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. . 1e/08 / 64 F-creeay Crab 4994 4 <2 BASES IDEOLOGICAS DE LA PSICOTERAPIA TRANSPERSONAL Ideological Foundations of Transpersonal Psychotherapy Alejandro Celis H.! Resurgen Este es un ensayo respecto a la naturaleza de la Psicoterapia Transpersonal, basado en la experiencia personal del autor y en los escritos de los principales exponentes de esta linea tedrica, Se examinan las bases o creencias fundamentales de la linea en cinco éreas: (a) la naturaleza del Universo, (b) la naturaleza del ser humano, © el trabajo psicoterapéutico, (d) el psicoterapeuta transpersonal y (e) la verificacién de datos ¢ investigacién. Palabras Clave: Psicoterapia Transpersonal, Valores y creencias del psicoterapeuta, Filosofia Perenne. Abstract This is an essay about the nature of transpersonal psychotherapy, based on the author's personal experience and on the main authors on the subject. Basic beliefs and assumptions of this system on five areas are examined: (a) the nature of the Universe, (b) the nature of man, © psychotherapeutic work, (4) the transpersonal psychotherapist and (e) research and verifying data. Key Words: Transpersonal Psychotherapy, therapist's values and beliefs, Perennial philosophy. ti Ticdoge Cica cerfcao como Srprisr dela fomacién de pegs theo eipeilitas x rico (199, Ex pode ltl te Pcl deat hi 975198, Pos! de acter Pt ite) 198.988 Peate sk Ce Onna tl Pre Sgn Ene Wacoal de Psicoterapeutas Humanitas y Transpersonates (Enero 1995 y Junio 1996). Casilla 16938, Correo 9, Pravidencia, Santiago de Chile, Correa Electrénica: alexalic@chilepac net Le INTRODUCCION Quisiera expresar lo que nente como un testimonio basado cn mis de veinticineo personales relativas al tema que expongo vias de interés y experiencis y veinte anos de dlocenciat uni versitaria relativa al mismo-, Creo que los testimonios y reflexiones personales -sin inimo de ser verdades probadas- tienen cierta cualidad irrefutable que no contrdice 0 choc: olzas experiencias 0 percepciones personales. por dif entonces. es comunicar reflexiones personal idealmente, producirtas en el lector rentes que éstas sean: Jo que intento, no la “nica versidn” accrea del tema watado- ¢, Cuando se habla de psicoterapia Transpersonal, la asociacion usual que se hace en el medio profesional y no-profesional guarda relacién con los fendmenos Iamados para-normales: leer ef pensamiento, ver el aura, vidas anteriores, comunics Mi articulo” es, entregar otra versién posible de esta corriente, en el ntendido de que no existe una version oficial, ni de la naturaleza de lo Transpersonal, ni de qué hace el psicoterapeuta “Transpe: én con espititus, ver el Tarot, Intencion a través de este ‘onal ni de qué lo distingue, por ejemplo, del psicoterapeuta Humanista J.a primera vez que of del término “trans primer Presidente del Coley Instituto Ar io de Psicdlogos de Chile y quien facilité en gran medida que el una escucla mistica de desarrollo intemo- echara raices en Chile, Héctor estaba muy interesado en Bvinién de la psicologia con la espisitualidad, lo que a mi juicio es la csencia de lo transpersonal; y entonces, a mediados de los afios 70, corriente que recogia ambas inquictudes, laba entusiasmado de esta nueva En 1977, yo habia ya experimentado con Ja Meditacién Trascendental, Ilevaba un afio tabajindome internamente en el Instituto Arica y me habia integrado al Centro Psicolégico Trovador", En el segundo semestre de ese aito ofieci lo que creo fue el primer curso de Psicologia Transpersonal en una Universidad chilena: un curso elective sobre el tema en la Escuela de Psicologia de la Universidad de Chile, donde cra docente en esos afos. Al realizar el curso disponia de escas . pero side gran entusiasmo. La sensacion que que lo que esta rama de la psicologia inclufa era una serie de diferentes versiones -no muy integradas- respecto al desarrollo humano, provenientes de diferentes escuelas espirituales antiguas © contemporineas. Quizés el primer libro que utilizd el témino fue Psicologias Transpersonales, de Charles Tart’, el que precisamente exponia las diferentes informacion respecto al tema tenia en ese entonces Este ex el segundo articulo de una serie de ies, acerea de diferentes aspectas de la Psicologia y Psicoterapia Transpersonales. EL primera se Yitula Psicolagla y Espiriwalidad: Psicologia Transpersonal (Rev. Ch. de Pricologia, val. 16, NP, 1998) yel tercero, Oud ex y qué no es a psicoterapia Transpersonal (en preparactén), que * trata mis especificamente del quehacer terapéutica en esta lined. " EL Centro Psicolégicn “El Trovader" funcioné entre 1976 y 1980 en la calle del mismo nombre de Ia comuna de Laas Condes (Santiago) ¥ fue, en mi opinién, un importante caldero cle trakajo interna peara sus miembros y para quienes participaron en las actividades que alli se oftecieron (eutre ellos, numerasos psicélogas). Las fundadores dlel Centra fueron las coleas Ana Maria Noé. Gonzalo Pérez y Ada Contreras, a las que posteriormemte nos uninos Leonor Bernales, Alberto Hurra, Odette Schwerts y yo misma “Transpersanat Peychotogies, de Charles T. Tart (ed). Harper & Re New York, 1975, versiones de crecimiento espiritual de escuclas como el Sufismo, el Arica, el Budismo Ze: Yoga, Gurdjieff, el Budismo y la tradicién mistica Cristiana, Poco tiempo después, la Directiva del Colegio de Psicdlogos de ese entonces decidid] insdlitamente, prohibir a sus asociados trabajar con técnicas del Instituto Arica & ee investigarlas, a menos que se pidiese un permiso especial. Para mi. esto llevaba el mensaje de la escisién entre “lo aceptado” y lo “no aceptado” dentro de la psicologia, lo que en ciertos circulos continga hasta nuestros dias -como si la "verdad absoluta" o la forma de encontrarla fuese ya conocida-. Es asi que cualquier intento actual de unir la psicologia tradicional con vertientes “orientales” u “esotéricas” se ve afectado, en dichos circulos, por un sdlido prejuisio que. obviamente, no facilita la verdadera comprensién de estas corrientes. Espero que las paginas que siguen faciliten a los verdaderos interesados el familiarizarse con los postulados csenciales de esta tendencia. Los origenes de la Psicologia Transpersonal se remontan a fines de los afios 60 -casi treinta aflos atras-, en donde, en medio de importantes transformaciones culturales, florecié una gran cantidad de formas de terapia, predominantemente inspiradas en la filosofia Humanista, En esos aos, la recientemente fundada Asociacién de Psicologia Humanista -cuyos \ideres en el ambito teorico- académico habian sido Abraham Maslow y Anthony Sutich- comenzé a constituir un techo demasiado bajo para muchos buscadores de inquietudes mas radicales. Los experimentos con las téenicas meditativas® trafdas del Oriente y con las drogas "psicodélicas"® (como el LSD, la marihuana, la psilocibina, la mescalina y otras) ensalzadas por académicos como Timothy Leary (Nagib, J., 1993) y Richard Alpert (Ram Dass, 1971) y literatos como Aldous Huxley (Huxley, A., 1954), abrieron el horizonte de investigacién (Masters, R-E.L. y Houston, J., 1966) y exploracidn interior. y terapeutas como Stanislav Grof (Grof, S.. 1979) y Claudio Naranjo (Naranjo, C., 1974, 1994) comenzaron a practicar la terapia mediante algunas de esas sustancias, con resultados insospechados por su profundidad y trascenden Estas experiensias mosttaban aspectos de ta experiencia humana que escapaban a los limites | estrechos y limitados del condicionamiento individual: vivencias y percepciones profundas y trascendentes, unidad césmica y otros fendmenos que cuestionaban, en lo esencial, el concepto establecido del ser humano, de la vida y de nuestra relacién con la naturaleza, asi como la idea de que cada individuo se halla separado del resto. Por lo demas, todas estas experiencias y vivencias ya habian sido descritas siglas antes por religiones como el Budismo, el Taoismo, el Hinduismo y el Zen, entre otras’. * Para familicrizarse con elas, recomiendo el capitulo 16 de El experimento ha terminado (Lowe, P., 1996) 0 The Perchatogy of Meditation (Naranjo, C.y Ornstein, R.E., 1971) 0 The Orange Book (Rajneesh, B. S., 1981). También mal lamadas “alucindgenas”, presto que 10 necesariamente producen alucinaciones de algiin tipo. Este tipo dle sustaneia psicoactiva ha sido, producto de la ignorancia, puesta en el mismo saco junto con la "pasta hase”, la cocaina, la heraina, la morfina y otras. La verdad es que su origen y efectos son diametralmente opuestos. Para ids informacién respects al tena, recomiendo entre viras lecturas, el cap. 1 de Grof, S. Sahidurla Oriental y Ciencia Occidental, Cuairo Vientos Editorial, 1990. ax soni, por ejemplo, el I Ching y el Tao te Ching (de la cultura Tense), Tox diversas Sutras del Buda, tox Upanishads, los textos Sufix ce Omar Khayvam, Mevlan Jelalwiddin Runt a del contempordnco Idres Shah, los Yaga Sutras de Pasaniali, of Bhagavad Gita los dichos e historias de diversas Ataestros Zen -por ejemplo, Shuanryu Suki Hue asi que, uniendo lox sportes de las psicologias individuilistas del Occidente y los de las psicalopias espirituales de Oriente y Medio Oriente, y nuevamente de [a mano de Maslow, se undo In Aseciacién de Psicologic a Transpersonal. E] termino trans alude lo qu st halla "mas alli” y lo personal es cl ego, la personalidad, la estructura condicionada la raiz griega de persona signitica "mascara”-!1E1 interés de los Transpersonales c c halla ins alli de lo condicionade: qué es este ser en lo escneial, qué es lo que hay en él aparte de sus ros de condicionamicntos en esta vida y en las anteriores. En justicia, podriamos decir que Carl Gustav Jung fue cl primer psicélogo transpersonal, Su interés en lo trascendente es muy estudio profindo del Budismo Tibel 4 linea dentro de la psicologia aca Walsh, Stanislav Grof, Charles Tart, entonees, aquello.que s regis anterivr, y se expresd en Fibetano. En la actualidad, los ia acadkémica son -entre otvos- “landio Naranjory Ken Wilber principales expositores de frances mente, s¢ tiende a creer que el objeto de estudio de la psicologia Transpersonal son los stados alterados". De partida, "El término "estados alterados" implica, equivocadamente, que existe un estado de consciencia normal, "correcto", y que todos los demds