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EL CONCEPTO DE BIOMA
El concepto de bioma es muy apropiado para agrupar grandes unidades bióticas que
ocupan vastas extensiones y aparecen representadas en los distintos continentes.
Algunos autores reconocen un número muy limitado de biomas, lo cual le resta utilidad
al concepto.
Son las selvas del piso isomegatérmico(tierra caliente) húmedo, en las cuales no hay
déficit de agua para las plantas a lo largo de todo el año o éste es pasajero y no alcanza a
alterar decididamente el aspecto sempervirente de la vegetación. Se trata así de la
higrofitia y subhigrofitia isomegatérmicas (Cuatrecasas,1943,1958; Dugand, 1973) y
este concepto equivale al de bosque ombrófilo de baja latitud de la clasificación de
UNESCO (1973), a la humid tropical zone de Chapman (1917) a la pluviselva tropical,
selva lluviosa tropical o tropical rain forest y a los bosques tropicales húmedos, muy
húmedos y pluviales de Holdridge (1967).
Se refiere a los bosques del piso isomegatérmico (tierra caliente) desarrollados en áreas
donde hay un período prolongado de sequía (verano) que viene a coincidir
aproximadamente con el invierno astronómico del hemisferio norte (desde diciembre o
enero hasta marzo o abril), durante el cual las plantas experimentan deficiencia de agua
y la mayor parte del arbolado del dosel pierde por entonces su follaje. Los restantes
meses del año son lluviosos (invierno), y la temporada lluviosa se subdivide por la
aparición de un segundo periodo seco menos intenso hacia junio, julio o agosto (el
veranillo de San Juan). Durante la temporada de lluvias el bosque adquiere nuevamente
su follaje y su aspecto es exuberante.
La flora que compone estos bosques tiene tanto afinidades con México y América
Central (v.gr. Bursera) como con la del Chaco (v.gr. Bulnesia, Aspidosperma,
Polyneuron, Tabebuia impetiginosa, etc) son elementos relacionados con estirpes de
amplia distribución neotropical.
Un comentario similar parece ser válido para la fauna en general, que parece derivarse
en la mayoría de los casos de elementos de bosques más húmedos.
Son los bosque y matorrales del piso isomegatérmico, con caracteres xeromórficos más
pronunciados debido a que la precipitación anual es menor y por ende mayor el número
de meses secos. Este zonobioma bien puede considerarse como un zonoecotono o bioma
de transición entre el zonobioma alternohígrico tropical y el zonobioma desértico
tropical. Representa la subxerofitia isomegatérmica (Cuatrecasas, 1943,1958; Dugand,
1973) y equivale al thorn forest de diversos autores, al bosque espinoso de la
clasificación de UNESCO (1973) y en parte al bosque muy seco tropical de Holdrige
(1967). Aparece en el litoral caribe como una angosta faja que se extiende desde
Barranquilla hasta el Golfo de Morrosquillo y reaparece en las inmediaciones de Santa
Marta; ocupa una extensión considerable en la llamada alta Guajira, y enclaves en las
cercanías de Cúcuta, el cañón del río Chicamocha, sectores del valle del río Cauca, alto
valle del río Magdalena, valle interandino del río Patía y el valle del río Dagua.
La precipitación media anual de estos pedobiomas varía entre unos 1700 mm en Puerto
Carreño, Departamento del Vichada, con temporada seca muy pronunciada (clima Aw
de K”ppen (1936)) hasta unos 3000-4000 mm sin temporada seca (clima Afi) en la
Amazonia, o sea desde condiciones pluviométricas que favorecen la presencia de
bosque caducifolio o de sabana hasta las que caracterizan la selva higrofítica. La
cobertura vegetal consta de matorrales más o menos abiertos, con árboles achaparrados
pequeños o enanos y arbustos y elementos herbáceos. En árboles y arbustos, el follaje
tiende a ser perenne y coriáceo. La vegetación tiene un marcado aspecto xeromórfico a
pesar de que el clima regional puede favorecer el desarrollo de una selva exuberante.
