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LA POESíA NEOCLÁSICA
l. La poesía neoclásica representó una fuerte reacción contra el barroco y un ansia DIEGO JOsÉ ABAD (
de incorporar la nuestra a las más recientes venas poéticas europeas. Al abandonarse ALEGRE(1729-1788
los adornos y alambicamientos del barroco se cayó por lo general en el prosaísmo, malteco RAFAEL LA
ayudado también por el conjunto de reglas y preceptos a que estaba sometido el cuya ohra maestra
artista.
2. La poesía en general trata de seguir la elegancia académica propia de la época,
La poesía neoclási
así como su artificiosa retórica, producto del predominio de un preceptismo que se
decía basado en los clásicos, olvidando que los autores clásicos nunca usaron preceptos. Sus modalidades e,
3. Renacimiento de los estudios clásicos, porque la nueva tendencia postula una La vena lírica
vuelta a los ideales de la cultura griega y latina, aunque esta última es la más sobre A esta poesía escl
saliente. que se orienta por c
4. Influencia del ambiente político y social. La poesía asume intención de ex Desde el punto (
posición de la realidad americana en unos casos y revolucionaria y civil en otros. lírica escri ta en casi
Notable papel de la tradición indígena, así como del paisaje y de los tipos americanos. presenta. Hacia cu~
Asomo de un nacionalismo naciente, expresado en el culto al concepto de "patria". subjetiva e intimistG
Es evidente la dimensión panamericanista de esta poesía al cantar la naturaleza, al tipo; una poesía de.
hombre, las tradiciones, los problemas y héroes hispanoamericanos. El seudo realidad exterior de
clasicismo tendió a lograr una hermandad abstracta de Iberoamérica. coge las palpitacion
5. Nuestra poesía, si bien sigue las orientaciones generales de la escuela seudoclásica, y una cuarta orienl
se impregna de la realidad americana con un sello de originalidad y autenticidad folklórico, lo nativo
inconfundibles.
6. Comienza la descripción y admiración de la naturaleza americana.
La vena subjetiva e
7. Evidente presencia del sentimentalismo dieciochesco francés.
8. La fuerte y constante presencia de elementos románticos permite considerar la Fray José Manuel J
época neoclásica entre nosotros, realmente como un gran período pre-romántico. Ya hemos visto (
9. Hay un predominio de la poesía patriótica sobre la puramente lírica, de manera producción en latín,
que el verso en general tiene más valor histórico o sociológico que estético, salvo en los un breve instante dI
casos de Olmedo, Bello, Heredia y quizás Juan Cruz Yarela. tipo pastoril, suave,
10. Un balance de la escuela neoclásica demuestra que ella significó una apropiada quienes a su vez hat
reacción contra los excesos del barroco, que entre nosotros ya no daba más de sí franceses en busca de
abriendo el camino a nuevas formas poéticas. subjetivos y líricos e
Las corrientes más importantes de la poesía neoclásica son: José Manuel Martín
José María Gruesso
a. La poesía latina
La reacción clásic
b. La poesía neoclásica: lírica
sátira batir los excesivos re
fábula y el genuino neoclasi
corrientes existió una
La poesía latina con profusión de CI
pastoril y bucólica.
Es natural que en la época clásica existiera mucho interés por la poesía escrita en Quien verdaderam
latín, cuyo cultivo no había sido nunca interrumpido, sobre todo por parte de miembros desde la muerte de
del clero. La edad clásica produjo tres notables poetas latinos, los padres jesuitas NAVARRETE (1768-18
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.n ansia DIEGO JosÉ ABAD (1727-1779), mexicano de nacimiento; el padre FRANCISCO JAVIER
ionarse ALEGRE (1729-1788), el más insigne latinista de México; y, sobre todo el padre guate
saísmo, malteco RAFAEL LANDivAR (1731-1793), el más importante de los tres poetas latinos,
~tido el cuya obra maestra tiene un acento hispanoamericano de que carecen los otros.
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1. Él Sus églogas llenas de Cloris, Celias, Anardas, Filis y otros nombres tan comunes
¡
s. El i en la producción pastoril, no valen gran cosa, salvo cuando se entresacan pasajes
pués realmente antológicos.
nilia Más evidente es la imitación de Meléndez Valdés en sus poesías amorosas. Su
~ICO.
ro y \ extensa colección de odas eróticas hace a veces dudar de la moral del franciscano.
