You are on page 1of 59

Principios

generales
para el proyecto
de detalles
de armado

Comisión 5
Grupo de Trabajo 5/1
Detalles de armado

Junio de 2000

M-3 G E H O - A T E P
La publicación que se encuentra en tus manos tiene sus oríge-
nes en la labor realizada en el Grupo de Tmbajo //E?“Detalk de
armado” de la Comisión 111 “Dimensionamiento” del G ~ p o
Espanol de/ Hormigón GEHO, que postenonnente se fusion6 con
ATEP formando nuestra asociación ACHE. Dicho grupo tenía
como objetivo el estudio de la definición y mpmsentaci6n de las
armaduras pasivas en la dmumentaci6n de proyecto de elementos
estructurales de hormigón.

A diferencia de otros documentos que tratan sobra los detalles


de armado, donde se nos ofrece, a menudo a modo de receta,
una serie de esquemas e indicaciones sobre la disposición de
las armaduras en distintos tipos de elementos, el profesor Roca
nos invita en su texto al análids y la reflexión sobre los wllceptos
básicos que subyacen en el diseno de un detalle de amado.
Su contenido está fundamentalmente orientado a conocer
cómo funcionan las armaduras y por qué, más que a cuantificar
su comportamiento, aspecto este último tratado en multitud de
manuales de hormigón armado.

Esta publicación aparece en un momento en que & nueva


l n s t m i ó n de Hormigón Esfmtura/EHE ha intmdua’do explícita-
mente, w m método Llasiro de cálculo, el método de bie/as y
tirantes. Para su utilizacidny buen aprovechamiento en el Cskulo
de elementos estructurales, y en particular de las amaduras. se
requiere el Conocnniento de la forma de comportamiento de &s
mismas en cada caso concreto. Pues bien, este texto describe
con claridad el funcionamiento de los detalles estructurales,lo que
resune de gran ayuda de cara al planteamiento de los diversos
modelos de bielas y tiranfes necesarias para llevar a cabo su
dimensionamiento.

Por otra parte, la adecuada cwcep6n de los detalles de armado


resulta tan importante como su correcfo dimensionamiento, en
el lugar y momento que resulten necesarias.

En mi opinión, Pere Roca ha tenido el acierto de plantear w n e&-


ridad y wnasión un terna iundamental en el campo del hormigdn
y tratado desde un punto de vista novedoso y muy útil para &
resolud6n de pmb/mas concretos, llenando una &gura dentro
de las publicaciones técnicas del hormig6n.

Gracias, Pere, por ayudamos a comprender el funcionamiento


de las armaduras en nuestras estructuras.

José M*Arrieta Torrealba


PRESIDENTE DE LA CaClSl6N 5
”ESTRUCTURASY ELEMENTOS ESTRVCNRALEC’
Presentación
El proyecto completo de una estructura incluye la resolución de un
conjunto de d8tdleS constructivos por medio de los cuaies el
resultado del adlisis calculísico adquiere su configuradón mate-
rial definitiva. La adecuada resoluci6n de estos detalles construc-
tivos es tan importante como el mismo cálwb para el adecuado
funcionamiento de las eStNCtUraS. En el Wntüxto del hormig6n
amado, el detall8 fundamental reside en la dispxidón de /as
armaduras. De tal disposici6n dependen en gran medida la m-
tructividad, la durabilidad, la funcionalidad y la misma etkienda
resistente de la construcci6n.

Por otra parte, y tal como demuestran estadísticas ampliamente


difundidas, la mayor parte de las disfuncbnes estructurales que
exhiben las construcciones de la edificación o de /a obra civil tie-
nen su origen en defectos de pmy8cto. Nuestra experiencia indi-
ca que, en gran proporckin, tales defectos no son de dlwk,sino
que principalmente provienen de omisiones o de inconecwneS
,en la definicidn de los detalles m t d m s .

El técnico dispone actualmente de diversas publicaciones en /as


que se rewge amplia infonnaci6n acerca de Cómo resolver los
detalles constNclivos relativos al hormigón armado (ver en le
bibliografía). Por su parte, la actual lnstrucci6n EHE ha ampliado
significativamenteel tratamiento de los detalles de armado wn
respecfo a las Instnicnones anteriores.

Seguramente, el “Cdmo”pueda considerarse sumentemente tra-


tado. Por nuestra parte, y mediante este documento, deseamos
abundar en el porqué”, es decic en la revisión de los conceptos
generales que, a nuestro juido, deben guiar le definMn de los
detalles de armado en un estructura de hormig6n. Esperamos que
el técnico halle en este documento un referente conceptual útil
para el prqoósito de la correcta Mnición de los detalles desde
una cierta visión de las causas y de los efectos.

La elaboraci6n de este documento no habría sido posible sin


la contribución de quienes, en su momento integraron el Grupo
de Trabajo sobre “Detalles de armado” del antiguo GEHO. Por su
directa aportación (en el planteamiento o en la revisión), quisiem
expresar mi particular agradecimiento a Enrique GonzCVez Valle
-quien actud como Coordinador del citado Grupo de Trabajo-,
así como a Antonio Aguado, Hugo Corres, Jorge Ley, José A.
Llombart y Carlos Unbam. Quisiera también expresar mi agrade-
-
cimiento a José M*Anieta y junto a él a la Comisión 5 de ACHE-
por el inteds mostrado hacia el escrito y por haber impulsado su
publicacidn.
Pere Roca Fabragat
COORDINAOOR DEL GT511 DETALLES DE A R W
índice
R.lnclpoos genelale8
para el proyecto de detalles de annado

Prólogo .......................................................................... 3
Presentación .............................................................. 5

Capítulo 1: Función de la armadura


1.1 . Funciones básicas de la armadura .......................... 9
. 1.2. Impoitanciadelacorrectadispocici6ndeharmad um. 13

Capítulo 2 Principales requisitos para


el correcto detalle
2.1. Viabilidad de la construcci6n y facilidad de montaje .. 15
2.2. Compatibilidad con el proceso constructivo ............ 19
2.3. Racionalidad ............................................................ 19
2.4. Durabilidad .............................................................. 23
2.5. Eficiencia .................................................................. 24
2.6. Ductilidad ................................................................ 24
2.7. Resistencia al fuego ................................................ 28
2.8. Estanquidad ................................................................ 28

Capítulo3: A.pectOsdeprwect0
3.1. El detalle como prolongaci6n del cálculo resistente .. 32
3.2. Paso del nivel %w%¡h" al nivel "elementoestniclurai" . 32
3.3. Criterios para el armado de zonas especiales ........ 34
3.4. Ejemplos de armado de zonas especiales .............. 35
3.5. Definicidn de la armadura transversal. Uso de
cercos, estribos y ganchos ...................................... 48
3.6. Anclaje de barras bngitudinales .............................. 51
3.7. Representación gráfca y convenciones .................. 55

Bibliografis .................................................................. 62
MOnOgrafk M-3 de ache
Función de la armadura

Capítulo 1
Función de la armadura
1.1. Funciones básicas de la armadura
1.1.1. Revisión de conceptos básicos. Funciones relacionadas
con los Estados Límite últimos
Una primera noción sobre el sentido del armado en estructuras de hormigh atiende inevitable-
mente al papel de la armadura como "retuerzo" ante la escasa capacidad de este material para
resistir tensiones de tracción. Así, esta deficiente resistencia se suple mediante un conjunto de
barras de acero, capaces por su distribución, cuantla y correcto enlace físico-químico con el hor-
migón, de movilizar su rigidez y su resistmcia absorbiendo los campos de tensiones de tracci6n
que las distintas formas de solicitación puedan producir.

En elementos sometidos a tracción simple o compuesta (o tirantes), las barras de armado cons-
tituyen de hecho el único elemento resistente tras la fisuración del hormigón (figura 1).

figura 1. Armado de un tirante.

De la misma forma, las barras de armado aportan la capacidad de resistir tracción en vigas que
trabajen a flexión simple o compuesta. No obstante, es conocido que en el caso de vigas a fle-
xión compuesta, la introducción de una cierta armadura a compresi6n-permite controlar el tipo
de rotura de las secciones críticas, siendo posible dimensionar tal armadura para que la rotura
de las piezas tienda a ser dúctil, es decir, ocurra tras una deformación apreciable.

Ante solicitaciones tangenciales, la armadura transversal absorba los campos oblicuos de trac-
ciones producidos por éstas, y que los modelos basados en la analogía con celosías (plana para
Monogrefia M-3 de ache
Función de la armadura

cortante, tridimensional para torsión) permiten visualizar. El armado transversal típico de una
viga preparada para trabajar a flexión simple y/o a torsión, reproduce de hecho la celosía
supuesta en el cálculo (figuras 2 y 3).

Figura 2. Armado de una viga solicitada a flexión-cortante

Figura 3. Armado de una pieza sometida a torsi6n

En elementos que trabajen a compresión simple o compuesta, el armado contribuye básica-


mente a resistir las tensiones de compresión, permitiendo así utilizar secciones de dimensio-
nes moderadas y por ello funcionalmente adecuadas. En estos elementos, la primera función
de la armadura transversal consiste en evitar la rotura precoz que el pandeo de las fibras indi-
viduales de hormigón o de las barras comprimidas podría producir. Además de ello, el con-
junto de ambas armaduras, organizado en forma de caja tridimensional, produce un efecto
de confinamiento que dota al pilar de un cierto grado de ductilidad y reserva de resistencia
(figura 4).

Este efecto de confinamiento se potencia fuertemente en el caso de pilares de hormigón zun-


chado. Ello se consigue densificando considerablementela armadura transversal, ya sea a base
de cercos muy próximos o bien mediante una armadura helicoidal de escaso paso. El confina-
miento conseguido permite asumir en el cálculo una mayor resistencia del hormigón a compre-
si6n (figura 5).

10
Monografía M-3 de ache
Función de la armadura

U
Figura 4. Armado de una pieza solicitada a compresión.

Figura 5. Armado de un pilar de hormigón zunchado.

1.1.1.2. Funciones relacionadas con los Estados Límite de Servicio

A través de su influencia en la deformabilidad yen la fisuración, la armadura interviene en los


aspectos de durabilidad, funcionalidad y estética asociados al concepto de Estado Límite de
Servicio.

Con la fisuración del hormigón, la armadura experimenta una fuerte puesta en carga y adquiere
así una importancia fundamental en el posterior comportamiento de la pieza. Particularmente, la
cuantia y posición de la armadura influyen directamente en la deformabilidad del elemento, tanto
instantáneamente como a largo plazo, pues estos parámetros inciden muy directamente en la
inercia de las secciones fisuradas.
uanognflr u-a cb eche
Función de la annadura

Al coartar la posrible fluencia del hormigón, la armadura longitudinal reduce sensiblemente la


dpdormabilid diferiáa de las piezas. Ello es especialmente cierto para la armadura embebida
en las partes o cabezas de hormigón comprimido, pues éstas experimentan más directamente
la tendencia del homigón a deformarse por fluencia.

