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Ensayo 2 EL JENOFANES DESCONOCIDO: UN INTENTO DE ESTABLECER SU GRANDEZA‘* Jen6fanes... se ha convertido en una figura de la historia de 1a filosofia griega por error. HAROLD F. CHERNISS Jen6fanes era poeta y rapsoda, as{ como historiador, tal vez el verdadero padre de la historia. Como pensador de enorme creativi- dad, usualmente critico y inico por su autocritica, se convirtid en el fundador de la ilustracién griega. Desarrollé la cosmologia de Ana- ximandro al defénderla én contra de Anaximenes. Su originalfsima teologfa racionalista estaba intimamente ligada a la cosmologia, a la que puede haber Iegado al final de su vida por influjo de los des- cubrimientos astronémicos de Parménides. Era un critico literario, quizé el primero, y. un moralista. Fue el fundador de lo que hoy se considera geologia y meteorologia. Era un critico agudo, una vez més el primero, de la sociedad y las instituciones sociales. Y, lo que resulta de importancia crucial para la ciencia y la filosofia de Occi- dente, fue el fundador de la epistemologia, la teorfa del conoci- miento, [Sin embargo, la mayorfa de estas grandes contribuciones a nuestra civilizaci6n, si no todas, se han atribuido a otros, se han ig- norado, se han olvidado o sencillamente se han entendido equivo- La seccién 1 de este ensayo fue terminada por el propio Popper. Las demas secciones, asi como el predmbulo, se han recopilado a partir de los papeles péstu- mos. del autor, siguiendo pare ello el plan descrito en la nota de los compiladores que sigue a los addenda a este ensayo. [N. del comp.] y uni de Jenéfanes y sus cadamente, En este ensayo propongo una imagen es fagros mis justae historicamente plausible que Ta ave, segtin creo, se ha trazado anteriormente.] 1 BL FUNDADOR DE LA ILUSTRACION GRIEGA bras tajantes que he escogido como divisa’ han salido de la nada re Chemiss, un sobresaliente® historiador de La —— -+-—-— Festa historia de. a filosofia», ni siguiera «por erry Te Baa que he eitado se ajustan a un pat, a una tadicion dU marmite que cualquiera ulraje a Jen6fanes con impuni dad ra ec de dicho patr6n se pueden percibiren un sarcesne "8 sista debido al gran Heréclito, un eontemporineo de Jenéfanes Sungue mas joven que él (DK B40) Saber de todo so es stil para saber algo, pues no Te sirvi6 para saber a Hesfodo ni a Pitsigoras, ni a Jendfanes ni a Hecateo- vue sin duda pretendta ser un sarcasmo, sin quererlo rindi omendle Heusfanes al convertirlo en miembro de tan excels com” pasfa, Ademés, Herdclito le atribuye aqut saber ‘mucho: més bien de~ reysiado, aungue no lo adecuado. Lo adecuado era presumiblemente Taper que el dia y la noche (asf como todos los dems ‘opuestos) son sabes digs ef dia uy puede eniatc sin ta noche y wiceversd-. Toe ct sarcasmo de Heréclito puede decimnos atin més, Mie Be rece que se podria utilizar como argumento (bien © verdad que Mabilya favor de que Heréclito no consideraba a Pitigoras co00 cee nero adivino, como un chamén, ya que Io coloca jum © Jend- an mere aefecto de todos los fildsofas de la época que crelan St Ia anes ela de los dioses, segtin Cicerén, JenGfanes era «rt init gue rechazaba de plano Ta préctica de adivinar el futuro." Sin du- ge veto hace también de Jenéfanes un enemigo acérrimo del cha- manis™O. papel preponderante desempetado por Fensfanes en ta primitiva ilistracién explica el patrOn arriba ‘mencionado: 1a vieja tradicién de rechazarlo. De sobra conocemos ef ugar conn no se puede ser un auténtico fildsofo a ms S- prec 1 acttaciGn por su total carencia de profundidad frente ta area tee toda filosoffa real, En efecto, si se es un fl6sofo, st debe ser profundo. Se ha de alcanzar esa elevada profundidad («die er- habene Tiefe») que Hegel se atribuye a sf mismo. (Se trata, por su- puesto, de una metéfora pura que da lugar a una Hanura, como ré- pidamente vio Schopenhauer. Pero lo que Hegel queria decir en rea- idad era que é se elevaba por encima de todos los demis debido a la insondable profundidad de su pensamiento.) Este «conocimiento de si mismos» hace que algunos fildsofos estén mas de moda que otros. ¥ dado que los seguidores de !a Iustraci6n no pueden alcan- zar tal conocimiento, s6lo pueden pasar a la historia de 1a filosofia “«por error». ‘Creo que Jenéfanes estuvo muy cerca de anticipar las ideas de la Tiustracidn europea. Mas esas ideas nunca fueron respetadas por los intelectuales, que practicaban el abuso de las ideas a fin de aumen- tar su propio poder, especialmente el poder sacerdotal o (més tarde) cl poder politico.’ Este abuso de las ideas siempre ha estado conec- tado con el intento de impresionar a la gente por la profundidad de las propias ideas, por su origen en una inspiracién trascendental {esto es, no-empitica, casi divina); por su significado protetico. incluso podemos encontrar algo de ello, aunque no mucho, entre los grandes presocraticos. Cuando Hericlito era tildado de «el os- curo», lo era probablemente porque sus brillantes férmulas posefan un gusto profético. Mas, de hecho, nc. zabfa mucho de profético en ells, y bien se puede decir que pertenvefa a la Hustraciéin (confrén- tese, por ejemplo, DK B43, 44, 55, aunque también B47-54), por mas que sin duda fue su «oscuridad» la que lo salvé del cargo prin- cipal: nunca se le acusa de superficialidad, que es la acusacién nor- mal que se hace a Jen6fanes. Se trata de una acusacién muy temida por la legién de los super- ficiales y que ellos utilizan mucho, pues de ese modo tratan de di tanciarse de su propia superficialidad dirigiendo la acusaci6n hacia otros; todo ello, naturalmente, usando ademas