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ÉTICA
ÓNTICA
LA PENA DE MUERTE
Madrid
1998
Nota previa
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LA PENA DE MUERTE
Análisis Lógico
Lectura óntica y estratégica
¿Quién debe ser castigado y quién puede estar exento del castigo?
¿Cuales son las formas y los tipos en los cuales puede el castigo
manifestarse?
¿Son, algunas de estas formas o tipos de castigo, condenables, sea en sus
principios, sea en sus consecuencias?
¿Debe, acaso, existir una proporción entre la severidad del castigo y la
gravedad de la ofensa?
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Principios
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Tampoco se pretende con ese trabajo hacer una diferencia entre el
castigo divino y el castigo humano, o entre el castigo aplicado por el estado
o dentro de la familia. No se enfoca el castigo en tanto en cuanto su valor de
énfasis de la ley o como método educativo o instructivo.
Las ideas básicas en cuyos límites debe permanecer toda discusión
sobre el castigo y sus procederes son, sin lugar a duda, los temas de la moral
jurídica y de la ley, sin perder de vista la lógica óntica.
En cuanto a la naturaleza del castigo, parece no encontrarse una gran
polémica en la valoración de las consecuencias personales de las penalidades
en la sociedad occidental. El castigo se concibe como equivalente a infligir
dolor, aunque ciertos autores hacen una clara distinción entre el castigo
corporal y el castigo espiritual, acorde a la naturaleza de la falta. Hay, dicen
los teólogos, (Cfr. Bourdaloue, De l’aveugl. spir..,III), penas medicinales; las hay
satisfactorias; las hay meritorias. Medicinales, para preservarnos del pecado;
satisfactorias, para espiarlo; meritorias, para santificarnos.
Por otra parte, en diferentes códigos legales modernos, la jerarquía de
las infracciones está claramente establecida: La infracción que las leyes
castigan con pena policial es una contravención. La infracción que las leyes
castigan con penas correccionales es un delito y la infracción que las leyes
castigan con pena aflictiva o infamante es un crimen. (Código Penal fr., art.1).
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La pena de muerte aplicada por jueces venezolanos da escalofrío.
Con lo deteriorado y carcomido que está nuestro sistema judicial,
da temor pensar que tengan en sus manos la vida y la muerte de
los venezolanos... [...] Nuestra justicia es fundamentalmente
clasista.
Se está preso más por ser pobre, que por ser delincuente...
Sería una injusticia enorme, en este marco jurídico, la
aplicación de la pena de muerte en Venezuela... (Ibid.)
Por su parte, Paul Valéry ( Tel quel, 73; Choses tues,192 - las dos
obras citadas por P. Foulqouié, Ibid.), declara que el castigo es deprimente
para la moralidad, porque [...] reduce el horror del crimen al horror de la
pena. (Ibid.)
El criminólogo y psiquiatra venezolano José Luis Vethencourt opina
que existe en el país un clima de gran descontento y por ello se apela “a la
fantasía de la pena de muerte” como venganza. “En el fondo, la pena de
muerte es un modo de ejercer la venganza y convertir a algunos en chivos
expiatorios, para que, al castigarlos se permita una suerte de catarsis
colectiva. Siempre existió en los pueblos primitivos cierto tipo de sacrificio
para satisfacer a los dioses y volcar la rabia y la agresividad en la muerte de
un individuo. Y este sentimiento puede estar presente en un pueblo ...”
(El Nacional .Ibid)
El aspecto individualizado del castigo es opuesto a la visión
comunitaria - de turba - que la opinión pública ventila en este presente año,
1996, en la televisión venezolana. La propaganda socio-política de cierto
canal, cunde el aire, como el himno nacional, cada media hora y, amparado
por la bandera venezolana, y escondido la identidad del creador del mensaje
detrás del anonimato, declara lo siguiente:
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Además de ser una frase mal construida, por el uso del primer verbo
en gerundio y del segundo al presente, la sentencia expresa de manera obvia
cuan obtusa puede ser la llamada opinión pública, en materia de progreso y
creatividad individual. El genio, el ingenioso, el que busca solitario la
mejoría de las cosas y de la sociedad no tiene lugar en una visión como la
presentada en la propaganda recordada. ¿Quién dijo eso? ¿Quién es el
autor de esa premisa?
¿Con qué derecho se manipulan las masas de televidentes hacia una
idea que esconde grandes rencores filosóficos y ostenta un populismo
malgastado, extemporáneo, anacrónico?
