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ai ' OTE NLAF A Sofia, Azul y Serena, mis tres hijas, el motor que nunca me lleva a decir “me rindo”. A Lu, que camina siempre a mi lado y me apoya incondicionalmente. Amis viejos, Silvia y Oscar, que me dieron la vida e hicieron tanto por mi. Amis hermanas, Silvina y Carolina, de quienes aprendf y aprendo muchisimo. A todos mis sobrinos y cutiados. Ami abuela Mechita. A Clarita, que es vida y pura alegria. Ami abuelo Luis, que me guia desde donde esté. A mis amigos, que me aceptan con todas mis locuras. A todos los que Dios puso en mi camino y me ayudarona ser la persona que soy hoy. Gracias al jiitbol, que me hizo crecer, me dio alegrias, gloria y felicidad. Gracias a todos los que confiaron siempre en mi y a los que no también, porque gracias a ellos saco la fuerza para seguir adelante. ¥ un gracias a Dios, por encima de todo; jamds dejé de confiar en él, siempre respondié y me acepta asi como soy, con todos mis defectos y virtudes. (MA) A Cami y Luli, mis princesitas futboleras y compinches de tribuna. A Veronica, sostén de mi estructura emocional. A mi vieja, por estar siempre, y empujar siempre. A mi viejo, por ensefiarme a querer el futbol y a River. A Marcela y Mariano, por hermanos y buenos consejeros. A Marta Susana, por su ejemplo de lucha. A mis amigos, familiares y afines, que hicieron fuerza por el ascenso (y por el libro), aunque no pudieran ver a River ni en la sopa. A todos los que se bancaron mi malhumor de estos dos aiios. Ya la pelotita, que nos sigue nutriendo de historias que valen la pena ser contadas. (DB) PROLOGO (1) La vida del futbolista no es color de rosa. Mucha gente se detiene sdlo en lo econémico pero detras hay historias increibles. Yo Iegué a levantar chicles masticados del piso porque mis padres no tenfan para comprarme golosinas, en mi casa hacia cola para ir al baio —y agarraba la tabla siempre calentita—, tuve mucho miedo cuando me vine con 15 ajios a vivir a una pension y me mori de vergiienza el dia que en River me vieron con los baldes y secadores por los pasillos del Monumental y me reconocieron como el chico que ya habia debutado en Primera. En el fiitbol sufri mi primera gran decepcién cuando Federico Vairo, mi descubridor y consejero, me envié una carta documento reclamandome dinero de una transferencia. La pasé como el demonio en Parma, donde me mandaron a robar a mi propia casa, y en el Brescia, el dia que la barra brava nos apreté impunemente delante de los dirigentes. Mord una toalla y ahogué el grito cuando, minutos antes de mi primer partido en un Mundial, el médico me metié unos pinchazos en el abdomen para anestesiarme la pubalgia. Me deprimi al dejar el fiitbol y también tuve serios problemas con el alcohol: dos veces me descompuse, hubo que llamar a la ambulancia y pensé que me moria. Me exploté el corazon de alegria cuando volvi al ftitbol y Horé como nunca cuando nos fuimos a la B. Lo sufri como la muerte de un ser querido, y esa misma madrugada comprendi que mi tinica revancha posible era devolver a Rivera Primera. Se me hizo interminable. No el libro, sino este campeonato. Por momentos la pasé mal. Una ver, por ejemplo, no me podia dormir y me fui a remar a las 2 de la madrugada; necesitaba oxigenar mi cabeza. No veia el momento de que este calvario se terminara de una vez. Es algo muy lindo tener un libro propio. Yo ya habia plantado un arbol y disfruto con Lu de nuestras tres hermosas hijas. Me faltaba el libro. Y es gratificante tenerlo, pero también medio loco, porque le estas mostrando tus pensamientos y vivencias intimas a toda la gente; te abris demasiado, y ante una sociedad tan extrafia que seguro que en el futuro habré muchos que me recalcaran mis errores y me lo gritarn en las canchas. Conté muchisimas cosas que nunca habia hecho ptiblicas y aunque por momentos me dio cierto pudor, o temor, porque quizds sorprenda a tantos, en el fondo no hago més que mostrarme tal cual soy, gqué voy a andar ocultando, si a mi me gusta ser transparente? A Diego Borinsky lo conoci en mis primeros afios en River y siempre valoré la fidelidad con que transcribia mis palabras en sus notas de El Grdfico. Por eso hice el libro con él. Aunque, pobre, termin6 sufriendo mis recurrentes problemas de organizacién. Es uno de los errores que tengo: de repente armo una reunion para las 5 de la tarde y en ese momento me doy cuenta de que cité a tres personas distintas. Aca esta el libro. Costé pero esta. La vida del futbolista no es todo color de rosa. Mas alla del orgullo personal, me gustarfa que estas paginas sirvieran para que la gente entienda un poco més al jugador de futbol. Pienso en Lu, en mis viejos, en mis hermanas y cufiados, en mis sobrinos, en mis suegros, en mi abuela Mechita que estd, y en mi abuelo Luis que se fue, en mi bisabuela Teresa que me Ilevaba al parque a jugar y me hacfa la gamba para completar el dos contra dos. Y pienso mucho en mis hijas. Para ellas sera raro leer este libro porque terminaran de conocer a su padre. Se enteraran de temas que no sabjan, de cémo me cri, de los ertores que cometf y seguiré cometiendo. Pero ante todo espero que terminen de comprender que los valores que siempre les transmiti son los que me inculcaron a mi y estan en este libro. Ojala les guste. A ellas y a todos. Matias ALMEYDA PROLOGO (ID) —Dale, esté bueno, pero tiene que ser un libro distinto, un libro fuera del sistema. La frase qued6 rebotando dos aiios dentro de mi cabeza como la pelotita de un flipper. Matias la solté, con entusiasmo, en noviembre del 2009, sentados ambos en las escalinatas de su complejo de Benavidez atin en obra, ya finalizadas las 100 preguntas de El Grdfico. No imaginé en ese momento que su mirada fuera tan revolucionaria: hacer una biografia en la que el protagonista relate sus vivencias y pensamientos, sin el protagonista relatando sus vivencias y pensamientos, era realmente un libro fuera del sistema. Una pileta sin agua. Una bicicleta sin ruedas. Mas 0 menos asi. Después del puntapié inicial, en dos afios (2010 y 2011) nos encontramos s6lo cuatro veces. De veinte llamadas, lo enganchaba en una. De diez mensajes de texto, me devolvia dos. Llegué al extremo de hablar con él una maiiana, combinar para vernos esa misma noche, llegar hasta la guardia de su barrio cerrado y chocarme con la respuesta del encargado de seguridad: “Almeyda no esta”. ;zCémo no esta?! ;No puede ser! Puede. Ms de una vez volvi a mi casa entre ofuscado y dolido, pateando ‘Se termind piedritas e impotencia, y me descargué con Veronica, mi mujer: el libro, no va, con este pibe es imposible”. Lo que mas me apenaba es que tenia la conviccién de que Matias no lo hacia de agrandado, sino de colgado. Un libro distinto, fuera del sistema, gpero c6mo? La llave maestra para destrabar el cerrojo fue Luciana, la primera dama. Es la misma notera de TV que con 21 aiios le gritaba a Matfas, desde abajo del micro que transportaba a la Seleccién Nacional en Francia 98, que estaba enamorada de él. Si detras de todo gran hombre hay una gran mujer, hasta puede ocurrir que ademés de gran mujer exista una secretaria stiper eficiente. Fue el caso. Gracias a Luciana, el promedio de 4 reuniones en 2 