Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Cuatrocientos años de Don Quijote
Cuatrocientos años de Don Quijote
Cuatrocientos años de Don Quijote
Ebook216 pages3 hours

Cuatrocientos años de Don Quijote

Rating: 0 out of 5 stars

()

Read preview

About this ebook

Este libro estudia Don Quijote de la Mancha desde diferentes perspectivas. Siguiendo la poética histórica, se estudian los cronotopos (tiempo-espacio), el narrador, el sentido de las acciones y los protagonistas. Se sitúa al Quijote dentro de la línea dialógica, como heredero de la sátira menipea, y del diálogo socrático. Origen de la modernidad discursiva y literaria, también se examinan los múltiples procedimientos postmodernos que emergen en la segunda parte, de 1615. Las nuevas estrategias de lectura incluidas en este volumen incluyen la semiótica, la teoría de los discursos, los estudios culturales y la filosofía de la acción. Además de focalizar los procesos de carnavalización, la genología (los géneros literarios), la oposición entre realismo e irrealización, se descubre a la figura de Sancho Panza como un héroe. Él es el sujeto popular, criollo, rural, bajo, corporal, desempleado, que es atacado por la aristocracia, representada por los duques. Don Quijote es un libro esencial en la historia de la conciencia humana. Al cumplirse cuatrocientos años de la muerte de Cervantes, el mundo entero homenajea su obra novelesca, que ya tiene más de cuatrocientos años.
LanguageEspañol
PublisherMAGO Editores
Release dateJul 3, 2016
ISBN9789563173376
Cuatrocientos años de Don Quijote

Related to Cuatrocientos años de Don Quijote

Related ebooks

Literary Criticism For You

View More

Related articles

Reviews for Cuatrocientos años de Don Quijote

Rating: 0 out of 5 stars
0 ratings

0 ratings0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Cuatrocientos años de Don Quijote - Manuel Jofré

    © Copyright 2016, by Manuel Jofré

    © Copyright 2016, Piso Diez Ediciones

    Primera edición: Junio 2016

    Director: Máximo G. Sáez

    editorial@magoeditores.cl

    www.magoeditores.cl

    Registro de Propiedad Intelectual Nº 266.763

    ISBN:978-956-317-337-6

    Diseño de colección y diagramación: Catalina Silva Reyes.

    Lectura y revisión: Constanza Valenzuela Flores.

    Fotografía de portada: Algunos derechos reservados por Ernesto Sierra / flickr.com.

    Edición electrónica: Sergio Cruz

    Derechos Reservados

    A mis hijas: Daniella, Natalia y Colomba.

    Prólogo para cervantinos

    El año 2015 se cumplieron 400 años de la publicación de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha. Se trata, en verdad, de una segunda novela que continúa la historia de don Quijote. La primera parte fue publicada por Cervantes en 1605 (Madrid: Imprenta de Juan de la Cuesta, teniendo como editor a Francisco de Robles, con dedicatoria al Duque de Béjar). El Quijote de 1605 –titulado El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha– inaugura la novela moderna.¹

    Pero Cervantes no sólo escribió la primera novela moderna sino que también, diez años más tarde, la segunda novela moderna. En el mundo entero se realizaron eventos académicos conmemorando esta publicación. Para poder investigar esta segunda parte se requiere una nueva óptica de lectura, estética y metodológica. Primero, se hace indispensable examinar los aspectos más destacados de Don Quijote como unidad de dos partes, en esta ocasión. La edición de 1615 se titula Segunda parte del Ingenioso Caballero don Quijote de la Mancha (Madrid: Juan de la Cuesta y Francisco de Robles, 1615, con dedicatoria al Conde de Lemos). Esta novela de Cervantes es extraordinaria en sus dispositivos narrativos modernos y presenta temas problemáticos relacionados con los momentos artísticos del renacimiento, el manierismo y el barroco, que convergen en la novela. Pero sobre todo, emergen aquí nuevos mecanismos que van más allá de la inauguración moderna, que la cualifican, que la relativizan, y que acumulados, convierten la novela de 1615, en la primera novela postmoderna.

    Antecedentes

    La presente investigación intenta estudiar al narrador de Don Quijote, a los constituyentes del mundo (personajes, acciones, espacios) y a la novela misma como manifestación de la modernidad, entre otros aspectos. Especial atención recibirán las figuras de don Quijote y Sancho Panza, y las interacciones entre ambos personajes. Los espacios sociales representados serán también analizados, como así mismo el lenguaje de Cervantes en esta novela. Además, se focalizarán las acciones de diversos personajes de distinto estrato social, manifestados en diversos episodios.

