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HISTORIA MEDIEVAL

FUENTES

Las invasiones bárbaras


Siglo V - Siglo X
(SELECCIÓN)

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES


FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
1985

1
LAS INVASIONES BÁRBARAS

Siglo V - Siglo X

(Selección)

2
LAS INVASIONES BÁRBARAS
SigloV – Siglo X

(Selección)

Tomado de: LATOUCHÉ, Robert, Le film de l'histoire mediévale en


France. Ed. Arthaud, 1959.
LATOUCHE, Robert, Textes d'histoire médiévale. Vº-XIº
siècle, PUF, 1951.
RICHER, Historia de Francia, (888-995). Editado y traducido por R.
LATOUCHE, t.I 888-954. Parrs. Honoré Champion, 1930. SAN ISIDORO,
Historia Sothorum, España Sagrada, t. VI, Madrid, 1751.
SANCHEZ ALBORNOZ, Claudio y VIÑAS, Aurelio, Lecturas de
Historia de España, Ed. Plutarco S.A., Madrid, 1929.

Selección y Traducción: Nilda Guglielmi.

DEPARTAMENTO DE HISTORIA
Cátedra de Historia Medieval

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I. PRIMERAS INVASIONES.

1.1. La infiltración bárbara y la anarquía del siglo V (435-444)

XII (año del reinado de Teodosio II) /435/ La Galia ulterior, siguiendo a Tibatton,
jefe de la revuelta, abandonó la alianza romana. Este fue el comienzo de una conspiración
que arrastró a casi toda la población servil de las Galias a la bagaudia.

XIII (año) /436/ Una guerra memorable se encendió contra el pueblo de los
burgundios, guerra en la que este pueblo fue casi completamente exterminado con su rey
por Aecio.

305ª Olimpíada. (ya no se hacen más, pero sigue siendo forma de datación) XIV
(año) /437/ Capturado Tibatton y habiendo sido hechos prisioneros algunos jefes de la
sedición, otros muertos, la revuelta de las bagaudias se calma.

XV (año) /438/ El código teodosiano en que se reúnen todas las leyes de los
emperadores legítimos se publicó por primera vez en este año.
Silvius, que tenía espíritu ínquietísimo, escribió algunas obras sobre religión luego
de haber ejercido funciones en palacio.

XVI (año) /439/ León (I) toma el 40º principado de la Iglesia romana.

(El año desde Abraham) 2.460 XVII (año) /440/.


Después de haber apaciguado las turbulencias de las Galias, Aecio vuelve a Italia.
Tierras desiertas de la ciudad de Valencia son entregadas a los alanos que conducía
Sambida, para que las repartieran entre ellos.

306º Olimpiada. XVIII (año) /441/ /Nada digno de señalarse/.

XIX (aria) /442/. Bretaña, que hasta ese momento había sufrido desgracias y
reveses de todas suertes, cae bajo el dominio de 1os sajones.
Los alanos, a quienes el patricio Aecio había entregado tierras en la Galia ulterior
que debían compartir con los habitantes, reducen por las armas a los que los resisten y
adquieren por la fuerza la posesión de la tierra de la que han expulsado a sus propietarios.

XX (año) /443/. La Saboya es entregada a lo que queda de los burgundios para ser
compartida con los indígenas. (Lago Ginebra)

XXI (año) /444/. Cartago, que había sido tomada con toda África por los vándalos,
en medio de un desastre y una catástrofe lamentables rechazó el dominio del Imperio
romano. Desde entonces fue poseída por los vándalos.

Traducido de Chronica Gallica ad 452, cit. por R. Latouche, Textes..., pp. 18 y ss.

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1.2. Atila ataca a Occidente

CCCCXXIV. /451/ (Consulado de) Marciano Augusto y de Adelfius.


Atila, que luego del asesinato de su hermano se había apoderado de las riquezas del
muerto, arrastró a muchos millares de hombree de las naciones vecinas a una guerra que él
pretendió no haber declarado sino a los godos porque se decía respetuoso de la amistad
romana. Pero, cuando luego de haber atravesado el Rin, muchas de las ciudades de la Galia
hubieron soportado el salvajismo extremo de su ataque, los nuestros y los godos se
apresuraron a ponerse en comunicación para asociar sus ejércitos y oponerse al furor de
esos orgullosos enemigos. La previsión del patricio Aecio fue tal que, con los guerreros
que reunió apresuradamente de todos lados, pudo enfrentarse con fuerzas parejas a la masa
adversa. Aunque en ese conflicto en que nadie cedió, el número de los que fueron muertos
no pudo ser valorado, lo cierto es que los hunos fueron vencidos puesto que, habiendo
perdido confianza en el resultado del combate, los que de entre ellos sobrevivieron
volvieron al lugar de su residencia. Aquilea fue destruida.

