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280. Pecongia Amber derivan en problemas de horarios ¢ inconve. ). Lo cual no quiere decir que las mujeres pre- 1s urbanas. sino que son deseables suburbios y fenciales adecuados colegios. verdes 0 de descanso son otro ejemplo de disefio sesgado. Se consi | como un atea de escape de las tensi natural para la ‘2 través del juego y el deporte. Pero, somo de «haber dado un paso fuera del uurador puede ser un espacio interior: el «jar din secreto» (Kes Los parques y otros espacios restauradores implican ademés la cuesti6n de Ia inse- guridad ante el delito, especialmente elevada en las mujeres. En un estudio sobre cam- bios de domicilio (Fava, 1985), el 69 por 100 de las mujeres mencionaban la insegu- ridad ante el delito como una de las causas que promovieron la decisién de cambio. En este c280, los disefos de «espacio detendible» pueden ser especialmente stiles para entornos residenciales. parques y areas de juego. En se sugiere la necesidad de integracién de servicios residenciales en el isefio de hogares y entornos residenciales, prestando especial atencién a los proble- ‘mas derivados del uso del transporte publico y de la inseguridad frente al delito (Peter- son, 1987; Greed, 1994). (© Eas Prise ‘ 5 Actitudes y creencias hacia el medio ambiente BERNARDO HEPNANDER MARIA DEL CARMEN HibaLGo ca eal 6 Garos ge so de leno pe coin mache ak a Sn a eropecon mbes a aca na seat jucplne an bares shoei oe ae dts de soiciont ae eam Cr pee soto s nan cen ere ames ce ee en sfc de eco ps cae sees a A tener pars reper me eens Sisco ae cam pment iss etsy cas pegs Son inden en, Ls ssiusee pono smerOs0s in este Seid, parece tomo natural requiere actitud favorable de la poblacisn haci +a que se traduzca en un comportamiento mas respetuoso haci 1. Actitudes ambientales (entar una definicion de actitud es siempre aventurado, pero en esta ocas partir, al menos, de una conceptualizacid previa que nos permita een acién en el tema del medio ambiente en general y, partcularmeme, en rls. «in con el comportamiento ambiental. Una de las definiciones mas ajustada a nuestros 0bj luna concepeién de las actitudes como un proceso me wos es aquella que jana, que agrupa a un con © Eticioes Pride 282. Pevoingia Ambiental Fishbein y Ajzen, 1975). S 1m mobjetos. ete, que predispone las ace ra. hay que mencionar la existencia, en primer lugar, de ja actitud: e1 modelo unidimensional y el mode} wwenberg y Hovland, fa compuesta por las hacia la conservacion del me So ue sentimos hacia el entor- es que mantenemos al respecto, el ecolgico, po. 1981: Peity y Cacioppo, 1981). Consecuentemente, 10s conceptos iJucta o intencidn conductual se separan del de actitud propiamente dicho. El término ereencia se reserva para las opiniones, pensamientos o conocimien- tos sobre el objeto de actitud. La intencién condu de forma determinada respecto al objeto de actitud. Desde este modelo, las actitudes lambientales indican un sentimiento positivo o negativo hacia la conservacién medio ambiental, Las ereencias y el comportamiento ambiental no forman parte de la acti- a's depender dela actitud de es persona hacia di dicta y de norma ube Lat hacia una condsct determinada es el rest tao a eeencia de ela actn condace a unos feslados concrete) Ta cre | po otro, s as personas de sv enforno esperan que se comport de es ia mise estd motivads a acomodarse a esa expectativa, Ademds, Ia perce ne re la conducta incrementa la potencia del modelo (Ajzen, 1991). ame efete ala investizacie e intervencion sore las podemos observar, en un primer momento, cierta preferencia por 1a pers- (© Ekiones Prams Actes ycrarcias y 308 0! medio ambiente 253 pep eh pectiva unidimensional, enfatizando el componente afectivo emacional difeensiindo- Jo del de creencias. Asi, las actitudes ambientales se han definido como los sent mientos favorables © desfavorables que se tienen hacia del ambiente fisico 0 hacia un problema relacionado con él (Holahan, 1982). Sin embar- la concepcién de la actitud ambiental como producto de la conjuncién de creen- ponentes, especialmente por su pote provocador de estrategias de interver 'No obstante, como sefala Stern (199: son una cosa o muchas. y, aunque de recursos, ete. estin rel tun constructo general de act nimero de trabajos sobre actitudes am 's conceptual y metodologicamente un un La relevancia fad de este tipo de trabajos ha sido recogido por He (1989) para