un lenguaje incom- prensible e impresionante. «No he entendido ni una palabra, pero sé que esto es filosofia» era la firme conviccién de un joven fisico muy dotado tras haber ofdo hablar a Heiddegger. (Admito que si esto es filosofia, entonces Jendfanes pas6 a la historia de la filosofia por error.) Nétese que no estoy sugiriendo que quienes hacen de menos a Jenéfanes sean enemigos de la Iustracién, Todos los grandes fun- adores de la Escuela milesia pertenecfan a su manera a una fase de la llustracién, incluso Heraclito. Dificilmente tiene algo que ver con tendencias antiilustradas la mala comprensién de la cosmologia de Jenéfanes, discutida més abajo en la secci6n 3, y los ataques contra 1 provocados por esas confusiones; simplemente se deben al hecho de que a sus critics se les antojaba ave tenfa la cabeza hecha un perfecto lio, Mas de la defensa ave flace Galeno de Jen6fanes se Besprende que algunos de esos eriticos pertenecian de hecho 2 la desPijon contraria tanto u Jenéfanes como a 1a tustracién. Sugiero que uno de los logros més imporankee de Jendfanes fue eide anticipar y expresar vigorosamente las principales ideas de la Chauaracion europea. Enire ellas se cuentan las ideas de la lucha por averdad y contra el oscurantismo; la de hablar ¥ escribir con clari- Gad y modestin; la de practicar la jronta, ‘especialmente aplicada a Go mismo; la de evitar a pose de pensador ‘profundo; la de consi- reer eticamente a Ja sociedad: y 1a de mirar al mundo con asom- bro y con una curiosidad contagiosa. 2, Los PRIMERUS ANOS DE JENOFANES Y gt! ENCUENTRO CON LA ESCUELA MILESIA Jenofanes de Colofén nacié el aio 570 aC; en ‘Asia Menor, @ meg bes o cuatro dias al norte de Miteto andando a ‘buen paso. Co- aan era una préspera ciudad jonia c.7 una larBa tradicién literaria, voeme ata capital de Jonia par 10 que respect 8 Lt poesia del pe- ando primitivo» * Bra una ciudad de tierra adentr™, ‘Alnorte, no muy fejos, estaba el gran puerto de Foces, y al sur & menos distancia que wee estaba la gran ciudad de Efeso. Tanto Foose como Mileto Scuparon un importante lugar en la vida de Jenéfanes. Sea sa juventad Jendfanes se hizo discipulo de ‘Anaximandro, que nnavig en el 610 a.C. en Mileto y fue el mayor de Jos filésofos natu- rae miilesigs. Las ensefianzas de Anaximandro comprendfan una vaesrogonia y una cosmologia; es decir, trat6 de describir cémo se [ot aiginado el mundo y, a partir de abi, cus} ES 9 estructura ac- tual, Su principio de explicaci6n era claro ¥ radical: sustituir a los raat eth mitologia de Hesfodo, por algo que podames llegar a en- tender estudiando fa naturaleza. El propio ‘Anaximandro habia sido isefpulo de Tales, el fundador de la Escuela joni ademas era pa- see suyo. En marcado contraste con todas las demés escuelas co- nemjdas, que normaimente tienen como una de Si principales pre- Deapaciones mantener intactas las ensenanzas del fundador,’ for- Sraba parte de la tradicién jonia ser crfticy y Wat de mejorar no eee etensefianzas del fundador, sino también las de Jos miembros posteriores. Tal vez debido a ello cada generacién sucesiva produjo Bostefnos un cambio importante y se ha transmitido abiertamente el ane del innovador. Tiene que haberse debido al hecho de que no solo se transmitian tradicionaimente las doctrinas, las teorfas y las iimovaciones, sno que adems habia una especie de consejo eto dolopico de segundo orden: «;Trata de mejorar las teorias! ;Trata de hacelas mejores, pues n 308 perfectas'». Sugiero que esta meto- doigi ere ene haber procedido de andar, Tales 3 gue fe anes po An a sus seguidores, en especial ‘Uno de los principales problemas que Anaximan« sus discipulos fue el de la Tierra y tales haba ene: ado que flotaba sobre el agua (lo que explicaba los terremotos)! siendo el agua el «principio» y urigen de todas las cosas, sin que se pudieran dar ulteriores explicaciones y sin que ella misma requiriera Fingune explicacién. Anaximandro cambi6 todo esto. Su Tierra {con la forma de un tambor, de una columna circular baja; DK 12A10, 11) no estaba apoyada en nada, sino que se hallaba fibre- tment sspedida ene centro de las cosas y se mantena lf mer Ceah a una atraccign simétrca ejercida por todas las cosas, en un es- pacio infinito vacfo 0 casi vacfo (algo asf como nuestro éter 0 espa- zip avacion) que lamaba el dpeiron (dpeiron = «infinito»).” "Ademés susttuy6 el. agua como principio y origen de toda las cosas por este dpeiron (= o initado), una sustancia suti infinita que Tena Ia to (eigad det espacio infinito (con el que ciertamente. se identifica). por este dpeiron que es etemo y a partir ‘del cual surgen todas las de- ies sustancias.”* Frente a Jo que ocurre con el agua, el dpeiron es tna sustancia hipotética inventada, con lo que el término «apeiron» usado por Anaximandro es el primer térming tcnico del que tenga- mos noticia, Por mds que no sostenga ala Tierra desde abajo, como hacia el agua de Tales, sin duda es de alguna utilidad para imantene! 