El desarrollo de la fisuración a flexión o tracción simples o compuestas se ve ampliamente


influido por todos los parámetros mecánicos y geométriws relacionados con la armadura. Así,
la cuantía de acero tiene el efecto de dlstribuir la fisuración, aumentando el número de fisuras
pero reduciendo el ancho de las mismas en las zonas tracclonadas. Por el contrario, el ancho
de las fisuras se ve desfavorablemente influido por la separación entre barras, el recubrimiento,
el diámetro, y la tensión de trabajo del acero. Desde este punto de vista, y para una misma cuan-
tía, Interesa utilizar preferentemente barras de pequeño diámetro antes que un menor número
de banas de mayor diámetro y más separadas. No obstante, esto último está en contradicción
con otros criterios de tipo t&nico-econbmico.
1.1.1.3. Funciones secundarias

Además de estas funciones primarias, tratadas de forma sistemática a través del cálculo, se
reconocenotras funclaies secundarias que en la práctica se satisfacen mediante cuantías míni-
mas o disposiciones adicionales, en general reoogidas por la normativa. Bgsicamente son:

- Reducir y coser flsuras susceptibles de aparecer durante el fraguado (fisuras de afogarado),


o bien producidas por la retraccMn o los efectos térmicos ambientales. Las cuantias geomé-
tficas mínimas de armadura que la instniccin €HE define para los distintos tipos de elemen-
tos estructurales tienen principalmente esta finalidad.

- Evitar roturas precoces de tipo frágil causadas por campos de tracciones, primarios o secun-
darios, ante los cuales no se haya previsto una suíkiente armadura de cosido. Las cuantías
mecániais mínimas definidas en €HE responden a este necesidad.

- Asegurar el armado de zonas que, a pesar de no precisar de una armadura resistente, pue-
dan verse afectadas por una fisuración que atente contra la durabilidad o la estética. Ello ocu-
m a media altura de almas de vigas de canto importante, alas de vigas en T, etc (figura 6).
Tal es la función de la armadura de piel.

- Contribuir a resistir los efectos locales de cargas muy concentradas o impactos. Ello se con-
sigue mediante una armadura de fepetfo,típicamente necesaria cerca del paramento supe-
rior de elementos bidmensionales planos, mmo losas o pavimentos.

También se atribuye a las armaduras de piel o de reparto el efecto de atado del recubrimiento al
re%todel vdumen del hormigón, impidiendo que éste pueda desprenderce del cuerpo de la pieza
bajo el efecto del fuego, impactos u otros efectos. Este riesgo de desprendimiento es mayor en
el a s o de recubrimientos gruesos. Por ello, cuando la exigencia en durabilidad o en resistencia
al fuego conduce a formar un recubrimiento espedaknente gtueso, es recomendable disponer
UI(Iarmadura auxiliar en forma de malla eiecftosoldada a medio espesor de éste (figura 7). La
irigtnicCi6nEHE (artículo 37.2.4) menciona la conveniencia de considerar la posible inclusión de
una armadum de este tipo en las zonas de tracción para recubrimientos superiores a 50 mm,
esEsMociendo asimismo su cuantía.

Debe tenerse en cuenta que la introducci6nde esta malla puede resultar eventualmente contra-
producenZe en ambientes agresivos por el peligro de que sus redondos se oxiden y con ello pro-
voquen el desprendkniento acelerado del recubrimiento.
Monografia M-3 de ache
Funci6n de la armadura

piel

Figura 6. Armadura secundaria en una viga.

I I

Figura 7. Armadura especial para recubrimientos superiores a 5 cm.Fuente: EHE.

Además de todo ello, puede ser necesaria una armadura de montaje que permita, en fase de
ejecucicin, establecer una sujeci6n temporal suficientemente rígida (figura 6).

1.2. Importancia de la correcta disposición de la armadura


Los métodos de cálculo habituales para el tratamiento de los Estados Limite de Servicio o Úiti-
mos permiten determinar los principales parámetros relativos a la armadura, especialmente
cuantía y posición. Sin embargo, la correcta definici6n del armado precisa considerar otros
muchos factores que, a pesar de su más dificil cuanticaci6n. inciden igualmente sobre la segu-
ridad y la funcionalidad de las estructuras.
M la M-3 de ache
Función de la armadura

Se suele decir que una pieza deficientemente dimensionada, pero con un correcto detalle de arma-
do, puede no obstante resistir una parte significativa de su carga de diseño. Por el contrario, es
mucho más incierto y peliroso el caso de una pieza correctamente calculada pero mal detallada.
Esta idea se hace evidente cuando un aspecto tan esencial como el anclaje de las barras, por
ejemplo, queda deficientemente materializado hasta el punto de que las barras de armado no
puedan entrar en carga eficientemente. Otros aspectos importantes son el recubrimiento, las
separaciones, las formas de las barras y los doblados, los solapes. las armaduras secundarias
y finalmente, la utilización de dispositivos de sujeción y separación durante la construccion.

En general, la disposición definida a través del detallado debe, por una parte. garantizar la con-
tribución resistente de la armadura hasta los niveles supuestos en el cálculo y, por otra parte,
potenciar aspectos tales como la facilidad de construcción, la ductilidad y la durabilidad, que se
discuten en apartados posteriores.

Por su difícil sistematización o automatización, por el gran número de factores a tener en cuen-
ta (descritos en el apartado Z), y por su incidencia sobre el posterior comportamiento de la
estructura, cabe hablar de un "arte de detallar".
Capítulo 2
Principales requisitos
para el correctodetalle
Además de las condiciones ya mencionadas de facilidad de construcción, durabilidad y ducti-
lidad, se introducen los conceptos de racionalidad, eficiencia y resistencia al fuego. Con ello
se desea recoger una cierta visión de las principales ideas que debe tener en cuenta el técnico
responsable del detallado de armaduras.

2.1. Viabilidad de la construcción y facilidad de montaje


El grado de facilidad de montaje tiene una incidencia económica directa a través del tiempo y de
la mano de obra que requiere la materialización del esquema de armado.

La disposición elegida, además de ser realmente construible en la p&t¡ka, debe buscar una
facilidad de montaje y facilitar la correcta colocación y compactación del hormigón. En definitiva,
el diseno realizado ha de permitir realizar las operaciones de montaje de armadura y hormigo-
nado con un esfuerzo y en un tiempo óptimos. En ello influyen principalmente los siguientes
aspectos:

Separacidn entre barras. Esta, además de respetar los mínimos estrictos establecidos por la
norma, función del diámetro y el tamaño máximo del árido, deberá permitir la distribución del
hormigón en el volumen encofrado evitando la formación de coqueras y facilitando el correcto
manejo de la aguja de vibrado, en su caso, de forma que la compactación alcance efectiva-
mente a todo el volumen de hormigón. En particular, el correcto vibrado mediante aguja puede
resultar muy difícil de llevar a cabo si no se preven separaciones o claros sensiblemente supe-
riores al diámetro de la aguja vibrante de 15 cm como mínimo.

Complejidad de forma. La complejidad de la forma (medible indirectamente por el número de


doblados de las barras) tiende a dificultar la colocación, especialmente cuando las barras se
hallan irnbricadas geométflcamente. Barras de forma compleja, con muchos doblados, pueden
ser de inviable o desproporcionada dificultad de colocación.

Doblado de barras en obra. Las barras de diámetros pequeños pueden ser doblados en obra con
herramientas apropiadas, mientras que las de mayor diámetro (a partir de 10 6 12 mm, en fun-
ción de los medios disponibles) deben ser dobladas en taller. En cualquier caso, es recomenda-
ble prever el doblado en taller del máximo número de barras posible, pues esta operación resub
ta siempre más dificultosa y laboriosa en obra. En el momento de idear la colocación de barras
dobladas, es necesario considerar sus correspondientes radios mínimos normalizados de
M9 de ache
hincipaiea requisitos para el correcto detalle

doblado, puesto que al menos para los diámetros mayores, las dimensiones del doblado son sig-
nifcativas en relación a las dimensiones del elemento estructural y realmente pueden condicio-
nar su geometría y el ordenamiento de barras en su interior, particularmente en zonas comple-
jas como nudos (figura 8).

Figura 8. Ejemplos de conexión jácena-pilar en los que la disposición de barras


está condicionada por las dimensiones de los doblados.

Posibilidad de prefabricar la ferralia. Es posible diseñar disposiciones de conjuntos de barras


prefabricables en forma de cajas rígidas a pie de obra para ser posteriormente transportadas y
colocadas en su posición final. A modo de ejemplo se presentan dos posibles formas de armar
una viga (figura 9), de las cuales la segunda puede ser montada a pie de obra y posteriormen-
te ensamblada con el resto con mayor facilidad y ahorro de operaciones, gracias al uso de barras
en forma de U en la conexión con el soporte (ver apartado 3.4). De forma semejante, el nudo
interior de la figura 10 esta diseñado de forma que sea posible trabajar con cajas de armadura
preformadas para las vigas convergentes.

El uso lo más exhaustivo posible de la malla electrosoldada, elemento prefabricado por exce-
lencia, se halla en esta línea. Además, mediante maquinaria adecuada, es posible doblar las
mallas con gran libertad, extendiendo así su utilización a la prefabricación mecanizada del arma-
do de elementos bidimensionales como losas, soleras, o muros, e incluso de elementos lineales
tales como pilotes, pilares, o jácenas (figura 11).

Peso y tamalio de las piezas. Afectan a la facilidad de manipulación y medios de transporte, de


elevación y de sujeción necesarios.

hfluenc;a del orden de colocacidn. Un esquema de armado fuertemente dependiente del orden de
colocación de las piezas puede requerir un excesivo entretenimiento de organización y control de
las operaciones.Además, puede ocurrir que la rectificación de errores cometidos durante el monta-
je exija deshacer parte del trabajo ya realizado, penalizando así el plazo y el coste de mano de obra.
f:
c .

Figura 9. Posibles soluciones para el armado de una viga en la zona de conexibn


con un pilar de fachada. Fuente: CEB Task Group VW3, 1983.
Figura 10. Armado de un nudo interior. Fuente: The Concrete Society, 1986.

Figura 11. Utilización de malla electrosoldada doblada para el armado


de un pilote prefabricado.
Monografía M-3 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

Casuísfica. Evitar un excesivo número de casos distintos por su diámetro, longitud, forma, tipo
de acero, posición, etc.. siempre actuará en el sentido de reducir el tiempo de colocaci6n nece-
sario y la probabilidad de error.

