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DERMOCOSMÉTICA
Aceite de Aguacate: Es un aceite viscoso de color verde que suele mezclarse con otros
aceites en productos comerciales. Es capaz de llegar a las capas más profundas de la
epidermis y protege también de la radiación solar. Posee ácidos grasos y vitaminas
B,C y E. Está indicado para el tratamiento de pieles maduras o muy deshidratadas,
sobre todo a nivel facial. Su uso dermatológico se extiende a grietas, descamaciones,
eczemas y también para la prevención de las estrías.
Aceite de Sésamo: Otro aceite viscoso que no puede aplicarse directamente. Se usa
mezclado con otros aceites vegetales debido a su alto contenido en vitamina E.
Combate el envejecimiento de la piel y tiene propiedades antiinflamatorias por lo que
se recomienda es casos de reumatismo y dolencias parecidas.
Aceite de Avellanas: Aceite no graso y muy ligero, útil para dermatitis y masajes
tónicos o deportivos. También se usa para tratar cutis grasos o mixtos.
Aceite de Albaricoque: Se extrae de la semilla del albaricoque y es muy rico en
vitamina A y minerales. Tiene una textura muy ligera y se absorbe con muchísima
facilidad lo que resulta adecuado para tratamientos hidratantes en pieles sensibles o
secas. En productos comerciales, está indicado para aliviar y tratar el cutis
deshidratado, inflamado, maduro o pieles sensibles.
Las propiedades únicas del aceite de rosa mosqueta fueron descubiertas a través de un estudio
realizado por un equipo de investigadores de la Facultad de Química y Farmacología de la
Universidad de Concepción en Chile.
El estudio se basó en las propiedades cicatrizantes del aceite de rosa mosqueta en 180 pacientes
que tenían cicatrices debidas a cirugías, quemaduras y otras afecciones que provocaban
envejecimiento prematuro a la piel. Los resultados fueron asombrosos. La aplicación continuada
del aceite de rosa mosqueta ayudaba de manera efectiva a atenuar cicatrices y arrugas y a
prevenir el envejecimiento. A partir de esta primera investigación, han surgido numerosos
estudios sobre las propiedades de la rosa mosqueta, tanto en Chile como en otros países. Hoy en
día, la aplicación de este aceite se ha extendido al campo médico como también al
cosmetológico.
Estas beneficiosas acciones que el Aceite de Rosa Mosqueta es capaz de ejercer en el organismo
humano son producto de su alto contenido de ácidos grasos esenciales poliinsaturados :
Linoleico 44-49% y Linolénico 28-34%. Estos ácidos son sustancias nobles, indispensables para
áreas en las cuales existen altos índices de proliferación de células nuevas, tales como las del
rostro.
Además de sus efectos en las capas externas de la piel, el Aceite de Rosa Mosqueta también
vitaliza las células de las capas interiores, revigorizando el fibroblasto, celulas que producen
colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.