visión que define al patrimonio

8
con relación a “cosas“ u “objetos descontextualizados del entorno
socio-cultural en que se producen y desde el cual obtienen eficacia
simbólica“. En clave con esta concepción se integra el patrimonio
inmaterial aceptando su importancia en la promoción de la diversidad
cultural.
También, el Centro de Arqueología Subacuática de la Comunidad
Autónoma Andaluza, nos presenta su programa de conservación
explicado por Carmen García Rivera y Luís Carlos Zambrano Valdivia.
Desde su creación el Centro de arqueología subacuática se integra
como un servicio especializado, el uso y la gestión del inmueble
Balneario de la Palma y el Real de la ciudad de Cádiz, se acondicionaron
a efectos de ejercer las funciones de investigación, protección, conser-
vación, restauración y difusión del patrimonio arqueológico subacuático
con base en la elaboración de un plan de usos conforme con las nuevas
funciones asignadas, que permitiera proceder a la redacción del
proyecto de restauración. El plan de Usos propone un modelo integral
del centro, que abarque el ciclo completo de acciones inherentes a los
trabajos implícitos a la disciplina de la arqueología subacuática, que
comprende la documentación, protección, investigación, intervención
y conservación y que culmina con la difusión de los resultados obtenidos
a lo largo del Proceso.
Con intención de abordar la parte integral y colaborativa de la
gestión del patrimonio cultural y natural desde diversas aristas, se
presentan tres artículos que abordan el tema desde diferentes
perspectivas.
El artículo “Las áreas naturales protegidas y la participación social
en México“, de Adrián Figueroa Hernández, nos presenta un área de
conocimiento y de práctica muy compleja porque se puede incursionar
desde la investigación científica, administración, normatividad o
concretamente desde la bioética, ecoturismo, etnomedicina, entre otras.
El espacio natural protegido confirma en su dinámica y evolución que
trascendió a las instituciones públicas federales y estatales, en este
sentido, el autor propone la participación social como uno de los ejes
básicos para replantear estrategias de protección y conservación con
una visión focalizada en una potenciación de espacios y biodiversidad
con un patrimonio natural sustentable, desde una perspectiva
sociológica y antropológica de las áreas naturales protegidas (ANPS),
sin perder la visión holística.
Por su parte, Gustavo A. Ramírez Castilla nos presenta con base en
su experiencia como profesional de la restauración, un análisis de la
conservación del patrimonio cultural edificado y su impacto social,
particularmente sobre la intervención de un monumento o zona de
monumentos con el fin de conservarlo abrirlo al público, heredamos a
la comunidad que lo posee una serie de secuelas que surgen en
consecuencia; esto se debe a que un monumento no es un elemento
aislado, libre de influencias, sino que está vinculado al entorno histórico-
político, socioeconómico, religioso y ecológico de la comunidad.

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Por un turismo
responsable con el patrimonio cultural
Jordi J. Tresserras*
España

jjuan@ub.edu

E
l turismo responsable se plantea como vehículo de conservación de la diversidad cultural
y natural y como forma de cumplimiento de los principios del desarrollo sostenible. Hasta
el momento, las estrategias y acciones para promover este turismo se han centrado en
destinos con recursos naturales, y es ahora cuando se están promoviendo también modelos
turísticos basados en el uso ordenado de los recursos culturales.

La gestión del patrimonio y el turismo

Los principales objetivos que deben ser teni- ejemplo las medidas que se han tenido que
dos en cuenta en la gestión del patrimonio son desarrollar en algunas tumbas egipcias, como
garantizar la conservación del mismo; facilitar las de Nefertari y Seti I, con control de flujos de
la accesibilidad tanto para la población local visitantes ante el deterioro causado entre otros
como a los turistas, no sólo física sino también factores por la excesiva humedad. Las necró-
intelectiva, si es necesario mediante el uso de polis etruscas de Cerveteri y Tarquinia recién
sistemas interpretativos de diferente tipo que incorporadas a la lista del patrimonio mundial
contribuyan a mejorar la satisfacción de los vi- han seguido estrategias similares. Más drásti-
sitantes; así como colaborar con la comunidad co ha sido el caso del Altamira con la construc-
local para la generación de recursos en el mar- ción de la neo-cueva, una réplica que reproduce
co de un desarrollo sostenible, especialmente la cueva original que no podía soportar la hiper-
en zonas que requieran la reducción de la po- frecuentación a la que estaba sometida.
breza, la creación de empleo y consolidar la Uno de los graves problemas en la gestión
armonía social. Obviamente no es tarea fácil, y patrimonial es el error político de juzgar como
más aún en zonas turísticas, tanto en destinos factor crítico de éxito y eficacia el conseguir
consolidados como en destinos emergentes. un número elevado de visitantes. En muchos
El turismo es una actividad que si no se toma casos se consigue así mayor apoyo institucional
en cuenta con la seriedad que se requiere pue- o incluso mayor presupuesto. Eso lleva a los
de ser un arma de doble filo que desestructure juegos de cifras, cálculos sesgados, incluso
los objetivos antes mencionado con efectos que fraudulentos, de las estadísticas. Un conjunto
pueden llegar a ser devastadores. Sirva como arqueológico, un paisaje cultural, un itinerario,

* Doctor en arqueología. Coordinador del Programa de Turismo Cultural, Universitat de Barcelona, España.
un edificio emblemático en un centro históri- donde no se tuvo en cuenta la idiosincrasia de
co o una fiesta tradicional significativa respon- las comunidades andinas poco acostumbradas
den a problemáticas individualizadas. En cada a comerciar en casetas cerradas y reducidas y
caso es necesaria una coordinación estrecha y que han preferido instalarse en los alrededo-
directa entre los responsables de la gestión del res empleando los sistemas tradicionales más
patrimonio con los responsables de turismo de próximos a la venta ambulante y que facilitan
las propias administraciones públicas y los ope- la interrelación (Fig 1). Otra de las actuaciones
radores turísticos. Es preciso realizar zonifica- que sobrecoge es la propia ampliación del
ciones de uso y establecer estudios de flujos y museo, con la instalación de la estela Bennet,
capacidad de carga adaptados a las caracte- una escultura antropomorfa de 20 toneladas de
rísticas de cada lugar. peso, que se ha convertido en objeto de cul-
Una de las experiencias más complejas del to, por el espectacular montaje retorno desde
panorama internacional es Tiwanaku en Boli- la Paz a Tiwanaku y su buena acogida por las
via que cuenta, además del conjunto arqueo- comunidades indígenas. La sobria musealiza-
lógico declarado patrimonio mundial en 2000, ción ha contribuido a la sacralización de la pie-
con 43 comunidades aymarás repartidas por el za. Lo que sorprende es comprobar cómo se
municipio. El plan de manejo en curso debe ha convertido en una atracción singular para
responder a las necesidades y perspectivas de el denominado turismo esotérico que acude
futuro. Los conflictos por el reparto de los be- al lugar a cargarse de energía. Ha ganado la
neficios de los ingresos por entradas entre el estela que durante 69 años estuvo arrincona-
vice-ministerio de cultura y los comu- da junto al estadio de fútbol de la Paz y no
narios han tenido momentos críticos que se siempre en excelsas condiciones (Fig 2).
han sumado a los cortes de caminos por los
conflictos sociales y políticos que vive el país
en los últimos años. Fondos internacionales
no han faltado, especialmente del Banco Inte-
ramericano de Desarrollo y de organismos in-
ternacionales que han dirigido sus acciones a
fomentar el turismo cultural. Sorprenden ac-
tuaciones como el nuevo mercado artesanal

Foto: Jordi Juan Tresserras.


Foto: Jordi Juan Tresserras.

Fig. 1 Imagen del mercado de artesanías y recuerdos de Tiwanaku (Bo- Fig. 2 Estela Bennet con orantes a sus pies. Museo de Tiwanaku.
livia). En la primera línea los puestos y al fondo las casetas.

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Otro problema de la gestión patrimonial es ner esta distinción. La mayoría de ellos em-
hacer frente a las concentraciones motivadas plean o tratan de usar esa marca de diferen-
por fechas significativas, como las peregrina- ciación en una apuesta clara por la valorización
ciones o la celebración de los solsticios; por del patrimonio cultural a través de la actividad
eventos -generalmente musicales- que ocupan turística. El Instituto de Turismo Responsable
los sitios patrimoniales como escenario, o por ha creado la certificación “Biosphere Hotels:
la llegada de un número elevado de turistas Heritage for life ”, de aplicación específica a
de forma concentrada, como es el caso de la establecimientos hoteleros que son inmuebles
llegada de cruceros con grandes grupos que patrimonio histórico o cultural, o que están
pretender acceder de forma conjunta a un con- ubicados en centros y ámbitos históricos de
junto arqueológico, un centro histórico o un ciudades y sitios Patrimonio de la Humanidad.
edificio emblemático. Las concentraciones de Esperemos que tenga aceptación. La rehabili-
visitantes en un corto periodo causan un im- tación de edificios emblemáticos para su
pacto mayor que un volumen similar repartido conversión en hoteles es otro de los efectos
a lo largo del tiempo. que genera el desarrollo turístico. El elevado
En el caso de la ciudad de Barcelona es un precio del suelo y la inversión necesaria para
tema de actualidad tras posicionarse su puer- la realización de las reformas inclina
to como el principal destino de cruceros del generalmente a los promotores a construir
Mediterráneo, con 1 054 412 pasajeros en 2003. alojamientos de categoría superior ya que
Este hecho conlleva problemas de congestión
y gestión de flujos en los principales
monumentos de la ciudad debido a las carac-
terísticas de este tipo de turismo que están
siendo analizadas. La respuesta de los profe-
sionales ante la avalancha concentrada de tu-
ristas ha llevado a instituciones como la
Fundación Caixa de Catalunya, propietaria de
la Casa Milà o Pedrera, a tomar serias medidas
de control de visitantes según las indicaciones
de los estudios realizados de capacidad de
carga. Este edificio emblemático, obra del ar-
quitecto Antoni Gaudí en Barcelona, fue de-
clarado patrimonio mundial en 1984. En el año
2003, el número total de visitantes que acogie-
ron las diversas exposiciones y actividades fue
de 1 405 426 (Fig. 3).
A diferencia del ecoturismo, que supuesta-
mente dispone de sistemas de certificación
Foto: Jordi Juan Tresserras.

que garantizan a los turistas que el producto-


destino es sostenible, el turismo cultural aun
tiene mucho trecho por recorrer. Aun así, se
están obteniendo algunos avances, especial-
mente en aquellos lugares que cuentan con la
distinción de Patrimonio de la Humanidad por
Fig. 3 La congestión provocada por el turismo es evidente en ciudades
parte de la UNESCO, o están en la lista indicati- como Venecia, donde el impacto provocado por la llegada masiva de
va y por tanto realizan un esfuerzo para obte- turistas se concentra en los monumentos más emblemáticos.

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reportan unos ingresos que garantizan la re- tional para conseguir una identificación por
cuperación de la inversión de forma más pron- parte de la población turca. La inversión
ta. En el caso de España, en 2003, la hotelería ascendió a 150 000 dólares. La empresa ha
captó 28,% de la superficie rehabilitada, algo incorporado la visita a la zona en sus itinera-
inferior a 2001 en que alcanzó 36,5%. rios a Capadocia explicando los detalles del
Es posible distinguir establecimientos ho- programa de conservación de la misma que
teleros que han optado por la calidad ambien- cuenta con una exposición permanente. La
tal y una apuesta por la cultura como elemento acción de Vasco Travel ha permitido concentrar
de diferenciación y singularidad. Este es el caso las visitas en este equipamiento preservado así
de la Red de Paradores, que funciona en Es- como en otras iglesias de la zona y permite así
paña desde 1928, en que se inauguró el pri- regular mejor los flujos de visitantes. Este fue
mero de estos establecimientos en la sierra de el primer proyecto financiado por el sector
Gredos. Otros ejemplos en Iberoamérica lo privado en Capadocia y ha permitido abrir una
constituyen Pousadas de Portugal, creada en puerta a este tipo de acciones.
1942, o más recientes como el Club de Cali- En otros casos, la acción conjunta de enti-
dad Tesoros de Michoacán o el rescate de las dades dedicadas a la conservación del patri-
haciendas henequeneras de Yucatán que ha monio y operadores turísticos puede ser básica
promovido el Grupo Financiero Banamex- para generar una dinámica, local que permita
Accival (Banacci) para convertirlas en hoteles, un desarrollo sostenible. Este es el caso de la
en convenio con el Starwood Hotels & Resorts acción desarrollada por The Aga Khan Trust for
Worldwide, Inc. Este tipo de hotelería asocia- Culture y el turoperador pakistaní Walji’s en
da a la conservación y a la difusión del patri- Karimabad, la antigua ciudad de Baltit, situa-
monio ha llevado incluso a la Iglesia católica a da en las montañas del Karokorum en la ruta
promover la apertura de hospederías en los de la Seda. La ciudad ahora forma parte del
conjuntos monásticos. En el año 2003 se reali- circuito del turoperador y se visita el fuerte re-
zó en el monasterio de Santa Maria de Bellpuig habilitado de Baltit. Se ha producido un desa-
de les Avellanes el Primer Congreso de rrollo de la hotelería local, la producción de
Hospederías Monásticas. artesanías y la promoción de la música y dan-
Algunos turoperadores han puesto en mar- zas locales.
cha un programa de apoyo al turismo sosteni- El Seminario sobre turismo cultural y miti-
ble que cuenta con la colaboración del gación de la pobreza realizado en junio de 2004
Programa de Naciones Unidas por el Medio por la Organización Mundial del Turismo en
Ambiente (UNEP -PNUMA), de la UNESCO y de la Siem Reap (Camboya), enclave del famoso con-
Organización Mundial de Turismo (OMT-WTO). junto de Angkor Wat, llevó a la organización en
Entre los ejemplos de buenas prácticas desta- la ciudad imperial de Hue (Vietnam) a finales
ca el de Vasco Travel, un operador turístico que de ese mismo mes de una conferencia de mi-
traslada cada año a Turquía unas 200 000 per- nistros de turismo de la región de Asia y el Pa-
sonas de Alemania, Austria, Eslovaquia y Hun- cífico para la elaboración de la Declaración de
gría y que ofreció su apoyo a la restauración Hue sobre turismo cultural y mitigación de la
de la iglesia de Sacarica, un templo excavado pobreza. Esta acción se enmarca en la línea de-
en la roca en Capadocia en grave estado de sarrollada por la OMT para la eliminación de la
conservación. El proyecto se inició en 1997 y pobreza a partir del turismo, con ese fin solici-
las obras dieron comienzo en agosto de 2001 tó la liberación justa del comercio de servicios
a cargo de la una empresa turca KA.BA, con la turísticos en la conferencia ministerial de la Or-
supervisión de expertos. Vasco Travel empleó ganización Mundial de Comercio que tuvo lu-
el nombre de su filial local Magic Life Interna- gar en Cancún en septiembre del 2003. Ha

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desarrollado también, en colaboración con la tico, como son algunas ONG’s. En esta línea se
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Co- podría enmarcar la experiencia en curso que
mercio y Desarrollo (UNCTAD), el programa ST- se efectúa en Walata, una de las ciudades
EP Sustainable Tourism–Eliminating Poverty caravaneras mauritanas declarada patrimonio
(Turismo Sostenible–Eliminación de la Pobreza). mundial por la UNESCO en 1965. En el marco
La necesidad de acciones coordinadas en- del programa de desarrollo integral de la ciu-
tre el sector turístico y el cultural se evidenció dad, la cooperación española, a través de la
también de manera especial en el Diálogo so- ONG Món-3 desarrolla una experiencia de tu-
bre ”Turismo, Diversidad Cultural y Desarro- rismo sostenible y responsable con una espe-
llo Sostenible”, que tuvo lugar en el Fórum de cial relevancia a los aspectos culturales.
Barcelona, del 14 al 16 de julio de 2004, or- Han surgido varias empresas que ofrecen
ganizado por el Instituto de Turismo Respon- productos turísticos siguiendo los preceptos
sable en colaboración con la UNESCO y la del turismo responsable con el medio ambien-
Organización Mundial del Turismo. En la de- te y las comunidades locales, para ello existen
claración final se recogen la necesidad de in- iniciativas como las de responsibletravel.com,
corporar políticas y estrategias de preservación que entró en funcionamiento en 2001 para re-
y valorización del patrimonio cultural y natural unir y apoyar la promoción y comercializacion
en el proceso de la planificación turística, pres- de este tipo de turismo.
tando especial atención al patrimonio inmate-
rial, dada la fragilidad de este recurso, así como Un turismo ar queológico accesible
arqueológico
contribuir a la creación, desarrollo e implemen- y rresponsable
esponsable
tación de nuevos productos y actividades tu-
rísticas que faciliten la utilización respetuosa En los últimos años los proyectos de investi-
del patrimonio cultural, natural e inmaterial. gación y puesta en valor del patrimonio ar-
queológico han permitido la accesibilidad a
El turismo justo una buena parte de los recursos arqueológi-
cos, con una proyección, no sólo dentro del
El turismo justo es una forma diferente de crear mercado interno sino incluso del mercado in-
los productos turísticos basado en el principio ternacional. En este sentido cabe destacar el
de la participación comunitaria y de su proyecto APPEAR, financiado por el V Programa
comercialización aplicando los conceptos del Marco de la Unión Europea, con el objetivo de
comercio justo (término acuñada tras la I Con- coordinar acciones relacionadas con la conser-
ferencia de la UNCTAD en 1964). El turismo jus- vación, puesta en valor y explotación de los
to seria la aplicación de los conceptos del restos arqueológicos conservados en el
comercio justo a la producción turística, me- subsuelo urbano para hacerlos accesibles al
diante la forma de producción o de direccionar público. ICOMOS es uno de los socios de la ini-
las relaciones de mercado, muy vinculada con ciativa liderada por el tándem belga formado
la cadena de valor de la producción turística y por la Association “In Situ” (Centro de Investi-
con la distribución de los márgenes que se ge- gaciones Arqueológicas de Lieja) y el Centro
neran en cada una de sus fases. Es decir se tra- de Estudios para la Gestión Urbana de la Uni-
taría de garantizar una adecuada distribución versidad de Lieja.
de los márgenes y el cumplimiento de unos có- En esta línea, se están consolidando inicia-
digos de conducta. Supone basarse en un sis- tivas en el suroeste de Europa para fomentar
tema de compromisos y alianzas entre el turismo responsable como la creación de
múltiples agentes, algunos de los cuales se han Arqueotur-Red de Turismo Arqueológico,
incorporado recientemente al mercado turís- que pretende fomentar el arqueoturismo en

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Andorra, España, Portugal, Gibraltar y el sur las rutas temáticas de los iberos, la Celtiberia
de Francia siguiendo los preceptos antes men- o Bética Romana. Apuestas más participativas
cionados. como los espectáculos y celebraciones de re-
Arqueotur-Red de Turismo Arqueológico creación histórica de Numancia (Puertas Abier-
nace como una iniciativa destinada a investi- tas), Cartagena (Romanos y Cartagineses),
gadores y profesionales de universidades, ad- Calafell (Noches ibéricas), Tarragona (Tarraco
ministraciones públicas, entidades del tercer Viva), Empúries (Triunvirato), Guissona (Merca-
sector y empresas privadas para generar y com- do romano), Sant Boi de Llobregat (Ludi
partir experiencias relativas al arqueoturismo. Rubricati), Fortuna (Fiestas Sodales Íbero-ro-
El principal objetivo de la red es impulsar la manas), Segeda (Idus de Marzo y Vulcanalia), o
creación de productos de turismo arqueológi- Colungo (Juegos Prehistóricos), entre otros.
co, así como promocionar y comercializar los Festivales de teatro clásico, como el de Mérida,
existentes, empleando los medios y foros exis- y de cine arqueológico, como el del Bidasoa;
tentes dentro de la disponibilidad y recursos. conmemoraciones asociadas a personajes o a
En este sentido se ha solicitado un programa acontecimientos, como el XIX Centenario de
a los fondos Interreg IIIB-Sudoe que incluyen la muerte de Marcial, poeta bilbilitano; así
acciones de accesibilidad de los sitios arqueo- como otros sitios arqueológicos integrados de
lógicos al público, con propuestas para las las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, el
personas de movilidad reducida o con deficien- Camino de Santiago o la Red de Juderías. Tam-
cias visuales y/o auditivas. poco podemos olvidar la arqueología indus-
La zona cuenta con once declaraciones de trial que nos permite conocer de cerca entre
Patrimonio de la Humanidad. Ocho correspon- otros sitios el complejo minero neolítico de
den a yacimientos y sitios arqueológicos espa- extracción de variscita de Can Tintorer (Gavà,
ñoles: las cuevas de Altamira (Cantabria), el Barcelona). Incluso es posible participar en
conjunto arqueológico de Mérida (Badajoz), excavaciones arqueológicas en paquetes turís-
Las Médulas (León), el arte rupestre de la cuen- ticos que permiten compartir con los expertos
ca mediterránea de la Península Ibérica, la las vivencias de una intervención.
biodiversidad y la cultura de Eivissa–que inclu- Un ejemplo de buenas prácticas es el desa-
ye el asentamiento fenicio de Sa Caleta y la rrollado por la empresa Roc SL., que gestiona
necrópolis de Puig des Molins–,el conjunto ar- la ciudadela ibérica de Calafell, uno de los prin-
queológico de Tarragona, la muralla romana cipales bastiones de la Ruta de los iberos ya
de Lugo, y los yacimientos arqueológicos de que presenta en una buena parte del yacimien-
la sierra de Atapuerca (Burgos). Dos a Portu- to una reconstrucción in situ de viviendas y su
gal, los monumentos romanos del centro his- recinto amurallado. El sitio arqueológico es de
tórico de Évora (Alentejo) y los gravados propiedad pública y los arqueólogos que in-
rupestres del Vale do Côa (Tras-os-Montes e vestigaban en el poblado ibérico decidieron
Alto Douro). En el caso de Francia, las cuevas presentar una propuesta de gestión para así
con pinturas rupestres en el valle de Vézère asegurar a través del mantenimiento y los
(Dordoña, Aquitania). En la lista indicativa se ingresos por las visitas y actividades la
encuentra la Celtiberia, con Numancia (Soria) continuidad de las intervenciones y generar
y Segeda (Zaragoza), el conjunto arqueológi- recursos para dar puestos de trabajo a profe-
co de Empúries (Girona) y la Vía de la Plata, sionales del sector. Los ingresos generados
ruta turística-cultural que transcurre entre Se- revierten en el yacimiento e incluso algunos de
villa y Gijón. sus miembros han creado el Grupo de Recons-
Se han creado productos de todo tipo para trucción Histórica para organizar espectáculos
acercar la arqueología a los visitantes, como tanto dentro del recinto como fuera. Noches

16
ibéricas es un espectáculo que se realiza los
fines de semana cada verano desde hace ya
seis años con un gran poder de convocatoria
ya que Calafell es una de las localidades
turísticas catalanas de la Costa Daurada.
Entre los operadores turísticos especiali-
zados hay iniciativas a destacar como la impul-

Foto: Jordi Juan Tresserras.


sada por British Museum Traveller, hoy The
Traveller, operador turístico con un programa
específico de viajes liderados por conservado-
res del propio museo y otros profesionales del
sector, que sirven de anfitriones de excepción
a aquellos que se aventuran a seguir sus pasos
para conocer con detalle los lugares y culturas Fig. 4 El trabajo infantil en la realización de manufacturas o la venta
ambulante asociada al turismo son aspectos sobre el que merece la
que han dado lugar a las colecciones que ex- pena reflexionar, como este caso de Santa Catarina Palopó, en las ori-
hibe el museo. Los beneficios obtenidos revier- llas del Lago Atitlán en Guatemala.
ten en el grupo del British Museum. En el caso
del turismo arqueológico por el suroeste de
Europa han estructurado para el 2004 tres de
las veintiuna ofertas por Europa: los fenicios
en el Mediterráneo Occidental, con visitas a
Almuñecar, Málaga, Cádiz y Huelva; la Iberia
romana, con visitas a Sevilla, Carmona, Mérida,
Évora, Lisboa, Cetóbriga, Coimbra, Citania de
Briteiros y Porto; y el este de Andalucía, que
incluye el palacio de Madinat-al-Zahra, cerca
de Córdoba.
Entre las empresas locales, destaca Viajes
Mundo Amigo, que desde Madrid ha impulsa-
do los denominados “viajes de autor” con
arqueólogos que diseñan una ruta y preparan
charlas previas a su salida y, por supuesto,
guían luego la visita. Itinere ha desarrollado un
programa receptivo adaptado a las nuevas
necesidades de Tarragona, ciudad Patrimonio
de la Humanidad desde el año 2000, y
Arqueolític ha desarrollado en estos últimos
Foto: Jordi Juan Tresserras.

años un programa innovador de visitas subma-


rinas al puerto de la ciudad grecoromana de
Empúries. La técnica del snorkel y la poca pro-
fundidad permiten una buena accesibilidad y
sensibilizar a los visitantes sobre el patrimonio
subacuático (Figs. 4 y 5).
Fig. 5 La Ruta de los Iberos intenta vertebrar yacimientos y museos
arqueológicos para dar a conocer la cultura de estos pueblos
prerromanos que habitaron en la costa este y sudeste de la Península
Ibérica. La imagen corresponde a la señalización en la Moleta del Remei
en Alcanar (Tarragona, España).

