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Manejo perioperatorio de la endocarditis infecciosa 29

REVISION POR EXPERTOS

Manejo perioperatorio de la
endocarditis infecciosa
Dr. José Luis Barisani*

La endocarditis infecciosa (EI) ha sufrido importan- conjunto, que muchas veces incluye al médico en-
tes cambios epidemiológicos, clínicos y pronósticos cargado de la recuperación cardiovascular postope-
en las últimas décadas. La forma de presentación, ratoria, dependerán en gran parte los resultados.
las puertas de entrada y la afección cardíaca subya-
cente han variado, modificando la presentación clí- FORMAS CLINICAS
nica de la enfermedad1. La edad promedio de los en-
fermos aumentó notablemente, disminuyó la causa Por su distinta patogenia y pronóstico podemos dis-
reumática como cardiopatía predisponente y propor- tinguir cuatro formas de EI:
cionalmente son más frecuentes hoy el prolapso mi-
tral y la valvulopatía aórtica degenerativa. Al mis- Endocarditis de válvula nativa. Puede presen-
mo tiempo, se han hecho cada vez más prevalentes tarse en forma aguda, con alta mortalidad, y predo-
las formas nosocomiales, las protésicas y las EI en minio del síndrome de respuesta inflamatoria sisté-
adictos intravenosos (IV). Estas formas especiales mica y la sépsis. En cambio, la forma subaguda, se
tienen distintas fuentes microbiológicas y diferente caracteriza por un síndrome febril de semanas de
evolución y pronóstico. Asimismo, el cambio evoluti- evolución, con síntomas poco específicos y con ma-
vo encuentra sus causales, en parte, en los grandes yor frecuencia de manifestaciones autoinmunes.
avances en los métodos diagnósticos, especialmente Entre los múltiples gérmenes causales, predominan
los ecocardiográficos. En cuanto a los terapéuticos, los estreptococos.
la cirugía valvular ha significado el mayor avance
en esta enfermedad desde el advenimiento de los Endocarditis en adictos endovenosos. General-
antibióticos (ATB). Si bien ésta es una entidad clíni- mente afecta válvulas nativas previamente sanas.
ca, la cirugía en el período activo de la infección o la Si bien la afección de válvula mitral o aórtica no es
corrección quirúrgica de sus secuelas son recursos rara, son más frecuentemente infectadas las válvu-
frecuentemente utilizados. las derechas, en particular a la tricúspide6 (Figura
La EI es una enfermedad relativamente infrecuen- 1). Esta forma ha aumentado su prevalencia en los
te, pero su elevada morbimortalidad y los costos que últimos años y, a pesar de su mortalidad relativa-
ocasiona al sistema de salud la hacen importante. Si mente baja (10%), adquirió importancia epidemioló-
proyectamos estimaciones epidemiológicas de EEUU gica por su tendencia a las recidivas dada la dificul-
y el Reino Unido a la población de Argentina, pode- tad para implementar medidas de profilaxis en es-
mos calcular que se producen entre 700 y 1700 casos tos pacientes7. Los microorganismos causales más
por año en nuestro país2. Pero su mortalidad sigue
siendo elevada, del 23,5% en el estudio EIRA, coin-
cidente con la descripta en series internacionales3,4.
Las causas de la persistencia de la alta mortalidad
parecen estar ligadas a los cambios clínicos que su-
frió la EI, pero también al retraso en el diagnóstico,
el inicio del tratamiento médico y de la resolución
quirúrgica cuando ésta está indicada5.
Esta es, sin duda, la enfermedad cardiovascular que
más obliga al cardiólogo a interconsultar y trabajar
en equipo con otros especialistas: infectólogos, clíni-
cos, cirujanos cardiovasculares, intensivistas, neu-
rólogos, hematólogos, microbiólogos. De este trabajo

* Jefe de Recuperación Cardiovascular de Institutos Médicos


Antártida. Buenos Aires. Figura 1. Campo quirúrgico en paciente con endocardi-
Coordinador del Área de Insuficiencia Cardíaca y Trasplante del tis de válvula tricuspídea. Se evidencia equimosis, edema
H.I.G.A. Presidente Perón, Avellaneda, Prov. de Buenos Aires. e infiltración de valvas.
Rev CONAREC Marzo 2005; (21), 78:29-37 Revista del CONAREC Disponible en http://www.conarec.org.ar
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Manejo perioperatorio de la endocarditis infecciosa 30

