“Pruebas terribles esperan al pueblo de Dios. El espíritu de guerra agita las naciones desde un cabo de la tierra hasta el otro. Mas a través del tiempo de angustia que se avecina, un tiempo de angustia como no lo hubo desde que existe nación, el pueblo de Dios permanecerá inconmovible. Satanás y su ejército no podrán destruirlo, porque ángeles poderosos lo protegerán”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 15).
“Pruebas terribles esperan al pueblo de Dios. El espíritu de guerra agita las naciones desde un cabo de la tierra hasta el otro. Mas a través del tiempo de angustia que se avecina, un tiempo de angustia como no lo hubo desde que existe nación, el pueblo de Dios permanecerá inconmovible. Satanás y su ejército no podrán destruirlo, porque ángeles poderosos lo protegerán”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 15).
“Pruebas terribles esperan al pueblo de Dios. El espíritu de guerra agita las naciones desde un cabo de la tierra hasta el otro. Mas a través del tiempo de angustia que se avecina, un tiempo de angustia como no lo hubo desde que existe nación, el pueblo de Dios permanecerá inconmovible. Satanás y su ejército no podrán destruirlo, porque ángeles poderosos lo protegerán”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 15).
odo voz de temblor; de espanto, y no de paz. Inquirid ahora, y mirad si el varn da a luz; porque he visto que todo hombre tena las manos sobre sus lomos, como mujer que est de parto, y se han vuelto plidos todos los rostros. Ah, cun grande es aquel da! tanto, que no hay otro semejante a l; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella ser librado. El pueblo de Dios se ver entonces sumido en las escenas de afliccin y angustia descritas por el profeta y llamadas el tiempo de la apretura de Jacob. La noche de la afliccin de Jacob, cuando luch en oracin para ser librado de manos de Esa, representa la prueba por la que pasar el pueblo de Dios en el tiempo de angustia. Como Jacob, todos luchan con Dios. Sus semblantes expresan la agona de sus almas. Estn plidos, pero no dejan de orar con fervor. Jeremas 30:5-7; El Conflicto de los Siglos, pgs. 601, 602, 613
Cuando Cristo acabe su obra mediadora en
favor del hombre, entonces empezar ese tiempo de afliccin. Entonces la suerte de cada alma habr sido decidida, y ya no habr sangre expiatoria para limpiarnos del pecado. Cuando Cristo deje su posicin de intercesor ante Dios, se anunciar solemnemente: El que es injusto, sea injusto todava: y el que es sucio, ensciese todava: y el que es justo, sea todava justificado: y el santo sea santificado todava. Entonces el Espritu que reprime el mal se retirar de la tierra. Como Jacob estuvo bajo la amenaza de muerte de su airado hermano, as tambin el pueblo de Dios estar en peligro de los impos que tratarn de destruirlo. Y como el patriarca luch toda la noche pidiendo ser librado de la mano de Esa, as clamarn los justos a Dios da y noche que los libre de los enemigos que los rodean. Los que vivan en la tierra cuando cese la intercesin de Cristo en el santuario celestial debern estar en pie en la presencia del Dios santo sin mediador. Apocalipsis 22:11; Patriarcas y Profetas, pg. 199, El Conflicto de los Siglos, pg. 421
O una gran voz que deca desde el templo a los
siete ngeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. Preprate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derramar sin mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los que adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca. Las plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a Israel fueron de ndole anloga a los juicios ms terribles y extensos que caern sobre el mundo inmediatamente antes de la liberacin final del pueblo de Dios. Luego mis ojos fueron desviados de la gloria, y se me mostr al residuo en la tierra. El ngel les dijo: Queris huir de las siete postreras plagas? Queris ir a la gloria y disfrutar de todo lo que Dios ha preparado para los que le aman y estn dispuestos a sufrir por amor de l? En tal caso, debis morir para poder vivir. Preparaos, preparaos, preparaos. Debis realizar mayores preparativos que los que habis realizado, porque el da del Seor viene, da de ira cruel y ardiente, que asolar la tierra y destruir a los pecadores de ella. Apocalipsis 16:1, Ams 4:12, (ltima parte); El Conflicto de los Siglos, pg. 611, Primeros Escritos, pg. 66
ste habitar en las alturas; fortaleza de
