You are on page 1of 2

P.G.O.U Peñíscola (XVI): Sectores 11 y 12. Apartheid.

Hoy hemos decidido encabezar este artículo con la palabra “apartheid”. “Apartheid” es
una palabra de lengua afrikaans que significa “segregación”. Designa un sistema de segregación
racial implantado en Sudáfrica desde 1948 hasta la década de los 90. En este artículo veremos
cómo el proyecto de Plan General de Peñíscola establece un nuevo apartheid. Analicemos
primero los sectores 11 y 12.

Los sectores 11 y 12.


Los sectores 11 y 12 están ubicados al sur de la franja de suelo urbano colindante con la
carretera de la Estación. Se extienden a partir de la urbanización de Las Atalayas por detrás de la
franja urbana, colindando con el parque de la Sierra de Irta, hasta alcanzar aproximadamente el
área de afección de la Autopista al oeste. El sector 11 tiene una superfcie de 333.232 m2 y el
sector 12 de 209.425 m2. Estos sectores tienen como uso predominante el turístico.

Sólo grandes hoteles


En la letra pequeña del sector 11 (Normas Urbanísticas, pág. 365) se dice en el apartado
de determinaciones vinculantes::
“3.- LOS USOS PORMENORIZADOS
- La localización de una oferta hotelera en el extremo occidental del sector, con una
capacidad alojativa mínima de 300 plazas.”

En este apartado podemos ver que se exige la construcción de un hotel de capacidad


mínima de 300 plazas. Debemos tener en cuenta que para conseguir una parcela donde ubicar un
hotel de esas grandes dimensiones se debe partir de una parcela original enorme. De esta forma
los pequeños y medianos propietarios quedan excluidos de obtener parcela de uso hotelero. De
otra forma más sibilina se sigue insistiendo en las enormes parcelas mínimas. Por cierto, en todo
el documento no se hace referencia a por qué este hotel debe tener 300 plazas como mínimo.
¿Por qué 300 plazas?

Aquí no podemos pasar por alto que el uso hotelero (al que sólo podrá acceder un
grandísimo propietario con enorme capacidad económico-financiera) se beneficia recibiendo un 71
% más de aprovehamiento que el resto. Veamos el siguiente ejemplo: Dos propietarios de la
misma superficie en el sector 11. Los dos propietarios pagarán las mismas cuotas de
urbanización, ya que estas cuotas son proporcionales a las unidades de aprovechamiento (y, en
definitiva, a la superficie de finca original). Sin embargo, a la hora de otorgar la parcela
correspondiente, uno recibirá 171 m2 de techo de uso hotelero por cada 100 m2 de techo de uso
apartamento turístico del otro. Esto es, prácticamente el doble. Pero recuerde, sólo para grandes
propietarios (para detalles del cálculo, www.camivell.blogspot.com). Bienvenidos a la justa
distribución de cargas y beneficios del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Peñíscola. ¿A
quién beneficia el Plan General?¿Quién quiere que se apruebe ya?

Apartheid.
El proyecto de Plan General expuesto este pasado año, en la página 141 de la Memoria
de Ordenación, dice:
“Está admitida en todos los sectores [de carácter turístico] la mezcla de alojamiento
turístico con alojamiento de temporada de “segunda residencia “pero no con viviendas
permanentes de la población local “.

Teniendo en cuenta que a la mayoría de la superficie urbanizable se le asigna el uso


turístico, esto significa que se pretende eliminar prácticamente a todas las viviendas permanentes
de la población local de estos sectores. Esta aseveración es gravísima, porque produce una
segregación, no en virtud de diferencias raciales sino de origen y creo sinceramente que es
contraria a los más elementales principios de igualdad y justicia, amén de su evidente
inconstitucionalidad. Entendemos que el Plan General planifica, no creemos que deba prohibir que
vivan en una parte ricos o pobres, naturales del pueblo o extranjeros. Otra cosa es que las
instalaciones se planifiquen para un determinado cliente/usuario potencial, pero que se prohíba
vivir en una zona a una gente, que además es la propietaria original, no cabe duda que es una
forma de “apartheid”. Pero lo peor no es esta frase, cuya instrumentación práctica es imposible,
aparte de contraria a los derechos humanos y la Constitución, sino la idea subyacente de eliminar
a los habitantes originales.

Conclusiones.
El documento de Plan General de Peñíscola que se ha expuesto en 2005 y 2008 está
hecho a la medida de determinados intereses, tal como se comprueba en un análisis detallado, y
que no son precisamente los de la mayoría. Un proyecto tramitado por una ley, la LRAU, derogada
desde hace casi tres años. Y recordemos, que según diversas fuentes, el Consell de la Generalitat
ya está trabajando en un nuevo texto urbanístico que sustituya a la LUV. Peñíscola no puede
seguir rigiéndose por una Plan General de 1977 en el siglo XXI. Peñíscola no puede seguir
teniendo su Plan General congelado indefinidamente. Si el Plan General está tan consensuado y
están tan convencidos de su legalidad como afirman, ¿qué impide que sea aprobado ya?
¿Cuantos años piensa dejar pasar el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Peñíscola? Y si no
se atreven a aprobarlo, ¿qué les impide enterrar este nefasto documento de una vez? Ha llegado
el momento de que los responsables, por acción u omisión, de este documento, asuman su
responsabilidad. Porque este documento ya despide unos olores francamente desagradables.

You might also like