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REYES DE ESPAÑA

Los Reyes de España que desde el descubrimiento de América (1492), hasta el fin
de la Guerra de la Independencia en Venezuela (1823), rigieron los destinos del territorio
venezolano fueron:

Casa de Trastamara

Los reyes de esta dinastía, con sus respectivos períodos de gobierno, fueron: Enrique
II (1369-1379); Juan I (1379-1390); Enrique III (1390-1406); Juan II (1406-1454) y sus
hijos, Enrique IV (1454-1474) e Isabel la Católica (1479-1504). Los Trastamara constituían
una familia de nobles castellanos provenientes del condado de igual nombre. Reinó en
Castilla (1369-1504) y en Aragón (1412-1516). De allí fue desplazada por los Austria. El
condado de Trastamara fue otorgado al futuro Enrique II, hijo ilegítimo de Alfonso II. El
hermano de Enrique, Pedro I El Cruel, a su vez, lo entregó a un noble, pero Enrique lo
recuperó en 1369; posteriormente pasó por diversas manos hasta llegar a los herederos de
los marqueses de Astorga de acuerdo a concesión de Juan II. El primer suceso importante
de esta dinastía fue la guerra civil, entre Enrique II y Pedro El Cruel, conflicto que concluyó
al recibir Enrique II de Castilla (1369-1379) la Corona de Castilla y León. Con él surge la
casa de Trastamara. Para fortalecer la dinastía, Enrique II recurrió a las alianzas
matrimoniales con las monarquías de Aragón, Navarra y Portugal, política que continuaron
sus herederos. En su época se produjeron cambios como el conflicto de intereses entre los
terratenientes y el autoritarismo monárquico. A Enrique II lo sucedió su hijo Juan I.
Personaje representativo de la nobleza terrateniente es Fernando de Antequera, hijo de
Juan I y tutor de Juan II, cargo éste que puso en sus manos el dominio de Castilla. Fernando
de Antequera se convirtió en rey de Cataluña y Aragón (1412-1416). Provocó una ruptura
de intereses entre la monarquía y los nobles, lo que trajo por consecuencia la guerra civil
catalana (1462-1472). Antequera además confió a sus hijos Enrique y Sancho la dirección
de las órdenes militares de Santiago y de Alcántara, que tenían propiedades ganaderas;
con esto aseguraba el poder económico y militar. El sucesor de Juan I, su hijo Enrique III,
expande el poder de los Trastamara al comenzar la conquista y dominación de las islas
Canarias. Enrique III, llamado el Doliente, fue seguido por su hijo Juan II. Habían surgido
2 ramas de Trastamara y hubo conflictos entre ambas pero se unieron nuevamente en 1469
con el matrimonio celebrado entre un nieto de Antequera, Fernando de Aragón, y una hija
de Juan II, Isabel de Castilla. En 1479, a la muerte de su hermano Enrique IV, Isabel toma
la Corona y reina conjuntamente con Fernando; la concordia firmada en Segovia les otorgó
igualdad de derechos en el mando. Fernando heredó la Corona de Aragón, con lo cual este
reino se unió al de Castilla; ambos territorios conservaron sus instituciones. Es un período
de creciente ascenso. Isabel y Fernando reconquistan Granada del poder de los moros;
logran el dominio de las islas Canarias y posteriormente el de Navarra y Cataluña. Logran la
unidad de España al aglutinar los diferentes reinos bajo su dominio. Su política de expansión
rebasó las fronteras nacionales. En 1492 Cristóbal Colón, protegido por Isabel de Castilla,
descubrió para ésta las tierras americanas. Mediante el tratado de Barcelona (1493)
Fernando obtuvo el Rosellón y Cerdeña y en 1504, el reino de Nápoles, como resultado de
la guerra de Italia. A esto se añaden Sicilia, Milán y parte del norte de África. Con este
reinado alcanzó un punto máximo la Casa de Trastamara y a la vez inició su declinación.
Comenzaron allí las guerras entre España y Francia. Los reyes españoles además de
celebrar alianzas políticas con Austria e Inglaterra, recurrieron a pactos matrimoniales a fin
de aumentar su poder. Así lograron, temporalmente, la unión con Portugal, con el imperio
de Maximiliano y con Inglaterra. El matrimonio de Juana I con Felipe de Habsburgo da
entrada a esta dinastía en Castilla; Fernando II fue el último Trastamara de Cataluña-
Aragón.

Reyes de la Casa de Trastamara

Isabel la Católica (1451-1504): Reina de Castilla (1474-1504) y Aragón (1479-1504).

