You are on page 1of 15

“INTEGRACIONES:

HACIA UNA ACTUALIZACION DE NUESTRO


MODELO PSICOPATOLOGICO”

Edith Liberman
Sevilla
Enero 2011

Con mi mayor agradecimiento a Guy Tonella,


Interlocutor imprescindible,
Autor de gran parte de los esquemas,
Y querido amigo

1
Abstract

Toda psicoterapia se basa en un diagnóstico que permita identificar


las dificultades del sujeto y definir la modalidad del tratamiento en
función de la comprensión alcanzada de su dinámica interna.
Dicha dinámica es el resultado de la interacción entre los sistemas
que atienden las diferentes necesidades básicas: la
autoconservación, la relación con el entorno determinada por los
patrones de apego, la regulación emocional que permita mantener
la homeostasis, la representación de sí mismo que modela el
narcisismo, y la sexualidad.
La actualización de nuestro modelo psicopatológico para integrar
estos distintos factores que interactúan en la personalidad –tanto
en lo que se refiere a su etiología como a su expresión en la
dinámica actual– es una tarea enorme pero imprescindible para
mejorar nuestra práctica.
Creo que nuestro modelo necesita nuevos desarrollos para
incorporar de un modo adecuado (i) la estructuración del apego, (ii)
las particularidades del trauma y sus consecuencias en la dinámica
de la personalidad y (iii) para basarse en una mejor comprensión de
los mecanismos biológicos que regulan las asociaciones entre
emoción y memoria para activar la conducta.
El objeto de mi presentación es revisar nuestro modelo de
clasificación psicopatológica por trauma, por déficit o por conflicto,
observando el tipo de interacción entre dichos sistemas que se
produce en cada uno de ellos y la dinámica que se establece, para
ofrecer una base más completa sobre la que poder decidir la
estrategia terapéutica más adecuada en cada caso.

2
Modelo psicopatológico bioenergético

Toda práctica de la psicoterapia se basa en un modelo de referencia que,


como un mapa, permite orientar la intervención en función del diagnóstico,
o sea, de haber identificado la naturaleza y características del trastorno que
da origen al padecimiento de la persona que consulta.

Un modelo es un esquema teórico de un sistema o de una realidad


compleja, que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su
comportamiento. A la vez, el modelo intenta representar, a una cierta
escala, al propio sistema, proporcionándonos así una visión de sus
componentes y de las interacciones entre ellos.

A diferencia de los modelos fenomenológicos de la psiquiatría, basados en la


descripción de los síntomas, nosotros utilizamos un modelo evolutivo que
clasifica los trastornos en función de su origen. Este modelo incluye, por lo
tanto:

• la etiología del trastorno, esto es: aquellos factores que en el proceso


de construcción de la personalidad dieron lugar a algún tipo de fallo o
distorsión funcional,
• una clasificación de configuraciones de la personalidad asociadas a
este origen que nos permite tener unas pautas generales respecto al
tipo de trastorno, su gravedad, su pronóstico y, sobre todo, el tipo de
estrategia terapéutica necesaria para su tratamiento.

En bioenergética utilizamos inicialmente un modelo elemental diseñado por


Alexander Lowen para la clasificación general de los trastornos siguiendo
una pauta básicamente energética. En su libro Bioenergética, en 1975,
Lowen diseña un modelo psicopatológico basado en varios modos de
gestión de los impulsos, o sea, las configuraciones del carácter.

Advierte claramente que no se trata de modelos de personalidad (Lowen


1975: 143). Deja bien sentada la diferencia entre personalidad y carácter
diciendo que lo que determina la personalidad es su vitalidad y unicidad y
define al carácter como los procedimientos defensivos para solucionar el
conflicto entre la fuerza de los impulsos y las defensas que se han
construido para controlarlos y es el carácter lo que modeliza.

3
1. Modelo general
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE ESTRUCTURAS DE LA
LA PERSONALIDAD PERSONALIDAD

FALLOS

ESTRUCTURAS de CARACTER

CONFLICTO DÉFICIT PSICOSIS TRAUMA DE


SHOCK

Define cinco tipos de carácter y utiliza las denominaciones que “expresan,


en la psiquiatría, trastornos de la personalidad”. Estos son:

• Esquizoide
• Oral
• Psicópata
• Masoquista
• Rígido

Posteriormente, en 1983, publica su libro sobre el narcisismo al que define


como la negación del yo. Introduce el concepto de conflicto narcisista
caracterizado por diversos grados de “pérdida del yo” y distingue cinco
tipos de caracteres narcisistas según su severidad en orden creciente. Estos
son:

• Carácter fálico-narcisista
• Carácter narcisista
• Personalidad limítrofe
• Personalidad psicopática
• Personalidad paranoide

El grado de severidad va en relación a la pérdida de identificación con los


sentimientos y su sustitución por una imagen que se opone al yo, o sea, en
otra terminología, un falso self desconectado del yo corporal. Entonces, lo
específico de los caracteres narcisistas es su disociación del yo corporal, de
la capacidad de integrar las emociones y los sentimientos en el ego mental.