frecuentes son los estafilococos, seguidos por los ba- Tabla 1. Clasificación de Duke. Criterios
cilos gram-negativos y hongos, pero no son infrecuen- diagnósticos mayores y menores18
tes las infecciones polimicrobianas ni los hemoculti-
vos negativos. Se ha encontrado una alta asociación Criterios mayores:
1) Microorganismos típicos aislados en 2 hemocultivos
con infección por HIV en estos enfermos lo que im- separados o microorganismos compatibles con EI aislados
plica una mayor mortalidad8. Son generalmente pa- en hemocultivos persistentemente positivos o cultivo
único positivo para Coxiella burnetii.
cientes jóvenes de sexo masculino que cursan un sín- 2) Evidencia de compromiso endocárdico establecida por
drome febril prolongado, sin insuficiencia cardíaca la presencia de nuevo soplo regurgitante o evidencia
ecocardiográfica de EI (vegetación, absceso, dehiscencia
ni signos periféricos. Se suele agregar un soplo de protésica).
insuficiencia tricuspídea y embolias pulmonares sép- Criterios menores:
1) Factores predisponentes
ticas. La indicación quirúrgica es poco frecuente y (valvulopatía, drogadicción endovenosa, etc.).
generalmente debido a sepsis persistente9,10. 2) Fiebre.
3) Fenómenos vasculares: embolias, infartos
pulmonares, aneurismas micóticos, petequias,
Endocarditis nosocomiales. También, suele afec- lesiones de Janeway.
4) Fenómenos inmunológicos: glomerulonefritis, nódulos
tar a válvulas nativas de pacientes gravemente en- de Osler, manchas de Roth, factor reumatoideo.
fermos, generalmente añosos, internados o someti- 5) Hemocultivos positivos aislados o por germen
no típico.
dos a procedimientos invasivos11. Los factores de ries- 6) Ecocardiograma compatible, sin criterios mayores.
go son: catéteres endovenosos, alimentación paren-
teral, cirugías, internación en áreas de cuidados crí- te para establecer el diagnóstico de esta enfermedad
ticos, quemaduras extensas, diálisis por fístulas ar- (Tabla 1)18. Se requieren 2 criterios clínicos mayo-
terio-venosas, inmunodepresión y edad avanzada12. res, ó 1 mayor y 2 menores, ó 5 menores para afir-
Predominan las infecciones por estafilococos, ente- mar un diagnostico como definitivo.
rococos y bacilos gram-negativos13. La mortalidad De acuerdo a esta clasificación, vemos que para el
puede llegar al 40% en algunas series14. diagnóstico son fundamentales, ante la sospecha clí-
nica, la toma de hemocultivos y la realización de un
Endocarditis protésica (EIP). Son aquellas que ecocardiograma Doppler. El eco transtorácico (ETT)
ocurren sobre una prótesis valvular mecánica o bio- posee una sensibilidad del 98% y una especificidad
lógica (Figura 2). Si bien se las clasificó como EIP
precoz o EIP tardía según ocurra ante o después de
los 60 días del reemplazo valvular, recientemente se
incorporó el término de “tempranas” para englobar
a todas las que ocurran hasta el año de la cirugía,
debido a que se comunicó elevada incidencia de es-
tafilococos coagulasa-negativos de origen nosocomial
hasta 12 meses15. Además de los estafilococos, los
gram-negativos adquiridos en la etapa intrahospi-
talaria también son prevalentes en la EIP tempra-
na. Es frecuente el desarrollo de abscesos anulares16.
En cambio, las EIP tardías son de origen extrahos-
pitalario, por lo que existe mayor prevalencia de es-
treptococos y evolución subaguda, similar a la de EI
de válvula nativa.
Existe un riesgo mayor de infección a partir de la 5º
semana post-cirugía, con una incidencia en el pri-
mer año de 3% y luego del 0,5% por año17. Son facto-
res predisponentes para el desarrollo de EIP, la in-
fección en actividad en el momento de la cirugía, en
especial cuando el agente es el estafilococo, los re-
emplazos valvulares múltiples, y la ausencia de pro-
filaxis antibiótica perioperatoria.

DIAGNOSTICO

El diagnóstico clínico de la EI se fundamenta princi-


palmente en la bacteriemia (hemocultivos) y la evi-
dencia clínica y/o ecocardiográfica de infección car-
díaca (vegetaciones, abscesos). La descripción de la Figura 2. Bioprótesis porcinas con vegetaciones y eviden-
Clasificación de Duke significó un avance importan- cias de infiltración anular y destrucción valvar.
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del 60-70% para el diagnóstico, mientras que el modo Tabla 2. Indicaciones de


