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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMÓN RODRÍGUEZ”


DECANATO DE POSTGRADO

COORDINACIÓN DE POSTGRADO
MAESTRÍA ROBINSONIANA

NÚCLEO ARAURE

Ensayo de la experiencia personal como investigador en


Venezuela, identificando la evolución epistemológica en la
concepción de la ciencia y la tecnología, elementos personales
y sociopolíticos presentes y obstáculos y retos actuales

Unidad I

Curso: MER004. Organización de la Ciencia


y la Tecnología bajo el enfoque CTS

Facilitador: William Áreas

Por: Mirla Sandoval

Araure, marzo 2008


Ensayo

Desde que el hombre es hombre, en su relación con la naturaleza se ha visto en la tarea de


producir conocimientos que le han permitido, mantener la relación necesaria para su
bienestar.

La realidad nos ha rebasado como tribunal, en la apreciación que hacemos de estos


acontecimientos. No obstante, es indudable, que en su interacción constante con sus pares y
con otros el hombre, se ratifica que cualquier interpretación individualista que se le conceda
a la ciencia, niega la producción social de su concepción de la vida y de la realidad, por
cuanto en su necesidad por subsistir como forma viviente, necesito y necesita validar su
estructura conceptual para actuar con pertinencia.

En su devenir en el planeta, ha evolucionado resolviendo cada vez con más experiencia su


relación con la naturaleza y con los otros para resolver sus necesidades más apremiantes:
comida, vestido, protección e incluso su esencia biológica a través de la reproducción.
Desde esta perspectiva, producir conocimientos, sea una tarea asumida por el hombre
históricamente.

Nuestro continente no escapa de esta experiencia, así también ha sido en Venezuela.


Nuestros antecesores aborígenes, idearon múltiples e ingeniosos mecanismos, para
construir viviendas, para comunicarse, para curar enfermedades, para los alumbramientos,
para lograr su sustento alimenticio. Todas sus Herramientas, medicinas, prácticas curativas,
instrumentos musicales demostraron su sapiencia, lo cual aún cuando pensemos que es
producto de ciencia fresca, se encuentra integrada a nuestra vida cotidiana, por cuanto se
trata de la expresión moderna de sus ideas originarias. Ante estas reflexiones, nos
preguntamos, si todo esto pude llamarse ciencia y en ese sentido podría entonces ser
calificados como científicos, ¿Cuánto se desarrollaron?

Por supuesto, cada uno de nosotros desde su postura onto-epistemológicas, dará respuesta
a estas y muchas otras interrogantes, por cuanto así como estamos convencidos que no hay
ciencia neutra, estamos convencidos que nuestra postura política y ética nos ayudara en
estas reflexiones. En este sentido, entendemos, a pesar de contrariar con ello la opinión de
muchos que si, evidentemente el germen de nuestra ciencia y nuestra tecnología, tiene sus
raíces en las ideas y esfuerzos ingeniosos de nuestros aborígenes.

Nadie podrá jamás decir, en qué lugar se encontraría ahora nuestra sociedad en el asunto
científico- tecnológico, por cuanto nuestros procesos se vieron interrumpidos por la abrupta
y violenta irrupción de los europeos en los modos de vida de las generaciones que nos
precedieron. Según Graterol (1996, 171-172), “La llegada del hombre europeo en el siglo XV
y XVI a lo que se llamaría después “El Nuevo Mundo” originó una serie de interrogantes a
los depositarios de la civilización cristiana (y sus respectivas respuestas e interpretaciones)
a todos los niveles; uno de esos problemas se refería a la capacidad creativa que tenían los
aborígenes o pobladores de estas regiones; en este sentido se llegó a sostener que los
pobladores del Nuevo Mundo tenían una mentalidad prelógica que les imposibilitaba llegar
a la abstracción acerca de lo que sucedía en la vida cotidiana y en su relación con la
naturaleza. (…) Los europeos de color blanco sí tenían una mentalidad lógica, racional,
basada en la abstracción y por lo tanto eran los que si estaban dotados para la creación de
la ciencia y tecnología”.

De esta manera, nos han dominado en nuestra producción de conocimientos, los


paradigmas importados. Así mismo, la tarea de hacer ciencia, quedó relegada a grupos de
poder, a elites denominadas científicas, que tuvieron por herencia de casta el privilegio y se
han reservado el derecho de “producir ciencia”, siempre bajo concepciones importadas,
descontextualizadas. Autodenominados científicos y produciendo “ciencia”, casi
exclusivamente bajo el enfoque Positivista-Racionalista.