CCCCXXV. /452/ (Consulado de) Herculanus, consular, y de Sporacius.

Al completar Atila los efectivos que había perdido en Galia, se prepara a entrar en
Italia por la Panonia; pero nuestro jefe Aecio, contrariamente a lo que había hecho en la
campaña precedente, no tomó ninguna medida, ni siquiera para impedirles penetrar por los
pasos de los Alpes, que hubiera permitido detener a los enemigos, como si estimara que la
única esperanza que le quedaba era abandonar Italia con el emperador. Pero, como una
conducta tal pare cía deshonrosa y llena de peligros, la vergüenza superó el temor y se
pensó que la crueldad y el deseo enemigos no encontraría satisfacción sino en la
destrucción completa de tantas nobles provincias.

De tal manera, la proposición que se consideró más saludable en el curso de las


deliberaciones del emperador, del Senado y del pueblo romano (Anacronismo: ya no se
hace eso, sólo delibera el Ejército), fue la de pedir paz al ferocísimo rey por medio de em-
bajadores. El que se encargó de esta misión, junto con el consular Avienus y el prefecto
Trigetius, fue el bienaventurado Papa León (I), que tenía confianza en el auxilio de Dios,
puesto que sabía que Él jamás traiciona los esfuerzos de los hombres piadosos. Los aconte-
cimientos que siguieron no desmintieron los presentimientos de su fe, pues toda la
embajada fue acogida con honor, y la presencia del soberano pontífice causó tal alegría al
rey que dio orden de cesar la guerra y, luego de haber prometido la paz, se retiró más allá
del Danubio.

Traducido de Próspero Tirón, Chronicón, cit. por R. Latouche, Textes..., pp. 22 y


ss.

1.3. Los bárbaros invaden el Imperio.

Año 405. En la era 443, en el 100 año del gobierno de Honorio y Arcadio, el rey de
los godos, Radagaiso, de origen escita e idólatra, crudelísimo, con la excesiva fiereza

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bárbara, ataca con furioso impulso las regiones de Italia con doscientos mil soldados
prometiendo, con desprecio de Cristo, ofrecer sangre de romanos a sus dioses si
venciera. Encerrado su ejército en la zona montañosa de Toscana por el jefe romano
Estilicón, fue aniquilado más por el hambre que por el hierro y, finalmente, el mismo rey
fue capturado y muerto.

Traducido de: San Isidoro, Historia gothorum, España Sagrada, t.VI. pp. 476 y ss.

1.4. Invasión de los bárbaros a España.

Los bárbaros que habían penetrado en las Españas, las devastan en lucha sangrienta.
La peste hace por su parte no menos rápidos estragos.
Desparramándose furiosos los bárbaros por las Españas y tornándose crueles, al
igual, al azote de la peste, el tiránico exactor roba y el soldado saquea las riquezas y los
mantenimientos guardados en las ciudades; reina un hambre tan espantosa que, obligado
por ella, el género humano devora carne humana y hasta los mismos padres a sus hijos y
cuecen sus cuerpos para alimentarse con ellos. Las fieras, aficionadas a los cadáveres de
los muertos por la espada, por el hambre y por la peste, destrozan hasta a los hombres más
fuertes, y cebándose en sus miembros, se encarnizan cada vez más par a destrucción del
género humano. De esta suerte, exacerbadas en todo el orbe las cuatro plagas: el hierro, el
hambre, la paste y las fieras, cúmplanse las predicciones que hizo el Señor por boca de 1os
profetas.
Asoladas las provincias de España por el referido encruelecimiento de las plagas,
los bárbaros, resueltos por la misericordia del Señor a hacer la paz, se reparten. por la
suerte las regiones de las provincias para establecerse en ellas: los vándalos y los suevos
ocupan la Galicia, situada en la extremidad occidental del mar Océano; los alanos, la
Lusitania; los wándalos, llamados silingos, la Bética. Los españoles que sobrevivieron a las
plagas en las ciudades y castillos, se someten al dominio de los bárbaros que se en
señorean de las provincias.
Gunderico, rey de los vándalos, tomada Sevilla, habiéndose atrevido a poner mano
impía en la iglesia de la misma ciudad, al instante y por disposición divina, es castigado
por el demonio y muere. Le sucede en el reino su hermano, Gaiserico, el cual, como
algunos refieren, hecho apóstata, dícese que dejó la fe católica para abrazar la pérfida
herejía arriana. (Es mentira)