Esta idea puede convertirse en toda una filosofla de trabajo a través de la racionalizaci6n
del armado.

2.2. Compatibilidad con el proceso constructivo


Un aspecto más de la viabilidad de la construcción reside en la adecuación del esquema de
armado al proceso constructivo, de forma que resulte compatible con la secuencia de fases de
hormigonado y la formación de juntas. Tal adecuación dependerá fundamentalmente del correc-
to diseño y posicionamiento de anclajes y solapos de armaduras. Para que el armado resulte
adecuado al hormigonar por fases, es preciso:

Armar suficientemente las partes levantadas hasta fases intermedias, de forma que éstas
puedan trabajar como subestructuras y movilizar su resistencia frente a las acciones previs-
tas en construcción.

Crear las esperas necesarias para la posterior conexi6n de la obra existente con el resto,
dando a las barras salientes la longitud estrictamente necesaria y evitando que, por su distri-
bución, puedan entorpecer la continuaci6n de las operaciones.

Establecer una conexi6n segura y lo más monolitica posible a través de las juntas, respetan-
do lo establecido por la normativa vigente en relacidn a longitudes mínimas y dktribución de
empalmes por solapo.

La adecuación al proceso constructivo puede hacer interesante el uso de sduciones alternativas


al solapo, como soldadura o manguitos. En la práctica, la soluci6n mediante manguitos puede
tener interbs para dar continuidad a barras de gran diámetro, para reducir una posible conges-
tión de barras en elementos densamente armados, o bien cuando existan restricciones geomé-
tricas que impidan situar una armadura de espera de suficiente longitud.

Un ejemplo de lo comentado en este punto se presente para la sección en cajón de la figura 12,
en la que la distribución de armaduras se ha adecuado al hormigonado por fases previsto.

2.3. Racionalidad
La racionaiización de la disposición de armadura tiene como primer objetivo facilitar tanto la pre-
elaboración en taller como el posterior trabajo de colocaci6n, consiguiendo asi reducir los pla-
zos y la necesidad de mano de obra. Indirectamente, la racionalizaci6n contribuye a un mayor
desarrollo de la mecanización. Los siguientes aspectos tienen importancia:

Longitud de las barras. Conviene reducir el número de longitudes distintas en lo posible. Debe
tenderse a utilizar longitudes comerciales o submúltiplos de bstas, facilitando asi un mayor apro-
vechamiento del acero suministrado.

Forma de las barras. En general, se debe procurar definir barras con el menor número de
doblados posible, tanto para ahorrar mano de obra en taller como para facilitar el montaje. Por
R.

I I

Figura 72. armadura de un paso subterráneo adaptada a la construcción por fases.

otra parte, es muy conveniente reducir la casuistica de formas a un conjunto estandarizado,


como el que propone ISO 4066-1911 (figura 13). Es conveniente evitar en lo posible doblados
no perpendiculares, siendo más recomendable obtener formas complejas por la combinación de
distintas barras. Ello es cierto, en pattiiular. para el armado a cortante de elementos lineales,
donde el uso de cercos verticales en combinación con el armado longitudinal resulta actual-
mente ventajoso desde el punto de vista econbmico frente al uso de barras levantadas, a pesar
de que esta Última solución pueda ahorrar cierta cantidad de acero.

Diámetros. Igualmente, conviene reducir en lo posible el número de diámetros distintos utiliza-


dos. Aunque ello puede conllevar el consumo de una cantidad de acero adicional, resultan las
siguientes ventajas: mayor intercambiabilidad de elementos de armado, más fácil aprovecha-
miento de las longitudes comerciales, reducción de los medios mecánicos y herramientas nece-
sarias para el doblado,.reducclón de la variedad de sujeciones y separadores, reducción de la
casuistica de formas y longitudes de anclaje, mayor facilidad de identificación de los diámetros
de barras acopiadas, reducción del número de acopios, más dificil confusión de diámetros
durante la colocación. También se reduce el número de acopladores mecánicos o se simplifica
el ajuste del equipo de soldadura, en su caso. Es asimismo conveniente utilizar diámetros
mayores antes que varias barras de menor diámetro, aunque ello puede conllevar costes adi-
cionales por las dificultades de transporte, almacenaje y manipulación a que da lugar. Por Últi-
mo, conviene evitar la disposición de barras contiguas de diámetros muy diferentes en un
mismo tipo de armadura (flexión, cortante...), estableciendo un limite para esa diferencia (por
ejemplo. no utilizar en una misma armadura diámetros que disten más de dos escalones en la
serie normalizada).

Calidad del acero. únicamente en casos muy excepcionales estará justificado utilizar más de
un tipo de acero.
Monografía M-3 de eche
Principales requisitos para el mrrecío detalle

CODIGI FORMA EJEMPLOS


-

-
O0 U

-
11
4
12 J r
-
13

-
15

21

25

26

Figura 73. Formas recomendadas por ICO 4066-197.


:ODIGC FORMA EJEMPLOS

31 r--I
-

33
iis

-
-

41

44
IU

-
46
2
n L

51

-
67
O
-
77
o
Figura 73 (cont,). Formas recomendadas por ISO 4066-197.
Monografía M-3 de eche
Principales requisitos para el correcto detalle

Prefabricacidn. Utilización lo más amplia posible de elementos de ferraila premontados en taller


o a pie de obra. Estandarizar los posibles montajes prefabricados.

2.4. Durabilidad
La durabilidad de una obra de hormigón se halla en gran medida controlada por el grado de oxi-
dación susceptible de afectar a la armadura. Son varias las condiciones que deben actuar simul-
táneamente para desatar un proceso de oxidación en un acero embebido en hormigón:

1) Por una parte, en el interior del hormigón el acero queda protegido contra la corrosión gra-
cias a la propia alcalinidad del hormigón, formándose sobre la superficie del acero una capa
de óxido protector, denominada capa pasiva, que impide la disoiución del hierro. La posibili-
dad de que la armadura se oxide resulta básicamente de la desaparición local o total de esta
película pasiva, lo cual puede ocurrir debido a una pérdida suficiente de la alcalinidad del hor-
migón. En la práctica, ello puede verse causado por distintos motivos: debido a un proceso
de carbonatación, debido a la acción de iones cloruro (en ambientes salinos), o bien debido
a un desiavado de álcalis que podria darse por cauw de corrientes de agua.

2) La eficacia del proceso de la corrosión es asimismo función de la suficiente disponibilidad de


oxígeno y humedad en el ambiente. Por ello, la corrosión de la armadura se ve muy deter-
minada por la agresividad del medio ambiente y por el mayor o menor grado de exposici6n
de las estructuras.

3) Por otra parte, para que la corrosión se desarrolle es necesario que, bien a través de la poro-
sidad o bien a través de fisuras existentes, los agentes agresivos puedan entrar desde el aire
hacia el interior del hormigón, alcanzando a la película pasiva. Este Último aspecto depende-
rá a su vez del grado de la compacidad del hormigón, del espesor del recubrimiento, y de las
características (anchura, separación, profundidad) de las fisuras que se formen. De tales fac-
tores, cabe destacar por su importancia a la compacidad del hormigón. En un hormigón exce-
sivamente poroso o con coqueras superficiales, otros parámetros de la fisuracibn (como
aquéllos relativos a las caraderisticas de las fisuras existentes) adquieren menor relevancia.

4) Asimismo es eficaz ante la corrosión el espesor del recubrimiento, debiendo éste aumentar-
se con la agresividad del medio ambiente. No obstante, debe tenerse en cuenta que recubri-
mientos muy anchos, que exijan disponer malla de reparto en medio del espesor de éste,
pueden tener un efecto contraproducente por el peligro de oxidación de esta malla. El pro-
yectista deberá considerar la posibilidad de prescindir de tal malla en estructuras sometidas
a ambientes muy agresivos (por ejemplo, estructuras marinas) que exijan inevitablemente un
recubrimiento importante, o bien utilizar mallas de acero inoxidable.

Las características de la armadura dispuesta tienen influencia asimismo en la durabilldad. En


efecto, la formulación de CEE para el Estado Limite de Fisuracibn (incorporada en el artículo
49.2 de EHE) indica que el ancho de fisura aumenta con el recubrimiento, la separación entre
barras y su diámetro. entre otros factores. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que una arma-
dura a base de redondos de diámetros pequenos y muy juntos puede tener un efecto contra-
producente en ambientes muy agresivos por un doble motivo:

1) Por una parte, una excesiva densidad de redondos puede dificultar el vibrado, produciendo
un hormigón de deficiente compacidad y por ello vulnerable ante un medio ambiente agresi-
vo. Si se desea un alto nivel de protección, debe procederse previendo un recubrimiento sufi-
ciente y asegurando la posibilidad de realizar una correcta compactación, e insistiendo a ser
posible en el control durante ejecución.
Monografía M-3 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

2) Por otra parte, a menor diámetro de barra aumenta la relación entre el volumen de acero y
la superficie expuesta de las barras, por lo que, ante una misma agresividad ambiental, los
redondos tenderán a oxidarse más rápidamente. Por ello, en estructuras no resguardas o
sometidas a ambientes agresivos es muy conveniente tender a disponer diámetros media-
nos. no menores al de 12 mm.

2.5. Eficiencia
Se llama la atención sobre el hecho de que detalles de armado alternativos, igualmente válidos
desde el punto de vista del cálculo, pueden no obstante presentar eficiencias muy distintas. En
efecto, algunos detalles de entre los posibles, ante un mismo problema, exigen una cantidades
adicionales, superfluas, o bien de peso de acero, o bien de trabajo de montaje en taller o en
obra. Obviamente, el técnico debe buscar la máxima eficiencia utilizando para ello el sentido
común y la experiencia disponible aplicada a cada tipo estructural.

2.6. Ductilidad
La ductilidad es la capacidad de las estructuras para disipar o almacenar energía a través de su
deformación, sin pérdida sustancial de resistencia. Esto permite que bajo impactos o deforma-
ciones cíclicas de gran amplitud se disipen cantidades importantes de energía mediante un com-
portamiento anelástico sin pérdida sustancial de resistencia.

A nivel de estructura global, esta propiedad depende de su monolitismo y a su vez de la ductiii-


dad de sus partes. A nivel del elemento o de sección, la ductilidad es consecuencia directa de la
cuantía y disposición de la armadura.