Fernando el Católico (1452-1516): Rey de Castilla (1474-1504), de Aragón (1479-


1516), de Sicilia (1468-1516) y de Nápoles (1504-1516). Por voluntad de Isabel, Fernando
la sucedería como regente de Castilla en caso de incapacidad o de ausencia de la heredera,
su hija Juana I (llamada «la Loca» debido a sus padecimientos mentales).

Fernando el Católico (Regencia) y Juana la Loca. (26.11. 1504-27.06.1506): Juana I


(1479-1555), casada con Felipe I, llamado «el Hermoso», se convirtió en heredera del trono,
de por vida, ante el fallecimiento de quienes la antecedían en tales derechos (sus hermanos
Juan e Isabel por una parte, y el hijo de ésta, Miguel). En ausencia del regente Fernando el
Católico, éste fue suplido por el cardenal Cisneros.

Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros (1437-1517). Regencia: 1504: Fernando,


en ejercicio de la regencia, la encargó, durante su permanencia en Nápoles, al cardenal
Cisneros, quien había sido confesor de la reina Isabel.

Fernando el Católico (Regencia 1504-1506) y Juana la Loca: Mientras Fernando


ejercía la regencia, Felipe el Hermoso (1478-1506) por su parte, intrigaba para reinar por lo
que Fernando renunció en 1506, proclamó reyes a Juana y a Felipe y se retiró a su reino de
Aragón. La concordia de Salamanca reconocía a 3 personas en el mando: Fernando, Juana
I y Felipe I. Con Felipe se introduce en el trono español la casa de Austria, que desplaza a
los Trastamara.

Felipe I el Hermoso (27.6.1506-25.9.1506): Felipe I, hijo del emperador Maximiliano


de Austria, reinó apenas un breve período debido a su repentino fallecimiento. A pesar de
la escasa proyección del reinado de Felipe I, con él entra a gobernar en España la casa de
Austria (1506-1700). Al fallecimiento de Felipe I el gobierno de nuevo fue provisionalmente
confiado al cardenal Cisneros.

Cardenal Cisneros. Regencia: 25.9.1506-1507: Cisneros, hasta la vuelta de Fernando


a Castilla, presidió una Junta provisional de Regencia, formada por el condestable de Castilla
y el duque de Nájera.

Fernando el Católico. Regencia: agosto 1507-24.1.1516: Fernando llegó a Castilla a


mediados de 1507 y asumió el mando. Al fallecer dejó como heredera a Juana I, y como
regente a su nieto Carlos de Gante, hijo de ésta y de Felipe el Hermoso. Mientras Carlos I,
desde Flandes, llegaba a España, ejerció la regencia el cardenal Cisneros.
Cardenal Cisneros. Regencia: 25.1.1516-8.11.1517: Cisneros ejercería la regencia de
Castilla junto con el arzobispo de Zaragoza, este último como representante de Aragón;
tuvo el mando hasta la fecha de su fallecimiento, ocurrido antes de entrevistarse con Carlos
I. Éste, a pesar de la presencia de Cisneros en la regencia, había designado a su tutor,
Adriano de Utrecht, luego papa Adriano VI, para que gobernara en su nombre.

Casa de Austria (Habsburgo o Habsburgo-Borgoña)

Reyes: Felipe el Hermoso (1504-1506), Carlos I (1517-1555), Felipe II (1556-1598), Felipe