rocas ser su lugar de refugio; se le dar su pan, y sus aguas sern seguras. Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca est de sed su lengua; yo Jehov los oir, yo el Dios de Israel no los desamparar. El pueblo de Dios no quedar libre de padecimientos; pero aunque perseguido y acongojado y aunque sufra privaciones y falta de alimento, no ser abandonado para perecer. El Dios que cuid de Elas no abandonar a ninguno de sus abnegados hijos. El que cuenta los cabellos de sus cabezas, cuidar de ellos y los atender en tiempos de hambruna. Mientras los malvados estn murindose de hambre y pestilencia, los ngeles protegern a los justos y suplirn sus necesidades. Vi que nos espera un tiempo de angustia, cuando una severa necesidad obligar al pueblo de Dios a vivir de pan y agua... En el tiempo de angustia nadie trabajar con sus manos. Sus sufrimientos sern mentales, y Dios les proveer de alimento. Isaas 33:16; 41:17; El Conflicto de los Siglos, pg. 613, Manuscrito 2, 1858); (Eventos de los ltimos Das, pg. 269
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia,
yo tambin te guardar de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. Pero la salvacin de los justos es de Jehov, y l es su fortaleza en el tiempo de la angustia. Jehov los ayudar y los librar; los libertar de los impos, y los salvar, por cuanto en l esperaron. Satans acusa al pueblo de Dios haciendo hincapi en sus pecados, el Seor le permite probarlos hasta el extremo. La confianza de ellos en Dios, su fe y su firmeza sern rigurosamente probadas. El recuerdo de su pasado har decaer sus esperanzas. Reconocen plenamente su debilidad e indignidad. Satans trata de aterrorizarlos con la idea de que su caso es desesperado. Espera as aniquilar su fe, hacerles ceder a sus tentaciones y alejarlos de Dios. Aun cuando los hijos de Dios se ven rodeados de enemigos que tratan de destruirlos, la angustia que sufren no procede del temor de ser perseguidos a causa de la verdad; lo que temen es no haberse arrepentido de cada pecado y que debido a alguna falta por ellos cometida no puedan ver realizada en ellos la promesa del Salvador: Yo tambin te guardar de la hora de prueba que ha de venir sobre todo el mundo. Apocalipsis 3:10, Salmos 37:39, 40; El Conflicto de los Siglos, pg. 604
Me mostr al sumo sacerdote Josu, el cual estaba
delante del ngel de Jehov, y Satans estaba a su mano derecha para acusarle. Dijo Jehov a Satans: Jehov te reprenda; Jehov que ha escogido a Jerusaln te reprenda. No es ste un tizn arrebatado del incendio? Josu estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ngel. Y habl el ngel, y mand a los que estaban delante de l, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a l le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Despus dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Aunque los seguidores de Cristo han pecado, no se han entregado al dominio de los agentes satnicos. Se han arrepentido de sus pecados, han buscado al Seor con humildad y contricin, y el Abogado divino intercede en su favor. El que ms fue ultrajado por su ingratitud, el que conoce sus pecados y tambin su arrepentimiento, declara: Jehov te reprenda, oh Satn! Yo di mi vida por estas almas. Sus nombres estn esculpidos en las palmas de mis manos. Pueden tener imperfecciones de carcter, pueden haber fracasado en sus esfuerzos; pero se han arrepentido y las he perdonado y aceptado. Zacaras 3:1-5, Profetas y Reyes, pgs. 432, 433
Jzgame, oh Jehov, porque yo en mi integridad he
andado; he confiado en Jehov sin titubear. Escudrame, oh Jehov, y prubame; examina mis ntimos pensamientos y mi corazn. Porque tu misericordia est delante de mis ojos, y ando en tu verdad Examname, oh Dios, y conoce mi corazn; prubame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en m perversidad, y guame en el camino eterno. Este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan requieren una fe capaz de soportar el cansancio, la demora y el hambre, una fe que no desmaye a pesar de las pruebas ms duras. El tiempo de gracia les es concedido a todos a fin de que se preparen para aquel momento. Los que solo ejercitan poca fe, estn en mayor peligro de caer bajo el dominio de los engaos satnicos y del decreto que violentar las conciencias. Y aun en caso de soportar la prueba, en el tiempo de angustia se vern sumidos en mayor afliccin porque no se habrn acostumbrado a confiar en Dios. Las lecciones de fe que hayan descuidado, tendrn que aprenderlas bajo el terrible peso del desaliento. Salmos 26:1-3; 139:23, 24, 1 Juan 5:3, 4; El Conflicto de los Siglos, pgs. 606, 614