Todavía hoy existe la polémica alrededor de este escabroso punto. Para algunos
lidad su espíritu religioso es irreprensible, ya que cantaba siguiendo la moda retórica de la
Era 1, escuela neoclásica. Pero otra cosa que se desprende de los estudios de Manuel Tous
¡dad. saint para quien sus amores no fueron completamente imaginarios, pues su Clorila
más parece que fue la dama Josefa Camargo de Celia, y doña Dolores Viteli también le
uella sirvió de inspiración. Sus versos amorosos son en general insípidos y aburridos, en
esta los que se une lo trivial y la falta de auténtico sentimiento, como aparece en Meléndez
>rado Valdés, por ejemplo. Es esta vena lírica la menos perdurable en Navarrete, aunque
nejor por el1a se le ha juzgado por lo general, con evidente injusticia.
~xico Sus mejores y más predurables poesías están en el grupo de sus composiciones
gano morales, religiosas y elegíacas, donde sí es fácil encontrar obras de mucho mérito.
Aqui cabría mencionar su "Poema eucarístico de la Divina Providencia", que sobre
lenes sale por sus apropiados momentos descriptivos; "El alma privada de la gloria", que
oesía vale por su sana inspiración, aunque en realidad la ejecución no está a la altura de las
¡Ieza; ideas que desea expresar; "La noche triste" dedicada a cantar la muerte de su madre
~ritas y en sus "Ratos Tristes':
urez.
, Gil j Dulces momentos, aunque ya pasados,
pesar A mi vida volved, como a esta selva
)n de Han de volver las cantadoras aves,
Las vivas fuentes y las flores suaves
lestro Cuando el verano delicioso vuelva!
os de
, hay En esta poesía expresiva de los estados subjetivos e íntimos, tan rica en lirismo
ana" , yen expresiones del alma, sigue la huella de Fray Luís de León y podemos colocarlo
1 muy cerca del español Cienfuegos. El crítico argentino Juan María Gutiéaez, a quien
! a veces su hispanoamericanismo le nubla el buen juicio, afirmó que esta poesía
, "rivaliza con el autor de la "Noche serena" en elevación y candor"', lo cual nos
parece una exageración. Navarrete es un magnifico poeta para su tiempo y para su
medio y tiene un puesto no muy lejos de Meléndez Valdés y de Fray Diego González
yel más alto de México en su tiempo, pero no admite comparación con Fray Luís de
León.
El poeta tiene a ratos gran limpidez musical; serenidad ante el paisaje y las emo
ciones; mezcla a menudo gracia, elegancia, corrección, espontaneidad, riqueza de
vocabulario; sentido de la armonía poética. Es un poeta natural que sabe tocar la
cuerda sensible de su inspiración produciendo una poesía generalmente blanda,
amorosa, apacible y de rico contenido filosófico; pero no es un poeta perfecto. Muchas
de sus composiciones son en extremo extensas; en otras las ideas están por encima
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de lo que logra expresar; su inspiraclOn es a ratos desigual. Con más imaginación influencias más evident
y fuerza lírica, hubiera sido un gran poeta. lógico creado por la Ih
Así y todo su poesía cubrió un hito de gran importancia en la poesía mexicana, dieciochesco francés. L
porque la sacó del prosaísmo a donde la habían llevado Sartorio y otros poetas verdadero oráculo poétl
menores, orientándola hacia el campo del buen gusto y del lirismo genuino. En la Gallego, Alvarez Cienfl
poesía elegíaca, contemplativa de la naturaleza, filosófica y aquélla en que llora su latinos y griegos y Víctc
juventud ya ida, enriqueciéndola con expresiones de alto vuelo filosófico, siguió Los poetas más impol
muy de cerca la escuela de Fray Luis de León y nos dejó una poesía que, aunque no merecen sobrevivir en 1
exenta de los defectos de la extensión y de la languidez, es de lo más perdurable de del cubano José María
su producción general y del seudoclasicismo de ese tiempo.