III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665), Carlos II (1665-1700). Guerra de Sucesión (1701-
1714). El origen de la Casa de Austria está en la llamada Marca Oriental (Ostemark, Ostmak,
actual Suiza), establecida por Carlomagno en el siglo IX, a fin de proteger su imperio contra
los invasores provenientes de Europa oriental y de Asia. Sus sucesores hicieron de la marca
un núcleo cultural y político, convertido en ducado con Federico Barbarroja, y con la dinastía
Babenberg, fundada por Margrave de Austria (976-994) y que reinó durante 3 siglos. Esta
marca pasó a formar parte del ducado de Austria, cuyo centro era Viena. Al extinguirse los
Babenberg con Federico II (fallecido en 1246), su cuñado, Ottokar (Otocar) II planificó la
creación de un imperio eslavo. Derrotado y muerto Ottokar II (1276) por Rodolfo de
Habsburgo, el control del ducado de Austria pasa a los Habsburgo cuyo dominio allí se
mantuvo alrededor de 750 años. En el siglo XIV los Austria alcanzan expansión por el
territorio del Danubio; la prosperidad minera y agrícola del ducado les otorgó importancia.
Desde 1526 reinaron también en Bohemia y posteriormente en Hungría. Hubo peligro de
escisión, resuelto con la muerte del representante de una de las 2 ramas en conflicto, con
lo cual los derechos se concentraron en la llamada rama leopoldina. En 1477 incorporaron
la Borgoña (Franco Condado y Países Bajos). La Casa de Borgoña tiene sus orígenes en el
siglo IX, fundada por Recaredo el Justiciero. Esta dinastía se vinculó a la Carolingia, a los
Capetos y a los Valois; de allí proviene la unión de Flandes, Artois y el Franco Condado al
ducado de Borgoña. El último Valois de Borgoña fue Carlos el Temerario (siglo XV). Una hija
suya, María de Borgoña, se casó con el emperador Maximiliano de Austria, dando origen así
a la dinastía Habsburgo-Borgoña. Posteriormente, al casar el emperador Maximiliano a su
hijo Felipe I el Hermoso con Juana la Loca, heredera de los Reyes Católicos, se extendió el
dominio de los Austria hasta España; a través de los matrimonios Maximiliano logró además
la anexión de Bohemia y Hungría. Con Felipe I, la dinastía inició en España un reinado que
se mantuvo casi 200 años. Por las azarosas circunstancias del reinado de Felipe el Hermoso,
se considera a Carlos de Gante, su hijo, como el primer rey de la casa de Austria en España.
En Carlos Ise unieron las líneas de Borgoña, Austria, Castilla, Aragón y Navarra. Fue
nombrado emperador de Alemania, como Carlos V en 1519, por ser nieto de Maximiliano, y
debió viajar allí en 1520, dejando el gobierno en manos del cardenal Adriano de Utrecht
(como representante de Castilla), y de las cabezas locales de los otros reinos españoles. De
sus abuelos maternos heredó los reinos de España (con sus posesiones de América, norte
de África, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Milán); de su padre los territorios de Borgoña (los
Países Bajos, Artois, Luxemburgo. el Charolais, el Franco Condado y algunos derechos del
ducado de Borgoña). Finalmente recibió de su abuelo paterno la herencia de la casa de
Austria. Por conservar todos estos dominios tuvo conflictos con Francia. Debido a ello se
fortaleció a través de una alianza con sus tíos, Catalina de Aragón y Enrique VIII de
Inglaterra. A esto se añadían los problemas internos, los de las posesiones de América y las
luchas católicas (contras los turcos y contra los protestantes). Tanto Carlos I de España y V
de Alemania como sus sucesores se comprometieron en el movimiento de la Contrarreforma,
apoyados en la Compañía de Jesús y el Tribunal de la Inquisición, y respaldados por las
decisiones del Concilio de Trento (1545-1563). Todas estas luchas atentaban contra las
fuerzas de España. Agotado, abdicó el monarca entre 1555 y 1556. De la época de Carlos I
data la conquista de México, Guatemala, El Salvador, Perú, Chile y el Plata. Su hijo, Felipe
II, heredó únicamente las posesiones españolas; el imperio fue cedido a Fernando, el otro
hijo de Carlos I, dividiéndose así en 2 el territorio de los Habsburgo. A las posesiones
recibidas añadió Felipe II las islas Baleares y Madeira, en África, Angola y Mozambique; en
Asia, Ormuz, Goa, Malaca, Macao, Ceilán, las islas Filipinas; en Oceanía, las Molucas. Con
Felipe II alcanzó la España católica su máxima expansión; al final de su reinado se inicia
también la decadencia. Sostuvo guerras contra Francia, Inglaterra, los Países Bajos e Italia.
Éstas tuvieron sus consecuencias; ni el triunfo de Lepanto contra los turcos (1571), ni la
anexión de Portugal (1580), fueron suficientes para contener los efectos de la derrota
proporcionada por Inglaterra a la Armada Invencible (1588), creada por el mismo Felipe II;
las luchas lo obligaron a desprenderse de los Países Bajos, posesión que dejó en manos de
su hija Isabel en 1598. Las instituciones en las que basaba su poder, como la Inquisición,
también se debilitaban. El duque de Alba tuvo destacada actuación durante este período.
Los reyes del siglo XVII, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, no tuvieron la fuerza de sus
predecesores y confiaron el gobierno a colaboradores mediocres y con ambiciones
personales. Entre ellos figuran el duque de Lerma, el conde-duque de Olivares, Luis de Haro,
Fernando de Valenzuela, el duque de Medinacelli, el conde Oropesa, el jesuita alemán
Nithard. Se observa un resurgimiento de los nobles, opacados en tiempos de Carlos I y
Felipe II. La época es bastante compleja. España participó en varias guerras: Guerra de los
30 años (1619-1648); Guerra de la Devolución (1667-1668); Guerra del Palatinado (1688-
1697). De los conflictos de este período quedan diversos tratados: Pavia (1617); Westfalia,
(1648); los Pirineos (1659); Aquisgrán, (1668); Nimega, (1678); Ryswick, (1697). En toda
Europa había constantes alianzas y componendas políticas. Francia, enemiga de los
Habsburgo, incitaba contra España a Dinamarca, Suecia, Holanda, Inglaterra y otras
naciones. España perdió Portugal, Holanda, Artois, Luxemburgo, parte de Flandes, el
Rosellón, Cerdeña, el Franco Condado. Se vio afectada la economía, agricultura, industria y
población. Todos estos conflictos obviamente repercutían en América; holandeses, ingleses
y franceses realizaban incursiones tratando de apropiarse de riquezas y de territorios, en las
Antillas, Venezuela, Cartagena, América Central y Perú. También internamente España tenía
problemas, sirva de ejemplo el separatismo de Cataluña. Con Felipe IV, en el período
siguiente, se acentuó la decadencia, situación que se agudizó al resultar heredero su hijo
de 4 años, Carlos II. Tal era la ruina de España que mediante el Tratado de la Haya (1698)
Francia, Inglaterra y Holanda habían convenido repartírsela a la muerte de Carlo II. Al ocurrir
ésta la guerra de sucesión fue inevitable pues las naciones europeas no reconocían a Felipe
de Anjou, designado por Carlos II para sucederle. Con Carlos II se extingue la casa de
Austria en España (1700). Con ella alcanzó la nación española su apogeo político y cultural,
así como su decadencia extrema, en los últimos años del reinado de Felipe IV y Carlos II.
En medio de la crisis se da un florecimiento de las artes. La literatura de la época deja una
visión crítica de la situación: basta citar a Quevedo y a Cervantes. En el período siguiente,
con los Borbones, España vuelve a elevarse política, económica y culturalmente.
Reyes de la Casa de Austria