17
Para conocer más:

Ar queolític
Arqueolític www.retel.es/arqueolitic/
Ar queotur www.rediris.es/list/info/ARQUEOTUR-L.html
Arqueotur
Centr
Centroo de Patrimonio Mundial–UNESCO www.unesco.org/whc
Club de Calidad Tesoros de Michoacán www.cdctesoros.com
esoros
Tesor
Declaración sobr
sobree el turismo, la diversidad cultural
y el desar
desarrrollo sostenible (Bar celona, 2004)
(Barcelona,
www.biospherehotels.com/tourism2004/
Dir ectorio de asociaciones, instituciones, pr
Directorio oyectos
proyectos
esponsable
y eventos de turismo sostenible y rresponsable
www.turismoresponsable.net
Fundació Caixa de Catalunya–Pedr era obrasocial.caixacatalunya.es
Catalunya–Pedrera
Haciendas de Yucatán www.grupoplan.com
Yucatán
Hospederías monásticas www.hospederias.org

Iber tur
Ibertur -Red de Patrimonio, turismo y desar
tur-Red desarrrollo sostenible
www.gestioncultural.org/ibertur
Instituto Inter nacional por la Paz a través del T
Internacional urismo www.iipt.org
Turismo
Instituto de Turismo Responsable www.biospherehotels.org
Turismo
Itiner e–T
Itinere–T urismo y cultura www.turismedetarragona.com
e–Turismo
Pousadas de Por tugal www.pousadas.pt
Portugal
Pr ograma ST
Programa -EP-T
ST-EP-Turismo Sostenible–Eliminación de la Pobr
-EP-Turismo eza
Pobreza
www.world-tourism.org/step
Pr oyecto APPEAR www.in-situ.be
Proyecto
Pr oyecto Karimabad www.uneptie.org/pc/tourism/documents/toi-
Proyecto
cases/Walji.pdf
Pr oyecto W
Proyecto alata (Mauritania) www.walata.org
Walata
Red de Parador es www.parador.es
Paradores
Responsible Travel www.responsibletravel.com
Travel

18
Patrimonio cultural inmaterial: estrategias de gestión1
Mónica Lacarrieu*
gentina
Argentina
Ar

mobla@uolsinectis.com.ar

E
l reconocimiento dado por la UNESCO procuran ante todo la “conservación” del bien
al patrimonio cultural inmaterial ha contri- material, desconsiderando que las paredes y
buido en la legitimación de una con- objetos hablan desde las representaciones y
ceptualización que, al mismo tiempo que prácticas sociales, siempre dilemáticas, por
amplía la definición preexistente, delimita en tanto constituidas en la dinámica de procesos
forma restrictiva los contenidos dados a la mis- sociales que ponen en juego diversos, fluctuan-
ma. La recuperación y adaptación de ciertos tes y contradictorios sentidos. Como ejemplo
aspectos fundantes del denominado patrimo- sirve el pedido reciente de patrimonialización
nio tangible, así como el desplazamiento de realizado por la Legislatura de la Ciudad de
las estrategias políticas y de gestión vincula- Buenos Aires sobre la tumba-monumento
das al mismo, hablan de los problemas y ries- de Carlos Gardel en el cementerio de la Cha-
gos de la institucionalización del patrimonio carita: la solicitud privilegia el bien material
intangible. Como ha remarcado la UNESCO, “lo antes que el mito o la serie de rituales que sue-
tangible sólo es interpretado mediante lo in- len desplegar las personas que mantienen viva
tangible” (1997), sin embargo, en el campo la memoria del cantante a través de encuen-
institucional permanece una visión que define tros perfomáticos en determinadas fechas con-
al patrimonio en relación a “cosas” u “obje-
tos” descontextualizados del entorno socio-
cultural en que se producen y desde el cual
obtienen eficacia simbólica. En clave con esta
concepción se integra el patrimonio inmate-
rial aceptando su importancia en la promoción
de la diversidad cultural, no obstante, en una
tendencia a objetivar los bienes y expresiones
culturales pertenecientes a las poblaciones
involucradas. Se institucionalizan acciones que
www.gardelweb.com

1
Muchas de las consideraciones vertidas en este trabajo
han sido producto de los intercambios que he tenido con
los alumnos del módulo “Gestión del patrimonio cultural
inmaterial” en el seno del Diplomado en Políticas Cultu-
rales y Gestión Cultural, UAM-Iztapalapa, México D.F. Monumento de Carlos Gardel en el cementerio de la Chacarita

* Doctora en antropología social. Directora del Programa Antropología de la Cultura, FFyL Universidad de
Buenos Aires.
sideradas significativas para la comunidad. Se y culto experimentadas por los sujetos que
legitima el monumento en tanto señal de iden- mantienen viva la memoria del mismo. Pero
tificación de un pasado que se percibe tangi- entonces, ¿sería posible que el ritual o el culto
ble y que permite trascender la efimeridad pudieran reemplazar al monumento? Invertir el
temporal de las expresiones inmateriales, ob- orden de los términos ¿posibilitaría la institu-
nubilando no sólo otros posibles aspectos de cionalización de estrategias de gestión que
la tangibilidad, como las ofrendas de mone- prioricen el lugar de las expresiones culturales
das, cigarrillos, cartas, flores, fotografías, sino y su creación/recreación en el espacio de lo
por sobre todas las cosas, la trama de significa- público por parte de sujetos y grupos socia-
dos sin la cual dicho monumento no tendría les, aunque pertenezcan al mundo de lo sim-
sentido. Aunque es probable que los mitos, ri- bólico con toda su fragilidad, efimeridad y
tuales, conmemoraciones y cultos no precisen dinámica social?
del bien físico para su patrimonialización, pa- La puesta en valor de las “cosas” por sobre
rece impensable que el soporte simbólico los procesos constitutivos de los bienes y ex-
pueda convertirse en la señal de identificación presiones culturales y las experiencias provo-
de las expresiones en cuestión. Si la tumba es cadas por los mismos, es uno de los aspectos
el objeto que comunica, lo hace desde la suma más problemáticos que presenta la actual ges-
de representaciones y prácticas sociales efica- tión del patrimonio cultural, una vez que se
ces a los fines de atribuir valor a la celebración reconoce la importancia simbólica del mismo.
Si bien, la ampliación de la noción integra una
extensión de la valoración patrimonial a los
sujetos que intervienen y se apropian del mis-
mo en los procesos dinámicos de creación,
producción, circulación, intercambio y consu-
mo; la proclividad a la “cosificación” de los bie-
nes y manifestaciones que entran en esa lógica
forma parte de las estrategias que las institu-
ciones y gestores desarrollan en función del
conocimiento con que han actuado previamen-
te sobre el patrimonio histórico. Hasta en el
interés por la patrimonialización de un tipo de
música –podría ser el vallenato colombiano, el
samba brasilero o el tango argentino–, hay una
necesidad de “tangibilizar” obviando los sis-
temas de creencias y las representaciones que
comunican producto de procesos constantes
de transformación social. “Tangibilizar” implica
volver las expresiones de la “intangibilidad” un
soporte de lo duradero, en consecuencia bie-
nes “congelados” en un tiempo especial, re-
www.gardelweb.com

flejo de la autenticidad y antigüedad que


otorgan identidad al grupo involucrado.
Éste es sólo uno de los componentes cru-
ciales a la hora de formular planes de manejo
y gestión del patrimonio inmaterial. Planes que
necesariamente obligan a repensar las formas

20
de protección, las medidas encaminadas a la materialmente “pobres” porque sus testimo-
“salvaguarda” de bienes y expresiones cultu- nios no son reconocidos con el estatus del
rales, la metodología y los instrumentos espe- monumento?”. 2
cíficos que deben implementarse a la hora de La elaboración y puesta en marcha de
viabilizar estrategias políticas vinculadas a la una metodología específica considero que
revalorización de las manifestaciones inmate- puede aportar en una visión más acabada y
riales. ¿Es legítimo institucionalizar las expre- reflexiva acerca de las ventajas y límites del
siones culturales que los sujetos y grupos registro y/o “salvaguarda” del patrimonio
sociales ejecutan “espontáneamente” y en el inmaterial. El actual Programa de Patrimonio
seno de procesos dinámicos que las transfor- Inmaterial que se desarrolla en la Comisión
man permanentemente?; ¿será relevante como para la Preservación del Patrimonio Histórico
parte de iniciativas de gestión pública la crea- y Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, 3 con
ción de modelos de relevamiento y registros el objetivo de descentrar la noción de
de dichas expresiones?; ¿podremos consi- patrimonio ha incorporado una perspectiva
derar de mayor pertinencia la aplicación de metodológica que retoma las “unidades de
registros como instrumentos específicos nor- patrimonialización”, 4 como componentes cru-
mativos y de gestión, en procura de superar ciales a considerar en el proceso de patrimo-
los riesgos propios de las prácticas de “preser- nialización. Nos referimos a: 1) los saberes que
vación” inherentes a los procesos de patrimo- detentan los sujetos intervinientes; 2) los suje-
nialización de los “objetos tangibles”?; ¿es que tos que poseen esos saberes; 3) los productos
este tipo de estrategia evitaria el “congela- resultado de esos saberes y de la dinámica
miento” y la “intervención” ortodoxa sobre bie- social; 4) los contextos en los que se despliegan
nes y expresiones sujetos a dinámicas sociales?; saberes y prácticas. La consideración del
¿resulta, entonces, imprescindible la elabora- conjunto articulado de las cuatros unidades
ción e implementación de medidas tendientes permite trascender la puesta en valor de obje-
a la “salvaguarda” de este tipo de patrimonio? tos disociados de las prácticas desplegadas en
Es evidente que la serie de inquietudes for- las diversas manifestaciones culturales. El caso
muladas sintetizan el debate materializado en
el dilema acerca de la “preservación” de los 2
De Barros Laraia, Roque (2004), “Patrimonio imaterial:
bienes y expresiones inmateriales. El desafío conceitos e implicacoes”, en Patrimonio imaterial,
e innovación planteado desde el gobierno perfomance cultural e (re)tradicionalizacao, Teixeira, J.,
Carvalho Garcia, M., Gusmao, R. (org.), TRANSE / CEAM, ICS,
brasilero en relación al decreto 3.551 (4/8/2000),
IDA , Universidade de Brasilia.
por el cual se ha instituido el registro de los 3
Dicho programa es coordinado por Mónica Lacarrieu y
bienes culturales de naturaleza inmaterial a nivel Liliana Mazettelle en el marco de la Comisión para la Pre-
nacional, supervisado por el organismo federal servación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad
de Buenos Aires (Secretaria General: Leticia Maronese).
del patrimonio (IPHAN), ha puesto en cuestión
Son integrantes del mismo Nélida Barber, Ana Gretel
la pertinencia de “preservar” la inmaterialidad; Tomasz, Natalia Clerc.
4
sin embargo, colocando también en debate la Las “unidades de patrimonialización” son menciona-
necesidad de un registro, los objetivos de dicho das en Carozzi, María Julia (2003), “El reconocimiento de
las formas populares y locales de la memoria en las
instrumento, las consecuencias de identificar,
políticas del patrimonio cultural” en El espacio cultural
relevar y registrar, la dicotomía entre registrar y de los mitos, ritos, leyendas, celebraciones y devociones,
preservar, el papel dado al registro en la gestión Temas de Patrimonio 7, Alvarez y Lacarrieu (coordinadores
del patrimonio inmaterial, llevan a preguntarse editoriales), Comisión para la Preservación del Patrimonio
Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, GCBA .
en sintonía con de Barros Laraia: “¿cómo evitar
Esta conceptualización ha sido con posterioridad discuti-
que el registro venga a constituir un instrumento da conjuntamente con Loreto López de la Unidad de Es-
de “segunda clase”, destinado a las culturas tudios de Cultura de Chile.

21
de las artesanías de paja toquilla producidas dad involucrada en la dinámica de los bienes y
en pueblos del Ecuador sirve de ejemplo: la expresiones intangibles, superando el
aceptación a nivel internacional del producto “congelamiento” mediante una visión de la
“sombrero panameño” –incluyendo la con- continuidad histórica de dichas manifestacio-
fusión del origen del mismo–, elude los otros nes –es decir de los procesos de apropiación,
componentes del proceso de patrimonializa- trasmisión conflictiva y transformación social de
ción, es decir no sólo la extracción y procesa- saberes y prácticas que mantienen vigencia en
miento de la paja toquilla, sino además los el presente para los sujetos que los poseen y
saberes locales en relación al tejido producido, despliegan, ya sea a través de las prácticas
el lugar de las mujeres en dicho proceso, las como de las representaciones.
relaciones sociales establecidas entre ellas, la Operar a través de las “unidades de patrimo-
vinculación de las mismas con la producción nialización” supone considerar ciertas premisas
del tejido y la articulación de esta dinámica de base: 1) que los sujetos no constituyen per-
social en el espacio público –las mujeres tejen sonas con igual capital económico, social, po-
mientras “chusmean” caminando por las calles lítico y simbólico; 2) en consecuencia, que los
del pueblo-. Como señala de Barros Laraia saberes y prácticas se materializan aunque a
respecto de las redes de dormir de origen través de los sentidos, en el contexto de con-
indígena que son incluidas por los propios flictos, desigualdad de intereses y relaciones
etnógrafos en la cultura material, el sombrero de poder; 3) que al registrar dichas expresio-
de paja toquilla es más que una trama de fibras, nes debiéramos considerar los diferentes y
contiene en sí mismo una verdadera urdimbre desiguales “puntos de vista” que juegan en la
de significados asociados al conjunto de las gestión de las mismas, tomando en cuenta las
unidades de patrimonialización comentadas. visiones del campo institucional, asociativo lo-
En el mismo sentido, privilegiar la perdurabili- cal, académico, ciudadano, y sus procesos de
dad de los instrumentos de música o de los disputa por la legitimación y reconocimiento
vestidos utilizados en las danzas de una fiesta social de sus perspectivas. Como tradicional-
implicaría soslayar la escenificación y ejecución mente ha sucedido con el patrimonio, aunque
de los saberes, sistemas de creencias y ritua- releguemos las acciones de preservación a fa-
les vinculados a la manifestación cultural pú- vor del relevamiento y registro, el Estado tie-
blica que suele desarrollarse en determinados ne fuerte presencia en la institucionalización de
espacios significativos para la misma. Por el las expresiones culturales a través de la pues-
contrario, es en las experiencias perfomáticas ta en marcha de estrategias de identificación
–que incluyen sistemas de comunicación y y salvaguarda o bien de instrumentos legales
creencias, prácticas ejecutadas de los saberes, para la consecución de las mismas. Sin embar-
la creatividad de los sujetos involucrados in- go, en el caso del patrimonio inmaterial el pa-
cluyendo aspectos sensoriales y emotivos– pel asumido por el Estado se vuelve complejo:
donde debieran rastrearse las propiedades del puede ser auspiciosa su presencia si al reco-
patrimonio inmaterial.5. La asunción de la ines- nocer las manifestaciones de la cultura en cierta
tabilidad propia de las prácticas desarrolladas forma contribuye a legitimar grupos sociales
en el contexto de significatividad para el discriminados e invisibilizados en el espacio
grupo, permite revisar la noción de temporali- público (por ejemplo comunidades de inmi-
grantes con sus rituales y festividades); por el
5
Cfr. Londres, Cecilia (2004) “Patrimonio e Perfomance: contrario, puede volverse problemático si asu-
uma relacao interessante” en Patrimonio imaterial,
me el papel de interventor entrampado en
perfomance cultural e (re)tradicionalizacao, Teixeira, J.,
Carvalho Garcia, M., Gusmao, R. (org.), TRANSE/ CEAM, ICS, ciertos dilemas como: a) procurar grados de
IDA , Universidade de Brasilia. originalidad y autenticidad extrema o inducir

22
la alteración; b) obligar a las poblaciones a re- Tomemos por caso el de los huipiles guatemal-
cuperar motivos, prácticas, elementos de la tecos cuyos bordados han sido modificados
tradición o permitir la inclusión de componen- por quienes conocen las tradiciones del hacer
tes importados y/o globales; c) producir e insti- y que además son quienes los portan: aunque
tucionalizar “objetos de museo” o dejar ver y no está “en riesgo de desaparición” la tradi-
hacer manifestaciones perfomáticas; d) homo- ción del huipil, sí lo estarían los motivos con
geneizar y legitimar una representación y prác- los cuales se representa el mundo social en
tica de la expresión en cuestión o visibilizar las dichas prendas, pues se incluyen figuras de
diferentes versiones siempre en conflicto que Disney como el Pato Donald y otros diseños
los mismos sujetos despliegan en sus prácticas. asociados a elementos globales, remplazando
Cuestiones dilemáticas que desde los organis- a los de la cosmogonía maya. Indudablemen-
mos internacionales o las instituciones gu- te es probable que el papel del campo
bernamentales tienden a resolverse mediante institucional se orientara al “rescate” de los
la búsqueda de sacralización y excepcionali- motivos tradicionales mayas, retomando así las
dad de las manifestaciones, implicando en ello prácticas de preservación clásicas; no obstan-
procesos de patrimonialización fuertemente te, se eludiría la participación de la población
restrictivos: la acotación de grupos minorita- en estos cambios y sobre todo el “dilema de
rios poseedores de prácticas “en riesgo de de- las representaciones” que van tomando espa-
saparición”, en consecuencia clasificados en su cio conflictivamente en los nuevos sentidos
exotismo dado por la singularidad, antigüedad dados a la prenda, que incluyen la importación
y autenticidad de sus expresiones. Procesos de elementos globales. El huipil refleja algu-
que en la actualidad convierten el patrimonio nos aspectos problemáticos: por un lado, in-
en espectáculo para dar color y vida a los lu- tervenir sobre el producto, que sería la prenda
gares del turismo. que aún sigue vigente en los usos y tradicio-
Los especialistas y gestores ocupados en la nes de la población, disociaría a la vestimenta
temática observan que la reversión de este en cuanto “objeto” de los sentidos que la pro-
problema puede estar en la inversión del ca- pia vestimenta porta y que no sólo es rastrea-
mino naturalizado en los procesos de patrimo- ble en el bien de uso, sino en los significados
nialización. De allí que la legitimación de la que la misma posee; por otro lado, profundi-
noción de “patrimonio local”, que supone cier- zar sobre el “rescate de los sentidos” coloca a
to compromiso de la sociedad en la revalori- las instituciones ante el problema de “preser-
zación de sus bienes y expresiones, introduce var o alterar” desconsiderando las versiones
un rol de participación destacado a los sujetos seguramente conflictivas de las transformacio-
y grupos sociales en articulación con el papel nes hechas por la gente, cuestión que si se
institucional del Estado. Una participación considera nos colocará, a su vez, ante la com-
social que debiera superar un papel mera- plejidad de qué representaciones registrar. En
mente “pasivo” vinculado al aporte de las clave similar, la escultura sobre la Pachamama
personas en el estudio del impacto que pue- realizada por un artista local de la región del
den producir los planes de gestión y manejo noroeste de Argentina, bajo la directiva del go-
por parte del Estado, para arribar a una re- bierno nacional en 2001, con el objeto de es-
flexión dinámica de los grupos sociales acerca tablecer un hito cultural local en el Camino del
de lo que hacen, de lo que crean y de cómo Inca, generó múltiples controversias a nivel de
las expresiones potencialmente patrimonia- la población e incluso entre autoridades locales
lizables organizan y dan sentido a sus vidas. que se vieron sobrepasadas por el Estado na-
Pero algunos ejemplos dan cuenta de los cional. Más allá de la intervención unilateral del
múltiples problemas que aún así pueden surgir. Estado que operó con estrategias políticas pro-

23
pias del patrimonio tangible, en la actualidad rés, si bien no descarta la centralidad que con-
vinculadas a propuestas de turismo cultural, es tinúa reteniendo en relación con la gestión e
evidente que las diversas versiones contradic- intervención, es en este punto en que se pro-
torias a través de las cuales la comunidad y las duce la controversia en cuanto a cómo gestio-
autoridades locales se representan en la nar, qué tipo de estrategias utilizar, cómo
“Pacha”, introduce el problema del “dilema de reubicar el lugar del Estado y de la sociedad,
representación”, que sin duda no se resuelve firme protagonista de sus experiencias inma-
con la relación entre Estado-sociedad y con la teriales. En suma, cómo generar planes de
participación directa de la población. En este manejo y gestión que incluyan la visualización
sentido, la cuestión de la participación social del “carácter político de las experiencias inma-
no debería relegar aspectos vinculados a las teriales”, procurando la comprensión de
diferentes formas de representación, de ges- formas de apropiación, de representaciones y
tión y de intervención que los propios sujetos prácticas desarrolladas por las comunidades
elaboran. y que en la mayoría de las veces entran en con-
El reconocimiento por parte del Estado del tradicción con los instrumentos políticos y le-
patrimonio cultural inmaterial resulta de inte- gales que el campo institucional elabora.

24
Programa de conservación; el Centro de
Arqueología Subacuática de la Comunidad Autónoma Andaluza
Carmen García Rivera*
Luis Carlos Zambrano Valdivia**
España

cas.iaph.ccul@juntadeandalucia.es
luis.zambrano@juntadeandalucia.es

L
a necesidad de proceder a una correcta tutela del patrimonio arqueológico subacuático
hace que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se plantee la necesidad de
creación de un centro especializado en esta materia.
Surge así el Centro de Arqueología Subacuática de la Comunidad Autónoma Andaluza que
se integra, como un servicio especializado, en la Dirección General de Bienes Culturales a tra-
vés del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, asignándole, mediante Orden de la Consejería
de Cultura de fecha 29 de Abril de 1997, el uso y la gestión del inmueble Balneario de la Palma
y el Real de la ciudad de Cádiz, a efectos de ejercer las funciones de investigación, protección,
conservación, restauración y difusión del patrimonio arqueológico subacuático.

El edificio y su rrestauración
estauración

E l Balneario de Nuestra Señora de la Palma


y del Real, conocido como Balneario de la Pal-
ma, se sitúa en la playa de La Caleta. Fue
edificado en el año 1927 y responde a los con-
ceptos estéticos del Modernismo correspon-
diente al primer cuarto del siglo XX , junto a
rasgos eclécticos de tendencia ornamental
y a claras influencias regionalistas. Proyecto inicial del Balneario de la Palma y del Real.
Está construido en hormigón armado a base
de pilares que se asientan sobre la arena y pre- había visto sometido en los últimos años. Por
senta planta de cuarto creciente que se estructu- ello la Consejería de Cultura de la Junta de
ra en un pabellón central del que parten dos alas Andalucía inicia un proceso de expropiación
con miradores en sus extremos. La parte supe- forzosa al objeto de evitar la desaparición de
rior consta de una amplia terraza con vistas al mar. un inmueble que poseía valores en sí mismo
El edificio, que había tenido un uso casi para su protección y conservación y que, debi-
continuo como balneario, se encontraba en do a sus características y situación, había pa-
estado ruinoso debido al abandono al que se sado a formar parte del paisaje de la ciudad.

