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FILOSOFÍA

BÁSICA
DE LA
CONSTITUCIÓN
P
uede existir un Estado sin cons-
titución?
Tan imposible como que unos hom-

NACIONAL bres puedan iniciar un juego cualquie-


ra sin que existan unas reglas de ese
juego.
¿Querrá decir entonces que el dere-
cho tiene un valor igual al del juego,
y que la sociedad existe solo para dis-
traerse jugando?
Don José Ortega y Gasset hablaba
del origen deportivo del Estado, adu-
ciendo a favor de su tesis el hecho de
que al grupo informe que significa la
horda primitiva, un día le llega la ne-
cesidad de atraer hacia sí las mujeres
de otras hordas, para celebrar con ellas
las nupcias que antes solo ocurrían en-
tre gentes de un mismo grupo. Pero
para acudir al rapto de las mujeres
de otros grupos era menester la orga-
nización de los jóvenes en compañías
militares, organización ésta que ya de
por sí implica una primera constitu-
ción, es decir, un primer conjunto de
normas a que la juventud tenía que
someterse. Todo esto de Ortega y
Gasset es muy discutible, pero lo que
resulta de allí es la concepción clara
de que donde quiera que un grupo as-
pira a conseguir algo como grupo, tie-
ne que hacerlo obedeciendo a un con-
junto de reglas. Y esto es lo que se
llama una constitución.
Pero de ahí resultaría que la consti-
tución es algo muy elemental, y no
ese complicado sistema jurídico que
Dr. CAYETANO BETANCUR
hoy se llama constitución.

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Esto es evidente: la Constitución de El fin de una constitución es servir
un Estado existe siempre donde quie- de medio para que el grupo social rea-
ra que ese Estado se dé. Sin ella, nin- lice sus fines, lleve a cabo sus aspira-
gún grupo social puede subsistir. Lo ciones, cumpla los objetivos que se ha
que ocurre es que hay constituciones asignado como pueblo, como nación o
rudimentarias y constituciones técnica- como Estado. La constitución delimita
mente elaboradas, las correspondientes los campos de acción de los asociados,
a Estados, de más alta civilización. Pe- señala sus derechos, sus funciones y
ro el principio es uno mismo en una y sus deberes en la gran misión que co-
en otras. Igual a lo que acontece con rresponde al grupo social. La constitu-
la escalera del hombre primitivo y las ción es así la ley fundamental del jue-
escalinatas de piedra de un castillo go en que consiste la vida cívica, to-
feudal; o lo que ocurre con el hacha mando esta vez la palabra juego en
sílice y un fino bisturí quirúrgico: las aquel alto sentido que le daba el poeta
Federico Schiller, cuando afirmaba que
dos primeras son para subir y bajar;
la más alta función humana está en
lo último, para cortar. Todos cumplen
las actividades lúdicas, en el juego, pa-
una misma finalidad, cualquiera que
ra decirlo de una vez, pues en éstas el
sea la perfección o imperfección que hombre muestra todo lo que tiene de
conlleven. rebosante vitalidad, de exceso suntuo-
¿Y cuál es el fin de una constitu- so, y de potentes energías creadoras.
ción?
¿Sería posible aclarar todavía más
ese concepto?
DOCTOR En efecto: el hombre es el único ser
de la creación que no viene consignado
CAYETANO BETANCUR CAMPUZANO a una sola obra, a desempeñar un úni-
co papel, como el que corresponde a
Nació en Copacabana, (Antioquia) el 27
de abril de 1910. Cursó estudios de bachi- la piedra, a la nube, a las aves. Las
llerato en el Liceo Antioqueño de la Uni- piedras, las nubes y las aves hacen
versidad de Antioquia, y Derecho en la hoy exactamente lo mismo que hacían
misma, obteniendo el grado en 1936. Su te- treinta mil años atrás. Cuando apare-
sis fue "Ensayo de una Filosofía del De- cen los primeros vestigios de una vida
recho", editada en 1937 y reeditada en 1948.
Ha publicado varios libros como "Sociolo- humana como tal. ¡Pero qué distancia
gía de la Autenticidad y la simulación"; hay entre esos hombres primitivos con-
"Introducción a la Ciencia del Derecho"; temporáneos de los grandes glaciares,
"Las virtudes sociales"; "Bases para una y el hombre de la época homérica, a
lógica del pensamiento imperativo". el de las Cruzadas, o el del Renaci-
Ha sido colaborador en diversas revistas
tanto nacionales como extranjeras. Profesor miento, o el del siglo XX! Y todo es-
de Filosofía y Derecho Internacional y Pri- to exige por lo tanto que las leyes fun-
vado en la Universidad de Antioquia, Uni- damentales de la asociación humana
versidad Pontificia Bolivariana, Universidad sirvan, no a coartar la libertad huma-
Javeriana, Universidad Nacional, Universi-
dad de los Andes y Colegio Mayor de Nues- na, sino a ordenar sus generosos des-
tra Señora del Rosario. pliegues, a permitir un fabuloso des-
Es miembro de la Academia Colombiana bordamiento de posibilidades. Pero así
de la Lengua, Sociedad Colombiana de Fi- como los corredores en la olimpiada
losofía, Sociedad Argentina de Filosofía, Ins- necesitan fijar un punto de partida co-
tituto Argentino de Filosofía Jurídica y So-
cial, Asociación Internacional de Filosofía del mún a todos, desde donde arrancan ha-
Derecho y Filosofía Social, Instituto Ame- cia la meta, de igual suerte la consti-
ricano de Filosofía. tución de un Estado es como esa lina
En la actualidad es Profesor de Lógica en inicial que ya dibuja en ciernes todo
la Universidad de los Andes.