4
Modelo de Lowen
(1975) (1983)

CARACTERES CARACTERES
DEL YO NARCISISTAS
disociados del Yo

• Esquizoide • Carácter fálico-narcisista


• Oral • Carácter narcisista
• Psicópata • Personalidad limítrofe
• Masoquista • Personalidad psicopática
• Rígido • Personalidad paranoide

Así nos encontramos en nuestro modelo con dos grupos de caracteres y no


pocas veces con muchas dificultades para entender la clasificación. Una de
las limitaciones que se señalaron con respecto a este modelo, era que si los
caracteres eran formas de organización del yo, no quedaba claro cómo
debíamos clasificar estas formaciones que derivaban de una distorsión o
disociación del yo. Y también necesitábamos aclarar por qué a unos los
llamábamos Caracteres y a otros Personalidades u organizaciones. Pero,
hemos seguido funcionando mal que bien con estas clasificaciones.
Precisamente por ello considero que es necesario una actualización y
clarificación del modelo que resuelva estas ambigüedades.

Integraciones

En los años siguientes, en función tanto de las necesidades que nos


planteaba la clínica, como de la adquisición de nuevos conocimientos,
hemos ido incorporando cronológicamente nuevos elementos:

• El concepto de self (sí mismo) como una unidad psicosomática


formada por varios sistemas que unifican mente y cuerpo y
constituyen la base de la identidad
• El apego, o sea, la base fundacional de la interacción con el entorno
en la que se produce la organización del self
• El narcisismo, o sea, la representación de sí mismo y sus afectos, (la
autoestima, la autovaloración) que es un sistema diferenciado tanto
en la construcción de la personalidad como en la producción de
patologías también diferenciadas
• La comprensión del trauma en sus dos variantes, trauma de
desarrollo y trauma de shock
• Hemos podido entender mucho más de las emociones, de sus
procesos de regulación y modulación
• Estamos intentando integrar también los conocimientos sobre los
diferentes tipos de memoria, encontrando en la explicación sobre el
funcionamiento de la memoria implícita y particularmente la
procedimental, la base biológica que explica la eficacia de nuestro
modo de trabajo.

5
Esto ha supuesto, para nosotros y para las otras escuelas de psicoterapia,
un importante desafío a la vez que una gran fuente de conocimiento y
crecimiento. ¿Cómo abarcar esa importante masa de información
experimental? ¿Qué nueva comprensión del ser humano nos va
proporcionando? ¿Cómo articular los nuevos conocimientos sobre mente y
cerebro con nuestro modelo mente-cuerpo? ¿Cómo trasladarlos a nuestra
teoría y nuestra técnica? ¿Cómo integrar todo ello en un modelo
psicopatológico que nos sirva de guía para la terapia? En definitiva, ¿cómo
mantener nuestro modelo vigente?

Este es el desafío y es imprescindible una actualización de nuestro modelo


psicopatológico porque, en mi opinión, no podemos seguir componiendo
una ensalada de teorías que sumen el apego, el narcisismo, el carácter del
yo y demás ingredientes intentando buscar un encaje imposible en los
modelos previos y, para colmo, conseguir coincidencias con el DSM IV.

Este asunto de la ensalada afecta también al campo psicoanalítico. Hugo


Bleichmar, por ejemplo, dice: “resultan insuficientes los intentos
voluntaristas de dar cabida a los distintos autores, a la manera de un menú
de degustación con los mejores platos de la casa, los platos del restaurante
psicoanalítico. Lo que se requiere, en cambio, son modelos más generales
de cómo funciona y está estructurado el psiquismo, modelos que tengan en
cuenta a los componentes y a sus articulaciones, que deconstruyan las
dimensiones pero que conserven, al mismo tiempo, el carácter de totalidad.
Es decir, modelos que describan la arquitectura del psiquismo -subrayo la
expresión arquitectura- en especial las motivaciones que en tanto
estructuradas configuran esa totalidad.” (Bleichmar 1999)

Quedémonos con esta idea: motivaciones que llevan a formar estructuras.