En zonas sismicas o en estructuras sometidas a impactos, tal propiedad es fundamental. De


forma más gbneral, esta propiedad introduce una seguridad adicional frente a acciones impre-
vistas (incluyendo posibles deflagraciones, impactos, etc.), por lo que siempre es deseable en
mayor o menor grado. El detalle del armado interviene en la ductilidad de los elementos estruc-
turales a través de los siguientes aspectos:

1) El control del dominio de deformación en rotura de las secciones. A través de la disposición


de la armadura de trabajo a flexión, no Únicamente se asegura la resistencia de la pieza, sino
que además es posible controlar la deformación de las secciones en rotura. En general inte-
resará conseguir formas de comportamiento ductil en rotura, para lo cual se deberá procurar
que la sección alcance su agotamiento con una deformación en el acero superior a la de su
límite elástico (armadura infracrítica).La introducción de una armadura adicional a compre-
sión dota de ductilidad a las piezas sometidas a flexotracción. y en particular constituye un
recurso válido para conseguir una rotura de tipo dúctil.

2) La definición de detalles específicos en las uniones y zonas especiales, asegurando un sufi-


ciente efecto de atado entre elementos y, por lo tanto, un mayor grado de monolitismo. Para
ello es preciso que todas las superficies de unión entre elementos (hayan sido o no hormi-
gonados en una misma fase) se hallen cosidas por barras de acero bien ancladas en cada
una de las partes (figura 14).

La formación de juntas en zonas sometidas a esfuerzos cortantes significativos debe rea-


lizarse considerando el Estado Límite de Agotamiento por Esfuerzo Rasante (también llamado
de cortantefncción), tratado en el artículo 77 de EHE. Casos típicos que exigen considerar

24
Monografia M-3 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

figura 14. Disposici6n de armadura que potencia el monoliismo.

figura 75. Ejemplos de juntas entre hormigones en las que es preciso considerar
el Estado Límite Último de Esfuerzo Rasante.
Monografía M-3 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

tal estado limite son, por ejemplo: (a) juntas en entramados situadas en cara de pilares. (b) unión
de pilares o muras a sus cimentaciones, y (c) forjados apoyados en pantallas construidas en
una fase anterior (figura 15). Incluso considerando este cálculo, es probable en estos casos
la aparición de una fisura en la superficie de contacto.

3) Estrechamente relacionada con lo anterior está la conveniencia de asegurar la continuidad


estructural, de forma que las zonas de unión estén preparadas para transferir eficazmente los
esfuerzos hiperestáticos que el trabajo conjunto de las partes o elementos pueda generar
(figura 16). Ello debe ser considerado con especial importancia en la unión de partes prefa-
bricadas con otras de hormigón colocado in cifu.
.--
_ -_ .~
..

Hormigón vertido
/"ir situ"

SECCION A-A

Figura 16. Disposiciones de armadura que potencian la continuidad estructural frente a otras
posibles. Ejemplo de la unión de una viga de puente a losa superior (a) y de un forjado de losas
prefabricadas en zona de apoyo (b).

4) La generación de estados de tensiones de compresión biaxiales o triaxiales mediante una


armadura transversal suficiente. En condiciones de confinamiento biaxial o triaxial, el horrni-
g6n muestra un comportamiento sensiblemente más dúctil, admitiendo mayores deformacio-
nes hasta rotura, y alcanzando ésta para valores superiores al de compresión uniaxial. La
intensidad y profundidad de este efecto dependen de la disposición y densidad de armadu-
ra, tal como ilustra la figura 17; en las normativas de proyecto existen formulaciones que per-
miten cuantificar este efecto.

Se consigue dotar de cierta ductilidad a los entramados aumentando a propósito la armadura


transversal de jácenas y pilares en su contacto con nudos. Ello debe ser tenido en cuenta en
zonas de riesgo sismico, y así lo recoge el Anejo 12 de EHE. en el que se proponen las condi-
ciones que deben verificar soportes y vigas para estructuras con nivel de ductilidad alto o muy
alto (fgura 18).

Tal como se comentó en el apartado 1, este efecto se potencia fuertemente en el caso de pila-
res de hormigón zunchado, en los que se consigue aumentar muy considerablemente su resis-
tencia y ductilidad mediante la disposición de una densa armadura transversal de tipo helicoidal
o a base de cercos.
MonogmfiaM-3 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

Cercos circulores (b) Cercos rectangulares


o espirales con gonchos

Cercos rectangulores
solapados

(d) Confinamiento producido (e) Confinamiento producido


por barras transversales por borras verticales

Figura I Z Efecto de confinamiento del hormigón producido por la armadura


transversal en pilares. Fuente: Park, 1992.

27
Monograffa U4 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

2h 2 2h
ZONAS L EXTREMA L CENTRAL EXTREMA
1 1

I fi5crn I l I
SEPARACIONES ss S S
DE CERCOS h/4 h/4

figura 78. Detalle del armado de pilares y de jácenas para estructuras


muy dtktiles. Fuente: EHE.

2.7. Resistencia al fuego


El comportamiento ante el fuego de las estructuras de homig6n se halla condicionado principal-
mente por la posible diiataci6n y consiguiente pérdida de capacidad de carga de la armadura prin-
cipal. Por ello, la resistencia al fuego viene en gran medida determinada, como la corrosión. por
la efectividad del recubrimiento como protección, la cual a su vez dependerá del grosor de éste y
de la compacidad del hormigón. La resistencia al fuego, medida en forma de periodo de tiempo
resistido hasta colapso, depende directamente de la magnitud del recubrimiento. Ello queda refie-
jado en el método de comprobación mediante tablas incluido en el Anejo 7Qde €HE.

Complementariamente, se debe disponer un correcto enlace entre la armadura y el mismo


recubrimiento, impidiendo que éste se desprenda por efecto del fuego. Cuando por protecci6n
al fuego se hace necesario un recubrimiento importante, deben disponerse los medios para
asegurar el eficiente atado de la capa de hormigón exterior a la armadura aún bajo los efectos
del fuego. Ello puede realizarse mediante la disposición de una malla de reparto en medio del
espesor del recubrimiento en la zona de tracci6n, tal y como se ha descrito en el apartado 1.1.

2.8. Estanquidad
En muros de contenci6n y depósitos, la disposición de armadura en esquinas o encuentros con-
trola el grado de estanquidad conseguido. Obviamente, este criterio lleva a definir disposiciones
semejantes a las que interesan por monolitismo o continuidad estructural (figura 19).
Monografía M9 de acha
Principales requisitos para el correcto detaib

c
1

i;' 1 CONTINUIDAD DE CERCOS


-L,

I;, EN EL NUDO

1
t-
L ,~br30cm,~
-P-===t
Figura 76 (cont.). Detalle del armado de pilares y de jácenas para estructuras
muy dúctiles. Fuente: EHE.
Monografía M 3 de ache
Principales requisitos para el correcto detalle

figura 19. Detalle de armado en muros que favorecen la estanquidad.


Fuente: ACI Detailing Manual, 1980.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Capítulo 3
Aspectos de proyecto
3.1. El detalle como prolongación del cálculo resistente
La adecuada definición en proyecto del elemento estructural de hormigón armado exige, ade-
más de los pertinentes cálculos resistentes, el diseño de la disposición de la armadura, inclu-
yendo los detalles necesarios. Para abordar este segundo aspecto, el proyectista debe utilizar
criterios resultantes de la experiencia y la buena práctica, hallando el compromiso adecuado
entre los requisitos descritos en el apartado anterior.

En cierta medida, el posterior comportamiento de la estructura depende del esquema de arma-


do elegido. Distintas formas de disponer la armadura, igualmente válidas desde el punto de vista
resistente, pueden producir un comportamiento sensiblemente distinto en cuanto a deformabi-
lidad y fisuración y, en ultima instancia, en cuanto a durabilidad.

La función del ingeniero proyectista se extiende hasta la completa definición, sin ambigüedades,
de la forma de armar deseada, determinando completamente los aspectos de los que depende
la eficiencia y correcto trabajo de la armadura a corto y largo plazo. Esta definición debería
incluir:

- Diámetros y número de barras principales y secundarias


- Posición de las barras
- Formas y longitudes
- Geometria y longitudes de anclajes
- Posición exacta de solapos
- Separación y forma (detallada) de estribos o cercos
- Definición de la armadura de piel
- Información especial

Sólo ciertos aspectos más especificos, tales como radios minimos para el doblado o separación
rninirna entre barras, se hallan expiicitamente reglamentados, residiendo entonces la responsa-
bilidad del proyectista en asegurar que tales prescripciones resulten compatibles con el esque-
ma de armado definido.

Actividades tales como la realización del despiece, incluyendo la definición de cotas y longitudes
exactas de barras, la definición de la armadura de montaje, el establecimiento del orden de colo-
cación y la definición completa de sujeciones y separadores, pueden confiarse eventualmente al
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

constructor, sin que por ello adquieran un valor menos proyectual. Sin esta información, el pro-
yecto debe completarse para permitir una adecuada y eficaz puesta en obra. Este grupo de acti-
vidades debería incluir asimismo la distinción entre piezas a doblar en obra y piezas a doblar en
taller. La tabla 1, adaptada de otra tabla semejante de ACI Detailing Manual, establece la longi-
tud y radio de doblado mínimos de las barras para que, en principio, puedan ser tratadas en
obra; en otro caso, debería preverse la realización del doblado en taller.

Tabla 1. Radios mínimos y longitudes mínimas asociadas


de barras manipulables en obra segun ACI Detailing Manual

Diametro (mm) Radio (m) Longitud (m)

10,o 1,s 35
12,o 35 3,5
16,O 5,O 3,5
20.0 13.0 3.5
25.0 13,O 10,o
32,O 36.0 10,o

En cualquier caso, la definición de los tipos de sujeciones, separadores, y empalmes mecánicos


o de las condiciones para la realización de la soldadura, en su caso, han de ser totalmente defi-
nidas por el proyectista en el Pliego de Condiciones.

Todo ello deberá hallarse contenido en los esquemas constructivos haciendo consfar fa planta y
el alzado de los elementos armados, as¡ como el número de secciones necesario para asegurar
la correcta colocación de la armadura. Estos esquemas deben permitir a la vez una lectura razo-
nablemente fácil.

3.2. Paso del nivel “sección” ai nivel “elemento estructural”


Las dificultades que surgen en el paso del nivel “sección” al nivel “elemento estructural”, constitu-
yen un aspecto significativo de la prolongación del cálculo resistente a través del correcto detalle.

Entendemos por “nivel sección” aquel nivel de estudio acometido mediante métodos de cálculo
en servicio o en rotura a partir de las distribuciones de esfuerzos obtenidos del análisis estruc-
tural basado en la hipótesis de Bernouilli (las secciones normales a la directriz se mantienen pla-
nas tras la deformación del elemento). Para este nivel existen métodos de dimensionamiento y
comprobación bien establecidos de los que se desprenden los parámetros que definen la arma-
dura en las partes lineales (o unidimensionales) de las estructuras.

Sin embargo, la definición del armado en una estructura completa exige asimismo tratar nudos,
macizos y zonas especiales en general sometidas a fenómenos tensionales complejos.