* Doctora en arqueología. Investigadora del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Centro de Arqueología
Subacuática.
** Doctor en arqueología. Investigador del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Centro de Arqueología
Subacuática.
el exterior y bien comunicado con el mar, que
sirva de almacén de la maquinaria e instrumen-
tal necesario para desarrollar los trabajos de
campo. Actualmente, esta área o está ejecuta-
da, aunque sí definidas su función, instalación
y equipamiento (Meucci et all., 1999).
El proyecto de restauración, redactado por
los arquitectos Antonio Martín Molina, Montse-
rrat Díaz Recaséns y José Mª Prieto Gracia, pro-
curó en todo momento respetar la imagen
original del edificio adaptándola a las caracte-
rísticas funcionales que requería el CAS. Para
ello resolvió las instalaciones en zonas bien
Vista general del edificio desde la sala de reuniones del ala sur.
diferenciadas:

Este proceso culmina en 1990 con la • La zona central, en su planta baja, alberga
ocupación del inmueble, encargando la Direc- las áreas de lavado y los talleres de cerámi-
ción General de Bienes Culturales al Instituto ca, metal y madera. Se organizaron las de-
Andaluz del Patrimonio Histórico la elabora- pendencias interiores intentando conseguir
ción de un plan de usos de acuerdo con las la máxima flexibilidad, acotándose tan solo
nuevas funciones asignadas, que permitiera las áreas que precisaban unas condiciones
proceder a la redacción del proyecto de térmicas especiales
restauración. • En la planta alta, la Dirección, archivos
El plan de usos, redactado por el Centro de y un aula de conferencias completan la
Intervención del Instituto Andaluz de Patrimo- administración del centro.
nio Histórico con el asesoramiento de Cons- • Las alas del edificio se destinan al
tantino Meucci –químico del ICR de Roma–, Departamento de Intervención y al
propone un modelo integral de centro que Departamento de Documentación, Difusión
abarque “el ciclo completo de acciones inhe- y Formación.
rentes a los trabajos implícitos a la disciplina • El pabellón de entrada alberga la maqui-
de la arqueología subacuática que comprende naria necesaria para el buen funcionamien-
la documentación, protección, investigación, in- to de las complejas instalaciones que
tervención y conservación y que culmina con la posee el centro y que, por sus característi-
difusión de los resultados obtenidos a lo largo cas, debían estar “en tierra”.
de todo el proceso. Partiendo de esta premisa
se articula el centro como un brazo periférico Funciones y estructura
del IAPH con una estructura integrada en este
organismo central”. El Centro de Arqueología Subacuática desem-
Para optimizar su viabilidad se vio conve- peña, funciones de investigación, protección,
niente contar con dos equipos físicos diferen- conservación-restauración y difusión del patri-
tes: un núcleo central ubicado en el Balneario monio arqueológico, así como de formación de
de la Palma, donde se lleve a cabo la gestión, técnicos especialistas en esta materia.
planificación, documentación, investigación, Para ello, y de acuerdo con los criterios
conservación, etc; en síntesis aquellas funcio- definidos en el Plan General de Bienes Cultu-
nes propias del CAS. Y un polo periférico de rales de la Consejería de Cultura de la Junta
apoyo a las actividades del centro, ubicado en de Andalucía, se plantea:

26
• Identificar el patrimonio arqueológico sub- arqueológico subacuático, actuando sobre
acuático y sistematizar su información, las causas que provocan su degradación.
reconociendo su diversidad y distribución • Difundir el patrimonio arqueológico sub-
espacial, determinando el grado de riesgo acuático y las acciones de tutela que sobre
a que está sometido y transmitiendo su va- él se realizan, fomentando, entre los ciuda-
lor y vulnerabilidad a la sociedad. danos, actitudes de participación en la de-
• Mejorar la eficacia de los instrumentos de fensa y disfrute de este patrimonio.
protección desde una nueva visón más in- • Perfeccionar técnica y científicamente a los
tegral de la misma y desde la comprensión profesionales, generando una oferta for-
de nuestro patrimonio como un factor para mativa de calidad.
la estructuración territorial y el desarrollo
social y económico de Andalucía. La estructura propuesta para este centro, de
• Desarrollar y ejecutar programas de investi- acuerdo con el Plan de Usos redactado por el
gación histórico-arqueológica del patrimo- Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, es
nio subacuático, con el fin de perfeccionar funcional en el sentido de que comprende un
su conocimiento y los criterios, métodos y ciclo de producción completo, y a tal efecto el
técnicas para una correcta intervención en CAS se articula en secciones separadas estre-
el medio subacuático. chamente interconectadas entre ellas en las
• Adoptar medidas para evitar o minimizar los diferentes fases de la secuencia lógica de sus
problemas de conservación del patrimonio acciones y del desarrollo de sus proyectos:

Dir ector de Centr


Director Centroo : es el encargado de coor-
dinar las acciones, investigaciones y proyectos
del Centro, de acuerdo con la dirección del IAPH
y con su política de actuación.

Depar tamento de Administración


Departamento Administración: es el en-
cargado de gestionar y administrar los recur-
sos del Centro.

Depar tamento de Documentación, Difusión


Departamento
y For mación
Formación
mación: es el encargado de tratar, nor-
malizar y sistematizar la información generada
por las diferentes áreas del Centro, difundir los
resultados de los trabajos y organizar cursos de
formación de profesionales en esta disciplina.
Este departamento se complementa con los si-
guientes servicios: Biblioteca especializada en
arqueología subacuática. Archivo del Centro

Á rre
ea de documentación n: la línea de
actuación en este campo se centra prin-
cipalmente en la localización y sistema-
tización de la información relativa al
patrimonio cultural sumergido, de cara
Detalle del azulejo sevillano que corona el cuerpo de entrada
al Balneario. a atender tanto las necesidades internas

27
Departamento de Intervención
Intervención: es el en-
cargado de proponer y ejecutar proyectos y
actuaciones encaminados a la protección, inves-
tigación y conservación–restauración del patri-
monio arqueológico subacuático, en el marco
de los recursos y programas establecidos por
la Dirección General de Bienes Culturales de la
Consejería de Cultura. Se estructura en torno a
las siguientes áreas:

Área de p rotección
Área otección: una de las misiones en-
Vista del ala norte del edificio donde se localiza el Departamento de comendadas al Centro es el aseso-
Documentación, Difusión y Formación. ramiento, a instancia de los organismos
como aquellas solicitudes que se plan- competentes, de aquellos proyectos que
tean a nivel externo. puedan afectar al patrimonio arqueo-
lógico subacuático. En este sentido se
Área de d ifusión
Área ifusión: dentro de esta área se vie- han realizado labores de asesoramiento
ne trabajando en dos campos diferentes: técnico dirigidas tanto a las Delegacio-
• Difusión especializada, con la inclusión nes Provinciales de Cultura y Dirección
en la revista del Instituto Andaluz del Pa- General de Bienes Culturales como a
trimonio Histórico ( Boletín PH ) de una particulares.
sección destinada a la problemática que Este asesoramiento se ha producido
plantea la tutela del patrimonio arqueo- principalmente como consecuencia de
lógico subacuático. la llegada de proyectos de obras, dra-
• Difusión genérica, impartiendo confe- gados, regeneraciones de playas, cons-
rencias en diferentes instituciones y di- trucción de espigones, gaseoductos,
señando un programa de visitas para oleoductos, centrales térmicas, etc. que
atender a colectivos de estudiantes. pudieran afectar al patrimonio arqueo-
lógico sumergido.
Ár ea de for
Área mación
formación
mación: el programa de activi-
dades formativas se inició en el año 2001
diseñando y desarrollando, en colabo-
ración con la Delegación Provincial de
Cultura de Cádiz, las primeras Jornadas
Técnicas de Protección del Patrimonio
Arqueológico, dirigidas a los cuerpos de
seguridad del Estado.
Asimismo está prevista la realización
de un curso sobre conservación-restau-
ración de objetos arqueológicos de
procedencia subacuática, dirigido a téc-
nicos especialistas en esta materia, que
se incluye en la oferta formativa del Ins-
tituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Vista interior del ala sur en la que se localiza el Departamento de
Intervención

28
Ár ea de investigación
Área investigación: es la encargada de mas de conservación de los materiales
planificar y ejecutar las acciones ne- arqueológicos, orgánicos e inorgánicos,
cesarias para la localización e identifica- que se localicen en el medio subacuático
ción de los yacimientos arqueológicos o procedan de él.
subacuáticos que se localizan en aguas El área de conservación del C AS
andaluzas, así como de planificar y de- cuenta con un equipamiento técnico
sarrollar proyectos específicos con el adaptado al desarrollo de una serie ac-
fin de mejorar los métodos, técnicas y tividades que pueden englobarse en
herramientas aplicados a la investiga- dos apartados; 1) los proyectos de inves-
ción en el medio subacuático. tigación pertenecientes a la planifica-
En este sentido ha desarrollado, des- ción anual del Centro, y 2) la prestación
de su puesta en marcha en el año 1997, de los servicios propios que le son en-
diferentes proyectos. En la actualidad el comendados por la Administración Au-
CAS ha optado por centrar sus esfuerzos tonómica.
en un proyecto único encaminado a la lo- El citado equipamiento se distribuye
calización, identificación y evaluación del a través de los diferentes espacios fun-
patrimonio arqueológico subacuático cionales en que se organiza el área de
andaluz. El objetivo que se persigue con conservación.
este proyecto es disponer de un catálo- Los cuatro talleres de restauración
go de yacimientos, lo más exhaustivo po- dedicados a madera, cerámica y meta-
sible, que pase a integrarse en la Base les cuentan con la siguiente instala-
de Datos de Yacimientos Arqueológicos ción básica: doble acceso de amplias di-
de Andalucía y que permita establecer mensiones para la recepción de piezas
los mecanismos necesarios para proce- voluminosas, grupos de climatización in-
der a una correcta protección y conser- dependientes y regulables (14- 40ºC de
vación de los mismos, así como diseñar temperatura y 25-100% de humedad re-
estrategias futuras de investigación. lativa), salida de agua osmotizada (con-
ductividad 12 mS/cm2), conexión de aire
Ár ea de conser
Área vación: es la encargada de
conservación: comprimido, herramientas neumáticas,
planificar y ejecutar las acciones nece- aspiración de aire –vacío–, instalación
sarias para evitar o minimizar los proble- eléctrica trifásica, desagües para mate-
rial corrosivo, iluminación exenta de ra-
diaciones ultravioleta y banco de trabajo
diáfano en acero inoxidable.
La zona común de restauración des-
tinada al lavado, consolidación e impreg-
nación de grandes piezas constituye el
mayor espacio hábil del Centro, 352 m2.
La dotación de esta zona es similar a los
talleres, estando las tomas de servicio
fijadas en el techo sobre diez brazos ar-
ticulados que se distribuyen a lo largo
del espacio rectangular.
Otras instalaciones anexas y diseña-
das con una función específica son:
Zona de informática y análisis físico-químico en el ala norte
del edificio.

29
• taller de electrólisis destinado al tra- establecen en el plan de usos del Centro de
ta-miento estabilización de objetos Arqueología Subacuática del IAPH . De forma
metálicos mediante técnicas resumida, se expone una relación de las princi-
electrolíticas. pales actuaciones en curso agrupadas en los
• zona de liofilización para el tratamien- dos apartados; servicios y proyectos.
to de materiales orgánicos.
• cámara frigorífica, –dim. 8m2– regu- Servicios
lable hasta 4ºC, para el mantenimien- Los servicios prestados por el área de conser-
to preventivo de materiales orgánicos vación del CAS pueden clasificarse en medidas
(madera, cuero, fibras...). prácticas y asesoramiento técnico. El aparta-
• congelador industrial, dim. 8m2 –regu- do práctico comprende las medidas de con-
lable hasta –30ºC, para tratamientos servación preventiva, curativa y restauración
específicos de los materiales orgánicos. aplicables sobre:
• almacén de obras restauradas acon- • Objetos recuperados por el Centro de Ar-
dicionado para la exhibición y el man- queología Subacuática en el desarrollo del
tenimiento temporal de los materiales proyecto “Localización y evaluación del pa-
arqueológicos. trimonio arqueológico subacuático del lito-
• almacén de materiales arqueológicos ral andaluz”.
en espera de tratamiento acondicio- • Objetos recuperados por el Centro de Ar-
nado para el mantenimiento preven- queología Subacuática en el desarrollo de
tivo de los objetos. actuaciones no programadas por situacio-
• almacén de materiales de restaura- nes de expolio, obras públicas y hallazgos
ción donde se conservan los productos casuales en el Patrimonio Arqueológico
químicos necesarios para la aplicación Subacuático.
de los diferentes tratamientos de con- • Objetos requisados por los cuerpos de se-
servación. guridad del Estado y procedentes del ex-
polio arqueológico.
En el desarrollo de sus funciones, la orde-
nación de proyectos y servicios permite una En cuanto al asesoramiento técnico, las ac-
planificación racional de los cometidos que se tuaciones más habituales realizadas por el área
de conservación son el examen diagnóstico y
la propuesta de conservación, tanto de obje-

Zona común de restauración con el laboratorio de cerámica y el Ánfora púnica requisada por el Servicio Marítimo de la
expositor de materiales restaurados al fondo. Guardia Civil en la zona de la bahía de Cádiz.

30
(21-23 de mayo, 2003).

Proyectos
El apartado de proyectos incluye de una parte
los que son directamente promovidos por el
área de conservación (tratamiento de fondos
museísticos, registro documental y conserva-
ción preventiva, optimización del método
electrolítico...), y aquellos otros donde se
participa de forma eventual (localización y
evaluación del patrimonio arqueológico sub-
acuático del litoral andaluz).
Inspección subacuática en la zona de Cabo de Gata, Almería.
Tratamiento de fondos museísticos de la
tos individuales como de conjuntos in situ, fre-
Comunidad Autónoma de Andalucía
cuentemente relacionados con situaciones de
expolio, obras públicas y hallazgos casuales en La existencia en los museos de la Comunidad
el Patrimonio Arqueológico Subacuático. De- Autónoma de Andalucía de restos arqueológi-
bido a la progresiva concienciación de la so- cos de procedencia subacuática en riesgo de
ciedad respecto de esta parcela del patrimonio alteración es el motivo de actuar mediante un
cultural, la demanda de asesoramiento técni- proyecto sistemático de conservación sobre di-
co es un servicio en aumento, dirigido tanto a chos materiales para detener los procesos de
empresas del sector cultural como a la propia alteración existentes. Las condiciones de de-
administración. gradación observadas en estos materiales
En este sentido, cabe destacar la participa- se derivan principalmente de la falta de esta-
ción de esta área, junto con la de protección y bilización necesaria para la transición de los
formación del CAS, en un proyecto de la Direc- objetos entre el medio acuático-marino y el at-
ción General de Bienes Culturales de la Junta mosférico-terrestre. Por otra parte, se com-
de Andalucía denominado: “La protección del prueba asimismo la necesidad de actuar sobre
patrimonio arqueológico contra el expolio”. El las medidas de conservación preventiva en el
objetivo de este proyecto dirigido a las fuer- embalaje y acondicionamiento individual de los
zas de seguridad del estado (Servicio Maríti- objetos.
mo de la Guardia Civil, SEPRONA y Policía Los objetivos generales que se han marca-
Autónoma) es proporcionar las “herramientas” do para este proyecto son:
teórico-prácticas –marco jurídico, definición,
reconocimiento, medidas administrativas de • Actuar sobre los procesos de degradación
protección y conservación preventiva– para de los objetos de procedencia subacuática
desarrollar con eficacia la lucha contra el no estabilizados con posterioridad a su ex-
expolio patrimonial. tracción del medio arqueológico.
Dentro del Programa de Formación del • Contribuir a la salvaguarda del patrimonio
IAPH, el Centro de Arqueología Subacuática arqueológico procedente de yacimientos
participa en el curso “Taller de conservación submarinos que se halla depositado en
preventiva en excavaciones arqueológicas in museos de la Comunidad Autónoma de An-
situ” (26-28 de marzo, 2003) y organiza el cur- dalucía cuyo estado reviste un riesgo inme-
so “Tratamiento preventivo de objetos arqueo- diato de destrucción.
lógicos en yacimien-tos húmedos y salinos”

31
• Mejorar las condiciones de mantenimiento corrosión del material metálico adyacente, sul-
para los materiales arqueológico de proce- furos metálicos, concreciones calcáreas de ori-
dencia subacuática en depósito y exposición gen biológico y exfoliación del recubrimiento
dentro de los museos de la Comunidad Au- decorativo por cristalización de las sales solubles.
tónoma de Andalucía. Dentro del proyecto de conservación y res-
tauración desarrollado por el CAS se ha traba-
En el año 2002 se ha atendido el conjunto jado sobre el citado conjunto para devolver la
del material cerámico recuperado en el yaci- consistencia física al material mediante la con-
miento de la Ballenera, que presenta muchas solidación y desalación de las piezas, así como
de las alteraciones características de este ma- para ofrecer una visión legible de los objetos
terial en el medio marino. Como alteración más a través de su limpieza y reintegración. De for-
evidente hay que destacar la fractura de los ob- ma resumida, las actuaciones desarrolladas
jetos iniciada en el hundimiento y prolongada sobre este conjunto han sido: 1) la clasificación,
en el fondo marino a causa de las corrientes y diagnóstico y proyecto de conservación del
el peso de la cubrición, que se traduce en material, 2) el tratamiento de conservación cu-
1 856 fragmentos de los cuales, finalizado el rativa consistente en: a) consolidación del
proceso de restauración, se obtendrán un nú- soporte, b) fijación de vidriado, c) extracción
mero todavía indeterminado de piezas recons- de sales solubles, d) eliminación de concrecio-
truidas. nes calcáreas, e) eliminación de productos de
El tipo de cerámica encontrado en “la Balle- corrosión, f) eliminación de sulfuraciones, y 3)
nera”, englobado genéricamente bajo la deno- el tratamiento de restauración consistente en:
minación “mayólica”, observa distintos proble- a) reintegración del soporte, b) reconstrucción
mas de conservación sobre el revestimiento de del soporte, y c) reintegración de la policromía.
decoración vidriada que lo caracteriza. Breve-
mente resumidos, estos problemas son: depó- Registr
Registroo documental y conser vación
conservación
sitos minerales de hierro procedente de la pr eventiva
preventiva

El área de conservación del Centro de Arqueo-


logía Subacuática está desarrollando un pro-
yecto de investigación aplicada para el registro
documental y la conservación preventiva de
grandes cañones de hierro localizados en los
bajos rocosos próximos al castillo de San
Sebastián.

Jarra policroma de procedencia italiana. Cañones de hierro semienterrados en el lecho marino.

32
Descripción gráfica del proceso
completo de desconcreción,
registro arqueológico y pro-
tección in situ de grandes obje-
tos de hierro concrecionados.

Para la investigación arqueológica, éstos za a trabajar sobre los procesos de corrosión en


y otros cañones son muchas veces el único ma- el objeto metálico a través de dos sistemas: ins-
terial conservado de un determinado aconte- talación de ánodos de sacrificio conectados al
cimiento histórico. Sin embargo, las fuertes núcleo metálico del objeto y aplicación de re-
concreciones marinas generadas por el hierro sinas ”epoxy” formuladas para su aplicación bajo
en ambiente submarino dificultan su estudio. agua y efecto anticorrosión. Finalmente es pre-
La desconcreción con fines arqueológicos com- ciso verificar la ausencia de corrosión contrastan-
porta indefectiblemente una intervención do las medidas periódicas de pH y Eh sobre los
completa de conservación sobre el objeto diagramas de equilibrio electroquímico.
extraído.
Esto es así debido a los mecanismos parti-
Pr oyecto de optimización del método
Proyecto
culares de la corrosión metálica en el medio
electr olítico de conser
electrolítico vación
conservación
marino, donde los objetos se estabilizan pro-
tegidos por gruesas capas de concreción El principal fin de todo tratamiento de hierro
impermeables al oxígeno y el agua. De esta cir- arqueológico de origen marino es eliminar los
cunstancia se deriva que ante la imposibilidad cloruros de los productos de corrosión. Si esto
de extraer y conservar todos los cañones loca-
lizados, la documentación arqueológica del ha-
llazgo se limita a unas mediciones someras
efectuadas sobre las concreciones del objeto.
El proyecto tiene por objeto realizar traba-
jos in situ de desconcreción puntual y contro-
lada sobre los citados cañones. Esta operación
se desarrolla junto con los arqueólogos del
departamento de intervención utilizando me-
dios mecánicos para remover la concreción
externa de las zonas señaladas con mayor inte-
rés documental. El siguiente paso consiste en
registrar tridimensionalmente las zonas “lim-
pias” mediante moldes flexibles de silicona.
Detalle de una escultura de bronce afectada por la corrosión
Una vez concluida esta operación se comien- “selectiva” de cloruros.

33
se realiza con éxito, el desarrollo del proceso gran aumento del coeficiente de difusión del
de corrosión debido a los cloruros cesa y la ion Cl- en los productos de corrosión.
velocidad de corrosión se reduce a niveles más En el método de electrólisis, la principal
razonables, donde los métodos ”conven- reacción que ocurre en la película de corrosión
cionales” contra la corrosión pueden operar de del hierro es la reducción de FeO(OH) al esta-
forma eficiente. do denso de magnetita Fe3O 4. Básicamente,
Un examen de diferentes técnicas de lim- el funcionamiento es el de una pila electrolítica,
pieza de cloruros ha mostrado que el paso consistente en un recipiente con una disolu-
limitante en la liberación de los mismos está ción conductora o electrolito, un cátodo (el ob-
en la difusión hacia fuera de los productos de jeto de hierro) y un ánodo. Los electrones
corrosión de los iones Cl-. Por tanto, la veloci- requeridos para esta reacción son proporcio-
dad de liberación de Cl- de los artefactos ma- nados por la aplicación de un voltaje externo
rinos hacia la disolución de limpieza sigue las desde una fuente de alimentación.
leyes de difusión. El conservador sólo puede En este proyecto se pretende actuar sobre
alterar uno de los términos de esta ecuación aquellos parámetros del sistema que permitan
con el fin de aumentar la velocidad de extrac- optimizar el método electrolítico para la con-
ción de cloruros: el coeficiente de difusión del servación de objetos de hierro de origen sub-
ion Cl- en el producto de corrosión. La difu- acuático, adaptándolo a las necesidades del
sión del Cl- se produce a través de los poros Departamento de Conservación del CAS Estas
llenos de disolución, y cuanto más espacio haya actuaciones se acometerán sobre: 1) las varia-
entre los poros presentes en la película de co- ciones en las densidades de corriente: bajas (1
rrosión los iones serán transportados más rá- a 5 mA/cm2), moderadas (rangos en el entorno
pidamente. de 10 mA/cm2) y altas densidades de corriente
El método más efectivo para aumentar la (rangos en el entorno de 50 mA/cm2), y; 2) la
difusión de Cl- en los productos de corrosión eficiencia de distintos electrolitos y a diferentes
será aquel que consiga incrementar la porosi- concentraciones: NaOH, NaSO 3 -NaOH,
dad de estos. Esto se puede llevar a cabo por Na 2CO3.
conversión de los compuestos de hierro en un
estado denso. La reducción de los compues- Desar
Desarrrollo de una técnica de consolidación
tos de hierro se realiza por varios medios, sien- de fases minerales sobr e objetos de hier
sobre hierrro
do la electrólisis uno de los más comúnmente de pr ocedencia subacuática
procedencia
empleados. Con este método se consigue un
En colaboración con la Universidad de Cádiz y
a partir de los trabajos de investigación realiza-
dos sobre “la optimización de los tratamientos
de estabilización de objetos metálicos de pro-
cedencia submarina” se derivan una serie de
conclusiones de gran utilidad en el tratamien-
to de dichos objetos, a saber: 1) las transfor-
maciones en las fases mineralógicas como
indicador del proceso de decloruración, 2) la
verificación de la eficacia de bajas intensidades
de polarización y 3) el establecimiento de una
técnica de análisis mediante electrodo selecti-
vo para controlar el proceso de estabilización.
Ejemplo de pila electrolítica. El desarrollo de esta investigación ha propi-

34
ciado nuevas posibilidades de actuación en la
optimización de estos tratamientos. Así, la con-
solidación de las fases minerales grafitizadas
que retienen la capa externa de los objetos
arqueológicos es el objetivo de este proyecto
que pretende demostrar la eficacia y compati-
bilidad de esta consolidación con el posterior
tratamiento de decloruración electrolítica.
Los objetivos generales marcados para este
proyecto son:

• Determinar un sistema eficaz de consolida-


ción de las fases minerales grafitizadas en
los objetos metálicos de hierro de proce- Ensayo de impregnación con silicato de etilo a presión ambiental
dencia marina a través de la capa de con- sobre una amalgama de materiales siliceos y metálicos.

creción externa.
• Establecer un sistema estándar de trata- material seleccionado con silicato de etilo en
miento para la conservación curativa y campana de vacío, 4) ensayos de impregnación
restauración de objetos de hierro de pro- del material seleccionado con silicato de etilo a
cedencia marina. presión ambiente, 5) ensayos de impregnación
• Determinar un sistema de consolidación de del material seleccionado con silicato de etilo
las fases minerales grafitizadas en los obje- por aspersión, 6) ensayos de desconcreción
tos de hierro compatible con la descon- electrolítica del material consolidado, 7) ensayos
creción y el tratamiento de decloruración de desconcreción mecánica del material
electrolítica. consolidado, y 8) ensayos de decloruración
electrolítica del material consolidado.
En el desarrollo de estos objetivos genera- Como resultado de estas actuaciones, se tra-
les se han realizado las siguientes actuaciones: baja actualmente en el estudio de los objetivos
1) recopilación bibliográfica sobre la técnica parciales centrados en valorar: a) la compatibi-
descrita en el Proyecto Desarrollo de una lidad del tratamiento consolidante y el proceso
Técnica de Consolidación de Fases Minerales de difusión necesario para la estabilización me-
sobre Objetos de Hierro de Procedencia Sub- diante baja polarización del objeto metálico, b)
acuática”, 2) recogida de material de hierro de el grado de penetración y la consiguiente efi-
procedencia marina susceptible de ser tratado cacia del producto consolidante mediante di-
y puesta en práctica de un sistema de ferentes técnicas analíticas aplicadas sobre una
consolidación de las fases minerales con si- serie de objetos tratados, y c) las posibilidades
licato de etilo, 3) Ensayos de impregnación del

de desconcreción mecá-

Meucci, C., Gallardo, M., nica o electrolítica de los objetos metálicos consolidados.
González, M. J.
1999 Bibliografía

“Plan de Usos del Centro de Arqueología Subacuática (CAS) del


IAPH”, PH Boletín 32, 110-115.