El rey Gaiserico dejando las Españas, se embarca en el mes de mayo en la costa de


la provincia de la Bética con todos los vándalos y sus familias, y pasa a la Mauritania y al
África; mas advertido, antes de haber llegado allá de que el suevo Hermigario asolaba a su
paso las provincias vecinas, vuélvese con algunos de los suyos, le da alcance en la
Lusitania, y no lejos de Mérida le acomete, matando a muchos de los que acaudillaba.
Hermigario que había menospreciado aquella ciudad con agravio de la santa mártir Eulalia,
no quedándole a su juicio otro recurso que la fuga, huye más veloz que el Euro, y perece
precipitado por el brazo divino en el río Guadiana. Muerto de este modo Hermigario,
Gaiserico se da poco después a la vela con rumbo al punto a que antes se dirigía.

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Los suevos, que bajo el mando de su rey Hermerico asolaban el interior de Galicia,
muertos muchos de ellos y hechos cautivos otros por la plebe que conservaba los castillos
más seguros, renuevan la paz que habían quebrantado, mediante la devolución de las
familias que habían sido hechas prisioneras.

Poco después, Teodorico, rey de los godos, con el sentimiento y beneplácito del
emperador Avito, entra en las Españas, con su poderoso ejército. Sale a su encuentro
Rechiario con un gran número de suevos, y empeñada a poco la batalla a doce millas de la
ciudad de Astorga, junto al río Orbigo, el día tercero antes de las nonas de octubre, feria
sexta, es vencido Rechiario, de tal suerte que, destrozadas sus huestes, hechos prisioneros
no pocos de los suyos y puestos en fuga los demás, herido y fugitivo, logra con gran
dificultad refugiarse en las extremidades de Galicia.

Teodorico se encamina con su ejército a Braga, última ciudad de Galicia, y el día


quinto antes de las calendas de noviembre, que era domingo, entra en ella y la saqueas de
manera incruenta, pero bastante triste y lamentable. Apodéranse los godos de gran número
de cautivos romanos; destruyen las basílicas de los Santos; roban y derriban los altares;
arrojan de allí a las vírgenes del Señor, pero sin deshonrarlas; despojan a los clérigos de sus
vestiduras, llegando hasta la desnudez del pudor; tienen a hombres, mujeres y niños
confundidos unos a otros; expulsan de los lugares santos a todos los que en ellos se habían
refugiado y convierten los templos en horribles establos de jumentos, ovejas y camellos;
todo lo cual trae a la memoria lo escrito acerca de los castigos con qua la ira del cielo
afligió a Jerusalén.

Aterrado Teodorico ante los castigos que le amenazaban, sale de Mérida poco
después de la Pascua, que fue el día quinto antes de las calendas de abril y, regresando a las
Galias, envía a los campos de Galicia, con algunos de sus generales, parte de su ejército
compuesto de gentes de varias naciones. Hábiles aquéllos en el dolo y en el perjurio y
atentos a lo que se les ordenaba, dirígense a Astorga -la cual había sido saqueada ya por las
tropas del mismo Teodorico que, so color de cumplir órdenes de los romanos, habían
penetrado en ella- y, fingiendo arteramente, con su acostumbrada perfidia, que iban en son
de paz y que la expedición que les estaba confiada tenía por objeto combatir a los suevos
que habían quedado, entran en la ciudad e inmediatamente pasan a cuchillo a gran número
de habitantes de todas clases y condiciones, destruyen las santas iglesias, destrozan y
derriban los altares apoderándose de todos los ornamentos y objetos sagrados, hacen
cautivos a dos obispos que allí encontraron, a todo el clero y, lo que es más lamentable aún,
a 1as personas más débiles e inofensivas de uno y de otro sexo; incendian las desiertas
casas que aún quedaban en la ciudad y llevan la desolación por los campos. La ciudad de
Palencia perece a manos de los godos de análoga manera que Astorga. Únicamente el
castillo Goviacense distante trece millas de esta última ciudad, al cual pone en aprieto por
largo tiempo con sus acometidas, resiste y prevalece con el auxilio de Dios, de tal suerte
que, muertos muchísimos de ellos en la lucha, los demás se vuelven a las Galias.

