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De Túnel de Machicao a Túnel de Tenoya; Notas históricas

A mediados del siglo


XIX la necesidad de ampliar la
red de comunicaciones terrestres
en la isla de Gran Canaria, obliga
a que el proyecto y la posterior
construcción de una vía que
desde la capital de la isla llegara
hasta Agaete atravesando las
fértiles vegas agrícolas del norte
insular, se convirtiera en un
clamor popular por parte de la
población insular y en concreto
de los que vivían en toda la franja
norteña.

El ingeniero don Juan de


León y Castillo hace un proyecto
de carretera que desde Las
Palmas llegaba hasta Guía
atravesando diferentes núcleos de
población considerada en aquél
momento de 2º orden. Al trayecto
que iba desde Tamaraceite hasta
Arucas le fueron asignados los
tramos 3º y 4º de todo el
proyecto.

Don Juan de León y Castillo Ingeniero que


proyecta el túnel y el puente de Tenoya ((Foto:
Archivo FEDAC))

Nuestro túnel estaba situado en el 3º. Para la adjudicación de la


construcción de dichos tramos, se hizo una subasta en Madrid el día 31 de
julio de 1.863.
Por un importe de
1.679.000 reales de vellón,
Antonio Matos y Moreno(1) fue
el adjudicatario de las obras. Este
contratista, entre otras obras
también hizo las del puente de
Telde y el de Tenoya, así como
ampliaciones en el Puerto de la
Luz, el puerto de Arrecife e
incluso obras en el Puerto de
Santa Cruz de Tenerife.

Tuvo una importante carrera


como político, siendo alcalde de
la ciudad de Las Palmas de Gran
Canaria (2) y llegando a ser
incluso Diputado a Cortes por la
circunscripción de las Islas
Canarias (3)

Antonio de Matos y Moreno


Contratista que realizó entre otras obras la del
Túnel y la del Puente de Tenoya
(Foto: Achivo FEDAC)

Pero volviendo a las obras de la carretera, según la prensa de la época,


“…entre las obras más importantes de ella debe contarse el túnel de
Machicao de 120 metros de longitud y el puente de Tenoya de 13 a 14
metros de altura”(4)

Como vemos nuestro túnel, tenía como nombre en aquellos años el de


“Túnel de Machicao”.

Según hemos podido constatar, el comienzo de las obras para perforar


la loma, tuvo lugar el lunes 15 de febrero de 1.864 a las nueve de la
mañana (5).

Si queremos hacernos una idea de lo que encontraron los trabajadores,


leemos que: “…el terreno en que se han abierto los ochenta primeros
metros del lado de Arucas, es una arenisca dura alternando con
conglomerados de bastante cohesión pero no de la suficiente para dejar
esta obra sin revestimiento.
A partir de aquella longitud desaparecen por completo las areniscas y
predomina el conglomerado; pero con caracteres tan raros que ha
complicado extraordinariamente la operación. A la vez que duro, hasta
exigir el fuego, presentaba tales disgregaciones y fuertes vacíos, que ha
sido preciso ir prudentemente revistiendo de madera las tres galerías
longitudinales que se abrían a la par: la del centro en dirección del eje y a
la altura de la clave de la bóveda que se había luego de construir, y las
otras dos en el sitio de los dos estribos y en toda su altura. A pesar de estas
precauciones principió a hundirse una de aquellas disgregaciones, y fue tal
el desprendimiento de arenas sueltas y grandes piedras, que rompió el
revestimiento de madera produciendo aquel desprendimiento y otros varios
sucesivos un agujero de cosa de siete metros de diámetro; que al fin
apareció en lo alto de la montaña.

Las tres galerías se han enlazado con otras transversales, de modo


que el techo quedaba sostenido por dos series de columnas, entre las que el
terreno estaba también sostenido por maderas. Dos cuadrillas de
mamposteros vienen detrás construyendo los estribos, y otra tercera hace,
por pequeños trozos de un metro, la bóveda, para lo cual hay que destruir
en esta longitud las columnas.

Para aumentar aún más las dificultades se ha encontrado en los


treinta metros últimos, que corresponden al lado de Las Palmas, una capa
de arcilla de cosa de quince metros de altura, terreno de peor clase aún,
por su gran tendencia a los desprendimientos.

Se está trabajando en esta formación y se vencen las dificultades por


el mismo sistema” (6)

Tras dos años y un par de meses de duros trabajos por parte de los
jornaleros, el día 24 de abril de1866, queda terminada la bóveda del túnel.
(7)

Con la culminación de esta obra, el siguiente escollo que quedaba


pendiente en el camino hasta Arucas era el Puente de Tenoya, que lo
dejaremos para unas futuras notas.