2 laTiea suspends yen equi i =sta teorfa de una Tierra libremente suspendida que on acre teianaistancin ye al parecer emanen de todos los uerpos celeste, ene de la teorfas mds au- icc y mde ingens deo hora det ciencia. La audacia de 2 teorfa mis bien abetracta results demasiado revolucionaria para el més pedestre discipulo de Anaximandro, Anaximenes, guien tayo a bien ausituis el dpeiron por algo més familiar; a sa- ber. lar, ncoyendo Ia roma y as nubs densa La emergen- fe las nubes a partir del aire parece demostrar la posible emer- zeneia de materia incluso mas sGlida que flota cn el aire, como el Sol, la Luna y as estrellas, no menos certamente que {os animales Se ne meven pore ae como insects y aves, Araximencs eX Dlicaba la estabilidad de la Tierra suponiendo que se apoyaba en el aire al modo en que la tapadera s6lida de una olla ests sustentada por el vapor. ‘Supiero que en este debate entre Anaximandro y Anaximenes aceres de los dos principios enfrentados, el dpeiron y el aire, inter Sino el joven Jendfanes poniéndose de parte de Anaximandso, 1. ane yacion que Tlev6 a un malentendido crucial (debido a Empédo- Siew y, através de él, a Arist6teles, tal y como se explica més abajo cna ceccién 3). Como consecuencia de este malentendido, tenemos soe erupos de informes tradicionales que estén en profundo desa- SOS,E0. pur nwo decir contradiceidn, y que constituyen nuestros cle creators de juicio hist6ricos acerca de la teorfa de la Tierra y de 1a cosmologia de Jendfanes. se rtenadamente, disponemos de Tas expresivas palabras det propio Jenéfanes en su intervencidn en el debate entre el dpeiron y el aire (DK 21B28): yoing nev tO8e nelpas dv apa xoaolv dpdron opr xpoomaCov, 70 xtto 8 erpov Uxveiran. ‘A. nuestics pies podemos ver cémo en su limite superior la Tierra Colina con cl aire, mientras que con el inferior desciende [hasta el dpeiron. Me parece casi obvio que con estos dos versos, eseritos por {fh miembro de la Escuela milesia, Jendfanes defendia 1a teoria de ie mandro contra la de Anaximenes, esto es, contra la teorfa de Que la Tierra flota sobre aire. No, dicen estos dos versos: ©) domo podemos ver, esta encima del lado superior (0 1a superficie Saperior) de la Tierra, pero debajo del lado inferior esta justamner SiMipeiron, y por tanto no hay ningin cuerpo que Ia sostenga (ni agua ni aire). EM Amente (podria haber proseguido Jen6fanes) es absurda Ja teoria de que la Tierra es estable porque esta sustentada por algun srerpo 0 cuerpos como el agua de Tales 0 el aire de Anaximencs, Caereecto, gacaso no indice Anaximandro que dicha teorfa no hacia yds que plantear la pregunta acerca de «Zy qué sostiene al agua © modo Hlegariamos a un regreso infi- ynes) invent6 en vano qué sostiene al aire?» De este n dito, ;Acaso Anaximandro (Se pregunta Jenéta su bella teorfa de que la Tierra se encuentra en un estado de equili- brio gracias a que equidista de todo’ dado [pues] suponer que B28 se puede respaldar con un di- bujo como ef siguiente: toeten (om Vele rs _ Aqui la Tierra es la de Anaximandro y el aire no la. sostene (com haria con una hoja plana) segin se dice de tas teorias de Ana- ximenes."’ Charles H. Kahn, en su excelente libro sobre Anaximan- dro, dio del fragmento B28: «La idea de que ol dpeiron... odea al mundo es un rasgo permanente de la Cosmologia jonia»..° También hace hincapié en que hemos de traducir «alcanza... por debajo 0 abajo) hasta el dpeiron». Contintia Kahn: «Presumiblemente [Jen6- fanes] tenia en mente la teorfa de Anaximandro, aunque qué es lo que queria decir exactamente nos resulta tan oscuro como le resul- taba a Simplicio (enof. A47)». Sin embargo [como he sugerido mas seal el fragmento B28 de Jensfanes es an intent de apoyat la tera de Anaximandro sobre Ia posicén de a Tiea en contra de He tata de esrb asta problem contra) en la que interyino Jendfanes, y he intentado extraer el contenido implicido por los des vigoreacs versoy de su interencién, tal y como los he traducido, (Asf pues, si estoy en lo cierto, B28 apoya independientemente los informes segiin fos cuales Jensfanes ea diseipuo de Anaximandro) Con todo ie de admitr que, en la me- ia en que conozco y recuerdo la bibliografi Ic stented me encuentro solo en mt inttoretaci, i bien se ees autores que, como yo, conectan los dos versos de Jendfanes (DK 828) con el problema milesio de la estabilidad y apoyo de la Tierra, Se trata de CH. Kahn, FM. Comford y J. Mansfeld. . Paso ahora a discutir y defender mi traducci6: Con la excepeién de dos excelente Charles H. Rainy Fe : 5 eruditos, Charles H. Kahn y Fe- lix M. Cleve,” todas las taducciones que yo conozco et segundo verso de Jen6fanes més 0 menos como sigue: por el lado inferior, {Ia Tierra] ega al infinto. Que yo sepa, esta trad niversali Eee jucci6n ur Imente aceptada, con Ia tnieaexeepeién de Kahn y Cleve, dice que fa Tierra se extionde ha bajo infinitamente o indefinidamente, o hasta lo inmensura- bie," en contra de la interpretacién de Cleve y mia que atribuye a la Thera un extremo 0 lado inferior. Este, a su vez, limita con el «in- Tuiton, que Kahn y yo (aunque no Cleve) proponemos identificar con el «principio» de Anaximandro, su dpeiron. ‘En su capitulo sobre Jendfunes, Cleve no menciona nia Anaxi- mandro ni a Anaximenes. Comford los menciona a ambos en su Principium Sapientiae, y otro tanto hace Mansfeld en sus comen- farios cobre los dos versos de Jenéfanes y sobre el término dpeiron. ‘Ambos los ponen en relacién con las discusiones de la Escuela mi thule Con todo, Mansfeld las traduce dos veces al modo acostum- brado (con «ins Unermessliche» 0, op. cit.. pég. 208, «hin ins Une begrenzte»), y comenta del término . El punto decisivo es que concebimos esta frase en paralelismo con weal mite (mas)” superior... colinda con el aire». Asf, tenemos: El limite superior de la Tierra colinda con el aire, El limite inferior de la Tierra llega hasta lo ilimitado [esto es, el apeiron. Para Kahn, para Cleve y para mi, ésta parece ser Ia traduccién més natural del griego. Ademds dicha interpretacién se ve notablemente Fortalecida por la que considero que era la situaciGn problemiética de gcta importante discusién cosmol6gica desarrollada en Mileto en ‘squellos tiempos. La mayoria de los traductores suponen técitamente (con DE) que «el