Las respuesta a tales preguntas es sencilla: el interesado debe buscar
entre los nombres de los accionistas del canal y rasgar un poco debajo de la
capa superficial de estos supuestos salvadores sociales, para encontrar sus
verdaderas posturas y políticas ya que las ideas comerciales se vuelven
obvias tan sólo con observar la programación y la tendencia esclarecedora,
es decir la inclinación de los comentarios en los noticieros del respectivo
canal.
Si la pena de muerte fuera motivo de propaganda, es más que seguro
que los canales se volcarían hacia una profusa e indomable campaña
publicitaria en pro y en contra de la cuestión.
He aquí algunos argumentos de los retencionistas y otros de los
abolicionistas, recopilados, todos, por el criminólogo venezolano Elio
Gómez Grillo, (El Nacional, Ibid.):
RETENCIONISTAS:
• La pena de muerte es el mejor medio para prevenir el delito
• La pena máxima ofrece la seguridad absoluta de que un homicida no
podrá matar de nuevo
• Nadie sabe si un hombre, que ya ha matado una vez, puede matar más de
esa sola vez
• Recluir a los homicidas significa mezclar delincuentes peligrosos con
delincuentes no tan peligrosos
• Para el homicida, la pena de muerte es, a fin de cuenta, la más justa, pues
se está aplicando la ley del talión : ojo por ojo y diente por diente
• Los delincuentes contra la propiedad son muy “intimidables” ante la pena
de muerte, porque ellos sí planifican y premeditan su delito
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• Las posibilidades de una condena por error judicial son lejanas, debido a
la exigencia de evidencias procesales de las que en todos los países
disponen los acusados
• La pena de muerte es una gran igualadora y se aplica también e
igualmente a quienes debe aplicarse
• Hay delincuentes sexuales, monstruos sexuales, autores de violaciones y
asesinatos de menores para los que no cabe otra sanción que la pena de
muerte
• La prisión no es una solución, porque mantener en ellas a delincuentes,
ocasiona una carga notable para la economía de un país
• La pena de muerte representa una fórmula de salvación para la sociedad
ante el creciente avance de la delincuencia
• La cuestión es también hacer morir sin hacer sufrir, lo cual se logra con la
pena de muerte y no hacer sufrir sin hacer morir, que es la misión de la
prisión
• No se conoce medio más claro y definitivo para eliminar totalmente a un
delincuente, que la muerte
• A fin de cuentas, el delito es una deshonra para la humanidad. Hay que
extirparlo de raíz, fulminando a sus autores
• La pena de muerte contribuye a crear en la colectividad un sentimiento de
repudio al delincuente, al magnificarse la dimensión de su delito con la
máxima sanción, que es la extinción de su vida
ABOLICIONISTAS:
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Los homicidas suelen ser unicidas, no pluricidas. El que mata,
generalmente, mata una sola vez. Los asesinos profesionales, como
mercenarios y sicarios, no se arredran ante la pena de muerte. Esto
constituye un riesgo profesional que forma parte del oficio.
En el supuesto negado de que un hombre que mata una vez, lo haga de
nuevo, la reclusión carcelaria del homicida - para el cual hay siempre penas
muy largas - constituye una protección suficiente para la comunidad.
El concepto de peligrosidad es un anacronismo científico-
criminológico. Lo cierto es que los peores delincuentes son siempre los
mejores presos
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• Los hombres ejecutados suelen glorificarse como héroes o mártires, lo
que deviene en una verdadera idealización del delincuente y
consiguientemente, del delito
( Cfr. El Nacional, Ibid.)
Criterios
• Óntica o NEO-EXISTENCIALISMO:
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` En consecuencia, el castigo o la pena que se le pretende infligir a un
sujeto que ha matado o privado a otro de su vida, tiene que estar ligado a la
categoría de nacimiento mas no de vida. Es decir que el homicida debe
sufrir para así aprender o comprender algo referente a su nacimiento o al
nacimiento en general, y no recibir lo mismo, es decir la muerte.
El breve momento del paso hacia otras dimensiones, fuera como fuere
este paso, según las doctrinas y religiones de todo tipo, no es más que un
regalo para el homicida y, además de tener consecuencias éticas, ya que
lava de un solo borrón un acto punible y censurable, le permite al castigado
salir rápidamente del apremio, sin grandes sufrimientos morales o
espirituales, como si ello fuera un pago equivalente al valor de la acción
que llevó a cabo con el homicidio del cual fue encontrado culpable.