Nos interrogamos nuevamente, ¿existe la ciencia o hay ciencias? ¿Qué guía esta
concepción? A nuestro parecer no existe más que una ciencia, fundamentados en la idea de
que, producir conocimientos es una actividad netamente social y es el hombre su creador.
Los espacios de producción, las formas de llegar, lo diverso, lo complejo y lo amplio es el
conocimiento resultante. Es por ello, que la postura individualista que nos hace arrogarnos el
derecho de hacer ciencia individual o selectivamente, es también, una distorsión en nuestro
devenir histórico como nación colonizada y dependiente del capital transnacional.

Es por ello, que desde nuestra experiencia como investigadores de y para la educación y
para la tecnología, hemos tratado de aportar desde la experiencia, la interacción con los
filósofos sistemáticos y con los populares, los resultados procesuales de mi práctica y la
terrenalidad de mis teorías. Contribuimos pues al desarrollo de la CIENCIA, entendida como
totalidad dialéctica y no como parcela del saber social.

Como ejercicio intencionado, comprometido política y axiológicamente. Las premisas que


guían nuestro accionar son múltiples y variadas. Como primera podemos mencionar, que
creemos en la capacidad creadora del venezolano fundamentado en su amplia experiencia y
riqueza cultural. La segunda, como inspirados en una concepción profundamente humanista,
ha emprendido una lucha sin cuartel por librarse de las cadenas del colonialismo mental,
reivindicando su esencia y sus convicciones y reconociendo al otro como parte de la
construcción social de un modelo de desarrollo y de bienestar para todos. La tercera, la
convicción y en lo que pone todo su empeño, la corresponsabilidad en construcción de una
nueva sociedad donde prime lo humano sobre lo mercantil, el amor y la alegría, la bondad y
el altruismo por sobre el egoísmo y la codicia.

Reconocemos en esta empresa, sus dificultades naturales y creadas; aún nos encontramos
seriamente contaminados por la cultura de la dominación burguesa, que además se
encuentra alojada en los espacios más íntimos del inconsciente colectivo. Y en cuanto al
ámbito de la Ciencia, entendida como Ciencia Experimental vinculada a la producción de
tecnología, las condiciones son de cuidado, más aún si la educación, la cultura y la ciencia
constituyen pilares de un mismo aparato ideológico y van de la mano a favor de la
acumulación de capital foráneo y la descapitalización de los venezolanos.

Una revisión de las raíces de la institucionalización de la Ciencia Experimental inspirada en


el Positivismo Racionalista así lo confirma. ASOVAC (1950), FUNDACIÓN LUIS ROCHE
(1953), IVNIV (1954), IVIC (1959), son instancias de un mismo modelo, inspirado en
similares desarrollados en EEUU y Europa. …”La ideología que se instituyó se centraba en
la condición universalista, desinteresada, comunalista y de escepticismo organizado de la
ciencia, propias de la visión normativa que de ésta había descrito Merton (1942), cuya
expresión normalmente se le conoce como visión mertoniana de la ciencia”.

La universidad venezolana, y la UNESR no es una excepción, se sumaron a esa práctica


científica racionalista, mecanicista y positivista. Favorecieron el ejercicio individualista, de
notables y expertos en el método científico para quienes la causalidad, la linealidad y la
matematización de la realidad objeto del estudio ha sido lo más significativo.

Un esfuerzo que, indudablemente ha traído algunos beneficios para la sociedad venezolana,


no tantos como así lo demanda. Prueba de ello es que los problemas sociales y económicos
se repiten continuamente: la pobreza, el analfabetismo, las enfermedades epidémicas, la
desnutrición.

En el ámbito de las llamadas “ciencias sociales”, la situación ha variado poco; en el


escenario de nuestro quehacer profesional, el educativo e histórico, tampoco. Dice Graterol
(1996, 170) …”la creación de conocimiento o saberes en los países neocoloniales no se ven
limitadas por factores referidos a la capacidad de pensar a niveles abstractos que pudieran
tener los diferentes investigadores, sino por los obstáculos originados por el dominio ejercido
por las transnacionales en referencia al cambio de estatutos asignado al saber científico:
incorporado al proceso productivo, dominación y defensa del poder político-militar de esas
mismas transnacionales. La creación de conocimiento en naciones neocoloniales está
referido a las situaciones contextuales de dominación foránea”. Entonces nos preguntamos,
¿para quién y para qué es el conocimiento que producimos? ¿lo deben generar las élites
financiadas por gobiernos o empresas privadas o las comunidades, el ciudadano común y
corriente? ¿Cómo revertir el proceso de apropiación elitesco del conocimiento y devolverlo a
la sociedad?

En este sentido, en educación, la investigación también es débil, divorciada como está de


sus raíces filosóficas e históricas. Se inspira en modelos paradigmáticos foráneos útiles para
elaborar discursos reproductores de la ideología de la dominación, del colonialismo, de la
dependencia; de la negación de las posibilidades de liberación del pueblo venezolano.
El eclecticismo y la acriticidad, priva en el “investigador de la educación”; él adopta la moda
epistémica para no desentonar con el resto de la academia, en donde todavía pervive la
tradición Positivista-Naturalista. Lo demuestran las múltiples tesis doctorales y trabajos de
ascenso inspirados en la racionalidad, en la objetividad y la búsqueda de la verdad, en las
explicaciones casuísticas del modelo nomológico-deductivo.