35
Áreas naturales pr
Áreas otegidas y la participación social en México
protegidas
J. Adrián Figueroa Hernández*
México

tingaia@yahoo.com.mx

E
l tema de las áreas naturales protegidas en México es un área de conocimiento y de
práctica muy compleja, podemos incursionar por diversas aristas como es la investigación
científica, administración, normatividad o concretamente como es la bioética, ecoturismo,
etnomedicina, entre otras; son maneras de abordar estos espacios naturales que cada vez se
confirma que su dinámica y evolución trascendió a las instituciones públicas federales y estata-
les que están a cargo oficialmente.

Como parte de la historia tan variable de nistrar solamente desde una lógica burocráti-
las áreas en cuestión, la participación social es ca, sino como, un continuo de vida, donde las
uno de los ejes básicos para comprender el por comunidades humanas viven y sobreviven con
qué esa necesidad de replantear estrategias otras formas y expresiones de vida, mismas que
de creación, protección y conservación. Actual- desconocen los límites políticos administrati-
mente, podemos contar con algunos ejemplos vos, de tal manera que, la dinámica social don-
donde ciertos sectores sociales se han incor- de se implican una serie de necesidades y
porado o se han ganado su trabajo en algunas desarrollos sociales y económicos, demarca
áreas, no se trata de tener ejemplos, ya que claramente cómo y hacia dónde puede tender
no dejan de ser singularidades, cuando la visión el futuro de una ANP , ya sea por sus impactos
que deberíamos tener debe focalizarse en una ambientales directos que se pueden provocar
potenciación de espacios y biodiversidad por dichas actividades o por los efectos secun-
como un patrimonio natural sustentable. darios provenientes de lugares distantes.
Para poder ubicarnos dentro de esta pers- De una manera simple se menciona que la
pectiva sociológica y antropológica de las áreas ciudadanía organizada interviene en las ANPs
naturales protegidas (ANPs), sin perder la visión de forma activa o pasiva: activa cuando se les
holísta, es importante delinear algunos aspec- ve con acciones organizadas, pasiva, cuando
tos imbricados que las hacen diferentes, no no están trabajando directamente, pero sí de
sólo por su composición y estructura fisiográ- forma turística o practicando alguna otra acti-
fica y biológica, sino por historias de vida co- vidad económica en los sitios naturales. Esta
munitaria e institucionales. El primer aspecto idea se queda corta si la vemos desde otros
dentro de esa participación social se refiere al puntos de vista más interactivos, por ejemplo,
grado de involucramiento, es decir, las ANPs no evaluando las “huellas ecológicas” que se dan
pueden entenderse como “algo” para admi- in situ sólo por el hecho de estar allí determi-

* Doctor en filosofía de la ciencia. Coordinador de Ecoparadigma: educación y gestión ambiental, consultoría.


nadas poblaciones, por supuesto, a esta idea Aunado a lo anterior como parte de una
matricial se le tendría que agregar una serie evaluación necesaria y obligada, el propósito
de parámetros, como son la temporalidad, ca- es de ir evidenciando algunos aspectos álgi-
pacidades, vulnerabilidad, desarrollos, diversi- dos que deben de atenderse, entre éstos re-
dades, etcétera. suenan tres aspectos mutuamente ligados a la
Los anteriores puntos lógicos que deben participación de la sociedad civil: capacitación,
estar en la agenda de cualquiera que esté in- información y educación; estos puntos nos lle-
merso con trabajos en ANPs, nos remiten a otros van a encrucijadas y mitos de los cuales se han
asuntos igualmente importantes, tal es el caso servido o reproducido mucha gente, pero que
del involucramiento social, siendo menester se- sabemos que no podrán fortalecerse como
ñalar que a esta panacea sólo podremos acer- ejes importantes en la dinámica de las ANPs, si
carnos si cambiamos una serie de posiciones no partimos de una visión y misión construida
dogmáticas con respecto al entendimiento del de forma colectiva. De poco sirve tener planes
manejo y conservación ambiental, así como en de manejo para cada una de las ANPs (por lo
la planeación ambiental y otra serie de progra- menos sería un avance para el país) y otras
mas de vida silvestre, reforestación, manejo de unidades de manejo ambiental, si no están
cuencas y elaboración de ordenamientos ecoló- coordinadas con otras estrategias educativas
gicos y territoriales, donde el factor humanis- (escolarizadas o no escolarizadas), cívicas, de
ta se armonice con las áreas naturales, ya sea investigación científica y legislativas. Estamos
porque lo veamos o sintamos como una nece- pagando los costos por nuestra desvinculación,
sidad de sobrevivencia (estética, económica, falta de espacios de negociación e inequidad
médica, turística, social) sin vuelta para atrás o en fuerzas de poder social.
lo comprendamos como una ética incluida en Actualmente el proceso que vive México en
una cultura ambiental integral. la descentralización de sus ANPs, el incremen-
En los diversos trabajos publicados sobre to de ANPs estatales y municipales, la venta de
ANP s mexicanas, se presentan una serie de ex- la imagen “verde” ecoturística y de la imagen
periencias de orígenes administrativos, una se- comercial de lo étnico con la armonía de la “na-
lección y ordenación de categorías y mapas de turaleza”, así como la privatización y moder-
distribución, por supuesto siempre presente nización de algunos recursos y espacios turís-
una semblanza óptica de las bellezas natura- ticos, nos pone en dilemas de atención inme-
les que justifican muchos de los decretos exis- diata, muchos de éstos sólo podrán resolverse
tentes, pero aun con todo ese panorama que en buenos términos socialmente, sí y sólo si se
pareciera alentador porque cada día hay más van resolviendo socialmente de manera plural,
hectáreas protegidas, tendremos que hacer un creativa y de respeto.
balance con las estadísticas que nos hablan Las ANPs en México son parte de la arcas de
de pérdida de suelos, contaminación, tasas de la nación, son un capital natural que debemos
extinción y, adelgazamiento y falta de capaci- conservar para disfrutar nuestro presente y le-
tación del sector público encargado de la pro- gar algo mejor a las generaciones futuras.
tección ambiental.

37
Conv ersus Reflexiones en torno a la planeación
EPISODIO UNO: la nebulosa y polémica abstracción*
Nahúm Noguera Rico**
México

direccion.dos@inah.gob.mx

¿De
¿ De qué hablamos?

E n la actualidad el principal reto en el manejo del patrimonio cultural y


natural es reencauzar la relación entre las acciones para su conservación
y las actividades para su disfrute. Lo que, contrario a las preocupaciones de
algunos puristas y acartonados cientificistas, lleva a aceptar, entre otras co-
sas, que la relación entre el turismo y la dignificación del patrimonio, más
que ser una constante confrontación, debe ser una simbiosis. En esta sim-
biosis a la sociedad se le hará consciente de su papel en la resignificación
de las expresiones patrimoniales, por lo que a través del disfrute turístico se
le involucrará en actividades conservacionistas.
De esta forma el principio básico1 de la planeación es considerar que el
patrimonio, como objeto o materia de trabajo, es un sistema de construc-
ción social, cambiante históricamente, con un sinúmero de referentes o re-
presentaciones, como pueden ser espacios arqueológicos, históricos o
ecosistemas, ritos y festividades, gastronomía, indumentaria o personas. Es
InformaDOS núm 3, decir, el patrimonio es un sistema social, por lo que la planeación es para el
Año 1, 2002 manejo de un sistema patrimonial.2

1 Para quien no le dé prurito la categorización teórica, entiéndase principio sustantivo


ontológico. Esta aclaración se debe a que la actividad de planificar se enfrenta a la rancia y
absurda confrontación entre lo teórico y lo práctico. ¡Como si esta separación fuera real! De
hecho, muchas veces los conflictos no están en los postulados de la planeación, sino en las
relaciones éticas-políticas, en especial las de poder, entre manejadores y planificadores.
2 Por sistema patrimonial se entiende un conjunto de bienes, culturales y/o naturales,
tangibles e intangibles, que desde la intersubjetividad de una sociedad son definidos
como propios y valorados como importantes. Esta valoración siempre hace referencia a
elementos englobados en procesos históricos, causalmente relacionados y manifiestos
en todos los campos sociales, como son la economía, la política, la cultura, la identidad,

* La sintaxis, afirmaciones, interpretaciones, citas y no citas son responsabilidad del autor.


** Arqueólogo. Director de la Zona de Monumentos Arqueológicos de El Tajín, Ver.
Desafortunadamente, mucha de la planeación en torno al patrimonio
genera sus propuestas a partir de los referentes patrimoniales, sin dar ningún
peso al proceso social que los construye, dando como resultado una incapa-
cidad para tener programas de manejo que se actualicen como inercia del
mismo proceso. De hecho, generamos e imponemos mecanismos de eva-
luación y actualización faltos del reconocimiento o consenso, en los que
estamos más preocupados por evaluar acciones o proyectos aislados, olvi-
dando la perspectiva integral y de largo plazo que la planeación nos exige.
Aunado a esto hay que enfrentar políticas de planeación express, unila-
terales o bilaterales y mediáticas o luchar contra posturas extremas que van
desde la incredulidad y rechazo a la planeación, hasta aquéllas donde se
asume que nada hay que aprender.

¿Cuál es la encomienda? 3

Hasta ahora hemos hablado de cuál es y cómo referenciamos nuestro obje-


to de estudio, con algunas de nuestras problemáticas en torno a él. Pero
¿qué esperamos o pretendemos de nuestro objeto?
En términos generales hay coincidencia en que el asunto está en la
conservación del patrimonio. Pero ¿cuáles son algunas de las vertientes al
respecto?
Para unos no se trata de nada en especial. Su argumento es ¿para qué
experimentar cambios, si con hacer lo habitual funcionamos y no hemos
perdido el patrimonio? Es más, para este sector, la persistencia de esta acti-
tud no sólo es digna de respeto, sino que constituye casi un hecho heróico
considerando las carencias o falta de apoyos.
Para algunos se trata de conservar el patrimonio intacto, lo más resguar-
dado posible de las acciones destructoras, como son los agentes naturales y,
en especial, las pretensiones de algunas especies humanas4 que denigran,
tergiversan y prostituyen la esencia de nuestro patrimonio, a la que sólo
deberían acceder quienes lo estudian, comprenden y versan sobre él. No
obstante, quien asuma esta postura deberá hacerlo con la conciencia de que:

En las tradiciones lo único constante es el cambio que hace la sociedad en


su conjunto, independiente de la existencia de sus representantes.

entre otros, cuyas condiciones de reproducción están en parte determinadas por un en-
torno ambiental. El análisis del funcionamiento del sistema patrimonial se centra en la
construcción y cambio continuo de la valoración, definición y selección de entidades de
la realidad a las que se les significa como patrimonio.
3 Como complemento a la parte ontológica, aquí se referirán algunos aspectos
epistemológicos, en especial de las pretenciones de conocimiento, cuestionamientos y
explicaciones para nuestra realidad objeto de estudio.
4 Entiéndase turistas y sus actividades emanadas y en manadas.

39
Otros dicen que se trata de conservar lo más posible, perdiendo lo me-
nos posible y significativo, para lo cual hay que desarrollar las estrategias
pertinentes. En este caso, la propuesta parece inviable, al enfrentarnos a
una carrera que parece no tener fin, ya que la dinámica en la conformación
del patrimonio no es homogénea, se incrementa y decrece permanente-
mente dependiendo de la sociedad que lo significa.
También hay quien dice que en la conservación hay que decidir qué no
podemos perder. Aunque esta línea pretende ser realista más que derrotis-
ta, se le tacha de lo último. Aquí el esfuerzo parte de ser congruentes con la
dinámica patrimonial, pero el reto está en ver quién, bajo qué criterios, pro-
yección y respaldo social decide qué no se pierde o, lo que es lo mismo,
dónde bajamos la guardia y qué si perdemos.
Y así se podría seguir con una serie de acepciones al respecto, pero cuan-
do menos en lo que parecen adolecer las enunciadas es de una visión lineal,
excluyente y en la que el peso lo sigue teniendo el referente patrimonial, no
el proceso social (sistema patrimonial) que los significa.
Partiendo de esta reflexión, quizá una manera de librar el escollo sea
preguntarnos para qué conservar, lo que nos lleva a para quién conservar y,
a su vez, al por qué conservar, donde una vez con la respuesta en mano
tendríamos que resolver el cómo conservar . Quizá el ir y venir sin ton ni son
en esta lógica de cuestionamientos fue lo que en parte generó todo este
mar de indefiniciones, confrontaciones de poder y discusiones bizantinas
vinculadas con la planeación para el manejo del patrimonio cultural.
Pero con la conservación no se acaban las pretenciones en torno al patri-
monio, sino que, como se dijo, el reto estriba en combinar la conservación
con el disfrute. Digamos, hay que usar pero sin mermar. Así, la otra ideología
adyacente a la conservación es la de sustentar un uso que permita la conser-
vación y que sea compatible con el desarrollo de la calidad de vida humana.
¡Ah!, pero no basta con ligar la conservación, el uso y el desarrollo, sino
que esta relación debe ser permanente, con una constante actualización.
En este sentido, se define la propuesta de uso sustentable, la que entre
diferentes perspectivas presenta un foco de polémica derivado de la aplica-
ción de las “categorías” de sostenido, sostenible y sustentable, cuya acepción
depende de quien las emplee,5 otorgándoles diferencias, homologaciones
o mezclas paradójicas.
No obstante esta inconsistencia conceptual, a grosso modo se puede
decir que el concepto de sostenido se relaciona con el uso y crecimiento
constante y lineal de los recursos, donde el plus es el fin, estado ideal al que
todos los esfuerzos deben encaminarse, en especial la innovación y la revo-
lución tecnológica, pues sólo de esta forma se tendrá la conservación y dis-
frute de bienes.
Los otros dos conceptos, sostenible y sustentable, se integran, respecti-
vamente, en dos posturas:

5 Vamos, su uso no es lo mismo a través del filtro de un político, que de una consultoría
o de un asesor, o que de un científico o académico, o cualquier otro actor.

40
• En la primera se debate si el fin es el equilibrio como límite en el
uso y crecimiento de los recursos, lo que llevará al estado ideal de
conservación de estos últimos.
• En la segunda se debate si se debe aceptar la necesidad de un cre-
cimiento constante en el uso de los recursos, con interfases meno-
res de decrecimiento cíclico. En este caso el fin es desacelerar el
ritmo de crecimiento en el uso o explotación de recursos, adecuado
con las necesidades históricas, negando el estado de equilibrio. De
esta forma, la conservación de bienes sería finita y relativa a las ne-
cesidades de desarrollo social.

Aunque, después de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible,


tal como su nombre lo dice y la retórica empleada por los ponentes, el con-
cepto que se prefiere es el de sostenible, lo que no resuelve las diferencias
teóricas.
Con base en esta reseña de las principales vertientes en torno al patri-
monio, nos permitimos proponer que el objetivo sustantivo para la
planeación del manejo de sistemas patrimoniales es su conservación inte-
gral tendiente a su uso sustentable o sostenible.

¿Cómo enfr entamos el rreto?


enfrentamos eto?

El manejo del patrimonio, teniendo como sustento todo lo señalado, no se


reduce a hacer documentos de planes de manejo, en los que unilateral o
bilateralmente realizamos, en el mejor de los casos, validaciones arbitrarias
o consensos forzados. Por el contrario, implica enfrentar el desarrollo de
procesos de planeación, con un soporte o guías6 en la forma de organizar,
priorizar o encauzar nuestros análisis, soluciones y mejoras operativas. Entre
algunas de estas directrices están:

• El buscar y mantener el cambio en la conciencia o mentalidades de


los involucrados, en relación con la definición de un sistema patri-
monial, cuya pretensión primordial es su conservación integral
tendiente al uso sustentable.

• La visión de largo plazo, con una actualización permanente, donde


los planes o programas de manejo sólo son un medio de sistemati-
zación y formalización.

• La viabilidad operativa en una perspectiva integral.

6 En sentido estricto se llaman heurísticas, pero se prefirió, al igual que en otras citas,
ponerlas a pie de página debido a que el uso directo de estas categorías filosóficas (epis-
temológicas –metodológicas– y ontológicas), que nos ahorrarían “mucho discurso”, pare-
cen no ser bien recibidas entre muchos sectores e incluso a priori caen en el descrédito.

41
• La gestión para la participación efectiva, multisectorial y correspon-
sable de los actores 7 en torno a la conservación, usos
y beneficios del sistema patrimonial.

• La existencia de una serie de pasos o etapas, causalmente analíti-


cos, aunque operativamente son paralelos y recurrentes. Los pasos
referidos son:

1. Definición del caso de estudio e integración de los


grupos de planeación.
2. Análisis, diagnóstico y definición de acciones priori-
tarias y de contingencia.
3. Significado cultural, misión, visión y políticas de
manejo.
4. Programa de manejo.
5. Ejecución.
6. Seguimiento y evaluación.

• La presencia de tres indicadores básicos que evalúan los logros de


la instauración del proceso de planeación. A saber, las convocato-
rias, los consensos y las corresposabilidades. De su relación se
desprende que no basta con convocar, sino saber a quiénes, en qué
momento y bajo qué análisis. Pero si de la convocatoria no se llega
a consensos (formales e informales) de nada sirve la primer varia-
ble, de igual forma de nada sirve consensar e incluso formalizar en
decretos presidenciales o de corte internacional, si no se asume una
corresponsabilidad o compromiso real y efectivo de los involucrados
para ejecutar las propuestas de políticas, programas, proyectos y
actividades.

• La organización en componentes de manejo sustantivos, también


derivados causalmente y operativamente paralelos y recurrentes:
investigación, conservación, protección legal, educación-difusión y
administración. Esto implica una organización sustentada en fun-
ciones y procesos, no en áreas físicas, como muchos planes de ma-
nejo se organizan, lo que evitará la duplicidad y confusión en la
determinación de proyectos, actividades y responsabilidades.

7 Gobiernos, instituciones, directivos, académicos, custodios, guías, grupos de


poder, turistas, usuarios, poblaciones aledañas y escolares, entre todos los
potenciales.

42
• La demarcación de los programas de manejo en niveles de genera-
lidad, siempre ligados por una congruencia y respaldo en sus direc-
trices y políticas.

Comentario final

Como se podrá inferir, nada de lo dicho hasta ahora es nuevo, no se trata


del descubrimiento del hilo negro en la planeación para el manejo del patri-
monio, sino de estructuras similares a las de cualquier diseño de investiga-
ción, teoría sustantiva, principios generales, modelos de interpretación, entre
otros.
La diferencia en este caso estriba en las adecuaciones conceptuales, va-
loraciones y problemáticas, así como en la definición de prioridades y rela-
ciones causales emanadas de la selección del objeto y objetivos de estudio
sustantivos.
Lo expuesto es un esbozo y reflexiones en torno a la ontología, episte-
mología y metodología de la planeación para el manejo del patrimonio,
pasando por principios y heurísticas. Desde nuestro punto de vista, todo lo
descrito perfila el peso de un corpus teórico, derivado de diversas expe-
riencias y reflexiones en la gestión del manejo integral del patrimonio.

43
Conv ersus Investigación, conservación y difusión
del patrimonio subacuático
Arqlga. Pilar Luna Erreguerena*
México

acuatica@prodigy.net.mx

H asta hace relativamente poco tiempo, el patrimonio cultural que yace


en aguas mexicanas, tanto interiores como marinas, había sido prácti-
camente ignorado en lo que a investigación se refiere. Hay que recordar
que la arqueología subacuática es una disciplina científica que nace apenas
en la década de los sesenta.
En México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia crea en 1980
el área de arqueología subacuática que desde entonces se ocupa de la in-
vestigación, conservación y difusión de esta parte del legado nacional, a
través de proyectos de carácter multidisciplinario, interinstitucional e inter-
nacional que han sido apoyados de manera directa e indirecta por una co-
yuntura mundial, actualmente encabeza por casi cien países y que se
encuentra plasmada en la Carta Internacional del International Counsil on
Monuments and Sites (ICOMOS) sobre Protección y Manejo Operativo del
Patrimonio Cultural Subacuático y muy pronto lo estará en la Convención
para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO.
Informados núm 1, Este patrimonio ha sido motivo de gran codicia por parte de buscadores
Año 1, 2000. de tesoros que a partir del desarrollo del buceo tienen acceso a los sitios
sumergidos. Ésta ha sido una de las luchas principales de la arqueología sub-
acuática en México. La explotación comercial de este patrimonio para la
venta o la especulación es absolutamente incompatible con la protección y
administración del mismo.
Nuestro patrimonio cultural subacuático incluye sitios y estructuras su-
mergidas, naufragios, ofrendas en su contexto arqueológico y natural. Es
evidente que el medio ambiente en el que está inmerso es muy distinto al
de tierra ya que no es lo mismo trabajar en el fondo de un cenote que en
mar abierto. Sin embargo, al igual que en tierra, cada sitio implica retos y
soluciones específicos.

*Arqueóloga. Directora de la Dirección de Arqueología Subacuática, INAH.


Aunque hoy en día la tendencia general en el mundo es la preservación del
patrimonio cultural subacuático in situ y el uso de técnicas no destructivas, cada
sitio demanda una metodología y un plan de manejo especialmente diseñados.
Esto requiere de conocimientos, capacitación constante, uso de tecnolo-
gía avanzada, medios para una conservación adecuada y un financiamiento
importante que pueda garantizar la continuidad de un proyecto de largo
alcance como, por ejemplo, el de la Flota de la Nueva España de 1630-1631
e Inventario y Diagnóstico de Recursos Culturales Sumergidos en el Golfo
de México, iniciado en 1995.
Un buen plan de manejo para un proyecto arqueológico subacuáti-
co involucra prácticamente los mismos renglones que uno que aplique a
una investigación en superficie. Sin embargo, debido a la dificultad que
ofrece el medio ambiente acuático, tanto para el propio arqueólogo en los
tiempos destinados para la investigación in situ como para el público en
general, el registro del proceso y la difusión del mismo cobran especial im-
portancia. En este sentido, la arqueología subacuática mexicana ha produ-
cido videos y una página web, al tiempo que se trabaja en un sistema de
información geográfica que permite simulaciones virtuales en tercera dimen-
sión para la mejor comprensión de los procesos y motivos de los accidentes
navales y en un plan para la futura creación del primer museo de la
navegación en México.
Seguramente, los planes de manejo propuestos por la Dirección de Ope-
ración de Sitios del INAH podrán ser aplicados al patrimonio cultural
subacuático, lo cual redundará en su beneficio.