Para desarrollarlo empecemos con el concepto del self.

El self

El self sería el conjunto de estructuras que constituyen la identidad, un


conjunto de sistemas que tienen una predisposición innata para su
desarrollo a través de la interacción con el entorno.

En realidad, existen actualmente varias teorías sobre el self. Algunas


corrientes de psicología lo conceptualizan como el conjunto de mecanismos
y estructuras cognitivas del sujeto, particularmente en el campo de la
psicología cognitiva. Las corrientes del desarrollo psicosocial, cuya
preocupación es la influencia de las fuerzas sociales en los procesos
individuales, lo definen como un espejo de las condiciones del entorno.

La teoría motivacional desarrolla una comprensión del self como una serie
de motivaciones hacia la integración. Deci y Ryan lo explican así:

En nuestra opinión, las visiones cognitivistas y sociales del self son sólo
parcialmente ciertas, y tomadas en su conjunto no llegan a la esencia de lo que el
self es y hace.
[P]ara nosotros, el self va más allá de la cognición…; es un conjunto de procesos
motivacionales con una variedad de funciones de asimilación y de regulación.
Además representa los procesos intrínsecos de crecimiento cuya tendencia está
dirigida hacia la integración en uno mismo, de la propia experiencia y de sus

6
acciones, y el sentido de la experiencia y de las acciones está relacionado con el
self de los otros sujetos. Así, el “sí mismo” no es simplemente un resultado de las
evaluaciones y las presiones sociales, sino que es el mismo proceso a través del
cual una persona conecta con el entorno y crea patrones para integrarse en él.

Del self al carácter o de la desagregación a la organización

En el momento del nacimiento, el ser humano se encuentra en un estado de


desagregación. Definimos desagregación como un estado de falta de
organización y por lo tanto falta de integración, a la vez disociado y
escindido. La buena noticia es que, como decíamos antes, es un estado
provisional ya que nacemos con una disposición innata al crecimiento.
Crecimiento no tanto en el sentido de aumento de tamaño como, sobre
todo, de tendencia a la organización.

Esta predisposición necesita de la interacción con el ambiente para llevar a


cabo la tarea de organizarse y el tipo de organización alcanzada dependerá
de las características de esa interacción.

Veamos entonces al self en el momento del nacimiento, tal como lo


representa Guy Tonella para poder definir sus tareas evolutivas.

La pauta de polaridad es la característica de su funcionamiento a todos los


niveles: biológico, sensorial, tónico, emocional y de las representaciones.

De la desagregación a la organización
No integración

FUNCIÓN DE Memoria explícita e


REPRESENTACIÓN implícita

Disociación
FUNCIÓN
EMOCIONAL Rabia y amor

Disociación
FUNCIÓN TÓNICA
Hiper e hipotonicidad

Disociación
FUNCIÓN Activ. y desactivación
SENSORIAL de la percepción

Disociación
FUNCIÓN Activación y
ENERGÉTICA desactivación

Escisión

DESAGREGADO = DISOCIADO + ESCINDIDO

Por: Guy Tonella

A nivel biológico sigue una pauta de activación y desactivación, de


inmediatez, entre los polos de necesidad-satisfacción, carga y descarga
automática.

7
A nivel sensorial sigue una pauta de respuesta automática a las
percepciones. Aún debe aprender a discriminar la información que llega a
los sentidos desde el interior de uno mismo respecto a la información
proveniente del exterior de uno mismo, debe alcanzar la posibilidad de
filtrar los estímulos y procesarlos antes de producir la respuesta, y ha de
alcanzar la capacidad de dirigir concientemente la atención, seleccionando
los estímulos y también ha de adquirir la capacidad de regular el impacto y
la intensidad de los estímulos.

A nivel tónico oscila entre la hipertonía e hipotonía, a falta de organizar una


tonicidad que permita el control del aparato motor en sus distintas
funciones: para el movimiento, la contención y la regulación emocional.

A nivel emocional, oscila entre el polo tierno y el polo agresivo


dependiendo de los estados de satisfacción e insatisfacción, placer y
displacer, a falta de ligarse con representaciones que den sentido que las
transformen en sentimientos, al ser asociados a las interacciones con el
entorno para convertirse en sentimientos de amor, rabia, alegría, tristeza,
vergüenza, etc.