estados se hallan, por tanto, “alterados" (Levy, J., 1983), Este enfoque considera querlaceonscienciafes una di hase y el con nensién fundamental, “..gue proporeiona la, sto de toda experiencia. () La perspectiva transpersonal sostiene la existencia de un amplia espectro de estados alterados de consciencia; que algunos son potencialmente titiles y funcionalmente especificas, y que algunos de éstos son, en verdad, estados "superiores". Por su parte, la visién Occidental tradicional sostiene que sélo existe un espectro limitado de estos estados (por ejemplo, la vigilia, el sueito onirico, la intoxicacién, ef delirio) y considera que précticamente todos los estados alterados son nocivos y lo dptimo es ta “normatidad” (R. Walsh y F. Vaughan, 1980), ‘A pesar de la literatura mistica existente desde siglos atris, que hablaba de "liberacién", “jluminacién” y "cese del sufrimiento", la psicologia no incorporé esta nocién de salud para el ser humano hasta el advenimiento de esta corriente, Como comentaba Gordon Allport, "Con sus teorias respecto a la naturaleza humana, los psicdlogos tienen el poder de ensalzar 0 de degradar esta misma naturaleza. Los supuestos degradantes degradan a los seres humanos, los supuestos generosos les exaltan. () Respecto a la psicologia de la liberacién, no tenemos nada" (en R. Walsh y F. Vaughan, 1980a). Estos autores agregan: "De hecho, las Obras Completas de Freud contienen més de 400 referencias respecto a la neurosis y ninguna respecto a la salud". En este mismo sentido, C. Naranjo cita a la obra de Thomas Merton, "Una fervorosa meditacién en memoria de Adolf Eichmann": "..una de las cosas mds inguietantes que surgieron del juicio de Eichmann fue que un psiquiatra le examind y le declaré perfectamente sano. No pongo eso en dua en Jo absoluto, y es precisamente por eso que ta llamo “inquictante" () La culpa no le molestaba en forma apreciable. Nunca oi que desarrollara algin trastorno psicosomiitico, Aparentemente, dormia bien. Hasta donde se sabe, tenia buen apetito.() quizés debiéramos decir que en una sociedad como la nuestra la peor locura es la ausencia total de ansiedad, la "sanidad® total" (en Naranjo, C.. 1972). Nuestra mentalidad occidental, muy tenida del paradigma newtoniano-cartesiano, es en gran parte responsable de esia situacién, pues no reflexionamos lo suficiente 1 sspecto a nuestras posturas valdricas y filosdficas en relacién a lo que hacemos. Como terapeutas, necesariamente tenemos creencias respecto al ser humano, a nuestro rol como terapeutas, a las posibilidades intermas del clicnte y al propasito de la terapia, ya sea que las tengamos conscientes o no: "Say un cientifico, y por tanto no necesito de la filosofia especulativa' es la declaracién de un filésofa légico- positivista y pragmitico, y de hecha una declaracién poco brillante” (Wilber, K., 1982). Este tiltimo autor concluyé lo siguiente de su revisién exhaustiva de las psicologins occidentales existentes hasta los afios sesenta: “Excepruando el nivel supremo de la Unidad, el expeciro de la consciences un especiro de la patoTagia (Wiber, K, 1982), Wilber ealsi ani ommeetal a existente en su obra “El Espeetro dela Consciencia’” y en ottas que le siguieron, Concluye que los modelos del _homiye y de su evolucion pueden agruparse en tres tipos: ". esas tres fases generales —derp sperseual ‘epersonalarr onl: eorresponden enteramente con el irabajo de Aurobede ty falliard ce Chardin 77 Hegel” (Wilber, K., 1982), los que se ven relleados en diversas correntes psicoterapéuticas Comenta Wilber: “La primera verdad del Buda: la vida, tal como es vivida habitualmente es amarga, y el despertar a esta amargura es el primer paso en el camino de la liberacién” “Ahora bien: las tradiciones misticas o transpersonales estaban de acuerdo con este diagndstico el yo separado, el sujeto separado de los objetos, si se enfrenta necesariamente con la dukkha (vivencia de impermanencia, insustancialidad, dolor) 0 con una amarga angst (sufrimiento). ‘Wardeqiieragueshay miomorexnstestemop, afirman los Upanishads. 'El infierno son los otros’, apunta Sartre. Pero las tradiciones transpersonales sostenian que existe una salida del sifrimiento () Nada que el ego haga puede terminar con el angst, porque el ego es angst; ma: bien, uno trasciende el angst a través de la muerte del ego: su auge y caida van wiidas. = "Es asi que, no sélo las tradiciones transpersonales comprendieron el diagndstico de la humanidad -angst, dukkha, (error respecto a la muerte- sino que fueron més alld que los existencialistas y descubrieron la prognosis de la humanidad, la cura de la enfermedad rhisma, ( El Peicoandlisis se propuso unificar la persona y la sombra para alcanzar wn ego completo y sano; yendo més prefimdo, las terapias humanists intentoron wnificar el egy el cuerpo para olcanzar el centauro iniegrado, De ‘nual mado, las radiciones misticas e propusieron tsa eiea ain mas profunda, e inientaran wie el entauro 6 Conmos para revelar una Idertidad Suprema, wna “eonsciencia céxmica” (Wilber, K., 1982). Eto tiene, naturaloiente, inplcaneias para la psicoterapia BI En el nivel det ego, fa terapia se halla principalmente interesada en el majoromiento dle la euloimagen. subienl la cdavestina y desarrollo la fortaleca del ego. En este nivel, el eliente puede aumentar su eapacided para enfrentar com éxito las vieisitudes de la vida, epropiarse de sus propios actos, senimientos, pensamiertos cettndesy ereoncas, ycomentzar a hacerse responsable de su propia vida (par ejemplo, tas terapias de ta conduct Yel pricoundlisis) WH En el nivel existencial, la persona se enftenta con los temas fundamentals del sentido y el propésito de a vide: ckes-idenificarse con las propios rales, posesiones, cetvidades yrelaciones con los dems: el yo es atin viveneiado como we emidad separa, de existence antdnoma que se enfenta aun mundo extrafo corer de significado, 1G] El nivel thanspersomal corresponide al esta de la anto-trascendencia, on la cal el individuo ye no se vivencia asi misiia come separada y aisledto, sino como parte de un tada més amplio, El nivel transpersonal no excluye el trabaje con tas nigeles deb ivy existenlates. pera ( } les expande ytrabaja con fa vivencla del individ, cm cemidaad separada y también como parte integral de wn toda max abarcative" (Wilber, K., citade en Vaughan, F 1978), j vs e fu palabra que corresponde a ‘prognosis! en Sdnscrite: ex prajna, y se dice que es la prajna 0 insigglt wascendente ta que destroca las cudenas del sanisara.o dukla o sufeimienta aingst. Y vs fa prajna la que se activa y movitisa y todas las formas verdaderas de meditacion y contemplacién, Los transpersonales, entonces, fueron mas allé que los existencialistas, pera tes incluyeron” “Fue asi como Hegué a comprender, de un modo vivido, ef argumento légico de las cajas chinas ( ) es asi que el existencialismo es una pequeiia caja china -parcial e incompleta pero en si correcta hasta donde llega, que es contenida por la caja mas grande de los trascendentatistas. ( ) Este argumento se transformaria en ta base de toda mi teorizacién posterior, y me ayudaria estahlecer una clara jerarquia, no sélo en las filosofias y psicologias, sino también en los niveles le conscienciay de ser ‘Cadi nivel inferior de consciencia parecia ser consirnido por un estrechamiento, restriccién 0 atadura suvesiva de la consciencia; el yo se vuelve cada vez mas pequeiio y ef no-yo mas y més_ wande, E's asi que en ef nivel de ta Titentidad Suprema et propio vo es el Todo” (Wilber, K., ce a La psicologia accidental ha reconocido con respeto el monumental trabajo de Ken Wilber, lo que ya facilitado que los profesionales del alas ideas centrales de esta corriente, ea comiencen a plantearse en forma mis receptiva frente En nuestro medio, la realizacién de dos eventos: el Primer Psicoterapeutas Humanistas y Transpersonales -en Santiago, en facilitado la reunidn ¢ intercambio de ideas de aquellos que se incl y Segundo Eneuentros de ero 1995 y Junio 1996- ha an por estas ideas, a la vez que ha permitido Ia validaein de areas de interés y de un lenguaje especificos de esta corriente IL- BAS] Es asi q siguiendo el modelo de Jas cajas chinas de Wilber, “La psicoterapia Transpersonal incluye [os temas y técnicas tradicionales, agregando a éstos un interés en facililar el crecimiento y la consciencia o darse cuenta més alld de los niveles de salud que la tradicién reconoce. Ai hacerlo, se enfatiza la importancia de modificar la consciencia, y se destacan la vulides de la experiencia e identidad transpersonales” (Walsh & Vaughan, 19802) A través de los afios, he Hegado a coneluir que lo que mas claramente distingue a un | icoterapeuta Transpersonal de otro psicoterapeuta no es su actuar, sino un determinado sistema de creencias -el que idealmente proviene de la propia experiencia directa, y no de un mero conocimiento intelectual-. Creencias respecto a In naturaleza del hombre -lo que incluye, naluralmente, a “paciente” y a “terapeuta- respecto a la naturaleza del cambio descado, al papel que ambos -y otros factores- podemos jugar en él, a la naturaleza de la vida y nuestvo rol en ella. Si bien creo que esto puede parecer demasiado exigente, creo que no puede ser menor lo que puede! esperarsé de un (erapeuta de esta corriente. Quits mvis que en ninguna otra linea te su sistema de creencias abarca la vida entera de Ia persona-psicoterapeuta; por Jo tanto, no pued constituir una moda, disfraz ocasional y mucho micnos wna mera técnica de trabajo. ‘Antes de examinar algunas de esas creencias y, como introduccién al tema, quiero proponer que tanto la experiencia directa como el aprendizaje intelectual nos hacen formular diversas creencias -conelusiones tentativas- acerca de Ja naturaleza de Jas cosas. Por poner un ejemplo sencillo: si desde el litoral chileno vemos que el sol se pone siempre sobre el mar -el atardecer-, puede que concluyamos que estos dos elementos estan relacionados; y sera grande nuestra sorpresa si desde Ja costa argentina vemds que el sol “aparece” desde ese mismo mar -el amanecer-. Habremos tenido una experiencia directa del fenémeno; y sin embargy, nuestra primera conclusién sera errénea. Por otro lado, un estudioso de los movimientos solares y terricolas podra tener la idea correcta