Carlos I (Gante, 1500-Yuste, 1558): Rey de España (1517-1556) y V Emperador de


Alemania (1519-1556). Viajó a España desde su lugar de origen, Gante, en 1517 para recibir
la Corona. Durante su ausencia, en 1517 y en 1520, designó como representante suyo al
cardenal Adriano de Utrecht. Desde 1543, por las mismas circunstancias, ejercieron la
regencia sus hijos Felipe y Juana de Austria.

Príncipe Felipe (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Regencia: 1543-1548: El rey


Carlos I se ausentó para luchar contra los turcos y contra los luteranos dejando la regencia
a su hijo Felipe.

Príncipe Felipe. Regencia: 1551-1554 Juana de Austria. Regencia: 1554-1556: La


infanta Juana de Austria tomó la regencia en nombre del príncipe Felipe su hermano. Éste
recibió en propiedad el mando en 1556, al abdicar su padre.

Felipe II. Reinado: 30.6.1556-13.9.1598: Actuaron como secretarios, Gonzalo Pérez y


Antonio Pérez. Lo sucedió su hijo Felipe III.

Felipe III (Madrid, 1578-1621). Reinado: 30.9.1598-31.3.1621: Dejó el poder en


manos de sus favoritos entre los que se hallaba el duque de Lerma. Lo sucedió su hijo Felipe
IV.

Felipe IV (Valladolid, 1605-Madrid, 1665). Reinado: 31.3.1621-17.9.1665:


Colaborador suyo fue el conde-duque de Olivares y posteriormente, Luis de Haro. Continuó
la sucesión Mariana de Austria, su esposa, como Reina Gobernadora hasta la mayoría de
edad de su hijo Carlos II el Hechizado.

Mariana de Austria. (Viena, 1634-Madrid, 1696). Reina Gobernadora. Regencia:


1665-1677: Asistida por una Junta de Gobierno. Dos figuras se destacan: el confesor jesuita
Nithard, de quien tuvo que deshacerse por oposición tanto de la Junta de Gobierno como
de Juan de Austria, su eterno rival. Desde 1673 hasta 1677 Fernando Valenzuela se
convierte en el valido de la Reina Regente. Al valimiento de Valenzuela le puso fin don Juan
de Austria el 23 de enero de 1677. La Reina fue confinada a Toledo hasta 1679 cuando
regresa a Madrid, manteniendo su ascendiente sobre su hijo Carlos II hasta su muerte.