En realidad, cuando llueve, la mayor parte del agua escurre, ya que los suelos pueden
almacenar cantidades mínimas o muy reducidas, y en días soleados las rocas se
recalientan e irradian calor en las primeras horas de la noche,todo lo cual contribuye a
acentuar la sequedad. No obstante, durante la noche es usual que la niebla cubra la
vegetación, salvo cuando hay la temporada de sequía, este hecho contrarresta la
tendencia a la sequedad, pues la niebla nocturna se condensa y moja el conjunto.
La flora que aparece en estos pedobiomas reviste extraordinario interés científico, tiene
alto grado de endemismo y muestra estrechas afinidades con la de los tepuyes del S de
Venezuela, Guayana, Surinam, Guayana Francesa y sectores colindantes del Brasil, así
como la de los campos rupestres de la región SE de Brasil. En los cerros que presentan
este pedobioma, puede observarse la transición hacia bosque con mejor desarrollo, tales
como algunos con predominio de palmas (Syagrus orinocensis) que alcanzan alturas
superiores a los 10 metros, o en suelos más desarrollados a bosque con abundancia de
güichira o cotití (Maximiliana elegans = Attalea regia).
Pedobiomas freatófitos
Halohelobiomas
Manglar. En los litorales bajos y exentos de acantilados pueden aparecer comunidades
boscosas muy características, sujetas a la influencia de las mareas, que se desarrollan
sobre los limos o suelos arcillo-arenosos, incipientemente desarrollados. Se trata de los
manglares, bosques densos cuyo arbolado alcanza desde porte pequeño, apenas de unos
3-5 metros hasta muy grandes, con 40-50 metros de altura. El suelo permanece saturado
de agua salobre y más o menos encharcado, y puede ser cubierto por el agua de mareas
altas, cuyo nivel es apenas de unos 30-40 centímetros en el litoral Atlántico y sobrepasa
los 4 metros en el litoral Pacífico, con lo cual el influjo de las mareas puede extenderse
por kilómetros tierra adentro. Los árboles en este bioma se reducen a pocas especies,
como los mangles rojos (Rhizophora spp.), los mangles salados (Avicennia spp.), el
mangle bobo (Laguncularia racemosa) y el mangle jelí, garbancillo o mangle zaragoza
(Conocarpus erecta). A éstos se le agrega en el litoral Pacífico y muy localmente en el
Caribe (bahía de Cispatá, Islas de Barú y Tierrabomba), el mangle piñuelo (Pelliciera
rhizophorae). En el Caribe además puede aparecer el tánico (Pterocarpus officinalis).
Las especies pueden aparecer siguiendo una zonación definida en que predomina una
sola de ellas o estar irregularmente asociadas. El sotobosque consta de plántulas o
brinzales de mangles y del helecho Acrostichum aureum, más o menos disperso. Existen
ocasionalmente epífitas y hay bejucos como Rhabdadenia biflora en el litoral Caribe y
Phryganocidia phellosperma en el litoral Pacífico.
Natal. En el litoral Pacífico existe otro halohelobioma muy característico que conserva
cierta influencia salina, el natal, que se halla detrás de los manglares e integrado con
ellos. Este tipo de bosque con predominio de nato o mangle nato Mora oleifera presenta
mayor número de especies arbóreas asociadas y algunas palmas (Euterpe spp.,
Mauritiella pacifica).
Helobiomas
Psammobiomas
En los suelos arenosos (Psamments) poco evolucionados de las playas y las dunas o
médanos fijos o en proceso de fijación del litoral Caribe, y en menor escala en el litoral
Pacífico donde faltan las dunas, aparece un complejo de comunidades vegetales que
incluye algunas especies con distribución pantropical como la batatilla (Ipomea
pescaprae), hierba rastrera con las corolas moradas, la majagua (Hibiscus tiliaceus) con
vistosas flores amarillas, y la tripa de pollo (Sesuvium portulacastrum).