afios subid a9 en 4 meses del 2012. Las charlas comenzaron en casete de cinta y terminaron en grabador digital. Empezaron con un jugador y concluyeron con un director técnico. De River ambos, por supuesto. Arrancaron en su complejo y siguieron en su casa. Me recibié en cueros y descalzo, con un short de River apenas, también en piyama de abuelo con botones, y con jean y puldver. Nos encontramos en el quincho de su casa para que Matias pudiera fumarse sus 4 0 5 puchos durante las dos horas de entrevista, vigilados por apellidos ilustres del fiitbol que saludaban desde las camisetas encuadradas: Ronaldo (Inter), Baggio (Brescia), Weah (Milan), Roberto Carlos (Real Madrid) y Vieri (Inter), entre otros, ademas de los amigos: Chamot, Ortega, el Kily, Sensini, Simeone, Maradona. Las reuniones siguieron siempre mds 0 menos la misma rutina, los miércoles ala noche, después de que durmiera a sus hijas. Infaltable el mate con dos cucharadas de azticar por ronda para entrar en calor, la critica de los liltimos partidos de River —no ya de periodista a DT sino de hincha a DT, con la ilusién de sentirse por un momento ayudante de campo—, las dudas pendientes de la cita anterior y luego los temas del dia. Cerrébamos, pasada la medianoche, mientras se fumaba, parado, el ultimo cigarro al lado de la ventana abierta, imaginando qué podia ocurrir el fin de semana. Més de una vez, hablando del hipotético ascenso, lo vi morderse el labio inferior, cerrar los ojos y murmurar: “Por Dios, por Dios”. Daba la vida por este ascenso. Nuestra mesa de trabajo resulté ser una mesa de ping pong. No habia modo de esquivar el desaffo. Su empefio, concentracién para ir cantando el resultado pelota a pelota, y su fervor para festejar los puntos me sirvieron para corroborar su espiritu competitivo. E] deportista tiene ese gen incorporado. El resultado es lo de menos. No le gané ninguno. Este libro superé mil barreras e incertidumbres. Las propias, nacidas en la volatilidad del personaje, las que generé River en la A y mas tarde River en la B. No es un libro convencional. No sigue un desarrollo estrictamente cronolégico de sus vivencias. Es un muestrario de temas, personajes y circunstancias que intentan pintar las mil facetas que tiene el mundo del fiitbol. “No soy un fandtico de las biografias, pero me parecié buenisimo lo que me pasaste, trata de que vaya y vuelva con los tiempos”, me sugirié Eduardo Sacheri, nuestro Fontanarrosa futbolero del siglo XXI, y me senti mas o menos como se debe haber sentido un jugador de la Seleccién después le haber escuchado una charla técnica del Flaco Menotti. Un libro distinto, fuera del sistema. Parido y desarrollado en el periodo mas oscuro de la existencia de River, justo con el hombre que fue bandera, capitan y timonel en estos afios. Un libro nacido de sus entrafias, elaborado con testimonios valientes y emotivos. Para entender mejor la vida de los dos: de Almeyda y de River, Disco Borinsky a INTRODUCCION Sin corazén no hay historia Matias Jestis Almeyda es uno de los tantisimos habitantes de este pais que se crié coriendo detrés de una pelota de ftitbol y un afortunado que logré transformar el suefio de millones en realidad: ser futbolista profesional. A modo de introduccién, como una hoja de ruta —o un GPS, para estar a tono con los tiempos actuales—, sintetizaremos en estas lfneas la vida de Matias con la mayor cantidad de datos posibles en el menor espacio posible, para que luego, sf, con el mapa de grandes trazos ya en la cabeza, el lector pueda salir por los caminos laterales e internarse en todos los temas que nuestro protagonista aborda con emocién y franqueza, con vision critica y coraje inusual. Pensiones, representantes, liderazgos positivos y negativos, acomodos, entrenadores, dirigentes, compaiieros, concentraciones, falsedades, negocios, apretadas, adicciones, transferencias; en sintesis, dolores y alegrias con los que convivid, gozé y tropez6 durante su carrera. A partir de sus vivencias personales, la intencién de este libro es decodificar y entender un poquito mejor la amplia gama de personajes y facetas que cruzan el peculiar mundo del ftitbol. Viajar de lo particular a lo general. Matias Jestis Almeyda nacié el 21 de diciembre de 1973 en la ciudad bonaerense de Azul, 300 kilémetros al sudoeste de la Capital Federal. Hijo de Oscar y Silvia, hermano menor de Silvina y Carolina, esta casado con Luciana Garcfa Pena, ex modelo y notera de televisi6n, que ademés de ser hincha de River practicaba deportes en el club cuando ni sofiaba ser la esposa de Matias y tener tres hijas con él: Sofia (11 afios), Azul (9) y Serena (6). Matias se crié en el Barrio Obrero General San Martin de su ciudad y ademas de estudiar hasta segundo afio del secundario aprendié folklore durante 8 aiios en la Pefia Frontera Sur, con la que viaj6, compitid, y hasta se presenté en el viejo Canal 7. Empez6 en el fitbol organizado a los 6 afios en Boca de Azul —vaya paradoja— aunque alli slo se entrené y no disputé ningtin partido oficial, segtin aclara con celeridad. Luego, con Alumni fue subcampe6n provincial en 1986, Jugaba como volante por derecha y también de delantero. Fuentes bien informadas aseguran que hasta habria sido goleador un aio. Contra todos los preceptos periodisticos se usa el potencial porque no existen registros fehacientes que validen semejante proeza, aunque Matias intente sostenerse en un cuadernito de apuntes de Lilo, su amigo del alma A los 13 pidié el pase a Cemento Armado y fue dirigido por su papa. A esa edad se probé sin éxito por primera vez en River. Un amigo de Oscar con contactos en Boca le insistié para que tentara suerte en el Xeneize, pero Matias ya tenia a River en su cabeza. Se preparo un afio en su ciudad y regresé al Monumental. Federico Vairo, un reconocido exdefensor del club de los aiios 50 y gran maestro de inferiores, lo fiché y —sin saberlo—, le dejé el apodo para siempre: “Ey, vos, Celeste, juga para aquel lado, y vos, Pelado, para este otro”. Usaba el pelo bastante mas corto que ahora. River lo acepté pero no le dio pensién. Matias deambulé entre un hotel de media estrella en Constitucién, donde compartia baiio, heladera y —lo peor— el cargamento de milanesas que su mamé le preparaba religiosamente en Azul, una casa en Temperley con conocidos del pago chico y el hogar familiar de Nora, su novia de entonces, en Barracas. Cuando en el club advirtieron sus condiciones lo terminaron sumando a la pensién. Se cruz6 la banda roja por primera vez, a los 15 afios, en 7* division, luego siguid en 6°, jugé 6 partidos en la Reserva y, a comienzos de 1992, con 18 afios recién cumplidos, tuvo su bautismo en una pretemporada. Con Leonardo Astrada lesionado, Daniel Passarella lo hizo debutar oficialmente en la primera fecha del Clausura 92. Fue el viernes 21 de febrero, en el Monumental, con una victoria por 2-1 ante Unién de Santa Fe. Jugé los 90 minutos y fue calificado con 6 puntos por El Grdfico y con 7 por Sélo Futbol. Entre aquel Clausura y los tres torneos siguientes, es decir dos aiios calendario (1992 y 1993), Almeyda disputé en total 7 partidos. Una estadistica demoledora, capaz de tumbar al mas optimista. Matias no bajé los brazos, la peled y en 