    Algunos aspectos más particulares de estudio se referirán a las coordenadas del espacio y tiempo (cronotopo), la visión de lo popular y de lo aristocrático, la idea de la política y la justicia (representada en el gobierno de Sancho en la Ínsula Barataria) y el tema de los engaños en las acciones. Especial atención recibirá también la figura del lector implicado (narratario) en algunos episodios. Todo esto sin dejar de lado el tema de la relación entre monologismo y dialogismo en la novela cervantina.

    El problema central al cual se dirigirán todos los estudios considerados es el examen detallado de los dispositivos discursivos modernos y postmodernos en esta novela de Cervantes. Las propias concepciones que se tenían sobre la modernidad han variado notablemente en los últimos años, debido a la aún inconclusa discusión acerca de la postmodernidad. La presente obra se establece a partir de un atento examen de los procedimientos de duplicación, especularización, reflexión y niveles de realidad. Para ello, se utilizan aquí diferentes definiciones de novela para abordar el complejo uso de la parodia y la poética del humor.

    Desde el punto de vista epistemológico, se aborda la noción de verdad y ambigüedad, como así mismo el valor estético de la ilusión y el desengaño. Se formula aquí, en primera instancia, una poética del desencanto en esta obra. Hay que reconocer que no está clara la estructura de la novela (de personaje, de espacio o de acción) ni la concepción del realismo cervantino en esta novela, todo lo cual será aquí también investigado.

    Esta novela es una de las cumbres de la literatura universal, y no ha sido suficientemente estudiada con las técnicas y aproximaciones desconstructivas, de poética histórica, desde el punto de vista de la semiótica o del análisis de discurso. Estamos preparados para encontrar una gran cantidad de aspectos estéticos, políticos, culturales, filosóficos y literarios, con las nuevas lecturas. Para todo ello es necesario actualizar conocimientos, renovar estrategias de interpretación, revisar bibliografías, y sobre todo, construir una visión innovadora y renovada de esta novela, desde una posición teórica más refinada y sólida.

    En síntesis, los profesores de literatura saben que falta una revisión más renovada, acorde con nuestra época y con las metodologías exegéticas de punta. Como referencia de lo anterior, véase, por ejemplo, la Historia y crítica de la literatura española, de Francisco Rico, 1980, con comentarios especializados al respecto, que aún contiene la visión clásica y tradicional. Implicada en la investigación está la idea de diferenciar claramente los dispositivos estéticos y novelescos pertenecientes a cada volumen. Toda esta problemática entronca con una enmarcación histórica y cultural, que es la definición de modernidad y de novela moderna, respectivamente.

    Estos temas no han sido desarrollados por la crítica cervantina anterior con la dedicación y profundización suficiente. Los énfasis anteriores han sido filológicos (estilísticos, perspectivistas), referidos a las fuentes y géneros previos (que hoy día pueden ser re-leídos de otra manera), y lo cultural, que también se ha renovado notablemente en las últimas décadas.²

    Hipótesis

    Más que una sola hipótesis, aquí se sostiene la idea de un encadenamiento férreo de diversas hipótesis sectoriales que se mueven en diferentes horizontes discursivos, confluyendo en la investigación concreta presentada, las cuales pueden estar formuladas de diferente manera en distintos capítulos de la reflexión.

    La primera hipótesis central es que Cervantes es el primer novelista moderno en sus dos novelas parte del ciclo de Don Quijote.

    La segunda hipótesis es que la primera novela (1605) y la segunda novela de Don Quijote (1615) son muy diferentes entre sí en una serie de aspectos.

    La tercera hipótesis es que la segunda parte debe ser analíticamente examinada y comentados sus dispositivos estéticos y literarios para lograr su total diferenciación novelesca con respecto a la primera parte, pese a la continuidad obvia entre las historias de ambos volúmenes.

    La cuarta hipótesis es que la segunda parte es no sólo una novela moderna sino que la ratificación de la novela moderna en un nuevo texto, con un carácter postmoderno.

    La quinta hipótesis es que algunos mecanismos novelescos de la segunda parte no pueden ser verdaderamente evaluados sin el conocimiento de la primera parte y que en algunos casos no sólo complementan o continúan a la primera parte sino que incluso llegan a superarla.

    La sexta y última hipótesis es que los dispositivos específicos y temas parciales de la segunda parte están vinculados a la modernidad y a las circunstancias generales de la emergencia de la modernidad como época, pero principalmente a la noción de postmodernidad discursiva.