En una estructura es posible establecer una distinción entre zonas “B”,que cumplen la hipóte-
sis de Bernouilli, resultando su dimensionamiento del cálculo a nivel sección, y zonas “ D (de
detalle, disturbado o discontinuidad), en las que las distribuciones de deformaciones son más
cohplejas y los cálculos habituales no son en principio suficientes. Las posibles zonas “D’
corresponden en general a esquinas o nudos de pórticos, ángulos, discontinuidades, huecos,
y zonas situadas bajo cargas concentradas o sobre apoyos puntuales (figuras 20 y 21).
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

en una estructura genérica. Fuente: EHE.

Figura 27. Ejemplos de zonas r < D m . Fuente: Siaich et aL, 1987.


Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Así, los métodos y criterios bien establecidos en los que el proyectista utiliza habitualmente para el
cálculo y el detallado de las zonas " B no son realmente extensibles a las zonas " D . En la práctica,
el proyectista se ha basado principalmente en la experiencia y en el sentido común para definir correc-
tamente el armado de zonas "D". El tratamiento de la estructura global resulta asi heterogéneo y,
eventualmente, también lo es el nivel de eficiencia o de seguridad alcanzado en las distintas zonas.

La operación del paso de nivel sección a nivel elemento incluye en particular el muy importante
aspecto del anclaje de las barras en nudos y esquinas de pórticos. Los problemas más elemen-
tales pueden resolverse mediante las formulaciones propuestas por las instrucciones española
y europeas vigentes. No obstante, en la práctica aparecen frecuentes casos no directamente
resolubles mediante tales formulaciones elementales y que, por ello, precisan de ciertas consi-
deraciones adicionales.

Ello ocurre en particular cuando, debido a la escasa dimensión del pilar que se encuentra con el
dintel, no es posible introducir un anclaje por prolongación recta o por patilla a partir del eje del
pilar. Estos últimos aspectos se desarrollan en los apartados 3.5 y 3.6.

3.3. Criterios para el armado de zonas especiales


Los modelos basados en la reproducción de celosías formadas por bielas representado a los
campos de compresiones en el hormigón, y tirantes representando armadura traccionada. son
de gran utilidad para visualizar y hasta cuantificar mecanismos resistentes en zonas especia-
les de hormigón armado. Según Schlaich y otros (1987), la analogía con celosías de bielas y
tirantes puede ser considerada como la base más racional y científica para el diseno de ele-
mentos de hormigón armado fisurado sometido a efectos de flexión, cortante y torsión, siendo
por otra parte aplicables en el estudio de efectos del hormigón armado a distinta escala: a nivel
de micro-modelo, tratando de fenómenos muy locales tales como el anclaje de barras, su sola-
po, fenómenos de adherencia, fricción, etc.; a nivel de zonas especiales en estructuras, tales
como nudos de entramados; a nivel de elementos estructurales especiales, como vigas de gran
canto, ménsulas cortas... Y finalmente, para el estudio profundo de segmentos lineales de
entramados (zonas B) sometidos a solicitaciones puras o combinadas, incluyendo el efecto del
pretensado.

Se defiende el uso de estos modelos incluso para estudios en servicio, incorporando a este efec-
to la contribución resistente a tracción del hormigón intacto entre fisuras (tensión stiffening).

El trabajo de estos autores sistematiza con gran generalidad y rigor la utilización de estos mode-
los como técnica general de dimensionamiento de elementos de hormigón armado o pretensado
en combinación con el análisis estructural convencional o el análisis mediante elementos finitos.

La modelización mediante bielas y tirantes pone en evidencia un aspecto que se relaciona direc-
tamente con la idea del detalle como prolongación del cálculo. Para una misma solicitación, y
una vez valorada la cuantia de armadura necesaria, el proyectista puede optar por diversas for-
mas posibles de armar el elemento, todas ellas válidas mientras, según tal modelo, exista en
condiciones de rotura una situación de equilibrio entre fuerzas. La auténtica forma de rotura, al
fallar la estructura, depende directamente del esquema de armado elegido. Las figuras 25 a 35
ilustran este razonamiento para el caso de diversos elementos, mostrando mecanismos resis-
tentes alternativos y los armados resultantes, a los que corresponden distintos esquemas de
fisuración en condiciones de rotura. En definitiva, existe una dependencia directa entre el tipo de
armado utilizado y el tipo de rotura obtenido, con independencia de que ésta ocurra para un
mismo nivel de carga.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

No obstante, los modelos de bielas y tirantes deben verificar ciertas condiciones, sistematizadas
también por los citados autores:

1) La movilización del mecanismo ideado desde el estado elástico intacto de la estructura, hasta
su configuraciónfinal en rotura, debe producir giros posibles en los nudos de la celosia. Para
ello debe existir una suficiente ductilidad o capacidad de rotación que posibilite el adecuado
desarrollo del mecanismo resistente.

2) En servicio, el elemento armado en coherencia con cierto mecanismo, debe presentar una
fisuración y una deformabilidad aceptables.

Es de notar que aunque el equilibrio y$ por tanto, la seguridad queden garantizados dispo-
niendo un armado coherente con un mecanismo arbitrario pero equilibrado, el comporta-
miento resultante en servicio y hasta rotura puede ser muy variable en lo relativo a la fisura-
ción y a la deformabilidad.

3) El mecanismo ideado (y el armado correspondiente) debe prever la posible formación de


campos de tracciones secundarias susceptibles de producir una excesiva fisuración o inclu-
so una precoz rotura frágil.

Los tres requisitos anteriores convergen en un concepto importante y esclarecedor: el diseño de


los mecanismos resistentes debe de hallarse orientado por un calculo elástico previo que per-
mita detectar los campos de compresión y tracción más significativos, con sus intensidades,
direcciones y desviaciones, al cual la geometría de la celosia ideal deberá adaptarse.

Por otra parte, es también cierto que la mejor solucidn surge a l seleccionar el mecanismo con
menor longitud total de firantes. Ello es así puesto que en los tirantes se concentra la mayor
parte de la deformación de la celosía, de forma que al minimizar su longitud se minimiza asi-
mismo la energía de deformación. (Más estrictamente, la cantidad a minimizar es la energía de
deformación acumulada en tirantes, obtenida como integración del producto de las deformacio-
nes y tensiones en toda su longitud.) Esta idea puede utilizarse como criterio para la optimiza-
ción del armado, tanto frente o Estados Límite de Servicio como frente a Estados Límite Últimos.

La instrucción EHE, recientemente aparecida, admite y desarrolla ampliamente el método de


bielas y tirantes. En particular, esta instrucción introduce unos principios generales de utilización
en su articulo 24g y dedica su capitulo lo* al establecimiento de la capacidad resistente de los
elementos que integran un modelo de este tipo (bielas, tirantes y nudos). Además, gran parte de
las soluciones relativas a elementos estructurales aportadas en el capitulo 12p se basan direc-
tamente en la aplicación de este método.

Al plantear el método de bielas y tirantes, la instrucción EHE opta por formalizar únicamente las
comprobaciones de tipo resistente; sin embargo, adopta criterios y limitaciones que, en la prác-
tica, producen cuantías y formas de armado que aseguran un control adecuado de la fisuración.

3.4. Ejemplos de armado de zonas especiales


A modo de ejemplo se presentan mecanismos y armados para distintas zonas y elemen-
tos estructurales especiales, incluyendo diversas alternativas posibles. En cada caso se pre-
senta el mecanismo ideado junto con el esquema de armado al que da lugar. Los ejemplos
recogidos complementan o amplían en alguna medida los casos recogidos en el capítulo 12p
de EHE.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

3.4.1. Nudos sometidos a momentos negativos

Cuando dintel y soporte son de dimensiones comparables, un mecanismo simple como el indi-
cado en la figura 22, basado en la visualización de las compresiones diagonales generadas en
el nudo, resulta suficiente para justificar el equilibrio. Obviamente, la biela diagonal debe enten-
derse como un campo de compresiones en abanico.

Figura 22. Modelo básico para nudo sometido a momento negativo.

0) b) C)

Soluciones vólidas Inadecuada

Figura 23. Esquemas de armado altetrnativos en la unión entre dintel y pilar.

En este caso, la única precaución reside en asegurar el adecuado anclaje o solape de las barras
que transmiten las tracciones producidas por los momentos negativos actuantes, ya sea median-
te una armadura en U, o solapando la armadura del pilar con la del dintel en una sección sufi-
cientemente alejada de las máximas tracciones (figura 23).

Si la longitud de anclaje "A" que se obtiene mediante la pieza en U es suficiente, entonces la


solución (a) resulta ventajosa desde un punto de vista constructivo al evitar la disposición de
esperas desde el tramo inferior del pilar.

Por el contrario, cuando esta longitud es insuficiente -caso (b)- es preciso prever unas barras de
espera en el pilar, las cuales resultan inconvenientes durante la construcción tanto por su longi-
tud como por su forma.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Cuando el pilar tiene continuidad en altura, el anclaje de la armadura del dintel debe de mate-
rializarse de la misma forma de acuerdo con los esquemas (a) y (b), es decir, utilizando barras
en U o bien doblando la armadura principal del dintel hacia el tramo inferior de pilar.

Scott (1992) ha demostrado experimentalmente que, en el caso de embeber tal armadura en el


tramo superior de pilar (c). lo que constructivamente es muy ventajoso, la unión pierde eficien-
cia y a la vez adquiere un comportamiento eminentemente frágil en rotura, por lo que este
recurso debe ser en principio descartado.

Concretamente, se observa que en este tipo de uniones en las que las barras quedan em-
bebidas en el tramo superior, el fallo por pérdida de capacidad de anclaje se anticipa siem-
pre al desarrollo de una rótula plástica. Por otra parte, el detalle de tipo (b), con la barra
doblada hacia abajo, resultará preferible a la unión mediante barras en U cuando la ducti-
lidad constituya una criterio de diseño prioritario, tal y como Ocurre en el caso de estructuras
sismorresistentes.

En el caso de fuertes concentraciones de barras en nudos muy cargados, dobladas de forma for-
zada con radios inferiores a los mínimos, se puede producir una fisuración radial por excesiva
compresi6n en las bielas que convergen en el vértice interior. Ello puede exigir la colocación de
una armadura de cosido perpendicular a las fisuras radiales (figura 24).

Armadura ds cosido

"""\ A
1+1
lil

Figura 24. Nudo con armadura de cosido. Fuente: Leonhardt, 1987

En el caso de dinteles de gran canto sobre pilares estrechos, es necesario tener en cuenta que,
tal y como detectan los mecanismos ideados (figura 25),aparecen fuertes tracciones transver-
sales a media altura del dintel que exigen de una correspondiente armadura. El mecanismo (a)
se adapta a la colocación de una armadura horizontal, mientras que el (b) representa mejor el
equilibrio conseguido al introducir armadura diagonal en el nudo.