1994 comenz6 a jugar mas seguido, sum6 11 partidos con Passarella y 10 con Gallego, gané sus primeros dos campeonatos y Carlos Babington le dio la titularidad definitiva en 1995. Al aiio siguiente conquistaria la Copa Libertadores, la segunda en la historia de River, convirtiendo un gol clave en la semifinal de vuelta ante la Universidad de Chile (1-0), que le sirvié al conjunto de Ramén Diaz para clasificarse a la final. Asi pagé con creces su deuda con los hinchas de River, que ya en ese momento le agradecian su conmovedora entrega: en la Libertadores anterior habia errado el tinico penal de los siete pateados en la definicién ante Nacional de Medellin, que privé a River de alcanzar la final. A veces el fuitbol y la justicia se dan la mano. A comienzos de 1996 disputé en Mar del Plata el Preolimpico clasificatorio para los Juegos de Atlanta. La rompié. No s6lo corrid, trabé y recuperé, sino que hasta saco de la galera un sombrero y habilité a sus compafieros como si fuera Riquelme. El Barcelona pidié condiciones. Lo siguieron Ménaco, Sevilla, Real Madrid. Mientras los clubes hacian cola en las oficinas del Monumental y se sacaban chispas, Matias deslumbraba en los Juegos Olimpicos, sobre todo en la goleada 4-0 de Argentina ante Espafia en la que rompié el travesafio tras una jugada maradoniana. Alli nacié la gran confusion de quienes lo buscaban: pensar que Matias salia del mismo molde de Diego Armando. Hubo once ofertas concretas para comprarlo y su cotizacién subia mas que el riesgo pais en tiempos de De la Rita: 500.000 délares por dia. Se informé que el Madrid entregaba a Fernando Redondo como parte de pago de Almeyda (no hay error en los nombres), pero al final su destino fue el Sevilla porque Matias habia dado su palabra a los andaluces. “;Usted esta seguro de lo que hace?”, le pregunté el entonces presidente de River, Alfredo Davicce, con los ojitos girando como trompos, mientras los directivos de la Casa Blanca esperaban en una sala contigua. Fue la transferencia mas cara del futbol argentino hasta ese momento: 9 millones de ddlares. Mas que la de Maradona al Barcelona. Un ajio mas tarde, el Real Madrid salfa campeon y el Sevilla se iba al descenso. “Soy un crack para elegir’, acota hoy un sonriente Matias. En la Seleccién Mayor debuté el 24 de abril de 1996. A pesar de padecer una insoportable y traicionera pubalgia fue titular en los 5 partidos que disputd la Seleccién de Passarella en Francia 98. Jugé todos los minutos salvo los Ultimos contra Holanda, cuando se produjo la debacle. A Corea-Japén 2002 aribé con un gemelo desgarrado y apenas se anoté con 63 minutos en el infausto empate con Suecia. Redondeé 40 partidos con la Celeste y Blanca y grité un gol: a Brasil, en San Pablo, por las Eliminatorias 2002. Flojito para elegir rivales. Su ultima funcién con la Seleccion fue el 19 de noviembre de 2003: 1-1 en Barranquilla ante Colombia por las Eliminatorias. Tras su decepcionante estreno en el fiitbol europeo, Lazio lo adquirié al afio siguiente y alli encontré la horma perfecta de su zapato. En un campeonato donde analistas y publico en general llegan al éxtasis con una barrida desde el piso antes que con un combo de caiio-mofio-gambeta, Almeyda primero se consagré como el mejor futbolista del campeonato, segtin opinién de los periodist s, luego realiz6 un aporte decisivo para la obtencién de un par de Copas y finalmente fue participe del ansiado Scudetto en la temporada 1999/00, segundo y tiltimo campeonato ganado hasta aqui por la Lazio en su historia. Fueron los tres mejores aiios de Matias, los afios en los que tocé el techo, con 5 titulos y un incremento brusco de su cotizacién: en junio del 2000 fue transferido al Parma en 23 millones de délares, incluido como parte de pago en la venta de Hemén Crespo del Parma a la Lazio. Permanecié dos afios y gané una Copa Italia, para cerrar luego este primer ciclo europeo con otras dos temporadas en el Inter, lapso en el que sufrid una lesidn importante en tibia y peroné de su pierna derecha. Alli comenzaria una etapa con altibajos, traumaticos vaivenes, con anuncios y contraanuncios, dias oscuros, de busqueda frenética para encontrar su lugar en el fiitbol y en la vida. Quiso regresar a River pero le bajaron el pulgar. Se entrené en Independiente unos dias pero se marché antes de debutar porque su padre estaba en una supuesta lista de secuestradores. Jug6 5 partidos en el Brescia italiano pero se bajé del barco cuando comprobé que los dirigentes le abrian la puerta a la barra brava para que los apretara impunemente. Estuvo a un paso de firmar con el West Bromwich de Inglaterra pero no arreglé porque el intermediario le pedia una comisién y no estaba dispuesto a semejante chantaje. Se puso la camiseta de Quilmes cinco veces para disputar la Libertadores. Anuncio su retorno a River, y el dia de la revisidn médica y de los flashes felices se arrepintié, apagé el despertador, se quedé en la cama y declaré que se retiraba del futbol. Decidié dedicarse al campo y le duré dos meses. Volvié y se deprimié. Pensé y proyectd su partido despedida en Azul que luego suspendié por superposicién de fechas. Llevé jugadores de segunda y tercera division a Suecia y Noruega, y se enganché jugando un par de partidos en el Lyn, por el campeonato de Noruega, ante la insistencia del entrenador, que lo conocia de haberlo enfrentado en una Copa europea. Fue invitado por el Cholo Simeone para integrar su cuerpo técnico. Se alisté en el Showbol de Maradona. Intenté acompafiar al Beto Acosta jugando en la Primera C con Fénix pero rompié todos los records con 2 expulsiones en 3 partidos. Participé en el Super 8 con los veteranos de River hasta que uno de sus compaiieros, un tal Enzo Francescoli, talento supremo y ojo clinico para mirar més alla, le comenté al pa enel plantel?”. Le pregunto. “Te veo bien, gno querés que le pregunte a Gorosito si te hace un lugar Inmerso en una de las crisis morales y futbolisticas mds agudas en la historia de River, el retorno de Matias —pisando los 36 ajios y tras cuatro sin competir— son6 como un chiste de mal gusto. Innecesario. Tal vez por el afecto y el respeto que habia sabido ganarse dentro de la comunidad futbolera, no abundaron los comentarios agresivos, pero predominaba la sensacin de que regresaba sélo para ayudar en el armado de] grupo, como lider afuera, y para jugar algunos minutitos por partido y despedirse desde adentro como tanto anhelaba. Un salvoconducto a su intringulis mental. Matias necesitaba més a River de lo que River lo necesitaba a él. Pero, joh, sorpresa!: terminé dando el presente en 17 de los 19 encuentros y fue elegido por los hinchas como el valor mas alto de] equipo en el Apertura 09. Asi como no existen datos fehacientes de sus inicios goleadores, en su defensa hay que decir que tampoco se conoce en el planeta una proeza similar ala de Matias, el de las quimeras, pidiéndole prestada la letra al tango. Cuatro afios sin jugar y un retorno pleno a las canchas, cuando la gran mayorfa, a esa edad, ya se ha retirado. Incluso con marcas atléticas que dejaron atdnitos alos diferentes preparadores fisicos del plantel, que buscaban y no encontraban antecedentes similares en los libros. Si