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leión influenci'ls más evidentes son la realidad concreta de estos países y el guión ideo
lógico creado por la Ilustración; el sentimentalismo, filan tropismo y humanitarismo
ana, dieciochesco francés. Los grandes modelos a seguir fueron Manuel José Quintana,
)etas verdadero oráculo poético de los bardos de la independencia, así como Juan Nicasio
:n la Gallego, Alvarez Cienfuegos y Fernando de Herrera. También influyen los clásicos
"a su latinos y griegos y Víctor Ilugo.
¡guió Los poetas más importantes de esta corriente pasan de una docena, pero realmente
le no merecen sobrevivir en fama literaria el ecuatoriano José Joaquín Olmedo seguido
le de del cubano José María Heredia y el argentino Juan Cruz Varela.
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desavenencias con éste, cuyas hazañas había cantado en otra de sus famosas odas, y Atahualpa. De esta]
se le nombró jefe del Gobierno Provisional que sustituyó a aquél, despues del triunfo la batalla y consiguier
de la revolución que se inició en Guayaquil. Más tarde se le postuló para la Presiden largo discurso lleno d(
cia de la República, pero fue derrotado por don Vicente Ramón Roca. Murió en la narrando el triunfo fir
ciudad donde había visto la primera luz, ellO de febrero de 1847. Olmedo no fue un batalla. El poema term
escritor fecundo, pero sus obras pueden dividirse en tres grupos: sus poesías líricas al Inca y la entrada tri!
su bjetivas y heroicas; las traducciones y los trabajos en prosa. Como poeta dejó de paz y de retorno a
unas noventa composiciones, de las cuales no llegan a seis las realmente antológicas. Olmedo escribió el I
En su juventud escribió: "MI retrato" (1803), versos ligeros y hermosos de un romance personal. El poeta estu
a veces chistoso; "El árbol" (1808) donde es evidente la influencia de Meléndez y trabajoso proceso de·
Valdés, con ciertos arrestos altisonantes a lo Quintana; "Elegía en la muerte de la más de cinco meses de
princesa doña María Antonia de Borbón" (1807), de tono cortesano y que trans se debe al propio Boli
parenta sus ideas políticas monásticas en este tiempo. A su edad madura corresponden: Bolívar se muestra ca
cuatro poemas magistrales: la "Silva a un amigo en el nacimiento de su primogénito" intuición estética. Entr,
(1817), lleno de gravedad y sincera melancolía que recuerda el estilo de Leopardi, borrado muchos versm
aunque encaja en la escuela de Cienfuegos. Al final de su vida escribió un soneto musical. ... Confieso a 1
"En la muerte de mi hermana" (1837), que aunque es muy citado tiene algunos ripios sublime; un genio le ar
y versos forzados, pero un soberbio apóstrofe. Toda su gloria, sin embargo, descansa del canto un claro vivif
en los dos cantos líricos-heroicos: La victoria de Junín .. canto a Bolívar (1824) y el los pensamientos noble!
