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En la naturaleza observamos que unos metales son comunes mientras que otros son raros o incluso rarsimos. Los ejemplos de este hecho son numerosos y no se puede, desde luego, comparar el hierro con la plata o el platino y el radio, que son mucho ms raros. Estas consideraciones evidentes no se aplican slo a los metales, sino en general a todos los elementos: por ejemplo, el oxgeno, que no es un metal, es muy abundante en la atmsfera, siendo uno de sus principales componentes (21 % aproximadamente). Se encuentra tambin muchsimo oxigeno combinado qumicamente con el agua del mar, y tambin en las rocas como constituyente fundamental de los silicatos, que de las rocas configuran la parte ms preponderante. Por el contrario, otros cuerpos no metlicos, como el bromo, iodo, y sobre todo, alguno de los gases nobles (neon, kripton y xenon), son verdaderamente raros. Es evidente que para cada elemento qumico existe una rareza mayor o menor, a menudo muy distinta entre uno y otro. A menudo la rareza determina el valor de varios elementos; como es sabido, el oro y sus compuestos cuesta mucho ms que el hierro y sus compuestos, y tambin el iodo y sus derivados tienen un valor mayor qve el cloro y el oxgeno. Esto no siempre es cierto; por ejemplo, el escandio y sus compuestos son muy costosos, si bien en las rocas de la costra terrestre es diez veces ms abundante que el estao o el arsnico, que tienen un precio modesto. Anlogamente el titanio considerado generalmente como un metal raro de precio elevado, resulta ochenta veces ms abundante que el cobre, cuyo precio es ms accesible.
los objetos de aluminio eran tan caros, que el Emperador Napolen III alardeaba que su servicio de mesa estaba todo hecho con este metal. A continuacin se encontraron procesos industriales adecuados que han hecho de este metal que sea de bajo precio y de uso muy comn, por el contrario, estas dificultades tcnicas no se han resuelto todava bien para el titanio. Anlogamente para el escandio o el germanio se encuentran dispersos en numerosos minerales comunes de las rocas, pero en cantidades tan bajas que hacen muy costosa su extraccin. Por el contrario, elementos como el cobre, la plata, el plomo, el mercurio, se encuentran en la naturaleza considerablemente enriquecidos en las vetas de yacimientos metalferos como en concentraciones notables de estos metales, en minerales propios