La cobertura vegetal puede ser rala o densa, e incluye algunas especies halófitas y en el
N de Colombia un considerable número de especies de los biomas xerofíticos
adyacentes, tales como el trupillo (Prosopis juliflora) y varias cactáceas. Entre las
especies leñosas más frecuentes en las playas del Caribe figuran el manzanillo
(Hippomane mancinella), el iaco (Chrysobalanus icaco), el uvo de playa (Coccoloba
uvifera), el clemón (Thespesia populnea), la bija (Bursera glauca), el jayo
(Erythroxylon carthagenense), guayacán de playa (Guaiacum officinale), Suriana
maritima, Tournefortia gnaphalodes y localmente pueden aparecer dos especies de
mangle, Avicennia germinans y Conocarpus erecta, a pesar de faltar las condiciones
encharcadas. Otras especies herbáceas que descuellan son la caraota de playa Canavalia
maritima, Phyla nodiflora, Weddellia trilobata y diversas ciperáceas y gramíneas.
Pedobiomas de sabanas
Las sabanas naturales son formaciones climáticas tropicales, del piso térmico cálido,
con predominio de pastos, en las cuales pueden aparecer entremezclados subarbustos
esparcidos e inclusive árboles y palmeras. Se desarrollan por lo general en planicies con
muy ligero declive y en ocasiones en terrenos quebrados u ondulados. En Colombia
aparecen áreas cuyo clima corresponde a los tipos Am, Aw y Bswh de la clasificación
de Köppen (1936), con promedios de precipitación de unos 1000 a 2500 mm y régimen
unimodal o bimodal de lluvias,pero siempre con 4-9 meses de sequía pronunciada.
El concepto de sabana debe restringirse a las formaciones vegetales que presentan las
características enunciadas, y no debe hacerse extensivo, por el predominio de
gramíneas, a los páramos, y mucho menos a casos como el de algunos altiplanos
andinos con una vegetación original que incluyó bosques y matorrales junto con
sectores lacustres y pantanosos, y que ha sido radicalmente modificada por
desforestación, drenaje, prácticas agropecuarias, etc., creando el paisaje cultural que hoy
los caracteriza. Así definidas, las sabanas pertenecen a la vegetación graminoide de
altura imtermedia según la clasificación de UNESCO (1973) y según la de Holdridge
(1967) al bosque seco tropical.
Las características de los suelos, la topografía y el fuego como un factor natural, junto
con los factores climáticos, determinan la presencia de sabanas.
En general, los suelos de las sabanas son pobres en materia orgánica, más o menos
lixiviados y ricos en óxidos de hierro; pueden contener aluminio, como factor tóxico
limitante para la vegetación, un exceso de sales (halofitia) o una cantidad considerable
de elementos calcáreos (calcofitia). En algunos casos la circulación normal interna del
agua dentro del suelo es impedida por la presencia de corazas de plintita o de horizontes
arcillosos impermeabilizantes.
En resumen, las sabanas son clímax edáficos que también pueden considerarse como
formaciones clímax afectadas por incendios periódicos (pyrrhoclimax) debido a causas
naturales y cuya frecuencia ha venido incrementándose por la ocupación humana.
La mayor parte de las sabanas existentes en Colombia corresponden a este gran grupo,
que en general es el más ampliamente difundido. Aparecen en suelos con drenaje bueno
o moderado, con textura media o gruesa, pobres en nutrientes y con nivel freático
profundo. El clima muestra acusada alternancia de temporadas secas con temporadas
lluviosas. Constituyen un complejo de comunidades vegetales con un estrato herbáceo,
conformado por gramíneas (de los géneros Andropogon, Aristida, Axonopus,
Leptocoryphium, Paspalum, Trachypogon, etc. ) con una cobertura variable puesto que
llegan a cubrir el 100% del piso o reducirse a macollas distantes unas de otras hasta un
metro.
Sabanas del valle medio del río César (Departamento del César). Se trata de un
importante complejo de sabanas naturales y formaciones de bosque abierto, con el
graminoidetum poco desarrollado y vegetación leñosa que incluye el peralejo
(Byrsonima crassifolia) y elementos de los bosques subxerofíticos tales como trupillo
(Prosopis juliflora), dividivi (Caesalpinia coriaria), cardones (varias Cactaceae),
guamacho (Pereskia guamacho), olivo (Capparis odoratissima) y otras especies que
aparecen igualmente en el sector de Bonda y en la Guajira. La precipitación media anual
es de unos 1000- 1300 mm, con déficit de agua en nueve meses del año (excluyendo
septiembre, octubre y noviembre). La escasa precipitación ha favorecido la formación
(por translocación) de claypans impermeabilizantes en los planosoles o de horizontes
nádricos. Estas sabanas se sitúan en terrazas pleistocénicas de la cuenca del César (Los
Venados, el Paso, La Jagua, Becerril, María Angola) incluyendo parte de la cuenca del
Ariguaní. La biota de estas sabanas no ha sido suficientemente estudiada.