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lo que la sociedad algún día podrá más y más posibles sus determinacio-
realizar. nes. La ley es la servidora inteligente
Cabría preguntarle, ¿por qué fue de la constitución que sabe hasta don-
ten larga la lucha de los pueblos para de, en un momento dado, puede apar-
Mae sus soberanos les dieran una Cons- tarse de la propia letra escrita del tex-
titución? to constitucional, para que el espíritu
que la vivifica tenga su cumplida ex-
Esa lucha de los pueblos buscaba más presión.
que todo una constitución escrita. Y
contra esa constitución escrita se en- ¿Cuando debe reformarse la consti-
derezaban todas las armas de los mo- tución?
narcas absolutos. Cuando quedó derro- Es destino de todas las cosas huma-
tada la Revolución Francesa (y ello nas el ser históricas y por tanto, so-
ocurrió por un corto período), se for- metidas a los cambios que traen consigo
-ó en Europa la Santa Alianza, una los tiempos. Por eso las constituciones
especie de sindicato de todas las tes- no pueden ser rígidas, esto es, que
tas coronadas, para defender en todo ellas mismas impidan su oportuna re-
el continente la idea y el sistema de forma. Entre nosotros, la famosa Cons-
la monarquía absoluta. La lucha, donde titución de Rionegro era una consti-
menos cruda se presentaba, era de tución rígida, y por ello, con grave
"monarquía absoluta" contra "monar- trastorno para el orden jurídico, hubo
quía constitucional". La palabra "cons- de ser modificada por medios en ella
titución" llegó a ser así un término misma no previstos. El ideal sería que
de explosivas connotaciones para to- toda constitución se ingeniara la mane-
dos los monarcómanos. Y se cuenta ra de que, aún en las circunstancias
que el viejo emperador Francisco Pri- más imprevisibles, pudiera ser refor-
mero de Austria odiaba de tal mane- mada de acuerdo con sus propios pre-
ra la palabra "constitución", que prohi- ceptos. Cuando esto acontece, se dice
bió a su médico hablarle para nada que el orden jurídico permanece in-
de sus males y dolencias anejos a su tacto, pero ocurren a veces tremendas
gastada "constitución" física. Pero con convulsiones sociales, y es entonces
todo, la constitución estaba ahí. Los cuando no se puede aspirar a que la
monarcas sólo querían evitar el com- constitución vigente sea cumplida en
promiso escrito, para poder jugar a la su reformación.
arbitrariedad; como entre nosotros to-
davía hay muchos patronos que se Surge entonces la voz del pueblo,
niegan a firmar contratos con sus tra- del pueblo organizado y consciente de
bajadores, aspirando así a sacar ga- su ardua tarea, que dicta entonces su
nancia de lo impreciso de un vínculo nueva decisión constitucional, y coloca
puramente consensual. sobre el texto ya inservible, su nueva
voluntad de ser nación, de ser Estado
¿Porqué se le llama a la constitución sometido a leyes. Ojalá estas coyuntu-
"ley de leyes"? ras no se presenten a menudo, porque
Con esto se dice que la constitución ellas significan la revolución. Y si bien
no es una ley cualquiera, sino la ley la revolución es en ocasiones la única
suprema, la que rige no solo las leyes salida posible que encuentra un pueblo
comunes, pero también a las leyes mis- acorralado, es ella también un remedio
mas. Las leyes han de estar dentro heroico a que solo debe apelarse en el
del marco de la constitución, sin con- trance supremo. Y no puede ser el
trariarla, sin desvirtuarla, sino desen- ideal de un pueblo verse a cada paso
volviendo sus principios y haciendo en un trance supremo.

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