transesofágico (ETE) posee una sensibilidad y espe- cirugía en la EI en actividad.
cificidad de aproximadamente el 95%. La indicación
de un ETE, si bien no es imprescindible en todos los Recomendaciones del Consenso de
casos, se impone ante un ETT dudoso, mala ventana Endocarditis Infecciosa (SAC/SADI) 12
Clase I
ultrasónica, sospecha de complicación (absceso, fís- 1) Insuficiencia cardíaca sin respuesta adecuada
tulas, pericarditis, insuficiencia cardíaca, sepsis per- al tratamiento médico.
2) Infección persistente.
sistente, embolia a repetición) y especialmente ante 3) Absceso perivalvular.
una EI protésica12,19-22. 4) Endocarditis fúngica.
5) Endocarditis protésica precoz.
El cateterismo puede ser peligroso en una EI de la 6) Endocarditis en marcapasos.
válvula aórtica, ya que puede facilitar la emboliza- Clase II
1) Embolia recurrente.
ción de vegetaciones. La realización de una cineco- 2) Vegetaciones móviles mayores de 10 mm,
ronariografía sólo se justifica si el paciente debe ser por estafilococos o gram-negativos.
3) Absceso esplénico.
sometido a cirugía y se sospecha que puede ser por- Clase III
tador de enfermedad coronaria concomitante: ante- 1) Respuesta antibiótica adecuada sin complicaciones.
cedentes o presencia de múltiples factores de riesgo to médico, la indicación de una cirugía valvular dife-
en hombre mayor de 40 años o mujer postmenopáu- rida dependerá de la gravedad de la lesión secuelar
sica. y se indicará como en las valvulopatías crónicas24,25.
Sin embargo, en un tercio de los enfermos, los ATB
TRATAMIENTO MEDICO no son eficaces o aparecen complicaciones que obli-
gan a recurrir al tratamiento quirúrgico en la etapa
El tratamiento de la EI en su etapa activa es prima- activa de la enfermedad. En la Argentina, según los
riamente médico, incluyendo antibióticoterapia y resultados del estudio EIRA I realizado sobre 294
medidas generales de soporte. No es objetivo de este pacientes con EI, se decidió cirugía en un 28,2 %26.
artículo describir los diferentes esquemas antibióti- Cuando aparecen complicaciones, o no se obtiene
cos para lo cual es importante trabajar en conjunto respuesta adecuada al tratamiento médico, particu-
con el especialista en infectología. Sí es importante larmente en presencia de insuficiencia aórtica o mi-
recordar algunos lineamientos23. El paciente debe ser tral o disfunción protésica de grado severo, la ciru-
hospitalizado y la terapia antimicrobiana no debe gía asociada a los ATB puede ofrecer un mejor pro-
comenzar nunca sin haberse tomado los hemoculti- nóstico. El momento adecuado para derivar al enfer-
vos. La vía de administración es siempre parente- mo a quirófano en plena etapa activa de la EI es con-
ral, preferentemente endovenosa. Los ATB elegidos trovertido, ya que la mortalidad quirúrgica en este
deben ser bactericidas, lograr una alta concentra- período es francamente mayor que la de los pacien-
ción en el sitio de infección, con intervalos frecuen- tes operados sin infección, pero un retraso en la de-
tes entre dosis y ser eficaces para el agente causal cisión con la intención de avanzar en el tratamiento
probable o aislado en cultivos. ATB puede llevar a la muerte.
Si el estado clínico del enfermo lo permite, deben En la Tabla 2, se transcriben las recomendaciones
aguardarse los resultados para iniciar una terapia del Consenso de Endocarditis Infecciosa (Sociedad
ATB racional. En cambio, en las EI agudas o compli- Argentina de Cardiología/Sociedad Argentina de In-
cadas, con pacientes muy comprometidos, lo aconse- fectología) respecto de las indicaciones de cirugía en
jable es tomar los cultivos en dos horas y comenzar la EI en actividad12. La simple presencia de disfun-
un tratamiento empírico, basado en la posible puer- ción valvular severa sin insuficiencia cardíaca, no
ta de entrada y gérmenes más prevalentes. Si el pa- fue contemplada en estas guías como de indicación
ciente recibió ATB en las últimas dos semanas y se quirúrgica absoluta, cosa que sí sucede en las Task
encuentra estable pueden realizarse hemocultivos Force norteamericanas, donde la presencia de regur-
seriados cada 2 días para mejorar las posibilidades gitación aórtica con cierre mitral precoz es una reco-
de aislar al microorganismo. Si los resultados son mendación clase I25.
negativos, se debe realizar tratamiento empírico. La causa más común de derivación para reparación
La duración del tratamiento puede variar de acuer- o el reemplazo valvular es la insuficiencia cardíaca
do al organismo causal, la válvula comprometida, las (IC), debido a destrucción de la válvula aórtica o
características del huésped, el tipo de ATB elegido y mitral27. En cambio, las EI derechas sólo requieren
la presencia de complicaciones. Siempre debe ser cirugía en un 10%, por ser mejor toleradas. La deci-
mayor a las dos semanas, frecuentemente de 4 a 6 sión del momento dependerá del estado hemodiná-
semanas o aún mayor en EI protésicas. mico del paciente por un lado y el estado de la infec-
ción por el otro. Cuando el paciente se interviene sin
INDICACIONES QUIRURGICAS signos de significativa IC la mortalidad es del 6 al
8%, pero llega al 35% en los que llegan con fallo de
En los casos en que la infección curó con tratamien- bomba clínico. De todas maneras la evolución de es-
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tos pacientes, con tratamiento médico será aún peor, fieren intervenir cuando son muy móviles y el mi-
con una tasa de muerte del 56-86%28. Por ese moti- croorganismo causal es el estafilococo o un gram-
vo, en la actualidad se tiende a una intervención pre- negativo35-37.
