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EDITORIAL uestro patrimonio, nuestro dnico patrimonio, es el traba- jo que venimos realizando en pro de la Historia Militar. Nuestra vocacién, que es eso, vocacion, ya que supera con creces la mera aficién, nos obliga no s6lo a ser testigos trans- misores de los acontecimientos histérico-militares desde una posi- cion estatica y superfiua, sino a involucrarnos hasta el final en el estudio apasionado, profundo y plenamente dinémico de nuestro pasado militar. El tratamiento cientifico de todos los trabajos publi- cados nos lleva por la senda de la investigacion, bien sea en fuen- tes documentales primarias -siempre que ello sea posible~ bien sea en fuentes bibliograficas u orales, en este segundo caso, con todas las precauciones necesarias De cualquier manera, esta pasi6n por la milicia, su Historia y sus “historias” nos ha reportado muchisimas alegrias, infinidad de horas de estudio y trabajo, algtin que otro desvelo y, desgraciada- mente, por qué no decirlo, ciertos sinsabores que en absoluto eclip- san ese nuestro “modus vivendi". La indiferencia por su propia his- toria, refiejada en muchas actitudes de ciertos sectores del esta- mento militar en Espafia, es una de nuestras grandes asignaturas pendientes. Hay una realidad comprobada y contrastada que @ muchos deberia hacer meditar: Tanto los grandes aficionados como los pro- fundos conocedores de la historia militar de este pais llamado Espafia, amén de honrosas y, habitualmente, pretigiosas excepcio- nes, provienen de! mundo civil. Médicos, abogados, profesionales, estudiantes, empresarios... y muchos mas cuya enumeracién seria demasiado prolljo relatar aqui, conforman lo que pudiéramos llamar “lectores habituales” de las publicaciones relacionadas de alguna manera con la Defensa. Un publico siempre entusiasta, compro- metido y volcado en una aficién, muchas veces reflejo de su propia vocacién por algin motivo frustrada. Nos queda el amargo sentimiento de que entre nuestro puiblico no estan todos los que son, aunque tenemos el consuelo de que si son todos los que estan. Frases que hicieron Historia Que para las letras y las armas hay que tener Espiritu» Miguel de Cervantes Debide a la centdad de trabajos que se estan reciblendo en esta Redaccién, ponemos fen conocimiento de nuestros lectores y colaboradores lo siguiente: ‘Qumox Enterones acusara re0\D0 de todos os Wabajos enviados aunque no se compro. rete a au publcasién, ni mantend:é cortespondencia sobre aquellos cue no hayan sie scl- ‘ctados por la Revista La Redaccién se reservar el derecho de corre extractar osuprimir alguna de las par- tes del trabajo, siempre que lo considere necesario, sin desvrtuar as toss del autor. En el invierno de 1936 so organzd en la zona del Prineo aragonés, la Primers Compara de Esquiedores del Elercto Nacional. Femando Martinez de ‘Baris, ristriador y conocedor como pocos de temas mantaferos, ns intro- ‘duce en un descandoido y apaslonante aspecto de la Guerra Cv Espanola Por Artemio Morteray Francisco J. Alvarez ‘Ya durante [a Guerra de Espana, a uicad expedicionara germana, més cono- ‘da como Legion Condor, tis, y més tarde deen Esparia, varios modelo de ‘motocicletas mitares, muy des en misiones de reconocimientoy enlace. Pero no ‘seria hasta 1943, gracias alas negceacones tevadas 2a cabo en la capital ce Il Relen, Berin, or la tamada Comision Exraordnaie para Material de Guerra, se Incororaian a | Fjécto de Tera espafo! mas de .000 motes de marcas cil dradas dersas, destacando erze todas els las magnficas BNIW F-75 con caro lsteral Un abajo de Lucas Molina y José Maria Manrique Tercera y cima parte det documentado reportaje de Rafael A. Permuy ‘Lopes, en ol que se analiza la ectuacio de Ia segunda oleada de aviones japo neses sobre la Baso de Peart Harbour. Asimismo, se estudian los combates ‘reos que tuviron luge tras Ia intervencion de os escasos aviones de caza ‘norteamencanos que iograron sobreuiir En 1803 Godoy organlzo un nuewo institut en la Cabaleria espafola: Los ‘Cazadores. Un ecierto del Principe de la Par que perdurara