habigndola estudiado en un libro; pero puede no habér observado nunca el fenmeno en si-y por tanto, su conocimiento es sélo tedrico y puede que nunca haya visto el mar-. x” ‘A pesar de lo anterior, tienda a preferir las creencias que se basan en experiencias directas. Pienso » que son més sélidas en su base, y que existe un elemento -la experiencia- que es incuestionable. YD Y, si nuestra conclusion inicial fue errdnea, siempre sera posible reinterpretar lo que vivimos; en eg! el caso del aprendizaje meramente intelectual, nunca sabremos si las conclusiones son 0 no cortectas a menos -y ésla es otra posibilidad- que las verifiquemos mediante una experiencia | directa. Ahora examinemos algunas de las creencias que pueden compartir los psicoterapeutas transpersonales. Naturalmente, éste es el listado al que yo he legado a través de mi experiencia personal; por tanto, otras personas pueden diferir respecto a cuales de ellas suscriben y cules no. Creencias Basicas: Acerca de la naturaleza del Universo: (I), La existencia de in orden universal, del cual formamos parte como reflejos multifacéticos de un Origen tinico -lldmese Dios, espiritualidad, ser superior, Tao, Brahmén, etc- Acerca de la naturaleza del ser humano: (2) Existen dos aspectos basicos en el ser humano: su ser esencial -quién es él realmente-, y su ego -ly que en psicolagia se entiende cominmente como “estructura dé personalidad”, 0 disfraz adaptative a la realidad fisica de este mundo-; (3) Los prapésitos esenciales de esta existencia son (a) despertar a let realidad de quienes somos ° (b) experimentarlaprender; Acerca del trabajo psicoterapéutico: (1) En esencia, cada individu vive en ol libre albedrio, la que implica que si ef cambio se produce 0 noy la forma que éste asuma depende, en grado total, de su propia vohanad; (5) Retomamos contacto con nuestra ser esencial a través de muchas formas -espontdneas © indueidas- que bdsicumente nos ayudan a des-idertificarnas de muestra “ego” y de su Inisqueda de “control” y “seguridad”; 7 (6) Nuestra labor de psicoterapenta no es solitaria: los eventos sincrénicos en nuestra vida y la del cliente y la ayuda de presencias, guias, Yo Surerior sde cliente y terapeuta- constituyen una importante ayuda a la que podemos recurrir en busea de orientacién e inspiracién, (2) El propasito de la Psicoterapia Transpersonal debe ser ayudar al cliente a percibir su propésite vital (punto 3); Acerca del psicoterapeuta Transpersonal: (8) El psicoterapeuta Transpersonal realiza su trabajo fundamentalmente a través de su ser, ademls, es esencial en su labor endil es el modelo que como persona presenta, dado el efecto de modelaje en el cliente (9) En segundo lugar de importancia, el éntrenamiento téenico del psicoterapeuta Transpersonal reviste importancia como una “bolsa de trucos” que le permite disponer de diferentes posibilidades de abordaje frente a la situacién que vive ta persona con la cual estd trabajando, (10) El emtrenamiento del terapenta en este contexto debe estar, por taro, principalmente dirigida a ayudarle a desidentificarse de sus patrones condicionados y, en segundo lugar de importancia, el entrenamiento (écnico en diversas herramientas de trabajo interior; (1) El psicoterapeuta Transpersonal debe ser quien comparta estas creencias, no como tina postura ideolégica ocasional, sino coma un reflejo de su modo de vida; Acerea de la verificacién de datos y/o investigacién (12) Dadas las limitaciones de la mente como instrumento y dadas‘ tus actuales limitaciones del método cientifico para evaluar este tipo de fendmenos, es ilusorio intentar evaluarlos, verificarlos » comprendertos sdlo a través de estas herramientas. A continuacién me extenderé en estos aspectos. Creencias acerca de la naturaleza del Universo: (1) La existencia de un Orden Universal. - Este Orden ha sido traducido, a lo largo de la historia humana, en principios descritos fundamentalmente por Maestros y tradiciones misticas -en las "sagradas escrituras" de cada religién-. y que se expresan en lo que Aldous Huxley llamé Filosofia Perenne. Esta Philosophia Porennis (Huxley, A., 1944) suete basarse en las ensefianzas directas de los diversos Maestros de la historia humana (Jesiis, Buda, Mahoma, Lao Tsé, ete) y desconfiar de las interprétaciones sucesivas que los seguidores de éstos han elaborado. El siguiente pérrafo del maestro indio-B.S Rajneesh refleja esta actitud: “Hablaré acerca de Cristo, pero no acerca del Cristianismo. El cristianismo no tiene nada que ver con Cristo. En realidad, el cristianismo es anti-Cristo, tal como el Budismo es anti-Buda y el Jainismo, anti-Mahavir” (Rajneesh, BS., 1984). El psiquiatra chileno Claudio Naranjo expresa, en este sentido, una idea similar: "Arin: més que en Tos dominios de la educacién y la psicoterapia, quizds, el poder invisible de la socializacidn se ha apoderado de ta religién, wilizéndola para sus propios fines de moldear a las personas hacia Ia conformidad" (Naranjo, C., 1972). Sostener esta ereencia no implica, pues, identificarse con una religidn establecida. A veces, implica que la persona se haya maravillado con la belleza del mundo, de los seres humanos 0 de un “aparente orden u armonia” subyacenite. No es necesario creer en un Dios-persona o incluso en un “dios”; practicamente cualquier concepcién personal es valida, en tanto no sea enteramente materialista. La naturaleza altima de este orden universal es, en si, inaprehensible para el pequefio mecanismo que es, comparativamente, la mente: "EI Tao que puede ser explicado no es el Tao eterno. El nombre que puede ser pronunciado no es el nombre eterno” (Tao te Ching). Por mas que nos esforcemos en intentar explicar la naturaleza tltima de las cosas, esto no es posible, dadas las limitaciones del lenguaje y de la comprensién racional (Celis, A., 1995): "El raciocinio es la itusién de la realidad" (Hazrat Inayat Kahn)’. Sin embargo, es posible experimentar esta inmensidad en los estados superiores de consciencia. Aquellos que han vivido las experiencias ‘superiores siempre han tenido dificultad para expresarla en palabras, y transmiten su experiencia fundamentalmente a través de su presencia y su forma de ser y estar. El maestro indio Aurobindo expresa de este modo las dificultades que encontramos (cit. En Wilber, K., 1988, Pag 110): "Ent el estado egoico ordinario, la mente, acostumbrada sélo a la evidencia de los sentidos y a realidad asociada con el hecho corpéreo, o bien no esté habituada «usar otros medios de conocimiento, 0 es incapaz de ampliar el concepto de realidad a una experiencia suprafisica”. Como dice Ken Wilber (1988). % cf projects diman consiste en compartir lo que he visio, Constinge wa pequene: vyfrenda ile la que recuerdo, ef polvo Zen que conviene sacudirse de las sandatias y, a fin de cuentas, wna mentira inte el Misteria que sélo en si existe". Otro psicoterapeuta comenta al respecto: “En verdad, no se puede decir suber nada en fo absilua respecto a esa realidad. Sélo las etiquetas pueden ser conocidas 0 vivenciadas, ¥ la Transpersonal no puede ser ehjerivacdo u etiquetado” (Hammer, M1974) 10 Otro aspecto de fa cieeneia enunciada afirma que cada ser contiene en si la esencia del Origen Unico de talos. La Biblia nos dice que Dios “ered al hombre a su imagen y semejenza"® por lanlo, "De aii que San Clemente afirmara que quien se conoce a si mismo conve a Dies, Son inna y la misma casa" (Wilber, K, 1988, pag. 117). 1 estado superior de consciencia en que esto se constala es descrito de este modo por Wilber Pasando por el uirvikalpa samadhi (sujeto y objeto, ambos olvidados) la consciencia despierta por completo a su condicién y sustancia original (tathata), que es al mismo tiempo la condicién y sustancia de todo cuanto existe, ordinario, sutil 0 causal. Lo que presencia y lo presenciado son na y:la misma cosa" (Wilber, K, 1988, pag. 124). Se dice, entonces, que la realidad suprema es “no-dual”, lo que puede interpretarse de dos naclos: ya sea trascendiendo Ia dicotomia de sujeto y objecto, 0 bien como una unién de sujeto y objeto” (Wilber, K, 1982). gu0s escritos de los misticos coinciden, por otra parte, con los hallazgos de la fisici moderna, que afirma que el observador y lo observado no'son discernibles (Capra, F., 1991), Creencias acerca de la naturaleza del ser umano: (2) Es fen dos aspectos bisicos en el ser humano: Esencia y Ego. Asi como la naturaleza ina del orden universal es indeseriptible, el ser esencial que proviene de esa fuente no tiene forma nies cognoscible en este nivel de realidad; como expresién del Origen Unico en todos, es inmortal; sin embargo, asume diferentes personalidacles y cuerpos, los que suften la “muerte” uno tras otro, como lo afirma la teoria de la reencarnacién, Esta teorla es compartida por las principales religiones de Oriente: Hinduismo, Taoismo, Budismo, Iainismo. Se dice (Levi H. Dowling, 1978) que la religién cristiana eliminé toda referencia de la Biblia respecto a la reencamacién en el alo 543, en el IV Concilio de Constantinopla, donde la Iglesia condené 1a Ley de la Reencamacién por una errénea traduccion e interpretacién de un texto.." () tal como en los primeros siglos del cristianismo se conocian" Sin embargo. ain existe una referencia que podria tomarse como indice de apoyo a esta teoria en la Biblia cristiana: "Entonces, le preguntaron los discipulos: Pues, { cdmo dicen los escribas que debe venir primera Elias ? A esto Jesis les respondid: En efecto, Elias ha de venir antes que el Mesias y pondrd todas las cosas en su lugar; pero yo os declaro que Elias ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo cuanto quisieron. Asi, también hardn ellos padecer al Hijo del hombre. Entonces, los discipulos entendieron que les habia hablado de Juan Bautista" (Mateo 17, 10-13). Por motivos que resulta dificil comprender, el ser esencial pasa, después de nacer, por un proceso “oscurecimiento -condicionamiento- que implica adoptar un ego o estructura de personalidad, EI proceso del condicionamiento es descrito de este modo por el brujo yaqui, "Don Juan’ todo aquél gne entra en contacto con un nifio es un maestro que le describe incesantemente el mundo, hasta el momento en que el niiio Hega a ser capaz de percibirlo tal como se le ha descrita. Segiin don Juan, no