que escribió diez años después, Al General Flores, vencedor en Miñarica (1835). donde no se ha disparal
Asimismo son notables la traducción de las tres primeras epístolas del Ensayo sobre de las ruedas de un carr<
el hombre (An Essay on Man) del gran poeta inglés Pope (1823), que transparenta la de todos los personajes
influencia del liberalismo, sobriedad y sentido humano de la poesía inglesa y que Agamenón y un Mene!:
puede colocarse entre la mejor poesía filosófica escrita en español. También dejó Ayax. De Miller un Di<
La nave, de Horacio; y la "Canción indiana" del Atala de Chateaubriand. Final poético y fantástico y pi
mente tenemos sus trabajos en prosa que incluyen: mensajes, discursos, biografías, usted nos eleva con su dI
artículos sobre distintos asuntos y crítica literaria. a la tortuga para dejarla
La obra que le ganó fama inmortal a Olmedo fue su Victoria de Junín .. canto a Usted, pues, nos ha subl
Bolíl'Gr (1824), que lo situó entre las grandes figuras del parnaso americano y junto a cubriendo con una inm
Quintana y Cienfuegos en la lírica heroica en lengua española. La obra fue escrita virtudes. Si yo no fUe'se 1
primeramente en prosa y luego iban brotando los versos. Al principio el poeta quiso había querido hacer un
cantar la hazaña constuída por la victoria de Junín. Pero luego se produce la gran farsa". A pesar de estas
batalla de Ayacucho, que es la que realmente liquida el poderío español y Olmedo poema y estuvo siempre
se ve precisado a variar sus planes para cantar también este asunto. De pronto se Lo que más fuertemel
encontró con el dilema de que rompía las unidades de acción y de lugar si incluía de la aparición del Inca
esta última, dogma sagrado para el neoclasicismo. Pero al mismo tiempo, ¿era Bello la defiende. Bolíval
posible dejar fuera la segunda batalla, que tiene mucha más importancia? Además coge el poema. En nuestr
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había otro problema: el héroe central del poema era Bolívar, pero el Libertador no como el discurso que es e
,1 I
I estuvo presente en Ayacucho, siendo dirigida esta Batalla por el General Sucre, uno figura del Libertador. El
de los lugartenientes de aquél. Olmedo resolvió el problema, siguiendo una tendencia bombante (el adjetivo e
de la epopeya antigua de hacer aparecer una figura veneranda, en este caso el Inca declamatorios; lugares c
Huayna-Capac, emperador anterior a la llegada de los españoles y padre de Huáscar otras veces es bastante de
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osas odas, y Atahualpa. De esta manera hay tres partes distintas en el poema: la primera canta
jel triunfo la batalla y consiguiente victoria de Junín; la segunda es la aparición del Inca y su
1 Presiden largo discurso lleno de las ideas filosóficas del siglo XVIII, quien profetiza el futuro
[orió en la narrando el triunfo final en Ayacucho; y la tercera es una narración de esa famosa
,no fue un batalla. El poema termina con las vestales y el himno de las vírgenes del sol rodeando
:sías líricas al Inca y la entrada triunfal de Bolívar en Lima. Los últimos versos expresan un deseo
poeta dejó de paz y de retorno a la naturaleza americana, expresión de neto corte neoclásico.
ntológicas. Olmedo escribió el poema a petición de Bolívar, pero sin ningún deseo de elogio
m romance personal. El poeta estuvo en constante contacto con el héroe a través de todo el largo
Meléndez y trabajoso proceso de construcción, pues la composición fue elaborada lentamente en
lerte de la más de cinco meses de producción y corrección. La mejor crítica de la famosa Oda
que trans se debe al propio Bolívar, que se conserva en una carta suya a Olmedo. En ella
responden: Bolívar se muestra como hombre de amplias lecturas, de gusto exquisito y fina
mogénito" intuición estética. Entre otras m uchas cosas, le dice al poeta: "Usted debió haber
Leopardi, borrado muchos versos que yo encuentro prosaicos y vulgares; o yo no tengo oído
un soneto musical. ... Confieso a usted humildemente que la versifkación de su poema me parece
unos ripios sublime; un genio le arrebató a usted a los cielos. Usted conserva en la mayor parte
J, descansa del canto un claro vivificante y continuo: algunas de las inspiraciones son originales;
(1824) y el los pensamientos nobles y hermosos'" .... y continúa el Libertador: "Usted dis l1 ara
ica (1835). donde no se ha disparado un solo tiro; usted abrasa la tierra con las ascuas del r~je y
¡sayo sobre de las ruedas de un carro de Aquiles que no rodó jamás en Junín; usted se hace dueño
sparenta la de todos los personajes: de mi forma un Jupíter, de Sucre un Marte, de Lamar un
~Iesay que Agamenón y un Menelao, de Córdova un Aquiles. de Necochea un Patroclo y un
nbién dejó Ayax. De Miller un Diomedes y de Lara un Ulises.... Usted nos hace a su modo
md. Final poético y fantástico y para continuar en el país de la poesía y la ficción de la fábula,
biografías, usted nos eleva con su deidad mentirosa como el Águila de Jupíter levantó a los cielos
a la tortuga para dejarla caer sobre una roca que le rompiese sus miembros rastreros.
n; canto a Usted, pues, nos ha sublimado tanto, que nos ha precipitado en el abismo de la nada,
o y junto a cubriendo con una inmensidad de luces el pálido resplandor de nuestras opacas
fue escrita virtudes. Si yo no fuese tan bueno y usted tan poeta, me avanzaría a creer que usted
Joeta quiso había querido hacer una parodia de la "lliada'" con los héroes de nuestra pobre
lce la gran farsa'". A pesar de estas reiteraciones de modestia, Bolívar le dio su visto bueno al
y Olmedo poema y estuvo siempre muy complacido con él.