Carlos II el Hechizado (Madrid, 1661-1700). Reinado: 1665-1700: Rey a los 4 años,


debería asumir las funciones de mando al llegar a los 14 años de edad, el 6 de noviembre
de 1675, por testamento de su padre el rey Felipe IV; sin embargo, la Reina Gobernadora
logra de su hijo un modus vivendi por 2 años para continuar como Regente, al cabo de los
cuales surge la figura de don Juan de Austria quien gobierna, llamado por Carlos II, desde
1676 hasta su fallecimiento en 1679. Carlos II tuvo 2 regentes más: duque de Medinacelli
(1679-1685); conde de Oropesa (1685-1691). La ausencia de herederos de Carlos II, hizo
del problema de la sucesión española la cuestión más importante de la política española y
europea. El cardenal Portocarrero, partidario de una sucesión francesa en el trono español,
logró que Carlos II nombrase como sucesor a Felipe, duque de Anjou y nieto de Luis XIV.
Concluye así la sucesión de la casa de Austria en España y se inicia la sucesión de la casa
de Borbón, cuyo primer monarca tuvo que conquistar la Corona por las armas en la Guerra
de Sucesión (1700-1714).

Casa de Borbón

Reyes hasta la época de la Independencia de Venezuela: Felipe V (1701-1724), Luis


I (1724), Felipe V (segundo reinado: 1724-1746), Fernando VI (1746-1759), Carlos III
(1759-1788), Carlos IV (1788-1808), Fernando VII (1808/ 1814-1833). Los Borbones,
emparentados con las principales familias reales europeas, proceden de una antigua casa
feudal francesa que tomó su nombre del castillo de Bourbon-l'Archambault, ubicado en el
Borbonesado, señorío existente ya en el siglo VIII. Con el tiempo alcanzaron mayor
afianzamiento y en el siglo X pasaron a depender directamente de la Corona. Al extinguirse
su descendencia masculina (siglo XIII), emparentaron con los Capetos, con la rama Valois,
y con la casa de Vendome. Uno de sus descendientes, Enrique IV, se convirtió en rey de
Navarra (al unirse a Juana de Albret), y en rey de Francia (1589) al morir el último Valois.
De allí provienen los Borbones de España. Estos toman el poder en 1700, al ser proclamado
rey Felipe V, duque de Anjou, de acuerdo con el testamento de su pariente, Carlos II, último
Austria de España. Tal designación trajo consigo la guerra de Sucesión, pues el duque de
Anjou no fue aceptado por las otras potencias. Durante esta guerra Inglaterra se apoderó
de Gibraltar. La llegada de los Borbones a España es considerada el más firme intento de
recuperación después de la decadencia de fines del siglo XVII. Hecho político importante
para esta dinastía fue la celebración de los Pactos de Familia (1733, 1743 y 1761); con ellos
pretendían brindarse mutuo apoyo en las distintas cortes europeas donde reinaban. Estos
pactos provocaron conflictos (con Inglaterra primeramente, luego la guerra de Sucesión de
Austria y por último, el enfrentamiento con Portugal e Inglaterra). La actuación de los
Borbones ha sido bastante discutida. Después de las guerras provocadas por los 2 primeros
Pactos de Familia, Fernando VI procuró una política de pacificación, reorganizó el ejército y
la economía del país. Carlos III, hermano de Fernando VI, ha sido considerado el mejor
representante de la dinastía. Acabó con la política de neutralidad de su hermano y firmó el
Tercer Pacto de Familia, que llevó a la guerra por la defensa de las posesiones de América.
Los más destacados ministros de la época (con Fernando VI) fueron: Baltasar y José Patiño,
José del Campillo, José de Carvajal, el marqués de la Ensenada. En tiempos de Carlos III:
el conde de Campomanes, el conde de Aranda, el conde de Floridablanca, el marqués de
Roda, el conde de Cabarrús (de origen francés) y Gaspar Melchor de Jovellanos. Durante el
reinado de Carlos III: el conde de Aranda, el marqués de Grimaldo, el conde de
Floridablanca, el conde de Campomanes, Gaspar Melchor de Jovellanos y Pablo de Olavide.
Con Fernando VII: Floridablanca y Manuel Godoy. El denominado despotismo ilustrado
fomentó la agricultura, restauró la economía, la industria y el comercio; hizo modificaciones
en la administración colonial, reorganizó la marina y el ejército, creó el primer banco del
Estado; realizó mejoras en la comunicación y en edificios públicos; promovió las Sociedades
de Amigos del País y las Academias; introdujo reformas en el campo de la educación y de
la investigación. Ello muestra un intento de recuperación de la imagen de España. Aunque
ésta retoma también el control de algún territorio, Nápoles por ejemplo, el prestigio nacional
no fue recuperado. Algunos reyes como Carlos IV, se mostraron débiles y dependientes.
Durante su reinado las fuerzas conservadoras se opusieron a la renovación proveniente de
la Ilustración. Su período marca la decadencia de la dinastía. Reveladoras escenas de la
época nos ha dejado el pintor Francisco Goya. Fueron tiempos conflictivos: hay algunos
ejemplos de orden interno como la expulsión de los jesuitas y las conspiraciones políticas;
en lo internacional la guerra con Gran Bretaña, las invasiones napoleónicas y por último la
Independencia de América. Hubo esfuerzos por conservar este continente que, hasta la
pérdida de la parte española de Santo Domingo, con la Paz de Basilea (1795) permaneció
intacto. Apoyados en los sucesos de la metrópoli en 1808 los criollos de Caracas inician un
movimiento que llevó a la Independencia de América. Mientras tanto España luchaba contra
Napoleón. Las Cortes, reunidas en Cádiz, elaboraron la Constitución de 1812. Las Cortes,
organismo de proveniencia medieval, eran asambleas políticas que, presididas por el Rey,
permitían la participación de los distintos estamentos o clases sociales; habían sido
relegadas por los gobiernos absolutistas de Austrias y Borbones. En 1814, con la alianza de
Inglaterra, España expulsó a los Bonaparte y retornó Fernando VII al trono. Por la época
Venezuela se hallaba en plena Guerra de Independencia.

