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Amanecí

Amanecí comiéndome el sueño, que dificultoso es caminar a ciegas, a oscuras , sobre si


nuosas veredas que no están marcadas- ni lo serán jamás-. Él se detuvo a mi paso, me ext
endió la mano, no se la tomé, rechazo que alguien me tenga lástimas.
-No te digo adiós, porque no te quiero ver llorar- y seguimos metidos en el juego
de las incomunicaciones, de los superfluos mensajes.
-mejor dime adiós, me dolerá ¡si! pero solo una vez, después, vendrá mi paz. Empezaré a mir
rte como a un conocido, uno que se detuvo de pronto y me dio un beso en la mejil
la, y no mil palabras soeces llenas de mentiras sobre que maravilloso es tener s
exo conmigo, cuando no lo tienes.
Qué tonterías son esas de follar, ¿término muy español? , acá te cogen o te aman, las dos c
sas no son. Allá por el borde de tu acantilado debe ser más simple correr detrás de un
a ficción, una que tiene el cuerpo y las curvas que tú necesitas, más delgada o más gord
a, dependiendo de tu necesidad. Más trigueña o mas europea, las narizonas no te gust
an. las de cara alargada tampoco.
¡No, si tienes tus particularidades! ¡cómo todos! No te creas que no. Único no eres, aun
que pensándolo bien si, pero, ni tus letras, ni tus manías cambiaran el camino que n
o hemos caminado a solas, siempre acompañados, de una o de otro, compartiendo uno
y otro. Que locos y que lejanos estamos.
¿no te importa que cuente la historia, puede ser que sirva de enseñanzas para aquell
os que no saben que correrse o venirse significan lo mismo, solo la intensidad e
s lo que marca la diferencia ? Tal vez, pueda ser, que no seamos los únicos incomu
nicados fingiendo ser felices?
Te levantaste esa mañana, como todos los días, te diste una ducha...y después en la ha
bitación tu esposa, que solo abre un ojo, te dice:
- ¿por qué carajos haces tanto ruido?
-¿carajo?- te sorprende la palabra-, ¿quién te está mal educando, Eli?
-¡seguro .., - responde ella-, que no es la misma que se viene ( el término es impor
tante para ella), cada que la follas!
Te haces el desentendido porque ya sabes para donde los llevara esa charla, ell
a reclamándote que tienes una amante, no una amante en situaciones normales. Pero
tú no tienes el valor justo para tener una amante, aunque lo quisieras. Siempre,
ante tus ojos, pasa la lista de cosas que perderías si tu mujer te descubre con o
tra mujer.
Lo primero, la motocicleta, que no es completamente tuya porque la compraste con
el dinero que tú ganas, pero que les pertenece a los dos. No puedes pasar sin esa
motocicleta, es la que siempre te arranca de la realidad y te conduce por camin
os donde no existe otra cosa mas que tú y el camino. Después está el auto, ese audy, t
e costó un dineral, es de lujo, es lo que te distingue en el edificio, ninguno de
tus vecinos tiene un audy del año y mucho menos de lujo, pequeño y económico, cuando v
as en él te sientes un ser superior, egocéntrico-sueles ser egocéntrico- pero lo trata
s de disimular ( te sorprenderías si supieras que todos los vecinos piensan que er
es un falto de carácter, un pelele, que necesita de su mujer para sobrevivir, aunq
ue seas tú , el benefactor de tu casa y de familia.Todos te desprecian aunque te f
ingen una sonrisa y comparten un saludo en la escalera.
No sabes que tu mujer se ha encargado de ir por ahí hablando de ti, poniéndote en ma
l, con todas las vecinas. Dos o tres se interesan por ti, sería cosa de probar ten
erte en la cama , para comprobar si es cierto lo que se dice por el edificio. Un
as más sienten compasión por ti, por la arpía con la que compartes la cama. No así los c
aballeros, que ven en ti , a un déspota que tiene todas las mujeres que quieres co
n solo tronar los dedos.
Cuán sorprendidos estarían todos si supieran tu verdad, que no has tenido sexo con t
u mujer porque es inapetente y empieza a gemir que la violas, no soportas el ter
mino violar, así que, dejas de tocarla, te fastidia aguantarte las ganas, pero no
queda de otra, si quieres llevar la fiesta en paz.
Que sorprendidos estarían todos si supieran que el audy solo es una apariencia, qu
e no te atreves ni un gesto que pueda malinterpretarse, crees que en la cara se
nota, que tu mujer no quiere tener sexo contigo, feo no eres. Tienes unos precio
sos ojos azules, eres delgado y de buena estatura, sabes vestir y calzar. A tu e
dad 50 años, tienes una frondosa cabellera medio gris. ¡Vaya ¡ un hombre atractivo, co
n un futuro prometedor, que viaja y es conocido en el mundo de los negocios. Viv
es bien, tienes dos hijas que son tu mundo y el claro pretexto – según tú-, para aguan
tar todos los desprecios de tu mujer.
Sin embargo, necesitas de las cosas materiales para sentir que vales algo, que i
diota son todos los que fingen que no necesitan de nada para vivir, tú necesitas d
e la comodidad de tu silla cuando, sentado frente a tu computadora puedas recor
rer el mundo pornográfico que está a tus manos, y que no deja ninguna marca, mas que
tu eyaculación en un pañuelo de papel, y que termina en el fondo del basurero. Última
mente has descubierto que puedes fingir amar para tener un sexo ficticio, con al
guna a la que sientas mas cercana, alguna amiga deseosa, alguna mujer que cree q
ue puede amar sobre este mundo. Que idioteces , pero así lo crees y así lo vives.
Has encontrado a dos o tres, no tienes bien el número, que están dispuestas a darte