: pronto se Lo que más fuertemente ha sido criticado en el largo poema ha sido el recurso
r si incluía de la aparición del Inca, incluyendo a Menéndez y Pelayo. Sin embargo Andrés
:mpo, ¿era Bello la defiende. Bolívar califica al Inca de "hablador y embrollón'" y estima que se
a? Además coge el poema. En nuestra opinión, el recurso de la aparición no merece tanta crítica,
lertador no como el discurso que es cierto que es demasiado extenso, opacando a veces la propia
Sucre, uno figura del Libertador. El poema adolece de otros defectos como son: a veces es rim
a tendencia bombante (el adjetivo es del propio Bolívar), así como muchos versos vulgares,
aso el Inca declamatorios; lugares comunes y algunos adjetivos gastados del neoclasicismo;
ie Huáscar otras veces es bastante desigual.
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muchas de sus ideas de orientador y literato. Redactó el Código Civil chileno, que las llamadas Silvas an
es modelo por lo impecable y la justeza de sus preceptos. También se distinguió (1823), que apareció p
como internacionalista. mentas, ya que el poe
Aunque hombre de extensa cultura y familiarizado con las grandes corrientes del América, que nunca lle,
pensamiento de la ilustración y del romanticismo, nunca mostró frenético entusiasmo pesar de su forma fragl
por ellas. Defendía la pureza y unidad del idioma, pero con las puertas bien abiertas su celebrada Silva a la (
a las innovaciones necesarias y bien cerradas al desenfreno gramatical, ya comenzado famosos de las letras J
y que hubiera terminado por arruinar el español hispanoamericano. Es famosa su Virgilio-ver el Libro I
polémica a este respecto con Sarmiento y otros argentinos exiliados, a la cual nos por excelencia.
referimos en otra parte de este trabajo.l En 1872 se publicó por primera vez una Es patente en las po<
edición oficial de sus obras que consta de quince volúmenes. Aquí se hallan sus obras latinos, entre ellos Luc
capitales. Aunque de espíritu renovador, estuvo en favor del mantenimiento de la cerca. Entre Jos españo
tradición española como base de nuestra cultura. campo en oposición a
Bello es representativo del intelectual hispanoamericano por lo enciclopédico de Virgilio. Con razón M
sus conocimientos. Por esta razón murió venerado por todo un Continente. Todavía poetas".3 La Silva no e!
hoyes una autoridad en ramas tan disímiles del conocimiento humano como la forma de sermón, pere
gramática, el Derecho internacional, estudios de crítica literaria, Derecho civil; descriptivo-didáctico, el
estudios medievales. En ese conjunto prodigioso, lo que menos interesa quizás es su desterrado por su lejana
labor poética y, sin embargo, también veremos que alcanzó extraordinaria altura, al . vida poética a la natura
punto de estar entre los grandes poetas del hemisferio. sus limitaciones, pero e
Al analizar su extensa obra, podemos dividirla siguiendo la ya clásica división calidad artística. Es, sin
tripartita de Miguel Antonio Caro,2 uno de sus críticos más competentes. A formal, por el cuidado (
la primera etapa se le llama la Etapa de Caracas y cubre desde su nacimiento por el ritmo sereno y gra
hasta 1810. Es un período de iniciación, de tanteos y balbuceos literarios, en la que BelJo es un maestro (
muestra dotes críticas y sigue los modelos latinos. En poco tiempo se hizo de una objeto descrito. De la Si
reputación como hombre estudioso y capaz. A estos ensayos juveniles pertenecen: altanero de la espigada t
Al Anauco (1800), su primera composición en heptasílabos asonantados: Venezuela de nieve del algodón"; "]:
consolada (1804); Canto a la Vacuna que recuerda la de Quintana al menos por gran sentimiento de la n
el título; A la noche, imitación de Horacio y Lope de Vega; Egloga, adaptada siempre presente. No en b