    Objetivos

    El objetivo general estratégico de esta investigación es la relectura, el análisis, la interpretación y la comprensión deDon Quijotecomo novela moderna. Esto significa, respectivamente: aplicar nuevas metodologías narratológicas, examinar tanto las macrounidades narrativas como las unidades mínimas constitutivas de la novela, integrar los diferentes estratos y momentos estudiados y contextualizar discursivamente el nuevo tipo de escritura novelesca considerada.

    Todos los objetivos específicos investigativos tácticos están obviamente relacionados con los temas de indagación y estudio anteriormente mencionados. Son los siguientes:

    Caracterizar la modernidad y el género novelesco moderno tal como emerge en su plasmación y modelación concreta enDon Quijote, clarificando sus principales dispositivos.

    Examinar los aspectos renacentistas, manieristas y barrocos deDon Quijotecomo manera de clasificar histórica y culturalmente esta obra, dentro de la modernidad inicial.

    Estudiar el discurso monológico y el discurso dialógico en el interior deDon Quijotey sus diversas formas de relación e inter-acción, especialmente en vinculación con lo aristocrático y lo popular.

    Analizar la figura del narrador y sus distintos modos y recursos narrativos deDon Quijotecomo medio para tipologizarla, yendo más allá de la formulación moderna y entrando a la práctica discursiva postmoderna.

    Explorar los variados modos de relación entre el héroe (Quijote) y su coadyuvante (Sancho) y las modalidades de su representación y figuración en la historia central.

    Describir la injerencia de diversas tradiciones narrativas y novelescas, tales como lo pastoril, lo picaresco, lo sentimental, lo caballeresco y lo bizantino-barroco, su ironización y parodia, y la convergencia postmoderna que de allí emerge.

    Indagar en las conexiones y relaciones entre los diferentes cronotopos constitutivos de la novela cervantina, sus concreciones y revitalizaciones.

    Metodología

    a) Marco cultural

    La historia de la literatura presenta un primer marco donde situar la problemática más arriba descrita, acerca de Don Quijote. Esto significa que tendencias literarias y movimientos artísticos se entrecruzan en la obra de Cervantes. Este es un primer aspecto que discutir en cuanto al marco teórico, vinculado a la historia de las ideas, a la teoría de la cultura y al desarrollo artístico epocal.

    Ciertamente, hay que ir más allá del humanismo, el erasmismo y el antropocentrismo para entender los rasgos renacentistas de Don Quijote, y entrar a valorar temas tan variados como preeminencia de la luz, la importancia de la razón, la idea de las proporciones, la continuidad de la línea narrativa, el doble protagonista, el sentido del proyecto del héroe, el tema de la locura, la visión política realista. Aquí está el problema de la existencia y características del renacimiento en España. Los principales autores iniciales considerados son: Burckhardt, Wölfflin, von Martin, Hauser, Maravall, Bataillon, Parker, Lázaro Carreter.

    Por otro lado, la importancia de lo manierista como componente o influencia decisiva no puede ser cuestionada. Pero hay que ir más allá. Numerosos aspectos estéticos obedecen a esta circunstancia cultural: la doble verdad, la ambigüedad de lo real, la duda sistemática, las polarizaciones entre lo sublime y lo cómico, el sentido de la fe católica, los cambios en la narración, las historias simultáneas. Como para algunos aún el manierismo es la decadencia del renacimiento, este aspecto es también problemático. Los primeros autores tomados en cuenta son: Hauser, Dvorak, Gombrich, Hocke, Tatarkiewicz, Carter, Panofsky, Curtius, Wolf.

    Finalmente, la novela de 1615 tiene muchos elementos barrocos que se evidencian en una construcción más laberíntica de episodios y personajes, el juego de la apariencia y la realidad, la manifestación de lo patético, el predominio del claroscuro, la presencia de la recuperación de la Iglesia, la crítica al espíritu aristocrático, la distancia con respecto a los pecados del cuerpo, el sentido de la contrarreforma, la ideología erasmista, lo onírico y el tema de las reproducciones y los espejos, entre otros. Lo complejo aquí son las diferentes concepciones religiosas y políticas del barroco. Partiendo de todo ello, se avanzará en la hibridación y convergencia de todas estas manifestaciones. Autores en referencia iniciales son, entre otros: Benjamin, Hauser, Weisbach, Sypher, Maravall, Blecua, Orozco, Green.

    b) Marco genérico

    La teoría de la novela y el problema de los subgéneros novelescos es otra gran enmarcación metodológica para la comprensión e interpretación de Don Quijote. Cervantes está enfrentado a diversos subgéneros de la novela medieval y renacentista. Aquí, el renacimiento será entendido como la primera etapa de la modernidad. Los géneros literarios son los instrumentos que hay que reconocer para poder visualizar la arquitectónica de Don Quijote. Los subgéneros novelescos son fundamentales para Cervantes.

