You are on page 1of 5

Castro Sánchez, Ricardo León

V-23.134.326
Historia de España.

REINADO DE CARLOS IV Y FERNANDO VII: FINAL DEL DESPOTISMO


ILUSTRADO.

A fines del siglo XVIII y principios del XIX, España vive el fin del absolutismo.
Durante este tiempo tiene lugar la Revolución Francesa un acontecimiento que
marcaría el futuro de la nación, al mismo tiempo en América, se van produciendo
los movimientos independentistas. Esta serie de acontecimientos perjudicarían a
España, la cual sufriría varios problemas en todos los aspectos políticos, económicos,
religiosos, etc. Con la muerte de Fernando VII, muere también la monarquía
absoluta. Aunque es cierto que durante el reinado de estos dos monarcas se agravo
la crisis, también es cierto que ellos no la generaron; esta se veía gestando a lo largo
de los últimos tres siglos, debido a la mala administración de sus antecesores y el
retraso que imponía la Iglesia.

En 1788 cuando asciende al trono Carlos IV, España se encuentra en una


situación económica muy estable. El comercio con las colonias y la agricultura en
Andalucía, Cataluña y Castilla, representaban las principales fuentes económicas. La
actitud de Carlos IV no era la propia de un monarca. Se mostraba muy indiferente
a las cuestiones de la administración, le interesaban más sus pasatiempos como la
caza, la carpintería o coleccionar relojes. Muestra de ello lo presenta Manuel Godoy,
a quien todas las noches el rey le preguntaba “¿qué se ha hecho hoy por mis
vasallos?”1

El marqués de Floridablanca primer ministro durante los últimos años de


Carlos III, seria confirmado por Carlos IV en este puesto. Un año después de
ascender al trono estalla la Revolución Francesa. Floridablanca ordena que las tropas
se movilicen a los Pirineos en la frontera con Francia. De esta manera se pretende
evitar que lleguen a España las nuevas corrientes de pensamiento liberal. Se prohíbe
a los estudiantes ir a las universidades francesas. Cualquier escrito, periódicos o
publicaciones provenientes de Francia quedaban ilícitas. Incluso en las colonias
americanas. Estas medidas tendrían un resultado inmediato, ya que la población
española se mantuvo al margen de esta revolución, solo en algunos círculos de
intelectuales de la alta nobleza se discutían asuntos referentes a las nuevas ideas
liberales. El pueblo (tercer estado) se mantenía indiferente a lo que estaba
ocurriendo en Francia. Floridablanca estaba logrando su objetivo de momento, lo
que no contaba con la reacción del rey quien se mostró en desacuerdo, por las
medidas tan reacias establecidas contra Francia.

1
John Lynch, Historia de España. Madrid, Brosmac.2005. p. 610.
Floridablanca seria depuesto el 28 de febrero de 1792 y su lugar seria
ocupado por Aranda quien intentaría una mejor aproximación con Francia,
mostrándose más apacible moderando las censuras a la prensa francesa. Esto
causaría disgusto entre la alta nobleza, quienes vieron en Aranda un punto de
flaqueza. En noviembre Aranda es derrocado y ascendería a la más alta instancia del
poder Manuel Godoy, quien era conocido como amante de la reina. Dirigirá los
destinos de España entre 1792 y 1808, excepto entre 1798 y 1800, tuvo siempre en
contra a los absolutistas más exacerbados y a los simpatizantes de la revolución.2

El gobierno de Godoy se centró en reformas políticas, educación, económicas,


religiosas y administrativas. Pero donde sería más protagonista seria en la política
exterior, donde se convierte en aliado de Gran Bretaña (1793) después de que los
franceses guillotinaran a Luís XVI. Se inicia así la guerra conocida como la
Convención, donde varias monarquías absolutistas europeas declaran la guerra a
Francia. España invade Rosellón, ante este acto Francia manda a sus ejércitos a
reconquistar Rosellón. Logrando su objetivo toman Girona, Guipúzcoa, Vizcaya,
Álava y Navarra. Finalmente se firma la paz de Basilea, en julio de 1795, donde
España cede la parte oriental de la isla de la Española (lo que actualmente es Haití).