de Virgilio; A un samán; Mis deseos; A una artista y el soneto "A la victoria de creadora que tiene por b~
Bailén" (1890), que siempre tuvo en muy alta estima y con el que se despide de otros. Sus descripciones,
Venezuela. versos son la parte más Pi
La etapa de Londres (1810-1829) fue decisiva porque en ella completó su cultura hondo lirismo. La inspin
en un mcdio europeo y maduró el poeta y el humanista que había en él. La sobriedad arroyuelo manso lleno de
de su estilo y el idealismo práctico de su obra de civilizador deben mucho, sin dis cretado el valor de la poe
cusión alguna, al genio inglés. Pero además, es época de fecunda labor periodística poesía de Bello cierto asr
desplegada en la fundación y edición de revistas con las inquietudes de América y las ostenta él más que nadie,
profundas investigaciones sobre Filología y la Edad Media. En su revista Repertorio ornato sin exceso, eJeganci
Americano (1825) publica notables trabajos filológicos y de crítica literaria, así como los más altos y preciados I
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Finalmente nos toca analizar su etapa de Chile (1829-1865), período de fecunda que es siempre maciz,
creación en oposición a la época formativa de Londres. Aquí hay que señalar sus defensor de modelos y
obras en prosa y sus versos, divididos éstos en obras originales y sus famosas traduc lleno de flexibilidad)
ciones. También es honrosa su gran labor periodística en la Revista de Valparaíso, desbordes cáoticos y
El Mercurio y otras publicaciones. Sus obras en prosa de esta fecunda jornada suelen hasta al sentido común
clasificarse en Jurídicas: Proyecto de Constitución (1832), el Código Civil Chileno en la historia de nue~
(1855) modelo por su precisión expresiva y su limpidez jurídica; los Principios del pación intelectual en
Derecho de Gentes (Derecho internacional) (1832). En el campo de la filosofía y la del verso y de la erud
sicología dejó su Filosofía del Entendimiento (1843), obra de gran penetración y la
más importante en su tiempo. Capítulo aparte merecen sus obras sobre filología,
José María Heredía,
gramática y crítica literaria donde destacan: Estudios sobre el poema del Cid que
sitúa al autor muy cerca de Fernando Wolf, Milá y Fontanals, Menéndez y Pelayo
cantor de la naturale.
y el propio Ramón Menéndez Pidal; y la Gramática de la lengua castellana (1847), De la trilogía DIme
el más célebre y acertado tratado de este tipo. fama como poeta Iíric
1
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Sus obras poéticas de esta última etapa pueden clasificarse en originales y traduc ,,# los primeros poetas t
ciones. Entre las primeras merecen la cita: su Oda al 18 de septiembre (1841), de e-U te- famoso¡\"Dda al Niá¡
corte didáctico y político elevado; y El Incendio de la Compañía (1841), canto elegíaco , !' Domingo cuando la
de doscientos ochenta y cinco versos en octosílabos y quintillas. También comenzó . Mieses, era miembro d
un largo poema titulado El proseripto, especie de testamento o autobiografía del que secundarios en Cuba,
dejó unos dos mil versos (los primeros cinco cantos). Sin embargo, donde brilla Bello Caracas (1812-18 J 7), e
a gran altura es en sus traducciones, imitaciones o adaptaciones. De todas la mejor es Aunque el padre no fu
la traducción del Orlando Enamorado, obra maestra en su género a pesar de estar y austeridad de su cal
incompleta. leía versos de Horacio (
Su obra más famosa en este genero es su magnífica Oración por todos (1843), fue trasladado más tar
posiblemente su mejor composición, que es una paráfrasis o adaptación de La priere poeta a cargo de toda
pour tous de Les Feuilles d'automne (1831) de Víctor H ugo. Es en parte una traducción En 1818 Heredia reg