en su primera etapa en el club, Matias habia sabido ganarse el carifio de los hinchas por su entrega incondicional, hasta el punto de haber sido ovacionado al errar un penal que privaba a River de una final de Copa Libertadores, su segundo ciclo lo condujo en forma vertiginosa hacia la cima de la idolatria, un romance furioso con la gente que crecié exponencialmente. Matias es cristalino, y su accionar estaba a la vista. En sus ultimos meses vistiendo la camiseta de River jugé con la agujita del velocimetro en rojo, consciente de que estaba en el limite de sus posibilidades. Y més alld del limite también. La recta final del infausto Clausura 2011 que desembocoé en el descenso lo encontré con las costillas fisuradas, con su capacidad pulmonar —su principal herramienta de trabajo— disminuida. Como si a Palermo le prohibieran usar la cabeza. O a Picasso las manos. Su imagen de gladiador romano quitandose a los policias de encima y besdndose el escudo de su camiseta frente al rugido del coliseo boquense represento para algunos una muestra absurda de populismo barato. Aquellos hinchas de sangre caliente, en cambio, comprendieron enseguida que nadie representaba los sentimientos de ese instante tan fielmente como Matias: desesperacién, angustia, impotencia, dolor. Fue el afiche de la catastrofe. Un anticipo exclusivo de dolorosa concrecién 40 dias después. Era tan notorio que Matias Ilegaba al final sin reservas que ni siquiera pudo dar el presente en la revancha de la Promocién contra Belgrano. La suma de amarillas fueron la evidencia incontrastable de su falta de timming. Las piernas ya no respondian a los mensajes de su cabeza. No tiene nada de qué lamentarse ni arrepentirse. No se hubiera permitido otra cosa. Estiré la cuerda en forma milagrosa y se marché como habia prometido que se irfa: sin una gota de combustible. Seco. Sin mas para dar. Son muy poquitos los futbolistas que juegan desgarrados, infiltrados, machucados y todos los “ados” posibles. Que no evaltian riesgos ni miden conveniencias, justo en un dmbito que tiene como principal valor la especulacién. Tipos que se la juegan de verdad. Que tienen el cardcter para lamar al presidente del club menos de 24 horas después de consumado el peor desastre en la historia, con el cadaver de la victima atin tibio, para avisarle que esta dispuesto a afrontar el desafio de timonear el barco en la B Nacional. Un salvavidas de plomo sélo apto para valientes de verdad. La historia de Matias Jestis Almeyda sigue abierta. Como su corazon inmenso. Sin corazon no hay historia. Sin coraz6n no hay libro. A disfrutarlo. 2 INFANCIA “En mi casa habia que hacer cola para ir al baito; yo era el tiltimo —y agarraba la tabla siempre calentita—”. Manzanas con naranjas. Desde pequetios, en el colegio nos ensefian que no se pueden sumar. Aunque se trate de dos frutas, manzanas con naranjas no se suman. Son ricas las dos, pero distintas. Bafios y zapatillas tampoco se suman. No tienen nada que ver unos con otras. En la cabeza de Matias, sin embargo, confluyen, encuentran un origen en comtin, se asocian a una etapa dificil pero hermosa, plagada de suefios y de carencias. “Yo tengo algo con los baiios y las zapatillas”, admite, y un estudiante de psicologia con una sola clase cursada se lucirfa con sus conclusiones al entrar a la casa de nuestro protagonista en Nordelta. —En mi casa habia que hacer cola para ir al batio. Terminabas de comer y la frase que se escuchaba en el pasillito era “Dale, gte falta mucho?, apurate”, Yo era el més chico de los tres hermanos asi que siempre agarraba la tabla calentita. Era el tiltimo. Por eso, ahora en mi casa hice diez bafios. Diez. O sea: bafios, en mi casa, no faltan. Con las zapatillas es mas o menos lo mismo. Nosotros teniamos un jean para todo el afo, que se usaba para fiestas, cumpleanios, bautismos, y un par de zapatillas con la misma funcién y vida util. Debian durar los 365 dias. Pobres pero limpios, ése era el lema de mi mamé. La ropa podia ser vieja, pero estaba impecable, mi mamd lavaba todos los dias. Y siempre estabamos batiados y perfumados. Pero claro, a las zapatillas yo las usaba para jugar a la pelota y por eso llegué a estar con los dedos que me salian para afuera. ¥ cuando ya no podia jugar mds le pedia a mi hermana Carolina que me diera las de ella, porque calzdbamos lo mismo. Ella me daba las zapatillas y se las arreglaba con alguna sandalia 0 un zapato. Viste, las mujeres se arreglan con otra cosa. Hoy, en mi casa, por eso, después de recorrer los diez baiios, si abris mi ropero, se te vienen las zapatillas encima. O sea: en mi casa, zapatillas no faltan. Acumulo tantas que las voy regalando, pero no regalo las que estan rotas, eh, sino en buen estado. Si te doy un par de zapatillas, quedate tranquilo que recibis un lindo regalo de mi parte, porque valoro mucho mis zapatillas, siento que te estoy dando un buen regalo. Disfruto de estas cosas, porque nunca dejo de mirar para atrds. El arbol genealdgico de Matias tiene un tronco que abarca distintos paises de Europa. Por el lado del padre hay ancestros alemanes y espaioles. Por el de la madre, un bisabuelo italiano y una bisabuela pampa, india. La columna italiana proviene de un pueblito llamado Gangi, en Sicilia. Segtin parece, subfan grupos numerosos a una embarcacién y los mandaban a cruzar el océano. Y se ve que a los de Gangi les pusieron el cartelito “Azul, sin paradas intermedias”, porque segtin destaca Matias, muchos de los bisabuelos de sus amigos de infancia son todos de Gangi. EI apellido Almeyda, sin embargo, es de Portugal. “Estuve hace un tiempo en Portugal, por un partido despedida, y esté lleno de Almeidas, pero Almeidas con i”, aclara Matias. Al poner la palabra “Almeida” en google, el primer resultado que aparece es la villa perteneciente al distrito Da Guarda, en la regién centro, limitrofe con Espaiia, cerca de Salamanca, con 8.500 habitantes. Almeida es una ciudad amurallada en la frontera mas vieja de Europa. Fundada en 1296, el gentilicio es Almeidense y al ingresar a estas pampas, algtin funcionario de aduana distraido con las coimas que le iba a pedir al navegante de turno, le anota mal el apellido y lo deja para siempre con wy”, El componente autéctono de nuestro personaje no viene dado sélo por el antepasado indigena. Papa Oscar integra de joven un grupo de folklore llamado Los Nocheros, una verdadera premonicién de éxito. Canta, toca el bombo y, por supuesto, les transmite a sus hijos el gusto por ese tipo de musica, del mismo modo que hoy Matias hace lo propio con sus tres hijas. —Toda la familia se inclind por el folklore. Nos metimos en la pena Frontera Sur, donde mi viejo lleg6 a ser presidente. Habia un quincho para 100 personas, con un escenario, y ahi se armaban las reuniones de baile y zapateo. Todo se solventaba con rifas y con esa plata se compraban los vestidos, la ropa de gaucho, las botas. Era muy familiar el tema. Empez6 mi hermana Silvina, con 4 aiios. Y alli terminé conociendo a Alberto, que hoy es su esposo, un romance bien de pueblo. Luego arrancé Carolina y finalmente yo, que habré hecho zapateo entre los 4 y 12 afos, mds o menos. Ensaydbamos tres dias por semana y una vez por mes se hacia una