Sabanas de San Marcos (Departamento de Sucre). En la margen izquierda del río San
Jorge (región de San Marcos y San Benito Abad) sobre terrazas pleistocénicas por
encima de la planicie aluvial, se extienden sabanas que contactan bosques
higrotropofíticos y transicionales hacia subhigrofíticos, y bosques freatofíticos e
inundables. Se trata de sabanas desarrolladas sobre suelos caoliníticos de baja fertilidad.
Sabanas del sur del Departamento del César. Se hallan desarrolladas sobre terrazas
pleistocénicas, con precipitaciones superiores a 1500 mm y dos períodos con déficit de
agua (enero a abril y julio) en el sector de Chiriguaná, Tamalameque, Las Lomas,
Aguachica y La Gloria. Son pastizales naturales con Andropogon, Axonopus,
Leptocoryphium y Trachypogon, y arbolado con chaparro Curatella americana, peralejo
(Byrsonima crassifolia), y Bowdichia virgilioides, elementos que destacan una
pronunciada relación fitogeográfica con las sabanas de la Orinoquia, aun cuando otros
como Castela erecta revelen afinidad con los desiertos de Norteamérica, y Capparis
odoratissima y Caesalpinia coriaria con la flora caribeña árida y semiárida de
Colombia y Venezuela. También estas sabanas requieren de un estudio florístico y
faunístico detallado.
Sabanas del alto valle del Magdalena. Se trata de una vasta área de sabanas naturales
que ocupa principalmente los Llanos del Tolima, y se extendía hasta el N de Huila
intergradando con formaciones subxerofíticas y xerofíticas. Por el N su límite parece
haber consistido en algunos enclaves situados en la región de la Dorada (Caldas).
Bien drenada o de las altillanuras. Se hallan en el Departamento del Meta (al N y E del
río Güejar) y en el Departamento del Vichada. Corresponden principalmente a
altillanuras planas y disectadas.
Sabanas del Yarí. Se hallan entre la margen derecha del caño Lozada y del río
Guayabero y el alto río Yarí (Departamentos de Caquetá y Meta) fisionómica y
florísticamente son afines a las sabanas de la Orinoquia.
Complejo de sabanas guayanesas lito-casmo-quersofíticas. Forman un mosaico
asociado con el escudo de las Guayanas y formaciones sedimentarias de edad
precámbrica (?) o paleozóica (Cámbrico superior - Ordovícico) en el E de Colombia.
La precipitación media anual en estas sabanas es del orden de 3000 - 4000 mm sin
temporada seca y poseen un clima húmedo que corresponde a selvas higrofíticas.
Probablemente la vegetación debe sus características a limitaciones que ofrece el suelo
en cuanto a disponibilidad de agua,profundidad efectiva y escasez de nutrientes. La
influencia de incendios es ocasional o inexistente. Se desarrollan sobre
Quartzipsamments y Aquods. En el interfluvio Inírida-Guainía y principalmente al S y E
del río Guainía (Departamento del Guainía) y al W y E de Mitú (Departamento del
Vaupés), existen mosaicos de selva y sabanas arbustivas, en terrenos planos o
ligeramente inundados, con suelos variados (Haplorthox, Haplustox, Psamments,
Aquents y Aquepts).
Peinobiomas amazónicos
La biota del orobioma de la selva subandina guarda estrechas relaciones con la de los
biomas zonales, y de hecho muchas especies son comunes a ambos biomas y otras son
representativas de géneros que tuvieron su origen en áreas de selva húmeda cálida.