Exacérbase el espíritu de hostilidad entre los suevos y los gallegos a consecuencia


de haber sido muertos algunos (de éstos) de origen ilustre.
Maldras perece degollado a fines del mes de febrero, muerte que tenía merecida.
Los suevos que habitaban en Lugo, acometen de pronto en los días de la Pascua, a

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los romanos, cuando estos más confiados estaban por el respeto que tales días inspiran,
dando muerte a algunos de ellos y al noble magistrado que los gobernaba.

Traducido de Crónica de Idacio, cit. en SANCHEZ-ALBORNOZ, Claudio y


VIÑAS, Aurelio, Lecturas de Historia de España.

2. SEGUNDAS INVASIONES.

2.1. Invasión de musulmanes.

La Sabiduría que en Cristo, ha declarado por la voz de Salomón: "El globo terrestre
combatirá por él contra los insensatos". Lo cual. tiene lugar cotidianamente, como puede
dar fe incluso aquel que pasa su tiempo roncando. Si es necesario dar un ejemplo evidente
entre otros innumerables, concederé la palabra, sin elevar mi propia voz, a la fortaleza de
Freinet 1, situada, según sabemos, en los confines de Italia y de Provenza. Para que su
ubicación aparezca claramente a todos los lectores sin que haya ninguna ambigüedad y a
fin de que vosotros podáis conocerla mejor, completaré las indicaciones que vosotros
podéis tener de los tributarios de vuestro rey Abd al-Rahman 2. Esta fortaleza está, por un
lado rodeada por el mar y, por el otro, cercada por una espesa foresta de árboles espinosos.
Todos los que penetran allí se ven detenidos por el entrecruzamiento de las zarzas y a
menudo por sus puntos cortantes, de manera que no pueden ni avanzar ni retroceder más
que a precio de penosos esfuerzos

Secretamente y en virtud de un justo designio de Dios -puesto que no puede ser de


otra manera- ocurrió que sólo veintiún sarracenos, salidos de España en una pequeña barca,
fueron llevados allí contra su voluntad por la acción del viento. Estos piratas
desembarcaron de noche y penetraron pillando en el dominio. Asesinaron ¡Oh, dolor! a los
cristianos, se apropiaron del lugar y organizaron en el monte de Maures un refugio contra
las poblaciones vecinas. Para protegerse mejor, espesaron la foresta espinosa a fin de que,
si alguno caía sobre una rama, lo atravesara con su dardo. Resultó que todas las vías de
acceso estaban cerradas a excepción de un sendero muy estrecho.

Confiados en la aspereza del lugar podían hacer irrupción de improviso en todas las
poblaciones de los alrededores. Enviaron, pues, a España numerosos mensajeros para atraer
gente. Elogiaban el lugar aseguraban que no había nada que temer de las poblaciones
vecinas. Esos mensajeros llevaron bien pronto un centenar de sarracenos que llegaron para
verificar lo fundado del aserto. Mientras, los celos sembraban la discordia en medio de las
poblaciones provenzales que lindaban con los sarracenos. Se asesinaban unas a otras, se
pillaban y se hacían todo el mal que se puede imaginar. Luego, una parte de ellas, al no
lograr satisfacer las exigencias de los celos ni el resentimiento que sentía respecto de las
otras, llamó en su ayuda a los sarracenos que eran tan astutos como pérfidos y con su
concurso aplastó a las poblaciones vecinas. Y la matanza no le bastó: convirtió en páramo
1
Cerca de Saint-Tropez.
2
Califa de España.

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una tierra que había sido fértil.

Traducido de Liutprando, Antapodosis, ed. Pertz, Hannover, 1839, p. 7. Cit. por R.


Latouche, Le film..., p. 31.

