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Noelia María Barrameda García Página 1

Tema 23 La culpabilidad
El concepto de culpabilidad es un concepto evolutivo, que ha ido variando con los
años.
Existen tres concepciones distintas:
I.- Concepción psicológica: (Von Liszt y Beling).
Supuso una concepción psicológica de la culpabilidad: la culpabilidad como
relación psicológica entre el hecho y su autor.
La culpabilidad se concibe como una relación de causalidad psíquica, como el
nexo que explica el resultado como producto de la mente del sujeto.
El dolo sería un nexo acabado y la imprudencia un nexo inacabado. El dolo y la
imprudencia son las dos clases de culpabilidad.
El delito aparece pues, como el resultado de una doble vinculación causal: la
relación de causalidad material, que da lugar a la antijuricidad y la conexión de
causalidad psíquica, en que consiste la culpabilidad.
El concepto psicológico de culpabilidad fracasó ante la imprudencia y ante la
existencia de causas de exculpación que no excluyen el dolo.
La imprudencia no es algo psicológico es algo normativo. Por ejemplo, la culpa
inconsciente; el estado de necesidad exculpante.
II.- Concepción normativa: (Frank, Goldschmidt y Freudenthal).
El concepto para ellos no esta tanto en la psicología del autor, sino que está fuera.
La culpabilidad pasa a entenderse como un juicio de reproche por la realización
del hecho antijurídico cuando era exigible obrar conforme al derecho.
El dolo y la imprudencia pasan a verse como elementos necesarios pero no
suficientes de la culpabilidad.
Concebida como reprochabilidad por la voluntad defectuosa, que la culpabilidad
requería, según la concepción normativa originaria.
Elementos de esta teoría.-
1) La Imputabilidad, como capacidad de culpabilidad, es decir, como presupuesto
de una voluntad defectuosa reprochable.
2) El dolo o la culpa, como voluntad defectuosa. El conocimiento propio del dolo,
o su posibilidad en la imprudencia, para ser defectuosos han de referirse tanto a
los hechos como a su significación antijurídica.
3) Ausencia de causas de exculpación, cuya presencia impediría la reprochabilidad
de la voluntad defectuosa.
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III.- La Concepción puramente normativa del finalismo:


Welzel traslada el estudio del dolo y la imprudencia al tipo. Así la culpabilidad
deja de continuar cobijando la parte subjetiva del hecho. De este modo se consigue
abandonar por completo el contenido psicológico de la culpabilidad y convertir la
concepción normativa del causalismo en una concepción puramente normativa.
Todo el objeto del reproche se encuentra en el injusto. En la culpabilidad quedan
sólo las condiciones que permiten atribuirlo al autor.
Elementos según el finalismo:
1) La imputabilidad, sin la cual se entiende que el sujeto carece de libertad para
comportarse de otro modo a como lo hace. Imputabilidad (poder actuar de otro
modo).
2) La posibilidad de conocimiento de la antijuricidad del hecho; en este punto se
comprueba si el sujeto podía conocer la prohibición del hecho, en cuanto
condición de poder adecuar la conducta a la norma.
3) La ausencia de causas de exculpación; si bien se reconoce que estas causas no
excluyen por completo, por tanto, la culpabilidad, se entiende que la disminuyen
de forma suficiente como para disculpar al sujeto y eximirle del reproche de su
culpabilidad.

LA IMPUTABILIDAD:
Se define la imputabilidad como la suficiente capacidad de motivación del autor
por la norma penal. Se trata de averiguar si el sujeto estaba en situación de comprender
la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión.
Fundamento material de la Imputación personal.-
a) La doctrina de la libertad de voluntad.- El planteamiento tradicional se ha
basado en la idea de libertad de voluntad, y ha considerado como presupuesto
fundamental de la responsabilidad el poder actuar de otro modo. (leerse página
542 del Mir Puig).
b) Desde una concepción preventiva de la pena cabe una segunda posibilidad.-
buscar el fundamento de la imputación personal en la necesidad de pena que
existe ante los sujetos normales, pero que acaso deje de concurrir respecto de
quienes actúan en algunos de los supuestos tradicionalmente incluidos entre las
causas de exclusión de la culpabilidad.
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c) La posibilidad de motivación normativa como condición de la infracción de una