inferior» se refiere a limite, como sugiere el tex’ griego. De este modo, no sélo pasan por alto la palmania contradice’u se que «el limite inferior» sencillamente no existe si 1a Tierra des Glende hasta lo ilimitado, sino que ademds interpretan que es apeiron Significa «hasta el infinito» 0 «infinitamente», siendo asf que «per se es en realidad el nombre del principio (arch) de Anaximandro. As{ pues, se ha interpretado mal ef argumento de Jen6fanes, ‘ticamente comprimido en unos pocos versos brillanesy Ticidos. En Ia antigiedad se atribuyeron errGneamente a Jendfanes mu- chos infinitos, creando asf la leyenda sobre Jenéfanes que se vio fortalecida por el pasaje de Aristoteles que se discute en la préxima seccién. Tan slo si se rechaza, se puede empezar a ver que Jen6- fanes era un gran y original fil6sofo de la ciencia, Ofrece una nueva versién de la teorfa del Sol y las estrellas, pues propone que se con- sideren como masas de gus ardendo, Ties cosas pueden verse en la Tierra, como en la inflamaci6n de Jos gases sobre los pantanos o n Tas emisiones volcdnicas.” Parece que JenOfanes usaba el ter- mino «nephos» para formular su excelente conjetura de que ef Sol yy las estrellas son [bolas de] gas ardiendo, Me parece que se trata de una mejora de la teorfa de Anaximandro. Ademés, es casi un paso intermedio necesario entre, por un lado, las teorias de Anaxi- mandro y de Herdctito y, par atra, la famasa tearfa de Anaxagoras sean la cual el Sol es una roca incandescente. (Se dice en DK Anaximandro murié eg 91 afio 546 urié eo» aC. (DK 12A1) y poder suponer que, aproximaday,ente hacia la misma inca, Tenotuncs ‘ei 6 Milsto ye fue al nore. Tas st velia a ColofSn, ya no Te jiado el ambiente social e i gusts demasiado ola e intelectual con el que se en- El afio siguiente, el 545 a.C., fue un afi ‘ e ey LC, 10 catastr6fico para | sriegos de Jia. Un ingente ecto persa al mando de Harpego, un general medo, invadié Jonia y destruyé su libertad. Jenéfanes dejé Colofén y emigré. Carecemos de informes detallados sobre las or cunstancas de su emigracin. Pero no me parece muy desencam- nada la sugerencia de Theodor Gomperz en el sentido de que Jen6- fanes se unis a los ciudadanos de Foca y comparts con ells su d- icultosa emigraciGn. (Véase la secci6n 7, mas abajo.) 3. LA COSMOLOGIA MAL COMPRENDIDA DE JENOFANES waite ahora a lo que podemos considera Ia incomprension cen- le Jen6fancs como cosmélogo; una incomprensién responsable de que se le atribuyan doctrinasnecias¢ incluso contadictorian, La storia es ciertamente apasionante.” Esta incomprensién se debe a la autoridad ‘1 nc lad de Aristételes, quien i6 en el De caclo (294821) que lenofanes es uno de tos que sostienen que la Tierra se extiende hacia abajo infinitamente, ¥ Qt soos personas adoptan tal punto de vista «para hurtarse a) problema Ge buscar una raz6n» (esto es, una razén de la aparente estabilidad oF [a Tierra). Es obvio que Aristétcles no conocia los dos versos Er ae toc de Fendfanes (est0 es, DK B28), pues cita en su lugars falta de pruebas mejores, tes versos despectivos de Empédocles, quien hack befa de quienes sostienen que «Ia profundidad de la Tierra y del amplio éter es infinita». Del hecho de que Aristoteles ce los versos see sesncles a fin de endosérselos a Jendfanes com intenciGn or ge nbinos de concluir (alo que parece) que, en algussa parte ¥ €0 st dice pe montexto, Empédocles cit6 a Jendfanes entre los responsabes cea teoria estiipida acerca de las «rafces» infinitas de la Tierra Este pasaje de Aristételes (De caelo 294221 = DK 31B39), en el que con cierta crudeza cita, acepta y endosa ¢l alaque burl6n y arro- dante que Empédocles lanzara contra Jendfanes, Ia nica fuente aa iia interpretacion casi universal de! B28 de Jenéfanes, asf ¢o- de la oda una serie de otros malentendidos que son todos ellos ne Geuencia de esta primera incomprension basica, Mas en este punto no hemos de act ptar la autoridad de Aristteles Ciertamente, Ppropio Aristoteles . jjo de Jenéfanes ciertas cosas que estén en “biota contradicciGn con algunas consecuencias de este malenten- dido aristotélico. ‘Simplificando un tanto Jas cosas, hay dos grupos de informes bre lu rosmologia de Jendfanes.* El primer grupo consta de infor, rics que atribuyen implcitamente a Jendfanes la doctrina de ave 68 Thos enico y el universo son ambos finitos y esféricos, asf como wha qinaiad, Claramente, estos informes que arrancan de Platon ¥ As vplctes hacen de Jenofanes un precursor de Parménides y tienden toreljlario a este ultimo. Pienso que hay algunas razones Tingiist gos que hablan a favor de una conexiGn (laxa) entre ambos, mas al cae Je asimilarios me parece sospechoso. No obstante se trata de igo que sencillamente ignoranivs. El segundo grupo de informes atribuye a Jenéfanes la ensefianza de que la Tierra (y Por ende, tam- aeseay niverso) infinito en profundidad (y también quizd sea in- voce infinite en anchura); una opiniGn que torna imposible Ia pies” cane Sol, 1o cual leva a atribuitle a Jenfanes algo perverso: 1a dow 1 de sergue al Sol se mueve en una linea recta infinita sobre la Terra infinita y no se pone, sino que desaparece porque se tora 1% Tratumente Tejano. (id con ese cuento a quien haya navegado los planos, como hizo Jendfanes en mas de una ocasién!) De ee aeeeyoes nacesaio que todos los dias se renueve el Sol o mas bien rote esarig reerearlo como un cuerpo nuevo en el Bste, [Para ulte- riores comentarios sobre este punt: agmento ena 2 ee pnt, véase el Fragmento 11 de Pop- sta no es mas que otra de las teor‘as imposibles Becerra como ee once Tee due se le hace de un «principior como los de