recordamos ese portentoso momento, simplemente debido a que careciamnos de todo punto de referencia que nos permitiera cor 1974). jararlo con algo" (Castaneda. C., Mis adelante, el individuo deberd revertir este proceso, superando los obsticulos que él mismo se ha impuesto con su estructura de personalidad y subor. inando su estructura egética a su esencia, En esta concepcién, el “ego” es lo que en psicologia se entiende como “estructura de personalidad” -o disfraz adaptativo a la realidad fisica de este mundo-; la construecién personal ue nos sume en ia ilusién de la separacion, esencia del suffimiento humano. El "ego" incluye tanto ja experiencia de vida o condicionamiento, la transmision genética de patrones actitudinales y conductuales de progenitores y ancestros y,"Segin la teorla de la reencarnac patrones correspondientes a existencias anteriores, en otros cuerpos y contextos. n, también los Existe cierta polémica respecto a la idea de que nacemos en un estado de "inocencia primal” que resulta postetiormente "contaminado por la sociedad": parece haber evidencia de que las concepciones filoséficas que postulan esto no estén enteramente en lo cierto. La crueldad de que hacen gala los nifios con animales y con otros nifios constituye suficiente prueba de que la infancia no es necesariamente un estado de consciencia elevado. Cuando Rogers (Rogers, C.R., 1964) describe el proceso de valoracién organismica, no necesariamente implica que éste tenga una ética incorporada: uno de los ejemplos que utiliza es que “tirarle ef pelo a la hermana puede ser valorado positivamente por el nifio”. Otras personas igualan el estado de consciencia del nifio con aquél que la persona alcanza cuando “despierta” o logra el estado de samadhi -estado superior de consciencia de fusién con el universo entero-. A mi entender, tampoco esto es correcto. Ken Wilber describe el estado infantil como un mero “...estado de fusién con el medio material y con la madre biolégica, No logran distinguir el cuerpo fisico del medio ambiente fisico. () El nifio no es uno con ef mundo mental, el mundo social, el mundo sutil, ef mundo simbdlico o el mundo lingiistico, pues ninguno de éstos existe 0 hha emergido ain. Los infantes no son uno con estos niveles: son enteramente ignorantes de ellos” (Wilber, K., 1982).'° Es asi que en el enfoque Transpersonal se suele concebir este punto de dos formas diferentes: (a) que cada nifio “trae” algtin tipo de “programa de aprendizaje” que se vera facilitado por la realidad que le rodea y la que él mismo ayudard a generar posteriormente. Es asi que la estructura de personalidad que desarrolle es su mejor forma de adaptarse al medio circundante y, tambign, de lograr el aprendizaje que es su objetivo de vida; 0 (b) que su "programa" condicionado no Agrega Ken Wilber: "De allf que se haya interpretado la consciencia eterna como una mera regresién a los modos de conscienciamiento instinive, ocednico y primitive. Dios, en este sistema (el psicoanalisis), no es mas que un sintoma infantil que necesita desesperadamente ser curado. ( ) Esta confusién existe debido a que la diferencia ‘entre pre y trans no se comprende con claridad” (Wilber. K., 1988, pig 128). “El deseo e impulso por redescubrir la completitud del Aman no guarda ninguna relacién con el deseo de retornar al estado de fusién neonatal () Ese desea es, de hecho, lo simple atraccién de la regresiin y de la duto-involucracién narcicista () Ahora bien: lo que si se pierde en @ desarrollo posterior es la inocencia relativamente extética del estado material de fusién subconsciente y prepersonal” (Wilber, K., 1982). umple objetivo especifica de "aprendizaje": sea el que sea, el individu de desperta Siguiendo Ja idew smteriormente expresada del Buda ("La existencia, tal como es hubitualmente vivieder, es amnarga"), Tos. 1 “apego": "El apego se halla estrechamente relacionado con el deseo, y esto implica que la no wulisfaccion del deseo produciré dolor. Bs ast que el apego juega un rol central en la generacién del sufvimiento, » dejar ir el apego es un factor clave para que éste concluya" ‘cos orientales han examinado exhaustivamente la nocién de "FL apego no se limita a objetos o personas externas, Ademds de las $1 conocidas formas de ape 10a las posesiones materiales, determinadas relaciones interpers niles» al status quo imperante, pueden existir apegos igualmente intensos a wna auto-imagen determinada, un patrén de conducta 0 un proceso psicoldgico, Entre los apegos mas fuertes que registran las disciplinas rensacidn de carecer de méritos vitidad se deriva de nuestros roles, nuesiros problemas, muestras relaciones con otras personas o de los contenidos de nuestra consciencia, el apego se ve reforzado por el temor respecto a la supervivencia personal” (Walsh & Vaughan, 1980a), ela consciencia se hullan el apego propios. Mientras sigamos ereyendo que nuestra EI Eneagrama de nueve tipos psicoldgicos es, posiblemente, el mapa mas completo y acertado de las posibilidades que tenemos de adoptar uno u otro “disfraz” de personalidad 0 estructura de ego que permita a nuestra esencia adaptarse a los requerimientos mundanos. Este conocimiento fue posiblemente traido a Oceidente por George Gurdjieff, mistico ruso; Ia tradicién fue continuada por Oscar Ichazo, fundador del Instituto Aiea, y de allf fue tomada por el psiquiatra Claudio Naranjo, quizés su principal propulsor y tedrico en cl mundo de la psicologia profesional (Naranjo, C., 1994) E] Eneagrama no reviste ulilidad tnicamente como un sistema de clasificacién de personalidades: un conocimiento de este instrumento que sobrepase el nivel superficial -que desgraciadamente es cl que se halla en boga hoy en dia- nos permite arrojar luz, sobre los mecanismos, carencias y reas problema que el cliente experimenta y tambi cic nN nos permite ayudarle a ver sus puntos y. eventualmente, ser consciente de los mecanismos que le han regido por toda la vida. (3) Los propésitos esenciales de esta existencia son (a) despertat a la realidad de quienes somos y (6) experimentar/aprender. "Sepamos que, por naturaleza, toda criatura se esfuerza en Hegar a ser como Dio: Eckhart, cit. en Wilber, K., 1988). 1s" (Meister i ‘Como individuos presos del condicionamiento, buscamos falsos satisfactores: perdemos contacto con nuestro ser esencial y formamos una estructura de personalidad que buscaré referentes externos que nos hagan sentir “seguros” de nuestra situacion material y afectiva -cuenta bancaria, trabajo estable, matrimonio, prestigio social-. En si, esos aspectos pueden ser importantes; mas lo realmente clave, lo énico que nos depararé auténtica satisfaccidn, es vivir de acuerdo a los designios de nuestro ser esencial, y no construir un refugio -fisico, emocional y social- que nos haga creer en Ia ilusion de la seguridad -sentimos “seguros” y “a salvo” de peligros de inestabilidad Esta es una diferenciacién sutil y ha sido malentendida con frecuencia, pues no se trata de no disponer de dinero 0 trabajo estable o de no tener una relacién de pareja. De lo que se trata es de no apegarse a esas cosas; es decir, no atribuirles nuestra felicidad 0 nuestro equilibrio intemos no alribuirles nuestra felicidad tampoco transar con nuestra verdad interma por mantenerlas. JSegin Ken Wilber, "el yo" independiente pretende y aspira a la inmortalidad y cosmocentricidad, y fracasa necesariamente en su propésito en mayor 0 menor grado. Es incpaz de mantener hasta las iltinias consecuencias la farsa de que es estable, duradero o inmortal” (Wilber, K., 1988, pig 174), = "EL individu puede crear 0 aferrarse a una gran gama de necesidades externas u objetivas, deseos, propiedades y posesiones, bienes materiales: aspira a la riqueza, la fama, el poder y el conocimiento...() Pero, puesto que es precisamente la infinidad lo que los hombres y las mujeres en realidad desean, todos esos objetos externas, objetivos y finitos, no son més que gratificaciones sustitutorias. Son objetos sustitutos, al igual que el yo independiente es un sujeto sustituto" (Wilber, K., 1988, pég 175). En el mismo sentido apunta la frase biblica: "; Qué provecho obtiene el hombre ganando el mundo entero si al hacerlo pierde su alma 2". Absolutamente todos los Maestros espirituales verdaderos han dicho una y otra vez que debemos “despertar" a nuestra verdadera naturaleza; mas este mensaje suele ser malinterpretado y deformado por sus seg jores, los que habitualmente crean una institucién que slo guarda del mensaje original una serie de rituales vacfos, que han perdido la intencién inicial del Maestro: sacudir los cimientos del ego y ayudamos a "despertar”. "Tamo ta psicologia profunda como lis principales tradiciones espirituales subrayan la necesidad de esta biisqueda interna, El cristianismo dice, "El Reino de Dios esta dentro de ti "ol Budismo, "Mira en tu interior: ni eres Buda"; el siddha yoga: "Dios mora en tu interior como ni"; el hinduismo: "Atman (la consciencia individual) y Brahman (la consciencia universal) son uno; el Islam: "Quien se conoce a si mismo conoce a su Sefior” (Vaughan, F., 1990). "el quehacer del alma en esta vida consiste en recordarse a si misma y descubrir su unidad con el espiritu absoluto. Los términos budistas smriti y sati-pathana, el hindi: smara, el sufi zhikr, la reminiscencia de Platén y la anamnesis de Cristo son, todas ellas, expresiones que pueden traducirse como recuerdo” (Wilber, K.. cit. en Vaughac F., 1990). | Creencias acerca del trabajo psicoterapéutico: (4) Libre Albedrio, “Seftor, hdzme casto, pero todavia no" (San Agustin) Ken esencia, cada individuo e: 'i viviendo como desea en cada momento determinado; y entonces, cl nico qne puede modifiear eso es él mismo -mas naturalmente, podemos invitarl facilitarle las eos: a hacerlo 0 Cada individuo esta deg idiendo, de hecho, cémo vive en cada momento, Cada instante representa tuna opeion ent la expansidn y la contraccién, de una libertad basada en la responsabilidad es diffci abituales de quienes se sienten victimas de las circunstancias: sittacién econémica, relacién de pareja en la que viven, dificullades laborales, etc. Si examinamos esas situaciones en detalle, en muchas de ellas descubriremos que la persona no se halla ines lemor, Sin embargo, la nocién si creemos Jos discursos : de una u otra forma, ha creado para si las circunstancias de las que se queja. A veces, protesta con conviccién respecto a la autenticidad de sus deseos € intenciones de cambio, y puede que el terapeuta inexperto crea en la autenticidad de sus dichos, Creo que es importante aceptar Ja realidad de que, cn gencral, todos nos resistimos profundamente al cambio. Haremos todo lo posible por evitarlo, por "dar pinceladas" ye cambios de fondo. Paul Lowe comenta que, en general, los pacientes cambiar. Otros terapeutas (Kopp, $., 1976) son de la misma idea: "Ain cuando el paciente inicia la terapia insistiendo en que desea cambiar, lo mas frecuente es que desee quedarse tal como esté y lograr que el terapeuta le haga sentir mejor, Su meta es transformarse en un neurdtico mds efectiva". ¢ Por qué nos resistimos ? Como vimos antes, el ego se esforzaré por mantener a toda costa la ilusién de su existencia como "yo separado", lo que implica mantener la lucha, la separacion, la tensién entre la realidad y Ia ilusion. "No es gue una persona no quiera cambiar: es que ta personalidad (el ego) no quiere cambiar" (Fadiman, James, en Walsh y Vaughan, 1980b). isten a terapia "para no Segtin P, Lowe (1996) el cliente esté dispuesto a cambii mol "siempre y cuando" eso no le acarree lias de ningin tipo: que toda su vida pueda seguir igual y que la molestia desaparezca. No desea separdirse de una pareja que le hace inféliz ni dejar un trabajo monétono o denigrante: desea la aparente seguridad y también el cambio. Estamos lenos de condiciones: cémo debe ser el cambio (en qué direccién debe ir) qué cosas deben seguir sin alteracién 0 en qué cirscunstancias debemos estar para estar abiertos al cambio. Carl Rogers comenté en una ocasién que "...trabajar con un cliente que careed ile motivacién consciente es mas dificil que trabajar con el problema de la psicosis" (Rogers, C.R. y Stevens, B., 1967). El médieo Donald Pachuta comenta respecto a su experiencia al respecto: “Por cierto que ése parece ser uno de los obstdculos més dificiles. Con frecuencia veo personas con cancer 0 con Sida o alguna enfermedad similar, y les pregunto si desedrian dedicar una hora al dia a su curacién interna, practicando alguna meditacién 0 escuchando grabaciones de relajacién -y en mucha gente lar respuester no es un "si" inmedtiato” (en Lowe, P., 1996). Lo usual es que descemos la evolucién, el crecimiento, Ia consciencia y al mismo tiempo deseemas conservar nuestra seguridad y comodidad en todos los planos. La realidad es que esto no es posible. No podemos esperar el respeto de los conservadores si somos revolucionarios; no podemos intentar mantener las estructuras si intentamos buscar nuevas; no tendremos el aprecio de los tradicionalistas si deseamos ser creativos. El crecimiento y 1a evolucién personales van intrinsecamente unidas a que vivamos nuestra verdad en cada instante, lo que implica apertura y. ppor tanto, el riesgo de lo desconocido -pues nunca sabemos qué es lo que encontraremos cuando nos abramos: no hay garantfa-. Interpreto el dicho de Jess “Buscad primero el Reino de Dios, y todo el resto vendrd por afadidura” como un llamado a buscar en cada instante y como primera prioridad, la consciencia, la verdad; y si esa primera prioridad St mantiene, todo lo que necesitemos se daré por si solo. ° El reconfortante ejemplo de Viktor Frankl y su vida en el campo de concentracién nazi (Frankl, 1984) nos enitiega un radical ejemplo de la importancia del concepto de responsabilidad individual"', La nocién de Frankl -que comparto enteramente- implica que, atin en aquellos casos | en que no nos es posible modificar nuestras circunstancias extemas -como fue su caso en el | campo de concentracién-, seguimos teniendo, sin embargo, la libertad para elegir eémo | reaccionaremas internamente frente a esa situaci6n. Frankl decidié, para empezar, no suicidarse -que era la salida que buscaban muchos de sus compafieros de prisién-, intentar salir vivo, aprender algo de Ia experiencia y ayudar a otros a soportar el trance. Nada de eso era facil, pues Frankl no era, en esa época, especialmente joven 0 robusto, lo que lo hacia seguro candidato a ser enviado a los gases por sus captores. "Las creencias populares respecto a que los problemas actuales pueden serle atribuidos ya sea a experiencias infantiles tempranas (por ej: psicoandlisis) 0 al condicionamiento ambiental (por ¢j: conductismo) no facilitan el asumir responsabilidad por el cambio. Una visién transpersonal | no niega estas influencias, pero visualizar el ‘self’ como una entidad auto-organizativa implica un grado mayor de auto-determinacién. El ‘self’ no es sdlo reactivo, sino que es capaz de iniciar un cambio creative en cualquier momento" (Vaughan, F., 1985). (5) Retomamos contacto con nuestro ser esencial a través de muchas formas - esponténeas 0 inducidas- que basicamente nos ayudan a des-identificarnos de nuestro “ego” y de su biisqueda de control y seguridad, Mori como mineral y me transformé en vegetal y siendo vegetal, mori y me transformé en animal Mi animotidad murié, y me transformé en ser humano Entonces, { por qué temer que la muerte nos haga desaparecer ? La proxima vez que muera Traeré alas y plumas como los dngeles “El feliz ejemplo de Frankl no es el ini en el dmbito de nuestra profesiin. El coraje de Milton Erickson -afectado de una invalidate patiomielits desde su infancia yel de Anthony Satich, uno de los fundadores de la Asociacidn de Poiculagia Humanista,-paralizade desde el cuello hacia abajo son otras dos ejemplos relativanente conocidos 16 y despuds de eso volaré nuis alto que los dngeles La que tine logras imaginar Mevlana Jélal’ ddin Rumi (en Feild, R., 1976) Quien se entrega al estudio dia a dia acrecienta su saber quien se entrega al Tao dia a dia se deshace de su saber Tao te Ching En el Zen, -y tambien en ottas doctrinas- se dice que nuestra verdadera naturaleza, nuestra csencia, es el vacio, la consciencia, la que es a su vez esencia de todo lo existente. Nuestra verdadera naturaleza y de todo lo demas existente, es, entonces, la misma. 5] ego surge cuando, inconscientemente, nos identificamos con determinadas caracteristicas y con otras no; si intentamos ser sélo “generosos" y nunca “egoistas", habremos generado un “ego generoso" y habremos perdido contacto con nuestra verdadera esencia -el vacto, la consciencia: En el proceso del condicionamiento -a merced de adultos generalmente alejados de la experiencia del amor incondicional-, llegamos a valorar ciertas vivencias 0 caracterfsticas personales y a rechazar otras, en funcién de la reaccién de dichos adultos a su respecto, Es asi que nos permitimos experienciar sélo una fraccién de nuestro ser -la que ha sido aceptada por esos adultos- y bloqueamos la vivencia del resto de nuesttas posibilidades. En un articulo excepeionalmente liicido, el psicoterapeuta Max Hammer (1974) lo explica as "La psicopatologia se inicia con la primera ocasién en que rechazamos en nuestro interior cualquier cosa que sea experiencialmente real", y luego sigue: “La psicoterapia Transpersonal tiene como propésito principal ayudar a la consciencia a trascender su idemificacién con las diversas etiquetas, conceptos o imégenes limitantes que incluye el ego aparente e ilusorio, y despertar a si misma () que es lo que ta Consciencia es cuando se halla en su estado mas esencial y natural de ser una Unidad perfecta; es decir, un Todo sin etiquetas, indivisible e ilimitado que no es una suma de eliquetas o partes, sino que una ausencia de partes" (Hammer, M., 1974). Jung, por su parte, lo expresa.desde su particular punto de vista: "...l@ aproximacién a lo numinoso”? es la tinica terapia real y, a medida que se alcanzan las experiencias numinosas, uno se va aliviando del tormento de la patologia” (Jung, C.G., 1975). ‘Nuestra verdadera naturaleza no tiene nombre, ni sexo, ni edad, ni profesién. La ocasién en que se dice que Jesiis "negé a sus padres" puede ser interpretada, a mi entender, como una sefial de su ” Numinasa es sm términa que describe personas, cosas. sitnaciones que tienen una profunda resonancia emocional, psieoligicamente asociado con experiencias del si mismo" (Sharp, D., 1994). Elsi mismo es, para Jung, sindnino del ser interno. Lo numinosa sugicre una impresién directa, wa reaccién espontinea frente a wna potencia que pasteriormente, podré:ser considerada niisteriosa e icluso sobrenatural. parte indicando que sw ser inferior no tiene ni padre ni madre. Y sin embargo, si nos preguntan quignes somos, los primeros datos que se nos ocurre cntregar son nuestro nombre, edad, profesian, nombre de nuestros padres, etc: eso es lo que entendemos por nuestra identidad 0 aquellas "etiquetas" que sentimos que nos definen, “Como Assagioli ha sefalado, "somos dominados por todo aquella con lo que nuestro self se ha idemificado. Podemos dominar y controlar todo aquello de lo cuall nos desidentificamos" (Vaughan, F., 1978) EI ego vive en el miedo: ésta es una condicién inevitable, pues el ego intuve su finilud; intuye “aque, tarde o temprano, desaparecera y no quedard nada. Es asi que intenta permanecer a toda ‘costa: se ha construido a sf mismo como un sistema cerrado que se resistird al«cambio. En esta estructura se hallan ya definidos los principales temores o dificultades, las priotidades, las formas automiticas -repetitivas e inconscientes- de actuar y, ms que nada, Jo que podriamos llamar el “drama personal”, el que podria compararse al guién de una pieza teatral o a la historia de algtin personaje de novela, “Una manera alternativa de empezar a redefinir la importancia de la personalidad es describirla como tn drama personal () Los dramas personales son pautas de comportamiento predecibles, repelitivas y complejas; ()...son wn Injo innecesario e interfieren con un funcionamiento pleno. Son parte de nuestro bagaje emocional y por lo comin es beneficioso para una persona aleanzar cierto desapego respecto de sus propios dramas, asi como aprender a desapegarse de los dramas personales de otros” (Fadiman, J., 1980). Como hemos visto, el propio centro esencial no es algo tangible y conceptualizable'?; identificados enteramente con lo que captan nuestros érganos sensoriales, no conocemos su lenguaje y no logramos contactamnos con él con