A nivel de la representación, serán las inscripciones realizadas en los


diferentes tipos de memoria, representaciones de imágenes, sonidos, olores
y percepciones táctiles, quienes con la adquisición del lenguaje construyan
el nivel semántico y adquieran forma, sentido y estructura para llegar a
comunicarse.

Estas son las tareas de la infancia, las tareas que deben realizar el bebé. La
condición sine qua non para que esta tarea de construcción del self se lleve
a cabo, es que la relación con los padres sea, como dice Winnicott,
suficientemente buena. Como demostró Spitz el siglo pasado, si solo se
atienden las necesidades biológicas del bebé pero sin una conexión afectiva
con otro sujeto no es posible llevar a cabo la tarea, el bebé entra en
catatonia y la supervivencia no es posible.

El conjunto de habilidades de gestión de uno mismo en la vida con los otros,


los patrones de autorregulación y los patrones relacionales, desde la sonrisa
a andar en bicicleta, desde sostener la cabeza a interpretar la respuesta
materna, se adquieren a través de la consolidación de una serie de
procedimientos que se registran en la memoria procedimental y se
automatizan como patrones inconcientes de funcionamiento. Patrones que
regirán nuestro funcionamiento a lo largo de la vida.

Pero decíamos que la construcción de estos patrones se realiza atendiendo


a una serie de motivaciones innatas o necesidades básicas.

Sistemas de motivaciones o necesidades básicas:

¿Motivaciones o necesidades básicas para qué?


Para sobrevivir, para saber quienes somos, para mantenernos integrados en
condiciones de funcionar en el mundo, para dar sentido a nuestra vida y
para garantizar la continuidad de la especie.

8
Bleichmar define cinco sistemas de necesidades básicas que conforman los
módulos en que se estructura el psiquismo y que podríamos representar del
siguiente modo:

Sistemas de necesidades básicas

HOMEOSTASIS REPRESENTA-
(Autoconservación, CIÓN
autorregulación (Desarrollo
vital) cognitivo y
aprendizaje)

APEGO

SEXUALIDAD
(Sensualidad, NARCISISMO
erogenización (Seguridad,
sexual, erotización confianza,
sexual) autoestima)

• Sistema para la autoconservación,


• Sistema del apego,
• Sistema de regulación emocional,
• Sistema narcisista que sostiene la autoestima y la representación de
sí mismo
• Sistema de funcionamiento sexual.

Sin entrar en la descripción de cada uno de ellos, solo quiero señalar


algunos detalles sobre sus interacciones y su evolución en el desarrollo del
self.

Necesidad de autoconservación

Las amenazas a la autoconservación, los traumas, inciden en el desarrollo o


en el funcionamiento de todos los otros sistemas dando lugar a
configuraciones específicas en las que el miedo, como emoción central,
afecta tanto a la regulación emocional, como al apego, al narcisismo y a la
sexualidad.

El estado de extrema necesidad del otro para la supervivencia, que


caracteriza al ser humano al nacer, su incapacidad tanto para el cuidado de
los niveles biológicos como para la regulación, lo hace estar íntimamente
asociado al otro sistema, el del apego a la persona o personas de quien
depende para ello.

También los traumas por shock, ocurran cuando ocurran a lo largo de la


vida alteran de un modo transitorio o permanente el funcionamiento de
9
todos los otros sistemas que se ponen al servicio de la autoconservación
como objetivo central. El trastorno por estrés postraumático es el
diagnóstico de esta organización psicosomática.

El apego

El sistema de apego es el encuentro de la subjetividad naciente del bebé


con la de la madre y los otros. Es la base sobre la que se construye la
intersubjetividad, los patrones de relación y es en el marco de la relación
de apego donde se inscriben las memorias procedimentales que organizan
la motricidad, las rutinas, la adquisición del lenguaje, la regulación
emocional y las representaciones de sí mismo y de la realidad.

Los patrones de apego inseguro, en todos sus formatos, producen distintas


alteraciones en la inscripción de los procedimientos, en el caso de las
organizaciones borderline, donde faltan modelos operativos estables, o en
los patrones de relación y de exploración como en las organizaciones
esquizoides y orales.

Sea cual sea la dificultad de la madre o la figura de apego para responder


adecuadamente a su bebé, esta dificultad afecta, en diferentes grados, al
desarrollo del self. Actúa como un obstáculo para su integración y para la
formación del carácter, dando lugar a una organización disociada que
solemos denominar falso self. Y esto nos lleva al siguiente sistema.