Esa academia debate lo CUANTITATIVO Y CUALITATIVO, visión simplista y mecánica de un


problema que consideramos crucial para nuestra independencia cognitiva. Desdeñan que lo
cuantitativo se refiera al Positivismo real y descarnado y lo cualitativo, a estudios
supuestamente sustentados en la Fenomenología social o en la Teoría Crítica, corrientes
epistémicas que han servido para interpretar, comprender y criticar los significados de las
acciones educativas y de reivindicar la subjetividad de los sujetos sociales.

No obstante, estos debates, ensayando la idea de construir en colectivo, creemos en el gran


potencial para dar respuestas a sus necesidades del pueblo venezolano y creemos además,
que cualquier propuesta de transformación tendrá éxito en la medida que sea producto de su
apropiación de la realidad, discusión en el seno de las comunidades y un propósito colectivo.
Al respecto Rodríguez (2005) nos dice que las dimensiones ontológica y epistemológica en
un estudio “… determinan… los procedimientos, técnicas, instrumentos, utilizados para
acercarnos al objeto de estudio“. Es por ello, que nuestro estudio responde a un enfoque
participativo desde la investigación Acción Participativa enfoque y método. Así mismo, sólo
concebimos el conocimiento útil cuando se reconoce su carácter y utilidad social, Rodríguez
(Ob. Cit.) continúa:

“Desde el inicio de la investigación científica debe existir una dimensión ético-política-social


que determina las otras dimensiones ya que indica el sentido de la investigación, el para qué,
la valorización y consecuencias de sus resultados en la sociedad, lo cual convierte a esta en
una supra o meta dimensión”

Es por ello que para el desarrollo de una investigación no comprendemos “…cualquier


abordaje sobre la ciencia y la investigación científica sino dentro de las dimensiones
ontológicas, epistemológicas, metodológicas y ética-política” (Rodríguez, pp. 33). Valenzuela
(2008)”

"La investigación IAP nació en oposición al modelo vertical de investigación, desarrollo y


modernización que los países pretendían introducir en el "tercer mundo". A diferencia de la
pretensión histórica de negar la cultura popular para cimentar el poder de una clase, de
Estado, o de una cultura superior, en la IAP se busca crear las condiciones para un análisis
profundo que rescate los elementos valiosos de la cultura popular, no sólo con el fin de
conservarlos, sino para que basándose en ellos, seguir creando formas propias de acción que
expresen sus valores, opciones políticas y de desarrollo.”

Por la politización del ámbito académico universitario, surge la Investigación acción


participativa en Latinoamérica, pero con un sentido claro de que toda praxis social -incluida
la investigación- es una praxis política.
Cónsonos con nuestro enfoque y en vista de que la IAP no descarta ninguna técnica de
recolección de información, en nuestro estudio aplicaremos técnicas dialógicas para la
reconstrucción de la historia local, el análisis y discusión de los problemas y la opinión de los
habitantes acerca de la organización de la comuna, la integración de los censos comunales.
Así mismo, el Diagnóstico participativo para la producción de la matriz DOFA y el árbol de
problemas, insumos necesarios para determinar los proyectos que se formularan por la
comunidad. Consideramos necesario organizar los problemas, más que por prioridad,
considerando otros elementos como: la posibilidad de financiamiento, el recurso humano y
el tiempo de ejecución, entre otros que proponga la comunidad.
Este proceso se realizará por cada consejo comunal, hasta la formulación de sus proyectos,
los cuales luego se llevaran al eje de planificación de la comuna en equipo con los voceros
de las mesas técnicas y comités de cada consejo comunal, se articulen y puedan Formular
el Plan de Desarrollo Comunitario del casco central de la Parroquia Río Acarigua, el
cual se consignará en el mes de Mayo, de acuerdo a las fases propuestas en el plan
anteriormente presentado. Este proceso incluye, la fase de formación para la planificación de
los proyectos, el cual será asumido por personal de la Dirección de Planificación y
Presupuesto de la Alcaldía de Araure.

REFERENCIAS

 Graterol, M. (1996). Paradigmas y creación de conocimiento en naciones


necoloniales. Caracas: Universidad de Carabobo/Fondo Editorial Tropikos.

 Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez/Maestría en Educación


Robinsoniana. La institucionalización de la Ciencia en Venezuela. (mimeografiado).

 Rodríguez, P. (2005). ¿Todos somos cualitativos?. Posibles riesgos de una


perspectiva de investigación. Notas de Investigación. CDCHT UNESR. Año X-No.
10- Enero 2005.

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