Otros muchos elementos son endémicos o relicto. La diferenciación de esta biota hubo
de pronunciarse ya desde los levantamientos orogénicos del Mioceno y acentuarse más
debido a levantamientos pliocénicos y pleistocénicos. Las fases áridas del pleistoceno
también probablemente activaron procesos de especiación o subespeciación,
particularmente en sectores donde el piedemonte subyacente se aridizó, o por que
ocurrió una fragmentación del cinturón húmedo. Un considerable número de elementos
vegetales (v.gr. Gunnera, helechos arborescentes, etc.) y animales (v.gr. Pudu,
Nasuella) parecen ser relictos, derivados de estirpes que tuvieron dispersiones más
amplias, y que debido a la elevada ecuabilidad climática (térmica e hígrica) no
persistieron en este orobioma ni en el de los bosques húmedos del piso térmico frío.
Orobioma de páramo
Característico del piso oligotérmico, por encima del límite superior de la selva y bajo el
límite inferior de las nieves perpetuas. Está constituido por tres suborobiomas:
subpáramo, páramo propiamente dicho y super páramo o páramo alto. El subpáramo
puede considerarse como la faja transicional entre la selva andina y el páramo
propiamente dicho, pero su reconocimiento y delimitación como unidad climática
ofrece dificultades debido a la intervención humana. Equivale a una higrofilia o
subhigrofitia isomicrotérmica, al matorral (denso o claro) sempervirente micrófilo o de
bambú de la clasificación de UNESCO, y se sobrepone a los conceptos de bosque
húmedo montano, bosque muy húmedo montano y bosque pluvial montano y sus
transiciones con el páramo, del sistema de Holdridge (1967). El páramo se extiende
hasta unos 4200 o 4500 msnm. y se reconoce por el predominio de gramíneas (pajas o
espartillos del género Calamagrostis y de otros géneros) y a la elevada frecuencia o
condominio de los frailejones (Espeletia spp. y Espeletiopsis spp.); corresponde a la
psycro-eolofitia isomicrotérmica de Cuatrecasas (1943,1958), a la paramo zone de
Chapman (1917) a las comunidades alpinas tropicales abiertas de la clasificación de
UNESCO (1973) y al páramo o páramo pluvial de Holdridge (1967). El super páramo
aparece reemplazando al páramo por encima de los 4200-4500 msnm, con una cobertura
vegetal decreciente o virtualmente nula; los frailejones son escasos o faltan e incluye los
arenales subnivales; representa las comunidades alpinas tropicales de UNESCO (1973)
y la tundra pluvial alpina de Holdridge.
La flora del páramo consta de elementos de abolengo austral andino- patagónico (v.gr.
Gunnera magallanica, Pernettya prostrata) cuya distribución se extiende hasta Tierra
de Fuego; elementos andinos con afinidad puneña (v.gr. Stipa ichu, etc), elementos de
origen holártico o neártico (v.gr. Berberis spp., Rubus spp., Rumex, etc), y elementos
neotropicales de tierras bajas que se diversificaron durante la orogénesis andina y
ocuparon las altas montañas (v.gr. Espeletiineae, etc.). Es probable que mucha de la
especiación en plantas de los páramos haya tenido lugar durante el Pleistoceno mediante
procesos de poliploidía.
La fauna comprende algunos elementos que pueden considerarse como relictos, v.gr., el
ratón runcho (Caenolestes obscurus), y el cusumbo o guache de tierra fría (Nasuella
olivacea), representados en las tres cordilleras; y el venado conejo (Pudu
mephistophiles), el cérvido más pequeño del mundo, limitado en Colombia a las
cordilleras Central y Occidental, así como el género Osornophryne (Bufonidae) de los
páramos de la cordillera Central a los Andes del N de Ecuador. La fauna cuenta con
elementos de origen andinopatagónico o puneño (v.gr. Canis culpaeus, Cinclodes,
Schizoeaca, Asthenes, Ochthoeca, etc), holártico (v.gr. Mustela frenata, Asio flammeus,
Anthus, etc) y elementos tropicales originalmente de tierras bajas que ocuparon los
Andes (v.gr. Atelopus, Eleutherodactylus, etc.)