45
Conv ersus
El papel de los investigadores en museos.
Laura Esquivel Macías*
México

D e algunos años a la fecha es frecuente observar como se ha des-


plazado el trabajo de los investigadores en los museos del INAH median-
te la contratación de personal técnico que no suple, pero sí relega la tarea
fundamental que es la investigación, convirtiendo a los museos en una espe-
cie de “supermercados culturales”, a donde se acude para escoger los objetos
más bellos que conforman costosas exposiciones cuya única finalidad es pro-
piciarle prestigio a la nación mexicana en el extranjero, de allí que las colec-
ciones arqueológicas mayas y mexicas sean las preferidas dada su peculiaridad
y perfección técnica, lo que además ha provocado el deterioro del papel
educativo, difusor y conservador del patrimonio cultural que tienen asignado
la mayoría de los museos mexicanos.
En el presente trabajo me referiré al investigador y al museo del INAH en
las áreas de su competencia como lo son la antropología y la historia enten-
diendo por museo lo que ICOM establece: “El Museo es una institución per-
Informados núm 3, manente, no lucrativa al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al
Año 1, 2000. público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y principalmente
expone los testimonios materiales del hombre y su medio ambiente, con
propósitos de estudio, educación y deleite”.
El museo no es una institución para acumular objetos y exhibirlos en un
escaparate, es un centro de investigación que difunde sus resultados me-
diante objetos que reflejan ideas y son testimonio de un evento, es pues,
museo-discurso no museo-objeto, ya que el objeto no es suficiente por si
sólo, ni transmisor de sentido más que si el sentido es descifrado y accesi-
ble a todos (Riviére; 1993), por lo tanto constituye un receptor de las investi-
gaciones mediante la presentación de los materiales recuperados y sus
interpretaciones. En consecuencia no podemos consentir que se sigan cons-
truyendo exposiciones bellas pero mudas, provenientes de selecciones con
criterios estéticos o producto de colecciones formadas a partir de compras

* Arqueóloga. Investigadora del Museo Regional de Guadalajara, INAH.


donaciones, incautaciones, etcétera, que en realidad son producto del robo
y saqueo a la nación, sino de objetos debidamente documentados que re-
flejen los procesos de desarrollo de la sociedad, adecuadamente obtenidos
y estudiados por los investigadores. No podemos tampoco pensar que el
papel del investigador en el Museo se restringe únicamente al de un curador
o cuidador que limpia, repone, hace y cambia cédulas, acomoda, además
supervisa las tareas de inventario, clasificación, descripción, conservación,
montaje; sugiere la elaboración de gráficos, maquetas; efectúa una revisión
de las lagunas de saber y organiza la recopilación del material original que
las pueda llenar mediante proyectos de investigación cientifica, que deben
estar previstos por una política de investigación del propio museo; también
ejecuta tareas de asesoría, documen-
tación, presentación científica de los
resultados, elaboración de guiones
científicos, la identificación, clasifica-
ción y selección de los objetos que
pasarán a formar parte de la exposi-
ción facilitando un manejo preciso de
los datos. “Cualquiera que las disci-
plinas que tratan la temática base del
Museo se involucra con los procesos
y objetos que estudia para que pos-
teriormente sea capaz de transmitir
esa información recopilada, sistema-
tizada y canalizada hacia los diferen-
tes ámbitos del Museo“ (Vázquez,
1990: 216).
La documentación implica elabo-
rar una ficha documental por objeto
que va más allá de la del inventario o
catálogo donde se concentra la his-
toria de la pieza, su significado cultu-
ral y ubicación cronológica, así como
su imagen, lo que constituye un ban-
co de datos que permitirá su manejo
para futuras exhibiciones temporales
o permanentes y como material de
apoyo para otras investigaciones cien-
tíficas.
Para la elaboración de los guio-
nes es necesario retomar las investi-
gaciones en curso y las anteriores,
coordinar a otros científicos que las
efectúan para permitir que sus avan-
ces y resultados aporten los aspec-
tos específicos del discurso en

47
elaboración, mismo que deberá ser producto de un esfuerzo de sistemati-
zación y análisis de una gran cantidad de información, objetos y conceptos
que permitan llegar a elaborar el guión científico y, a partir de éste, una
exposición sintética y explicativa, que no es otra cosa que hechos, concep-
tos, procesos, generalizados, valores y su contenido ideológico (Vázquez,
1990:217), dirigido al público visitante. El guión científico como hemos visto
es complejo en su elaboración, pero brinda no sólo el contenido a la
exhibición museográfica, sino que facilita su más amplia difusión mediante
guías, catálogos, videos, conferencias, boletines, documentales, libros, fo-
lletos, carteles, además, en el aspecto educativo facilita cursos, talleres y la
capacitación de los guías de turistas.
La tarea de investigación se refiere a los largos procesos académicos que
suponen los proyectos de investigación antropológica e histórica como pue-
den ser el estudio y consulta de archivos, códices, acervos hemerográficos y/
o bibliográficos, consulta de colecciones privadas, excavaciones y prospec-
ciones arqueológicas, el trabajo con comunidades indígenas, etc. Todo lo
cual será la fuente de alimentación y actualización de los contenidos. Los
resultados de este trabajo son un punto de partida para nuevas búsquedas o
la ampliación de las ya existentes siempre en beneficio del discurso educati-
vo del museo. Se pueden también sustentar exposiciones temáticas tempo-
rales con el contenido de investigaciones ya concluidas; la idea es plantear y
sustentar una explicación cultural reforzada mediante un adecuado discurso
museográfico, por lo que el trabajo siempre conjunto con el museógrafo
resulta fundamental, además de con otro nutrido grupo de especialistas en
diseño, iluminación, inventarios, computación, restauración y otros.
Un museo siempre debe estar actualizado si aspira a cumplir su papel
como educador y normalmente observamos un desfase entre la producción
científica y sus exhibiciones en los museos lo que suele responder a
problemas como la falta de una política cultural institucional en la materia,
la escasa o nula disposición presupuestal y las dificultades administrativas.
En octubre de 1997, la Dirección General del INAH, en el Cuarto Coloquio
de la FEMAM, reafirmó que la actividad científica es la base de nuestros museos
y de la institución misma y debe prevalecer en los objetivos de cualquier
esfuerzo museográfico con la concepción del “Museo Diagonal”, que
establezca una verdadera comunicación con el público, a partir de la tarea
conjunta del científico, el promotor y el público participativo (Gaceta de
Museos:1997).
En el caso de la arqueología, dice Olsen Bjornar (1999), y yo creo que en
caso de las otras ciencias antropológicas también, el museo representa la
única posibilidad de encuentro entre estas disciplinas y el ciudadano común;
es en el museo INAH donde se va al encuentro del pasado, de la identidad,
del reconocimiento a la grandeza del ser mexicano; es el museo el que hace
visible nuestro pasado y ya no es posible contemplar éste sin el museo,
relación que debemos asumir con gran responsabilidad.
Es decir que con los resultados de un óptimo trabajo de investigación en
los museos, se hará posible la existencia misma de éstos, así como la revalo-

48
rización del patrimonio cultural, en consecuencia su cuidado, respeto y uso
adecuado; asimismo que se fortalece el respeto a la diversidad cultural de
la nación y se incide en la educación, todo lo cual repercute en un beneficio
social. De allí que desde 1973 el INAH creara la Dirección de Museos (hoy
Coordinación Nacional) reconociendo con ello la actividad de éstos como
uno de los principales instrumentos de la divulgación cultural y considerán-
dolos como un instrumento de utilidad social (INAH; 1986) y que se estable-
ciera que por su variedad, extensión y número de visitantes constituyen una
de las instituciones museológicas más importantes en el mundo. El museo
socializa los conocimientos que son generados por las investigaciones cien-
tíficas y es la fórmula que tiene el INAH para generar la participación de la
sociedad y ser reconocido por ésta, la imagen del INAH y su labor de más de
60 años sólo puede hacerse visible mediante un apoyo decidido a los inves-
tigadores de museos, porque como lo hemos venido diciendo y como lo
asienta Riviére (1993): “la función del investigador constituye la base de to-
das las actividades del museo, ya que es lo que ilumina su política de con-
servación y de acción cultural, si es deficiente, las demás funciones se
resienten de una manera perjudicial, la relación entre el museo e investiga-
ción es estructural ya que es la que dicta en primer término el programa
general y el desarrollo de las diferentes etapas de trabajo, si los vínculos
con la disciplina de base son distendidos, vagos o dependientes de los pro-
yectos de sus administradores éstos no funcionan”. El museo debe así
adecuarse lo más posible a su disciplina de base con un mismo programa
general de investigación que permita la adquisición de objetos, la
implementación de una metodología clasificatoria y documental, la labor de
conservación, una publicación científica y el planteamiento de la exposición.

49
BIBLIOGRAFÍA

BALLADARES, Sagrario “El papel de los arqueólogos en los museos nacionales y en la educación
1995 pública”, en Contribución a la arqueología tropical, 2, Instituto Nicaragüense
de Cultura.

BATRES, José “El papel del arqueólogo en los museos”, en Contribución a la aqueología
1995 tropical, 2, Instituto Nicaragüense de Cultura.

CORRALES, Francisco y “La historia precolombina de Costa Rica: una experiencia de exhibición”, en Con-
Miguel Herrera tribución a la Arqueología Tropical, 2, Instituto Nicaragüense de Cultura.
1995

GACETA de Museos
1997 “Estado, sociedad civil y base científica”, Organo informativo del Centro de
Documentación Museológica, INAH, ICOM, núm. 8, diciembre. INAH.
1986 Programa Nacional de Museos. LOÁISIGA, Miryam.
1999 “La museología transmisora de la información científica con fines
didácticos”, en Contribución a la Arqueología Tropical, 2, Instituto Nicara-
güense de Cultura.

OLSEN, Bjornar“¿El fin de la historia?, Arqueología y museos en un mundo globalizado”, en Re-


1999 vista de Arqueología, Coordinación Nacional de Arqueología, núm. 21, INAH.

VÁZQUEZ, CARLOS “Una reflexión sobre la investigación en los Museos”, en Memorias del Sim-
1990 posio: Patrimonio, Museo y Participación Social, Col. Científica, núm. 272, INAH.

RIVIÉRE, Georges La museología, trad. Antón Rodríguez, Ediciones AKAL, S.A., Madrid, España

50
Conv ersus La conservación del patrimonio cultural
edificado y su impacto social: perspectivas
para el siglo XXI
Gustavo A. Ramírez Castilla*
México

ramx36@hotmail.com

A l intervenir un monumento o zona de monumentos con el fin de conser-


varlo o abrirlo al público heredamos a la comunidad que lo posee una
serie de secuelas que surgen en torno a él. Esto se debe a que un monu-
mento no es un elemento aislado, libre de influencias, sino que está vincula-
do al entorno histórico-político, socioeconómico, religioso y ecológico de
la comunidad. De allí que las acciones de restauración para poner al servicio
de la colectividad un monumento o conjunto de los mismos, desaten una
reacción en cadena que afecta los diversos niveles de interacción de la so-
ciedad, positiva o negativamente.
Hasta ahora, los especialistas en la conservación y restauración de monu-
mentos se han preocupado por los aspectos físicos, históricos, estéticos,
teóricos o legales de los monumentos; pero no se han ocupado, hasta don-
de tenemos noticias, de la manera en que su conservación o la restauración
afectan a la sociedad. No existen antecedentes sobre este tema en las di-
versas recomendaciones internacionales emitidas por el ICOMOS o la UNESCO,
InformaDOS núm. 2, lo más aproximado es la recomendación de Nairobi, de 1976, en cuya intro-
Año 1, 2000. ducción se destacan las “perturbaciones sociales que suelen provocar las
destrucciones...” de monumentos (Díaz-Berrio, S., 1986:86).
Lo que desde un punto de vista estrictamente empírico he podido ob-
servar a lo largo de diez años como profesional de la restauración, es que,
en la mayoría de los casos, las acciones encaminadas a conservar los monu-
mentos, ya sean éstos arqueológicos o históricos, impactan a la comunidad
vinculada directamente a ellos, causando distintos tipos de reacciones; por
ejemplo: en la zona arqueológica de Mitla, Oaxaca, se decide realizar un
proyecto de restauración integral del sitio con el objetivo de mejorara sus
condiciones de conservación, brindando, además, mejores servicios a los
visitantes; resultado: se forman cinco grupos de interés en torno a la zona

* Doctor. Coordinador de Antropología del Centro INAH, Estado de México.


que entran inmediatamente en conflicto impidiendo el desarrollo del pro-
yecto en diversas ocasiones (Robles, N., 1984; Ramírez Castilla, G., 1997b.).
Se puede apreciar también que el impacto social de estas acciones pue-
de ser positivo o negativo: positivo cuando genera un beneficio social di-
recto o indirecto, negativo cuando desata conflictos o acarrea calamidades
a un grupo social o parte de este. Un ejemplo de impacto positivo lo vemos
en el rescate del Centro Histórico de la ciudad de Tampico, Tamaulipas, Méxi-
co, en donde los trabajos de imagen urbana eliminaron el ambiente depau-
perado del centro de la ciudad al generar espacios agradables, seguros y
limpios, donde florece el comercio y las actividades culturales. Un ejemplo
del caso contrario es la perdida de las fachadas, sustituidas por clones de
las casonas tradicionales de la calle Xalapeños Ilustres, de la ciudad de Xalapa,
Veracruz, para ampliar una avenida; lo que trajo como consecuencia el
rompimiento de los lazos que unían al vecindario, e incluso la emigración de
familias a otros sectores de la ciudad, al ver seriamente afectada su vivienda
y su entorno.
En el caso de los monumentos de importancia local o nacional, el impac-
to se hace mayor al provocar una reacción en cadena en diferentes sectores
de la sociedad o el gobierno que se manifiestan en pro o en contra. Por
ejemplo: la zona arqueológica de Teotihuacán, una de las más importantes
en el ámbito nacional, se ha convertido en un verdadero mercado, tanto
al interior como al exterior. Un proyecto desarrollado para crear una nueva
infraestructura comercial en el barrio prehispánico de “La Ventilla”, deno-
minado “Plaza Jaguares”, misma que afectaba visual y físicamente el con-
texto arqueológico y que, además, generó una serie de intereses particulares
de orden económico, provocó que los comerciantes, vecinos del pueblo de
San Juan, autoridades, INAH e ICOMOS, entablaran una seria polémica que se
llevó hasta el escenario internacional determinándose, al final, la clausura
de dicha obra. Existe la propuesta de convertir el edificio, actualmente
abandonado, en un museo dedicado a la pintura mural de esa importante
urbe prehispánica.
En síntesis, las acciones de conservación, uso o disfrute de un monumen-
to o conjunto de estos, suele impactar directa o indirectamente a la socie-
dad; este impacto puede ser positivo o negativo y a dicho impacto la
sociedad puede reaccionar pasiva o violentamente.
Consideramos, por lo anterior, que este es un fenómeno digno de estu-
diarse pues su exacto conocimiento como el de sus consecuencias ayudaran
al restaurador y al gobierno a planificar adecuadamente los proyectos,
previendo su impacto social y procurando que éste siempre sea positivo; es
decir, que se refleje en el progreso o mejoramiento de la calidad de vida de
la comunidad que lo posee y proponiendo soluciones anticipadas a posi-
bles conflictos. Pero, por otra parte, también puede ayudar a la sociedad a
proteger de una manera más efectiva a los monumentos y su entorno contra
la destrucción, el deterioro o el mal uso que de ellos se pretenda hacer.

52
Pr oblemática actual en México y América Latina
Problemática

A toda acción obedece una reacción

1. Conservación=destrucción
Es un hecho visible en América Latina que las medidas que se toman
para conservar un monumento o conjunto de éstos ocasiona la acelera-
ción de su destrucción; ejemplos: en la ciudad de México se logra la
declaratoria de su Centro Histórico y de inmediato se inicia la demolición
o inhabilitación de decenas de edificios históricos. El hecho es que el
monumento representa un problema porque requiere un alto costo de
inversión y trámites para rescatarlo; lo cual incide negativamente en la
plusvalía del suelo: de hecho el metro cuadrado de suelo es más alto sin
monumento que con monumento. De este modo podemos inferir que la
conservación del monumento representa un impacto social negativo pues
al ver disminuido el valor del inmueble sobreviene su abandono y la con-
secuente depauperación de la zona. ¿Cómo invertir el proceso, revalori-
zando económicamente el monumento? ¿Cómo lograr que su carácter
de monumento le otorgue a un inmueble una plusvalía?

2. Destrucción=conservación
Por el contrario, cuando se atenta contra la integridad o dignidad de un
monumento, en ocasiones la sociedad reacciona, se despierta en ella sú-
bitamente una conciencia colectiva abanderada por los mas altos valores
históricos, estéticos, religiosos o la identidad nacional, que la llevan a or-
ganizar verdaderos movimientos en pro del rescate y conservación de su
valioso legado cultural; ejemplos: en la ciudad de Oaxaca el gobierno
estatal pretende recuperar una parte del antiguo convento de Santo Do-
mingo de Guzmán, desocupado por el ejercito en 1994. El proyecto de
restauración y propuestas de uso de dudosa calidad hicieron que los
ciudadanos, así como diversas organizaciones civiles con fines culturales,
tomaran cartas en el asunto; logrando finalmente que el Instituto Nacio-
nal de Antropología e Historia tomara la dirección del proyecto, asignán-
dole un uso cultural a estos edificios, conforme con su vocación como el
monumento colonial más importante de Oaxaca. (Ramírez Castilla, G., 1997)
Otro caso similar es el relativo a la construcción, en 1998, de un edificio de
la compañía Teléfonos de México en los terrenos de lo que fuera la fábrica
de papel Loreto y Peña Pobre, sobre el terreno donde se asentó la pobla-
ción prehispánica de Cuicuilco, una de las primeras aldeas teocráticas del
valle de México surgidas hacia el año 100 a.C. La inminente destrucción
que la obra causaría sobre los importantes vestigios, así como el perjuicio
de la imagen urbana de la cercana “Villa Olímpica”, que fuera escenario
de los Juegos Olímpicos de 1968, propicio la unión del vecindario, así
como de diversas organizaciones civiles e instituciones culturales, logran-
do finalmente el fallo a favor de su conservación, en la demanda inter-
puesta contra Telmex por el INAH; con lo que se limitó la altura y extensión

53
de su nuevo edificio. Otro caso es el de la zona arqueológica de Pullacna,
en Lima, Perú, por la destrucción ocasionada por la Compañía Urbaniza-
dora Surquillo para lotificar amplios sectores de la zona entre el 1930 y
1965, bajo el amparo del Ministerio de Fomento y Obras Públicas. La se-
vera destrucción conllevó a que, finalmente, en 1982, la municipalidad de
Miraflores tomara la decisión de rescatarla, siendo ahora un buen ejemplo
de “conservación y puesta en valor de un sitio arqueológico“ (Narváez
Luna, J.J., 1998).

3. Explotación
Uno de los fenómenos de impacto negativo que se hace presente al con-
vertir los monumentos en atractivos turísticos es la transformación de las
comunidades indígenas o urbanas en fuentes de mano de obra barata,
en empleados de segundo o tercer nivel al servicio de empresas y corpo-
raciones tanto nacionales como extranjeras. Incluso, los propios nativos
son vistos como atracciones exóticas; ejemplos: la zona arqueológica de
Chichén Itzá, Yucatán, es una de las ciudades mayas más importantes del
periodo postclásico en el área maya (900-1200 d.C.). A su derredor se ha
desarrollado una de las infraestructuras hoteleras mas importantes y
modernas del país, orientada principalmente al turista norteamericano
y europeo. En dichos hoteles se puede experimentar no solo el racismo
contra los propios mexicanos y nativos, sino además la explotación de
los mayas, quienes trabajan como afanadores, ayudantes de cocina, jar-
dineros, etc. En este caso vemos como una zona arqueológica ha im-
pactado positivamente a la región, al convertirse en el principal foco de
atracción de la península yucateca, favoreciendo una importante derra-
ma económica hacia tres estados de la República mexicana: Campeche,
Yucatán y Quintana Roo. Por el contrario, ha ocasionado un impacto ne-
gativo al propiciar un cambio radical en las costumbres, usos y activida-
des de la comunidad, al pasar de agricultores a empleados a sueldo
o artesanos. Sin embargo, aunque esto representa para ellos el beneficio
de tener un ingreso mínimo seguro, no ha mejorado su calidad de
vida(Ramírez Castilla, G., 1997 b).
Chichén Itzá rinde tributo y magnifica los logros de la antigua
civilización maya, pero al mismo tiempo pone un velo sobre la cultura
maya viva en donde los indígenas pasan desapercibidos. Los amplios co-
nocimientos adquiridos durante décadas de investigación por los cientí-
ficos no han incidido en el mejoramiento de su educación. ¿No deberían
ser ellos, en primera instancia, los legítimos empresarios y usufructuarios
de los beneficios que dejan la exhibición y estudio de sus monumentos?
¿No debería promoverse entre ellos la valoración y difusión endógena
de su cultura y tradiciones?

54
El impacto social en Tamaulipas
Tamaulipas

En Tamaulipas se han dado varios casos de conservación o rescate de zonas


de monumentos dignos de comentarse, porque han generado un beneficio
de las condiciones de vida de la sociedad tamaulipeca. Dichos proyectos
han sido impulsados principalmente por el gobierno en sus tres niveles, mu-
nicipal, estatal y federal, así como fideicomisos, bajo la supervisión del INAH.
En Tamaulipas, a raíz de la creación de la delegación estatal del Instituto
Nacional de Antropología e Historia, en 1995, se ha venido consolidando
una importante labor de concienciación entre la sociedad civil y el gobierno,
con lo que se han logrado impulsar importantes iniciativas municipales y
estatales para el rescate de centros históricos, edificios históricos, así como
la creación de museos y la apertura de zonas arqueológicas al público. Por
citar algunas cifras, antes de 1995 sólo se estaba trabajando en el Centro
Histórico de Tampico, actualmente se están ejecutando proyectos en siete
ciudades más. Había sólo dos zonas arqueológicas abiertas al público; ac-
tualmente tres y está por abrirse otra mas. Había tres museos, actualmente
seis y se están impulsando las iniciativas de otros ocho.
En los centros históricos de Tampico, Matamoros, Nuevo Laredo y Ciu-
dad Mier, la reactivación económica, el aumento de la seguridad pública, el
mejoramiento del ambiente, la imagen urbana y el arribo de turistas son
notorios, lo cual se traduce en una mejora de la calidad de vida de la pobla-
ción. Logros de otra índole, pero no menos importantes son: la impartición
de dos cursos de diplomado y tres talleres regionales en restauración de
edificios y sitios históricos; la promoción de reglamentos de centros históri-
cos en diversas ciudades de la entidad, así como la aprobación de una ley
estatal del patrimonio cultural y la restauración de edificios en “Antigua Ciu-
dad Guerrero”, uno de los conjuntos de monumentos de los siglos XVIII y XIX
más importantes del noreste de México.
Cabe señalar que también, como reacción colateral a las acciones
de conservación, se ha incrementado la demolición y destrucción parcial de
inmuebles históricos, en las principales ciudades del estado.

La pr otección del patrimonio edificado, expectativas para el siglo XXI


protección

La frustración de una nueva ley del patrimonio cultural en México

México guarda una valiosa experiencia en la protección de su patrimonio


cultural mueble e inmueble, misma que se remonta hasta la época colonial;
sin embargo, es hasta 1934 que se crea una ley específica, la Ley sobre Pro-
tección y Conservación de Monumentos Arqueológicos e Históricos, Pobla-
ciones Típicas y Lugares de Belleza Natural y hasta 1969 que, la Ley General
de Bienes Nacionales, establece claramente y por primera vez que “son bie-
nes de dominio público los monumentos arqueológicos, históricos y
artísticos, muebles e inmuebles de propiedad federal”. Este precepto es la
base de la Ley Federal sobre Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísti-

55
cos e Históricos, promulgada en 1972; misma que establece en su artículo
27: “Son propiedad de la Nación, inalienables e imprescriptibles, los monu-
mentos arqueológicos muebles e inmuebles” (Ramírez Castilla, G., 1997a).
En 1998 el Senado de la República mexicana presenta para su análisis
una iniciativa de ley general del patrimonio cultural de la nación, que ven-
dría a sustituir a la vigente de 1972. A pesar de que en los últimos 15 años se
habían venido criticando las carencias, fallas y vacíos de la Ley del 72, y a
pesar de que en diversas ocasiones el personal académico, así como algu-
nas autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia, habían
declarado la necesidad de establecer una nueva ley que superara a la vigente,
cuando finalmente el Senado presentó la propuesta, la reacción, no
únicamente de los especialistas, sino del público en general, fue de cautela
y rechazo en la mayoría de los casos.
Pero uno de los acontecimientos que vale la pena destacar, es que esta
iniciativa fue llevada a una amplia discusión entre diversos sectores de la
población interesados en el patrimonio cultural, aunque no fueran
especialistas, a través de foros que organizó el INAH a lo largo del país. La
asistencia fue asombrosa. El hecho de que una ley de este tipo haya sido
sometida a la opinión pública, previo a su análisis dentro de las cámaras
legislativas, constituye un hecho inédito en la vida política de México, y
considero que ésta debería ser el método democrático en lo sucesivo. Sin
embargo, este sólo fue el principio. Una serie de posturas se derivaron en
torno a la iniciativa, entre las que prevalecieron las siguientes:

1. El INAH esta en contra de cualquier alternativa que implique la privatización


del patrimonio cultural.
2. La iniciativa promueve la privatización del patrimonio cultural al conce-
der, en el artículo 29, “la utilización, aprovechamiento, disposición, cus-
todia y resguardo de los monumentos arqueológicos y aquellos otros
históricos o artísticos de propiedad federal, muebles e inmuebles, a las
dependencias y organismos de carácter público de los tres niveles de
gobierno, así como a las instituciones y personas físicas y morales que así
lo soliciten...” etc.
3. La creación del Sistema Nacional de Coordinación en Materia de Protec-
ción, Acrecentamiento y Desarrollo Cultural, súperorganismo conforma-
do por secretarios de estado, gobernadores y algunos académicos, al
cual quedarían supeditados el Consejo Nacional para la Cultura y Las Ar-
tes y el INAH; en consecuencia, fue visto por algunos como una “prepara-
ción estratégica y logística“ para la privatización (Machuca, Jesús A., 1999).
4.- Finalmente, la iniciativa, a juicio de un amplio grupo de académicos,
sindicalizados, ciudadanos y algunas autoridades, aunque ampliaba el
concepto de patrimonio cultural y tenía novedosas propuestas dignas de
tomarse en cuenta, en general no cubría las fallas y carencia de la Ley del
72; es decir, que no la superaba, por lo que la balanza se inclinó en favor
de realizar únicamente algunas reformas sustanciales a la ley vigente.