El narcisismo

Se denomina narcisismo como elemento del psiquismo a la actividad


psíquica que tiende a mantener la integridad, estabilidad, cohesión y
equilibrio de la representación de uno mismo.

En la medida en que el entorno maternal haya podido respetar las


características del niño y dar respuestas adecuadas a sus necesidades,
tanto en el sentido de la gratificación como de la frustración, esta
representación quedará integrada dentro del sí mismo. Como indica Stern,
la representación del si mismo se construye en paralelo con la
representación del otro y genera el núcleo de la identidad subjetiva que él
denomina self nuclear.

Pero si las respuestas del entorno maternal han estado marcadas por un
defecto de la especularización, por la manipulación, seducción,
sobreestimulación o excesos en la frustración, la integración no será posible
para el niño que deberá llevar a cabo diversos procedimientos defensivos
para mantener el balance narcisista amenazado por el vacío, la vergüenza,
la culpa o la negación de las propias necesidades para conservar la
aceptación del otro. Las fluctuaciones de la autoestima, la vulnerabilidad
frente a las heridas narcisistas o la desconexión del self a través de la
formación de un falso-self son indicadores de las vicisitudes evolutivas de la
construcción del self tanto como de su situación actual para el
establecimiento de un diagnóstico de la personalidad.

10
La sexualidad

Solo quiero señalar aquí, respecto a la sexualidad, hasta qué punto es


susceptible de ponerse al servicio de otras necesidades diferentes del amor
y del placer. Necesidades de apego, para mantener y/o conservar la
proximidad de una figura de apego de la que se depende, necesidades
narcisistas, para sostener la autoestima, necesidades traumáticas, para
tener sensación del cuerpo, necesidades de regulación emocional, para
descargar tensión y tranquilizarse. La multiplicidad de funciones de la
sexualidad y a la vez, su afectación en las patologías, la convierten en un
indicador privilegiado para el diagnóstico ya que nos señala con frecuencia
el núcleo central de la problemática de la persosnalidad.

Modelo psicopatológico:

Volvamos entonces a nuestro modelo. En condiciones de suficiente


integración del self, nos encontramos con una estructura estable, que
habitualmente hemos denominado el yo, organizado en un carácter, que
dispone de una serie de mecanismos y patrones estables para funcionar en
la realidad. Guy Tonella y yo misma lo hemos esquematizado así:

Del Self al carácter


SELF
NECESIDADES

PROCEDIMIENTOS FUNCIONALES
(procedimientos)

REPRESENTACIONES

ESTRUCTURAS COMPORTAMENTALES

CARÁCTER
(en su función adaptativa-defensiva)

Pero si alguno de estos sistemas no ha podido alcanzar una integración


suficiente, encontraremos partes disociadas o escindidas y aparecen
diferentes soluciones más o menos estables. Soluciones como el falso self,
una superestructura sobreadaptada a las necesidades de apego y
narcisistas pero desconectada de las emociones y los deseos, soluciones
esquizoides de desconexión de los otros y de las emociones, inestabilidad
de la estructura con déficit de patrones procedimentales estables en los
borderline, etc.

Si utilizamos el grado de organización e integración de la


personalidad como patrón básico para diferenciar grupos de

11
patologías, la clasificación desde el mayor grado de organización al menor
grado de organización sería:

8. Modelo psicopatológico

Patologías del Patologías del


PSICOSIS:
CARÁCTER: SELF (por déficit): Patología y trauma
trauma del
neurosis por trauma del del SHOCK
desarrollo
conflicto desarrollo

Carácter rígido Narcisista

Carácter masoquista Oral

Esquizoide

Borderline

• Patologías por conflicto (patologías del carácter): Caracteres rígidos


en sus varias organizaciones, Carácter masoquista
• Patologías por déficit (patologías del self): Narcisista, Oral, Esquizoide,
Borderline
• Psicosis
• Patologías por trauma de shock

Si utilizamos esta perspectiva para el diagnóstico, podemos centrarnos en


definir, desde los datos de la historia y de la estructura actual, cual y de qué
forma se han visto afectados cada uno de los sistemas, cuales han sido las
consecuencias sobre los demás sistemas de las insuficiencias en el
desarrollo, cual es su dinámica de funcionamiento y, por lo tanto, cual debe
ser la intervención terapéutica.