hasta la mited del sido 0% Jose Antonio Alcalde es | autor de esta seccién. Ccuanda la Céndar partis para Alemania dejé una gran cantided de apars- tos on Espafe, Diersos documentos contradictorios son analizades con er por Carlos Castaon Por Canario Azaola. Une deserpcion pormenorzada de las baterias que artitaban la fronters ‘Sur del Estracho de Gibraltar, por José Maria Manrique y Lucas Molina. or Felipe Exquerro Ezquerro. por Fernando Martinez de Baiios Carrillo Fotografias: Archivo Gomez Laguna Las grandes batallas se han lbrado, fundamentalmente, en las Hanuras de los temtorios, de los paises 0 de los continentes. Los contendientes siempre han buscado el terreno que mas les Tavoreciese en su tactica y en su estrs tegla, con la pretension de que éste -2l terreno- fuese un aliada més. De acuer {do con estas premisas se han ido cont _urando las armas, la forma de atacar y de defenderse, las medios de supervi vencia y combate, los medios de trans porte, el vestuaro, la alimentacion, of movimiento, “Ie forma de ser de los Sol: dados", etc. En tiempo de guerra, la ‘ropa ha debido adaptarse al terreno, al clima y a los imponderables de la vida daria, con el dnice fin de supervisir en un ambiente hosti Los generales estrategas y os oficie les de Estado Mayor, por regia natural, han evitado los accidentes geograticos ~fi0s y montafias—a le hora de organizer Ln ataque: siempre claro esté— que no los buscasen a propésto para una maniobra muy determinada, ya que suponen, nom maimente, un obstaculo al movimiento (valles montafeses y cauces de Jos fos fen situacion transversal), un ralenizar la manioora prevsta 0 cualquier otro hand cop. El territorio espafil esta configurago ‘oragréficamente de un forma muy pecur lar, ya que 3 [a elevada Meseta debe mos afiadie las cadenas montafiosas y las depresiones que la rodean. Una de estas cadenas son los Prrineos,frontera ‘natural de Espatia con Francia, lugar de ‘seperacion, primero, y de union después. de nuestras culturas; “que forma un for: rmigable obstécuio de les comunicacio nes entre asta y aguelis", segin el géo- gfalo francés Vidal de la Blanche. Naturalmente, en estas montafias, al igual que en las del resto de terntoro nacional, nabitan gentes ~montanieses que se han aclimataco y adaptaco a las condiciones de vida aue alt existen, ais tintas, obviamente, alas del lano. En la montafia todo cambiar el clima, el tiem po... La monteiia marca la pauta, la forma de ser, Recio, duro, noble, reser vvado... estas son las caractersticas del montanero. Si aplicéramos estos conceptos al ‘mundo milter, no cabe duda que los que tengan que cumplir su mision en esas ros de los compenentes dela Primera Com pata de Esquiadores del Frito Nacional osando praia cémara on 1937. dures montafias, deberan cumplir unos, requisitas muy concretos. En montafia las distancias de los despliagues cambian; el modo de real zar los disparos cambia: el tiempo de ‘marcia no se mide en kilometros por hora, sino por metros de desnivel a al- mentacion debe ser mas calorfica; los studios de efectos de 10s bombardeos ccambian tambien. La montafia es cam bio permanente, “La montafia escupe a los arrogan: 126", decia un vigjo montariero. Los so ‘dados que formen parte de as unidades ‘de montafa, deberan tener algo espe cial, alge que transmttrén al conjunto de Su grupo formando una idiosinerasia tip ca de estas vopas especiales. El origen de estas unidades en Espaia no es muy lejano ya que. a pesar de que las mantafias ha eaistido sien pre, y siempre ha habido soldados que hhan luchado, muerto y vencido en elias, Jos ejérctos no diseraron grupos espe ciales para vivir y combat en montaria hhasta fechas muy recientes. Fue en el afi 1899, después del “desastre’, ‘cuando hubo una reorgenizacion del ejér cto y en donde aparecié por primera vez la. denominacion *Montafa’ para ser Ut lizada por algunas unidades de Infanteria. Mas tarde, en 1926, se con- solidaoa esa organizacion, apareciendo las secciones de especialistas, como ia de esquiadores, que constituian el cleo mas rapico, ligero y flexible. Este trabajo trata sobre Ia