Tales (agua), Anaxi- tnenes (aire) y Heraclito (fuego),” y de que ese «principio», el cuar- 10, €8 la tierra. Ast la tierra, al igual que los otros «principios», era infin, or lo que no necesita ningtin soporte. Ademés, en algu- 105 de Ios informes pertenecientes 0 4 nos de es informes peer al segundo grupo se incluyen va- "Ahora bien, las ensefianzas atribuidas a JenOfanes en el segundo grupo de informes no se apoyan en nada de los fragmentos B27 29 escritos por el propio Jen6fanes, suponiendo que B28 se traduzca como sugerimos Kahn, Cleve y yo (y el texto). Asf que Ia interpre- tuci6n de B28 resulta ser realmente crucial. Si se traduce este fra sreino como lo taducen cal todos los demi, entonces lc historias del segundo grupo de informes se tornan piausibles al menos en parte, Si se traduce a la manera de Kahn, Cleve y yo, tales historias no sélo se pueden rechazar, sino que ademas sus errores se pueden © olicar como debidos en sitima instancia a una mala interpretaci rv ‘orzada por la autoridad de Arist6teles. - Sin embargo los informes de Platon y Aristoteles pertenecen ba- sicamente al primer grupo (con excepcién de aquel pasaje fatal del De caelo). Ambos ven en Jen6fanes un precursor de Parménides de Blea, en cuyas ensefianzas acerca del Uno (es decir, un universo es- ico e indivisible) hacen hincapié.Aristételes se queja de Jensfa- ozs ena Meat ORGN24-25 = DK. AO), ndeando gue Io ave cia no estaba claro, e ilustraba su queja con la historia segin la cual Jenéfanes dijo (refiriéndose al universo) que el Uno era Dios (to hen einai. ton theon»). No cabe duda que es una frase vaga ue no nos da mucha informacién sobre Jenene. a marge ta vez de i ue ; i Ae te pee naes or oe laters ponte pes cientes al primer grupo, se detalla la anticipacién de Pa des por pane de lengfaney Se dice que el Dios unico de Tendtancs, que soi en cuerpo ni en espiritu se parece a los mortales» (DK B23), sen un euerpo deforma estrice, algo gus gin da nose parece 3 forma humana, Y en oto lugar se identifica ese cuerpo con cl sniverso sco denificacién que rescla un tanto del de ae. iar (faint de B25: Reina sobre el Todo sin esfuerz0 con el 0 pensamiento e intencién»). Por supuesto, tal cosa también convierte en finito al universo fisico de Jenéfanes, como lo era el de Parménides, dado que s6lo un cuerpo finito puede presentar una forma (esférica). Todo ello indica que existe una tradicion que choca COV Ja inter- protacién infinitista Ue auestros dos verses. B28, y con el segundo grupo de informes. Fe onsiguiente, si se acepta Ja interpretacién finitista Ge Kahn, Cleve y yo hacemos de B28, ha de aceptasse el primer git de in- formes, aunque habria que rechazar el segundo grufie. dado que se formes ‘ona mala interpretacion. Pero ta cuestion de s! ° ha de peeptar no el primer grupo es un problenna mis peliagudo. pues ser oez pudiera no ser més que el resultado de qué Platén atribuyese ta Snatanes (en el Sofista 24245) la Fundacion de la escuela eledtica, cuyo miembro mas sobresaliente fue Parménides. even de un problema sobre el que resulta difieit hacetse una opinién. L0s refinados arguments de mi difurto amigo W.K.C. Guth- caanvemsi volumen I de su gran Historia de La filosofia sek (Ma- Tey Gredos, 1993], me parecen los mejores que Yo Foneite y par fecen verse fortalecidos por mi traducci6n © interpretacién de B28 {que Guthrie tradujo con la mayoria). No obsiantt, hemos de tomar ca cerin una posibilidad que menciona por primers 1° el agudo ual Reinhardt (a quien admiro muchfsime, aunque diss rte de él a mucha frecuencia, en especial por 1o que resp&cks & Jo que dice or enofanes en su libro Parménides). Reinhardt dice 4" Jenéfanes (quien le desagrada) puede haberse visto influenciado en sus wlti- (viet os por el més joven Parménides, de quien se dics fue dis- Cipulo de Jendfanes en algtin momento de su vida. Esto (0 una in- fleeneia mutua entre ambos) constituye ciertamente Ht posibilidad uch Tpmarfa probable que Jenéfanes se viese Hevado & descartar Seria flo de Anaximandro de la Tierra como un tambor £8 favor de fu Tora esfériea de Parménides, manteniendo no obs!an'e Se B28 0 te Migiendolo para aplicarlo a una Tierra rodeada primtre por una Capa de aire, que a su vez estaba rodcada por 6! apeiron. Bllo haria capa fino mucho més facil de entender las consideractone! de Pla- aSiny Arist6teles, asf como todos los informes de! Prime grupo. ‘Yo puedo terminar sin mencionar que dos erudiies To impor- tarnes de la antigiedad se sintieron descontentos con jos informes al tant erca de Jendfanes. Fn su comentario sobre el De caelo (522.7 DK AdT) Simplicio se quejaba de experimentar duis es de = Abstoteles estaba en lo cierto cuando atribuia a Jenofanes una Jhenen infinitamente profunda, as{ como acerca de si tal vez 10 po- Jitamos incluso malinterpretar a Aristteles. Decia que 0” capaz seawontrat las propias palabras de Jendfanes (nuestro B28?) ¥ por consiguiente no estaba seguro. En otro lugar, en su comentari ala Fisica de Arist6teles (22. 22 = DK A31), Simplicio ee tirse desconcertado con Jenéfanes, obviamente debido al conflicto Cae entre los informes del primer y segundo grupo. otro gran erudito de la antigiieds uc nm . eee rete (DIC ae cAlgunos coment ristas de Jenéfanes han mentido sobre é1 de modo malicioso difa- matorio». Menciona a Sabino (quien al parecer informs de asst “principio» de JenGfanes era la tierra) y prosigue: «Pues en rings sitio se puede encontrar que Jenéfanes haya dicho nada por el estilo» Esta observacion hace probable que Galenu (uviese ain acceso Tos escritos perdidos de Jenéfanes Sobre la naturaleza y que aioe To contuviesen ninguna de las observaciones ridiculas que se le atribu- yen en lo que aqui he dado en ilamar el segundo grupo de informes. 