facilidad. La meditacién -técnica que demoré tanto tiempo en ser aceptada en Occidente- es la herramienta clasica que el Oriente ha utilizado para “desconectarse” de la distraccién sensorial y mental y abrir la oportunidad de un contacto con In Eterno que mora en nuestro interior. "La meditacién es evolucidn, es transformacién; en realidad no tiene nada de especial. Al ego le parece misteriosa y enmaraRada porque supone un desarrollo més allé del misma” (Wilber, K., 1988, pag. 154). El ejercicio de la meditacién es utilizado para alcanzar la unién con el “testigo imparcial” 0 consciencia, y evitar identificarnos con ninguno de los contenidos de la consciencta, Et ejercicio basico al meditar consiste en observar nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales -los contenidos de la consciencia-. Nos encontraremos con un flujo incesante de estos contenidos. Pues bien: en la medida en que puedo permanecer separado de ellos, sélo identificado con aquella parte de mi que esti siendo un festig respecto a estos contenidos, ("Me doy cuenta de que estoy pensando", "Me doy cuenta de que me duele la rodilla") estoy practicando la meditacién correctamente, Si en algin momento me involucro con estes pensamientos ("Tengo que pagar esa deuda") y comienzo a entregarles energia ("Voy a conseguir ese dinero aqui y alld"), estoy identificado con estos pensamientos, Hevado por ellos. ‘Cuando usted opera a travds de su self no es usted misno..como dice San Pablo: "No soy yo quien vive, sino Cristo quien vive on mi" ( ) Nadie eomprende lo que es el self plrque el self es, precisameme, lo que usted no es" Gung, CG, 1975), Por sw parte, Lex Hixon expresa esta idea de este maxdo: “..chanda permanecemos extdticamente ahiertos en ef nivel del espirit, ng existe separacién enive el self y la naturaleza de Cristo" (en Vaughan, F.. 190). HL acto de desconectarse de lt obsesién por la supervivencia implica extraordinarin fe, y los Maestros han desplegado todos St recursos p: yyudamos a confiar ‘Contemplad los lirios del campo, cémo crecen: no labran, ni tampoco hilan, Sin embargo, yo os yo que ni Salomdn, en medio de toda su gloria, se vistié con tanto primor como uno de estos Jirios. ¥ sina hierha del campo, que hoy es y matiana se echa al horno, Dios asi la viste, ¢ cudnio mas a vosotras, hombres de poca fe?" (Mateo, 6, 30-32), y “Las zorras tienen madrigueras, y las aves del cielo nidos: mas el Hijo del hombre'no tiene sobre qué reclinar ta cabeza” (Mateo, 8, 21). También existe un dicho Sufi: “La vida ex un puerte. no consiruyas una casa sobre ese puente” : a Saher que uno no sabe es sabiduria Creer que imo sabe cuando no sabe es enfermedad Sélo quien conoce esta enfermedad como tal podrd sanar de ella Quiew aprecia mucho la vida, Nada sabe de ella ‘par eso la posee. Lao Tsé (Tao te Ching) (6) Nuestra labor de psicoterapeuta no es solitaria: los eventos sincrénicos en nuestra vida y ta det cliente y la ayuda de presencias, guias, Yo Superior -de cliente y terapeuta- constituyen una importante ayuda a la que podemos recurrir en busca de orientacién e inspiracién, En base a la primera de las creencias delineadas aqui -que existe un orden universal del cual formamos parte como reflejos multifacéticos de un Origen tinico- esta sexta creencia implica que cl terapeuta establece una suerte de alianza, precisamente con ese Orden, en su trabajo psicoterapéutica. Si las "caswi idades" -en el sentido de eventos que se producen erriticamente y af azar- no existen -dado cl Orden mencionado anteriormente-, llegamos a la nocién de sincronicidad postulada por Jung: “Fendmeno en que wn evento del mundo externo coincide significativamente con un estado mental psicolégico” (Sharp, D., 1994)" . Es asi que si el psicoterapeuta, en base a su creencia, espera que esta ayuda se manifieste tanto en su vida como en la del paciente, a través de eventos aparentemente accidentales; por ejemplo, el encuentro del paciente con una persona que no ha " La sinevanicidad consta de dos factores: (a) una imagen inconsciente Hega a la consciencia ya sea directamente iteralmente) 0 indirectamente (simbolizada 0 sugerida) bajo la forma de un suefo, idea o premanicién. (b) twa vimaciin abjetiva coinvide con este contenido, Una es tan enigmitica como el otra (CG. Jung en Sharp, D, ob, it). visto en mucho tiempo y que guarda relacién con su problema o una frase oida al azar durante el dia que le hace tomar wa nueva perspectiva respecto a éste. Quizas un psicoterapeuta con diferentes creencias descartaria estos incidentes como “casualidades” o “eventos sin importanicia’, y pasaria entonces por alto el potencial terapéutico que encierran. El psicoterapeuta Transpersonal los destaca, ayudando asi al cliente, no sélo a utilizar la ayuda inmediata que puedan representar, sino también a representarse el Universo coma tn Orden que le entrega ayuida a través de miiltiples fuentes. El terapeuta Transpersonal también cuenta con la ayuda de presencias 0 guias incorpéreos, asi como con los mensajes que su propio self 0 Yo Superior -o el del cliente- puedan emitit en cualquier momento, al interior de Ia terapia o fuera de ella. Podemos pedir activamente ayuda de estas instancias, la que llegard bajo la forma de inspiracién para terapeuta y/o cliente, a través de Jas aparentes “casualidades” que mencionaramos antes u otro medio. Como vimos, esta “ayuda” es esperada como parte necesaria del proceso; sin embargo, esto obviamente no implica que el psicoterapeuta se desligue de su propia responsabilidad profesional. Una forma de pedir activamente esta ayuda la propone Paul Lowe (1996): “Si tienes alguna inguiesud, un problema sobre el cual requieres orientacién, antes de dormir puedes pedirle a 1u Yo Superior que te envie mensajes al respecto en tus suefios" Referente a este tema, cabe recordar el dicho de Jesiis: “Golpea la puerta y ésta se te abrird También el psiquico Tom Heckel (Celis, A., 1996, pag. 166) se refiere a este punto: “Y’a rercera parte (de cémo trabajo) es la de pedir ayuda desde los niveles no conocidos (), reconocer que hay fuerzas, mds alld de mi mente racional, que también van a influlr en esta sesién. Hay ciertas energias de luz y sabiduria y perspectiva més amplia que van a participar” (7) El propésito de ta Psicoterapia Transpersonal debe ser, a mi entender, ayudar al cliente a percibir su propésito vital (punto 3). En esta concepcién, el trabajo consiste en ayudar a la persona que consulta a despertar a su realidad y a capacitarlo para experimentar la realidad material en la que vive y que se ha construide -a menudo, inconscientemente- y al mismo tiempo des-identificarse de ella, No es el propésito en si el que la persona experimente estados alterados de consciencia o fenémenos paranormales, aun cuando la ocurrencia de éstos pueden resultar utiles para que se cuestione su nocién de la “realidad” Lino hemos ya visto, la concepcidn de’ser humano que sostenemos tiene gran ingerencia en la estrategia que asumimos. Antes de la aparicién de la psicologia Humanista, el propésito de la \erapia no era alcanzar estados superiores de funcionamiento, sino la de curar diversos grados de patologia. Con el advenimiento de la corriente Humanista, se buscaron otros objetivos, los que Ken Wilber describe de este modo: “En su conjunto, ésta se describe como una etapa de autonomia, integracién, autenticidad 0 autoactualizacién, y constituye el ideal de las terapias humanistico-efistenciales, o etapa “suprema” a la que la psicologia ortodoxa aspira" (Wilber, pp.81). 20 Sin embargo, acto sepuida Wilber se cuestiona: ".. es witido gue nos preguntemos: { Cul es () Ja etapa de unided max elevada a la que una puede aspivar ? O quizts, en lugar de formutar la yregunta en términos tan absolutos, simplememe interrognemos:g Cudl es la naturaleza de yinas de das etapas del desarrollo superiores? () El ego individual e wa unidad maravillosa de arden superior, pero comparado con la Unidad clel Cosmos en su conjusito, no es més que un triste fragmento de la realidad holistica, ¢ Es concebible que la naturaleza se haya esforzado a Jo largo de millones de aiios para limitarse w producir ese ratn egoica 2" (Wilber, K., 1988. pig. 16): Independientemente del estado psicolégico en que se encuentre, Ia persona siempre guarda algin prado de contacté con su esencia, con su Yo Superior. Fs asi que si el (erapeuta trabaja en esta perspectiva, puede ayudar a al menos ofrecerle la oportunidad al cliente para reconectarse con su esencia, Esto se logra hablindole a la esencia de la persona, no a su fraccién neurética 0 inconsciente. En palabras de ‘Tom Heckel, "Pero fa sabiduria no resulta de utilidad sin amor, pues aquello que sabemas en nuestro interior sélo puede ser comunicado dentro de la vibracién del amor, la suavidad, fa aceptacién. No es posible enseltar a otros diciéndoles que sabes lo que ellos no saben. La sabiduria sélo puede ser comunicada purtiendo primero de la base de que todo el mundo ya sabe" (iteckel, T., 1987). a Acerca del psicoterapeuta Transpersonal: (8) El psicoterapeuta Transpersonal realiza su trabajo fundamentatmente a través de su ser; ademds, es esencial en su labor cudl es ef modelo que como persona presenta, dado el efecto de modelaje en el cliente: Pienso que, querémoslo 0 no, ta personas que se acer s debido a nuestro rol ven en nosotros a un posible modelo para si mismas. Si aceptamos esta idea, esto implica tener consciencia de todos los mensaje 's, verbales 0 no verbales, que emitimos frente a esta persona, en la consciencia de que tienen un efecto. Esto no lo sugiero como una advertencia para disfrazar 0 controlar de algin modo nuestra expresién, sino més bien con Ja intencién de ser doblemente conscientes de nosotros mismos y de nuestras congruencias e incongruencias. "../o que produce a distincién es lo que el terapeuta modela, mds que el proceso mismo () La apertura y disposicién del terapeuta a utilizar el proceso terapéutico para levar al méximo su propio crecimiento y su compromiso con el servicio es el modelamiento dptimo que puede ofrecérsele al cliente” (Walsh, R. y Vaughan, F., 1980a). Para mi, esto implica que evitar? sugeritle al cliente actitudes o formas de actuar que yo personalmente no haya vivenciado directamente: es decir, (a) me propongo