Mi propuesta óntica es la siguiente:
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El sujeto trabajará, obligatoriamente, toda su vida - al menos que
demuestre, como ya se dijo, una verdadera comprensión de su falta - en la
morgue, lavando cadáveres y, si no hay lugar para su oficio, dado que, en el
supuesto, pero poco posible, caso, de existir un número elevado de
homicidas, no se necesitan sus servicios en tal entidad, debe ser enviado
como empleado fijo en alguna funeraria de la ciudad para hacer lo mismo,
es decir lavar y preparar cadáveres para el último viaje.
Si tampoco hay sitio para él en estos lugares, se mandaría como
empleado de algún cementerio, donde tendría que cavar hoyos y preparar las
tumbas durante toda su vida. Este ejemplo, sí sería una enseñanza vital para
todo aquél que haya incurrido en un homicidio.
He aquí otras dos versiones del mismo poema, una fresca del
año pasado de Thomas Cleary, erudito sinólogo americano contemporáneo y
otra del padre jesuita Carmelo Elorduy, por cierto, publicada también por la
Universidad Católica Andrés Bello, hace unos años, antes de partir el padre
hacia cielos mejores:
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“ Si la gente no teme habitualmente a la muerte
¿ Cómo puede usarse la muerte para atemorizarla ?
Si se logra que la gente tema a la muerte,
y se la puede apresar y matar,
Cuando se desvían,
¿ Quién se atrevería ?
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Para no quedar en deuda con el Tao te Ching - desde hace más de cien
años considerado el libro más traducido después de la Biblia, (vox populi),
según estadísticas que se encuentran en cualquier enciclopedia - citaré una
otra traducción, publicada en 1947 en Buenos Aires, por Edmundo
Montagne, orientalista y sinólogo:
“ Si el pueblo no teme ya a la muerte
¿Cómo dirigirlo por temor a la muerte?
Si el pueblo teme siempre a la muerte:
¿Quién entonces osaría?
Existe un árbitro de vida y de muerte.
Pero quien en lugar de él quiere ser árbitro
de vida y de muerte?
Es como quien en lugar de un carpintero da hachazos
al árbol;
Se herirá fácilmente la mano. “
(Ibid.,pag 119)
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1. - Si un señor acusa a (otro) señor y presenta contra él denuncia de
maleficio de muerte, pero no lo puede probar, su acusador será castigado
con la muerte.
(CÓDIGO DE HAMMURABI, pag. 91; Trad. F. Lara P.,Edit. Nacional, Madrid, 1982)
En Israel, la pena capital era la lapidación. La decapitación y la
crucifixión, así como la muerte por la espada, eran prácticas romanas.
(Cfr. Dicc. del N. Test., pag. 346, X. León-Dufour, SJ, De. Cristiandad, Madrid, 1977)
Es interesante hacer una breve lectura del FUERO JUZGO, compilado
en el año 634, en el IV Concilio de Toledo, en las materias que se ocupan del
homicidio.
Las entradas son:
Conclusiones
Nada mejor para concluir esta breve monografía que las palabras
latinas del mártir Giordano Bruno, la firme e irrevocable decisión de
negarse a abjurar, afirmando la corrección de su filosofía, incorrectamente
interpretada por el tribunal eclesiástico y de la cual estaba dispuesto a dar
razones: “Fra Giordano [...] dixit quod non debet nec vult rescipiscere, et
non habet quid rescipiscat nec habet materiam rescipiscendi, et nescit,
super quo debet rescipisci... ( Declaración del 21 de diciembre; Cfr. Spampanato V.,
Documenti della vita di Giordano Bruno, Florencia, 1933, pag.183)
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Ante esta actitud de afirmación de la libertad de pensamiento
y autonomía de la especulación filosófica, el Tribunal declaró a Bruno
“hereje impenitente, pertinaz y obstinado”, lo expulsó de la Iglesia ( “ti
scacciamo dal foro nostro ecclesiastico e dalla nostra santa inmaculata
Chiesa, della cui misericordia ti sei reso indegno”), condenó todos sus
libros a ser quemados públicamente en la plaza de San Pedro y a figurar
en el Índice de libros prohibidos ( al lado de Arnaldo de Vilanova), y
entregó al filósofo al brazo secular para ser ejecutado públicamente. Sin
embargo la actitud de firme mantenimiento de la propia filosofía
finalmente adoptada por Bruno permaneció conscientemente
imperturbable hasta el final.
¿ Sin comentarios. . .?
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Según estas palabras, la actividad de Giordano Bruno puede
representar, hoy día, motivo de rehabilitación y de consideración retroactiva,
similar al caso de Galileo. Muchos cardenales se oponen a la actitud que el
Papa Juan Pablo II
adopta, in motu propio, frente a estos hechos de triste memoria.