4, JENOFANES COMO TEOLOGO FILOSOFICO YY LA INFLUENCIA DE PARMENIDES E ey fsgmeno eve que tenemos de Anaximandro (B1) nos dice Sn gue cm reso moral see poylai pocos ean fa ae todo el mundo siente que se trata de una idea postico- floséfica que merece tildarse de pensamiento profundo, especial mente porgue se debe a un cientifico natural enormemente crea- tivo, Herfe lito consigue también un efecto poético. Aunque sus worn ee de los cuales son tremendamente impresionan- ts no sean possfacn un sentido contemporiineo de la composicién Hees a» Pod ia are que son esa forma de poesia que ahora se iar Neri libre». Parménides, por supuesto, también es- cribe poesia y én él, como Anaximandro y Herdclito, escribe 0 si fuera una especie de profeta: también él tiene un mensa important(simo y también desea impresionarnos con él ve soc enstanes, que de los cuatro es el que parece interesarse més por tos prob sare religiosos, es el Gnico que no se considera a sf mismo sn prof, Argument racinaimente con novos, cosa que fam ea ae aunque su mensaje no posee una autoridad Tobige ce we ax crepe es muy consciente de su falibilidad. ieee joralista, aunque no predica. Todo ello contiere a su lengua un toque de sencillez y modestia.” El lenguaje de Jenfa- pees os impresionante de los cuatro mencionados. No nos 10 una persona pagada de su sabidurfa superior. (Conjeturo tos ale~ sue ésta es una razén poderosa que explica por qué Tos eruditos ae ee fal ver también algunos fl6sofos griegos, no se sent “SY adios por él. Se puede hallar una segunda razon muy C8 ee ln mencionada malinterpretacién de sus ensefianzas °n radicién doxografica griega.) ; “a vr sgnsfanes llega incluso a llevar Ia argumentacion 9 tgotogie 3 ‘itaba los poemas de Hor s De ser un rapsoda que recital yemas de y Hesiod i vi tico radical de ambos ‘ofesionalmente, se convirtié en un cri nbos POR Fuencia de los milesios. Los eriticaba desde un punts sia mo ; relatos hacian que 10s dioses ro- rT Gducativo. Objetaba que sus relatos hacfar as ‘mintieran y cometieran adulterio. Asf que se vio obigago 0 8 vas desde un punto de vista muy critico. reconsiderar sus teologias des ¢ ico, Uno i } de descubrit y atacar un de sus principales logros fue el ab cat un modo de ‘oy dia Hlamamos «antropomorfismo> sls ensar dic Hy noro'y Hesfodo no se han de tomar en serio, senci lamente pO com si fueran personas hu- sque describen a los dioses com ersonas Haments Potclos argumentos de Jenéfanes en forma versificada (de ni traduceién casi literal: B16, B15): i8i Geis aperépors} TMods REAAVES TE ions (se aa GR el xetpag Exov des {Crnot 7) HE Movers | f ypdyen xeipedor xai Eprer teheiv dep Svépes, Tmmot pév 6” tanorot Boes 8¢ ze Bovoly opotcts weal {xe} GeGv LBéag Epadov Kal odpot’ ExOLODY oraane’ ofav mep KoAdz0l Sép0s elxov {Exootot} Los etiopes dicen que sus dioses son chatos y MEBFOS, 1u¢ los suyos tienen ojos azules y son ‘Mientras que los tracios dicen que los suy foal yo los caballos 0 Jos leones tuviesen 8 ibujar [manos y pudiesen dibui centonces los caballos dibujatan [a sus dioses Con todo, si el ganado o las vacas 0 I Y pudiesen esculpir como las personas, como vacas y todos ellos conformarian Como caballos, las vacas como vacas mcasian [Loe cuerpas de los dioses a semejanza, cada tipo, del suyo Pr0P! 1s de extraer de todo esto es que nunca he- La ensefianza que hemo: es ave rca he st jueda critica (altamente critica) mos de relajar nuestra bisqueda critica ( ea i de quienes sostienen un jntentando siempre aprender un pun tad eerente, Mas. fin de evitar el relativismo, hemos de deci 2160 sa fic exo. Lo que deberfamos decir es lo siguiente: . la direc parecer» me parece menos elegante que, digs cosas no Mey ado es sospecha» 0 «Sospechas entretejidas con todors meee: acon un ligero toque de licencia poética, Hews a mi : ee has» ve eevodo no es sino una marafia de sospechasy. . Pues tous Joven el sentido de «tejem», vease por ejemplo los fame sos pasajes de la Odisea 7.235 y 8.276-81 Encuentro muy buen y me parece que quiere En el mismo verso, prefiero traducir &xog por «conjeturas» més bien que por «parecer» (que apenas existe como nombre); y considero que «sospechas» es aquf una forma poética de decir «conjeturas». Con esto termina la detallada defensa verbal que hago de mi tra- duccién. (b) Paso ahora a ofrecer mi interpretacién del fragmento que constituye a la vez una defensa de la importancia de B34 contra el ataque debido a Hermann Frinkel.” Por lo que a mis cortas luces se alcanza, dicho ataque es el intento mas refinado de destruir el sig- nificado de estos cuatro versos importantisimos y realmente magis- wales de Jendfanes. Los versos contienen algo més que una teorfa del cardcter conje- ural del conocimiento humano. Contienen una teoria del conoci- miento objetivo, pues aqui Jendfanes nos ensefia que, por mas que lo que yo diga pueda ser verdad, ni yo ni nadie sabrd que es verdad. Esto significa, no obstante, que la verdad es objetiva: Ia verdad es la correspondencia con los hechos de lo que yo digo, sepa yo o no que tal correspondencia se da. Mas esto quiere decir que la correspon- dencia se mantiene independientemente de que yo lo sepa: la verdad es objetiva; la verdad o falF ‘dad de lo que he dicho depende solo de los hechos. “ ‘Ademds, estos versos contienen otra teorfa muy importante. Contienen una pista acerca de la diferencia entre verdad objetiva y certeza subjetiva, pues JenGfanes dice que, aun cuando exprese la verdad mas perfecta, no lo puedo saber con