oreacién de la 1° Compatiia de Esquiadores del Ejéreto, que mas tarde se convertria en batallon y a la larga daria origen 3 la Escuela de Montafia y Operaciones: Especiales del Ejereto de Tiera, situada fen plena Pirineo aragonés, en las local: dades ce Jaca y de Candanchd ~ambas, fen la provinela de Huesca-. Para ello es remontaremos a diciembre de 11936, en plena Guerra Civil Espafol, fen Zaragoza y en Huesca Origenes AN comianzo de le Guerra Civil, en el mes de julio de 1936, la parte pirenai (ca de Aragén, franteriza con Francia, se Convirtié en una zona de frente estab izada pero descubierta e impracticable para Ie clésica infanteria, Ia mayor parte de! invierno. Por esto hubo nece- sidad de crear, en el mas breve piazo de tiempo, una unidad “alpina” espe cializada con el fin de cubrir esa parte el frente desguarnecido. La zona se fencontraba en el sector del V Cuerpo de Ejército de Aragon, Un alto on fa marcha, La nieve en la mon: tora configure un paisaje de Ing cargado de contrastes Jose quiet El principal problema con que se encontraron los encargados de tal rmision, no fue otro que la inexistencia de material preciso pare equipar con venientemente 2 ese tigo de unidades de combate. Ni siguiera habia fébricas ‘donde poder obtenerio, pues todas las ‘que entonces se dedicaban a Ia pro duceion de articulos de monteha y ‘excursionismo, se encontraban en la zona republicana, Y como en Espatia siempre hay que hacer todo con urgencia, no podia ser menos: se cre6 el “Batallén Alpino”, afecto @ la Division 43, que operaria mas tarde en lo que se conocié como la "Bolsa de Bielss”, al norte de Huesca; y la "42 Compaiiia dei Regimiento Pirenaico nt, que hacia su instruccién en la Molina. Una pareja de esquiadres on mison oe ‘bservacen yreconacimiento Voviendo @ nuestra protagonista dire mos que fue e| dia 4 de diciemore de 1996, precisamente el cia de Santa Barbara, patrona de le Artiler, cuando cl capitan del Cuerpo de Invalidos (proce: dia del Arma de Infartera), D. Jose Rodriguez Pérez, y jos alféeces de com plemento 0. Santiago Ciavero (Intendencia) yD. Luis Gomez Laguna (infanterta), se digieron @ la oficina del Registro oe la Propiedad de Zaragoza. Al ‘rabalaba D. Miguel Rabanos Garcia, ore sidente de la Sociedad “Montafieros de Aragon", con la mision de buscar un equipo completo para formar una Compania de Esquigdores. La iniciativa habia partido del teniente coronel Portoles, del Estato Mayor de la V Dhision Organica, El primer paso que se di fue admit ‘al mencionado presidente, tras recibir Ia aprobacién de la Division, en la Junta Recaudatorla, para que ectuara como representante de la futura Compafia de Esquiadores y con el fin de obtener el dinero y el material necesario. Presidia esta Junta el noterio de Zaragoza D. Francisco Pal8, y uno por uno se fueron planteanco, y resoviendo, todos los pro- bleras que se presentaban sobre como debia ser la indumentaria del futuro sol dado-esquiador. El equipo Sobre unos croguis y cibujos se fue- ron confeccionando las diversas partes del uniforme. La gorra fue iseriada con visera, con orejas que se pudiesen ple- gary Sin ningin botén ya que al helerse se pocien caer, perdiendo entonces su funcion. Se fabricd en serie por una {gorreria sta en la calle Escuelas Pias de Zaragoza, utiizanco la tela proporcione- da por el almacén de la Junta Recaudatoria. El coronel jefe de tntendencia, D. Florencio Benedicto, aconsej6 para la ‘cazadora la plel blanca o sin tefir, ya ‘que no habla paro ni tintes de buena calidad en esos momentos. Esto facl- taba el camufaje, aunque se comprob6 ‘que tras unos meses de uso. su color se tomnaba al amarillo tenue, primero y castafio oscuro, después. El pafio para los capotes y pantalones hubo de haverse de lana gris, mezcla de bianca yy negra, también por falta de buenos ‘intes. Fueron dos fébricas zaragoza- nas, situadas en la lacalidad de llueca, las que se pusieron répidamente en funcionamiento con la exclusiva fabri ccacién de esas telas y pafos. Los jerseys, medias y colcetines de oficiales, suboficiales y tropa fueron com feccionados por sus familiares