2.2.1. Invasión de normandos.

Los normandos, ayudados por los bretones, desembarcan en el Loire en número de


cuatrocientos aproximadamente, con sus caballos, para ir a la ciudad de Mans. Luego de
haberla pillado, pasan a su regreso por una localidad llamada Brissarthe. Chocan con
Roberto y Renoul así como con los condes Geoffroy y Hervé que estan a la cabeza de un
fuerte grupo de hombres y que actúan como si Dios estuviese con ellos. El combate
comienza; Roberto es muerto, Renoul alcanzado por una herida mortal, es puesto en fuga;
Hervé también es herido y algunos otros son muertos; el resto de la tropa retorna a sus
bases. Como Renoul y Roberto no habían querido someterse al castigo impuesto a su
predecesores y que hubiera debido caer sobre ellos por haberse apoderado, a despecho de
su condición de laicos, uno de la abadía de San Hilario /de Poitiers/, el otro de la de San
Martín /de Tours/, la venganza que les fue infligida en sus personas ha sido bien merecida.

Traducido de Annales Bertiniani, ed. C. Waitz, Hannover, 1883, p.81. Cit. por R.
Latouche, Le film..., p. 30.

2.2.2. Invasión de normandos.

El año de la encarnación del Señor, 867, los normandos que ocupaban la


desembocadura del río Loire se dedicaron a asolar cruel y repetidamente Anjou, Poitou y
Touraine. Roberto3, que gobernaba la marca y Renoul, duque de Aquitania, movilizaron
una cantidad de hombres y dirigieron su ejército contra ellos. Estos, sintiéndose
perseguidos por esta tropa se apresuraron, marchando aceleradamente por volver a ganar su
flota, pero viendo acercarse la multitud lanzada en su persecución y comprendiendo que no
pueden escapar de ella, penetran en un dominio en el que se atrincheran mientras e1 tiempo
se los permite. Había en ese dominio una grandísima basílica construida en piedra, donde
la mayor parte de los normandos se refugiaron con su jefe llamado Hasting; Roberto y
Renoul se lanzaron sobre ellos y mataron a todos aquellos a quienes descubrieron alrededor
de la iglesia. Pero al llegar a ésta, cuando vieron que el lugar estaba fortificado y
comprobaron que una masa considerable de paganos se había refugiado en el interior,
deliberaron un instante; luego, establecieron su campamento alrededor y plantaron sus
tiendas para poder, al día siguiente luego de haber hecho un tejado y de haber preparado
sus maquinas de guerra, atacar al enemigo con todas sus fuerzas. Ya el sol declinaba en el
horizonte. Roberto, que desfallecía de calor, depositó casco y coraza para respirar y
refrescarse un poco. Entonces, mientras todos estaban ocupados en la instalación del
campamento, he aquí que los normandos salen precipitadamente de su atrincheramiento

3
Duque de la marca de Bretaña, región entre el Sena y el Loire.

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para lanzar un ataque contra Roberto y sus compañeros grandes gritos. Aun cuando una
Sorpresa inesperada y súbita vence de ordinario a los combatientes más esforzados, éstos
toman inmediatamente sus armas y sostienen virilmente el choque de sus enemigos; los
constriñen a ceder y a entrar nuevamente en la iglesia. Roberto, que había acudido sin
casco ni coraza, se lanza imprudentemente a la pelea, pero mientras se encarniza en
perseguir a los enemigos es asesinado a la entrada de iglesia y los enemigos arrastran al
interior el cuerpo ya inanimado. En cuanto a Renoul, que vigilaba desde lejos la operación,
fue herido gravemente por una flecha lanzada por un normando a través de la ventana de la
iglesia. Transportado por los suyos fuera del lugar del combate, sobrevivió menos de tres
días a su herida. Este lamentable desastre, que sobrevino luego de iniciado el combate, le
puso fin. El ejército, desorientado tanto como afligido por la pérdida de su jefe, levantó
inmediatamente el asedio y retornó a su base; los normandos, triunfantes, dirigieron sus
pasos hacia su flota.

Traducido de: Reginonis Chronicon (Patrología latina, t. 132, col. 93). Citado por
R. Latouche, Le film..., p. 27.

2.3. Éxodo de los monjes de Noirmoutier.