coz cuando existen signos de IC15.
La presencia de bacteriemia continua durante 7-10 TECNICA QUIRURGICA
días a pesar del tratamiento ATB adecuado es lo que
se comprende como infección persistente. En estos En la elección de la táctica quirúrgica, se debe tener
casos, lo primero es descartar otros posibles focos en cuenta el estado hemodinámico e infectológico del
infecciosos extracardíacos: fiebre por ATB, embolias paciente, su edad, el motivo que lo lleva a cirugía en
sépticas pulmonares, flebitis, escaras, etc. Si no es- el período activo de la EI, el germen infectante, el
tán presentes, la resistencia a la antibioticoterapia tiempo de terapia ATB al momento de la operación,
puede corresponderse con la presencia de abscesos cuál es el tipo y localización de la válvula afectada,
cardíacos y constituir una indicación de cirugía, en que otras estructuras cardíacas pueden estar daña-
especial si los hemocultivos continúan siendo positi- das, si existe alguna contraindicación para la anti-
vos29-31. coagulación y si se asocia enfermedad coronaria. Para
El absceso perivalvular, más frecuente en la locali- ello, el cirujano debe contar con la mayor informa-
zación aórtica y en EI protésicas, suele estar provo- ción clínica posible a la que debe añadir la obtenida
cado por estafilococos o gram-negativos, puede ser de métodos diagnósticos complementarios, en espe-
sospechado por la aparición reciente de un trastorno cial los ecocardiográficos.
de conducción en el ECG y confirmarse por la ima- Los objetivos de la cirugía de un paciente con EI en
gen de un ETE. Esta complicación tiene indiscutida período activo son: 1) el drenaje y debridamiento com-
indicación quirúrgica, a pesar de que excepcional- pleto de todo tejido sospechoso de estar comprometi-
mente se reportó curación con tratamiento ATB ais- do por la infección; 2) la reconstrucción de neocavi-
lado32. La endocarditis micótica tiene también pési- dades y cierre de comunicaciones fístulas y perfora-
mo pronóstico sin cirugía, la que debe ser precoz y ciones; y 3) el reemplazo o reparación de las válvu-
asociarse tratamiento con anfotericina B33. las comprometidas38. Se trata generalmente de ciru-
La EI protésica precoz (< 2 meses) es casi siempre gías complejas y prolongadas por lo que es necesario
indicación de cirugía dada la alta mortalidad que tie- asegurar una adecuada protección miocárdica, cere-
ne los pacientes tratados únicamente con ATB31. En bral y renal intraoperatorias. Siempre se debe remi-
los casos de EI temprana (entre 2 y 12 meses), si el tir al laboratorio el material removido (válvula, abs-
microorganismo causal es muy agresivo (Staphylo- cesos, etc.) para su análisis bacteriológico, cultivo y
coccus aureus coagulasa negativo, por ejemplo) y se estudio anatomopatológico en busca de evidencias
asocia disfunción protésica o leak periprotésico de de microorganismos.
aparición reciente, también debería adoptarse una Es imprescindible realizar una meticulosa inspec-
conducta activa13. ción para detectar fístulas y extensiones extraval-
Una forma especial de EI protésica la constituyen vulares de la infección. Puede ser necesario evacuar
las infecciones de catéter de marcapasos. A diferen- un absceso del trígono fibroso, estructura común a
cia de la infección del bolsillo, la del catéter suele la válvula mitral y aórtica y de difícil acceso. Si des-
ocurrir tardíamente. Cuando los hemocultivos son pués del debridamiento de un absceso queda un de-
persistentemente positivos y se observan vegetacio- fecto del tabique, puede ser necesario utilizar un
nes en el ETE, lo aconsejable es la remoción de todo parche de pericardio o material sintético para la re-
el sistema y tratamiento local de la infección del bol- paración37.
sillo12. Esta remoción puede realizarse por vía vas- Cuando está afectada la válvula aórtica, el trata-
cular mediante dispositivos especiales y cuando no miento es habitualmente el reemplazo valvular; ya
sea posible deberá realizarse por cirugía a cielo abier- que difícilmente puede ser reparada. La prótesis
to, bajo CEC. En casos excepcionales, se puede optar valvular podrá ser mecánica o biológica de acuerdo
por tratamiento ATB de por vida. a la edad del paciente y a las contraindicaciones de
Las embolias mayores recurrentes en un paciente bajo la anticoagulación. Algunos reportes indican que las
terapia ATB adecuada, en el que se visualizan vege- bioprótesis son menos susceptibles a desarrollar in-
taciones en el estudio ecocardiográfico, es para la fección anular ya que la recurrencia suele afectar
mayoría de los autores una indicación de cirugía. En mayormente a las valvas, pero otros refieren a las
cambio, un episodio embólico único que sucedió cuan- prótesis mecánicas como más resistentes. En gene-
do no se ha realizado tratamiento ATB adecuado, no ral, podría resumirse que con cualquiera de los dos
debería ser causa de cirugía34. Si bien existen evi- tipos de válvulas la reinfección precoz, cuando se
dencias de mayores complicaciones cuando las ve- opera en el curso de una infección no curada, es del 5
getaciones son grandes (> 10 mm) y se localizan so- al 17%39-42. Los resultados con homoinjertos criopre-
bre la válvula mitral, éstas no son por sí mismas servados parecen ser mejores, debido a su mayor
una indicación de cirugía. Algunos autores sí pre- resistencia a la infección en el primer año del posto-
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peratorio43. Si bien no requieren anticoagulación, su los cuidados postoperatorios cercanos. La mortali-