norma de determinación.- la imposibilidad absoluta de motivación normativa
impide la propia infracción de una norma dirigida al sujeto.
d) La anormalidad motivacional como fundamento de la exclusión de la
responsabilidad penal.- cuando no falta toda posibilidad de ser motivado por la
norma, sino sólo la posibilidad de un acceso normal a la misma, tiene sentido
dirigir el mensaje normativo al sujeto, que podrá infringir l norma de
determinación, pero no será legítimo considerarle penalmente responsable.
ERROR DE PROHIBICIÓN.-
Artículo 14.3 CP: “El error invencible sobre la ilicitud del hecho constitutivo de la
infracción penal excluye la responsabilidad criminal. Si el error fuera vencible, se
aplicará la pena inferior en uno o dos grados”.
Cuando falta el conocimiento de la antijuricidad del hecho se habla de error de
prohibición.
Tratamiento jurídico.-
A) El Causalismo clásico considera el conocimiento de la antijuricidad del hecho
como necesario para que concurra el dolo, que se contempla en la culpabilidad.
Éste se concibe como dolus malus, como voluntad consciente no sólo del hecho,
sino también de su significado antijurídico. En consecuencia, el error de
prohibición hace desaparecer el dolo, al privarle de una de sus dos partes
integrantes. Se le da el mismo tratamiento que al error de tipo, si el error es
invencible procede la impunidad, y si es vencible habrá imprudencia. Esta es la
llamada teoría del dolo, porque según ella el error de prohibición excluye el
dolo.
B) El finalismo redujo el dolo al conocer y querer los elementos de la situación
típica, excluyendo de él el conocimiento de su significación antijurídica. El dolo
se convirtió en dolo natural. Al pasar el dolo de la culpabilidad al injusto, no
pasó con él el conocimiento de la antijuricidad. Éste permaneció en la
culpabilidad, completamente separada del dolo.
El error de prohibición no podía ya excluir el dolo.
Para ellos el error de prohibición afecta a la culpabilidad, por esto se llama teoría
de la culpabilidad.
 Error invencible = exclusión de la culpabilidad.
 Error vencible = se atenúa la culpabilidad.
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 Error burdo = pleno mantenimiento de la culpabilidad.


También responden de forma distinta el causalismo clásico y el finalismo ortodoxo
a la cuestión de si el error sobre los presupuestos típicos de una causa de justificación
constituye o no un error de prohibición y cuál ha de ser su tratamiento jurídico.
a) Teoría del dolo, la suposición errónea de que concurren los presupuestos de una
causa de justificación constituye un error que excluye el dolo. Como en este
planteamiento el tratamiento del error es unitario carece de importancia práctica
discutir si es de tipo o de prohibición.
b) Teoría estricta de la culpabilidad: para esta teoría constituye un error de
prohibición. Se entiende que en tal caso el sujeto cree que actúa justificadamente
y por lo tanto que su hecho no está prohibido, que está permitido.
c) Entre ambas posiciones se encuentra la teoría restringida de la culpabilidad: lo
trata como un error de tipo. A esta misma solución llega la teoría de los
elementos negativos del tipo. Para esta teoría los presupuestos fácticos de una
causa de justificación forman parte del tipo del injusto, el llamado tipo negativo,
en consecuencia había error de tipo.
LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA:
Tercer elemento de la culpabilidad.
Ya se ha constatado que el sujeto ha llevado a cabo un hecho típicamente
antijurídico, esto es, un delito. En el ámbito de la culpabilidad también se han
constatado otros requisitos, como, la imputabilidad y la conciencia de la antijuricidad.
Pero aún queda por examinar otro elemento, directamente relacionado con la
motivación y sus límites. Se trata de dar soluciones a casos extremos, en los que no es
posible exigir al sujeto que omita delinquir. Para resolver estos problemas y también
formando parte de la culpabilidad, ex ante la no exigibilidad de otra conducta.
La motivación que provoca la amenaza penal tiene por finalidad incidir en el
comportamiento de los sujetos para evitar que lesionen o pongan en peligro bienes
jurídicos. Pero hay que definir los límites en los que el Estado puede exigir a sus
ciudadanos que cumplan los mandatos o prohibiciones, teniendo en cuenta para ello la
exigibilidad individual o subjetiva. Hay supuestos en los que el Derecho no puede exigir
al sujeto que venza el miedo que padece, se sacrifique o lleve a cabo un comportamiento
heroico, en contra de sus intereses más elementales.
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Cuando el Derecho reconoce efectos eximentes a situaciones de no exigibilidad la


doctrina habla de causas de exculpación. Con esta expresión se quiere decir algo más
concreto que exclusión de la culpabilidad (de la responsabilidad penal).
El Estado de necesidad exculpante.-
Cuando hay conflicto entre bienes iguales.- Artículo 20.5 C.P.
El estado de necesidad es una causa de justificación, pero cuando los bienes que
entran en conflicto son iguales se habla de estado de necesidad exculpante, tendría
naturaleza de causa de exculpación.
El Miedo insuperable.-
Según el artículo 20.6 C.P. está exento de responsabilidad criminal el que obra
impulsado por miedo insuperable. No se contempla aquí la fuerza física irresistible que
actúa sobre el cuerpo, excluyendo el comportamiento humano, sino la coacción que
supone para la mente la amenaza de un mal. El miedo insuperable no excluye la
voluntariedad de la acción, sino que la priva de la normalidad necesaria para que pueda
imputarse penalmente al sujeto.
El miedo insuperable es una causa de exculpación.
El sujeto en cuestión sufre la incidencia de un factor externo que le provoca temor.
Y el ordenamiento jurídico entiende que esas circunstancias no corresponde sancionarle
penalmente por haber actuado presionado por las circunstancias.
No cualquier situación de temor o miedo habilita la apreciación de esta eximente.
El miedo debe ser insuperable, que no deje ninguna otra posibilidad de actuar. El
criterio que prevalece para decidir si un supuesto de miedo es insuperable se basa en lo
que pueda resistir un hombre medio en esas circunstancias.
Cuando no llegue a ser insuperable estaremos ante una eximente incompleta.

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