La vigilancia del litoral del océano está abandonada; las guerras exteriores cesan,
pero las luchas civiles aumentan, El número de los navíos de los normandos aumenta, su
multitud innumerable no cesa de crecer. Por todos lados los cristianos son víctimas de ma-
tanzas, pillajes, devastaciones, incendios de los cuales subsistirá testimonio mientras dure
el mundo. Toman todas las ciudades por que atraviesan sin que nadie se les resista. Toman
las de Bordeaux, Périgueux, Limoges Angouleme y Toulouse, Angers y Tours, así como
Orleans, son destruidas; muchas cenizas de santos son robadas. Así se realiza la amenaza
del Señor proferida por boca de su profeta: "Un azote llegado del norte se extenderá sobre
todos los habitantes de la tierra".

Nosotros también huimos a una localidad llamada Cunault situada en Anjou sobre
el borde del Loire, que Carlos, el glorioso rey, nos había dado como refugio.. Algunos años
después un número incalculable de navíos remonta el río Sena. El mal aumenta en esta
región. La ciudad de Rouen es invadida, pillada, destruida; las de París, Beauveais y
Meaux son tomadas; la plaza fuerte de Melum es devastada; Chartres es ocupada; Evreux
es pillada lo mismo que Bayeux y todas las otras ciudades son invadidas sucesivamente.
No hay localidad, monasterio que sea respetado, Todos los habitantes huyen y raros son los
que osan decir: "¡Quedaos, quedaos, resistid, luchad por vuestro país, por vuestros niños,
por vuestra familia!" En su embotamiento obtienen por medio de tributos lo que habrían
debido defender con las armas en la mano y dejan ensombrecer el reino de los cristianos.

Traducido de Monuments de l'histoire des abbayes de Saint-Philibert, publ. por R.


Poupardin, Paris, 1905 (Collection de textes pour l'étude et l'enseignement de l'histoire) p.
60 Cit. por R. Latouche, Textes... p.130 y ss.

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2.4. Discordias e invasiones.

/4/ Los piratas invaden Galia, aprovechando de la minoría y de las disensiones de


los príncipes.
Este príncipe tenía por padre al rey Carloman, por abuelo paterno a Luis el
Tartamudo, por bisabuelo a Carlos el Calvo (#), ilustre emperador de Germania y de Galia.
No tenía sino dos años cuando perdió a su padre y su madre, apenas sobrevivió cuatro
años. Los grandes del reino, que rivalizaban entre sí a causa de su ambición, aprovecharon
su minoridad para extender tanto como pudieron sus posesiones. Nadie sé preocupaba por
el provecho del rey ni por la defensa del reino. Cada uno sólo tenía un objetivo: tomar el
bien del otro; parecía imposible hacer fructificar la propia fortuna sin agregar un poco de la
de los otros. De tal manera la concordia que reinaba degeneró en una discordia completa.
Pillajes, incendios, bandidajes se producían en todas partes.

Tales excesos impulsaron a los piratas que habitaban la provincia de Rouen -que
formaba parte de la Galia céltica- a someterlos a su vez. Este pueblo había abandonado
desde hacía mucho tiempo las islas septentrionales más alejadas del Océano. Sus
peregrinaciones a través del mar lo habían conducido a esta región que está en la
extremidad de Galia. La habían invadido a menudo y a menudo también había sucumbido
batido por los grandes de la región. Pero, luego de numerosas discusiones, los jefes de
Galia decidieron entregar la provincia a ese pueblo como don real a condición, sin
embargo, de que renunciara definitivamente a la idolatría para someterse fielmente a la
religión cristiana y prometer que serviría no menos fielmente a los reyes de Francia por
tierra y por mar. La metrópoli de esta provincia es Rouen y su dominio se extiende
solamente sobre seis ciudades: Bayeux, Avranches, Evreux, Séez, Coutances, Lisieux. Los
piratas se habían adueñado de ella desde hacía mucho tiempo. Pero impulsados por la
barbarie ancestral, he aquí que intentan una empresa contra los príncipes desunidos.

Comienzan a recorrer la pequeña Bretaña, /región/ vecina y vasalla de Galia,


pillándola y arrasándola. Luego, aprovechando la ocasión, rompen la fe jurada y penetran
hasta Galia; se extienden por todas partes, en profundidad y longitud, llevan un botín
considerable: mujeres, niños, ganados, etc. Luego se retiran con todo esto hacia las
márgenes del Sena a un lugar llamado Jeufosse.