la gestién ambiental, puesto que permite establecer metas y oy teniendo en cuenta el apoyo 0 la explicacion de lo jentales. La investigacidn sobre actitudes ambi! pado de cuatro aspectos fundamentales: la definicion teence y em €l grado de implantacién del proambientalismo en la réS por el medio ambiente y los comportamientos ecole portamientos pros que la relacion entre lucta ecologica responsable. En el capi tan los estudios sobre el cambio de aetitud ambiental 284 Precip Ambiental 1.4. Medicién de las actitudes ambie Unde pn c, sornl 1m Ine i rura en inglés de Pere "AP nos informara de e6mo sel agua contaminada puede ser crit Tare la salad puede presentar un aspecto sucio). ate complementar amas medidas (ICA e ICAP) Ta calidad de un ambiente deter. cr un principio e intenté desarolae Un an ee talgier ambit, psteromente se ha optado por ela liferentes ICAP para diferentes tipos de ambientes (por ejemplo, indice de 1 de calidad del piste, de calidad residencial, ete). so tipo de escalas destinadas a medir 1a actitud hacia Iasi de los problemas medioambie Sguiendo un formato tipo Likert en el qve se presenta un dd afirmacioes a favor y en contra de diferentes aspectos del Sujeto indica so grado de acverdo o desacuerdo con cada na d y Bravcht (1975). por ejemplo, desarolian un inventario de 4: Se explora las acttudes ambienale eintencién de conducta Ios que se anslza el avel de informacin y conocimiento personas. Con una mayor aceptaién y tradicin de uso entre ‘Campo, cabe sefalar la escala elaborada por Weigel y Weigel fscttud hacia la conservacién del medio ambiente, Conocida como Escala de lnterés “Ambiental (Environmental Concern Scale ECS. Drofusin en diferentes pases. Estéformada por 16 items ss y remedios dl deterioro ambiental. con los que se ev inacin, la extineidn de especies y la conservacién de los recursos naturales. Los es de Fabilidad y valdez de esta escala, aunque varfan de un estudio a otro, han aron la adaptacién espafiola de esta excala (véase tabla 13.1), lares alos del estudio original, aunque con estructras factories algo diferentes, ya que a los factores originales de contaminacién y conservacin se unian ots de es{uetzo econémico y control no per- sonal. Asimismo, no se ha logrado reproduc la estructura factorial original en las investigaciones realizadas por San Juan (1996), que obtuvo cinco factores interpreta~ es principalmente en términos de conductas relacionadas con el ambiente; ni en Mon- in. Sanchez, Enriquez y Lopez (1994), quienes los definen en términos de impli- cacion, ay contaminacin, pesar de tener un uso muy extendido, no agotan el pano- i6n actual es. Generalmente, estas escalas estin disefiadas fo mas o menos amplio los sujetos. y 15 con l6gico que manejan las resultado aceptables. Ar (© Eicon Prime Actes y cree Vereen Mc el mado wmbente 265 TABLA 131 TE gobierno det Estado tend inacfn. ya que poca gente 3 de los productos de consumo moderos son ms imponantes gue ion que resulta de sv produccién y uso, enetee ‘Aunque hay contaminacion continua de 1g0s. rosy ait, los process de puifia- cin de = etoran To norms. Ex moy im ue fa ser excesiva, porque el gobierno tiene muy buenas inspsccones ageniss de cconecas de grano y aves de coral de los granjeros deberian se eliminados Tia actividad corriente de las organizaciones antcootaminaciin esti realmente més Tncluso si el transporte pl ri coche al trabajo, ria ests haciendo Tos mayores esfurzos posiles para desarolartecpolo- un incremento de pradente de los naturales. (poblacién, problemas amt totes (responsal bbaban las opiniones respecto a problemas y con © Esco Picie ls investigacion y del problema ambiental de eFason (1996) operacionalizan la acttud ‘en materia de medio Sper aca et esi ambiente vecedimienn rl ore ten un seguimiento de eran acl rica en que sue eet para cada variable evaluada ¥ que con fre econ ors variables de Donlap y Van Liere (1984 Por un lado, a profusion de medi ferentes estudios, Las medidas € irumentos. Asi, por ejempl partir de los cuales se han desarrol ambyentales que incor ‘ambientales, el apoyo el grado de conocimiento 3 para la proteccidn de I la segunda consideracién crf- rumentos orientados umbiental supone, tambi itas 0 explicitas respecto a lo que constitu- ‘como las estrategias especificas que podrian ‘se (Dunlap y Van Liere, 1984). Por dltimo, la fal- ental difculta el establ relaciones entre la preocupacién ambiental y otro tipo de I