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Hoy hemos decidido encabezar este artículo con la palabra “apartheid”. “Apartheid” es
una palabra de lengua afrikaans que significa “segregación”. Designa un sistema de segregación
racial implantado en Sudáfrica desde 1948 hasta la década de los 90. En este artículo veremos
cómo el proyecto de Plan General de Peñíscola establece un nuevo apartheid. Analicemos
primero los sectores 11 y 12.
Aquí no podemos pasar por alto que el uso hotelero (al que sólo podrá acceder un
grandísimo propietario con enorme capacidad económico-financiera) se beneficia recibiendo un 71
% más de aprovehamiento que el resto. Veamos el siguiente ejemplo: Dos propietarios de la
misma superficie en el sector 11. Los dos propietarios pagarán las mismas cuotas de
urbanización, ya que estas cuotas son proporcionales a las unidades de aprovechamiento (y, en
definitiva, a la superficie de finca original). Sin embargo, a la hora de otorgar la parcela
correspondiente, uno recibirá 171 m2 de techo de uso hotelero por cada 100 m2 de techo de uso
apartamento turístico del otro. Esto es, prácticamente el doble. Pero recuerde, sólo para grandes
propietarios (para detalles del cálculo, www.camivell.blogspot.com). Bienvenidos a la justa
distribución de cargas y beneficios del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Peñíscola. ¿A
quién beneficia el Plan General?¿Quién quiere que se apruebe ya?
Apartheid.
El proyecto de Plan General expuesto este pasado año, en la página 141 de la Memoria
de Ordenación, dice:
“Está admitida en todos los sectores [de carácter turístico] la mezcla de alojamiento
turístico con alojamiento de temporada de “segunda residencia “pero no con viviendas
permanentes de la población local “.
Conclusiones.
El documento de Plan General de Peñíscola que se ha expuesto en 2005 y 2008 está
hecho a la medida de determinados intereses, tal como se comprueba en un análisis detallado, y
que no son precisamente los de la mayoría. Un proyecto tramitado por una ley, la LRAU, derogada
desde hace casi tres años. Y recordemos, que según diversas fuentes, el Consell de la Generalitat
ya está trabajando en un nuevo texto urbanístico que sustituya a la LUV. Peñíscola no puede
seguir rigiéndose por una Plan General de 1977 en el siglo XXI. Peñíscola no puede seguir
teniendo su Plan General congelado indefinidamente. Si el Plan General está tan consensuado y
están tan convencidos de su legalidad como afirman, ¿qué impide que sea aprobado ya?
¿Cuantos años piensa dejar pasar el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Peñíscola? Y si no
se atreven a aprobarlo, ¿qué les impide enterrar este nefasto documento de una vez? Ha llegado
el momento de que los responsables, por acción u omisión, de este documento, asuman su
responsabilidad. Porque este documento ya despide unos olores francamente desagradables.