Reyes de la Casa de Borbón

Felipe y el Consejo de Gobierno. Regencia: 24.4.1701-1714: Durante este período


transcurre la Guerra de Sucesión, al final de la cual Felipe V es reconocido como soberano.

Felipe V (Versalles, 1683-Madrid, 1746). Reinado: 24.11. 1700- 1724. María Luisa
Gabriela de Saboya. Regencia 1702: La Reina, asesorada por un Consejo de Nobles, fue
nombrada Regente debido al viaje del Rey a Italia. El 10 de enero de 1724, Felipe V abdicó
a favor de su hijo Luis I.

Luis (Madrid, 1707-1724). Reinado: 10.1.1724- 31.8. 1724: El Rey falleció el mismo
año de su nombramiento y Felipe V tomó nuevamente el mando.

Felipe V. Reinado: 31.8.1724-9.7.1746: Lo sucedió su hijo Fernando VI.

Fernando VI (Madrid, 1713-Vilaviciosa, 1759). Reinado: 19.7.1746-10.8.1759: Lo


sucedió su hermanastro Carlos III.

Carlos III (1716-Madrid, 1788): Rey de Nápoles (10.8. 1759-14.12.1788) y de España


(10.8.1759-14.12. 1788). Sucedió a su hermanastro Fernando VI.

Carlos IV (Nápoles, 1748-Roma, 1819). Reinado: 14.12. 1788-19.3.1808:


Designado oficialmente como Rey el 21 de septiembre de 1789 aunque lo era, de hecho,
desde el año anterior. Tomaron parte activa en el gobierno sus ministros Floridablanca y
Manuel Godoy. En 1808 Napoleón invadió España. Fue éste un período de inestabilidad
política, situación que repercutió en América. Carlos IV abdicó (19.3.1808) a favor de su
hijo Fernando, Príncipe de Asturias, 2 días después de la protesta de Aranjuez. S.G.

Fernando VII (1784-1833) Reinó de 1808 a 1833, aunque durante los años 1808-1813
existió una dinastía paralela, efímera, la de los Bonaparte, en la persona de José I.

