GUILLERMO ENRIQUE HUDSON
LA TIERRA PURPUREA
ALLA LEJOS Y HACE
TIEMPOWILLIAM HENRY HUDSON
EL EXILIADO NATO*
CONSIDERADO en algtin momento profeta y visionario, visto alguna vez como
“gl mas grande de los escritores”,! ‘W. H. Hudson es hoy dia poco conocido
en Inglaterra, excepto, quizds, entre los naturalistas. Esta desatencién en su
pais de adopcidn contrasia con ef lugar seguro que sus escritos han adguirido
cn la literatura argentina. Su estilo anticuado, sus explicaciones evolucionistas
de los fenémenos, tan pasadas de moda y, especialmente, la desaparicién de
una especie clara y oponible de comunidad rural inglesa, son tesponsables de
un descenso en el interés por su obra: esto debido a que hoy dia la negacién
fiteraria de la industrializacién avanzada ha venido a alojarse cada vez mds en
Ja natrativa fantéstica, como la de Tolkien y Richard Adams y cada vez menos
en modos de vida observables. Enfocar la escrirura de Hudson nos requicre asi
it més all4 de su diferenciacién entre el campo y Ia ciudad, Ja nazuraleza y la
civilizacién, con el objeto de desentrefiar los procesos a través de los cuales
se generaton estas oposiciones y los cambios histéricos que hacia fines del
siglo xrx habian ya asegurado la integraciéa de Ja vida rural al sistema capite-
lista de modo que ella no podia seguir siendo confiable para la existencia como
“Las citas textuales de Jas obras de G, E. Hudson corresponden a Ia edicién inglesa de
sus obree recogidas en veinticuatro voltimenes, publicadas por Dent, 1922.23.
tPor Jo menos de acuerdo con su biégrafo, Morley Roberts en W., H. Hudson (Londres,
1924) p- 103. Fl epigiafe del estudio de Luis Horacio Veldzquexz Guillermo Enrique Hudson
cs una afismacién de Rabindranach Tagore que lo describe como “el més grande prosista de
nuestra épaca”.cosa distinta de otras. La escritura de Hudson, con su mitico “alld lejos y
hace tiempo” de la pampa, con su fentasia de las “mansiones verdes” y la
evocacidn de la obsoleta vida pastoril puede verse finalmente como sintomé&
tica de ua cambio histérico como resultado del cual los velores anteriormente
atribuidos al “campo” y Ja “vida rural” retroceden hacia un pasado irrecupera-
ble o se trasladan a lugares lejanos.
Desde este lugar estratégico, los primeros treinta y seis atios de Hudson trans-
curtidos en el cono sur, lo proveyeron de esa visién periférica que también en.
contramos en Kipling y Conrad, En realidad, lo que distingue a estos autores
cuyos escritos se tornaton populates en la década comenzada en 1890 y en
los primeros afios de Ja siguiente es precisamente su habilidad para integrar en
Sus narraciones esa experiencia del mundo no-earopeo ante ef cual sus héroes
¥ personajes son confrontados y puestos a prueba. En una sociedad en la cual, a
pesar de le homogeneizacién y La racionalizacién de Ja vida, todavia se aptecia
la virtud anacrénica del herofsmo, esta otra dimensién provela de una arena
para Ia ordalfa de Ia humanidad. Kipling, Conrad y Hudson, son los exiliados
natos cuyos escritos subrayan Ja pérdida producida por la integracién al capita-
lismo, aunque nunca desafiaron su necesatia fatalidad,
Pero Hudson era hijo de exiliados aun en Ja Argentina, y en consecuencia su
arraigo era dudoso. Su padre, Daniel, y su madre, Caroline Kemble, habian na.
cido ambos en los Estados Unidos, el padre en Massachussetts (de familia re-
cientemente emigrada) y su madre en Maine, de una familia rigidamente
cudquera establecida en Ia zona desde mucho tiempo atrds, Cuando llegaron en
1833 a bordo del Potomac, los Hudson, como porteamericanos, etan inmigran-
tes poco habituales en fa regién del Plata; y a ptimera vista, su eleccién de
nuevo hogar parecfa inexplicable, dado que la frontera de Ios Estados Unidos
se estaba expandiendo répidamente en aquella época3 Cualquiera hubiera sido
la raxdn de su excénttica eleccién, hundieron su capital en una pequefia “estan.
cia”, “Los veinticinco ombiies”, en la regién de Quilmes. William eta el cuarto
hijo de la familia: cinco afios después de su nacimiento, en 1846, las dificultades
para ganarse la vida forzaton a los inmigrantes a trasladarse a una tienda, “Las
acacias”, en Chascomtis, donde nacieron el hetmano y la hermana menotes de
Hudson, y que serfa conducida por el padre sin mayot éxito durante algunos
afios. La tienda era un lugar adonde los habitantes del pueblo Hevaban “cuetos
y lanas y sebo en vejigas, ctin de caballo en bolsas y quesos de la zona, A
cambio, podian comprar cualquier cosa que quisicran: cuchillos, espuelas, ani-
Raymond Williams, El campo » ta ciudad (Tbe Country and the City, Londres, 1973).
Morley Roberts, 99. eit, p. 20, cree que fue la mala salud de sa padre lo que Jo levé
a_emigtat; y Luis Horacio Velézquez, op. cit., afirma que las actitudes puritanas de los
Kemble y de Nueva Inglaterra en general, ‘pucden haber alentado La emigtacién,
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Anales Historicos Del Uruguay Tomo 1 Abarca Los Tiempos Heroicos Desde La Conquista Del Territorio Por Los Espanoles Hasta La Cruzaca de Los Treinta y Tres Orientales