Durante muchos años, nuestro Túnel fue motivo de admiración por los
viajeros europeos que pasaban por nuestra tierra y que por supuesto
también lo hicieron por sus entrañas.
Cuando Olivia M. Stone escribe su obra titulada “Tenerife y sus seis
satélites”, publicada en 1.887 después de su visita realizada a las islas
Canarias, esta viajera inglesa del siglo XIX hace mención al mismo en los
siguientes términos: “… aquí el terreno forma pequeñas lomas pero más
adelante atravesamos un túnel, de unas 150 yardas de largo, bien
construido con piedra y cemento, de techo ancho y con dos lámparas de
aceite iluminando con sus rayos la oscuridad…”

Más tarde, René Verneau el


célebre antropólogo francés, que
tuvo una estancia en las islas entre
1.885 y 1.890 en su obra “Cinco
años de estancia en Canarias”, nos
relata lo siguiente: “Hasta Arucas el
paisaje cambia poco: las montañas
que se cruzan son un poco más altas
y por consiguiente, los barrancos se
vuelven más profundos. Es difícil
encontrar 500 m de terreno llano.
Una de estas montañas, está
atravesada por un túnel por el que
pasa la carretera, es un trabajo
gigantesco para una isla que no
tiene nuestras maquinarias, y esta
obra como varias otras, da un gran
prestigio a su constructor, don Juan
de León y Castillo…”

Olivia M. Stone

Una vez empezó el Túnel a funcionar habitualmente, en más de una


ocasión ha sido escenario de hechos funestos para algunos tenoyeros, y
para ello vamos a poner como ejemplo el acontecido en concreto el 18 de
octubre de 1.934, en el que “… Dos mujeres han hallado la muerte cuando,
con toda tranquilidad, circulaban por la carretera del norte.

En las primeras horas de dicha mañana salieron de Tenoya para los


campos de los alrededores, en busca de leña con que calentar los hornos
de pan, las vecinas de dicho pueblo Encarnación Santana Armas, de unos
65 años; y Fernanda Afonso Santana, de 30 años.
Durante algún tiempo estuvieron recogiendo ahulagas, y sobre las
diez de la mañana emprendieron el regreso, con sendas cargas que
transportaban en ruedos sobre la cabeza.

Ambas mujeres entraron con paso tranquilo, como es natural, en el


Túnel de Tenoya, marchando sobre su derecha. Cuando iban hacia la
mitad de dicho paso entró también en el túnel con dirección al Norte, la
camioneta número 1.971, propiedad del vecino de Bañaderos Manuel
Santana Suárez y guiada por el “chauffeur” Pablo Días Castellanos. Al
parecer se cruzaron dentro de túnel ésta y otra camioneta, en cuyo
momento se originó la desgracia...” (8)

Nuestro Túnel nos ha dado alegrías y en algunos casos muchas penas.


Hoy, a comienzos del siglo XXI, el túnel de Tenoya se ha convertido
en un vamos a decir impedimento para la prolongación de la IV fase de la
Circunvalación.

Vista de la entrada al Túnel desde Arucas, lugar por donde comenzó la


perforación del mismo.

Después de varios proyectos de ampliación, y de haber sido referencia


y símbolo para Tenoya y los tenoyeros, después de las obras que se
realizarán quedará como mudo testigo no sólo de todas las personas que
han pasado por su interior, sino vestigio y a la vez cómplice de una época
en la que la vida era más sosegada, más lenta, una época en la que salvar el
obstáculo de una loma de pocos metros de altitud y un barranco se
convirtió en una tarea casi, casi, sobrehumana.

También según las noticias actuales permanecerá cerrado durante un


periodo de tiempo por motivos de seguridad mientras se realiza la
perforación del nuevo Túnel de Tenoya.

Espero que quienes decidan su cierre, den una buena alternativa a


todos los que diariamente lo usamos para ir a nuestro centro de trabajo.

Además, me gustaría que con las obras de la Circunvalación el Túnel


tuviera una restauración en condiciones, con un buen proyecto, en el que se
resalte su valor patrimonial ya que es el último vestigio en su categoría de
las obras emprendidas por aquellas personas que al final del siglo XIX y
principios del XX lograron dar un gran empujón económico e industrial a
nuestra querida isla.

Laureano Lezcano Galindo

NOTAS:

1) Antonio de Matos y Moreno es una destacada personalidad de finales del


siglo XIX. Que merece un estudio sobre su biografía.
Era el padre del político gran canario fusilado durante la Guerra Civil, don
Leopoldo Matos.
Murió en Madrid el 14 de octubre de 1.913.
2) Platero Fernández, Carlos (2005), La Alcaldía de Las Palmas de Gran
Canaria: (1484-2005),
3) El Eco del Comercio; 28/04/1869
4) El Omnibús 27/01/1864
5) El País. Periódico local de intereses; 19/02/1864
6) El País. Periódico local de intereses; 23/03/1866
7) El País. Periódico local de intereses; 27/04/1866
8) Gaceta de Tenerife; 20/10/1934

BIBLIOGRAFIA:
- Platero Fernández, Carlos; “La Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria:
(1484-2005)”; Anroart Ediciones. 2005
- Stone, Olivia M.; “Tenerife y sus seis satélites”. El Cabildo Insular de
Gran Canaria, 1.995.
- Alzola, José M.; “La rueda en Gran Canaria”; El Museo Canario; 1.968
- Verneau, René: “Cinco años de estancia en Canarias”; J.A.D.L. La
Orotava; 1.985

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