3.4.2.Nudos de pórticos múltiples


Cuando existe un sensible salto de momentos entre pilar superior e inferior, en un nudo extre-
mo, es necesaria una armadura capaz de absorber los campos diagonales de tracciones que
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 25. Dintel de gran canto sobre pilar estrecho.

en tal caso aparecen. Esta situación puede modelizarse como combinación de los tres mecanis-
mos (a), (b), (c) de la figura 26, cuya participación relativa en el mecanismo global puede inferir-
se directamente de la condición de equilibrio. La conveniencia de colocar una armadura diagonal
cosiendo el vértice interior del nudo, además de una armadura interior oblicua necesaria para
transferir correctamente las tracciones diagonales, resulta de la participación de los mecanismos
(c) y (b) respectivamente. Como ya se ha indicado, tales armaduras pueden ser prescindibles si
los campos de tracción mantienen intensidades suficientemente moderadas de forma que el hor-
migón, con su margen de resistencia a tracción, pueda absorberlas sin fisurar.

3.4.3. Nudos sobre pilares con fuerte salto de momentos


Cuando en la unión entre dintel y pilar se da un fuerte salto de momentos, el esquema de arma-
do más convencional es insuficiente, siendo preciso cruzar las armaduras salientes del pilar para
que absorban el campo diagonal de tracciones que la celosía permite detectar (figura 27). Ello
puede ocurrir en particular cuando el dintel tiene un espesor sensiblemente inferior al del pilar,
o bien ante un cambio brusco del ancho del pilar.

3.4.4. Nudos sometidos a momentos positivos


Esta situación, susceptible de aparecer en entramados solicitados por sismo o viento, produce
fuertes tracciones diagonales tanto según el eje del nudo, en contacto con el vértice, como
normales a aquél, a media altura (figura 28). Son diversos los posibles mecanismos de bielas
y tirantes que permiten entender el equilibrio, justificando distintas formas de disponer la arma-
dura (figura 29).
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 26. Nudo de p6itico múltiple. Fuente: Leonhardl, 1987.


Peligro de
lNCoRRm0 Rsumci6n

u
(4

F i g m 27. Nudo con fuerte salto de momentos.

figura 28. Mecanismos y posible armado de nudos sometidos


a momentos positivos. Fuente: Leonhardt, 1987.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

A-A
U B-B

Figura 29. Mecanismos y posible amado de nudos sometidos a momentos positivos.


Fuente: Schlaich et aL, 1987.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

U ~

u
~

I I /'
I
-
'
I

U
u
~

Figura 30. Fisuración de nudos de p6rtico con distinto armado.


Fuente: Leonhardt, 1987.

Ante momentos positivos elevados es necesario colocar la armadura diagonal normal al eje que apa-
rece en los mecanismos más elaborados. Es interesante observar que existe una estrecha correlación
entre el tipo de fisuración obsewado y el esquema de armado elegido, como muestra la figura 30.

3.4.5.Ángulos y piezas curvas


Se trata éste de un detalle muy semejante al de nudos de pórticos ante momentos positivos, en
el que es igualmente necesario introducir una armadura transversal, apoyada en una armadura
longitudinal para atar los vértices de los ángulos ante la tendencia a separarse de la estructura
que experimentan por efecto del empuje al vacio que producen los campos convergentes de
compresiones y tracciones (figura 31).

En el caso de una pieza curva es necesario introducir un estribado capaz de desviar gradual-
mente los campos de tracciones y de compresiones; su capacidad mecánica por unidad UScde
longitud puede inferirse de las curvatura de las armaduras longitudinales, como:

U.t = máx (b U., k. U:)


Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 31. Angutos y piezas curvas.

Siendo U., U'. la capacidad mecánica de las armaduras a tracción y a compresión respectiva-
~ respectivas curvaturas (véase también el artículo 64* de EHE).
mente y k., k ' sus

3.4.6.Cargas cercanas a apoyos en vigas

Para movilizar enteramente un mecanismo en celosía a cortante-flexión en una viga. debe exis-
tir una distancia mínima entre el punto de aplicación de la carga y el apoyo. Si ello no ocurre
por hallarse la carga demasiado cerca del apoyo, entonces se tiene alguna de las siguientes
situaciones:

Si la distancia "a" (figura 32 a) es inferior a la cuarta parte del canto de la viga, la transmisión de
la carga al apoyo se realiza de forma directa a través de una biela oblicua, pudiendo aparecer
tracciones transversales importantes por efecto de la abertura de las líneas isostáticas de com-
presión, que exigen de un armado transversal distribuido en altura.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

..

Figura 32. Cargas cercanas a apoyos en vigas.

Para una distancia ua” superior a la cuarta parte e inferior a la mitad del canto, la transmisión es
asimismo directa. Sin embargo, es necesario en este caso prever la formación de un campo peri-
metrai de tracciones por efecto de la incurvación de la biela (figura 32 b).

Finalmente, para valores de ”a“ superiores a la mitad del canto e inferiores aproximadamente a
una vez el canto, el mecanismo de transmisión es una combinación de celosía y transferencia
directa. Para estos dos últimos casos es preciso introducir un refuerzo suficiente a base de
armadura transversal en zona de apoyo (figura 32 c).
Monografia M-3 de ache
Aspectos de proyecto

3.4.7.Ménsulas cortas
A modo de ejemplo se presentan distintos mecanismos posibles, con sus armados. La elección
de uno u otro dependerá de aspectos tales como la intensidad de las solicitaciones (y la previ-
sible importancia de las tracciones secundarias), la geometría de la ménsula y, en particular, la
dimensi6n del vuelo relativa al canto, y el tipo de armado propio del pilar.

El mecanismo (a) de la figura 33 da lugar a la formulación de referencia para el Cálculo de mén-


culas cortas, dando lugar a las formas de armado más convencional, recogidas en la normativa

Anclaje por
doblado
harizantal.
soldadura o
prolongación

Figura 33. Amado de ménsulas cortas.


Monograffe M-3 de ache
Aspectos de proyecto

española vigente. El tercer mecanismo (figura 33 c) constituye una variante del anterior en el que
quedan representadas las tracciones diagonales susceptibles de aparecer en la ménsula al apli-
car sobre esta una carga especialmente intensa. El segundo (figura 33 b) es aplicable a mén-
sulas en las que la distancia "a" entre la línea de acción de la carga y la sección adyacente al
soporte es mayor al canto Útil 'd" en esta sección, por lo que tiende a formarse una celosía de
viga en voladizo. El cuarto (figura 33 d) prevé la retención de las compresiones oblicuas produ-
cidas por la carga, total o parcialmente, mediante su suspensión de una armadura vertical del
pilar. Esta situación se dará en nudos en los que además se verifique un cambio de signo del
momento Rector del pilar, o bien, de forma semejante, en ménsulas colgadas.

3.4.8. Juntas a media madera


El amado tipico de una junta a media madera resulta de la combinación de los mecanismos (a)
de suspensión vertical y (b) de suspensión oblicua (figura 34).A este efecto conviene conside-
rarse una participación del segundo mecanismo superior al 30 YO.

I I

Figura 34. Armado de juntas a media madera.


Monografía M-3 de 8 C h 0
Aspectos de proyecto

3.4.9. Micromecanismos

Aparecen al estudiar con cierto detalle los nudos propios de las celosías utilizadas en la visuali-
zación de los campos de tensiones. Algunos de ellos modeliuan fenómenos de pequeña escala
muy propios del trabajo en combinación del hormigón y del acero. Como parte de los modelos
de bielas y tirantes, debieran ser estudiados con cierto detalle al abordar su dimensionamiento
global.

A modo de ejemplo, se presentan los micromecanismos que describen el anclaje y el solapo de


barras, (figura 35 (a), (b) y (c)). Es interesante observar que para desarrollar tales mecanismos
es siempre necesaria la aportación de una fuerza de compresibn exterior (es decir, un efecto de
confinamiento). Además, el mecanismo de anclaje (b) presupone la capacidad del hormigón de
resistir ciertas tracciones, aunque de hecho Bstas tambien podrían quedar suplantadas median-
te la provisi6n de compresiones secundarias.

t t

TI-
l t l l
--T

t t t t
Figura 35. Micromecanismos para la simulación del anclaje (a), (b) y del solapo (c).
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

3.5. Definición de la armadura transversal. Uso de cercos,


estribos y ganchos
Por su importancia, y escasa atención recibida en algunos casos, cabe hacer mención especial
a la correcta colocación y anclaje de la armadura transversal en forma de cercos o estribos.

En la elección de la forma de la armadura transversal intervienen los siguientes factores:

1) Tipo de solicitación tangencia1 actuante (cortante o torsión)

2) Correcto anclaje de la armadura de forma que ésta resulte efectiva en la zona deseada y ante
la solicitación actuante.

3) Tipo estructural: viga (pieza lineal) o losa (elemento bidimensional). Existencia de confina-
miento transversal.

El primer aspecto (tipo de solicitación) determina la geometría de los campos de tracciones que
deben ser resistidos mediante armadura. Así, el correcto trabajo a torsión, tal y como muestra la
analogía con una celosia tridimensional, exige introducir una armadura transversal cerrada,
capaz de trabajar eficazmente a tracción en sus cuatro caras.

Frente a cortante (y en ausencia de torsión), el elemento resistente básico a tracción viene dado
por las ramas verticales de las que consta la armadura transversal, tal y como demuestra la ana-
logia con la celosía de Ritter-Mbrsch (dando lugar a la “regla de cosido”. No obstante, un estu-
dio más cuidadoso considerando una distribución espacial de fuerzas (realizada por ejemplo,
mediante la celosia espacial de la figura 36)evidencia que la correcta transmisión de las com-
presiones diagonales del alma al cordón inferior requiere la formación de un campo transversal
de tracciones, ante el cual se moviliza la capacidad resistente de las ramas horizontales situa-
das en la parte traccionada de la sección. Ello viene a ilustrar que, como mínimo, la armadura
transversal siempre debe ser cerrada por la parte traccionada. Un armado como el recogido en

Figura 36. Celosia espacial a cortante.


Monografla Y-3 de ache
Aspectos de proyecto

la figura 37 resulta por ello peligroso, pues puede propiciar la formación de una fisura veCiCal
como la indicada, susceptible de alcanzar la cabeza comprimida e incluso producir una rotura
precoz por división según un plano transversal. Una armadura a base de estribos puede ser uti-
lizada en situaciones de flexión-cortante.

