1. Observe, siempre, buena presentación. Esto contribuirá a motivarlo y a darle
seguridad y aplomo en sus relaciones con los demás. 2. En su vida social y privada, sea responsable en el cumplimiento de sus compromisos. Siempre tenga presente que la irresponsabilidad rebaja, denigra y humilla su reputación y la de la institución a la que sirve. 3. En sus conversaciones sea noble y generoso; discúlpese si fue imprudente o grosero; reconozca el error si se equivocó; disimule la ignorancia o imprudencia ajena; dé la razón a su interlocutor cuando así proceda; rebata los argumentos que considere impropios, sin ofender por esto a las personas que los emiten. 4. Procure ser atento y cortés en su trabajo; amplio y receptivo en su comprensión; acertado y prudente en la expresión de sus juicios y oportuno e imparcial en la exposición de sus razonamientos. 5. Aprenda a conocer sus debilidades y limitaciones y dedíquese a tratar de superarlas. Acuda al consejo de sus compañeros de mayor saber y experiencia y pídales que le ayuden en esta tarea. 6. En todas sus actuaciones como funcionario, no desperdicie ninguna oportunidad para aprender de todo aquello que observe, inclusive de sus propios errores; esto es precisamente lo que distingue la rutina de la experiencia. 7. Esté siempre dispuesto a enseñar a sus compañeros lo que usted sabe y en el desempeño de sus funciones, elimine todo individualismo y fomente su capacidad para trabajar cooperativamente, constituyéndose en un buen compañero de equipo. 8. Procure llevarse bien con todos sus compañeros; respételos para que lo respeten y nunca preste oído a rumores o chismes. 9. Las oficinas y dependencias (públicas o privadas), no constituyen un universo aislado, forman parte de un todo, en el cual los diversos elementos funcionan de manera interrelacionada. Interésese por conocer el entorno administrativo que le rodea, así como por conocer la realidad nacional y mundial. Esto le dará una visión más amplia de su campo de trabajo y le permitirá imprimirle un sentido más realista a sus actuaciones y decisiones. 10. Labore al máximo de sus capacidades. No sea mezquino con usted ni con su entorno laboral. El servidor debe realizar sus funciones pensando en que su buen desempeño conducirá a un mejor servicio y con el sentimiento cívico de que la satisfacción de servir a la comunidad, compensa cualquier posible insatisfacción con sus condiciones laborales. 11. Muestre siempre una mentalidad flexible y abierta a las nuevas ideas que exponen sus compañeros o jefes, aunque difieran mucho de las que usted siempre ha tenido. Acepte la necesidad de introducir cambios y asimílelos en forma positiva. 12. Perfeccione su habilidad para expresarse en forma oral y escrita. Comunicarse bien es cualidad valiosa en un servidor público y útil para toda persona. 13. Percátese de que el público con quien usted trata, tiene derecho a desconocer la naturaleza y procedimiento de su trabajo y, en consecuencia, usted debe ser para él un maestro, un instructor de educación cívica que le enseñe el uso del servicio público que se le ha delegado. 14. Esté siempre dispuesto a colaborar en la ejecución de tareas diferentes a las de su cargo, cuando la complejidad de las mismas se encuentren a nivel de sus capacidades físicas e intelectuales. 15. Utilice su jornada laboral en la forma más productiva posible. 16. Tome las precauciones del caso para que no se cause al usuario demoras injustificadas y mucho menos, se paralice la atención al público. 17. Haga buen uso del equipo y de los materiales de su oficina. Ahorre a su institución o empresa y ahorre al país. 18. El teléfono es un medio de comunicación al servicio del público y de la oficina o instancia en la que sirve. Sea breve en sus conversaciones, nunca efectúe llamadas innecesarias y no lo utilice para asuntos personales, salvo cuando sea absolutamente indispensable. 19. En su trabajo no olvide que usted es un servidor, cuya misión fundamental consiste en resolver problemas y no en provocarlos. 20. Sea leal a su institución. No brinde información o asesoría a quien pudiera valerse de ella para tergiversar o evadir las normas y procedimientos ordinarios. Canalice sus críticas por la vía jerárquica, no las haga en lugares ni en momentos inoportunos. 21. No se arrogue funciones que no son de su competencia. 22. Nunca adopte actitudes olímpicas, potestativas o desdeñosas ante el público con quien trata; esto denota carencia de aplomo y de confianza en sí mismo. 23. Como usted actúa a nombre y por delegación de la institución a la que sirve, no personalice sus servicios. Emplee la forma impersonal en tercera persona singular: “Se considera que …”, “se procedió al estudio”, o frases como “Consideramos que …”, “estudiaremos” y no la primera persona singular: “Yo no apruebo”, “yo no permito”, etc. Los dos primeros estilos revisten sus afirmaciones de objetividad y confianza; el último denota subjetivismo y vana ostentación. 24. Maneje los documentos que se le confían con orden, responsabilidad y diligencia, a fin de que pueda dar cuenta de ellos en el momento que se le requieran. Tenga presente que cada uno de ellos proviene de una persona igual a usted que siente, espera y necesita que se resuelvan sus peticiones. 25. Cumpla con puntualidad el horario de entrevistas que concedió. Ofrezca disculpas a quienes no ha podido atender a la hora convenida. 26. Siempre sea prudente en la manifestación de sus opiniones. 27. No adelante criterio sobre los posibles resultados del estudio o investigación que realiza; únicamente pregunte, escuche con atención y respeto, anote y aclare cuando existan dudas o temores infundados. 28. En su condición de superior jerárquico, dé ejemplo de puntualidad, asistencia, disciplina, laboriosidad, responsabilidad y respeto al ordenamiento jurídico. El hacer lo contrario, debilita la autoridad moral para exigir a sus colaboradores el cumplimiento de sus deberes y para imponer las sanciones disciplinarias que correspondan. 29. Programe el trabajo de su instancia o dependencia, con la debida anticipación. Delegue funciones en quienes posean las mejores condiciones para cumplirlas. 30. Medite y estudie detenidamente las órdenes que se propone impartir. No permita que la precipitación lo lleve a la constante y permanente revocación de las mismas, sembrando la confusión y disconformidad en el personal subalterno. 31. Si tiene que llamar la atención a un subalterno, hágalo en forma privada, utilizando términos que no ofendan la dignidad personal. Aproveche la oportunidad para hacer sugerencias, tendientes a solucionar el problema que motivó la adopción de la medida disciplinaria. 32. Cuando se incorpore un nuevo funcionario a la unidad a su cargo, infórmele ampliamente sobre la naturaleza del trabajo que le corresponde desempeñar y la forma como se desea que lo ejecute. 33. Si le corresponde evaluar y calificar personal a su cargo, cumpla esta tarea con tecnicismo, imparcialidad y honestidad. 34. Si tiene potestad para ello, no elabore normas en su propio beneficio. Esto sólo siembra desconfianza e irrespeto personal. 35. En todos los casos, oriente el trabajo y las decisiones que él adopte, de manera que satisfagan la necesidad y conveniencia del servicio público y no la de sus intereses personales.
(Fragmentos tomados del
Prontuario de principios éticos y Técnicos para funcionarios públicos, Dirección General de Servicio Civil 1990.