Orobioma nival
Por encima de los 4800-5100 msnm se extienden las nieves perpetuas, hábitat del cual
hacen uso transitorio algunas aves y donde posiblemente pueden existir comunidades de
algas microscópicas que representarían la chionofitia. En grietas y pequeños abrigos
existen algunas comunidades de criptógamas: musgos, líquenes y hepáticas con
ocasionales fanerógamas herbáceas.
En el piso térmico templado de algunos valles como la cuenca media del río
Chicamocha, Sube o Sogamoso, la cuenca del río Patía incluyendo los valles del
Guáitara y Juanambú,y otros, a manera de enclaves aparecen comunidades con una
fisionomía más o menos xeromorfa, desarrolladas en pendientes o terrazas sobre suelos
incipientemente evolucionados (Orthents) y en condiciones climáticas semiáridas. Estos
enclaves pueden continuarse hasta el piso térmico cálido como en los cañones del
Chicamocha, Patía y sus tributarios, y aún con el pedobioma quersofítico del piso
térmico frío. La vegetación es casmoquersofítica, y a los factores limitantes anteriores
se agrega una precipitación reducida por efectos de sombra de lluvia, exagerada por la
accidentada topografía, los procesos erosivos y la degradación antropógena.
En el cañón del río Chicamocha el dosel está configurado por arbolado bajo, hasta unos
cinco metros de altura, con especies como el gallinero (Pithecellobium dulce), cuji
(Prosopis juliflora), que alcanza los 2000 msnm, cují (Acacia tortuosa), yabo
(Cercidium praecox), tachuelo (Fagara culantrillo), tamajaco (Bursera graveolens),
hayuelo (Dodonea viscosa), Thevetia peruviana. Dispersos aparecen uvos (Ficus
soatensis) perinnofolios de gran porte. Existen varias cactáceas de porte columnar o
candelabriformes denominadas canelones (Stenocereus sp., Armatocereus humilis,
Monvillea smithiana, Pilosocereus aff. Browningia sp.) y otras cactáceas como tunas
(Opuntia elatior, Opuntia dillenci, Opuntia aff. pittieri), guasábaras (Opuntia aff.
tunicata). Melocactus spp. y Mammillaria colombiana. Entre los arbustos, subarbustos
y hierbas son frecuentes Lantana spp., Croton spp., Trixis radialis, Jatropha
gossypiifolia, Cordia curassavica, Dalea spp., Evolvulus argyreus y gramíneas como
Bouteloua curtipendula.
A elevaciones entre unos 2300 y 2700 msnm en terrazas que bordean los rellenos
lacustres de los altiplanos de Bogotá, Ubaté y el Valle de Tundama, así como en la
periferia del Cañón del Chicamocha en el N de Boyacá, las regiones de Pamplona y
Chitagá, y en la periferia de los cañones de los ríos Guáitara y Juanambú (Departamento
de Nariño), aparece este bioma, a manera de enclaves más o menos extensos sobre
suelos planosólicos (Haplustalfs) con poca profundidad efectiva debido a la presencia
de una capa de arcilla impermeabilizante (horizonte argílico o claypan).
Estos suelos que corresponden a los de páramo transformado, cuyo origen se remonta a
la última glaciación, son fácilmente erosionables; en su mayor parte el área de este
pedorobioma ha sido degradado. La precipitación anual es de unos 500 a 900 mm y por
sus características climáticas encaja dentro del bosque seco montano bajo de Holdridge,
pero las limitantes que ofrece la citada capa de arcilla para la penetración de las raíces y
la economía de agua de las plantas imparten a la vegetación rasgos xeromorfos. Este
pedorobioma incluye sectores transicionales en los que se hallan suelos poco
evolucionados pero formados bajo condiciones de relativa aridez.
Otras comunidades asimilables a este bioma aparecen como enclaves dentro del bosque
mesófilo, en lugares con mal drenaje y suelo turboso donde se presentan en el piso
musgos del género Sphagnum y achupallas (Puya sp. y otras bromeliáceas), y hay un
arbolado ralo que no configura dosel continuo. En estos enclaves pueden aparecer
palmeras (Catoblastus sp. y Geonoma sp.). Por la abundancia de bromeliáceas en el
piso, comunmente estas comunidades son llamadas achupallales.
CENTROS DE ENDEMISMO EN COLOMBIA
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