Pero además, cuando existe armadura a compresión, es conveniente utilizar cercos cerrados
tarnbien en la cabeza comprimida al efecto de arriostrar esta armadura evitando su posible pan-
deo en situación de prerrotura.

De las formas de estribos y cercos posibles, sólo aquellas que incluyen un anclaje por doblado
de patilla hacia el interior del alma, en la cabeza comprimida. y apoyándose en redondos longi-
tudinales, son válidas en el caso de vigas de sección rectangular (figura 38 a).

Ello se debe a que el insuficiente confinamiento lateral no garantizaría el correcto funciona-


miento de anciajes o solapos perimetrales de los extremos del cerco, pudiendo darse un fenó-
meno de desgarro y rotura del paramento de forma previa a la transmisión de la fuerza de
tracción.

Figura 37. Armado transversal inadecuado para vigas a cortante.

Así, las formas de la figura 38 a son posibles para vigas sometidas a torsión en cualquier caso.
Cuando exista alguna forma de confinamiento transversal, como en el caso de una losa, o bien
en vigas de sección en T (con alas suficientemente robustas), serán iambidn válidas soluciones
basadas en el anclaje por prolongación perimetral o solape (figura 38(b)),
siempre y cuando la ejecución del hormigonado sea realizada con el suficiente cuidado.

Ante cortante, serán válidas las formas (c) o (d) de la figura 38 en secciones rectangulares de
viga, y por existir confinamiento lo serán las formas (b) en losas o secciones en T. La annadu-
ra (e) será eficaz sólo a partir de una profundidad equivalente a la longitud de anclaje. Barras
transversales soldadas a barras longitudinales pueden considerarse eficientes a partir de unos
2 6 3 cm del punto de soldadura (f).

El uso de ganchos, aunque posible en losas y en el interior de secciones de vigas suficiente-


mente anchas, se desaconseja en general por razones de dificultad de colocación en obra. Si se
utilizan, deben ser de diámetro pequefio, de forma que puedan doblarse en obra.

En vigas, es preferible el uso de cercos o estribos múltiples, a poder ser encajados entre s i
como en la figura 38 a, ya que al colocarse aitemados (figura 39 b) se complica algo más la
ejecución.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 38. Uso de distintos tipos de armaduras transversales en vigas y losas


Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 39. Soluciones a base de cercos o estribos múltiples.


Fuente: ACI Detailing Manual, 1980.

En pilares sometidos básicamente a compresión simple o compuesta donde la función Msica de


la armadura transversal consiste en amostrar las barras longitudinales, resulta óptima la forma
de la figura 38 g, por razones de facilidad de fabricación y montaje, y mientras no existan otros
requisitos derivados del trabajo a cortante o a torsión. Para secciones de gran tamaiio, forma
compleja, o que contengan gran número de barras longitudinales a arriostrar, se aportan a modo
de ejemplo las soluciones de la figura 40.

En pilares pueden utilizarse ganchos prefabricados siempre y cuando su colocación en obra se


realice con suficiente cuidado. Una forma de facilitar su colocación es dando a uno de sus extre-
mos forma de anclaje en patilla (figura 41), o bien utilizando formas en U con sus extremos sola-
pados en el interior de la sección. No obstante, en secciones de gran dimensión o forma com-
pleja sera normalmente más fácil de prefabricar una armadura transversal a base de cercos
combinados (figura 41).

3.6. Anclaje de barras longitudinalec


Como en el caso anterior, el anclaje de la armadura longitudinal de una viga o losa debiera
realizarse en zonas no traccionadas. Sin embargo, no es necesario verificar un cumplimiento
estricto de esta idea, siempre y cuando se respeten ciertas condiciones suplementarias.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

c3
c l

CT
.
Figura 40. Amado transversal de pilares de gran tamaño o de forma compleja

52
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 41. Uso de ganchos y armaduras en U en el armado de pilares.


Fuente: ACI Detailing Manual, 1980.

El anclaje de las barras inferiores debe basarse en las prescripciones del artículo 66.4.1 de €HE,
en el que se refiere la necesidad de anclar a partir del eje del apoyo no menos de un tercio del
total las barras necesarias para resistir el máximo momento positivo, en caso de apoyos extre-
mos, y una cuarta parte. en el caso de apoyos interiores.

El tratamiento de las barras superiores (armadura de momentos negativos) exige algún comen-
tario adicional. En principio, el anclaje de la armadura de momentos negativos debe materiali-
zarse a partir de los puntos de cambio de signo de las leyes de momentos. No obstante, ello
entra en conflicto con cierta práctica constructiva que prevé el posible escalado de esta arma-
dura y su anclaje parcial en la zona traccionada. Según Calavera (1999), el corte de barras en
secciones intermedias sometidas a tracci6n puede realizarse cuando se cumple una de las dos
condiciones siguientes:

a) El esfuerzo cortante de cálculo en la sección de corte de las barras no exceda 2i3 del esfuer-
zo cortante úitimo de dicha sección.

b) O bien, siendo las barras de diámetro inferior a 32 mm, la armadura que continúa sea, al
menos, el doble de la necesaria y el esfuerzo cortante de c&lculo sea inferior a 3/4 del esfuer-
zo cortante último en la sección de corte.

En caso contrario, es probable la excesiva fisuración y fragilización de las secciones de corte.


Figura 42. Anclaje de barras en apoyos extremos de jácenas o losas.
Fuente: Calavera, 1W 1.

En vlg.s de borde o p h eJdremos pueden darse dos situaciones:

a) Que sea posible d anclaje por prdongaci6n recta o patilla, contada a partir del eje de la viga
o del soporte (Otnriamente,manteniendo el reaibtimiento necesario). Más estrictamente, tal
kmg#ud dabe conterse a partir del punto que Rmh el bloque de compresiones, o bien desde
la cara del soporte. si &te se halla sometldo a compresi6n simple o compuesta.

b) Si poc faita de lpngitud rx> es posible el anclaje anterior, es preciso entonces introducir una
proknoeoMnBn vertical.

En este último caso,en el andaje contribuyen dos longitudes rectas "n" y 'm", situadas respec-
thramonteen POdd6ll I y Poslci6nII(deacuerdo con la definición de EHE) y un segmento curvo
da redio Y que puede oonsideranre parciaknenie ubicado en cada una de ambas posiciones
(@Ira 42). sepihi Calavera (19sa), la longitud del segmento de anclaje en vertical 12" puede
cdailarpe de ia oipuiente manera:

h = 0,7 (lb- - it} + 4 9


siendo '
y el diámetro de la barra, "11" el canto del pilar y "1b.w" la longitud de anclaje que corres-
ponderia por prdongaoión recia en Posicion II. Este valor presupone ei caso p6simo en que el
nidi de doblado es mhimo (r = 4 0)

Por O~AI parto, es nec8sark) un suficiente coníinamiento laten4 que garantice la efectividad del
meoPniam~de &n&&t. Ello puede resohrerse alejando la rama verücal del paramento o estri-
bsndo la zona de anclaje.
Monografia M-3 de ache
Aspectos de proyecto

3.7. Representación gráfica y convenciones


De los planos de proyecto ha de ser posible deducir inequívocamente todas las dimensiones
geométricas del armado. Esta exigencia puede relajarse si se incluyen despieces detallados,
pero de ello resulta un trabajo extra tanto de representación como de interpretación, y anticipa
una labor que de todas formas ser4 realizada por el constructor.

La técnica utilizada para la representación de la armadura ha sufrido en el pasado de una cier-


ta disparidad de criterios. A medida que ciertas prácticas han sido progresivamente desechados
o bien por su insuficiente claridad o bien por su excesiva laboriosidad, el método de represen-
tación ha evolucionado hacia su universalización. En este centido actúan las prescripciones de
60-3766-1977 e ISO-4066-1977. siendo de gran interés, en particular, las convenciones adop-
tadas por este último código (Tabla 2).

Las siguientes recomendaciones pueden considerarse de validez general:

- Utilizar el mínimo número necesario de símbolos y convenciones, y basarse para ello en las
indicaciones establecidas en normas y reglamentos.

- Tender hacia representaciones lo más simples posible, siempre y cuando contengan toda la
información necesaria.

- Detallar las barras a escala lo más exacta posible y situarlas en una posición también lo más
exacta wsible.

- Utilizar líneas más gruesas para representar la armadura principal.

- Utilizar marcas apropiadas para indicar el inicio y el final de barras colocadas en una misma
capa. Enfatizar los puntos de corte de barra mediante (-). El corte debe acompañarse de la
identificación de barra.

- Definir la posición exacta de barras dentro de capas mediante las secciones transversales
necesarias.

- Barras indicadas en otros dibujos deben ser omitidas, excepto cuando su posición sea crítica,
como en esperas o solapes. En este caso, utilizar línea discontinua.

- Numerar las barras según el siguiente orden: barras inferiores desde esquinas, barras dobla-
das hacia arriba, barras superiores, armadura de montaje, armadura transversal. Numerar las
barras principales según el orden de colocación previsto.

- Elegir los puntos de mayor concentraciónde barras en capas para dirigir las líneas de referen-
cia, pero identificar las barras por separado. Las marcas de barras superiores deben especi-
ficarse por arriba, las de barras inferiores por abajo.

- En las representaciones en alzado, los estribos o cercos s610 precisan ser indicados una vez
mediante línea continua, utilizando una línea auxiliar para marcar los grupos según separa-
ciones o diámetros.
Monografra M-3 de ache
Aspeclos de proyecto

- En las secciones transversales, los ganchos, estribos o cercos deben ser representados la
forma realista, destacando su posición relativa y su vinculo con la armadura principal.

- En losas, es aceptable representar las barras levantadas en proyecci6n horizontal siempre y


cuando se identiiquen muy claramente los elementos inferiores y superiores.

- Debe prestarse una atención especial a nudos de encuentro entre vigas y pilares, proporcio-
nando en caso nacesario detalles a mayor escala.

Prácticas desaconsejables son:

- Introducir líneas de referencia y anotaciones dentro de las secciones


- Desplegar o desplazar barras físicamente situadas dentro de una misma capa al efecto de
identificarlas y resaltar su longitud.

- Falsear sensiblemente la escala de algunas o de todas las barras.


Las figuras 43 y 44 refieren formas alternativas de indicar el armado. Mientras que la primera
exhibe algunas costumbres sobre Indicación hoy en día desaconsejadas, la segunda recoge las
recomendaciones anteriormente citadas.

Conviene obviamente atender a convenciones de carácter internacional para la representación


del armado en elementos de hormigón. Concretamente, en ISO 3766-1977 se proponen símbo-
los y convenciones para la definición del armado en planos constructivos (figuras 45 a 48), se

D c

Figura 43. Prhcticas de indicaci6n desaconsejables.


Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

Figura 44. Técnicas recomendadas para la indicación del amado.

definen las instrucciones para la presentación del despiece y, finalmente, se establece una
lista de formas preferenciales. Cada forma preferencial dispone un código para su identlflca-
ción sistemdtica.

La generacibn automdtica de planos constructivos por ordenador debe entenderse realmente


como una simple mecanización de una parte de la actividad de proyecto, por lo que debe
igualmente ajustarse a las correctas normas de detallado y a la simbología y convenciones
aceptadas.

Cuando la calida gráfica proporcione una información insuficiente o ambigua, ésta deberá ser
completada por el proyectista hasta conseguir planos suficientemente daros e informativos. De
la misma manera, no son admisibles símbolos o convenciones ad hocen la represeniaci6n auto-
matizada, y en caso de ser utilizados los planos resultantes deberán ser entendidos como un
producto intermedio que el técnico deberá reelabcfar para adaptar a una representación con-
vencional.

Además, el proyectista debe revisar críticamente tanto los resultados nudricos como el
esquema de armado propuesto por ordenador. La idoneidad de la geometría del armado obte-
nida debe ser estudiada, considerando, en particular, su constructividad y su compatibilidad con
el proceso constructivo.

Es preciso prever situaciones absurdas que ciertos cálculos podrían producir, como la excesiva
concentración de barras en un espacio físico limitado. A ser posible, la representación automa-
tizada deberia ser suficientemente detallada (por ejemplo, dando un grueso a las barras pro-
porcional a su diámetro) como para delatar tales situaciones.
Monografía M-3 de ache
Aspectos d e proyecto

N' CONVENCION SIMBOLO


-
Barra de armado representada como
2.1.1 línea gruesa
-
2.1.2 Sección de barra de armado O

Barra con onclajes extremos


a) con ganchos
2.1.3
b) con patillas
-
Borra sin anclajes extremos

2.1.4 En caso necesario, indicar extremos de


barros cuando bstas no aparecen
separadas en el dibujo

2.1.5 Anillo o placa de ancloje


- I

2.1.6 Vlsión frontal de un anclaje


o
Doblado de barra en angulo recto
opuesto a1 lector /\
2.1.7
Alternativo de mayor claridad en coso de
0
barras muy próximos o para microfilmar
-
Doblado de borra en angulo recto hacia
el lector
2.1.8
Alternativa de mayor claridad en caso de
barras muy próximos o poro microfilmar

Figura 45. Convenciones de ISO 3766-1977. Representación


d e armadura pasiva convencional.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

N' CONVENCION
I SIMBOLO

2.2.1 Tendón o barra de pretensado

Sección de armadura postesa


l -------
2.2.2 dentro de vaina O
-
2.2.3 Sección de armadura pretesa t
-
2.2.4 Anclaje activo +- - -- - -
2.2.5 Anclaje pasivo k------
-
2.2.6

2.2.7 Empalme m6vil

2.2.8 Empalme fija ---+---


-
Figura 46. Convenciones de ISO 3766-1977. Representación
de armadura pasiva convencional.

N' CONVENCION SIMBOLO

Representacibn en planta de
2.3.1 una malla

Mallas idénticos dispuestas


2'3.2 en serie, con sus soiapos

Figura 47. Convenciones de ISO 3766-1977. Representaci6n


de malla electrosoldada.
Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

_____ ~~ ~

" CONVENCION SIMBOLO

El doblado se dibujará normalmente a


escala.
3.1 Los doblados de radio mínimo permitido
pueden ser dibujados como convergencia
de líneas rectas

1 Un Daauete de barras Duede ser dibuiado


corno una línea Gnica, 'con marcas dé
1 #
extremo indicando el número de barros

Cada serie de barras idénticas, estríbos o


cercos deben ser indicodos por una barra,
estrtbo a cerco dibujados con línea gruesa,

3.3
junto con una línea contínua que abarque
la serie, acabada mediante líneas oblícuas
cortas para marcar tos límites de &a.
x I\
-+
Un circulo dibujado con línea contínua
conecta la línea fina de serie con la borra
o el estríba o cerco de referencia

Las barras dispuestas en grupos de forma


que cada grupo se halle equiespaciado y
3.4 contenga un nGmero idéntico de barras
idéntkas, pueden ser indicados como se
muestro en la figura

El refuerzo bidireccianal debe ser represen-


tado en sección. o bién indicado con texto
3.5 o símbolos que referencien la dirección de
las barras en la capo exterior de cada cara
de la construcción en planta o alzado

En la representoción en planta de esquemas


de armado simples, las capas superior e
inferior del refuerzo deben referirse con
letras indicando la locolización de lo copo,
ademós de los correspondientes símbolos.

3.6
Si se utilizan morcas de extremo, tales
marcas deben dibujarse hacia ambo o
hacia la izquierda en la capa superior y
hacia abajo a hacia la derecha en la capa
inferior

(6: inferior T: superior)

Figura 48. Convenciones de ISO 3766-1977.Detalles varios.


Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

” CONVENCION SIMBOLO
-

3.7
En el casa de alzadas de muros con
refuerzo en ambas caras, el armada
debe identificarse can letras, adem6s
de los símbolos, indicando la situación
de cada capa

Cuando se indican marcas de extrema,


éstas deben dibujarse hacia amba o
hacia la izquierda para el armodo de la
cora alejada. y hacia abajo a hacia la
#
derecha para el armado de la cara
cercana

(Nf: cara cercana, W. cara alejada)


-

Para clarificar la disposición del armada en


secciones en que su disposici6n no quede
3.8 bien determinada, se padr6 afladir un
dibuja complementario, fuera de la sección,
indicando las distintas barras

Es precisa indicar en el dibujo todas las


tipos de cercas a estribos
3.9 En caso de disposiciones complejas, éstas
podrón ser clarificadas mediante dibujos
complementarios, en conexión con la 6
notacidn utilizada
U
U
Figura 48 (cont.). Convenciones d e ICO 3766-1977.Detalles varios.

Con todo ello se hace evidente que una representación automatizada rigurosa y versátil requie-
re programas d e ordenador muy elaborados, en cuyo diseño hayan intervenido proyectistas
experimentados.
Monograíía M-3 de ache
Bibliografía

Bibiiografía
ACI Commiltee 315-80, "Details and Detailing of Concrete Reinforcement", ACI Journal, Mayo-
Junio de 1986

ACI Detailing Manual, Publicación SP-66 de ACI, Detroit, 1980

ACI-ASCE Committee 352,"Recommendations for design of beam-column joints in monolithic


reinforced concrete structures", ACI Joumal, 1985

Barker, J. A. (1981), "Reinforced Concrete Detailing", Oxford University Press, Oxford (2* Ed.)

Baseda, J. y Aguado, A. (1984). "Estudio sobre la racionalización del armado", Escuela de


Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona, Universidad Politécnica de
Catalunya, Barcelona.

Calavera, J. (1999), "Proyecto y cálculo de estructuras de hormigón". INTEMAC, Madrid

Calavera, J., (1993) "Manual de detalles constructivos en obras de hormigón armado", INTE-
MAC, Madrid

Calavera, J., (1997) "Armaduras pasivas de acero para hormigón estructural. Recomendaciones
sobre el proyecto, detalle, elaboración y montaje". Cuadernos Técnicos no. 1, Calidad
Siderúrgica S.R.L., Madrid

CEB Task Group VW3 (1983) "lndustrialization of Reinforcement in Reinforced Concrete


Structures". Bulletin Inf. no. 152

CEB (1983) "Concrete Reinforcement Technology", Georgi Publishing Company, Saint Saphorin
(Suiza)

CEB (1990) "CEB-FIPT Model Code 1990, Bulletin d'lnformation no. 195, Lausanne

CEB (1993) "Recomendaciones CEB. para empalmes mecánicos de armaduras". Editado por
GEHO, Boletín no. 7, Madrid

CEB (1992) "Recomendaciones para separadores, calzos y atado de armaduras". Editado por
GEHO, Boletín no. 9, Madrid

CEB (1993) "Recomendaciones para uniones soldadas en barras de armado". Editado por
GEHO, Boletín no. 11, Madrid

The Concrete Society (1986) "Concrete Detail Design", The Architectural Press, Londres

Eurocódigo 2. Proyecto de estructuras de hormigón. Comisión Europea. AENOR, 1995-1996.


Monografía M-3 de ache
Aspectos de proyecto

CRSI Engineering Practice Committee (1976) "Manual of Standard Practice" Concrete


Reinforcing Steel Institute.

CRSI Committee on Design Aids (1980) "Reinforcing Bar Detailing", Concrete Reinforcing Steel
Institute, 26 Ed.

€HE-Instrucción de Hormigón Estructural. Ministerio de Fomento, Madrid, 1999.

García, A . , "Apuntes de Hormigón", E.T.S. Ingenieros de Caminos, C. y P., Madrid.

lnternational Standard ISO 3766-1977 "Building and Civil Engineering Drawing -Symbols for
Concrete Reinforcement", ISO Central Secretariat, Ginebra,l977.

lnternational Standard ISO 4066-1977 "Building and Civil Engineering Drawing -Bar Scheduling",
ISO Central Secretariat. Ginebra, 1977.

Leonhardt, F., Mónning, E. (1985-87), "Estructuras de hormigón armado", Tomo IV "Armado de


Estructuras", Ed. El Ateneo, Buenos Aires

Marosszeky. M. y Chew, M. (1990), "Site lnvestigation of Reinforcement Placement on Buildings


and Bridges", Concrete Intemational, abril 1990

Park, R. (1992) "Capacity design of ductile RC building Structures for Earthquake resistance",
The Structural Engineer, Vol. 70, No. 16.

Regalado, F., Farré. B. (1996), "Detalles constructivos prácticos de hormigón armado en estruc-
turas de edificación", Cype Ingenieros, S.A.

Schlaich, J.. Schafer. K. y Jennewein, M. (1987), "Toward a Consistent Design of Structural


Concrete", PCI Journal, Vol. 32, no. 3. pp. 74-150.

Schlaich, J. et al. (1981) "Detailing of Reinforced Concrete Structures", Proceedings of the


Canadian Structural Concrete, Conferencia de Toronto, Septiembre de 1981.

Schlaich, J. y Weischede, D. (1982), "Detailing of Concrete Structures" (en alemán), CEB Bulletin
no. 150.

Scott, R. H. (1992) "The effects of detailing on RC beadcolumn connection behaviouf. The


Structural Engineer, Vol. 70., No. 18.

UNE 36832, "Armaduras pasivas de acero para hormigón. Especificaciones para la ejecución
de uniones soldadas de barras y alambres de hormigón". AENOR, Madrid, 1993.

Whittle. R. (1981), "Reinforcing Detailing Manual", Cement and Concrete Association

You might also like