En el mismo catecismo, (entrada 2298), el texto describe con sumo
detalle la actitud que debe adoptar la Iglesia frente a tales ocurrencias:
En tiempos pasados, se recurrió de modo ordinario a prácticas
crueles por parte de las autoridades legítimas para mantener la ley y el
orden, con frecuencia sin protesta de los pastores de la Iglesia, que incluso
adoptaron, en sus propios tribunales las prescripciones del derecho romano
sobre la tortura. Junto a estos hechos lamentables, la Iglesia ha enseñado
siempre el deber de clemencia y misericordia; prohibió a los clérigos
derramar sangre.
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Morir es para los pueblos antiguos un ir hacia el occidente y tal como el sol
hace este viaje de manera fluida y natural desde un lado al otro del cielo,
asimismo el ser humano debería seguir su ruta, sin ser interrumpido y
apagado por una decisión impropia y literalmente anacrónica.
*
El tema de la tortura es el siguiente punto más importante en el mapa
de los estudios éticos para una educación integral del joven marginado.
¿Quién está suficientemente preparado para siquiera asomarse a este mundo
oscuro y lleno de aliento? Emprendemos este viaje con la convicción de que
algún día muy cercano, la humanidad pueda olvidar la existencia de la
tortura.
LA TORTURA
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Es esto lo mismo que pensaba Job, el afligido, cuando recibía los consejos
de sus amigos.
A pesar de todo, el dolor es un fenómeno resonante: si mi congénere
tiene dolor y sufre, como una lira cuyas cuerdas no son tocadas pero vibran
con la resonancia de los instrumentos que al lado suenan, yo también sufro.
Y mi sufrimiento es de una serena piedad ya que se que el dolor es un
maestro de enseñanzas secretas,... en eso está la paciencia de los sabios,
como rezan esas célebres palabras del Apocalipsis de Juan.
No puede hablarse de la tortura sin dejar en el escenario al
protagonista de este teatro existencial: El Dolor.
Curiosamente, el término TEATRO proviene de un verbo griego,
tarattein, cuyo sentido es perturbar.
19
Les damos cuerpo, e incluso un cuerpo que no es el suyo, porque las
palabras de todo el mundo no corresponden nunca a nuestros sufrimientos,
que son una especie siempre nueva y distinta.
Pasaba yo una vez al lado de un parque y de repente, arrimada a un
árbol, una mujer lloraba diciendo en voz baja: . . . Nadie sabe mi dolor. . .
Nadie sabe mi dolor. . .
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Este es la ventaja de tu dolor - dice Platón en Gorgias - que vas a sanar. . .
(Gorgias, 478)
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Causa total espanto leer las descripciones de las operaciones llevadas
a cabo en los tiempos clásicos e, incluso las practicadas en Europa en fechas
posteriores por los barberos - cirujanos.
Se sujetaba al paciente atándole con correas las manos y los pies a una silla
o a una tosca mesa operatoria. En plena conciencia, veía descender el
cuchillo del cirujano o el incandescente cauterio. No podía moverse, sino
solamente gritar.
Si era lo bastante afortunado para desmayarse de dolor o de miedo, el
cirujano podía continuar su trabajo sin interrupción.
¡Pero qué abismo existe entre los gritos del paciente y los gritos del
torturado!
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Emmanuel Kant, el famoso filósofo alemán, que también sufría de
dolor gástrico, era capaz de soportarlo concentrándose en alguna idea, como
por ejemplo, el nombre de Cicerón y todas sus asociaciones. “ De esta forma
- afirmaba - me es posible distraer la atención y el dolor se mitiga pronto.
Cuando los ataques se repiten y alteran mis sueños, considero este remedio
de máxima utilidad “ (Ibid., pag.19)
El mismo Kant en su Antropología, afirmó que el dolor es un estímulo
para la acción y que sin él, la humanidad carecería de vida. El filósofo
Nietzche defendía, incluso, que favorecía la conservación de la especie.
(Ibid.)
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Lo que ocurre es que la traducción de la Vulgata de ambos pasajes de
la izquierda es incorrecta, así como la transmisión del original del segundo
de estos textos. Dice Davidson (Sacred Hermeneutics, Developed and
Applied, Octavo, Stuttgart, 1843, pag. 516) , En base a la actual lectura de
Samuel, el significado no puede ser “púsolos por debajo”, sino solamente
“los puso entre”.