disponibilidad es escasa y su durabilidad a largo pla- dad hospitalaria varía entre el 5 y 30%, dependien-
zo permanece cuestionada44. La operación de Ross, do de la experiencia del centro quirúrgico, de si se
reemplazo de la válvula aórtica infectada por la vál- trata de hospitales de derivación y de los criterios
vula pulmonar autóloga en posición aórtica, es una utilizados para la indicación de cirugía en el período
cirugía muy compleja con parada circulatoria más activo de la EI27-31. En un estudio multicéntrico en la
prolongada, que pocos centros realizan en el curso Argentina, la mortalidad quirúrgica fue del 20,5%,
de una EI activa45. pero cuando se obtuvieron los datos de los centros
El drenaje de abscesos del anillo valvular aórtico que operaban mayor número de casos esta cifra ba-
implica procedimientos técnicamente complejos, con jaba al 9,8%, en comparación con el 31% de los cen-
mayor mortalidad, frecuente reinfección y despren- tros más pequeños26. La mortalidad es mayor en las
dimiento valvular. Es importante el completo debri- EI protésicas, en posición aórtica o mitroaórtica, en
damiento, pero esto puede generar una discontinui- las complicadas con absceso anular y/o destrucción
dad entre el ventrículo y la válvula aórtica que re- del anillo valvular, en pacientes con insuficiencia car-
quiere reconstrucción con parches de pericardio y en díaca en clase funcional IV y disfunción ventricular
ocasiones obliga a la traslocación infra o supraanu- severa, y sobretodo en los pacientes con shock preope-
lar de la válvula o al uso de tubos valvulados46,47. En ratorio51.
la actualidad, cuando existe disponibilidad, la utili- Si bien el manejo postoperatorio no difiere mayor-
zación de homoinjertos es considerada el procedi- mente del de toda cirugía valvular, los resultados en
miento de elección en estos casos por tener menor estos casos dependerán en gran parte del estado he-
incidencia de reinfección y permitir la reparación de modinámico e infeccioso en el que el paciente llegó a
las neocavidades formadas por los abscesos anula- quirófano, y de la resolución que en él pudo realizar-
res48. se. Por tratarse en general de pacientes con grave
En la afección de la válvula mitral, el tratamiento compromiso hemodinámico, infeccioso y algunas ve-
de elección es la reparación mediante vegetectomía ces multiorgánico, cursando postoperatorios de ci-
y valvuloplastia quirúrgica. Se pueden utilizar par- rugías complejas y prolongadas, con tiempos largos
ches pericárdicos para el cierre de las perforaciones de CEC y clampeo aórtico, el curso postoperatorio
valvares, realizar anuloplastia, acortamiento cordal suele ser más complicado y el riesgo de reinfección
y resección de las valvas49. Estos procedimientos con- valvular más frecuente.
servadores son más útiles cuando la válvula era pre-
viamente normal o mixomatosa y no hay gran des- Manejo hemodinámico. Los cuidados postopera-
trucción de su estructura. Cuando esto no es posi- torios exigen un seguimiento cercano que no debe
ble, se procede a su reemplazo por una prótesis, pre- prescindir del monitoreo ECG, de presión arterial
ferentemente mecánica12. Los abscesos del anillo media (TAM), presión venosa central (PVC) y oxi-
mitral son menos frecuentes, pero cuando están pre- metría de pulso permanentes, estado ácido base,
sentes deben drenarse y proceder a la reconstruc- gasometría, electrolitos, hematocrito, coagulograma
ción con pericardio autólogo o bovino. En estos ca- y lactato frecuentes. Si hay compromiso hemodiná-
sos, al igual que en los abscesos del anillo aórtico, mico de causa cardiogénica o séptica, es conveniente
puede estar comprometida la fibrosa mitroaórtica. colocar un catéter de Swan-Ganz.