56
Si bien esta iniciativa no fue aprobada ni tampoco las reformas pro-
puestas a la Ley del 72, la polémica nacional que ocasionó demostró que
la sociedad y el propio INAH, tienen la suficiente madurez y experiencia
para discernir lo más conveniente en cuanto a protección, conservación,
investigación y difusión del patrimonio cultural; además dejó ver clara-
mente que un amplio sector de la sociedad está interesado en dicho pa-
trimonio y dispuesto a asumir, junto a las instancias normativas, la
responsabilidad de custodiarlo.

Desafortunadamente, para los que tenemos la obligación de aplicar


cotidianamente la ley, se perdió una valiosa oportunidad de conseguir una
reglamentación adecuada en esta difícil materia; sin duda habrán de pasar
otros años antes de que una nueva iniciativa encienda otra vez la polémica.
México y América Latina comparten una historia común en muchos as-
pectos; e igualmente poseen una enorme y rica variedad de patrimonio
edificado, producto de su milenaria historia. Este patrimonio, que en su
mayor porcentaje no está en museos ni centros de investigación o institu-
ciones gubernamentales sino en la calle, en las casas, en las montañas, en
las ciudades o en el paisaje natural que nos rodea, es el legado de nuestros
antepasados y está en las manos de las comunidades que, por azar o por
derecho lo heredaron. Pero también compartimos los problemas económi-
cos y sociales que nos aquejan, y que son muchos.
Como naciones en vías de un desarrollo “económico y tecnológico”, no
cultural, carecemos de los recursos financieros para atender totalmente la
conservación, estudio y difusión de ese patrimonio. Por otra parte, desde
la perspectiva de nuestros gobiernos, la cultura, si bien sirve como bandera
para enaltecer a la nación, en los presupuestos anuales ésta ocupa un lugar
ínfimo, vicio que se repite en los tres niveles: federación, estado y municipio.
Por lo anterior, es necesario considerar la alternativa social, es decir, que
la sociedad civil participe activamente en la conservación, estudio y difusión
de su patrimonio cultural, bajo la supervisión de las instancias normativas.
Que se busquen los mecanismos de inversión para la iniciativa privada, de
modo que el patrimonio pueda ser aprovechado como generador de recur-
sos, sin menoscabo de sus valores ni de la soberanía del Estado y sin expo-
nerlo a la mercantilización. Un estudio de impacto social obligatorio, para
los proyectos que involucren la conservación, uso o disfrute del patrimonio
cultural edificado, permitiría conocer la manera más conveniente para cana-
lizar el impacto positivamente, planeando de antemano la distribución de
beneficios, previendo los conflictos y otorgando alternativas a la sociedad
para participar en esas tareas, no sólo como receptores, sino como inversio-
nistas, empresarios, líderes o custodios.
La creación de un museo, la apertura de una zona arqueológica o exhibi-
ción de un monumento pueden ser motor de progreso y prosperidad para
toda una comunidad y, en algunos casos, su única opción.
Por último, creo conveniente proponer que se promueva ante las institu-
ciones culturales y académicas la realización de estudios de impacto social

57
como requisito para la ejecución de proyectos de restauración, uso o disfru-
te de un monumento, o conjunto de los mismos, de la misma manera que se
realizan estudios de impacto ambiental como requisito para autorizar obras
de infraestructura.
E stos estudios ayudarían a planear una obra de conservación de una ma-
nera adecuada, a la vez rescatarían la memoria y expectativas de cientos de
comunidades que podrían verse beneficiadas o afectadas. El establecimien-
to de una metodología apropiada para esta clase de estudios deberá ser un
paso previo, así como la preparación de especialistas en este campo. Puedo
anticipar que esta materia propiciará el acercamiento y participación de otros
especialistas como antropólogos, sociólogos y trabajadores sociales, a un área
tradicionalmente ajena a ellos: la conservación y salvaguarda de nuestro va-
lioso patrimonio cultural edificado.

58
Conv ersus
El patrimonio: conservar y usar,
un maridaje institucional
Aída Montes de Oca*
Nahúm Noguera Rico**
México
aida_mdeoca@hotmail.com
direccion.dos@inah.gob.mx

P roteger el patrimonio cultural y natural es una de las demandas de la


sociedad actual para satisfacer la necesidad de reconocer su propia iden-
tidad. Para ello es necesaria la definición e instrumentación de políticas com-
partidas que permitan garantizar la permanencia y disfrute del patrimonio
como bien social con acceso a las mayorías.
Como científicos sociales, parte de nuestro quehacer se enfoca al estu-
dio de la construcción, valoración, usos, disfrute y beneficios en torno al
patrimonio cultural. De hecho, el no asumir un compromiso de análisis y
propuestas que concilien las diferentes expectativas relacionadas con
el patrimonio sería una grave omisión en nuestras responsabilidades
profesionales con la sociedad en general.
En este sentido, el primer punto de análisis es entender las diferentes
acepciones que alrededor del patrimonio se han edificado; esto no con la
ingenua pretensión de que todos hablamos el mismo idioma, sino que cuan-
do al menos entendamos que es lo que pretenden y dicen los diferentes
sectores. Así, el patrimonio es el vínculo entre la gente con su historia, su
presente y su proyección; es manifestación simbólica de las identidades cul-
turales, ayuda en la comprensión y diferenciación entre etnicidades y culturas.
Recientemente en el ámbito institucional nacional e internacional, más
no en el académico, se ha tratado de posicionar o recuperar el llamado pa-
trimonio intangible, en gran parte como resultado de los problemas mun-
diales con el reconocimiento de derechos de las minorías étnicas, en un
contexto que perfila la desintegración de los Estados-Nación.
No obstante, la protección del patrimonio intangible no es tarea fácil
debido a que aún no se determinan ni consolidan los mecanismos e instru-
mentos técnicos y jurídicos que den respuesta a las demandas de conserva-

* Etnohistoriadora. Investigadora de la Dirección de Operación de Sitios, INAH.


** Arqueólogo, Director de la Zona de Monumentos Arqueológicos de El Tajín, Ver.
ción y uso de un patrimonio que se expresa de manera efímera y que es
difícil de comprender por aquellos que no formen parte del grupo que lo
construye.
Vale la pena recordar que en las tradiciones patrimoniales, materiales e
inmateriales, lo único que se preserva es el cambio. Por ello, asumir una
posición purista u ortodoxa sería un error y una irresponsabilidad como cien-
tíficos sociales, dejándonos incapaces de dar alternativas y respuestas para
dirimir las demandas y confrontaciones de los diferentes sectores sociales,
lejos de paternalismos o de liderazgos oportunistas.
En este contexto, es diagnóstico que el analísis de las variaciones en la
definición del patrimonio, en su mayoría se reducen a listados de bienes
materiales y ocasionalmente a lo inmaterial. Pocas o nulas definiciones se
sustentan en los procesos sociales y carácter intersubjetivo de la conforma-
ción del patrimonio y sus referencias con la realidad.
Por el contrario la tradicional construcción de definiciones y acervos pa-
trimoniales de lo tangible e intangible incluye un listado positivista como el
siguiente:

• Sitios arqueológicos • Artesanías


• Ciudades históricas • Documentos
• Construcciones modernas • Cintas cinematográficas
• Áreas Naturales Protegidas • Tradición oral
(incluidas todas las • Idiomas y dialectos
categorías) • Eventos festivos
• Sitios sagrados naturales • Ritos y creencias
(sitios naturales con valor • Música y canciones
religioso para algunas • Danzas
culturas) • Medicina tradicional
• Paisajes culturales • Literatura
• Patrimonio cultural • Tradiciones culinarias
subacuático • Deportes y juegos
• Museos tradicionales
• Bienes muebles

No obstante, un avance importante es la constitución de un grupo de


especialistas y documentos internacionales para su reconociemiento,
preservación, protección y usos, como un detonante más para el desarrollo
humano (individual y colectivo). Dando un mayor énfasis en no reproducir
propuestas irresponsables que proyecten al patrimonio como la panacea
del desarrollo social, lo que traería como consecuencia falsas expectativas.
Con base en lo anterior, proponemos que un análisis del patrimonio debe
de empezar con la consideración de que el objeto de estudio es el sistema
social que lo crea y transforma permanentemente. La infinidad de compo-
nentes culturales y naturales designados como bienes patrimoniales es, bajo
este planteamiento, consecuencia no premisa y cuya enunciación sólo es

60
pertinente para fines específicos y prácticos, como son las acciones de
manejo, conservación, operación, legislación, protección, preservación,
gestión, entre otras. Es hasta este momento cuando vale la pena preocuparse
por demarcaciones de lo arqueológico, lo histórico, lo paleontólogico, y las
diferentes categorías de áreas naturales
En concreto, podemos hablar de la existencia de un sistema patrimonial
definido como:
El conjunto de bienes, culturales y/o naturales, tangibles e intangibles, que
desde la intersubjetividad de una sociedad son definidos como propios y
valorados como importantes. Esta valoración siempre hace referencia a ele-
mentos englobados en procesos históricos relacionados, que van desde los
campos de la economía, la política, la cultura, la ciencia y la identidad, cuyas
condiciones de reproducción están en parte determinadas por un entorno
ambiental. En esencia. a lo que se hace referencia es al funcionamiento de
un sistema, pero con énfasis en la perspectiva de la construcción del patri-
monio, por ello estipulativamente se le ha denominado sistema patrimonial
(Noguera, 2002).

El INAH y el manejo de sitios patrimoniales

El visitante que ingresa a una zona arqueológica o un museo no es un especia-


lista en alguna disciplina social, que no piensa en legado cultural de antiguas
civilizaciones ni en las grandes contradicciones del desarrollo social, sino que
surgen demandas y comentariossobre nuestros satisfactores en nuestro
carácter de simples visitantes.
No sólo nos cuestionamos sobre contenidos sino que como simples visi-
tantes que acuden a estos espacios, evaluamos si está limpio, y si hay una
serie de servicios que no sólo nos hagan satisfactoria la visita sino que nos
permita llevar a cabo el recorrido (p.ej. los discapacitados), esto es, si existe
información de seguridad, circulación, tránsito, si hay sanitarios suficientes y
limpios funcionando, medios de comunicación, servios médicos, personal
que cuide y nos oriente.
Lo más sorprendente es cuando los cuestionamientos abarcan aspectos
temáticos de aquello que nos maravilla, pero nos quedamos sin entender
de qué se trata o significa lo que observamos. El resultado es otra pregunta:
¿Será que los arqueólogos, antropólogos, historiadores, etnohistoriadores
fueron los que inventaron los discursos y aún así no satisfacen el conocimiento
primario de cuándo las construyeron, como las construyeron, para qué las
utilizaban, quiénes y cómo eran las que las utilizaban, dónde dormían, comían,
defecaban, en que se parecían y diferenciaban de nuestros modos de vida?
Y lo más importante: para que preservar e invertir recursos en su conservación.
Lo señalado nos perfila el reto deatender una serie de requerimientos
operativos para ofrecer una visita pública de calidad en sitios patrimoniales,
que no se quede en la construcción erudita o académica de lo que es el
patrimonio, sino que dé cuenta la demanda social para su conservación,
disfrute y uso. En ese sentido, de igual forma deben ser congruentes el

61
desarrollo de técnicas, estrategias y la dotación óptima de recursos (humanos,
materiales y financieros) para su investigación, conservación, protección,
difusión y administración.
Con esta preocupación y perspectiva, en 1994 el INAH instaura un pro-
yecto de señalización a través de la creación de la Dirección de Seguimiento
de Operación y Servicios en Zonas Arqueológicas ( DSOSZA), dando inicio
con la identificación de necesidades de servicios en zonas arqueológicas.
Este proyecto se fue transformando y a partir de finales del 2000 se formaliza
el área en la estructura del INAH como Dirección de Operación de Sitios (DOS),
que no sólo se encarga de la señalización, sino que gestiona el desarrollo e
instauración de procesos de planificación en sitios con valor patrimonial que
culmine en propuestas de plan de manejo, los cuales se sustentan con
propuestas, experiencias y planteamientos hechos por diversas instancias
El proceso es participativo y no sólo significa aportar ideas o la discusión
de reglamentaciones, sino también corresponsable en la operación del sitio
patrimonial.
Un aspecto importante del proceso de planificación es la integración del
equipo de investigación, procurando la participación de los diferentes
sectores que tienen interés y de una u otra forma participan en la operación
del sitio e influyen en su preservación y/o en el desarrollo socioeconómico
local. También se congrega a los diversos especialistas para que proporcionen
conocimiento y experiencia para el desarrollo de los proyectos específicos.
Como definición, podemos decir que los planes de manejo son docu-
mentos que definen los lineamientos generales y las acciones que buscan
asegurar la conservación integral y uso sustentable de los bienes patrimo-
niales. También es una guía que ayuda a las autoridades responsables a tomar
las decisiones en relación con la conservación y el uso del patrimonio cultural
y su entorno natural. Asimismo, sirve como instrumento para vincular el apoyo
y la participación de la sociedad civil, con los sectores de gobierno, así como
con las diferentes instancias involucradas en su operación.
Los planes de manejo están sustentados en las actividades que por ley
corresponden al instituto: la conservación, la investigación, la difusión, la
administración del patrimonio cultural. Con la ejecución de los planes de
manejo, el INAH estará a la vanguar dia en sus pr
vanguardia opuestas de conser
propuestas vación,
conservación,
gestión, pr otección y salvaguar
protección da del patrimonio cultural, ya que éstos
salvaguarda
son una herramienta que puede modificarse de acuerdo con las necesidades
de operación y manejo de los sitios con valor patrimonial que estén abiertos
a la visita pública y en custodia del propio Instituto
Con el acelerado ritmo que ha adquirido la puesta en valor de los sitios
patrimoniales, es necesario llevar a cabo una planeación integral de
conservación y operación de los sitios con valor patrimonial (zonas
arqueológicas, museos, monumentos históricos, ciudades patrimonio) a
través del uso sustentable; la promoción del conocimiento científico local y
regional; la función educativa y social permanente, integrando a las
comunidades aledañas; así como remarcando la importancia del patrimonio
cultural como un elemento de desarrollo para la región donde se localiza.

62
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63
Conv ersus Patrimonio Industrial Minero, Caso:
Cerro de San pedro
Miguel Iwadare*
México

miwadare@yahoo.it

S i tuado a unos veinte kilómetros de la ciudad de San Luis Potosí, entre


una cañada y rodeado de un paisaje agreste y calcinado por el sol, se
yergue el Real de Minas de cerro de San Pedro, pueblo fantasma que con-
tribuyó de forma importante a la riqueza de Nueva España.
Este territorio formaba parte de los cotos de caza de los guachichiles,
una de las tribus chichimecas más belicosas que habitaron la región centro
norte de México durante el siglo XVI. El capitán mestizo Miguel Caldera, al
enterarse de la existencia de yacimientos de plata y oro por parte de un
indio adornado con una “pintura amarilla” de evidente origen metálico, or-
ganizó una entrada a las colinas junto con un selecto grupo de compañeros.
Fue el 4 de marzo de 1592 cuando este grupo comandado por Pedro de
Anda llega al cerro y hace las primeras denuncias de minas a nombre
de Miguel Caldera, dándole el nombre de San Pedro al cerro principal.
“Dióse el bramo y acudieron muchos españoles”, el nombre de Potosí
ya estaba en el aire, nacido de rumores de minerales en la región, y de la
Informados núm 2, esperanza de que su descubrimiento rivalizara con las riquezas del fabuloso
Año 1, 2000. Potosí de América del Sur.
La historia de la ciudad de San Luis Potosí está íntimamente ligada con
el cerro de San Pedro, ya que la escasez de agua en ese lugar hace que
los españoles trasladen su sede administrativa al valle, en donde se encon-
traba una ermita franciscana y asentamientos de indios guachichiles pacifi-
cados.
Fue así como el 3 de noviembre de 1592 se funda la villa de San Luis y se
trazan las primeras cuadras alrededor de la plaza mayor. En 1658, el rey Fe-
lipe IV confirma el título de ciudad y le otorga su escudo de armas, el cual
contiene la imagen del rey San Luis parado sobre el cerro de San Pedro en
un campo azul y oro, con dos barras de oro y dos barras de plata. A los pies
del cerro se pueden ver tres socavones de las minas.

* Arquitecto. ICOMOS de México, San Luis Potosí


Gracias a las riquezas extraídas de las minas del cerro de San Pedro, San
Luis llega a convertirse en la tercera ciudad más rica de la Nueva España,
después de la ciudad de México y Puebla. Esto se refleja en la fina hechu-
ra de sus edificios civiles y en la grandeza de sus templos.
El cerro de San Pedro vivió tres bonanzas importantes, la última inició en
el año de 1920 cuando la compañía minera ASARCO (American Smelting and
Refinary Company) comenzó a hacer trabajos de exploración y terminó en
1950 al abandonar el lugar. Desde entonces, el pueblo cayó en un letargo,
despoblándose cada día más. Actualmente viven en el pueblo unas cien
personas dedicadas a la minería. A pesar de esto, la riqueza del cerro de
San Pedro aún es visible desde la lejanía, ya que su peculiar traza urbana
todavía se conserva.
Al pueblo se accede a través de un camino trazado en el lecho de un
arroyo seco y está enmarcado por las ruinas de las casas y los edificios dedi-
cados al comercio. Desde la plaza principal se puede ver el Cerro de San
Pedro y los socavones de las minas y en las faldas de éste se vislumbra
el trazado de lo que fuera el famoso “Piojito”, el tren que portaba el material
a las fundidoras de San Luis.
Otra peculiaridad del pueblo es que posee dos templos, ambos del siglo
XVII . Uno, el de San Pedro Apóstol se encuentra frente a la plaza principal, el
otro, dedicado a San Nicolás Tolentino, patrono de los mineros, aislado en
una orilla del pueblo.
Del otro lado del cerro podemos encontrar las ruinas de lo que fuera el
sitio principal de explotación de los yacimientos de oro y plata, los edificios
administrativos de la ASARCO, los patios de lixiviación y las instalaciones que
el ejército mexicano poseía para resguardar los explosivos.
Todas las estructuras industriales, así como el núcleo urbano del cerro de
San Pedro y su traza urbana se pueden rescatar casi al cien por ciento, ya
que el estado de degradación se debe a factores ambientales y al abandono
de la población, por lo que las estructuras de los inmuebles no han sufrido
alteraciones ni modificaciones importantes en los últimos cincuenta años.
Aunado a todo esto, descubrimos en su entorno natural, árido a primera
vista, una riqueza en flora y fauna típicas de la región. Existen cinco variedades
de cactáceas en peligro de extinción.
Desgraciadamente, cuando se habla de rescatar y conservar el patrimonio
histórico del lugar, los expertos y las autoridades hablan sólo de los templos
y de algunas construcciones relevantes en el núcleo urbano, olvidándose com-
pletamente de los restos de actividad minera, edificios industriales, tiros de
minas, socavones, piletas y demás vestigios de explotación del mineral, así
como de la maquinaria, que ha desaparecido casi en su totalidad.
Desde hace unos años, la compañía Minera San Xavier ( MSX), filial de la
canadiense Glamis Gold, ha estado haciendo trabajos de exploración para
volver a explorar los yacimientos de oro y plata del lugar. Grupos
ambientalistas y organismos encargados de proteger el patrimonio históri-
co de la región han mostrado su rechazo al proyecto de la Minera San Xavier,
ya que éstos pretenden trabajar con un sistema llamado “tajo a cielo abierto”

65
el cual consiste en crear un cráter de más de doscientos metros de profundi-
dad por quinientos de diámetro a tan solo cincuenta metros de la plaza
principal, y recuperando el oro y la plata mediante un proceso de cianuración
por lixiviación a montones, lo cual coloca en grave riesgo el equilibrio ecoló-
gico del lugar y los monumentos históricos del pueblo. Sorpresivamente, el
Gobierno del estado otorga el permiso de explotación y uso de suelo a la
compañía minera el 5 de mayo del año 2000, a pesar de la oposición de los
habitantes del lugar y de los grupos que protegen el patrimonio histórico y
natural.
Lo más grave es que el lugar de la explotación es precisamente el cerro
de San Pedro, el mismo que está plasmado en el escudo de la ciudad de
San Luis Potosí y en donde se encuentran los históricos socavones denun-
ciados por los exploradores españoles hace más de cuatrocientos años, por
lo que en lugar de el cerro, la compañía minera, dejaría el cráter descrito
anteriormente. Del mismo modo, desaparecerían las estructuras industriales
de principios del siglo XX, los patios de lixiviación de la compañía ASARCO, la
traza del tren “el Piojito”, las habitaciones del personal adepto a las minas y
una importante red de caminos, así como una importante cantidad de tiros
y socavones, bocaminas y túneles, algunos de ellos con más de cuatrocien-
tos años de antigüedad, ya que el patrimonio industrial de la zona no está
contemplado en los planes de protección y conservación.
Al desaparecer todos estos testimonios de actividad minera se perderá
un importantísimo registro de nuestro patrimonio industrial, por lo que urge
crear políticas de conservación y proyectos de rescate y manejo de los sitios
mineros que dieron al país la riqueza mineral que todos conocemos.

66
Retrospectiva
Avances en la operación del Plan de manejo de la Zona Arqueológica
Sierra de San Francisco, Baja California Sur, México
*María de la Luz Gutiérrez
México

lucero@cabonet.net.mx

E
InformaDOS núm 1 l Plan de Manejo de la Sierra de San Francisco surge como una res-
Año 1, 2000.
puesta a la necesidad de conservar una de las áreas rupestres más
importantes de México y el mundo. Por una combinación de factores
históricos, sociales y geográficos, esta asombrosa región ha permanecido
casi al margen de las alteraciones que conlleva el desarrollo no planificado y
el avance de una modernidad, que casi siempre implica el deterioro del me-
dio ambiente y la destrucción del patrimonio cultural.
De este modo, el arte rupestre gran mural del desierto ventral peninsular
permanece estable y todavía a salvo, especialmente el que se manifiesta en
la sierra de San Francisco y que ha sido inscrito en la Lista del Patrimonio
Mundial de la UNESCO.
Este plan de manejo se remonta en sus orígenes al inicio de la década de
los ochenta, cuando la que suscribe tuvo el primer acercamiento a estas
cordilleras centrales. Así, después de muchos años de un contacto directo
con la zona se logró identificar dos factores indispensables para la planifica-
ción de cualquier estrategia de conservación: 1) el recurso cultural que se
deseaba proteger y 2) las problemáticas generadas por falta de control de
las actividades turísticas.

Un poco de historia

Durante años la zona arqueológica estuvo sometida a un proceso en el cual


las dinámicas de movimiento turístico y las actividades que de éste se origi-
naron impactaron en diversos grados los sitios rupestres, principalmente los
del estilo gran mural; a mediados de la década de los ochenta el recién
fundado Centro INAH-BCS aplicó algunas medidas enfatizando la protección
de los sitios pictóricos, pero desgraciadamente, tanto el creciente aumento
del turismo como la diversificación de sus actividades “enmascarando” otras,
hizo que estas medidas fuesen rebasadas.

