Amantes del poder 11 abril 2011

ANAÍS CALDERA
RODRÍGUEZ || Amantes del
poder
La historia mundial revela la vida de muchos hombres que por ambición al
poder apartaron toda clase de principios legales para imponerse
arbitrariamente y liderar un régimen opresor, en el cual sólo tiene cabida el
poder absoluto del Estado y el de la persona que lo dirige.

Los menos tímidos se han enclavado en el poder por un golpe de Estado y

aquellos hipócritas que ofertan una amplitud de pensamiento, participan en
elecciones democráticas y una vez obtenido el poder cambian la
Constitución y se deshacen de cualquier impedimento jurídico o humano
que les estorbe para seguir gobernando directa e indirectamente a través de
sus “amigos” y truhanes. Francois Duvalier constituye el mejor ejemplo de
las miserias vividas por el pueblo haitiano como consecuencia de la
dictadura implantada por él desde 1957 hasta 1971.

En 1957 realiza una campaña electoral totalmente demagógica. Se valió de

la ingenuidad de la población negra y oprimida para engañarlos y ofrecerles
libertades y derechos que no tenían, así como un sinfín de beneficios
económicos inalcanzables por su condición social para llegar al poder. No
obstante, una vez logrado su propósito se olvidó de ésas, como de otras
promesas y usando el vudú y la santería apacigua a sus electores, al tiempo
que implantó una brutal represión para desaparecer a sus enemigos y
modificó la Constitución para eternizarse en la presidencia y depositar en
sus cuentas personales las ayudas internacionales donadas a Haití.

En México, Porfirio Díaz, luego de derrocar al presidente Sebastián Lerdo

de Tejada, elegido por voto popular, implantó una dictadura militar en el
período 1877-1911, basada en la represión, el autoritarismo y la muerte,
mientras alimentó un discurso violento que propició la polarización de las
clases sociales. Propició la persecución de los periodistas e intelectuales, la
opresión de los campesinos y la muerte violenta de varios mexicanos. E
igualmente, ordenó la enmienda de la carta magna mexicana para
reelegirse indefinidamente como Presidente.

Mao Zedong también dio un golpe de Estado para gobernar a China entre
1945-1976. Contrario a los dos presidentes descritos anteriormente, la
dictadura implantada por Mao Zedong fue comunista y amparada por la
Unión Soviética, razón por la cual se caracterizó por la imposición de
nuevas formas de vida, mediante la destrucción de costumbres, creencias
teológicas, credos y pensamientos tradicionales de la China, así como de
templos, literatura, obras de artes y tradiciones que se acercasen al mundo
occidental.

Con tortura, persecución, pena de muerte y el total control de los medios de

comunicación se logró la hambruna que originó la muerte de
aproximadamente de 30 millones de personas o más. Con el miedo y la
muerte, Mao Zedong consolidó el comunismo en ese país asiático.

Cuatro dictaduras, entre tantas otras aún no descritas, al servicio de

naciones que construyen a sus líderes o de intereses económicos que los
mantienen en el poder para mantenerwse como emporios económicos en la
región. La Unión Soviética y los Estados Unidos, según analistas políticos,
se mantuvieron al frente de esos gobiernos del siglo XX, por una u otra
razón. Era la norma.

En la Venezuela actual, aunque el Gobierno Nacional no ha declarado

abiertamente que el régimen que lidera sea una dictadura, existen muchas
características dentro de sí muy semejantes a los descritos arriba. Su
máximo líder fue elegido por votación popular por un período de cinco años
y en el trayecto de su gobierno se cambió la Constitución Nacional para
logar su reelección indefinida. Ya van casi 12 años de mandato y aún el
candidato de gobierno sigue siendo el mismo, mientras nutre la polarización
y el odio de clases, mediante el discurso y la arenga discriminatoria.
En contraste con Duvalier y Porfirio Díaz, el gobierno venezolano puso
distancia con Estados Unidos y abrió las puertas a los gobiernos de Cuba,
Irán, Irak, Libia, China, Rusia y otros gobiernos de ideología comunista,
hasta el punto de que hoy en Venezuela hay ciudadanos de esos países
ejerciendo cargos de alto rango o dirigiendo proyectos de gran envergadura,
como los de vivienda, alimentación, milicias.

Esa política es un nuevo coloniaje impuesto a la fuerza a todos los

venezolanos, con la única intención de enclavarse en el poder y consolidar
un régimen contrario al establecido en la Carta Magna venezolana. Un
régimen rechazado en el referendo de 2007 por la población. Sin embargo,
se quiere imponer a la fuerza. De allí el anhelo de mantenerse en el poder.

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