yen parte una adaptación de la de Hugo, escrita en octava italiana y en octavillas. recibió el grado de Ba
Bello imitó sólo las primeras cuatro de las diez partes del poema original. El de Bello don Domingo del Mor
es muy superior al original, pues era un maestro en la captación de las ideas para 'complicó en la c~~~P¡;-;
desenvolverlas luego de acuerdo con la inspiración de su genio propio. En ella hay logia de los Caballeros
I i
elementos neoclásicos: la exal,tación del valor de la virtud, la alabanza a lo sano de El excesivo e injusto 1
la vida sencilla y de trabajo; la recompensa de la pureza; contra las falsas alegrías separatistas. En los Esté
de la vida y cierto filantropismo de la tercera parte. Elementos románticos son: la se ganaba la vida dand
blandura del verso, el tono crepuscular, la melancolía, el recuerdo. Es constante la infelicidad debido al cl
presencia de alto grado de espiritualidad, filosofía profunda. El poema aspira-y lo Atala de Chateaubrian
logra--elevar el alma a regiones de alta comunión cristiana en busca de lo trascen escri be¿~gran-oda.I
dente. Pocos poemas se encuentran en nuestra literatura más admirados o famosos rascacielos, pasa aMé)
que éste. el viaje por vapor (182
El tono general de la obra de Bello es educativo y docente; pero la grandeza de su desterrado" y "Vuelta (;
genio estriba precisamente en el hecho de que esa orientación no fue un obstáculo En México ocupó va
para ser al mismo tiempo un gran poeta, un jurista insigne, un sicólogo prominente; un de Toluca y Di¡:>utgdo.
humanista de saber profundo y enciclopédico. Hay gran madurez en toda su obra, braron su espíritu de hl
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e
le
i X fama como poeta lírico, a pesar de ser el más joven de los tres. Heredia fue uno de
los pri_m~ros poetas..hispa,~oamerica.nos en ganar reputación en ~uropa. Nació el
- W-famoso.\ Oda al Nwgara en Santiago de Cuba, de padres emIgrados de Santo
:0 ) ¡J f' Domingo cuando la invasión haitiana. Su padre, el doctor Francisco Heredia y
~Ó . Mieses, era miembro del Poder Judicial español, quien después de desempeñar puestos
lIe secundarios en Cuba, pasó a ocupar el cargo de Oidor-Regente en la Audiencia de
lo Caracas (1812-1817), en cuya Universidad comenzó Heredia sus estudios de derecho.
es Aunque el padre no fue hombre de ideas liberales, sí se distinguió por la honestidad
ar y austeridad de su carácter, prendas que heredería el bardo. Es fama que Heredia
leía versos de Horacio con gran facilidad a los ocho años. Su padre, el doctor Heredia,
3), fue trasladado más tarde a México (1818) donde m urió en 1820, quedando el futuro
?re poeta a cargo de toda la familia.
ón En 1818 Heredia regresó a Cuba e ingresó en la Universidad de La Habana donde
as. recibió el grado de Bachiller en Leyes. Aquí entabló amistad con el gran humanista
,110 don Domingo del Monte. Ejerció brevemente la abogacía en Matanzas, ya que se le
Ha complicó en la conspiración de los "Rayos y Soles de Bolívar" como miembro de la
lay logia de los Caballeros Racionales y tuvo que huir a Bastan disfrazado en un barco.
de El excesivo e injusto castigo, hizo de Heredia un poeta de ideas completamente
'ías separatistas. En los Estados Lnidos vivió en Boston yen Nueva York. En esta ciudad
la sc ganaba la vida dando clases de español. Sus dos años en este país fueron de gran
: la infelicidad debido al clima y al idioma. El 15 de junio de 1824 con una copia del
en escribe su gran oda. Después de publicar sus Poesías (1825) en la ciudad de los
sos rascacielos, pasa a México invitado por el Presidente Guadalupe Victoria. Durante
el viaje por vapor (1825) escribe dos de sus más famosas poemas: el "Himno del
, su desterrado" y "Vuelta al sur".