En el curso de muchas incursiones, arrasan casi toda la parte de la Galia céltica, que
está comprendida entre los ríos Sena y Loire y que se llama Neustria. Su intención era
invadir el interior de Galia y expulsar a los habitantes o someterlos a contribuciones
pesadísimas. Se apresuraban a conseguirla antes que los príncipes se reconciliasen
persuadidos que a favor de esas discordias podrían apoderarse de las riquezas de Galia. El
ataque estaba dirigido por su jefe Catillus, pero los príncipes, abrumados por las infamias
de los bárbaros, enviaron embajadas para tratar de hacer la paz entre ellos. Sin dilación, se
comprometieron, bajo caución, a reunirse para concertarse. En el curso de esta reunión, y
por consejo de hombres sabios, se juraron fidelidad y se reconciliaron plenamente, prontos
para vengar los ultrajes que les habían infligido los bárbaros. Y, como Carlos no tenía sino
tres años, decidieron elegir otro rey, no con intención de traición, sino por su indignación
contra sus adversarios.

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/5/ Familia y destino del rey. El año de 1a encarnación del Señor 888, el jueves,
...marzo, eligieron por unanimidad como rey a Eudes, guerrero enérgico, en la basílica de
San... Era hijo de Roberto, que pertenecía al orden acuestre; su abuelo paterno era
Witiquindo, extranjero de origen germánico. Elegido rey, Eudes dio pruebas en todo de una
energía extraordinaria, sólo el tumulto de la guerra no le permitió sino raramente entender
en juicios. Siete veces aplastó a los piratas en batalla formal en el suelo de Neustria y
nueve veces los puso en fuga y esto durante cinco años.

Su derrota fue seguida por una gran hambre, debido a que la tierra había
permanecido sin cultivar durante tres años. La medida de trigo que es la sexta parte del
modio, se vendía a seis dracmas; un pollo, a cuatro dracmas; una oveja, a tres onzas; una
vaca se compraba por una libra menos una onza. No se encontraba vino para comprar pues,
habiendo sido incendiadas las viñas en todos lados, la cosecha había sido insignificante.
Durante este tiempo el rey edifica fortalezas en los lugares que parecían expuestos a
los ataques de los piratas y envía tropas a ellas. Él mismo se retira a Aquitania con la
intención de no volver antes de que el precio de la medida de trigo no haya descendido a
dos dracmas; el de un pollo, a un dentario; el de una oveja, a dos dracmas y el de una vaca,
a tres onzas.

/6/ Los piratas invaden y devastan Bretaña. Mientras el rey residía en Puy, desde
donde administraba el reino, los piratas que habían sido expulsados de Neustria supieron
que se había retirado a Aquitania. Se reunieron, prepararon su flota e invadieron Bretaña,
por sorpresa. Los bretones, asombrados por este ataque, se replegaron ante estos bárbaros
desencadenados. Cada uno se contenta con salvar la vida, nadie busca salvar sus bienes,
sólo se inquietan por la vida. De tal manera, habiendo los habitantes abandonado casi todos
sus bienes, los piratas se lanzan de todos lados; se apoderan de todo lo que les conviene y
vuelven con un enorme botín que nadie les disputa. Un éxito tan grande los enardece:
siguiendo las fronteras exteriores de Bretaña, del lado de la región de Anjou, invaden
Aquitania y devastan la región que despueblan. Llevan hombres, mujeres y niños.
Decapitan a los más ancianos de ambos sexos, reducen a los niños a la esclavitud y violan a
las mujeres que les parecen hermosas.

/7/ El rey Eudes prepara un ejército contra los piratas. Pero algunos que habían
logrado escaparse a favor de circunstancias diversas, encontraron su salvación en la huida.
En su desbandada contaron al rey Eudes lo que habían visto. Éste, conmovido por la
gravedad de los acontecimientos, movilizó por un edicto real a todos los caballeros y a
todos los infantes que pudo reunir en Aquitania. Provenza, que está limitada por el Ródano,
los Alpes, el mar y Gotia, le proporcionó arlesianos y habitantes de la región de Orange;
Gotia, tolosanos y gente de Nimes. Esta leva procuró al ejército real 10.000 caballeros y
6.000 infantes. El. rey marcha entonces en dirección de Brioude, ciudad dedicada a San
Julián Mártir. Luego de haber venerado al santo concediéndole dones reales, penetró en
Auvernia. Los enemigos habían llegado ya y atacaban con gran violencia el castillo de
Montpensier.