Las EI derechas en general responden bien al trata- El paciente puede presentar deterioro hemodinámi-
miento ATB, pero en casos de sepsis persistente pue- co postoperatorio por cualquiera de las causas que
de ser planteada la cirugía. Siempre que sea posi- llevan a esta situación en una cardiocirugía, pero
ble, se intentará el reparo de la válvula tricuspídea debe considerarse que una disfunción ventricular
mediante vegetectomía o valvectomía con valvulo- preoperatoria, consecuencia de una valvulopatía cró-
plastia. Cuando no sea posible, se realizará reem- nica agravada por la destrucción valvular ocasiona-
plazo valvular, preferentemente con una válvula bio- da por la EI suele ser lo más frecuente. Si el pacien-
lógica. La extirpación de la válvula tricúspide en te fue intervenido con IC congestiva, la utilización
casos intratables o repetitivos de EI de adictos, cuan- agresiva de diuréticos en el postoperatorio puede
do no hay hipertensión pulmonar, es generalmente ayudar a la recuperación de la función pulmonar.
bien tolerada. La valvectomía sin reemplazo, se aso- En los enfermos que fueron intervenidos por insufi-
ció a una sobrevida del 96% a 10 años, aunque un ciencia mitral severa, el síndrome de bajo volumen
porcentaje elevado de los enfermos requirió un in- minuto (VM) puede estar en parte ocasionado por el
jerto valvular diferido37,50. aumento brusco de la postcarga en un VI acostum-
brado a descargar buena parte de su volumen sistó-
CUIDADOS PERIOPERATORIOS lico contra la baja presión que le ofrecía la aurícula
izquierda. En estos casos, la utilización de vasodila-
La mortalidad quirúrgica disminuyó con el uso de tadores (NTG, NPS) puede mejorar la performance
las modernas medidas de protección miocárdica y con ventricular52. También, la persistencia de una hiper-
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tensión pulmonar puede ser la causa de fallo del VD so de los ATB34. Si existe insuficiencia renal aguda
y la consecuente caída del VM. La utilización de NTG, en el postoperatorio y se asocia a retención de flui-
isoproterenol o dobutamina pueden ser de utilidad dos, puede ser necesaria la hemofiltración o la diáli-
en estos casos. Aunque es poco frecuente en el posto- sis.
peratorio temprano, no debe descartarse la presen-
cia de un leak, un desprendimiento valvular o una Hemorragia. Las alteraciones de la coagulación
falla de la reparación plástica, como causas de IC. asociadas a la complejidad de estas cirugías son las
Esto ocasionalmente obliga a una reoperación. responsables de que la hemorragia mediastinal o el
La necesidad de usar drogas inotrópicas y vasoacti- taponamiento cardíaco sean más comunes que en las
vas en estos pacientes no es rara y en ocasiones es operaciones realizadas en forma electiva. Los pacien-
requerido desde el preoperatorio. El uso de balón de tes anticoagulados por portar prótesis valvulares o
contrapulsación es otra eventualidad, que debe ser fibrilación auricular, deberían pasar a heparina cuan-
descartada en presencia de regurgitación aórtica. do se piensa que podrían requerir corrección quirúr-
gica. Si la decisión quirúrgica se toma con urgencia,
Shock séptico. Si el paciente se operó con infección el efecto de los anticoagulantes orales puede ser re-
incontrolada, la cirugía suele ayudar al control de la vertido eficientemente con plasma fresco congelado
sepsis. Sin embargo, en el postoperatorio inmediato o concentrados protombínicos.
la inmunodepresión generada por el estrés quirúr- Durante el postoperatorio inmediato, debe evitarse
gico y la CEC, puede agravar el cuadro infeccioso. la hipertensión, en especial en los pacientes someti-
En estos casos, la liberación de mediadores y toxi- dos a procedimientos aórticos, por el riesgo de san-