que lo que le sugiero al cliente no entre en contradiecién con mi propia actitud, presencia y conducta; (b) que lo que propongo surja, no de un mero conocimiento intelectual, sino que constituya parte de mi vida; que si le propongo a la persona que viva en forma mas consciente y licida, estaré especialmente atento a que en mi existir de momento a momento Ia biisqueda del "despertar" constituya mi primera prioridad vital, y no s6lo una moda o un pasatiempo. Esto parece, a primera vista, ser demasiado exigente para el terapeuta que recién se inicia. Pi que estos requerimientos no apuntan necesariamente a experiencia profesional o vital -las que, obviamente, solo se logran con los ailos- sino que demandan una aetitud determinada del psicoterapeuta: por ejemplo. si le formula una sugerencia a su cliente que él no haya vivido directamente, puede presentirsela a su cliente como una posibilidad -aclarando que él personalmente no ha experimentado- pero estando dispuesto a hacerlo, Es asi que pienso que cualquier persona, sin importar el grado de experiencia que tenga, puede aportarle a otro si tiene una actitud de apertura y de disposicién honesta a experimentar en su vide lo que le sugiere a su cliente, y a presentarse frente a él sin simulaciones o pretensiones. En todo caso, la mayor experiencia o lucidez del terapeuta respecto a los mecanismos internos y a los diferentes estados de consciencia (en relacién a su cliente) no implica que el primero se endiose o asuma una posicién superior; simplemente, esto le vuelve més experto en el tema, tal como un técnico en computacién es mas habil y experto en su tema -y por tanto, a alguien no tan experto le conviene escuchar su opinién en esa area si desea aprender; mas esto no implica considerarle “superior” Dada la realidad del libre albedrio (creencia 5), pienso que nuestro rol consiste, obviamente no en producir el cambio para el cliente, sino el lograr seducirle para que él lo lleve a cabo: para esto, le ofreceremos diferentes perspectivas frente a sus formas de vivir o actitudes que le resulten limitantes para expresar su potencial, le alentaremos con nuestra presencia y ejemplo -lo que, idealmente, le mostrara que el cambio es posible y que los resultados son alentadores- Pienso, entonces, que el instrumento més importante con el que cuenta el terapeuta para su trabajo es éf misro: su presencia, su nivel de consciencia, su honestidad consigo mismo y para con el cliente, su integridad, la congruencia entre lo que piensa y lo que hace y cémo le “resuena” internamente su cliente. Por tanto, lo mas esencial del trabajo terapéutico es que el terapeuta intente estar especialmente consciente de sus vivencias y pensamientos durante el curso de la sesin, as{ como de Jos que experimenta su cliente. Es asi que, mas que actuar en funcién de un esquema teérico o técnico, lo que el terapeuta debiera fundamentalmente hacer es ir y venir entre Jo que percibe en su interior y lo que percibe en su cliente, dejando que su intuicién le guie respecto a qué es oportuno o no decir o hacer en un momento determinado. Es asi que la actitud que sugiero es la de que el terapeuta genere en si mismo durante la terapia una verdadera meditacién, confiando en el potencial que ese “vacio creativo"'® en su interior tiene de guiarle por un camino mas consciente para su cliente y para si mismo. En cierta ocasién, a Fritz Perls le alabaron su genialidad terapéutica, a lo que él respondid, “Tengo ojos y no tengo miedo” (Naranjo, C., 1996): a mi entender, esto corresponde a la actitud de estar alerta frente a lo | que se percibe y a no temer ver determinadas cosas o expresar lo que se ve 'S Treima rayos comergen en el cubo de una rueda pero es de su vaeio que depende la wilided del earro. Modlelando la arilla se hacen vasijas pero es de su vacio que depende ta utilidad de la vasije (Tao te Ching). n iin P. Lowe (1996), “La forma mes efectiva que he encontrado de ayudar a alguien ex verle y hacerle senuir que es visio”. La experiencia de sentir que alguien efectivamente “nos ve" -con todo To hogativo que creemos tener y que a pesar de ello nos acepta, tiene un tremencdlo potencial terapéutico. Ahora bien: para efectivamente ver al ser de otra persona, prim 9 debemos vemos y aceptarnos a nosolros mismos, y basamnos en esa experiencia interna para ver y aceptar sin projuicios -para "ver" en Ta forma mis despejaca posible. al otro. incondicionalment EI}. Gram Camino no resulta dificil Para aquellos que no tienen preferencias Cuando tanto amor como odio se haltan ausentes, Todo se vuelve claro y sin disfraces Hsin Hsin Ming (on Fi cild, R, 1976) (9) En segundo lugar de importancia, ef entrenamiento téenico del psicoterapeuta Transpersonal reviste importancia como una “holsa de trucos” que le permite disponer de diferentes posibilidades de abordaje frente a ta situacién que vive ta persona con la cual esta trabajando. Si retornamos a la idea de las cajas chinas que expresaba Ken Wilber anteriormente -seyiin la cual la perspectiva Transpersonal “incluye” las demis Iineas terapéuticas- no resulta contradictorio que El terapeuta adscrito a esta linea utilice, por ejemplo, técnicas de tipo conductual o utilice el marco sistémico para comprender una determinada situacién. Esto se debe a que la perspectiva {ranspersonal concibe el trabajo que se esta realizando desde una peispectiva incluyente no contradictoria con las demas perspectivas, pero conteniéndolas- Si revisamos las creencias expresadas hasta este momento, veremos que, en la medida que una estrategia 0 técnica determinada apunte a los objetivos que el enfoque Transpersonal se plantea, no es menester que éstas sean “‘transpersonales”, De hecho, son escasas las herramientas que se originan estrictamente en este enfoque: un ejemplo excepcional es el de la’ meditacién: sin embargo, en un ejemplo a la inversa, esta técnica puede, de igual modo, ser utilizada en una petspectiva muchisimo mas restringida que para la cual fre creada -por ejemplo, para producir relajacion muscular- y resultar igualmente util en esa perspectiva. Es asi que una interrogante comin -dada su afinidad tebrica- es la diferencia entre el trabajo de psicoterapeutas humanistas y transpersonales. Creo que la respuesta es que la diferencia entre ambos grupos consiste en los objetivos que para la terapia se planteen ambos y, por tanto, el sentido que le otorgan al uso de estas técnicas. Por ejemplo, el trabajo con Ja neurosis que el psicoterapeuta humanista realice puede intentar lograr una mayor integracién en el cliente a tinyés de la intensa vivencia de sentimientos “negativos”. Para el transpersonal, en cambio, el mismo trabajo en que el cliente vivencie sus sentimientos negativos puede tener el propésito de producir, primero una integracién y luego una desidentificacin de esos contenidos. Asi, pienso entonces que Transpersonales y Humanistas no encuentran mayor discrepancia en su forma de trabajar: el concepto mas amplio que tienen los primeros de la naturaleza humana les otorga, simplemente, una perspectiva mas amplia y profunda en su labor (20) El entrenamiento del terapeuta en este contexto debe estar, por tanto, principalmente dirigido a ayudarle a desidentificarse de sus patrones condicionados y a ayudarle a conocer su propio espacio de "vacto creative" -un trabajo experiencial- y, en segundo lugar de importancia, el entrenamiento técnico cn diversas herramientas dle trabajo interior. “Las idemificaciones consensnalmente validadas pasan inadvertidasiporque no se-ponen en tela de juicio. Es mds, cualquier intento de cuestionarlas puede chocar con considerables resistencias" (Walsh, R. y Vaughan, F., 1980c). “Las personas no sélo estén dormidas: estén softando que estén despiertas" (Lowe, P., 1996), "Sean como wna lémpara para vosotros mismos, sed vuestro propio sostén. Asios a la verdad que existe en vosotros como si fuera [a tinica Iémpara” (Buda, en Fromm, E., 1963) La gran dificultad que existe con lo que se percibe en los estados superiores de consciencia consiste en que la gran mayoria de las personas percibe la realidad en forma enteramente diferente'®, Hay diversas historias respecto a esto, pero los simples hechos histéricos que rodean la vida de las personas “‘iluminadas” 0 “despiertas” nos muestran que, lejos de producir el fervor que en nuestras fantasias imaginamos, muchos de ellos fueron asesinados -a veces, en formas muy crueles- y otros sobrevivieron a varios intentos de asesinarlos.'” \'Los inntentos por despertar antes de que Ilegue nuestro momento son frecuentemente castigados, especialmente los que mds nos aman. Esto debido a am esa cua, que despre ino “la realidad" es en y Vaughan, F., 1980a). jue -benditos sean- esién se dé cuenta de que lo que se considera rdad un sweio, sé estd volviendo loco” (Lairig, Ronald, en Walsh, R. Esto resulta un hecho especialmente importante para los psicoterapeutas: ha sido una tradicién que tildemos de “anormales” 0 “patolégicos” los fendmenos o estados psicolégicos que no correspondan con el espectro de “normalidad” que conocemos: “Nuestra capacidad de comprensién se halla limitada por las restricciones de la comunicacién cruzada de niveles y la falta de experiencia directa, Por tanto, parece ser que las descripciones de estos estados pueden ser parcialmente incomprensibles para el resto de las personas, y puede ser imposible interpretarlos desde los marcos de referencia de la psicologia tradicional. Restilta sbi entonces Es asl que la realidad que percibimos refleja nuestro propio nivel de consciencia; y nunca podemas explorar la realidad sin al mismo tiempo explorarnos a nosolros mismos, lanlo porque somos como porque creamos Ia realidad que exploramex™ (Walsh, Ry Vaughan, F, 19800). = 7 “Ademés del conncide ejemplo de Jest, Sécrates fue silenciade con la cicula, Gandhi fue balende, ude y Mahoma suftiaron dliversns atentadas sin éxito, Pitdgoras y clentos de sus diseipulos fueron masacradas, v otros, come Al-Millaj Mansoor (amaestro Sufi) fueron cortados en pedazos, Los que han tenide "snerte” sila han sido ridiculizadas: 24 iy fiicrl deseartar en forma prematura dichos fendmenos, tilddndolos de carentes de sentido e incluso patolégicos, un error cometide incluso por algunos de los profesionales ocetdentales de