y espon taneos y entusiastas colaboradores, que jponian su trabajo y costeaben e! mate fial. Los correajes y lag moctilas se cencargaron a D. Sebastian Gimeno, un guarnicionero con larga experiencia eportiva, ya que entre otras cosas fue el autor de las primeras piraguas “Keper” que se copiaron en Espatia, Tenia su taller en los bojos de un eaifcio frente a [a lonia, en la zaragozana calle | Pr. Era tal el entusiasmo cue, en los primeros dias hubo que poner a dos soldados de guardia permanent para espantare la clientela y dejale efectuar ‘su trabajo sin interrupciones. Las botas se hicieron en Tafalla (Navarra), en una fabrica que pronto fue rmiltarizeda y puesta en marcha, ques se tencontraba paralizada por falta de obre- ros -todes en el frente- y de material Los esquis se encargaron al Sr. Ehira, un modesto carpintero que ya tra: boajaba en su febricacién antes de la guerra. 6 tallerlo tenia ens calle Madre Sacramento de ia capital mafia. Para su confeccion se encontrd y requis una importante partida de madera de hikory, necesaria para la fabricacion de las tablas. Los bastones y arandelas de festas, se hicieron con unas varas de fresno compradas en el Mercado de la Plaza de Lanuza, y con unos juncos de +Jos que se empleaban para limsiar los, tubos de las locomotoras del ferrocert Después de todo el esfuerz0 y traba- Jo desplegado, et dia 24 de diciembre, ‘apenas veinte dias después del comien- zo de la “operacion’, salla para Candancna (Huesca) la primera Seccién de la Compaia de Esquiadores, con un escaso equipo de montafia y guerra. Este consistia en la gorra del famoso croauis, que era su Gnics prenda de uni forme, y algin que otro fusil. Lo demas, botas, esquis, vestuario, mochilae inclu 0 algunas armas, habian sido aporta dos por cada soldado y por esquiadores {80008 de la sociedad "Montanieros de Aragén'",siguiendo el ejemplo de su pre- sidente, Sr. Rabanos. ‘Sus componentes De esta manera los soldados de la recien estrenada Compafia de Esquladores, afecta al V Cuerpo de Ejercito de Aragén, empezaron su serv cio de guerra en la Nochebuena de 11936, en Candanchd. Su orimer cuartel fue ol hotel de la localidad, que habia construido en su dia e! Esqui Club de Tolosa. La Secci6n estaba formada por un conjunto heterogéneo de personas, algunas muy j6venes, de distintas pro cedencias y profesiones, unidas por un ico Ideal y con un amor comdn: ia mortafa, El encargado de la primera reclute de personal fue D. Francisco Moris, por arden del capitan Rodriguez Perez, Tenia que encontrar unos cuaren- ta hombres sanos de cuerpo y alma, ‘uertes y duros para el sufrimiento “por. que en la montafia no se puede ser de ‘otra manera”, segin palabras del propio capitén, La misi6n no fue dif de cum- plir ya.que entre los tensinos (oriundos Ge! valle de Tena, al norte de la localidad «de Sabifianigo) salieron muchos volunt ‘ios, hermanados a la Compania de los \Voluntarios del Valle de Tena, que lucha baen el frente de Biescas desde el mes e septiemore de 1936. Uno de ellos fue Tomas Pallas * “ol biindao", asf lamado por su valentiay por su buena estrella. Con quince anés se prosonté en Jaca, y tras una agoiadore. marcha por la nieve, leg6 a Candancho entrada ya la madrugada. Una vez instr Ido, equipado y encuadrado, pasd a for ‘mar parte de un escuadra én el puesto fronteriza con Francia, en Somport, con ‘tras chicos tan jévenes como él. El cabo de larmisma, llamado Lascasas, two que ejercer en arias ocasiones. mas oe padre de familia que de militar. De esta manera, después de realizar 1 oncuadramienta, quedo formada esta primera unidad en Candanchd. La ins Iruccion para aprender a esquiar era irda por D. Carlos ituerte, que se fempefiaba en dar gros, “cuando tan faci era bajar derecho por la linea de méxima pendiente con los _esquis Muchas veces lo més practico era el “culemax: desoender sobre las suelas de las botas y el “vulgar trasero” hasta el liana para pararse por pbrdida de impulso”, segon Pallas". Se realiz6 el reparto de los equipos y. rapicamente, pasaron @ ocupar las

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