En 1796 se firman los pactos de San Ildefonso, donde España declara la


guerra a Gran Bretaña, convirtiéndose en aliada de Francia. España y Francia
sufrirían varias derrotas, principalmente la derrota naval en el cabo de San Vicente
(1797), donde perdería Trinidad. Gran Bretaña impondría un bloqueo en Cádiz,
intentando un dominio en el Mediterráneo. España se vería afectada principalmente
en el comercio, debido a que los barcos permanecerían en puerto un largo tiempo,
cortando comunicaciones con las colonias americanas. La plata y el oro proveniente
de las indias se retrasarían, sumergiendo a España en una crisis financiera. El
gobierno tomaría medidas económicas subiendo los impuestos. Esto motivaría el
aumento del descontento contra Godoy. En 1797, Godoy dimitiría debido a las
presiones ejercidas por la oposición de los cortesanos. Dejando a España en una
situación muy deficiente económicamente. Era un momento muy crítico para la
hacienda real, que afrontaba un déficit de 800 millones de reales.3

Francisco Saavedra seria el nuevo primer ministro (1798), ejercería este cargo
durante nueve meses. Un grupo conservador y el clero, le obligarían a alejarse. Su
lugar seria tomado por Mariano Urquijo, quien duraría dos años en el cargo. Godoy
volvería a aparecer en escena, aunque no se convirtió en primer ministro –El cargo
recayó en un pariente suyo Pedro Cevallos-4, Godoy ejercería influencia sobre este,
incluso se afirma que tuvo más poder que antes. En 1801, España entra en guerra
contra Portugal (la Guerra de las Naranjas), España aliada de Francia y Portugal

2
S/A. El reinado de Fernando VII y la crisis del antiguo régimen. P. 7.
3
Juan Santana. Carlos IV ¿El último Gobierno del despotismo ilustrado y el primer fracaso del liberalismo en
España? Mérida, Presente y Pasado. Revista de Historia. 2004. P. 106.
4
Ibíd.
aliada de Inglaterra. España terminaría imponiéndose tras dos años de escaramuzas,
hasta que finalmente se firmó la paz en Badajoz, donde Portugal cerró sus puertos
y España recibió la localidad de Olivares. En 1805, España y Francia salen derrotados
frente a los ingleses en Trafalgar. De esta forma España se queda sin flota y las
colonias quedan incomunicadas. Esta alianza con Francia perjudico a España, quien
terminaría adhiriéndose al sistema continental, establecido en febrero de 1807.

En este mismo año Godoy firma con Napoleón el tratado de Fontainebleau


donde se reparten Portugal, una parte seria para Francia, otra para España y una
tercera sería un principado para Godoy. Las tropas francesas para llegar a Portugal
tenían que pasar por España, con esta excusa invadiría la península ibérica. La
derrota de Trafalgar generaría bastante desconcierto entre los nobles y el tercer
estado. Este disgusto desembocaría en el motín de Aranjuez. Entre el 17 y 18 de
marzo de 1808, Godoy es hecho prisionero y Carlos IV abdica a favor de su hijo
Fernando VII el cinco de mayo de ese mismo año. Posteriormente Napoleón reuniría
a Carlos IV y a su hijo en Bayona. Allí obligaría a los dos a abdicar a favor de él y
proclamaría a su hermano José I Bonaparte como rey de España.

El nuevo rey no sería muy bien recibido, el pueblo español se mantiene reacio
ante un rey extranjero. Esto desataría un conflicto conocido como “la guerra de
independencia española”. Este conflicto se desarrollaría en tres fases. La primera
entre junio y noviembre de 1808. Donde 170000 hombres del ejército francés se
ubican en las distintas poblaciones españolas, con el fin de evitar sublevaciones y
alzamientos. El 19 de julio tiene lugar la batalla de Bailén, donde un ejército
improvisado español derrota a uno francés. José I quien recién había llegado a
Madrid tuvo que retirarse a Vitoria.

Una segunda fase entre noviembre de 1808 y la primavera de 1812. Napoleón


organizo un gran ejército de unos 250000 hombres (Grande Armeé) con el cual a lo
largo de estos cuatro años tomaría varias ciudades españolas como Burgos, Madrid
y Zaragoza, recuperando el poder de España. La tercera y última fase de la guerra
fue entre la primavera de 1812 y agosto de 1813. Napoleón tuvo que retirar de
España una parte importante de su ejército, para la invasión a Rusia. Los ejércitos
anglo españoles aprovecharon esta ocasión, aumentando sus tropas. Lo cual
culminaría el 22 de julio de 1812, en la batalla de Anapeles. Las tropas francesas
que quedaban en España iniciaron un repliegue hacia el norte, de esa forma
culminaría esta guerra el 11 de diciembre de 1813, Napoleón firmaba el tratado de
Valencay, restituyendo la corona a Fernando VII.