pefia. Yo era rubio y lamaba la atencién, todo vestido de gaucho, con sombrero Decian que era un gaucho wucho. Viajdbamos un montén, Hegamos a ir al Canal 8 de Mar del Plata y una vez al programa Feliz, Domingo en Buenos Aires, pero bailé sdlo el grupo de mayores, yo acompafié mirando. Nos fue bien, porque el grupo de Frontera Sur era casi profesional a nivel de folklore, de los mejores. Nuestra petia tenia como los equipos de ftitbol: Inferiores, Reserva y Primera. Y la verdad es que en folklore nunca llegué a jugar en Primera, apenas alcancé hasta la reserva. Si bien no consigue entrar en los registros de la Federacién Internacional de Estadisticas e Historia de Zapateo, Matias al menos se da un gusto de los grandes, cuando festeja su cumpleafios nimero 30. Durante muchos afios, los 21 de diciembre son un rito en su campo de Azul: se celebra el nacimiento de Matias con padres, tos, sobrinos, hijos, el carnicero, el gomero, el mecdnico y la mar en coche. Se juntan unas cien personas. Suele contratarse a algiin grupo de miisica y el programa esta cantado: asado, vino y baile pa’ todo el mundo. El 21 de diciembre de 2003, sin embargo, hay un escenario demasiado grande. A Matias no le termina de cerrar el asunto, hasta que de golpe, desde el fondo surge una voz cavernosa que conoce bien de haberla escuchado tantas veces en los viejos y queridos casetes de cinta. No puede ser otro que Horacio Guarany. —Fui derecho a darle un abrazo. Mi sueiio fue siempre chocar una copa de vino con Guarany y esa noche pude cumplirlo en reiteradas ocasiones, porque la verdad, chocamos unas cuantas copas. En la primera, Horacio le metic un trago y la liquidé en dos segundos. “Es bueno éste, cheeeeeeeee”, me dijo. Canté una hora y media y después lo maté a preguntas, parecia uno de esos fans pesados que no te dejan respirar. En una le pregunté qué relacion tenia con la prensa. Y su respuesta me quedé marcada, porque él habia tenido algunos roces: “Lo manejo con un sentimiento, siempre es uno que me critica contra 30 mil que me vienen a ver”. Me qued6 grabada esa respuesta, después me regalé su biografia y me gusté mds todavia. Hoy, para no perder esas costumbres sagradas, si Matias anda por el living y observa en su radio de accién a alguna de sus tres hijas, y justo estd sonando el equipo de musica, cae la pregunta, que no apunta precisamente al examen de mafiana en el colegio. “Es Horacio, papa”; “Es Mercedes Sosa, papa”; “Son Los Nocheros, papa”; “Es el Chaquefio, papa”. Y pap4 Matias sonrie, porque al folklore lo lleva en la sangre. Tozudo como se lo ve hoy, el pequefio Matias seguramente piensa que si no es con el baile, a Primera legara con el ftitbol. Justo enfrente de Frontera Sur est la sede de Cemento Armado, el club de barrio cuyo nombre parece elegido a propésito para quien luego serd una auténtica pared de la mediacancha. Alli se termina de formar como futbolista. Son los tiempos en que juega un rato a la pelota, cruza la vereda, y la energia que atin le queda (este muchacho no se cansa nunca) la termina de consumir zapateando. O baila un rato y la polenta que le sobra la canaliza pateando a la pelota. El nifio Matias es un loco por el deporte. La bici forma parte de su anatomia: a todos lados va pedaleando. A la escuela, a las clases de educacién fisica y a los entrenamientos. Un Forrest Gump sobre ruedas. Le gusta mucho el boxeo y se queda con su viejo viendo las inolvidables peleas de Heams, Leonard o Hagler. También le tiran los autos y cuando hay carreras de TC en Olavarria y Tandil va con el padre, el abuelo, un par de tios y primos a hinchar por Martinez Boero. Todavia se corre en las rutas y la banda de los Almeyda arma el campamento al costado de la “pista”, se come un asadito y espera a aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing 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Su gemelo astillado, esa lesion tan temida por el futbolista en la recta final hacia el Mundial, le termina robando la chance de plantarse como titular. Aunque en circunstancias tan tristes cuesta detenerse en los detalles de la escena del crimen, a Matias lo estremece el llanto desconsolado del hombre con mascara de hierro. —La gran mayoria llora en una eliminacién, pero llamé la atencién ver a un tipo tan serio como Bielsa llorando. No recuerdo si nos dijo algo, como tampoco me acuerdo qué nos dijo Passarella en el 98, porque en ese momento no hay palabras, no mirds a nadie, y lo peor es que un ratito después tenés que salir a declarar con los periodistas, cuando es lo que menos tenés ganas de hacer. En el 2002uno estaba sentado por un lado, otro en el piso, otro en un banco, otro metido en la ducha, nadie hablé grupalmente. Son muy tristes los vestuarios después de una derrota dura. En un momento hay un gran silencio, y después de un rato alguno dice: “Vamos que ya estd, que no podemos cambiar nada, arriba”. Yo, por lo general, trato de estar solo, y pensar para adentro si uno dej6 todo o no. En situaciones dificiles lo que yo busco, por lo menos, es quedar limpio con mi conciencia. Lo peor en el deporte, como en la vida, es cuando te quedds con algo adentro y te preguntas si podrias haber dado mds. Y en el 2002 no nos guardamos nada. — Hay veces que no se da todo? ¢No es una frase hecha? —No, no, no. En el fiitbol vos te podés levantar y decir: “Hoy la voy a romper”, pero del otro lado tenés un rival que jugé mejor que vos y no la rompiste nada. Después, yo creo que si hay jugadores que a veces no dejan todo. El jugador que tiene una ampolla, por ejemplo, y no quiere jugar, no deja todo. O si esta resfriado o si tiene un dolorcito y pide el cambio, ése no deja todo. O el que va a una dividida y levanta la patita, 0 cuando salta hondo, ¢sabés lo que es saltar hondo? Saltar para abajo, saltar para no saltar. Dejar todo es salir muerto. Ahora, vos podés dejar todo y ser un desastre adentro de la cancha, pero correr, esforzarte, pelarte el orto, todo eso no puede faltar. —2El jugador sufre como el hincha la eliminacién de un Mundial? —El jugador la sufre més. El hincha esté triste, pero el jugador tiene que aguantar la ingratitud de su propia gente, que pasa de verte como un fenémeno un dia a tildarte de fracasado el otro. Es muy feo tener que esconderte como si fueras un ladr6n. Terminé el 98 y yo me fui al sur en una casilla rodante con toda mi familia, no queria cruzarme con nadie. De todos modos, no concibo la palabra fracaso como se usa en general en estos casos. Pracasar, para mi, es querer ser carnicero y que tus viejos te inculquen que debés estudiar y terminds siendo doctor. Eso es fracasar en la vida, para mi. Después, el Mundial lo gana uno solo y hay que aceptar que la competencia tiene como resultado posible la derrota. La planilla final muestra que Matias juega en total 24 partidos por eliminatorias, 5 por Mundiales y 6 por Juegos Olimpicos y que convierte un gol. A Brasil en Brasil. En el cierre intenta encontrar un argumento para explicar qué le pasa a Argentina que desde 1990 no pisa ni siquiera las semifinales de un Mundial. —¢Cudntos triunfan en realidad? ¢Quiénes triunfan? Nosotros tenemos materia de primera adelante, es cierto, pero atrds hace tiempo que dejamos de sacar futbolistas de alto nivel. Aparte, antes de ser campeones en el 78, gcudntas veces Argentina habia llegado a semifinales? Una sola, en 1930. Entonces, quizds, lo que pasa es que exigimos demasiado. Argentinismo puro. Argentinismo puro, claro. gY qué mejor ocasién para aplicarlo en la instancia cumbre de la pasion mas argentina de todas? 