certeza, sino que s6lo puedo conjeturarlo. Asf que tal vez conozcamos la verdad en un sen- tido hipotético de «conocer», pero no podemos saber que la hemos alcanzado. No hay un criterio infalible de verdad. Nunca, o casi nunca, podemos estar realmente seguros de no andar errados; nues- tras razones jamés son plenamente suficientes. Con todo, Jensfanes no era un pesimista epistemolégico, sino que era un buscador; y en el transcurso de su larga vida, gracias a un reexamen critico, fue capaz de mejorar algunas de sus conjetu- ras, especialmente sus teorias cientificas. En B18, Jen6fanes for- mul6 lo que podrfamos lamar su licencia para buscar: obto1 an’ dipytic névtor Beoi OvATOLW’ InéBeEav, Ad xpdven Enrodvees EpevpionovaL dueivov. Los dioses no revelaron desde el principio, ‘Todas las cosas a los mortales, sino que ellos, con el transcurso del {tiempo, Mediante {a bisqueda, pueden Hegar a conocer mejor 18s cosas. -xplica lo que quiere decir con «conocer mejor ia verdad objetiva, a la cer- B35) dice: Jenéfanes también © las cosas»: se refiere a la aproximacion a I ie na la verdad, a la afinidad a la verdad. En efecto, (en Conjeturemos que estas cosas son como Ta verdad. Es posible que cuando en este fragmento empiea 1a palabra do- seasein (que traduzco aqui por «conjeturar>), Jenofanes aluda a su propia teoria monotefsta de la deidad. Podemos decir que la teorfa de Jen6fanes acerca del conoci- miento humany contiene los signtientes puntos: 1, Nuestro conocimiento consta de enunciados. +. Los enunciados son o bien verdaderos o bien falsos + Te verdad es objetiva. Es la correspondencia del contenido de tun enunciado con los hechos. 44, ‘Mungqe expresemos 1a verdad més perfecta, no podemos saber- for esto es, no podemos saberlo con certeza, Nunca podremos tener razones suficientes. 5, Dado que, en el sentido usual de la palabra, «conocimientor Signifiea «conocimiento cierto», no puede haber _conoci- signific sto puede haber conocimiento conjetural, «pues fodo no es sino una marafia de sospechas». 6; Mas en nuestro conocimiento conjetural puede haber Prosres? hacia algo mejor. 7. Cin ssnoelmiento mejor es una mejor aproximaci6n a la verdad. 3, Pero siempre serd conocimiento conjetural, una marafia de Sos- pechas. Para entender plenamente Ia teoria de la verdad de Jenéfanes re- sulta especialmente importante apreciar su distincién clara entre aaitvad objetiva ¥ certeza subjetiva. La verdad objetiva vs la corres- pondencia de un enunciado con los hechos, sepémoslo 0 no con cage Asi, fa verdad no se ha de confundir con la certest 0 con cece cimiento cierto. Se ha de admitit que quien conoect algo Se certeza ha de conocer 1a verdad, Pero a menudo oevere Oe al- fguien conjetura algo sin saberlo con certeza ¥ 4 dicha conjetura ase hecho verdadera sin que él to sepa. Jendfanes da a entender es de hecho as verdades, que ademas son importantes, ¥ que ne- die conoce con certeza; sf, ji 5 sf, que nadie puede conocer, aun 7 pas is pean conjcur. ‘Da a entender también que pay verdages siquiera i gue ai fe puede conjeturar. Y, por supuesto, esté en lo Incluso hoy dfa hay muchos fil i sofos que piensan que li stl pede tener significado para nosorss de Teco ia porcemos sto es, si la conocemos con certeza. Con todo, es de | i porns el ‘Sonocimniento mismo de la existencia de conocimiento onjetraly, poe tanto, de la verdad no posefda, Hay verdades a | aie slo nos poems apoviar pot tn ole ie sorte, y ouas queda laboriosa, Nuestro camino serpen siempre entre el error; y sin verd rorcy sin enor sempre ene cer yin ve iad no puede haber error (y sin error _hlganas de los puntos de vista qe acsbo de describe ya extaban sendfancs, poss en taco contaro tal vez wo hublera comprendido Jen 0 no hubiera comprendi i * palabras Ya fo tena claro gracias al resultado de Einucins se nu y : gi lea nag neato mejor conocimiento es una marafia de Mu! ae eaten mie ao me encontré con que Kepler tenfa una visio. ~ sejante dol cic al 'y como se puede ver por el siguiente adems que, como pensaba Jen6fanes, | res putden escondemse en hoestas tories mejor corroboradas. La rs pl forfas mejor corroboradas. Li historia, brevemente, es como sigue, Kepler habfa estado rompién a con una desviacién respecto ai medicines que habia hecho Tycho dela ita det plancta Mare, La desviacién era pequea, como explicaen una cart a Christen Longomentanus que habia sido colaborador de Tycho: wi, mi Chris ten, si hubieraquerido dejar en suspenso [una diferencia de] 8 mi- natos, me habriaahorado el enorme esfuerzo de todo el stimo ao @Por qué no supuso jiferenci nil spuso que la diferencia de 8 minutos se inevitable inexactitud de toda medicién?Pareceria una “alia obvia lnindo en cuenta gu a Tea desde la que se tomaban las medi- ions de Tycho, era una plataforma mévil cuyosdesplazamients ee is madas a lo largo de muchos arios mar- anos, hasan que la distancia de Mart al So ‘encediesen siempre wn miso lage a ada espera (calcula segsin Ia hips- ts del cielo), por lo que la inexactitud habri de ser una nexac- Kepler sentia que la situacién era inaceptable, Por tanto ensay6 otras Trayectorias distintas de las circulares, érbitas no-circulazes qqle se usemajaban a un efreulo como una pera gruesa se aseme\t 9 ang manvana, Bastante literalmente eso es Yo que hizo. Maticiaba que la desviaci6n del cfrculo era una desviacién del mundo emp! Aco respecto de la pureza matematica, por lo que no pensé en una Clipse, una entidad matemética sobradamente conocida, sino ave pensé mis bien en formas vegetales. Por consiguiente ensayé dl- versos modelos vegetales antes de revurdar que después de todo la elipse