Conclusiones
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Algunas consideraciones éticas sobre la tortura
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Giordano Bruno tenía razón y se portó como tenía que portarse. A su
vez, muchos años más tarde, Galileo Galilei, también tenía razón y actuó
según su conciencia le indicaba y le dictaba. Cuando a Nicolas de Cusa le
preguntaron los discípulos, en 1300, por qué había dicho antes una cosa y
luego otra, el respondió lo siguiente: . . .Cuando dije aquello, tenía razón.
Ahora, afirmo lo contrario y también tengo razón. .
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El Trabajo
La idea del trabajo ha sido tan exclusivamente recluida en la de
esfuerzo muscular o mecánico, y con tan exclusiva limitación al fin legal de
la familia y al propósito social de la industria, que apenas, y como simple
concesión al lenguaje figurado, se admite la realidad del trabajo intelectual y
del trabajo moral, no obstante la energía fisiológica y la psicológica que se
emplea en ambos, y a pesar de que ambos, como el trabajo material, tienen
por contraprueba y testimonio un producto o resultado.
Presentarlo, por tanto, como un deber positivo, escrupulosamente
deducido de relaciones evidentes, es, en apariencia, sacar de sus límites
racionales al trabajo. Aun más lejos de ellos parecerá cuando lo presentamos
como deber genérico, capaz de generar otros deberes, modificándose en
forma y fondo, en nombre y objeto, según los diferentes grupos sociales en
que opera. Y, sin embargo, puntualmente exacto es el hecho que el trabajo es
un deber fundado en la necesidad, y que, como esta relación se extiende
desde el individuo hasta la humanidad, el deber del trabajo funciona en toda
la serie de relaciones y se modifica sucesivamente en cada una de ellas, sin
dejar nunca de ser el mismo esfuerzo con la misma capacidad de dar un
resultado.
Mas para que la moral especial sea completamente positiva y en los
deberes que preceptúe nos muestre la correlación de todos ellos y su íntima
relación con la naturaleza del individuo y de la sociedad, vamos a insistir en
exponer minuciosamente las ideas que pueden parecer confusas.
Ante todo se ha de recordar que de cada relación que se descubre entre
el individuo y la sociedad se deduce un deber o un grupo de deberes, y que
la razón de que este deber o grupo de deberes se deduzca está en que la
relación no es más que un medio o recurso o lazo natural para llegar al doble
fin individual y social; y que, al mostrársenos ese medio de llegar a un fin,
se nos muestra la obligación moral de emplear ese tal medio para llegar a ese
tal fin.
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Por lo tanto, todo lo que sea una necesidad real ha de ser un medio
para satisfacer el fin, que el individuo tiene que realizar, de vivir dentro de la
sociedad con una vida más completa de la que tendría fuera de ella.
Ahora bien, si el medio común de satisfacer necesidades es el trabajo,
es obvio que el trabajo es un verdadero deber genérico que abarca, en esa
primera relación, toda la actividad del individuo en cada uno de los grupos
sociales en que funciona.
Mas como ni el objeto del trabajo es idéntico en todos los grupos, ni el
resultado del trabajo es el mismo, hay que dar a ese deber el nombre, ya sea
de su objeto, ya sea de su resultado, que toma naturalmente por su mismo
modo de actuar.
En efecto, cuando tratamos de satisfacer las necesidades de la familia
en el seno de la familia, el esfuerzo muscular que hacemos para cumplir
nuestro propósito es efectivamente un trabajo directo en vista de un objeto
directo y de un resultado directo. Mas cuando, para cumplir con los deberes
que nos ligan a la sociedad, hacemos cuantos esfuerzos voluntarios y legales
están a nuestro alcance, lo que hacemos, en realidad, es contribuir a la obra
y beneficio general de la sociedad: ya directamente, cuando tomamos una
porción de nuestro peculio para pagar cuotas o impuestos municipales; Ya
indirectamente, cuando, produciendo mucho, consumiendo mucho,
circulando mucho nuestro capital, pensando que en el bien de la sociedad,
dando ejemplo en el ejercicio de nuestro derecho y en cumplimiento de
nuestros deberes municipales, coadyuvamos activamente al cumplimiento de
los fines de la vida municipal en sí mismos y a los de la vida individual
dentro de la sociedad.
Por razones idénticas llamamos deber fomento el que tenemos de
trabajar en favor del desarrollo provincial, pues es claro que si el trabajo
individual de todos todos los coprovincianos es tan ordenado que dé por
fruto el mayor desarrollo de la provincia, como el resultado del trabajo
indirecto ha sido el fomento, y como fomentando nuestra provincia es como
cumplimos con el deber de atenernos a la relación de necesidad que a ella
nos liga, claro está, también que el nombre de ese deber es el mismo de ese
resultado. Por eso lo llamamos deber de fomento.