Jo sulud mental mis destacados (par ejemplo, ef que Frend considerase la experiencia oeednica como un mero refleja del desamparo infeanil, la descripcién de Alexander de la meditacion como una catatonia anto-inducida, ta descripcién de lox misticos hecha por el Grupo por et Avance de la Psiquiatria (The Group for the Advancement of Psychiatry) como psiedticos ‘horderline". Sin embargo, ef modelo sranspersonal inteita proporcionar, por primera vez, wn marco de referencia psicolégice que pueda abarcar y comprender las experiencias y diseiplinas religiosas” (Walsh, Ry Vaughan, F., 1980a)."" De este modo, resulta doblem.ate importante, no slo que los psicoterapeutas transpersonales engan informaci6n intelectual rgspecto a lo que ocurte en los estados de consciencia superiores, sino que también, preferentemente, los conozcan por experiencia propia": "Cuando los terapeutas no tienen este conocimienta de primera mano, pueden, en forma inadvertida, invalidar la experiencia de sn cliente” (Grof, 1975, cit en Walsh, R. y Vaughan, F., 1980a). EL valor que puede tener en terapia la comprensién empitica del terapeuta se hace doblemente importante cuando el cliente experimenta estados que a mis peri “otra parte” no cree que son pataldgicos. omo la separacién del cuerpo fisico”* y el recibir informacién que parece provenir de son lo suficientemente inhabituales como para que las personas que pertenecen a nuestra cultura piensen, casi de inmediato, que estén perdiendo la razon, Obviamente, esto no implica que no existan los estados psicdticos o anormales, pues si existen; mas el terapeuta tranaspersonal debiera ser capaz de discriminarlos adecuadamente asi que el entrenamiento el p: Bs ‘oterapeuta de esta orientacién podria ser concebido mas como un des-aprendizaje” que como una acumulacién de conocimientos, un “regreso a la inocencia”, un “recordar” lo que somos mas que un “aprender” contenidos. En la concepcién de San Francisco de Asis, “Lo que estas buscando es al que busca” (en Feild, R., 1976). Como veiamos en el desarrollo de la quinta creencia, Ia meditacién es Ia técnica de autodescubrimiento por excelencia,” pues es una herramienta que nos ayuda tanto a des- "" Ken Wilber citael siguiente ejemplo: "Freud y su histera respecto a Ia religién, en "El Futuro de una Ilusién", es un ejemplo de wna teorla de nivel “personal” desenfiendndose sobre una dimensién transpersonal” (Wilber, K., 1982). '” Mahatma Gandhi: "Los inicos demonias existentes en el mundo son aquellos que moran en nuestro propio corazéin, Esa es nuestra nica batalla” (Vaughan, F, 1990). El Tao fe Ching dice: "Quien conoce a los hombres ex sabio; quien se conoce a si mismo es iluminado. Quien vence a otros es fuerte, Quien se vence a si mismo ex ‘nds fuerte. Quien no muere ni siquiera con la muerte, posee ta Vida". % Ver por ejemplo, Twemlow, SW., Gabbard, GO y Fowler, CJ. (1980) "The out-of-body experience Phenomenology". Articulo presentado en la Reunién ‘Anual de ta American Psychiatrie Association, San Francisco, USA, - 2 > Ver al respeeta, “Inspiracién Fisionaria: la canalizaciéon y sus mensajes para el presente y futuro", de A. Celis (Ed) (1996) Baiorial Transformacién, Santiogo. Del Tao te Ching: “Cuando el Tao fue olvidado, aparecieron las enseRanzas sobre Ia virtud y Ia equidad. Cuando (a inteligencia y el saber prosperaron, aparecié ta falsedad" ‘Sin salir porta puerta, se puede conocer ef mundo; sin miraé por la ventana, se puede conocer el camino del Cieta, Cuanto aids lejos sea, tanta menos se aprende. Por exo el sablo sabe sin desplezarse,entlenle sin ver, 2s iden ficarnos de nuestros patrones condicionados como para explorar estados de consciencia inhabituales. En palabras de Jiddu Krishnamurti, “a Medifacién no es un medio para un fin. Es fanto ef medio como el fin” (11) El psicoterapeuta Transpersonal debe ser quien comparta estas ercencias, no como una postura ideoldgica ocasional, sino como un refleja de su modo de vida. Dada Ia naturaleza de estas creencias, creo que debieran ser concebidas como posturas vitales, actitudes y percepciones basicas que impregnen la vida entera del terapeuta. Por lo que hemos visto hasta aqui, se des; rende que no estoy concibiendo la psicoterapia como un trabajo meramente técnico, sino dentro del espiritu que en Oriente se concibe a quien trabaja con personas: alguien que encarna Jo que transmnite -una idea mas cercana a Ja de la concepcién oriental de “gula” que a la del psicoterapeuta occidental-. Es asi que es esperable en él o ella una postura vital que refleje cierto grado de desidentificacion con su ego y una priorizacién de la biisqueda de un vivir consciente por sobre Ia ilusoria ‘seguridad”. En el espiritu de Platén: "Z Quiénes son entonces los verdaderos fildsofos ?. Aguellos que son amantes de la vision de la verdad”. En este sentido, entonces, quisiera aclarar nuevamente que el desapego a las posesiones y a determinadas relaciones y estructuras. en Ia vida personal no implica deshacerse de ellas 0 destruirlas intencionalmente. Esto se refleja, mas bien, en que la primera prioridad vital es ota vivir en la verdad de un momento en otro momento, buscando ast el “despertar", En lo concreto, esto puede reflejarse en la eleccién de opciones que ponen en jaque la permanencia de las estructuras antes aludidas. Por ejemplo, si tengo una sefial interna de que mi empleo ya no me satisface, esa sefial debe ser considerada prioritaria a la consideracién de otros argumentos que apunten a la seguridad: de otro modo, el no seguir mi verdad intera tendré consecuencias palpables en esa integridad interna que busco e intento mantener. En todo caso, la busqueda de la opcién mas verdadera no siempre se inclina hacia el abandono 0 puesta en jaque de estructuras, relaciones 0 posesiones. Por ejemplo, si una relacién de pareja se halla en crisis, quizas lz opcién mas facil y menos consciente -quizs un patron de conducta- sea el abandonarla; y entonces, lo mas riesgoso, verdadero y consciente sea quedarse y experimentar lo que probablemente tiendo a evitar. El vivir en esta consciencia y, en esta verdad de momento en momento es lo que debiera proponerse el psicoterapeuta transpersonal, si de veras intenta ayudar a otros en el camino de la mayor consciencia Acerca de ta verificacidn de datos y/o investigacién (12) Dailas tas limitaciones de la mente como instrumento y dadas las actuales limitaciones del método cientifico para evaluar este tipo de fendmenos, es ilusorio intentar evaluartos, verificarlos y comprendertos silo a través de estas herramientas. Hlemos ya visto, a lo largo de todo este articulo, que diversos autores consideran que: (a) la naturaleza del Origen Universal, (b) Ja naturaleza del Ser Interior” y © ciertos estados clevados de conscieneia, son incomprensibl obser vador exte para nuestra mente intelectual y, obviamente, no medibles por un 0 se debe a que son niveles diferentes: si alguien experimenta un estado de expansion de consciencia, de algiin modo, en algin nivel, sabe que ta experi ciento por viento real, Sin embargo, si intenta explicarsela a otras en términos racionales, lo mas probable es que no lo logre; y si lt persona es lo suficientemente insegura, ex probable que ella misma termine dudando de lo que vivid. Es lo que sucle ocurrir con los mensajes de nuestra juicidny si intentamos justificatlos y evaluarlos en términos racionales, terminaremos destrayendo el mensaje driginal ncia fue Tengo serias dudas de que este ambito pueda ser alguna vez evaluado en la forma en que estamos habitwados cn la ciencia tradicional, como comenté exhaustivamente en un articulo anterior (Celis, A, 1995). Los fendmenos psicolgicos habituales ya presentan suficientes metodoldgicos, en donde el i offece alternativas prictica de la medi problemas jodo cientifico clisico -basado en un paradigma materialista- no atisfactorias, 12] caso de la investigacién tradicional respecto a los efectos de la ‘dn es un ejemplo patético: en este caso, se suclen evaluar solo los correlatos fisioldgicos y no el fendmeno o vivencia interna del meditante, el que puede estar sumido en un profundo éxtasis o en vivencias cntcramente extraordinarias -desde el punto de vista del estado de consciencia habitual-, Es claro que este tipo de vivencia no ha sido, habitualmente, el objetivo de los estudios -y sin embargo, pienso que en este caso es lo esencial-, La realidad es que aiin no tenemos herramientas que nos permitan comprobar estas cosas, més alla de toda duda de la mente racional -y dudo que alguita vez las tengamos-. Es asi que, por dificil que sea aceptarlo y mientras se desarrollen nuevas formas de investigacién, el Ginico patron de evaluacion y referente debiera ser la experiencia interna de cada individuo -cliente o terapeuta-. De otro modo, y en la medida en que se insista en aplicar la metodologia de la ciencia a los fenémenos del ambito espiritual, se scguira descalificando fendmenos que son enteramente reales para una proporcién significativa de la poblacién, que los ha vivido directamente. FI obcecarnos en descalificar estas vivencias nos hace perder de vista que nos estan mostrando posibilidades: si una o més personas pueden experimentar un determinado estado, eso significa que todos podemos eventualmente experimentarlo,. Pienso que si alguna vez nuestra disciplina se abre al estudio sistematico de lo que aqui he tratado, validaré, como método legitimo de investigacién, la vivencia subjetiva a través de métodos experienciales, Como dice Frances Vaughan (1978), "En ef Oriente, la meditacién ha proporcionado duramte milenios una base experiencial para el auto-conocimiento”. ¥ la cultura Oriental no se ha interesado en estudiar los fendmenos a través de la observacién de otras personas: quien esta verdaderamente interesado experimenta este método u otros por si mismo. BIBLIOGRAFIA Tal como ef ajo no puede verse a si mismo, el self no puede hallarse a si misma” (Vaughan, F, 1985). Castaneda, Carlos (1974) Journey to Ixtlan. Simon & Schuster, New York Capra, Fritjof (1991) La nueva visién de la realidad: hacia una sintesis de la sahiduria oriental y la ciencia moderna, en Grof, S. (1991) Sabiduria Antigua y Ciencia Moderna, Cuatro Vientos Editorial, Santiago. 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