comportamiento a las represent ser empleadas para medir ones eognitones yas ca comin gs debyosafa, especto a mein de as tudes ambientales, esta vinculada al’hecho de que la preocupaci: ambiente esté de moda. Es - i 7 blemas dels excl de traanochao ¥ violeno part ura perona, En cualuer caso, posible que a todo se conserven lo recursos nats: is, Bog a deseabilidad social. Act ‘mundo le guste que animales, plantas, ete. Pero, hasta Actn.des yeeerciae hacia of medio avert 287 cl punto de sacrificar su comodidad y bienestar? Quizd sea ésta Ia cuestiin, y, de pos. iste en perfeccionar los instrumentos de me iables y validos. ya que parte de las co Mo paises, ya que esté presente en paises desartollados como Es- tados Unidos y Canada, y en paises en vias de desarrollo como Nigetia 0 Turquia 1996: Berberogla y Tosunogla, 1995: Dunlap y Merting. 1995: Wall. 1995), se ha ocupado de las acttudes: tanto desde los ‘estudios sobre interés y preocupacisn hacia el medio ambiente entendide giobalmen- te, como desde el anilisis de las actitudes especifieas hacia un aspecto © problema ‘ular; enfatizando cuatro aspectos asociados al interés ambiental: v fa, compromiso verbal, compromiso conductual autoinformado y con ambiental general y aplicable a las estrategias de proteccin ambiental (Schahn y Hol zer, 1990), En Espana, diversos estudios realizados muestran un alto nivel de preocu ambiental (Aragonés y An Por ejemplo, Corraliza estudio a considera muy preocupada por los problemas det medio am! ‘medinnamente preocupada, mientras que slo un 6 por 100 és vistada opina que la gente e: ambiente, En este mismo fiestan estar dispuestas a colaborar econs los problemas que mas preocupan y sobre los que consi 288 Prolog Amivonta ees aol ee cionargn para $0 U8 ee rang de respuestas hasta siete anclajes. La puntuacign are 5.9 lo que indica una disposicisn muy favorable imbién se ha interesado por el e relaciGn que con -n, Sanchez y Bonel en las que la Gnica diferencia estriba en que aciones se obtuveron estructurasfactorales similares, que sefialan la relacién entre la evaluacidn de los objetos de acttud (nucleares y petroquimicas) y la percep- cin de progteso y resgo-sepurida. El tema que mayor cantdad de trabajos ha generado, posiblemente sea el de las fuentes energéica, especialmente la nuclear, a ratz de las grandes catéstrofes como Three M Spears, 1988a; Lee y Bak in de investigaciones sobre cuyas conclusiones pueden generalizar- 0 Eeisiones Pini ‘Actus y creercas hacia! meio ambiente 289 se a la mayori cos. Van der ‘segundo lugar sdeterminada tuna autopista, dicha intervencin, mientras que las personas opuesias resaltaban el caricter perjudi- cial para la salud y el medio ambiente tro volumen importante de trabajos se refiere ala acttud hacia algin tipo de con- ducta ecoldgica responsable, como, por ejemplo, reciclar. colaborar con la recogida selectiva de basuras, apoyo a la regulacién proambiental, ahorrar agua, etc. (deHaven- Smith, 1988: {Riguez, 1994). La mayorfa de estas investizaciones establecen. dentro de Ia teoria de la acci6n razonada, que la actitud hacia la conducta influira en la eje- ccucién final. En >. shan elaborado instrumentos como las escalas de con- sumo ecoldgicamente responsable, que pretenden identficar creencias, disposiciones, informacién, etc., que definan las actitudes cuyo consumo es respetuoso con el entor- no (Mainieri, Barnett, Valdero, Unipan y Oskamp. 1997). ‘Uno de los aspectos mis analizados en relacign con el ambientalismo ha sido su implantacién entre diferentes grupos sociales. Las diferencias han sido buscadas en funcién de la educacién, el sexo, la clase social, ete. Posiblemente, de todas las varia bles sociodemograficas analizadas, el sexo ha sido la que més investigacion ha pro- movido, y aunque los resultados son contradictorios y poco con realizan revisiones profundas, metaandlisis 0 control de vanables rel sy creencias, en la mayoria de los casos se observa un mayor proambient. las mujeres (Hines, Hungerford y Tomera, 1986-1987). Esto es frecuentemente atribuido a procesos soc ‘mujeres. Se ha hipotetizado que la familiaridad con ria de las actividades ambientalmente relevantes evaluadas se realizan en el ye en el desarrollo de una mayor conciencia ecologica, mientras que cuando esta Ccunstancia es controlada las diferencias actitudinales disminuyen. Tambien se ha hipotetizado que la socializacion cultural ha promovide en las mujeres una