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Es lo mismo que si dijéramos que la necesidad que nos relaciona a la
provincia nos obliga a favorecer o fomentar del modo más activo su
desarrollo, porque ése es el único o mejor medio de satisfacer dentro de ella
nuestras propias necesidades.
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De modo que ese deber positivo de amar a la patria, trabajando por
ella y por nosotros, para ella y para nosotros, no tiene nada de fantástico, ni
de lírico, ni de épico, ni de falaz, ni de ilusorio, ni sirve para halagar
pasiones populares, ni para explotar en beneficio propinó las alegrías o las
tristezas, o los dolores o los placeres, o los triunfos o las derrotas de la
patria.
Uno de los esfuerzos más grandes, o más bien, la serie de esfuerzos
más poderosos que se ve precisado a hacer el ánimo, son los que reclaman la
necesidad de conciliar nuestros deberes como patriotas con nuestros deberes
como hombres.
De aquí nace la común incapacidad que se tiene de ser a la vez un
buen hijo de la patria y un buen hijo de la humanidad.
Pero si se piensa que el conjunto de naciones en cuyo seno vive la
nuestra es una verdadera familia de pueblos en la que, como en la familia de
individuos, cada miembro depende de las mayor prosperidad de todos; si se
piensa en esto, se comprenderá que no es incompatible el patriotismo con
aquella subordinación lógica y conveniente de los afectos y deberes que nos
ligan a la humanidad; debemos, por tanto, subordinar los unos a los otros,
considerar como un verdadero deber el de subordinación y cultivar cada vez
con más esmero nuestro deber de patriotismo, no ya sólo por la patria, sino
porque cuanto más firme sea nuestro patriotismo, tanto más consciente será
nuestra subordinación al más vasto interés de la humanidad. El concepto de
subordinación está íntimamente ligado al de obediencia y, por ende a la
categoría de deber.
La visión cristiana del trabajo está centrada en la fe y en la acción
correspondiente a la fe. Según 1Cor 7,20ss, el cristiano ha de permanecer en
su profesión, ya que lo decisivo de esta situación no es la posición en el
mundo, que no es fin, sino medio para el fin. Es incluso indiferente que uno
sea esclavo: rige siempre la regla de permanecer en el estado en que uno ha
venido a la fe. El llamamiento de Dios a su servicio y por ende a su trabajo,
puede significar el cambio de la actividad en el mundo (Mc 1,18)
En el Nuevo Testamento el tema del trabajo se expresa en la visión
doméstica que descubren las epístolas (Col 3,22-4,1; Ef 6,5-9; 1Tim 6,1ss;
Tit 2,9ss y 1Pe 2,18-25). Se trata allí, sobre todo, de los deberes de los
trabajadores, de los esclavos, y el lugar asignado para ellos es una prueba
clara de la capa social de que procedían los cristianos (Cfr. 1Cor 1,26)
La doctrina del Nuevo Testamento sobre el trabajo aparece impopular
para los que ostentan visiones progresistas ya que hace de la obediencia una
virtud social capital.
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Los cuadros domésticos demuestran que la relación entre amo y
siervo es una relación fundamental asignada al mundo por Dios, un derecho
natural divinamente sancionado, como la relación entre amo gobernantes y
gobernados, entre marido y mujer, entre padres e hijos.
La estructura jerárquica excite en la sociedad por la misma razón por
la cual se produce la fórmula Maestro-Discípulo; La estructura igualitaria es
un logro, alcanzado luego del desafío de las pruebas espirituales de todo
tipo. La salud social resulta de la aceptación, de modo responsable, de los
deberes de la propia posición dentro del macro-organismo, tipo colmena,
que es la sociedad humana. A pesar de los logros modernos de la tecnología,
la relación entre kyrios y doulos es una relación fundamental.
Ahora bien, el sentido profundo de esta relación deben descubrirlo los
propios involucrados en ella; existe una confusión entre los conceptos que
generan esas dos palabras griegas del Nuevo Testamento. Kyrios significa
también Director espiritual, Maestro de Sabiduría y de Salvación y doulos,
además de esclavo, en el griego filosófico significa discípulo. Por ello oímos
disparates como, por ejemplo, que Zalmoxis, el Salvador de los Dacios, era
esclavo de Pitágoras. Se trata allí de una relación iniciática entre Maestro y
discípulo, sumergidos, los dos, en las fuentes de la tradición sapiencial de los
misterios de la existencia.