19 MARADONA “Soy un gran admirador tuyo y creo que como vos nace uno cada cien afios. A mi me gustaria que me contestes esta carta y que me des algunos consejos futbolisticos”. Azul, 16 de julio de 1986 Querido Diego: Te escribo esta carta porque me gustaria mucho ser amigo tuyo. Me Iamo Matias, tengo 12 afios y juego en la séptima division de club Alumni de esta ciudad. Vamos primeros y soy goleador con 6 tantos. Soy un gran admirador tuyo y creo que como vos nace uno cada 100 aiios. A mi me gustaria que me contestes esta carta y que me des algunos consejos futbolisticos. Los chicos que juegan conmigo quieren que vengas a esta ciudad, aunque yo creo que es algo imposible. ¢Conocés esta ciudad? iTe gustaria conocerla? A mi me gustaria que vos vengas con tu mama, tu papa y tus hermanos a mi casa. Tal vez te parezca un poco fantasioso pero eso seria el suefio mas grande que se me podrfa cumplir. Me olvidaba, ;sabés una cosa? Tuve puesta una camiseta tuya de cuando jugabas en Boca. Te juro que cuando me la puse se me Henaron los ojos de lagrimas y me senti por un instante Maradona. Cuando reaccioné me di cuenta que soy chiquito como una hormiga a la par tuya. Bueno, te voy a seguir pidiendo cosas. Me gustaria tener una camiseta tuya autografiada 0 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. vuelta y me deca “shhhhhhhhhhh”, y yo de bronca prendfa un cigarro y le tiraba el humo encima: “fuuuuhhh”. Se la bancaba calladito. Siempre tuvimos una buena relacién, cuando pasé al Sevilla y él jugaba en el Atlético de Madrid, vino un par de veces a verme. Después compartimos equipo en aquella era dorada de la Lazio y estabamos juntos bastante tiempo. Eso st: siempre fuimos muy diferentes. El Cholo era muy profesional, excesivamente profesional. El queria ser el espejo de todos y yo lo veia de otra manera. Por ahi en algin momento no me gustaron esas actitudes pero es buen tipo el Cholo, sin dudas. Un obsesivo del fiitbol. Vos te sentds a hablar con el Cholo y es todo fiitbol. A mi un poco me cansaba, yo queria hablar del campo, de la vida, y el Cholo te salia con el 9 de Croacia, cémo pateaba los tiros libres el 10 de Finlandia. “Parad, deja de hablar de futbol”, le pedia. Cuando arrancé como DT, me quiso llevar como ayudante. Yo todavia jugaba. Le dije que si, pero a la tarde me arrepentt y le dije que no. Aparte de que veiamos el fiitbol bastante diferente, queria jugar un tiempo mds y mi iniencidn, por otra parte, no era ser ayudante sino entrenador principal, asi que le agradeci pero terminé pasando. VERON, Juan Sebastian. Nos conocimos en el sub 23 y se armé un grupo espectacular con el Kily, Pablo Cavallero, Huguito Morales, el Flaco Paz, Rotchen, Crespo, el Chelo Delgado, el Piojo. Volvimos a coincidir en la Lazio. Fuimos a comer un par de veces juntos, pero cada uno andaba con sus amistades, no habia gran afinidad. Son cosas de pendejos, porque no con todos podés ser amigo. Lleg6 a un nivel muy alto y el periodismo, sobre todo, le hizo sentir mds o menos que después de Maradona venia él. Creo que se hizo cargo de eso y lo padecié en el momento en que todos esperaban que él sacara adelante a la Seleccién, en el Mundial 2002. Ahora, a Verén en la cancha lo quise siempre como compaiiero. Para mi fue un crack, un jugador diferente, ganador, de gran personalidad. La mejor pegada que vi, terrible, una facilidad para darle con el empeine sin esforzarse. Cortaba siempre la pelota y te la ponia desde 60 metros donde se le cantaba. Yo le preguntaba “zCémo hacés?”, y lo miraba y miraba, pero nunca pude hacer algo ni parecido. No me gustaron las declaraciones que hizo en Uruguay, cuando Argentina se clasificé al Mundial con Maradona. Y después nos cruzamos por los medios cuando saliéd a hablar sobre Lamela, lo traté de nenita. Yo salté a defender a mi compaiiero, pero la bola periodistica lo infld. Cuando hace un tiempo se lesion y estuvo por dejar el fiitbol, lo llamé para decirle que le metiera para adelante, que debia seguir porque su presencia le hacia muy bien al fiitbol argentino. No consegui hablar con él, pero si con el padre y le transmiti eso. Queria expresar lo que sentia mds alld de las diferencias que habfamos tenido, que en el fondo no sé bien cudéles son, viste, a veces pasan esas cosas. Y cuando jugamos en Mar del Plata, yo ya como DT, vino a saludarme, a desearme lo mejor, y quedamos en que nos ibamos a juntar un dia. 21 PELEAS “Siempre me consideré una persona tranquila, pensante, aunque tengo esos cinco segundos en que no sé quién soy y puedo hacer cualquier cosa”. En cinco segundos pueden ocurrir muchas cosas. O puede no pasar nada. Todo depende del marco de referencia temporal, del pardmetro que se utilice para medir. En la cabeza de Matias, cinco segundos son apenas un instante, pero un instante capaz de detonar la reaccién menos pensada. —Hay cinco segundos que lucho por no tener, hay alguien dentro de mi que no sé quién es y que se expresa en esos cinco segundos, Por mi manera de jugar al fiitbol, los partidos los vivi siempre de una manera especial, entregando tado, sabiendo que el de enfrente me iba a querer pisar, y entonces yo tenia que pisarlo antes. En sentido figurado lo digo. Pero, después, siempre me consideré una persona normal, tranquila, pensante, aunque dentro de esa personalidad tengo esos cinco segundos en que no soy mds yo, que no sé quién soy en realidad y puedo llegar a hacer cualquier cosa, acttio con un instinto que no sé de donde me sale. Considerando su trayectoria como futbolista y su incipiente recorrido como aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. se hace en Argentina. Se puede decir que el vestuario es mds frio. De todos modos, en cualquier equipo donde haya argentinos, _ brasilefios, sudamericanos en general, hay algo de mtisica, mate, y esta tendencia a juntarnos y charlar. La convivencia grupal, la dinamica del vestuario, no es el tinico rubro en el que Matias establece contrastes entre “alla” y “aca”. El catélogo es amplio. Y lo repasa. Los entrenamientos. —Son bastante diferentes. En Europa son a full, con mucha seriedad e intensidad, casi no se jode. Hay mucho respeto. Acd uno hace un chiste en medio de un ejercicio y esta todo bien, se aceptan estas situaciones, podés meter un par de carcajadas y no pasa nada. Alld, no. EI periodismo. Alla no existen tantos programas de fiithol en radio y televisidn, por lo menos en Italia. Acd tenés desde la mariana hasta la noche, horas y horas transmitiendo y opinando de futbol en varios canales. Esta cantidad de emisiones hace que siempre haya que buscar algo donde no lo hay y se tenga que hablar y hablar y hablar. En Europa es més tranquilo para el jugador, ademas estd el famoso silenzio stampa que no le conviene a nadie, enionces se respeta un poco mds. Para que se metan en la vida privada de alguien tiene que pasar algo muy especial. Tampoco se escuchan esas descalificaciones tan cldsicas del periodismo argentino, del tipo: “gCémo es posible que este jugador haya llegado a Primera Divisién?”