mayor pre- ‘ocupacién por las otras personas y por las generaciones futuras (D: burg, 1996; Stern, Dietz y Kalot, 1 En cuanto al resto de los factores sociodemos contradictorios y las cor ccuestionadas en trabajos post ‘cativo mantiene una felacion positiva con preocupacién y actitud proambentalista, en (© Eicon Prine ¥ apo, a Ta edad, sucede un gS seca ATE can my poco Je a vraag cma sefaan con ita cata sar Mblcer una minima eorrespondencia ene ee ies, a cores a a ear tc.), la Psicok SIUST poraciones de carter mas gener wean a scamente desde dos perspetivas relic i le aes por el meso ambiente dentro de una cone Fr nase cman adhesin a una eva vsin dels clacones I yl io ambien conocda como Nuevo Farad Set mando en trios medioambienales ene nen ns pr del desarrollo Ta efusin dela informa Sire ted ambient Is ecolopa deste Tos tmnien a a soiedadsy 1s grupos organizads (Lemkow y fo, se intenta relacionar las actitudes ambientales con ottos aspectos ambientales aparecen vinculadas a algunos aspec- aceptaciGn de criterios de regulacién y contro Ee medida en que ders de la mayoria de los problemas ambientales hay algin oem reservaciinecolgicay otras metas, generalmenteeco- waren qu a explicacin del ambientalsmo en términos exc “ierens era ssiente. La ratraleza de esta conrontaci6n, mes que se proponen, ha llevado a que se hable de iam todo el sistem, Apr més que de diferencias actitudinales, ya que afectarfan a 8, actitudes,ideologia, comportamientos, etc, de © Ediciones Primi Acttutes y creercias hacia ol mecso amberte 291 se ha afirmado que las diferencias actitudinales mo observado, deben atribuirse a Social Dominante "ema Ambiental (NPA) se define como una serie de ideas. que. ‘en su conjunto, suponen una visidn del mundo contrapuesto al paradigma ‘ecoldgico, Estas nuevas ideas han emerzido en relacién con dife- (es aspectos medioambientales como la inevitabilidad de los limites det crecimen- fo. la importancia de la conservacién del equilibrio natural, ta necesidad de desarro- tar una economia sostenible, o la necesidad de revisar la nocién antropocéntrica de (que la naturaleza existe solamente para el uso humano (Dunlap y Van Liere, 1978 EI NPA queda na. Esto es, desde el paradigma tr hhumanos suponen una excepcisin a las leyes de la naturaleza y que la actividad huma- zna se halla al margen de los condicionantes ecoldgicos y viene determinada por la habilidad tecnolsgica como elemento esencial para el crecimiento y desarrollo huma- no ifimitado (Arcury y Christianson, 1990), Dunlap y Van Liere construyeron una escala de ideas generales sob definido te6ricamente te (Dunlap y Van Lies dos confirmaron, en primer lugar. el alto grado de implant ddas en el NPA entre los sujetos de la muestra analizada. Las opiniones favorables iban desde un 53,6 por 100 respecto igenero humano fue creado para gobernar ‘hasta un 95,6 por 100 de ral y el rechazo a la visién antropocént ‘superaban el 80 por 100 de acuerdo Desde el punto de vista metodol tencia de la escala total, Por otra parte, ‘quedaron agrupados en un tinico factor. El Nuevo Paradigma Ambient formul6 como una representaci6n unidimensional det medio ambiente y de sus condi ciones de calidad en relacién con los seres humanos, socialmente bien implantada y altamente representativa de Ia ideologia de los grupos politicamente organizados e inte~ resados en la situacién del entorno, 292 Psicologia Amnon! wt dentificados como un factor relacion ndo asociado a scala NPA es que se ha lado en iversos pings ante oat AE el anes o tos ells Sn ae do de manifests Trencias calturales en 1@ magnitud de 4 be a es sensible a dier yue se detectan renci 108 niveles de apoyo al NPA, pero udo como el paradigma de la exep. Y creencia en léxico y Estados U; 8 paises, su compos Corral-Verdugo y Qu cin interel rz Pineiro ‘ign del NPA en lo que respecta a la jerran. Segtin estos investigadores, la formulacién efectuada por Dunlap y Van Liere del Nuevo Paradigma no incorpora los aspectos desarrol itamente, que la conciencia ecolégica es un descubrimiento recien- te de las sociedades desarrlladas, producto del deterioro ambiental, cuando, al con- taro, las manifiestaciones de! ambientalismo han estado siempre presentes y deben ser entendidas en funcién de los estilos de interaccién persona-medio ambiente. En {ste sentido, la propia denominacién de «paradigmas» pone de manifiesto que se les

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