Con esta explicación se entiende por qué el célebre adagio
neotestamentario - Bástele al discípulo ser igual a su Maestro - se traduce de
manera absurda como el esclavo debe ser igual a su amo o el esclavo debe
luchar para alcanzar a su amo o cosas del mismo tenor.
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En la búsqueda de las causas de la enfermedad cardiocoronaria, el
factor ocupación se ve relegado por lo general a una definición de una o dos
palabras, tales como director de una compañía, o representante de ventas,
frase que contribuye a oscurecer más que a iluminar la verdadera interacción
que existe entre una persona y su trabajo. Tiende a bloquear una mayor
consideración sobre si el individuo está contento con su trabajo o si lo
aborrece, si es bueno o malo para ese nivel de actividad en que se encuentra,
si trabaja mucho o si toma las cosas con calma, y en general si está ganando
o perdiendo la batalla ritual para lograr una supervivencia económica, social
y sobre todo personal.
De modo semejante, cuando se llevan a cabo tests sobre el corazón y
sobre la química sanguínea
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(El dios Ea [creó a los hombres para que realizaran las faenas domésticas en
beneficio de los dioses])
(5). Finalmente, un texto sumerio de Nippur representa como la finalidad de
la creación del hombre la de edificar templos para los dioses (6).
El punto de vista del autor bíblico es, pues, que el hombre fue un
trabajador desde el principio, no (tal como se supone comúnmente) alguien
que adquirió ese estado sólo como consecuencia de su caída.
Los frutos del trabajo no tardarán en aparecer (Ver pag. 548, entrada
2401, Ibid.)
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El trabajo humano procede y por ende proviene directamente de una
criatura formada a imagen y semejanza de Dios, llamada, junto a sus
congéneres, a prolongar, para un mutuo beneficio, la misma obra de la
creación, con el correspondiente dominio sobre la tierra entera. El trabajo es
un deber: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma (2 Ts 3, 10)
El trabajo es una honra de los dones del Creador y de los talentos
recibidos sin merecer, es decir de los carismas. Por otra parte, el trabajo es
también redentor. Al soportar la pesada carga del trabajo, en unión con
Jesús, el hombre coopera o co-labora con el Hijo de Dios en su plan
salvífico, en su obra de redención.
El trabajo puede ser un medio de santificación y de animación de las
realidades terrenas en el espíritu de Cristo. (Ibid., entrada 2427)
A través de las capacidades inscritas en su naturaleza, el ser humano
ejerce y aplica su ingenio en el trabajo mismo. Es el hombre el destinatario
de su trabajo y sus valores le pertenecen en su totalidad. El trabajo es para
el hombre mas no el hombre para el trabajo (Cfr. Catecismo, entrada 2428).
Esta frase anula toda absurda obligación malentendida y sugiere que
cada cual debe y puede sacar del trabajo los medios para sustentar su vida y
la de los suyos, prestando así un auténtico servicio a sus congéneres.
34
Breve nota óntico-ética sobre la Medicina del futuro
Piénsalo: Si quieres ser Médico, debes sacrificar tu vida y tus anhelos en pos de la salud
de tus congéneres.
DESIDERATA
35
Hace algunos cincuenta años, se repartió en la antigua iglesia de San
Pablo en Baltimore, un texto escrito en 1942. Hoy, palabra por palabra, la
sabiduría emana de sus líneas y guarda la misma lógica y claridad de antaño.
La luz espiritual no caduca con el tiempo y no está tocada por la
historia. Este texto es la epítome de la ética óntica. Lo presentamos aquí en
inglés, para el disfrute de los interesados:
36
iu méi bicáam véin éend bítor, for ól-uéis
THERE WILL BE GREATER AND LESSER PERSONS THAN
zdéo uíl bi gréitor éend léisor pórsuns zdán
YOURSELF.
ior-sélf
• ENJOY YOUR ACHIEVEMENT AS WELL AS YOUR PLANS.
enyói iór ochíi-vument áaz uél áaz iór pláanus
• KEEP INTERESTED IN YOUR OWN CAREER, HOWEVER
HUMBLE;
kíip ínturus-tud in iór óon coruíir, jáu-uévor jámbul
IT IS A REAL POSSESSION IN THE CHANGING FORTUNE OF TIME.
it iz éi ríol poséshun in zdo cheinying fórchiune av táim
• EXERCISE CAUTION IN YOUR BUSINESS AFFAIRS;
égzorsais cóu-shun in ióor bísnis oféei-rus
FOR THE WORLD IS FULL OF TRICKERY.