12
El rey estaba escoltado por los grandes francos y aquitanos. Aunque en la
deliberación que había tenido con ellos no se había llegado a ninguna decisión, les expuso
sin embargo las disposiciones que se habrían de tomar para el combate, los exhortó a la
batalla, y buscó excitar su natural bravura; les recordó que ellos valían mas que los otros
pueblos, que eran más fuertes, más audaces y mejor armados, que sus antepasados habían
derrotado a casi todo el universo y abatido terriblemente a la misma capital del universo,
Roma. Concluyó diciendo qué la intrepidez ancestral debía despertarse en los niños, para
que el coraje de los hijos excitara la bravura de los padres.

/28/ El duque Roberto (Robertius(?)-Conde de Flandes) lucha contra los piratas.


Durante este tiempo /921/, Roberto, duque de la Galia céltica hacía una guarra encarnizada
a los piratas. Estos últimos habían penetrado imprevistamente en Neustria con su jefe
Rolón, hijo de Catillus. Acababan de atravesar el Loire y ocuparon sin resistencia las
riberas d e l río. Se dispersaron para ir a merodear y volvieron en seguida a su flota con
importantes botines. El duque Roberto reunió tropas en toda Neustria; realizó levas
también en Aquitania; por fin, el rey envió de Bélgica cuatro columnas que estaban
encabezadas por Ricouin, personaje ya mencionado. Las legiones de Aquitania estaban al
mando de Dalmas...

/30/ /Victoria del duque Roberto/... Los enemigos vencidos deponen las armas y
piden gracia a gritos. Roberto exige la terminación de la matanza e insiste en que se los
arranque de esta carnicería, pero era difícil calmar al ejército excitado por su gran éxito.
Apaciguado el tumulto, los principales jefes son hechos prisioneros por el duque, los otros
son autorizados a volver a su flota a condición de entregar rehenes.

/31/ /Misioneros cristianos/ Luego de esta victoria, Roberto licencia su ejército y


reúne prisioneros en París. Al preguntarles si eran cristianos, se da cuenta que ninguno de
ellos tenía la menor noción religiosa. Envía para su instrucción al reverendo sacerdote y
monje Martín, que los convirtió a la fe de Cristo. Entre los que habían vuelto a la flota, se
encontraban mezclados cristianos y paganos. El mismo personaje se encargó de instruirlos
y de conducirlos hacia los sacramentos cuando el duque hubo recibido sus rehenes.

/48/ Imposición de un impuesto destinado a los piratas. Durante este tiempo /923/
los piratas invadieron Galias; llevaron rebaños de ganado pequeño y grande; dejaron
exhausta la región al llevarse muchas riquezas y la despoblaron llevando a numerosos
habitantes cautivos. Desolado por esta invasión, el rey hizo imponer y cobrar por medio de
exactores, por consejo de los suyos (Concilium Principis), un tributo que ofreció a los
enemigos como condición de paz. La entrega de este tributo decidid a los piratas a tratar
según la voluntad general y volvieron a los lugares /en que habitaban/.

Traducido de RICHER, op. cit. t.I, p. 11 y ss.

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INDICE
1. PIMERAS INVACIONES.....………………………………...…….……3
1.1. La infiltración bárbara y la, anarquía del siglo V (435-444)……….…...3
1.2. Atila ataca Occidente…………………………………………….............5
1.3. Los bárbaros invaden el Imperio…………………………………...……5
1.4. Invasión de los bárbaros a España……………………………………….6

2. SEGUNDAS INVACIONES..……………………………………….. …8
2.1. Invasión de musulmanes………………………………………………...8
2.2.1, Invasión de normandos……………………………………………………....9
2.2.2. Invasión de normandos……………………………………………………....9
2.3. Éxodo de los monjes de Noirmoutier…………………………………..10
2.4. Discordias e invasiones………………………………………………...11
/4/ Los piratas invaden Galia, aprovechando de la minoría y de las
disensiones de los príncipes………………………………………………………..11
/5/ Familia y destino del rey………………………………………………..12
/6/ Los piratas invaden y devastan Bretaña………………………………...12
/7/ El rey Eudes prepara un ejército contra los piratas……………………..12
/28/ El duque Roberto lucha contra los piratas/……………………………13
/30/ /Victoria del duque Roberto/....……………………………………….13
/31/ /Misioneros cristianos/………………………………………………..13
/48/ Imposición de un impuesto destinado a los piratas…………………...13

INDICE:……………………………………………………………………14

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