. Creo que hay que ser mds respetuoso. Y esa falta de respeto se nota mucho mds acd. Por otro lado, creo que en nuestro pais es importante que existan el futbol y todos los programas porque distraen: distraen de la politica, de la economia, de los problemas sociales. Se habla todo el dia de ftitbol y asi se evita hablar de otros problemas. Allé no, allé el fiitbol estd en el lugar que corresponde. Eso es lo que vi yo, al menos, en mis ocho aitos en Europa. El hincha. —El de acd es mucho mds pasional, sin dudas; se mata por la camiseta. Allé también existe ese fervor pero todavia se ven a dos hinchas con cainisetas de equipos rivales llegando juntos a la cancha. Si bien se siente el fanatismo y la gente te pide triunfo y triunfo, todavia se va a ver una especie de espectdculo a la cancha. Igual, el mds demostrativo de todos los hinchas es el argentino. La rivalidad. El cldsico se te mete en la sangre desde Inferiores. Desde ahi ya tenés un sentimiento, porque lo vas jugando en diferentes categorias de juveniles y se va generando la pica. Por eso el River-Boca, en mi caso, no se compara con nada. Si hubiese nacido en Italia, seguramente Lazio-Roma habria sido distinto para mi. El River-Boca lo quieren jugar todos los argentinos a los que le gusta el fiitbol, aunque sea cinco segundos. Y por lo que vivi, es distinto a todos. Hay un pais atrds, a diferencia de muchisimos clasicos europeos que son entre ciudades. Ademds, el nuestro, se vive del mismo modo en que vivimos el fiitbol los argentinos: con intensidad, amor, odio. El cldsico romano tiene algo del River-Boca; la Roma es més popular, pero yo agarré la época dorada de la Lazio: mirabas debajo de una piedra y salia un hincha de la Lazio. Con la Juventus, en cambio, que tiene quizds la mayor cantidad de hinchas, es mds frio, su gente no grita tanto. El Inter-Juventus se vive con menos pasién. En cuanto a la trascendencia, alla también son decisivos. Sabés que te marcan por toda la temporada. “Viviendo acd te tenés que cuidar de dos cosas: de las mujeres y de ganar el cldsico, nada mds”, me dijo una sefiora grande apenas pisé Roma. Se ve que las mujeres también eran fogosas y te comfan las piernas. En Espafia participé del Sevilla-Betis, el cldsico andaluz. Sevilla Neva muchisima gente pero yo agarré la peor época, con el Betis que tenia un equipazo. En Sevilla, si ganabas el cldsico te regalaban comida, esas patas de jamén espectaculares, todas cosas muy ricas, comias gratis todo el afio. A mi no me tocé, lamentablemente, y me tuve que comprar toda la comida por mi cuenta. 23 PERIODISMO “Te acercas al final de la carrera, te empezas a dar cuenta de ciertos manejos y te dan ganas de volver a tu infancia y seguir pateando contra la pared”. Los cuarteles de Villa Martelli han ingresado en los libros de la historia argentina como el escenario de uno de los alzamientos carapintada contra un gobierno democratico, el de Ratil Alfonsin, en 1988. También son recordados por ser uno de los sitios donde se ha entrenado el River de Daniel Passarella en sus primeros afios como director técnico. Y porque desde 2011 alberga a Tecndpolis, la megamuestra de ciencia, industria, tecnologia y arte. Los cuarteles de Villa Martelli tienen ese qué sé yo, versaria un tango, y el por entonces cuerpo técnico del Kaiser, inspirado ideolégicamente por el profesor Ricardo Pizzarotti, se entusiasmaria entonando esas estrofas. Se sabe: Passarella y su grupo han sido partidarios de la disciplina cuasi militar. Pelo corto, conducta, rigor y obediencia sin chistar. A comienzos de los afios 90, en los cuarteles de Villa Martelli, River se entrena mucho mas a gusto que en el Monumental. Hay menos gente, menos ruido, menos periodismo, menos distracciones, menos interferencias. Mas tranquilidad. Mas privacidad. Al fondo del predio se encuentran Jas canchas. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. pregunta de buena leche y el que te quiere terminar de meter bajo la tierra. Entonces, por ahi ves al periodista mal como vos, te das cuenta de que la tristeza es compartida, y a pesar del dolor y la amargura hacés ese esfuerzo por contestar, pero cuando te acaban de eliminar, y ves del otro lado de las vallas al periodista que no puede disimular su alegria, te da muchisima bronca. Se vio en el Mundial 2002, periodistas que desearon que le fuera mal a Bielsa porque tienen cuentas pendientes con él. — EI jugador sabe que los medios son parte del negocio que termina potenciando a ellos mismos también? Creo que recién cuando van pasando los afios y te acercds al final de la carrera te empezds a dar cuenta de muchas cosas que hay alrededor y de ciertos manejos. Aht es cuando te dan ganas de volver a tu infancia y seguir pegadndole a la pelota contra la pared. Para el cierre, vale detenerse en un maravilloso retrato de esta relacién tan particular que signa el diaa dia del futbolista, escrito por Santiago Solari en su blog El Charco, del prestigioso diario El Pais de Espaiia. Solari ha sido un zurdo exquisito que vistid las casacas de River, Real Madrid e Inter, entre otras, y esta demostrando, también, saber desempefiarse con lucidez frente al teclado. “E] futbolista ve en el periodista a un extranjero. Un intruso con camisa y zapatos limpios que pretende pisar con su librito de teoria bajo el brazo su lodoso territorio de la practica. Un charlatén sospechoso que, s6lo por hablar, puede influir sobre su futuro. Ve a alguien que juzga sin hacer, que no corre, no suda, no siente cansancio o dolor, no escucha los silbidos del ptiblico ni los saludos afectuosos a su puta madre pero que, concluido el partido, con una tacita de té de tilo a mano y el aire acondicionado encendido, dice todo aquello que debié haberse hecho y no se hizo y todo aquello que se deberia hacer para corregirlo. Para el periodista deportivo, en cambio, el jugador es otro objeto de estudio. Un tipo con una habilidad puntual. Un poco consentido y caprichoso, sensible a los pequefios cambios de rutina. Ve un ser que lleva una existencia monotona en su sencillo mundo verde, rectangular y perfecto. Lo mira, quizd, hasta con condescendencia; sabedor de una verdad que el futbolista, en el trajin de su rutina, ignora: que el fiitbol se termina y la vida sigue, sin autdgrafos ni flashes”. 