ulo En México ocupó varios cargos oficiales llegando ~ ser Ministro de la Audiencia
,un de To[uca y Diputado. La anarquía y condiciones prevalencientes en la nación sem
)ra, braron su espíritu de hondo pesimismo en relación con la redención de los países
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hispanoamericanos. Es entonces cuando escribe su carta al General Miguel Tacón, los sentImIentos y rr
Capitán General de Cuba (1836) a donde regresa ese año. Está pobre y enfermo y como ha superado en esa C2
su regreso levanta la protesta de los jóvenes liberales, vuelve a México, pero ahora el con sus propios sentin
nacionalismo opone barreras a sus deseos de conseguir un buen empleo. Lo único del cubano: Meditaci
que logra es un modesto cargo de redactor en el Diario del Gobierno y para el Calen "Himno al sol", "Al (
dario de las señoritas mexicanas. El 7 de mayo de 1839 muere de tuberculosis en meki-lograeEi, a p~~,
los brazos de su abnegada esposa, doña Jacoba Yánez. crepuscular, la descriJ
Heredia fue jurista, parlamentario, poeta, dramaturgo, historiador, revolucionario, y tiempo colocan esto
periodista y crítico literario. Aunque su fama de poeta ha opacado su labor en estos comienza con la des,
otros campos, se encuentran en toda su obra aciertos muy notables. La complejidad vegetales, frutos, vol
de su arte nace del hecho de ser clásico por su formación; preromántico por sus templo. Caída la noe
grandes influencias-Cienfuegos y Quintana-y por las circunstancias e infortunios visión retrospectiva: f
de su vida el más cabal representativo del Romanticismo. todo su esplendor, ce
Las influencias más notables de Heredia son: Meléndez Valdés en las primeras la gran fidelidad de su
composiciones; Cienfuegos, poeta muy inferior a él, a quien sigue constantamente; su meditación filosófic
Quintana (en la vehemencia, fervor patriótico, versos resonantes y énfasis); así como formas del despotism
Gallego, Jovellanos y Lista. Byron le influye en cuanto a la emoción frente a la gran relación con su círcUl
deza de las fuerzas de la naturaleza. También hay huellas en él de la filosofía liber las que hace prevalec
taria y el humanitarismo del siglo XVIII; de Chateaubriand y Volney. La innegable poemas, está presente
nota neoclásica de su poesía le viene de sus primeras lecturas y de su formación lo que narra, con lo c
enteramente clásicas. Pero era, temperamental mente hablando, un romántico genuino. Sin embargo, ningún
Los temas de Heredia giran todos alrededor de sus grandes amores: la mujer, la patria, que Menéndez y Pela~
la libertad, la naturaleza americana, la gloria, la fama y Dios. La ausencia de ellos castellana, a pesar de q
durante casi toda la vida del poeta produce esa nota tan característica de su obra uso de sus extraordina
que es la nostalgia. Respecto a sus poemas de amor hay que afirmar quc Heredía no llena de realismo del p
fue un gran poeta amatorio. Su capacidad para amar está en razón inversa a su in y evocaciones que en
habilidad para expresar ese sentimiento. Escribió en este campo el sancto "A Flérida", corren por sus versos
que es una joya, "El desamor"; "Desengaños" y otras muchas, pcro no es capaz de desterrado, sus inquiet
vaciar en versos, la pasión que siente. De estas composiciones ha dicho Cánovas del que describe. Los elerr
Castillo que "son cartas de amor que ganarían mucho con estar en prosa." versos en que hay ~na
En el género donde Heredia no tiene rival en toda nuestra literatura es en la poesía
descriptiva de la naturaleza americana. Su visión del paisaje es sintética, porque no
entra en detalles, sino que nos ofrece en conjunto la visión de ese cuadro deslum
brante. Su poder descriptivo es extraordinario, así como muy verdadero su senti
miento. Fue el primer gran poeta que otorgó categoría estética a la exuberante natura
leza física continental. Su exaltado amor por la naturaleza es en cierto sentido un Otro recuerdo que 1
recurso de evasión de su espíritu, que quiere olvidar, aunque sin lograrlo, sus propios de una potencia extran.
azares e infortunios en la recreación de las fuerzas naturales. Pero a ellas va también de libertad:
guiado por su instinto para la expresión de lo genuinamente criollo y americano.
Dueño de una fantasía e imaginación poderosísimas, es único en su habilidad para
convertir en categorías estéticas~ los movimientos de la naturaleza, en que se unen
lo objetivo del realismo de las descripciones con el subjetivismo representado por
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