Fernando VII. Primer reinado: marzo-mayo 1808. Se inicia con el motín de Aranjuez, a
consecuencia del cual Carlos IV abdicó el 19 de marzo y Fernando VII asciende al trono.
Concluye con su renuncia en Bayona (Francia) el 5 de mayo, cuando devuelve la corona a
su padre quien, a su vez, cede al Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte «todos sus
derechos al trono de España e Indias». Antes de abdicar, Fernando VII transmite el ejercicio
de la soberanía a la Junta Suprema de Gobierno que había dejado instalada en Madrid el 10
de abril al salir a entrevistarse con Napoleón. Éste, por su parte, valiéndose de la cesión
hecha por Carlos IV, nombra a José Bonaparte rey de España con el título de José I.
Fernando VII es enviado preso al castillo francés de Valençay (que en Venezuela ha sido
llamado habitualmente Valencey) donde permanecerá hasta marzo de 1814, cuando es
puesto en libertad por Napoleón y regresa a España. Desde el 10 de abril de 1808 hasta el
regreso de Fernando VII ejercen el gobierno en España en su nombre (a veces en
condiciones precarias, y sólo sobre pequeñas partes del territorio, por estar ocupado el resto
por los franceses) los siguientes cuerpos, que mantienen siempre la pretensión de ejercer
soberanía sobre las posesiones ultramarinas de España, en representación del cautivo rey
Fernando VII: Junta Suprema de Gobierno. Madrid abril-junio 1808: Después del alzamiento
del 2 de mayo contra los franceses, el general Joaquín Murat, duque de Berg, jefe de las
fuerzas de ocupación, asume la presidencia y convierte a la Junta en un instrumento de la
política francesa; aunque había iniciado sus actuaciones como representante de Fernando
VII, la Junta los ejerce después en nombre de Carlos IV. Paralelamente con ella ejerce el
poder, también desde Madrid, pero sólo en el territorio de su jurisdicción española, el
Consejo de Castilla. Las circunstancias de la guerra, que estalla y se desarrolla como una
reacción espontánea contra los franceses en numerosas regiones de España, hacen
inoperantes las funciones de mando que desde Madrid pretenden ejercer tanto la Junta
Suprema de Gobierno como el Consejo de Castilla colaborando con ella. Junta Central: En
muchas capitales provinciales, entre tanto, se han establecido Juntas de Gobierno que se
autodenominan cada una Suprema y actúan autónomamente. Una de las más importantes
es la Junta de Sevilla, que aspira a ejercer la hegemonía sobre las demás, sin lograrlo. El
25 de septiembre de 1808 los delegados de las juntas provinciales reunidos en Aranjuez
deciden constituir una Junta Central, llamada «de Defensa del Reino», formada por 35
miembros de iguales prerrogativas, designados por las juntas provinciales. Ante el avance
de las tropas francesas, se retiran a Sevilla, donde la Junta Central se restablece a mediados
de diciembre de 1808. Las antiguas Juntas Supremas provinciales pasan a llamarse Juntas
Superiores provinciales. A mediados de 1809 la Central decide convocar una reunión de las
Cortes de España y sus dominios. Posteriormente, ante una nueva ofensiva francesa y
también debido a la hostilidad de los sevillanos, que querían establecer una Junta propia, la
Junta Central sale el 13 de enero de 1810 hacia la isla de León (cerca de Cádiz), donde se
reinstala el 27. El 31 designa a la Regencia del Reino, a la cual transmite sus poderes ese
mismo día, y luego deja de existir. Antes de disolverse, encomienda a la Regencia que active
la reunión de las Cortes. Consejo de Regencia: Creado por la Junta Central, entra en
funciones en Cádiz el 31 de enero de 1810. Está constituido por 3 personas. Aunque la
Regencia ostenta la autoridad suprema, que dice ejercer en nombre de Fernando VII en la
España libre y en sus posesiones de ultramar, delega en la Junta Superior provincial de
Cádiz el manejo de los asuntos de Hacienda Pública. El 24 de septiembre de 1810 se realiza
la sesión inaugural de las Cortes de Cádiz, las cuales asumen el poder supremo, siempre
en nombre de Fernando VII. La Regencia continúa existiendo, pero permanece subordinada
a las Cortes, y sufre en poco tiempo varios cambios en su composición. Cortes de Cádiz:
Abren sus sesiones el 24 de septiembre de 1810 en la isla de León, y las clausuran en la
cercana ciudad de Cádiz el 14 de septiembre de 1813. Los diputados firman el 18 de marzo
de 1812 la Constitución monárquica para España y sus dominios, la cual es jurada el día
siguiente por las Cortes y el Consejo de Regencia reunidos. Consejo de Regencia: Al
clausurar sus sesiones las Cortes de Cádiz el 14 de septiembre de 1813, queda a la cabeza
de la monarquía un Consejo de Regencia que traslada su sede a Madrid, ya libertada de las
fuerzas francesas. Cuando Fernando VII regresa a España en marzo de 1814 empieza una
reacción absolutista que culmina con la disolución de la Regencia y la prisión de los regentes
y otros funcionarios a comienzos de mayo de ese año.