todo con la promesa de pronto conocerse. Te da risa la ilusión que esas mujeres s
olitarias viven contigo, pero finges compartir esa necesidad. Porque necesidad s
i tienes , aunque al final de cuenta solo sean masturbaciones o pajas como suele
s llamarles.
-me haré una pajita con la número…4…ésa si que tiene buen culo…
Y así, entre una y otra , continuas viviendo cada vez menos satisfecho, viviendo m
entiras, terminas por saber que no puedes engañarte, que la vida sexual no se limi
ta a pajas, pero te da miedo.
Ojalá pudieras tener el valor de tener en tu cama una hembra de verdad, una a la q
ue no tuvieras que imaginar, una que te hable al oído. Oportunidades tienes, pero…so
lo pensar que no puedas volver a tu estudio, donde pasas muchas madrugadas escri
biendo. Tratando de ser lo que siempre has querido ser un dramaturgo reconocido
en el medio.
Entonces apareció ella, tu editora, una que no sabe nada de ti, ni siquiera el col
or de tus ojos, ni como es tu cara, ni como es tu cuerpo, Una que sabe que estas
casado pero que no conoces ni habla de tu matrimonio. Una mujer que no pregunta
, no porque no esté interesada, sino porque respeta tus particularidades.
Comenzaron un romance? No lo creo , solo creo que se convirtieron en cómplices de
irrealidades metafóricas, se usaron mutuamente para estimular el ingenio. Comenzar
on a planear el encuentro, cada día mas cercano, inminente, esto te conmovió y te es
pantó, sabías que las otras solo era ilusorio, pero esta mujer era diferente, ésta que
ría saber, sentir, tocar, podía meterse en tu vida y echarla a perder.
Qué terrible, si Eli se enterara, te dejaría en la ruina, te quitaría a tus hijas, que
bastantes años tienen ya, pero es la edad justa donde necesitan mas de su padre,
olvidas que tú, desde que nacieron, las necesitas más y más como una dependencia para
ser feliz, o creer que lo eres.
Estás ansioso y necesitado y temes caer. Pero a cada visita ella te va dando datos
de su viaje y tú ves que no es una broma y empiezas a dudar. Como siempre que se
te ofrece algo sin pedir nada a cambio. Desde siempre has sabido que el que te d
a, después te pide, y no sabes si estás dispuesto a dar algo a cambio.
La historia de todo el tiempo, puedes tener una amante de carne y hueso, no solo
en imagen, pero te atemoriza, te pones estúpidamente nervioso y claro Eli que te
conoce tan bien, lo nota. Se pone atenta, ella no es tan idiota para dejarte mar
char, está seguro que si te marchas, perderá la casa, las hijas, tu cuenta en el ban
co, la comodidad que da tener un sustento sin mover un dedo. ¿Y el amor?
Eso es ficción , se va , dura días, después se acomoda.
-estoy ciego de amor por mi novia- dijiste un día
Y el guardía de la entrada te dijo:
- Cásate y volverás a ver.
Pensaste que te mentía o te bromeaba, pero que realidad tan increíble te esperaba, i
gnorabas que a casi todos nos pasa. No digo que sea distinto para otros, pero a
la mayoría nos pasa, nos casamos y se hace la luz, como en el Genesis.
Y ahora miras por el espejo el reflejo de tu mujer que algo te reclama, pero no
la escuchas, siempre es lo mismo:- con quién te acuestas ahora, es tu secretaria,
o la recepcionista-.
Y mientras tanto, tú no hayas si para la ocasión necesitas vestirte casual o formal,
que aburrido ponerse una corbata, no las usas con cotidianidad pero el momento
que te espera, tal vez lo amerite.
Tu esposa ve tus ojos, están brillando, sonríes, no es común que tan de mañana sonrías. Se
siente atemorizada, débil, insegura, algo la alerta. Qué es ese sonido que escucha,
¿está silbando?¿desde cuando silba? ¿Se ha sonrojado?¿desde cuando se sonrojas? Y ese olo
r ¿ cuando ha comprado esa loción, para quién se perfumas?
-estoy silbando? ¿desde cuando silbo?¡calla !silencio.¡silencio o ella se dará cuenta!
Le miras los ojos a través del espejo. ¡Hecho! se ha dado cuenta, ahora sabrás que la
estás listo para engañarla, pero que débil te sientes, te descubrieron.
Eli se tapa el cuerpo, le ha dado frío, sabe que algo esta a punto de cambiar pero
no sabe como actuar, si se abalanza sobre ti, dejará claro que se siente insegura
, temerosa. Si sigue indiferente seguramente te perderá. No cree que ya te ha perd
ido, sin necesidad de otra mujer, ella sola te ha perdido.
Listo un día más:
- No regresaré a comer, tengo mucho que hacer y no me llames que no estaré en la ofi
cina , viene alguien de México que necesito atender.
Hecho ella te ha perdido, lo sabe ahora, es cierto, lo viene temiendo desde hace
tiempo, desde que no te ha podido dar sexo. Sabe que lo ama pero algo más fuerte
que ella misma se niega. Y ahora tendrá que pagar el costo.
Que extrañas historias, solemos contar, historias de todos y de nadie, que nos inc
umben y nos dejan agotados.
Yo sigo soñando que viajo a España, que remontó en años, pero como él también estoy indecis
, se pierde todo o tal vez no se pierda nada. Puede que en el camino el que gane
sea él, solo él.
- Corre que nos deja el avión, esta noche cuando abras los ojos serán las luces de M
adrid las que te reciban. Las luces solo ellas, nadie más, porque yo viajo…pero no él.
No vencemos las esposas, vencen las circunstancias, las probabilidades, los ajus
tes. Perdernos, muchas veces, significa recobrarnos.
Llegaré sola y regresaré como marche, sola.
enero 2 de 2010...

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