*Arqueóloga encargada de la Zona Arqueólogica Sierra de San Francisco

67
En 1994, diversas instancias interesadas en la preservación de este patri-
monio coincidieron en la necesidad de unificar criterios y establecer un mar-
co normativo que fuera la base para decidir las políticas y estrategias que
nos permitiesen un modo más eficiente de proteger esta zona arqueológica.
Surge entonces el documento denominado Plan de Manejo de la Zona
Arqueológica de la Sierra de San Francisco (1994), el cual es resultado de un
proceso de diálogo y conciliación entre todas las partes involucradas con este
patrimonio arqueológico, es decir, las comunidades serranas, los prestadores
de servicios turísticos, el gobierno del estado de Baja California Sur, la Asocia-
ción Amigos de Sudcalifornia, el Instituto Getty y por supuesto el INAH.
Es necesario subrayar que la protección de una zona arqueológica de
estas características, con sus cientos de kilómetros cuadrados y múltiples
accesos, requirió del trabajo de muchos años, pero sobre todo, del recono-
cimiento del problema por parte de las comunidades serranas y la acepta-
ción de la que suscribe en el seno de dichas comunidades. Esto implica
asumir un compromiso de protección hacia el recurso cultural que como
arqueólogos investigamos.
Resumiendo, gran parte del éxito logrado se debe a:
1) el reconocimiento del gran papel que jugaron por lo
menos dos generaciones de guías-arrieros en la conser-
vación de este patrimonio;
2) la toma en cuenta de todos los involucrados con este
patrimonio y las decisiones consensuadas;
3) la aceptación por parte de las comunidades de nuestro
compromiso como investigadores para la protección del
patrimonio;
4) la incorporación de los custodios de esta zona a una inno-
vadora forma de proteger el patrimonio, de acuerdo con
las peculiaridades de la región: esto los ha habilitado
para realizar un amplio margen de actividades que
difieren mucho del tradicional papel que generalmente
se asigna a los custodios. Con esto queda demostrado
que la confianza y la capacitación pueden lograr un
eficiente y comprometido desempeño de las tareas de
protección.

Sin embargo, no todo en este balance resulta positivo. Se me ha pedido


que hable de mi experiencia en torno a esta estrategia de protección, ahora
debo señalar que el principal problema que enfrenta la zona emana de las de-
ficiencias de un complejo aparato administrativo, lo que resulta en la imposi-
bilidad de aplicar 100 % de las estrategias del plan y a realizar menos de 25%
de las tareas que se han planteado anualmente. Esto indudablemente nos
resta credibilidad en la comunidad regional e internacional.

68
Un balance

Para asegurar el éxito de este plan de manejo, el monitoreo regular y la


revisión de su instrumentación son esenciales. Actualmente la perspectiva
se centra en consolidarlo y sobre todo asegurarle una sustentabilidad
económica, ya que el mayor problema que enfrenta es la constante escasez
de recursos, o bien, la asignación tardía e incompleta de los mismos.
La designación de la sierra de San Francisco como Patrimonio Cultural
de la Humanidad ha incrementado nuestro compromiso para lograr su pro-
tección y preservación. Sin embargo, actualmente esta designación ha traí-
do consigo más desventajas que ventajas.
Entre otras cosas, esto se debe a que, el incremento del turismo debido a
esta nominación, no se ha visto acompañado por un incremento en los presu-
puestos de operación o por lo menos la asignación del mínimo indispensable.
Desgraciadamente, en muchas ocasiones los presupuestos se etiquetan como
prioritarios o no prioritarios y no sabemos sobre la base de qué criterios.
Es paradójico que siendo este plan de manejo el primero que se puso en
marcha en nuestro país y el que ha creado un considerable interés en el ám-
bito internacional, sea uno de los que menos apoyo recibe. Es absurdo que
siendo esta zona un área montañosa que aglutina cerca de 300 sitios gran
mural y cientos más de otra naturaleza, continúe siendo un área marginada
en todos los sentidos. Es incongruente que el estar en la Lista de Patrimonio
Mundial, sólo sea una etiqueta que da prestigio al país, pero que, como ges-
tores de la zona arqueológica, nos ha creado más problemas que beneficios.
No tengo la certeza, pero percibo que tal vez esto se deba a que la sierra no
recibe más de 2 000 turistas al año, y éste podría ser el indicador tomado en
cuenta para asignar o no, completo o incompleto, a tiempo o a destiempo el
presupuesto. Si este es el criterio, creo que es demasiado injusto.
El grado de protección de una zona arqueológica no puede ser definido
en términos de su productividad turística. Creo que es urgente cambiar a
fondo los criterios en las áreas administrativas del INAH, que durante años
han privilegiado a ciertas regiones del país. Es necesario también reconocer
los diversos grados de vulnerabilidad de los contextos arqueológicos que
se manifiestan en México y, en consecuen-
cia, las diferentes estrategias que cada uno
requiere para asegurar su preservación. En
este sentido, creo que no es difícil compren-
der que aun cuando no recibamos cientos de
miles de turistas al año, la fragilidad del arte
ruprestre necesita de mayores apoyos para
lograr su conservación.
La presión sobre los sitios cada vez es ma-
yor y el daño que sufren es irreversible. El arte
rupestre no puede ser consolidado ni reinte-
grado.

69
El control de una zona arqueológica que se extiende por toda una sierra,
con sus cientos de sitios y un área aproximada de 3 600 kilómetros cuadrados
y con tantos accesos como cañadas que desembocan en el desierto de
Vizcaíno, precisa contar con un director de la zona, del incremento en la
planta de custodios y de la infraestructura en general.
No obstante, a pesar de todo, debo reconocer que se han logrado signi-
ficativos avances en torno a la administración y protección de esta herencia
cultural, gracias a los habitantes de la sierra y a los custodios de la zona ar-
queológica, quienes se han comprometido con esta colosal tarea. Vaya, aquí
un reconocimiento a su labor. Por último quiero añadir que éste es un plan
de manejo preventivo, no correctivo y que aún estamos a tiempo de asegurar
a largo plazo el equilibrio que conserva esta maravillosa zona arqueológica.
Reseña de la experiencia en la operación del Plan
de Manejo de la Zona de Monumentos Arqueológicos
de Monte Albán, Oaxaca, México
*Nelly Robles García
México

nrobles.zama@inah.gob.mx

S
InformaDOS núm1, iendo el primer ensayo de planificación de las actividades en zonas
Año 1, 2000.
arqueológicas de México, el Plan de Manejo de Monte Albán signifi-
có una nueva experiencia en cuanto a la aplicación de un sistema de
trabajo que fue diseñado para renovar viejos esquemas en la atención de
zonas arqueológicas abiertas al público bajo la custodia del INAH.
A tres años de su aplicación, podemos decir que el esquema básico de
funcionamiento del plan de manejo resultó sumamente beneficioso para el
sitio.
El acceso a los recursos autogenerados de manera constante hacen una
gran diferencia en cuanto a la posibilidad de mantener los espacios abiertos
al público en condiciones óptimas de presentación y atención a los visitantes.
También permitió este esquema el establecimiento de programas per-
manentes, con objetivos a corto, mediano y largo plazo, que le dan un ca-
rácter profesional al manejo del sitio; entre estos programas tenemos:
1. Programa de Conservación e Investigación: mediante éste
se da atención constante a la problemática de deterio-
ros que se pudieran presentar en los monumentos
arqueológicos, en el mismo se priorizan acciones que van
encaminadas a prevenir posibles daños.
2. Programa de Servicios Educativos: este programa se ha
establecido con el objetivo de dar una atención espe-
cializada al sector estudiantil que significa cerca de 25%
de la visita total a la zona arqueológica. Mediante este
programa se sentaron las bases con el sector educativo
del estado de Oaxaca, con el objetivo de hacer un efec-
to multiplicador de nuestro programa con los maestros
de educación básica.

* Maestra. directora de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Monte Albán.


3. Programa de Atención Legal al Polígono de Protección:
en éste se ejecutan las inspecciones oculares y la presen-
tación de denuncias ante las instancias legales en respues-
ta a actos de destrucción del patrimonio arqueológico.
4.- Plan de Contingencia Vacacional: operativo que entra
en vigencia en los periodos más altos de visitas turísti-
cas. El mismo comprende la participación de la sociedad
civil y las instituciones oaxaqueñas, coadyuvando con la
zona arqueológica de Monte Albán en la custodia de los
espacios de visita.

A pesar de las modificaciones que han sido posibles en el funcionamien-


to de la zona arqueológica, hay aspectos del plan de manejo que se han
visto frenados por la falta de participación de ciertas instituciones y de los
trabajadores ATM del INAH.
En este sentido, el reto pendiente es revertir esa tendencia en beneficio
de la conservación del sitio.

72
Crónica de los avances en la operación del Plan de manejo
del Jardín Etnobotánico y Museo de Medicina Tradicional,
Morelos, México
*Teresita Loera Cabeza de Vaca
México
coordinacion.cncpc@inah.gob.mx

E
InformaDOS núm1, l Instituto Nacional de Antropología e Historia está impulsando a tra-
Año 1, 2000.
vés del Centro INAH Morelos, una nueva política y estrategia de con-
servación del Patrimonio en custodia, en este caso, el patrimonio
conformado por el conocimiento y uso cultural de las especies vegetales,
principalmente aquéllas reportadas con usos medicinales en el estado de
Morelos y cuya muestra viva han conformado y consolidado a lo largo de 20
años de investigaciones desarrolladas en este centro, el Jardín Etnobotánico
y Museo de Medicina Tradicional.
En esta nueva estrategia de operación, se reconoce la importancia de la
participación de instancias federales, estatales y de la sociedad en su con-
junto, como copartícipes en la operación, protección, conservación y difu-
sión del patrimonio. Lo anterior permitirá a su vez abrir los cauces para ofrecer
servicios de mejor calidad, mejores condiciones de visita, mejorar o incre-
mentar la presencia institucional, mantener la riqueza estética y contemplativa
del inmueble, y lo más importante, convertir la visita al jardín en una expe-
riencia educativa que coadyuve al entendimiento y respeto a la biodiversidad
y diversidad cultural del país.
El Jardín Etnobotánico y Museo de Medicina Tradicional cuenta con un
plan de manejo que regula el funcionamiento de las áreas que lo compo-
nen, definiendo los objetivos y metas a mediano, corto y largo plazos; las
ne-cesidades de operación, prioridades y acciones futuras. La aplicación de
este documento de planeación busca erradicar la improvisación y la falta
de vinculación entre objetivos y actividades a través de la existencia de una
línea de acción que centre y articule los esfuerzos financieros y humanos
invertidos en el jardín, garantizando su permanencia, su consolidación, me-
jorando su operación y asegurando el cumplimiento de sus objetivos para la
generación y desarrollo de beneficios sociales.

* Restauradora. Investigadora Perito del Centro INAH Morelos


Nos enfrentamos así ante la posibilidad de explorar el gran potencial
turístico, económico, científico y educativo del jardín en beneficio de nues-
tra población; de generar una relación más sana entre las instituciones y la
sociedad civil y de ofrecer nuevas condiciones de operación del jardín. Esta
actitud permitirá dar continuidad al sentido de reciprocidad que ha dado
origen a esta colección viva, incorporando a sectores de la población inte-
resados y sensibles a este proyecto.
En el transcurso de su desarrollo y consolidación, el Jardín Etnobotánico
y Museo de Medicina Tradicional ha luchado por mantenerse vivo y activo
gracias al esfuerzo del personal manual, técnico y de investigación que ha
colaborado y desarrollado su proyecto académico en él.
Recientemente, la Dirección General de nuestra institución ha destinado
recursos para mejorar las condiciones de operación; sin embargo, este es-
fuerzo y suma de voluntades no ha sido suficiente para desarrollar todo el
potencial académico, cultural, científico y de conservación que posee el jardín
y que someramente se enlista a continuación:

Potencial turístico
El jardín representa un alto potencial turístico al ofrecer en la ciudad de Cuer-
navaca, la ciudad de los jardines y de la eterna primavera, un excepcional
jardín botánico de características etnobotánicas, único en el país, en el cual
se hace hincapié en el uso cultural de las especies vegetales principalmente
las del estado de Morelos, como parte del ancestral aprovechamiento y uso,
el cual todavía está vigente.
El Jardín Etnobotánico resultará, sin duda alguna y con la debida pro-
moción, un gran atractivo en el circuito turístico de la ciudad y del corredor
El Jardín Etnobotánico
turístico de la Autopista del Sol, al enriquecer y diversificar la oferta turística y Museo de Medicina
del estado, conformada principalmente por arquitectura prehispánica, co- Tradicional ha luchado
por mantenerse vivo
lonial y religiosa, además de balnearios. De esta manera, el visitante local y y activo gracias al
extranjero podrá encontrar una razón más para incrementar el tiempo de esfuerzo del personal
estancia y/o para pernoctar en la
ciudad de Cuernavaca, solicitando
más servicios e incrementando con
ello la derrama económica de esta
actividad. La ciudad de Cuernavaca,
cuenta también con el “Jardín
Borda”, de características similares;
sin embargo, el Jardín Etnobotánico
y Museo de Medicina Tradicional
cuen-ta con los últimos trabajos de
Foto: Álvaro Laurel Valencia.

investigación, lo que sin duda algu-


na lo coloca en una favorable situa-
ción a nivel municipal, estatal y
nacional.
Además, es importante conside-
rar que la infraestructura turística bá-

74
sica del jardín ya se encuentra desarrollada y que tanto el jardín como el
museo están consolidados como espacios accesibles y con gran proyección
de mejoría.

Potencial científico
El Jardín Etnobotánico no debe ser únicamente una colección viva de ejem-
plares reportados con usos culturales y expuestos con fines didácticos, sino
principalmente un catalizador y generador de propuestas e inquietudes cien-
tíficas en la conservación de la flora local y de poblaciones amenazadas; en
la reintroducción de especies en sus hábitats originales; en el conocimiento
sobre el comportamiento de especies silvestres bajo técnicas de cultivo, taxo-
nomía, etc. A través de las colecciones del jardín, se pueden y deben derivar
investigaciones sobre el uso de las especies, y en general sobre el conoci-
miento y manejo de esos recursos, destacando aquéllas vinculadas con
la importancia potencial para usos comerciales, industriales, textiles, comes-
tibles, entre otras.
Con base en el conocimiento desarrollado en el Instituto Nacional de
Antropología e Historia acerca de los usos culturales, la experiencia en pro-
pagación de especies silvestres, el conocimiento de sus hábitats y requeri-
mientos específicos de las especies, el jardín se encuentra en posición
privilegiada para participar en colaboración con otras instituciones en la
generación de proyectos productivos de características sustentables que
coadyuden a generar mejores condiciones económicas para la población
del estado de Morelos. El cultivo, industrialización y comercialización de plan-
A través de las tas con fines medicinales, no sólo favorecerá la generación de mejores opor-
colecciones del Jardín, tunidades, sino también reducirá la extracción de especies de sus hábitats,
se pueden y deben
derivar investigaciones
además de ayudar a valorar y mantener vivo y vigente el ancestral conoci-
sobre el uso de las miento sobre el uso medicinal de las plantas.
especies, y en general
sobre el conocimiento y
Ejemplares reportados con usos culturales y expuestos con fines
manejo de esos recursos didácticos, sino principalmente un catalizador y generador de propuestas e
inquietudes científicas en la conserva-
ción de la flora local y de poblaciones
amenazadas; en la reintroducción de es-
pecies en sus hábitats originales; en el
conocimiento sobre el comportamien-
to de especies silvestres bajo técnicas
de cultivo, taxonomía, etc. A través de
las colecciones del jardín, se pueden y
deben derivar investigaciones sobre el
uso de las especies, y en general sobre
el conocimiento y manejo de esos re-
cursos, destacando aqueéllas vinculadas
con la importancia potencial para usos
comerciales, industriales, textiles, co-
mestibles, etcétera.

75
Potencial educativo
El Jardín Etnobotánico desarrolla una importante función en la divulgación y
concientización de los valores culturales que dan origen a la conformación de
la colección, sin descartar, por supuesto, el valor científico y ecológico de las
especies. Cada vez más se incrementa el interés de la población por entender
y conservar las prácticas curativas derivadas del uso de plantas medicinales.
Reconocemos, que será ampliamente valioso y de utilidad para incidir en el
visitante la generación y fomento de nuevas actitudes y modelos de compor-
tamiento con respecto tanto a la diversidad cultural, como al uso y apreciación
de los recursos naturales y la necesidad local, nacional y mundial por conser-
varlos. En este sentido, el jardín ofrece una experiencia de primera mano y una
oportunidad única que no ha sido totalmente explotada y dimensionada en su
gran potencial educativo, ya que en el jardín se reúnen calidad científica, en-
torno estético, accesibilidad, y lo más importante, se reúnen dos patrimonios
integrados en una sola valoración.

El jar dín y el apoyo social


jardín

Estamos conscientes de que la sociedad civil está cada vez más activa
asumiendo responsabilidades y compromisos sociales en el desarrollo so-
cial, promoviendo la eficiencia, la calidad, el espíritu empresarial y las inno-
vaciones en el campo cultural a través de su participación, entendida no sólo
como aportaciones filantrópicas, sino una auténtica inversión social en el país.
En este sentido, estamos invitando a la sociedad civil a que participe
con nosotros, activamente con responsabilidad y compromiso social para
generar alianzas intersectoriales que permitan la movilización de recursos y
la generación de una nueva cultura para el cumplimiento de objetivos
particulares de interés público.
Es decir, requerimos:

• Miembros activos, con auténtica voluntad y conscientes de


la gran misión que desempeñamos.
• Interés definido por las actividades culturales y científicas,en
particular por la etnobotánica.
• Convencimiento del gran potencial del jardín.
• Actitud creativa y propositiva para actuar en el marco nor-
mativo de nuestra institución.
• Compromiso para compartir las responsabilidades sociales.
• Voluntad para aceptar, respetar y responder a nuestros
objetivos sustantivos: investigar, conservar y difundir nues-
tro patrimonio cultural.

76
¿Que ofr ecemos?
ofrecemos?

• Oportunidad de participar junto con la institución, en ele-


var un grado de excelencia, un espacio único en México y
América Latina.
• Oportunidad de participar –previa regularización y
normatividad técnica y académica– en la promoción de
un proyecto cada vez más revalorado, que cuenta con un
foro y prestigio de gran cobertura académica nacional e
internacional.
• Metas claras y resultados tangibles.
• Claridad y definición en los niveles de participación, de
los recursos necesarios y de la propia capacidad.
• Sistemas claros y procedimientos transparentes.
• Comunicación abierta y permanente.

Estamos conscientes de que las alianzas intersectoriales no son la res-


puesta fácil o inmediata a nuestras limitantes, debido a la poca experiencia
en el trabajo con aliados no tradicionales y a las características sustantivas
de los diferentes sectores a los que pertenecemos respecto de la estructura
orgánica, operación y funcionamiento general. Sin embargo, es ya impres-
cindible abrir este camino y recuperar las experiencias negativas y favora-
bles en la construcción y consolidación de la estrategia de inversión social a
largo plazo.

77
Conservación y manejo integral en la Zona Arqueológica
de Yaxchilán, Chiiapas, México
Haydee Orea*
México

ayshaorea@yahoo.com

L
a zona arqueológica de Yaxchilán es famosa en el ámbito de los inves InformaDOS núm 1,
tigadores de la cultura maya por la increíble belleza y calidad de sus Año 1, 2000.
monumentos escultóricos, así como por la ri-queza de información
contenida en ellos. Se encuentra enclavada en la llamada “selva lacandona“,
en los límites fronterizos del estado de Chiapas, México, con el departamento
del Petén, Guatemala.
La comunidad lacandona está integrada por grupos indígenas de las etnias
lacandona, chol y tzeltal. La población más cercana a la zona se denomina
“Frontera Corozal“ y se encuentra aproximadamente a 30 kilómetros arriba
de la zona arqueológica. Sus pobladores son de la etnia chol, se realizan
actividades agrícolas y comerciales para su subsistencia, así como la
organización de cooperativas turísticas con el fin de aprovechar los benefi-
cios económicos que la proximidad de la Zona Arqueológica de Yaxchilán
les puede otorgar. Esta comunidad es la más cercana al sitio, comprende a
la zona arqueológica dentro de su jurisdicción territorial.
De 1989 a la fecha, la Coordinación Nacional de Restauración realiza tra-
bajos de conservación de bienes inmuebles por destino, así como de man-
tenimiento de los edificios que los albergan, en coordinación con los
arqueólogos responsables de la zona.
Cuando en 1994 estalla el movimiento zapatista, los efectos para Yaxchilán
no se dejan esperar por la relativa cercanía del sitio a la zona de conflicto:
por motivos principalmente de orden militar se pavimenta el camino de
terracería que comunica a la ciudad de Palenque con Frontera Corozal, con
lo que se redujo el tiempo de recorrido de 8 a 2 horas y media. Con ello au-
mentó drásticamente el tráfico de vehículos y se facilitó el flujo de turistas,
así como de migrantes a la región. Ésta se militariza, se implantan puestos
de vigilancia y retenes a lo largo del camino y el destacamento de marinos

* Restauradora. Perito del Centro INAH-Chiapas.


enclavado en Frontera crece y su presencia se vuelve palpable en el otrora
aislado chol de la selva.
A partir de este año, el número de visitantes a la zona aumenta drás-
ticamente, y los problemas no vistos a la fecha como el vandalismo y el sa-
queo se incrementan. Al pavimentarse esta carretera las consecuencias para
el sitio fueron perjudiciales, ya que no se previeron las medidas necesarias
para reducir el impacto que el aumento en el número de turistas conlleva.
Para 1998, los conflictos políticos y religiosos en Frontera se agudizan y
surgen los primeros grupos paramilitares en la localidad.
Quienes colaboramos en la conservación de este sitio hemos podido apre-
ciar, a través de nuestros recorridos por el área el intenso ritmo de defores-
tación que ha sufrido la región en los últimos once años, y con ello, la drástica
modificación del entorno del sitio en un proceso que a la fecha parece
irrefrenable: la masiva destrucción de la selva lacandona.
Y por ello, en las temporadas más recientes, el grupo de trabajo in-
corporó a biólogos y antropólogos al proyecto, con el fin no sólo de resol-
ver los problemas de conservación de los monumentos arqueológicos, sino
también los de preservación del patrimonio natural.
Esto ha dado pie a un cambio de rumbo en nuestra perspectiva original
de trabajo acerca de cómo resolver los problemas de conservación de la
zona. Nos hemos hecho conscientes de la complejidad de factores externos
que están determinando la futura conservación del sitio y de que no depen-
de exclusivamente del área de conservación resolverlos. Estos factores son
de índole política, social y económica y, en la región en la que se encuentra
Yaxchilán, han propiciado una situación particularmente convulsiva desde
hace varios años.
En este marco social conflictivo iniciamos acciones puntuales dirigidas a
involucrar a la comunidad local en la conservación de la zona arqueológica y
de su entorno natural.
Así, entre 1997 y este año, se realizaron diversos talleres de valorización
del patrimonio cultural y natural de Yaxchilán con la comunidad de Frontera
Corozal, así como talleres interinstitucionales de análisis de amenazas para
la integración del programa de manejo, en los que han participado: biólo-
gos, agrónomos, y especialistas en turismo de la Comisión de Áreas Natura-
les Protegidas, misma que tiene bajo su responsabilidad la protección de las
áreas naturales protegidas por decreto (entre las que se encuentran Yaxchilán);
biólogos y ecólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México;
antropólogos del Instituto Nacional Indigenista y, finalmente directivos,
restauradores, arqueólogos y custodios del Centro INAH Chiapas y de la Coor-
dinación Nacional de Restauración, así como parte del equipo directivo y
jurídico de la Dirección de Operación de Sitios del Instituto Nacional de
Antropología e Historia.
En estas reuniones se han manifestado los diversos puntos de vista de
estas instituciones gubernamentales sobre las posibles soluciones a la pro-
blemática del sitio. Una vez que se logren los acuerdos, se podrá abrir la

79
discusión a otros sectores involucrados, como la misma comunidad, así como
otras entidades estatales a las que también les concierne intervenir, e iniciar
así el trabajo de consenso en los objetivos y de coordinación, en las accio-
nes.
Por otro lado, no contamos en América Latina con experiencia en la ins-
trumentación de planes de manejo: se vislumbran las acciones más no la
articulación de las estrategias; de hecho los modelos norteamericanos o
europeos sólo son parcialmente aplicables a nuestra realidad. Deben
readaptarse para contemplar situaciones que no se dan en otros contextos
culturales: presupuestos irregulares, región en situación de conflicto político-
militar y guerra de baja intensidad, divisiones internas entre los miembros
de la comunidad por diferencias político-religiosas, etcétera.
Por todo lo anterior es fundamental generar un plan de manejo para el
sitio consensado con todos los actores involucrados en la preservación de
los recursos naturales y culturales del sitio y que al menos integre las si-
guientes metas:
Preservar el sitio en su riqueza cultural y natural; continuar y profundizar
las investigaciones sobre él; posibilitar a la sociedad el conocimiento del
sitio mediante programas controlados de visitas; involucrar a la población
local en éstas y en otras actividades que se desarrollen en el sitio, y aplicar
los beneficios económicos generados en el mejoramiento de la región.
De lo contrario y pese a los esfuerzos realizados, la combinación de pro-
cesos de destrucción en curso podrían rebasar a corto plazo, la capacidad
de conservación del sitio.