24 OSCURIDAD “Mis amigos no entendian por qué estaba mal si tenfa todo; pero no pasaba por tener o no tener sino por creerse alguien, porque dejas de jugar y dejés de sofiar’. No es por exagerar, pero el 90 por ciento de los futbolistas sufre el retiro como una experiencia traumatica y angustiante. No hay que ser master en psicologia para comprenderlo: lo que saben hacer tan bien desde los 10 afios en un club, jugar a la pelota, se corta de manera abrupta. A la edad en la que cualquier trabajador transita su etapa de esplendor, los treinta y pico, el jugador de fitbol es un flamante jubilado. Tiene que trabajar de otra cosa y no sabe de qué. Y esa otra cosa, lamentablemente, no es una opcién que se elabore en las divisiones juveniles (siempre hay excepciones, claro). Y si llega a saber qué es esa otra cosa que aspira a hacer, nada sera comparable a patear una pelota. Eso se ha terminado y hay que enterrarlo. Y duele muchisimo. Si al futbolista promedio le cuesta asimilar su nueva etapa en la vida, imaginemos como lo intenta procesar este joven veterano que vive cuestiondndose todo, que ve la bandera a cuadros acelerando a full y con la cabeza hecha un sonajero. Hasta el Mundial 2002, el recorrido de Matias por el futbol esta bastante claro: River, Sevilla, Lazio con avalancha de titulos y pico de rendimiento y Parma. Después del 2002, la linea de tiempo se desdibuja y por eso es necesario repasar un poco los hechos cronolégicamente. Entre el 2002 y el 2004 juega en el Inter, aunque ya con menos continuidad por un par de lesiones importantes. A 10 mil kilémetros de distancia, Argentina intenta renacer de las cenizas. Y River, el club de sus amores y de sus nostalgias crecientes, se deslumbra con la oratoria del presidente mas joven de los tiempos modernos. —Matias, gcudndo vas a volver a River? —le pregunta José Maria Aguilar, compinche, amiguero, con su estilo entrador, cada vez que su secretaria lo pone en contacto telefénico con el mediocampista del Inter. —Presidente, el dia que yo vuelva a la Argentina, no le quepan dudas de que voy a jugar en River —le contesta de corazén. A Matias no le caben dudas. A quienes deciden, si. A mediados del 2004 finaliza su vinculo con el Inter y apenas pisa Ezeiza, declara: “Volvi para jugar en River”. Se junta con Aguilar un lunes. El plantel de River, flamante campeon del Clausura 04 en el estreno de Leo Astrada como entrenador, se encuentra en Estados Unidos haciendo la pretemporada. —Nosotros te queremos, nos vamos a comunicar con Leo a ver qué piensa y te avisamos el jueves —le adelantan. El lunes siente emocién; el martes, ansiedad; el miércoles lo empieza a ganar el pesimismo; el jueves esta preocupado; el viernes sdlo percibe dolor y despecho. Nadie vuelve a Iamarlo. Ni siquiera para decirle que no, que el entrenador prefiere a gente mas joven, que tiene dudas por su estado fisico y animico. “River no me quiere, ¢cdmo puede ser?”, se pregunta una y otra vez, mientras surca el cielo hacia Brasil para tomarse unas vacaciones. —gY no te daba para Hamarlo vos a Astrada y preguntarle si te queria? —No, no, yo con Leo tenia una amistad y no podia ponerlo en un compromiso asi. No. Si no es River, no tiene sentido. Ha decidido terminar su carrera. Es lo mejor. Al regreso, haciendo zapping un dia en su casa de Nordelta, se engancha con un programa deportivo. Estén entrevistando en vivo a Daniel Bertoni, DT de Independiente. Matias no recuerda a cuento de qué, pero en un momento ponen su nombre sobre la mesa. —Viste que Almeyda estd libre, jte gustaria tener a un jugador como él? —iY cémo no me va a gustar un jugador con las caracteristicas de Almeyda! Matias escucha esa respuesta y percibe la descarga eléctrica. Le acaban de reactivar el deseo. No esta del todo bien, ha perdido el equilibrio, ya busca la salida en un laberinto sin retormo. No quiere saber mas nada con el futbol, pero al mismo tiempo quiere. Se comunica con Franchi, representante y amigo. —Marcos, por favor, llamé al programa, pedi hablar con Bertoni y decile que estoy dispuesto a ir a entrenarme mafana mismo con Independiente, a ver si me quiere de verdad 0 es verso. No se trata de Gente que busca gente pero, maravillosa televisién, después del corte, el conductor avisa: —Acabamos de recibir un llamado y a partir de mafiana Almeyda va a entrenarse con Independiente. Guau. El 11 de agosto de 2004, lo anuncia emocionado en conferencia de prensa. —Hoy siento las mismas ganas que cuando tenia 18 aitos e iba a debutar en Primera. Hoy micarrera comienza de nuevo. Esta felicidad tapa todo. Firma un precontrato, se entrena una semana, sus compaiieros se sorprenden por su estado atlético, aun viniendo de mas de dos meses sin moverse. Bertoni lo ubica entre los titulares para enfrentar a Almagro el viernes, por la segunda fecha del Apertura, pero un dia antes, Matias sorprende con un nuevo anuncio, el de su salida de Independiente sin jugar ni un solo partido. —Me lo aviso el ministro Arslanian. Habian detectado en una red que iban a secuestrar a mi viejo, entonces tenia custodia personal en su casa. Salia a comprar algo a la esquina y tenia que ir con los policias, comia con ellos, iban a todos lados con ellos, en Azul, donde todo es re tranquilo, imaginate. No era vida, a los 60 aiios, tener que estar ast. Mi viejo no queria vivir como un ladrén. Entonces no lo soporté y le dije que me lo llevaba a Italia, porque en esos meses siguientes a mi salida del Inter, los del Brescia me llamaban seguido. Cuando aparecié lo de mi viejo, acepté la propuesta y nos fuimos a Italia con ellos. Fue rarisimo, volvi a convivir con los dos después de 15 afios. Antes de partir, prende la radio del auto y escucha “Almeyda se va por la plata, que no mienta mas”. Le da bronca, pero la realidad es que lo empiezan a ver como un bicho extrafio, enredado en la telarafia de sus propias neuronas. En Brescia las cosas no funcionan, a pesar de tener todos los dias a su lado a Daniele Adani, Lele, el hermano que le dio el ftitbol. Matias apenas juega 5 partidos, la barra brava aprieta al plantel a repeticidn —como se ha relatado en otro capitulo de este libro—, y entonces decide irse también del Brescia dos meses después de haber Ilegado. Otra mudanza mas. Entre noviembre y diciembre del 2004 en su teléfono mévil de Italia le aparecen comunicaciones de Grecia, Turquia e Inglaterra, entre otras. La propuesta de Inglaterra es del West Bromwich, un equipo chico, pero a Matias le atrae la idea de ese campeonato con hinchas al borde del campo de juego y, sobre todo, de equipos que no se concentran antes de los partidos. —Yo no sabia decir ni “yes” y ahi aparecié un intermediario italiano amigo del técnico. Me esperaron en el aeropuerto, el técnico hacia de chojer, tenia una humildad tremenda, y eso ya me recontragusto. Habia jugado de tres en la Seleccién de Inglaterra. Me Ilevé a comer a un restaurante, me mostro el club mientras el italiano traducia. Llegé el momento de hablar del contrato y le dije cudinto queria ganar y cémo queria vivir: en una casa linda, con jardin, a mi me hacia mal el tema del clima, por mis depresiones, ya estaba con ataques de pdanico. Me contesté que me quedara tranquilo que me iban a conseguir todo. Matias vuelve a Italia para terminar los tramites, pero antes le deja un mensaje clarito al futuro entrenador. —Lo tinico que le voy a pedir es que esto se defina antes de que me vaya a Argentina para las fiestas, porque siempre que me fui a Argentina lo hice con contrato. Yo sé que si me voy a Argentina sin contrato, no vuelvo nunca mas, no me mueven mds de alld, entre mi cumpleaiios, Navidad, afio nuevo y el cumple de mi viejo, olvidense. —Quedate tranquilo —le responden en perfecto inglés. Esa semana, Matias vuelve a sentir otra vez la Hama competitiva quemdandole las entrafias. Se entrena en Italia en doble turno. Solito. Con su aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this 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