nas bacterianas puede inducir fallo circulatorio y grado en las líneas de sutura. Lo aconsejable es no
shock séptico. El enfermo suele estar taquicárdico, superar los 120 mm Hg de presión arterial sistóli-
oligúrico, hipoperfundido e hipotenso. Sin embargo, ca52. La anticoagulación, cuando es necesaria, debe
el VM puede estar elevado y las resistencias sisté- comenzarse cuando ya no existen evidencias de san-
micas bajas, lo que hace difícil la diferenciación con grado, generalmente a las 36-48 hs.
otras causas de vasoplejía y respuesta inflamatoria
postoperatoria. Los indicadores de mala perfusión Complicaciones neurológicas. Los pacientes con
tisular y de peor pronóstico son la acidosis láctica y EI tienen un riesgo elevado de presentar hemorra-
la desaturación venosa mixta (SvO2). El enfermo en gias subaracnoideas e intracerebrales. Este riesgo
estas condiciones puede evolucionar con hipotensión se acentúa si reciben anticoagulantes y al ser some-
refractaria o con fallo multiorgánico que ocasiona la tidos a cirugía bajo CEC. Si esto sucede deben utili-
muerte si no se establecen las medidas de sostén zarse plasma fresco congelado, factores K-dependien-
necesarias y el tratamiento ATB adecuado. Otro ries- tes y vitamina K.
go que complica aún más el panorama es la reinfec- La presencia de una embolia cerebral dificulta la
ción y la EIP precoz, lo que suele agravar insuficien- decisión de quirúrgica ya que la transformación he-
cia cardíaca. morrágica de la lesión cerebral isquémica no es rara
El objetivo del tratamiento hemodinámico es lograr con la CEC. Un 50% puede mostrar deterioro neuro-
una adecuada presión de perfusión tisular. La pri- lógico cuando la operación se realiza dentro de la
mera medida para ello es la infusión de fluidos. Se semana en que ocurrió el ACV, lo que disminuye a
debe tener en cuenta que en estas circunstancias, menos del 20% si se realiza después del octavo día34,37.
menos del 25% de los cristaloides infundidos perma- En estos casos, debe evitarse la hipotensión arterial
necen en el espacio intravascular. Los coloides y los perioperatoria, para mantener una adecuada presión
hemoderivados pueden ser de más ayuda. Una vez de perfusión que genere mayor isquemia. También,
lograda la precarga adecuada, si persisten los sig- se debe controlar las alteraciones de la coagulación
nos de hipoperfusión se aconseja la administración que puedan facilitar su transformación hemorrági-
de dopamina como droga vasoactiva e inotrópica. Si ca si el infarto cerebral es extenso. Además, se debe
la TAM mejora, pero el VM es bajo la asociación de tener en cuenta la posibilidad de desarrollo de un
dobutamina es lo más adecuado. Si en cambio, per- absceso cerebral en estos casos.
siste la hipotensión a pesar de una dosis de dopami- En los pacientes que se operan con diagnóstico de
na de 20 ugr/kg/min debe agregarse noradrenalina un aneurisma micótico, deben evitarse la colocación
en dosis crecientes o adrenalina si existe severa per- de prótesis mecánicas, corregirse meticulosamente
sistencia de bajo VM12,53. las alteraciones postoperatorias de la coagulación y
evitarse los picos hipertensivos.
Insuficiencia renal. La disfunción renal no es in-
frecuente y puede ser consecuencia de la falla hemo- Arritmias y trastornos de conducción. Las arrit-
dinámica perioperatoria, formar parte del compro- mias ventriculares y la fibrilación auricular posto-
miso multiorgánico secundario a la sepsis, ser debi- peratorias son complicaciones frecuentes que no sue-
da a una glomerulonefritis aguda o un efecto adver- len agregar gran riesgo, salvo cuando se asocian a
Manejo perioperatorio de la endocarditis infecciosa 35