80
DOS
Integra
Pedro H. López Garrido • México
Biólogo. Dirección de Patrimonio Subacuático

Arqueomoluscos de Punta Mita,


Nayarit, México
plopez@conanp.gob.mx

E l Phyllum mollusca constituye una de las divisiones en la clasificación


zoológica con mayor número de organismos: la conforman cerca de
120 000 especies con formas y colores muy variados. Estos organismos pre-
sentan cuerpo blando, que en la mayoría de los grupos está protegido por
una concha de carbonato de calcio, aragonita o una combinación de am-
bas. En su mayor parte son marinos, aunque también los hay de agua dulce
y terrestres (Barnes, 1986).
Las clases taxonómicas de moluscos más importantes son: gastropoda
con un registro fósil reportado desde el Cámbrico y en la cual se encuentran
organismos marinos bentónicos y planctónicos que se desarrollan en la zona
de marea en aguas poco profundas y hasta regiones abisales a grandes pro-
fundidades; sin embargo, también se encuentran en estuarios, lagunas
costeras, lagos y en tierra en zonas húmedas y áridas.
La clase taxonómica pelecypoda es la segunda gran clase de moluscos,
la mayoría son marinos bentónicos que se encuentran desde zonas poco pro-
fundas hasta zonas abisales en aguas profundas; sin embargo, también es
posible encontrarlos viviendo en estuarios y otros cuerpos de agua salobre.
En el caso de los moluscos con concha, ésta suele presentar ornamen-
taciones, con formas, tamaños, durezas y patrones de coloración variables,
motivo por el cual ésta suele considerarse material que por sí solo suele ser
bello, lo que ha determinado que a través de la historia del hombre hayan
sido utilizados como alimento principalmente por los pueblos costeros o
ribereños y su concha frecuentemente empleada como materia prima de la
que deriva una amplia producción de objetos utilitarios y ornamentales.
Se sabe que el hombre mesoamericano dio gran valor a este tipo de or-
ganismos; sin embargo, dado que sus conchas representan un material más
frágil que la cerámica o la piedra, son vulnerables al intemperismo severo y
requieren de condiciones especiales para su conservación, pero cuando se
dispone del mismo contribuye a darnos una amplia y variada información
sobre el uso que diversas culturas hicieron de estos organismos.

81
Así, a través del estudio de los restos arqueológicos con presencia de
conchas de moluscos, se ha establecido que diversas culturas mesoa-
mericanas les han dado valor como objetos mágicos, religiosos, entre otros,
posiblemente en relación con la asociación al ambiente de donde provie-
nen en gran proporción, el agua en general y el mar en particular.
Los estudios sobre arqueomoluscos en Nayarit son escasos, en la actuali-
dad se concentra en los informes de las excavaciones de la zona, algunas
publicaciones hechas por la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA)
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y recientemente en
los trabajos hechos por García (2000) y López (2002) sobre parte del material
arqueológico de Punta Mita en el estado de Nayarit.
Los trabajos de excavación se realizaron en febrero de 1994 en Bahía de
Banderas, Nayarit, en la localidad de Punta Mita (Fig. 1), por la DSA del INAH,
bajo la dirección del arqueológo José Carlos Beltrán.
El proyecto se llavó a cabo con el objeto de rescatar y obtener los mate-
riales arqueológicos que se encontraban en dicha área, debido al desarrollo
turístico denominado “Costa Banderas”, el cual representó una seria modi-
ficación del entorno por la construcción de consorcios hoteleros, muelles,
etcétera.
Como resultado de estas excavaciones se detectaron varios sitios arqueo-
lógicos, sin determinar hasta la actualidad a qué cultura o tradición del
occidente de México pertenecen, pero que sin embargo muestran una
intensa actividad cultural; así como una explotación de sus recursos naturales.
Se trata de sitios arqueológicos grandes, sin construcciones monumen-
tales o arquitectura preciosista, que se extienden a lo largo de la costa y
hacia el interior, formando extensos asentamientos costeros; que pertene-
cen cuando menos al Posclásico temprano (Beltrán, 1994).
Dichas excavaciones se centraron en el sitio denominado “Los Ranchos”,
los cuales fueron numerados del 1 al 20, es decir, desde el poblado de Emiliano
Zapata sobre las lomas hasta Punta Pontoque y los cuales están formados
por un sistema de lomas bajas numeradas progresivamente en cada uno de
los ranchos desde la costa hacia el interior.
Como resultado de las excavaciones se encontraron varios elementos ar-
queológicos entre los cuales cabe destacar cuevas, petrograbados, entie-
rros, tinajas, conchas de moluscos (trabajadas y no trabajadas), navajas de
obsidiana, pendientes de piedra,
cuentas de concha, sellos de barro y
anzuelos de concha nacarada y de co-
bre, así como otros artefactos de
cobre.
El material conquiliológico obte-
nido de las excavaciones y objeto
principal del estudio realizado, per-
tenece al sitio denominado “Rancho
7“, que se extiende desde la pobla-
ción de Emiliano Zapata hasta la cos-

82
ta de la playa de Plumeros, al norte de Bahía de Banderas. Dicho material
corresponde al tipo, arqueológi-camente hablando, como no trabajado, el
cual a su vez se encontró de tres formas que son: conchas completas, frag-
mentos de conchas y polvo; por lo que se identificó taxonómicamente con-
siderando únicamente los ejemplares completos o fragmentos de conchas
que permitieran una identificación confiable; estableciendo para la mayo-
ría de los ejemplares la especie y, en los casos en que nos fue posible debi-
do al estado de conservación del material, hasta género.
Se reconocieron dos clases taxonómicas de moluscos de acuerdo con Keen
(1971) que son: gastropoda con 11 familias y 15 especies; y pelecypoda, con
9 familias y 15 especies, no encontrándose al parecer dominio evidente de
alguna de estas dos clases en cuanto a diversidad y abundancia, lo que
probablemente sugiere de acuerdo con Suárez (1997) que era imprescindible
para los pueblos prehispánicos costeros (como lo son las culturas del Occidente
de México) un abastecimiento regular, constante y selectivo de moluscos.
Derivado de la identificación taxonómica es posible obtener información
biológica de estos organismos, como su distribución y hábitat, a partir de la
cual, como lo señala Polaco (1991), permite reconocer aspectos característicos
de cada especie; es decir, como organismos biológicos, los moluscos poseen
sitios específicos que habitan, lo que permite definir los lugares de origen de
las conchas; por tal propiedad en el contexto arqueológico, se han utilizado
para sugerir zonas de colecta, rutas hacia la costa, centros de distribución,
lugares de consumo, entre otras. Así, la información obtenida puede servir
como base para posteriores trabajos de carácter arqueológico.
Todas las especies reconocidas dentro de este material provienen de la
costa del Pacífico y se distribuyen de manera natural a lo largo de ésta, sus
límites de distribución oscilan hacía el norte o hacia el sur.
Por otra parte la ubicación de los asentamientos humanos de las diferen-
tes culturas del occidente de México a lo largo de la costa del Pacífico indican
la importancia que tuvo para ellos la explotación de los ecosistemas costeros
y estuarinos, en donde sobresalió la explotación de los moluscos y su concha,
de aquellos que la poseen. Lo anterior permite pensar que se requiere un
gran conocimiento acerca del ambiente, hábitat de las especies, épocas de
recolección, comportamiento de las mareas y formas de obtención de estos
organismos, entre otras (Villanueva,1980).
Las especies reconocidas en el material conquiliológico encontrado, ha-
bitan desde costas rocosas y playas arenosas en la franja de mareas; fondos
arenosos, fangosos o con guijarros; en arrecifes, ríos que desembocan al
mar; manglares y lagunas costeras; desde lugares poco profundos cercanos
a la orilla hasta aguas más profundas lejanas de la orilla. Todo esto permite
imaginar algunas de las formas en que posiblemente eran colectados estos
organismos, por ejemplo durante las mareas bajas, mediante la recolección
a mano o tal vez utilizando instrumentos punzantes o cortantes para des-
prenderlos de las rocas o bien colectándolos en las playas con algún arte de
captura como la utilización de trampas y, en los lugares más profundos. me-
diante el buceo.

83
Es de resaltar que se registraron tallas mayores de algunos ejemplares
en comparación a lo reportado en la literatura. Respecto de esto Polaco
(1991) señala que tal vez se encuentre relacionado con la explotación menos
intensa de los recursos por parte de las culturas prehispánicas a causa del
tamaño de sus poblaciones, que evidentemente eran menores que en la
actualidad, por lo que probablemente realizaban una captura baja; sin
embargo, la explotación hoy en día es muy intensa causada a su vez por el
creciente aumento de la población que demanda una mayor captura del
recurso, lo cual puede provocar que las especies que son objeto de
explotación no alcancen sus mayores tallas. Otra posibilidad es que en la
descripción taxonómica de las especies no se lleguen a registrar realmente
las mayores tallas de los organismos.
Con base en algunas investigaciones arqueológicas realizadas en la zona
y el ccidente de México, datos actuales, así como por el ejemplo etnohis-
tórico y lo sugerido por los arqueólogos y biólogos que participaron en el
trabajo de excavación, muy probablemente las especies Argopecten circu-
laris, Cardita (Byssomera) affinis y Cerithium (Thericium) maculosum, que
resultaron ser las más abundantes y representan en conjunto más de 50%
del total del material conquiliológico hallado en el Rancho 7, lomas 1 y 2
,fueron utilizadas en la alimentación, es decir, que formaban parte impor-
tante de la dieta de estos antiguos pobladores de Bahía de Banderas, sin
descartar que la concha de estos moluscos tuviera otros usos. Suárez (1999)
menciona que en Mesoamérica los moluscos fueron utilizados en primer tér-
mino como alimento, entre los que se encontraban principalmente los
gasterópodos y pelecípodos. Así pues, casi todos los moluscos son comes-
tibles, siempre y cuando tengan un buen callo o pie, además de ser ricos en
carbohidratos, calcio, hierro, sodio y vitaminas.
Aunado a esto, es bien conocido que los moluscos fueron utilizados en
diversas actividades del mundo prehispánico y no sólo por las culturas prehis-
pánicas sino también por otras culturas en casi todo el mundo; su concha es
uno de los productos que los pueblos costeros han trabajado desde
épocas muy antiguas, ésta constituye la materia prima que dio origen a la
fabricación de ornamentos, utensilios, herramientas, armas e instrumentos
musicales.
Es indudable que la concha de los moluscos desempeñó un papel im-
portante dentro de las culturas del occidente de México, ésta debió de haber
tenido algún tipo de valor, por ejemplo, como medio de cambio, segura-
mente debido a la alta estimación en que se tenia a determinadas especies,
a la escasez de otras, o bien a la dificultad para obtenerlas (Suárez, 1999).
Debido a esto se piensa que las especies Turritella banksi, Strombus
(Strombus) gracilior y S. (Tricornis) peruvianus, entre otras especies del mismo
género que tuvieron una abundancia importante dentro del material
conquiliológico y de acuerdo con datos recopilados, posiblemente sugiere
la utilización de la concha de estos moluscos como ornamento o para la
fabricación de diversos objetos y que a su vez puede ser el segundo uso
después del alimenticio, por ejemplo: a la especie Strombus (Tricornis)

84
peruvianus se le ha encontrado formando parte de ofrendas mortuorias en
otros sitios arqueológicos.
La producción de ornamentos, instrumentos musicales, utensilios, entre
otros, al igual que la recolección para su consumo como alimento, debieron
haber requerido en primer lugar de la selección de la materia prima toman-
do en cuenta la forma, coloracion, dureza y tamaño de la concha de los
moluscos; en segundo lugar, debió haber sido imprescindible un abasteci-
miento constante y selectivo, lo que exigió como se había mencionado an-
teriormente que se conocieran las características de las especies, su hábitat,
formas de obtención, entre otras.
Por último, es necesario que se realicen más estudios de este tipo, que
aunque resultan ser básicos, sirven como sustento para la realización de in-
vestigaciones arqueológicas que permiten el rescate de conocimiento acer-
ca de nuestro patrimonio cultural y que generan conocimiento biológico y
comparativo, a partir del cual se pueden tomar decisiones con el objeto de
llevar a cabo la conservación y uso racional de los recursos naturales y cultu-
rales de México.

Barnes, R.D. ZOOLOGÍA DE LOS INVERTEBRADOS. 3ª ed. Nueva Edi-


BibliograFÍA

1986 torial Interamericana. México. 1157 p.

Beltrán M.J. PROYECTO DE SALVAMENTO ARQUEOLÓGICO COSTA


1994 BANDERAS. Informe arcial. Dirección de Salvamento
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García. M., E.W. MOLUSCOS DE MATERIAL ARQUEOZOOLÓGICO DE


2000 PUNTA MITA, NAY. Tesis de licenciatura. Instituto Politécni-
co Nacional, ENCB. México. 90 p.

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1971 from Baja California to Perú. 2a. ed. Stanford University Press.
Stanford, California. 1064 p.

Polaco J. et. al. LA FAUNA DEL TEMPLO MAYOR. Introducción. Colección


1991 Divulgación- INAH. México. 263 p.

Suárez, D.L. DE LOS MODOS Y MANERAS DE HACER UN OBJETO DE


1999 CONCHA. Arqueología Mexicana. 35 (VI): 40 – 47.
Villanueva, G.G. EVIDENCIAS ARQUEOZOOLÓGICAS DE EXPLOTACIÓN
1980 DE RECURSOS LITORALES EN TOMATLÁN, JALISCO. Bo-
letín del Instituto Nacional de Antropología e Historia: época
III, No. 30.

85
DOS
Integra Juan J. Guarch • Cuba
Comité Espeleológico Provincial de Holguín, Cuba

Expediciones en el Anillo Cársico de Nipe

Informados núm 2,
Año 1, 2000. R ecientemente grupos del Comité Espeleológico de Holguín realizaron
una serie de exploraciones en la zona este del Anillo Cársico de Nipe
ubicada en el sur de la provincia. Todo este anillo está constituido por mon-
tañas las cuales dan paso a una serie de ríos que bajan desde zonas más
altas a través de interesantes abras y cañones.
Estos trabajos de exploración fueron coordinados y dirigidos por el grupo
ARAAI de Báguano y participaron además miembros de los grupos Taguabo,
Cristal, Guabajaney, Felipe Poey y Montañés, todos pertenecientes a nuestra
provincia.
En esta área, constituida por grandes elevaciones calizas, se localizaron
un gran número de cavernas de distintas dimensiones, destacándose entre
ellas las cuevas del Indio y Brillante, interesantes antros en los cuales por el
momento se centraron los trabajos espeleológicos. Además de las labores
en estas espeluncas, se realizó un estudio arqueológico en una solapa cer-
cana, la que arrojó resultados positivos en esta disciplina.
A continuación se ofrecen los datos más importantes obtenidos en las
investigaciones espeleológicas.

Cueva del Indio


Indio. Esta caverna posee un desarrollo espeleométrico de 1 300
metros cartografiados y su boca principal se abre a una altura de 240 metros
sobre el nivel del mar, en la ladera casi vertical de un paredón calizo que
forma el abra del río Canapú, el cual va a verter sus aguas al río Nipe,
importante corriente fluvial de la vertiente norte de la provincia.
Esta caverna presenta tres niveles principales, los cuales se comunican
entre sí mediante planos inclinados y pequeños resaltes; estos planos no son
más que el resultado de antiguos derrumbes muy desmantelados y cubier-
tos por sedimentos, adquiriendo en estos momentos una morfología
subvertical. El nivel más profundo (-90 m) actualmente sirve de cauce a un
pequeño arroyo transcurrente, el cual entra a la galería por medio de una
surgencia y, después de recorrer algunos metros, se pierde a través de un
sifón impenetrable. Pese a que por el resto de la caverna no existe ninguna
corriente fluvial activa, todo indica que este arroyo recorrió todas sus gale-
rías, dejando en algunos sectores huellas inequívocas de procesos reogénicos,
como por ejemplo scallops, al igual que secciones de galerías que denotan
una antigua circulación a presión hidrostática.
En cuanto a la génesis se puede inferir que se está en presencia de una
caverna originada por las aguas fluviales a través de grietas preexistentes,
abandonando éstas los cauces superiores al ir excavando conductos más
profundos. Las galerías abandonadas fueron adquiriendo nuevas morfo-
logías, perdiendo éstas sus características primarias.
Dentro de los procesos transformadores el más importante fue el ocasio-
nado por las aguas de circulación vertical (vadosas), las cuales originaron
lagos de acumulación por periodos prolongados, dando origen a varios ti-
pos de morfologías, como por ejemplo algunos pisos de sinter, con espeso-
res hasta de 10 cm.
Esta caverna presenta un gran número de formaciones secundarias, entre
las cuales existe una gran paleta de más de dos metros de diámetro. Además
abundan las estalagmitas y estalactitas de todo tipo, columnas, formaciones
parietales, etcétera.
Los pisos están cubiertos por grandes acumulaciones de guano de murcié-
lago, arrastres terrígenos exógenos, derrumbes y acumulaciones litoquímicas.
De acuerdo con su funcionamiento hidrológico esta cavidad se puede cla-
sificar como directa transfluente, con un caudal autóctono inactivo en la ma-
yor parte de la misma y activo en sus niveles inferiores, teniendo como formas
erosivas primarias galerías gravitacionales a presión y de conjugación.

Cueva Brillante
Brillante. Esta caverna no ha sido cartografiada, sólo explorada
parcialmente, pero parece indicar que, al igual que en la
cueva del Indio, también sirvió en algún momento de cauce
a las aguas de un arroyo que vertía sus aguas en el río Canapú.
Es una cueva bastante laberíntica y posee hasta el mo-
mento dos niveles de galerías sumamente enmascaradas
por grandes depósitos secundarios. Los pisos están cubier-
tos por acumulaciones de guano de murciélago, tierra, blo-
ques clásticos y depósitos litoquímicos.
Como resultados de nuevas exploraciones se podrán
ofrecer más datos acerca de esta interesante cavidad que
parece ser uno de los niveles más altos que poseían las
aguas en esta abra cársica.
Resulta importante resaltar que estas cavernas, al igual
que, otras que han sido estudiadas en la región, sirvieron de
cauce a ríos o arroyos que eran afluentes de una corriente
principal, no estando ésta de forma subterránea, sólo sus
afluentes. En un futuro, y con el resultado de nuevos trabajos,
se podrán ofrecer más datos sobre el origen y evolución de
estos antros subterráneos.

87
DOS
Integra
Martín Cruz Sánchez • México
Antropólogo. Administrador de la Zona
Arqueológica de Cholula

Reseña del Proyecto de Integración Arqueológico,


Histórico y Urbano de la Zona Arqueológica
de Cholula, Puebla, México
marcruzsan@hotmail.com

Informados núm 2,
Año 1, 2000. A t endiendo a las necesidades del público visitante de la Zona Arqueoló-
gica de Cholula, específicamente las que resultaron del análisis de
público del Museo de Sitio, recientemente fueron colocadas las nuevas
cédulas en idioma inglés del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de
Cholula.
El conjunto del recorrido de la propia zona arqueológica ya contaba con
cedularios en tres idiomas (español, náhuatl e inglés), sin embargo era evi-
dente la necesidad de que el Museo de Sitio, como punto de inicio del re-
corrido lógico de la zona arqueológica que plantea un panorama general
sobre el desarrollo cultural de Cholula, también ofreciera al público extran-
jero información en inglés respecto de las temáticas abordadas (hasta ahora
sólo en español) como temporadas de exploraciones, cronología, cerámica,
lítica, sistema constructivo, arquitectura, costumbres funerarias, pintura mu-
ral, etcétera.
El nuevo cedulario en inglés del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica
de Cholula fue posible gracias a las gestiones del Centro INAH Puebla y por
la colaboración de dos instancias de la Universidad de las Américas (UDLA ):
el Departamento de Publicaciones, quien se encargó del diseño y la pro-
ducción, y el Centro Internacional de Lengua y Cultura que tuvo a su cargo
la traducción del cedulario.
El mejoramiento de los servicios al público de los centros culturales en
custodia directa (museos, zonas arqueológicas y monumentos históricos) es
una prioridad del Centro INAH Puebla y, en este caso específico, además se
propicia que el público de la Zona Arqueológica de Cholula también incluya
en su recorrido al Museo de Sitio, mismo que por su ubicación física (sepa-
rado del conjunto de la zona arqueológica por una calle de intenso tránsito
vehicular) muchas veces pasa desapercibido.
Ante la serie de problemas que enfrenta el sitio arqueológico de Cholula,
de manera institucional y con la participación de la Dirección de Regis-
tro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas y del propio Centro INAH
Puebla, se ha elaborado una propuesta que lleva por título “Proyecto de
Integración Arqueológico, Histórico y Urbano de Cholula“. Esta propuesta,
además de plantear la necesaria ampliación y mejoramiento de la infraes-
tructura de servicios al público, intenta integrar los conjuntos patrimoniales
actualmente separados (zona arqueológica y zonas monumentales históri-
cas de San Pedro y San Andrés Cholula) mediante un circuito urbano. En tér-
minos generales, el Proyecto está conformado por diferentes subprogramas:

Rehabilitación y exploración arqueológica contempla a la Gran Pirá-


mide, en su interior (túneles), su exterior (perfiles, plataformas, talu-
des, etc.); la zona abierta al público (costados sur y oeste de la Gran
Pirámide); y nuevas áreas de exploración en el entorno del área me-
dular de la zona arqueológica y en las áreas urbanas de las cabeceras
municipales de San Pedro y San Andrés Cholula.

Programa de regularización de la tenencia de la tierra pretende la


adquisición de predios partiendo de un censo de propietarios y costos
de los mismos, en primer lugar en el área definida como zona uno de
la declaratoria de Zona de Monumentos Arqueológicos de Cholula;
en segundo lugar, en la zona dos de la misma Declaratoria, y en tercer
lugar, en predios en el área urbana de las ciudades de San Pedro y
San Andrés Cholula, que resulten relevantes para la investigación y/o
habilitación por la calidad de sus monumentos.

Unidad de servicios culturales y turísticos contempla la necesidad de


brindar de manera integral una serie de servicios al público visitante,
tales como un centro de visitantes que les permita conocer las alter-
nativas temáticas de recorrido en Cholula (las cuales no terminan en
el aspecto arqueológico); un nuevo museo de sitio, junto con servi-
cios educativos, talleres, biblioteca, auditorio, etc. Asimismo, contem-
pla la necesidad de ubicar los espacios más adecuados para la
instalación de infraestructura y servicios turísticos.

Proyecto de ordenamiento urbano hace referencia a un análisis con-


ceptual del Plan Maestro, así como un diagnóstico y pronóstico sobre
infraestructura urbana, vialidades, imagen urbana, espacios abiertos,
mobiliario y equipamiento, señalización, normatividad, etcétera.

Recuperación e Integración de los Monumentos Históricos, observa


la elaboración del catálogo de Monumentos Históricos de San Pedro
y San Andrés Cholula, un diagnóstico sobre el estado de conserva-
ción de los monumentos y proyectos puntuales de recuperación y
habilitación de inmuebles para usos de la comunidad.

Declaratoria de Zona de Monumentos Arqueológicos e Históricos de


Cholula, instrumentos legales y técnicos fundamentales para la con-

89
servación del patrimonio cultural de Cholula, se contempla la elabo-
ración del reglamento respectivo al Decreto de Zona Arqueológica;
un anteproyecto de decreto y reglamentación de la Zona Monumen-
tal Histórica; una propuesta de incorporación del patrimonio
arqueológico e histórico de Cholula en los planes de Desarrollo
Municipal de San Pedro y San Andrés Cholula, y la conformación del
fideicomiso para la conservación del patrimonio cultural de Cholula.

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