Como todos sabemos, es esencial discriminar si la tarea es crear


asociaciones entre sistemas disociados, como por ejemplo ir en busca de la
emoción sin palabras que aparece bajo la forma de ansiedad o vacio o si la
tarea es facilitar la descarga porque la barrera caracterial bloquea la
canalización adecuada produciendo angustia.

12
Conclusión

Cada uno de los sistemas evoluciona en paralelo pero a la vez en


interacción, o sea, que la afectación de uno de ellos influirá de un modo
decisivo en la configuración de los otros y definirá qué mecanismos de
defensa serán centrales en la estructura de la personalidad.

Así, los mecanismos disociativos que caracterizan al trauma, tanto de


desarrollo como de shock, nos indicarán sea un diagnóstico de stress
postraumático en el último caso, sea un déficit de integración con alguno de
los formatos de las patologías por déficit.

La preponderancia de mecanismos secundarios indicarían una suficiente


integración del self pero disfunciones en el carácter, o sea, que en los
primeros 2 años la respuesta del entorno maternal ha facilitado
suficientemente la integración pero no la gestión de los conflictos
posteriores.

En síntesis, la utilidad de este modelo es poder visualizar el desarrollo de la


personalidad desde la perspectiva de una serie de sistemas que en su
desarrollo configuran estructuras y formas de compensación y soluciones
más o menos eficaces para mantener el funcionamiento en la realidad con
recursos más o menos primitivos en función de las condiciones en que ese
desarrollo ha tenido lugar.

Mi pretensión y mi deseo es que esto sea un punto de partida para la


discusión ya que de ningún modo lo considero un trabajo completo. Espero
que así sea.

13
BIBLIOGRAFÍA

ABELIN-SAS, G (2008): ‘Recent work by Hugo Bleichmar’.


Journal of The American Psychoanalytic Association. 56
URL = http://www.pep-web.org/document.php?id=apa.056.0295a

BLEICHMAR, H. (1997): Avances en psicoterapia psicoanalítica. Hacia una


técnica de intervenciones específicas. Paidós. Barcelona.

- (1999): ‘Fundamentos y aplicaciones del enfoque modular-


transformacional’. Aperturas psicoanalíticas 1.
URL = http://www.aperturas.org/articulos.php?
id=0000052&a=Fundamentos-y-aplicaciones-del-enfoque-
modulartransformacional

BYDLOWSKY, S y GRAINDORGE, C (2007): ‘Naissance et développement de


la vie psychique’ Elsevier Masson SAS. Gentilly cedex, France

DECI, Edward, RYAN, Richard (1990): ‘A motivational approach to self’.


Nebraska symposium of motivation

GRANIC, I y HOLLENSTEIN, T (2003): ‘Dynamic system methods for models


of developmental psychopathology’. Development and Psychopathology 15
Cambridge University Press

LOWEN, A (1975): Bioenergética. Diana. México

- (1983): Narcisismo o la negación del yo. Editorial Pax Mexico. Mexico


DF

RIBE BUITRON, J y MARTIN PINTO, T (2010):‘Psicoanálisis, Neurobiología: el


fin de una dualidad’. Aperturas psicoanalíticas 34
URL = http://www.aperturas.org/articulos.php?
id=0000635&a=Psicoanalisis-Neurobiologia-el-fin-de-una-dualidad

SCHILDER, P. (1983): Imagen y apariencia del cuerpo humano. Editorial


Paidós. Barcelona.

SPITZ, R. (1979). El primer año de vida del niño. Madrid. Editorial Aguilar.

SZWARC, N (2008): ‘El modelo modular –transformacional para el


tratamiento de niños y adolescentes’. Aperturas psicoanalíticas 29
URL = http://www.aperturas.org/articulos.php?id=0000553&a=El-
modelo-modular-transformacional-para-el-tratamiento-de-ninos-y-
adolescentes

TONELLA, G (2008): ‘Paradigmes pour l'Analyse Bioénergétique à l'aube du


XXI° siècle’. Bioenergetic Analysis. Ed. Psychosozial-Verlag
URL =
http://cfabweb.o2switch.net/attachments/130_079_Tonella_BA_Paradi
gms_2008__EN.pdf

14
WIDLOCHER, D (1998): ‘¿Qué psicopatología para qué tratamiento?’
Cuadernos de psiquiatría y psicoterapia infantil 26
URL = http://www.sepypna.com/?s=26&key=Revista-articulo

WINNICOTT, D (1970): La familia e lo sviluppo dell’ individuo. Armando


Armando Editore. Roma

15

You might also like