fallo hemodinámico o isquemia miocárdica. Siempre Tabla 3. Cardiopatías subyacentes


deben investigarse alteraciones electrolíticas, hipoxe-
mia o efectos farmacológicos. PROFILAXIS RECOMENDADA
Riesgo Alto
Los trastornos de la conducción AV e intraventricu- • Prótesis valvular.
lares pueden ser consecuencia del debridamiento de • EI previa o en curso.
• Cardiopatía congénita cianótica compleja.
abscesos anulares o septales y suelen requerir la co- • Shunt quirúrgico sistémico pulmonar.
locación de un marcapasos definitivo. Riesgo Moderado
• Valvulopatías adquirida.
• Cardiopatías congénitas no compleja.
Infarto de miocardio. Es una complicación poco • Miocardiopatía hipertrófica obstructiva.
• Prolapso de válvula mitral con engrosamiento
frecuente si no se asocia enfermedad coronaria ate- o insuficiencia.
rosclerótica. Puede ser consecuencia de embolización • Trasplantados cardíacos.
de una vegetación aórtica y el tratamiento es prefe- PROFILAXIS NO RECOMENDADA
rentemente conservador. Riesgo Bajo
• Prolapso de válvula mitral sin insuficiencia
ni valvas engrosadas.
Reinfección temprana. Una vez superados los pri- • CIA tipo ostium secundum aislada.
• CIA, CIV o ductus operados
meros días, la reaparición postoperatoria de la in- (sin defecto residual después de 6 meses).
fección es seguramente la complicación más temida. • Soplos cardíacos funcionales o inocentes.
• Enfermedad de Kawasaki
Es menos frecuente cuando se realizó una repara- y fiebre reumática previa sin disfunción valvular.
ción valvular o se colocó un homoinjerto que cuando • Cirugía de revascularización miocárdica previa
• Marcapasos y cardiodesfibriladores implantables.
se colocó una prótesis biológica o mecánica. Con cual-
quiera de los dos tipos de válvulas la EIP precoz, mayoría de ellas son espontáneas (cepillado dental,
cuando se opera en el curso de una infección no cu- masticación) o secundarias a una enfermedad perio-
rada, es del 5 al 17%. Su frecuencia aumenta cuan- dontal no reconocida por lo que las medidas de profi-
do la infección con la que fue intervenido el paciente laxis ATB sólo alcanzarán a evitar el 15% de las EI56.
no está tratada adecuadamente y el germen causal Los pacientes que son portadores de prótesis valvu-
es el estafilococo o gram-negativos38-42. lares, en especial los que ya han sufrido un episodio
La EIP temprana es una complicación grave que de EI, son los que presentan mayor riesgo ante un
suele aparecer en la cuarta o quinta semana, pero episodio de bacteriemia. En la Tabla 3, se enumeran
su presencia no se puede descartar hasta el año. las cardiopatías subyacentes en la que se debe
Cursa frecuentemente con disfunción multiorgánica realizar profilaxis ATB, según las recomendaciones
y shock séptico. Es frecuente la complicación con de la American Heart Association y del Consenso
abscesos y desprendimiento protésico. Siempre es Argentino de EI (SAC/SADI)57-60.
difícil de erradicar con tratamiento médico, requi- Los procedimientos inductores de bacteriemia,
riendo en su gran mayoría tratamiento quirúrgico. en los que se recomienda profilaxis ATB de la EI son:
La mortalidad operatoria es elevada: 10 a 50%32,54. 1. Todo procedimiento odontológico en el que se pre-
sume que habrá sangrado o se requerirá aneste-
Tratamiento antibiótico postoperatorio. En el sia local intraligamentaria.
paciente sometido a cirugía, la duración de la tera- 2. Procedimientos en el tracto respiratorio que in-
pia ATB postoperatoria dependerá del resultado de volucren la mucosa, broncoscopía rígida, biopsias,
los cultivos del material extraído en quirófano. Si amigdalectomía, adenoidectomía.
estos son negativos y no hay evidencias anatomopa- 3. Procedimientos en el tracto gastrointestinal su-
tológicas de presencia de microorganismos debe com- perior: escleroterapia de varices y dilatación de
pletarse el esquema ATB iniciado en el preoperato- estenosis esofágicas.
rio. Si éste ya se había completado, es conveniente 4. Procedimientos digestivos bajos que involucren
continuarlo 7 a 14 días. Si los cultivos intraoperato- la mucosa intestinal o la vía biliar, incluyendo la
rios y/o la anatomía patológica son positivos, se debe colangiografía endoscópica retrograda.
considerar el día de la cirugía como día cero y reco- 5. Procedimientos del tracto genitourinario: cistos-
menzar el esquema hasta completar, sin tener en copía, dilataciones uretrales, cirugía prostática.
cuenta la terapia ATB preoperatoria12,55. Si hay infección también en colocación de sonda
vesical, remoción de DIU o aborto.
PROFILAXIS Los esquemas ATB recomendados, pueden tener
alternativas si el paciente presenta intolerancia o
En la patogenia de la EI interactúan por un lado no puede ingerirlos por vía oral y si tiene alergia a la
cardiopatías subyacentes y por el otro, bacteriemias penicilina.
con microorganismos capaces de adherirse al endo- • En los procedimientos orales, dentales, del tracto
cardio o a las prótesis valvulares. Estas bacteriemias respiratorio o del digestivo superior (puntos 1, 2
pueden ser provocadas por un procedimiento invasi- y 3) el esquema recomendado es simple: amoxici-
vo o responder a una infección. Sin embargo, la gran lina 2 gramos vía oral una hora antes del proce-
Manejo perioperatorio de la endocarditis infecciosa 36

dimiento. N Engl J Med 2001; 345: 1318-1330.


5. González de Molina M, Fernández-Guerrero J, Azpitarte J.
• En los procedimientos endoscópicos o quirúrgi-
Endocarditis infecciosa: grado de discordancia entre lo reco-
cos genitourinarios o intestinales bajos (puntos 4 mendado por las guías clínicas y lo realizado en la práctica.
y 5) se recomienda utilizar por vía IV ampicilina Rev Esp Cardiol 2002; 55: 793-800.
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