for zdo uóruld iz fúul av churuíkeri
• BUT LET THIS NOT BLIND YOU TO WHAT VIRTUE THERE IS;
bat let zdís nat bláind iu tu uát vírchiu zdéo riz
• MANY PERSONS STRIVE FOR HIGH IDEALS;
méni pórsuns suchuráiv for jáai ai-díols
AND EVERYWHERE LIFE IS FULL OF HEROISM.
end évri-uéo láif iz fúl av jíro-ízum
• BE YOURSELF. ESPECIALLY, DO NOT FEIGN AFFECTION.
bi iór-sélf , espésholi , du nat féin oféc-shun
• NEITHER BE CYNICAL ABOUT LOVE;
nízdor bi sínu-col obáut láav
• FOR IN THE FACE OF ALL ARIDITY AND DISENCHANTEMENT
for in zdo féis av óol oruíditi end dison-chántument
IT IS PERENNIAL AS THE GRASS.
it iz poruénial áaz zdo gráas
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nórchur suchuruéngs av spíruit tu shíilud iú in sádun
MISFORTUNE.
miz-fórchun
• BUT DO NOT DISTRESS YOURSELF WITH IMAGININGS.
but du nat dis-churés iór-sélf uizd imáaginingus
• MANY FEARS ARE BORN OF FATIGUE AND LONELINESS.
méni fíorus áar bóorun ov fatíigo end lóun-linés
• BEYOND A WHOLESOME DISCIPLINE, BE GENTLE WITH
bí-iánud éi jóul-sám dis-siplín, bi yéntul uizd
YOURSELF.
iór-sélf
• YOU ARE A CHILD OF THE UNIVERSE,
iú áar éi chái-lud av zdí iúni-vors
NO LESS THAN THE TREES AND THE STARS;
nóu les zdán zdo churuíz éend zdo stáa-rus
• YOU HAVE A RIGHT TO BE HERE.
iu jáav éi ráit tu bi jíor
• AND WHETHER OR NOT IT IS CLEAR TO YOU,
éend uézdor ar nat it iz clíor tu iú
NO DOUBT THE UNIVERSE IS UNFOLDING AS IT SHOULD.
nóu dáut zdí iúni-vors iz anfóulding áaz it shúud
• THEREFORE BE AT PEACE WITH GOD,
zdéo-for bi áat píis uízz Gáad
WHATEVER YOU CONCEIVE HIM TO BE,
uát-évor iú can-síiv jím tu bi
• AND WHATEVER YOUR LABORS AND ASPIRATIONS,
éend uát-évor iór léiborus énd aspi-réishún
IN THE NOISY CONFUSION OF LIFE KEEP PEACE WITH YOUR
SOUL.
in zdo nóizi can-fiúshun av láif, kíip píis uizd iór só-ul
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*
Por respeto y cortesía para con los que aún no saben inglés, he aquí
una traducción, luego de una reproducción fonética en la lengua ordinaria,
en castellano, sin considerar el alfabeto fonético internacional que sólo tiene
valor para los antropólogos y sirve poco o casi nada, a la gente de la calle.
Para los conocedores del inglés, que por cierto, es una lengua -
tongue - y no un lenguaje - language - como pretenden los americanos y
los ingleses, en su muletilla, English Language (!?) - esa trascripción
fonética resulta ser algo menos que ridículo.
No obstante, para el principiante interesado en la correcta y clásica
pronunciación, un texto transliterado es un verdadero tesoro. DESIDERATA
- deseos, es el plural del latín DESIDERATUM - deseo. Es lo que desea
para la juventud ese anónimo sabio de Baltimore, la ciudad de Edgar Allan
Poe y del buscador de Moby Dick.
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12. Especialmente, no finjas afectos
13. Tampoco seas cínico con respecto del amor, porque frente a toda aridez
y desencanto, el amor es perenne como la hierba . . .
14. Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente
a las cosas de juventud
15. Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina
16. Pero no te angusties con fantasías: Muchos temores nacen de la fatiga y
la soledad
17. Junto con una sana disciplina, se amable contigo mismo
18. Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las
estrellas
19. Tu tienes derecho de estar aquí y te resulte evidente o no, sin duda que
el universo se desenvuelve como debe. . .
20. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo
concibas y cualesquiera sean tus labores y aspiraciones, guarda en la
ruidosa confusión, tu alma en paz , , ,
21. Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, este mundo sigue siendo
un mundo hermoso
22. Esfuérzate en ser feliz . . .
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