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Madre ma de las palabras Gioconda Porque era mi madre una mujer de

Belli sueos.

Soy una mujer hecha de palabras Soaba con Pegasos que la llevaran
Desde la antigedad lejos
Mi sangre flot en la sopa de letras A esa otra existencia que habra
Del vientre de mi madre deseado para s:
-esa mujer que me so y llam La de anchos bulevares
Gioconda- Y hermosos monumentos,
Una mujer frgil y pequea No la del pobre, iletrado pas
Que escriba inquietantes historias Donde atin la vida a colocarla
De tos y jardines;
La ta solterona Mi madre siempre tuvo un algo de
Los ntimos parientes Cristbal Coln en su mirada
Una inquietud de exploradora
Mi infancia la hizo mi madre Y el deseo ferviente de mutarse
Como un mosaico En algn encantado personaje
De esos que ella armaba Por eso en su patria de sueos
Sentada en una silla de hierro estancados
Escogiendo colores, formas Ella fue actriz. Reclut y dirigi a sus
En frascos de cristal amigas
Donde una profusin de verdes y En grandes puestas en escena
azules Nunca antes vistas en la ciudad
Traslcidos, minsculos, recuadros
Devenan en sus dedos en peces y As fue que crec en una casa
tortugas De anaqueles repletos, donde Lope,
Que salan a poblar las jardineras de Shakespeare
mi casa y Lorca convivan con Jardiel Poncela
Y a instalarse en paisajes submarinos
Cuando sus manos largas y delgadas Una casa de libros, de libretos y
Yendo del frasco al lienzo ensayos
Colocaban las algas y la espuma Con una madre que detestaba la
cocina
Yo persegua sus manos con mis ojos, Los oficios domsticos
Mientras ella describa Pompeya, Pero que amaba armar nacimientos
Roma, los mitos y trajines de los Urdir extraos rboles de navidad
Dioses Formas rellenas de musgo en las
en el Olimpo o el Partenn de Atenas paredes
Una mujer siempre distinta: Sentada a sus pies en el pretil
Rubia, a veces castaa Comindome su gozo de contar
A veces con mechones dorados Imaginando con ella
Que cosa pacientemente disfraces Esas otras ciudades
encantados Esos tiempos que invocaba
para sus hijos: Conjurando palabras
Trajes de luces, de torero
-cada lentejuela pegada a mano por Hacindome sin saberlo esto que soy,
ella- Este esqueleto de consonantes y
Tarde tras tarde junto a la puerta del vocales
jardn Que esta noche,
La mirada en la tela Amorosamente,
Pero las palabras siempre viajando La recuerda.
De su boca a mi boca abierta de nia
deslumbrada

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