podia encajar. ¥ encajé. ras( Kepler no derivé su hip6tesis eliptica de las mediciones de Tycho, sino que oper mediante ensayo y eliminaciGn de erroret: edinnte el método de conjeturas y refutaciones. [Como se serial6 nds arriba, este caso ilustra también la importancia del cuarto prin- Cipio del Addendum 2 a este ensayo; a saber, que la busqueda de los sweores en nuestras teorfas mejor corroboradas puede llevar a des- cubrimientos de la mayor importancia.] ys creo que el cardcter conjetural de todo nuestro conyci- miento se ute tevelase con toda claridad sin la obra de Newton ¥ Einstein, razén por la cual me pregunté a mi mismo como es que AT eardeter estaba claro para Jen6ianes hace 2.500 afios. He aqui tuna respuesta posible. Inicialmente JenGfanes crefa en la imagen homériea del mundo y de los dioses. Tal vision salt6 hecha peda: sor del mismo modo que ocurrié con mi imagen newtoniana. A él Je salts hecha pedazos merced a su propia critica a Homero, al descubrir que los dioses homéricos eran antropomorfos. En mi caso. la teoria de Newton salt6 hecha pedazos gracias all descubri- snjonto de Einstein de una teorfa alternativa que explica los hechos tT menos tan bien como la de Newton, ¢ incluso mejor que ella. Como Hinstein, Jendfanes sustituy6 por otra la imagen del uni- Verso criticada, y ambos dos eran conscientes de que esta nueva imagen era conjetural. ‘La revelacidn de que Jenéfanes se habja adelantado 2.500 afios @ mi (eorfa del conocimiento me enseiié a ser modesto.” Mas la im- portancia de ser intelectualmente modesto también habfa sido anti Cipada hue mucho por Jendfanes y Séerates. ‘Socrates fue el segundo fundador de Ja tradicién escéptica, aun- ue result macho més influyente. Enseniaba que sélo es sabio quien sabe que no lo es. Por miis que mucha gente Sepa que ésta es 1a en. Sefanza de Sécrates, pocos se dan cuenta de que su «Condcete a ti "a «Conoce culdn poco sabes», asf como de que su exigencia de que el gobernante sea sabio 0 al menos un «amante de la sabidurfa» (un «tilésofo»), pretende pedir al politico que carga su ignorancia. Pocus hun visto que esta exigencia (que concce a wravés de la Apologa de Platén) choca con la interpretacién que hace de ela Plat (en La vepublica) en el sentido de que los fiSso. fos debieran ser reyes y os eyes fos profesinaes misma época, Sécrates y Demécrito realizaron el mi desculbrimionto dice con independencis el ano del oro Amos di jeron, con palabras muy semejantes: «Més vale sufrir ia injusticia que infligirla» (Demécrito, DK, 68845). Esta intuicién, combinada con el conocimiento de cudn poco sabemos, Ilev6 a la tolerancia, tal y como Voltaire ensefié més adelante. etal 6. ACERCA DEL MORALISMO DE JENOFANES: LA DEFENSA DE LA CIVILIZACION CONTRA LOS DIOSES"* (Discutiré ahora el significado de la filosofia autocritic: sett tea de Jenofanes Pero paraelo]nsiderae primero lei guiente objecién importante. Alguien podr-a decir que es corecto sefialar que Jen6fanes, Demécrito y Sécrates no sabfan nada, y cier- tamente es un signo de sabidurfa que reconociesen su propia ‘alta de conocimieno, siendo al vez més sabio an que adoptsen Ia actitud de buscadores de la verdad. Hoy dfa nosotros (0 més correctamente ‘os cientificos actuales) seguimos siendo buscadores de la verdad, pero hoy los cientificos no son sélo buscadores, sino también des- cubridores, pues saben mucho. Tanto que el volumen mismo de nuestro conocimieno cientifio se ha convertido en wn problema srsve, Por consiguiente diffeiimente puede ser oportuno constvir sues ilosofia del conoeimjento sobre la base de I ess socriica La objecién es correcta, aunque sélo con cuatro c i sg bien 2, aunque sé tro consideraciones sob rimero: La sugerencia de que la ciencia actual conoce mucho es correc, aaursiments, ax lies de scomocimieniow nilizada au de manera al parecer inconsiente es ftalmente distinta de la se Jensen y Sgerte, asf como del significado que se le otorga cuando se emplea, con énfasis, en el uso cotdiano. fn efecto, a amos de conocimiento de manera no informal, por «co- ento» siempre entendemos conocimiento ciertor. Si al- ijera «Sé que hoy es martes, aunque no estoy seguro de que hoy sea martes», se estarfa contradiciendo, pues en Is segunda mi- tnd de su frase se retracta de lo que dice en Ja primera. ‘Mas el conocimiento cientifico sencillamente no es conoel- miento cierto. Siempre es susceptible de revision. Consta de conje~ turas contrastables; a 10 sumo, de conjeturas que han sido someti- Gas a las pruebas mds rigidas, pero ain asi consta sdlo de conjer: yas, Se tata de un conocimiento hipotético, de un conocimien' Conjetural. Esta es la primera observacién que queria haces y que por si misma constituye una defensa plena de la aplicacion aa i tia moderna de las intuiciones de Jendfanes y Socrates. Mi segundo comentario a la observacién de que hoy dia con” ccemos tantisimas coxas es como sigue: con casi cada uno de los fuevos logros cientificos, con cada solucin hipotética a un Pro blema cientifico, aumenta tanto el niimero de los problemas sin re- Solver como el grado de su dificultad. Aumentan mucho mas aprisa {que las soluciones. ¥ seria correcto decir que mientras que nuestro svmoeimiento conjetural es finito, nuestra ignorancia es infinita Pero no solo eso, Para el cientifico genuino con sensibilidad hacia fos problemas irresueltos, el mundo se vorlve cada vez mas dificil de entender. He aqui mi fercera observacién: cuando decimos que hoy cone cemos mas que Jendfanes 0 Socrates, probablemente se trate de igo incorrecto siempre y cuando interpretemos

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