La guerra produjo daños enormes desconocidos en España: las pérdidas


demográficas (cerca del 10% de la población, es decir, 1 millón de muertos), el
abandono de las tierras de cultivo, la destrucción de caminos, puentes, industrias,
etc., sumieron al país en la ruina. Todo lo conseguido en el siglo XVIII se perdió. El
patrimonio histórico-artístico, en especial el de la Iglesia, sufrió incontables pérdidas,
expolios y destrucciones, fruto del coleccionismo de arte que hizo el estado francés
como del descontrol de las tropas extranjeras en España.5
Durante este periodo de dominio francés los antiguos miembros del gobierno
encabezados por Floridablanca, se instalaban en Cádiz (ciudad independiente del
dominio francés) en un consejo de Regencia (1810). La convocatoria es a la nación
para restablecer y mejorar la constitución fundamental de la monarquía. A este
asisten los diputados de todas las provincias, incluso de las colonias americanas.
Este consejo sesiona durante dos años donde se discute y se sanciona la nueva
constitución de 1812, conocida como la pepa. Esta nueva constitución contemplo
varios cambios. Se deroga la monarquía absoluta tradicional, por lo tanto, se acaba
el antiguo régimen. El rey pierde mucho de sus poderes, en su lugar se instaura una
monarquía parlamentaria. Ocurre una división de poderes, el poder legislativo recae
en las cortes; las cuales representa la voluntad de la nación. El poder ejecutivo recae
en el rey, quien nombra a los ministros, y el poder judicial ejercido por los tribunales.
En marzo de 1813, Fernando VII hace su entrada a España. Primero llega a
Zaragoza, de allí pasa a Valencia donde firma el Manifiesto de los Persas (4 de mayo
de 1814), un decreto por el que se deroga la constitución y todo sus decretos, y da
órdenes para restaurar el absolutismo, entrando en Madrid como rey absoluto. Estos
seis años son conocidos como sexenio absolutista (1814-1820) donde retoman las
políticas del antiguo régimen, se suprime la prensa y se persiguen a los grupos
liberales (afrancesados).
Poco a poco el malestar se fue generalizando. La burguesía comercial se vio
afectada por los procesos independentistas de América perjudicando su negocio, de
esta manera acusan directamente al rey. El ejército también se muestra
descontento, por la preferencia del rey a beneficiar a los grupos aristócratas. Esto
desembocaría en una sublevación militar, comandada por Riego de Cabezas. Quien
gobernaría durante tres años (Trienio Liberal). Los aspectos más importantes de
este gobierno fueron las supresiones a los mayorazgos y señoríos, obligando a los
propietarios que recibiesen rentas de sus tierras, reformas fiscales y restablecimiento
de la constitución de 1812.
A pesar de estas reformas, existe un descontento por parte de las monarquías
europeas, quienes ven a esta reforma como una posible amenaza, ya que puede
alentar a movimientos liberales en otras naciones. Por lo tanto, las potencias
absolutistas (Nápoles, Sicilia, Piamonte, Portugal, etc.) reunidas en Verona (1822),
deciden enviar un ejército a España, restableciendo a Fernando VII en el verano de
1823. Esta nueva etapa comenzaría con una serie de represiones contra los liberales,
ejecutando en primera instancia a Riego de Cabezas. Se establece nuevamente el

5
S/A. El reinado de Fernando VII y la crisis del antiguo régimen. P. 8.
absolutismo (década absolutista). Sin embargo, esta década se caracteriza por
constantes levantamientos liberales. En 1832 Fernando VII cae enfermo. Al no tener
sucesor barón, Fernando VII sanciona la ley Sálica (la cual establece que ninguna
mujer puede acceder al trono). Su hija, la princesa Isabel de tres años asciende al
trono en 1833 tras la muerte de su padre, desatándose el levantamiento carlista.
A la par de la decadencia absolutista, a fines del siglo XVIII y principios del
XIX. Se van gestando los movimientos independentistas en América. Las principales
causas de estos movimientos son el resultado de la mala administración de Carlos
III y Carlos IV, como los controles comerciales impuestos por la Corona, donde las
colonias no podían negociar con los demás países. A esto se le suman la influencia
de las ideas ilustradas promovidas por la revolución francesa, la independencia
estadounidense y el vacío de poder tras la abdicación en Bayona. Por lo que se crean
diversas juntas revolucionarias en las colonias y aprovechando la invasión francesa
a España, proclaman la independencia (1810-1825). Como consecuencia de esto,
España pierde todas sus posesiones en América (excepto Cuba y puerto Rico).

BIBLIOGRAFÍA:
 Lynh, John. Historia de España. Madrid. Brosmac, 2005. P. 676.

 Santana, Juan. Carlos IV: ¿El último gobierno del despotismo


ilustrado y el primer fracaso del liberalismo europeo? Mérida. Presente
y Pasado. Revista de Historia. N° 18, 2004. PP. 101-104.

 S/A. El reinado de Fernando VII y la crisis del antiguo régimen


(1808-1833). Disponible en:
https://ricluengo.files.wordpress.com/2008/03/90-el-reinado-de-fernando-
vii-y-crisis-del-ar1.pdf

You might also like