Fernando VII. Segundo reinado: mayo 1814-septiembre 1833: Se inicia el 4 de mayo


de 1814, cuando desconoce la Constitución de 1812 y restablece la monarquía de carácter
absoluto. En marzo de 1820, a consecuencia de la rebelión militar que había estallado en
enero, jura la Constitución de 1812 y reina sometido a ella hasta octubre de 1823, cuando
es restablecido el absolutismo. Concluye con la muerte de Fernando VII el 29 de septiembre
de 1833. Le sucede en el trono su hija la infanta Isabel (Isabel II) y durante la minoría de
edad de ésta asume la Regencia la reina viuda, María Cristina. El Tratado de Paz entre
Venezuela y España, que pone término diplomáticamente a la guerra de Independencia
(que militarmente concluyó en 1823) será firmado en 1845, durante el reinado de Isabel
II.

Casa de Bonaparte

Dinastía francesa de origen corso cuyo ascenso al trono de Francia se produce en


1804 al ser proclamado y ungido en París Napoleón Bonaparte como Emperador de los
franceses con el nombre de Napoleón I. Coronado en 1805 en Milán como Rey de Italia. A
medida que ensanchaba sus dominios en Europa por el poder de las armas, Napoleón fue
concediendo reinos, principados y ducados a sus hermanos y otros parientes: José, fue
sucesivamente rey de Nápoles y de España; Jerónimo, rey de Westfalia; Luis, rey de
Holanda; Joaquín Murat y su esposa Carolina Bonaparte, hermana de Napoleón, recibieron
el reino de Nápoles al dejarlo José.

Rey de la Casa de Bonaparte

José I fue proclamado rey de España, a consecuencia de las abdicaciones de Bayona,


por su hermano el Emperador Napoleón el 6 de junio de 1808. Anteriormente, desde 1806,
era rey de Nápoles, nombrado también por Napoleón. Su reinado en España, apoyado en
la fuerza de las armas francesas, fue efímero y no ejerció ningún dominio efectivo sobre los
territorios españoles de ultramar. Durante el período en que él actuó como rey de España
tuvo el apoyo de un número minoritario de españoles, denominados «afrancesados», pero
fue rechazado por los que permanecían fieles a Fernando VII, entonces prisionero en
Francia y representado en España, sucesivamente, por las Juntas, Cortes y Regencias antes
mencionadas. Desde junio de 1808 hasta octubre de 1813, cuando cesó el reinado de José
I, hubo en España 2 gobiernos paralelos: el de este monarca francés y el que actuaba o
decía actuar en nombre de Fernando VII. M.P.V.

BIBLIOGRAFÍA: AYGULS DE IZCO, WENCESLAO. Galería regia o biografías de los reyes de


España, desde el primero de los godos hasta Isabel II. 3ª ed. Madrid: Sociedad Literaria,
1848; BALLESTEROS BERELTA, ANTONIO. Figuras imperiales: Alfonso V, Felipe II. 2ª ed.
Buenos Aires: Espasa Calpe, 1947; RODRÍGUEZ DE CUENCA, JUAN. Sumario de los reyes
de España_ Madrid: Imprenta de Don Antonio de Sancha, 1781.

HEMEROGRAFÍA: GABALDÓN MÁRQUEZ, JOAQUÍN. «Circunstancia de la monarquía


española en España y América». EN: Cultura Universitaria. Caracas, núm. 85-86, octubre,
1963.

ICONOGRAFÍA: Fernando II de Aragón («El Rey Católico»), óleo/tabla, c. 1490, Palacio Real,
Madrid. Isabel I de Castilla («La Reina Católica»), óleo/tabla, c. 1490, Palacio Real, Madrid.
Carlos I de España y V de Alemania, Ticiano, óleo/tela, Museo del Prado, Madrid. Felipe II,
Alonso Sánchez Coello, Museo del Prado, Madrid. Felipe , Velázquez, óleo/tela, Museo del
Prado, Madrid. Felipe IV, Velázquez, óleo/tela, Museo del Prado, Madrid. Mariana de Austria
Reina Regente, Carreño, óleo/tela, Museo del Prado, Madrid. Carlos II, Carreño, óleo/tela,
c. 1680, Museo del Prado, Madrid. Felipe V, Luis Miguel Vanloo, óleo/tela, Museo del Prado,
Madrid. Luis I, Miguel Ángel Houasse, óleo/tela, Museo del Prado, Madrid. Fernando ,
óleo/tela, Museo Naval, Madrid. Carlos , Francisco de Goya, óleo/tela, Museo del Prado,
Madrid. Carlos , Francisco de Goya, Museo del Prado, Madrid. Fernando , Francisco de Goya,
óleo/tela, Museo del Prado, Madrid.

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