    Un primer subgénero es la novela de caballerías, feudal, aristocrática, ritualizada y ya anticuada en los tiempos de Cervantes. Las dos novelas cervantinas son parodia de la novela de caballerías pero también usan el armazón narrativa de la aventura y de las pruebas (ambos cronotopos bajtinianos). Este subgénero novelesco comprende un rango de obras que van del Amadís de Gaula, de Montalvo (1508) al Tirante el blanco, de Joanot Martorell (1490). En estas novelas, el narrador, el caballero, el escudero, y todos los personajes, hablan de la misma manera. Son literatura culta monológica. Hay que examinar cómo funciona todo en la obra cervantina.

    Un segundo subgénero es la novela pastoril, manifestación del cronotopo idílico de Bajtin. El tema pastoril viene desde 2.000 años antes. Es literatura de la armonía con la naturaleza, en el discurso monológico idealizado y estilizado. Está constituido por el desfase amoroso, la vida en concordancia con la naturaleza, la simplicidad del campo (explicitada en Menosprecio de corte y alabanza de aldea, de Antonio de Guevara, 1539), la importancia de lo rural, el encuentro crepuscular, la hermosura de los pastores. Abundan episodios pastoriles en Don Quijote. La obra más representativa fue Los siete libros de la Diana, de Jorge de Montemayor, de 1559.

    El tercer subgénero novelesco que Cervantes debió filtrar y asimilar es la novela sentimental (cronotopo idílico-romántico bajtiniano). Esta es la novela monológica aristocrática del amor y del desamor, donde los personajes no se encuentran (A ama a B pero B ama a C y C ama a D, quien a su vez ama a A). Es la novela del desorden del mundo, de las pruebas que casi no se pueden superar. Este tema viene ya desde la mitología griega pero es fundacional en la noción del amor cortesano (Baltasar Castiglione, El libro del cortesano, 1528). Cervantes incluyó en sus novelas diversas historias de amor y desamor. La obra más conocida es La cárcel de amor, de Diego de San Pedro, 1492).

    Un cuarto subgénero novelesco es la novela romance, conocida también como la novela bizantino-barroca o helenística. Se trata de la novela de aventuras y de las pruebas (cronotopos de la aventura, del camino y de las pruebas, en Bajtin), donde los personajes o amantes, por diversos azares del destino (Providencia o Fortuna) son separados. Es un tipo de novela aristocratizante monológica culta, de gran importancia cuando Cervantes escribía Don Quijote. Lo central son los personajes puros y arquetípicos, la idealización del heroísmo, la presencia apabullante de las pasiones, el pasatismo, (Northrop Frye, Anatomía de la crítica, 1957). La novela que Cervantes estimaba como su mejor obra es justamente una novela romance, la última que escribió: Los trabajos de Persiles y Segismunda, terminada en 1616, publicada en 1617, póstumamente. Una novela llena de exotismo geográfico, intensa acción e innumerables personajes y aventuras.

    Un quinto y último género novelesco que Cervantes conoció y que incluyó en su obra es la novela picaresca. Este género, característico de la literatura española del siglo xvi y xvii, es el único que posee elementos populares y dialógicos. Frente a la idealización de todos los otros subgéneros monológicos aquí previamente citados la novela picaresca es realista, se refiere a los estratos bajos sociales, introduce elementos folklóricos, está vinculada a la línea del realismo grotesco, presenta vocablos comunes y vulgares, apunta al hambre, la pobreza y la enfermedad, critica al sistema social y es una anti-mística. En varios sentidos, la novela picaresca predice y anuncia la novela moderna. Cervantes conoció El lazarillo de Tormes, anónimo de 1554 y Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, publicado en dos partes, en 1599 y 1604. Es posible que haya conocido también una obra francesa extraordinaria, en la línea del realismo picaresco y popular: Francois Rabelais, Gargantúa y Pantagruel (en cinco volúmenes, 1532-1564; la última parte, póstuma). No se considera en esta sección sobre la novela la relación intertextual de Don Quijote de 1605 con «El entremés de los romances», obra de teatro anónima, que según Menéndez Pidal debe ser considerada una fuente de Don Quijote.

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1